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NOTA: Los Cuadros están en idioma alemán y pronto tendrán traducción para mejor
comprensión del hispanohablante.
Los Andes son considerados como una de las cordilleras más espectaculares
del mundo por sus innumerables volcanes.
GEOLOGÍA HISTÓRICA.
Las rocas, principal componente de la corteza terrestre y los fósiles, vestigios petrificados de restos
orgánicos de animales y vegetales son testimonios del pasado. La descripción y ubicación de estos
restos como un todo o como impresiones de seres vivos conservados es tarea de la paleontología,
una disciplina estrechamente relacionada con la biología. La estratigrafía ofrece una representación
cronológica para exponer la historia de la Tierra.
PRECÁMBRICO.
Las rocas del precámbrico constituyen el núcleo central del continente. Las áreas que
no han sufrido los efectos de los procesos orogénicos desde finales del precámbrico
se denominan cratones y están subdividos en escudos y mesetas.
En los escudos afloran rocas precámbricas en la superficie terrestre que no ha sido
cubierta por minerales detríticos recientes.
Se habla de mesetas cuando las rocas antiguas están superpuestas por sedimentos
jóvenes.
Para el precámbrico no existe una división estratigráfica detallada y vinculante. No
obstante, los términos arcaico y proterozoico han sido establecidos.
Durante la era precámbrica, Sudamérica estaba unida a África, India, Australia y a
la Antártida oriental formando "Gondwana", una antigua masa continental que al
dividirse definitivamente en el cretácico forma los continentes y subcontinentes antes
mencionados. El resto de los continentes formaban también un supercontinente en
aquella era. También evidencias sobre los primeros procesos tectónicos con que se
inicia la formación de las primeras montañas.
No obstante, las rocas del precámbrico afloran también en los Andes. En este caso
han sido transformadas y sobreimpresas por procesos orogénicos recientes.
Hace aproximadamente 600 millones de años, es decir, en el Proterozoico superior,
hubo períodos glaciales cuyos sedimentos se pueden encontrar en Sudamérica,
África y Australia.
Las Rocas de la Era Arcáica afloran en estructuras fuerte y levemente metamorfizadas. Las rocas
extremadamente metamorifizadas constituyen un 90 % de las arcaicas y se componen
principalmente de granulitas. Las rocas con una metamorfización menor son de vulcanitos pero
también de diferentes rocas sedimentarias.
Las Rocas del Proterozóico ocupan mayores extensiones que las
arcáicas especialmente por el gran espesor de la corteza terrestre,
producto de eventos tectónicos "modernos" para esa época. Está
comprobado que en el Precámbrico inferior hubo procesos orogénicos
y vulcanismo ácido, eventos que dejaron como resultado una corteza
terrestre de mayor espesor que la del arcaico.
CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA.
La corteza terrestre inicial surge hace unos 4,6 mil millones de años de la solidificación de la materia
gaseosa y líquida . A partir de entonces comienza su desarrollo geológico.
La Tierra está formada por la corteza, el manto y el núcleo central.
Mediante métodos de investigación geofísicos es posible determinar —por ejemplo, a través de
mediciones sísmicas— la profundidad de las áreas límites (o sea, las discontinuidades) de las capas
que conforman la Tierra. De esta manera se puede diferenciar entre la corteza terrestre, el manto y el
núcleo central.
Las causas de los procesos tectónicos son comprensibles en la actualidad gracias a dos teorías: la
Deriva Continental de Alfred Wegener y la Tectónica de placas desarrollada 50 años más tarde a
partir de las tesis de este gran geofísico alemán. Por eso sabemos ahora que la capa rocosa de la
tierra (la litosfera) no es un cuerpo homogéneo ni rígido. Por el contrario, esta envoltura está
formada por la placa continental y la oceánica. Estas placas difieren en grosores y pesos específicos
y se mueven en todas las direcciones posibles. A veces se aleja una de la otra o ambas convergen o
se rozan. La Tectónica de Placas comprende, por consiguiente, los procesos originados por el
movimiento de las placas en sus límites.
Numerosas placas han contribuido a formar la corteza terrestre del
espacio latinoamericano: la gran placa continental sudamericana, la
placa oceánica de Nazca y de Cocos y la placa caribeña.
PROCESOS TECTOGENÉTICOS.
TERREMOTOS.
REGISTRO DE TERREMOTOS.
Aproximadamente un 90 % de los terremotos son movimientos tectónicos. Éstos se deben a la
tensiones que se producen a lo largo de dos fallas geológicas colindantes. En el caso de materiales
quebradizos, como es por lo general la corteza terrestre, la energía potencial para generar la falla es
mucho mayor que la necesaria para formarla. Dicha energía excedente produce una acelerada
expansión de la falla y el surgimiento de ondas sísmicas.
Otras de las causas de los terremotos son los impactos y consecuencias de las erupciones volcánicas
(un 7 % de los sismos) y los sismos de colapso de significado local (por ejemplo, los producidos por
el derrumbamiento de cavernas).
Se pueden diferenciar tres tipos de ondas sísmicas:
§ Las ondas transversales o S (Shear waves) hacen vibrar las partículas verticalmente en la
dirección de viaje de la onda y son más lentas que las longitudinales en casi un cincuenta
porciento.
§ Las ondas superficiales se extienden sobre la superficie terrestre y son las más lentas.
MINERALES Y ROCAS.
§ si éstas sufren una metamorfosis producto de las altas presiones y temperaturas (rocas
metamórficas),
Minerales
Los minerales se diferencian por su composición química, por su forma cristalina y por algunas
particularidades físicas, como dureza, color, ruptura, desintegración o brillo.
Las particularidades resultan de la distribución espacial de los iones y átomos y los minerales
obtienen su forma de la combinación de superficies, bordes y ángulos en la rejilla cristalina y
espacial.
Los grupos de minerales más importantes son los silicatos, una composición de silicato y oxígeno y
diversas materias. Éstos se hallan en la mayoría de los minerales que constituyen las rocas.
Los minerales arcillosos son de gran importancia para la formación de rocas
sedimentarias. Éstos están formados por lechos estratificados en su estructura cristalina y
presentan sólo un pequeño enlace molecular. Por eso los minerales adoptan una forma
laminar y se caraterizan además por su capacidad de absorción.
ROCAS MAGMÁTICAS.
Los magmas son silicatos que arden en el interior de la Tierra formada por compuestos
con un elevado punto de fundido, vapores y gases.
Las magmatitas proceden de un fundido enfriado cuya fuente puede ser el magma
solidificado en el interior de la Tierra o la lava que se solidifica en la superficie terrestre.
En las profundidades de la corteza terrestre y del manto superior se forman, por lo tanto,
rocas endógeneas ígneas o plutónicas, o en la superficie de la Tierra rocas extrusivas o
volcánicas.
Las rocas plutónicas y volcánicas son comunes en vastas regiones latinoamericanas. Los Andes, por
ejemplo, son famosos por los innumerables conos volcánicos y en el oriente sudamericano, en la
Patagonia y en otras regiones hay grandes extensiones de mantos de basalto. Los escudos y algunas
zonas de la cordillera están conformados por rocas ígneas o magmáticas (plutonitas).
En los espacios plutónicos la presión externa ejercida por las rocas dispuestas sobre la superficie
terrestre mantiene la presión del cuerpo magmático que penetra. Las plutonitas se forman entonces
mucho más abajo de la superficie terrestre cuando el magma se enfría lentamente y se solidifica. El
magma tarda en enfriarse a causa del buen aislamiento térmico en el interior de la Tierra. Por lo
tanto, los cristales tienen suficiente tiempo para formarse. El granito es la roca característica de las
plutónicas o plutonitas cuyo nombre expresa la granulación de los componentes cristalinos (lat.
granus = grano). Estas rocas de cristales gruesos se denominan también faneréticas. Los cristales en
estas rocas se aprecian a simple vista.
En el volcanismo, la tensión de vapor excede la presión exógena, un proceso mediante el cual el
material asciende con rapidez produciendo una erupción. Dicho material se solidifica pronto en la
superficie terrestre. Los cristales al entrar en contacto con el aire frío tienen poco tiempo para
formarse. Por lo tanto, las rocas extrusivas son de textura microcristalina o afanitica. Los cristales
en estas rocas sólo se pueden identificar con una lupa. Las rocas surgidas de esa manera se llaman
volcánicas.
Si la velocidad de enfriamiento es más rápida (por ejemplo, en el
agua) sólo pueden formarse cristales pesados y surge el cristal
amorfo. El cristal volcánico más conocido es la obsidiana.
como de
§ un conglomerado principal compuesto, en la mayoría de los casos, de cuarzo, feldespato y
mica, y de un
§ conglomerado secundario (por ejemplo, circón, apatita, magnetita, etc.) que tiene menor
importancia comparándolo con el principal.
La fracción que se volatiza con dificultad se compone sobre todo de SIO2, además de los óxidos de
Al, Fe, Ca, Mg, Na y K (de menor importancia), cuya participación es relativamente baja pues el
contenido de SiO2 oscila entre 50 y 75 %. A diferencia de los sedimentos, las magmatitas
permanecen dentro de un marco estrecho de normalidad desde un punto de vista mineralógico.
La parte que se volatiza con facilidad está conformada principalmente
de H2O, CO2, HCl, HF, H2S, entre otros. Su cantidad total en el
magma es poco significativa (apenas un porcentaje muy bajo del
peso), no obstante, ésta influye decisivamente en la solidificación del
magma.
ROCAS METAMÓRFICAS.
Se entiende por metamorfismo la transformación mineral y estructural de las rocas que se da en la
corteza terrestre provocada por cambios de presión y de temperatura. Este término no incluye los
procesos de cementación puros (diagenética) ni la nueva fusión de rocas (anatexis).
Sin embargo, la roca madre es importante. Hay rocas metamórficas
derivadas de sedimentos clásticos como el paragneis y rocas
derivadas de magmatitas como el ortogneis.
3. En lechos con rocas arcillosas se originan, por ejemplo, las andalusitas, las distenas,
los granates y las biotitas.
Cuanto más cerca se esté del foco del contacto, más cristalinas son
las rocas metamórficas. Si ocurre una impregnación con ácido
fluorsilícico se forman voluminosas córneas (hornfels) vulnerables a
fracturas concoideas. Mediante dicho proceso se transforma
completamente la estructura inicial. El resultado, a saber, la estructura
irregular de los nuevos minerales que se han formado se llama
´hornfels´. Esos minerales son, entre otros, el cuarzo, feldespato,
granate, cordierita o biotita.
METAMORFISMO REGIONAL.
El metamorfismo regional ocurre en extensiones mucho más grandes que el
metamorfismo o alteración por contacto. Las condiciones para un proceso metamórfico
se da cuando en el curso de largos procesos de sedimentación las capas depositas en el
interior se alteran por temperaturas elevadas y presión creciente. De esta manera se
transforma la roca (= se metamorfiza).
La clasificación de zonas se llevó a cabo bastante temprano (GRUBENMANN &
NIGGLI, 1924). Se comprobó que la dependencia de la intensidad del metamorfismo
estaba condicionada por el gradiente de descenso. Es decir: Mientras más desciende un
conglomerado rocoso más intensiva es el metamorfismo. En la epizona predominan
temperaturas menos elevadas, por lo tanto la transformación es relativamente mínima. El
granulado es bastante fino y predominan los silicatos contentivos de agua. La
esquistosidad de la roca (con una orientación paralela) predomina en comparación con la
recristalización. En la catazona (el ambiente más profundo), un área de altas
tempreaturas y gran presión, se da la total recristalización de las rocas. La orientación
paralela pierde importancia en comparación con una estructura de grano basto. Entre
estas áreas se localiza la mesozona que se caracteriza por las rocas dilatadas o
abombadas.
La presión y la temperatura no se comportan paralelamente en el
interior de la tierra. Fuerte calentamiento y movimiento de presión
pueden llevar el metamorfismo hasta muy cerca de la superficie
terrestre. En cortezas terrestres poco agitadas por procesos
tectónicos, la alteración tampoco puede partir de la diagenética en
grandes profundidades. Las zonas profundas no se dejan establecer
por lo general.
ROCAS DE LA METAMORFÓSIS.
El comportamiento de la presión y de la temperatura condiciona las formaciones de
diferentes tipos de rocas metamórficas. Por lo tanto, existen varias posibilidades que
permiten clasificarlas. Por ejemplo, hay rocas metamórficas foliadas y no foliadas.
Sin embargo, tiene más sentido clasificar estas rocas basándose en el resultado del
metamorfismo:
SEDIMENTOS.
Las rocas sedimentarias son el resultado del proceso de sedimentación ocurrido en la superficie
terrestre. Fuerzas externas transportan las materias dejadas a la intemperie por los procesos de
erosión. La sedimentación ocurre en el lugar en donde las fuerzas transportadoras son insuficientes.
La clasificación de los sedimentos depende del entorno en donde sea depositado el material:
Los sedimentos pueden ser compactos como las rocas sedimentarias, o sueltos, es decir,
no compactos, como la arena o la arcilla.
En Latinoamérica se encuentran todos los tipos de rocas sedimentarias. Por ejemplo, en
las planicies del Amazonas, del Paraná y del Orinoco encontramos en la actualidad
grandes extensiones de sedimentaciones fluviales. En vastas regiones de Argentina
afloran sedimentos de loess transportados por el viento y en algunas zonas de los Andes
se encuentran sedimentos glaciales.
Los tipos de sedimentos mencionados anteriormente se subdividen a su vez en tres
grandes grupos:
SEDIMENTOS CLÁSTICOS.
Las rocas clásticas o detríticas se componen de fragmentos de minerales y rocas. Según el tamaño de
los granos se clasifican en:
MÁS SOBRE LAS ROCAS CLÁSTICAS.
SEDIMENTOS QUÍMICOS.
Los sedimentos químicos resultan de las precipitaciones de aguas marinas y de lagos continentales.
Éstos están clasificados en dos grandes grupos: rocas de precipitación y de evaporación.
Las rocas de sedimentos químicos más importantes son:
CARBONATOS.
Los carbonatos están constituidos básicamente por piedra caliza (CaCo), y dolomita (CaMg[CO]),
así como por siderita (FeCO), un mineral apreciado y difícil de encontrar. Los nombres de los
carbonatos coinciden con los de los minerales de los cuales están compuestos. En vista de que
ambos se forman conjuntamente, aparecen también como rocas mixtas (dolomita-calcita, calcita-
dolomita, etc.). Los sedimentos de carbonatos afloran con frecuencia junto con los sedimentos
clásticos de granos finos, sobre todo con sedimentos arcillosos. Esas rocas mixtas se denominan
margas o arcillas calcáreas.
El material de los carbonatos funge con frecuencia como relleno de poros y también como
aglomerante para los sedimentos clásticos.
La temperatura, la salinidad y la profundidad del agua son factores
que condicionan la precipitación de los carbonatos. En las zonas
próximas al ecuador, entre los 30° de latitud norte y los 30° de latitud
sur, hay excelentes condiciones para la formación de calizas. Los
organismos calcáreos, como los animales con esqueletos de
sustancias carbonadas (moluscos y corales), habitan en áreas de
aguas llanas, cálidas e iluminadas mientras que los foraminíferos
planctónicos, por ejemplo, habitan en el fondo de los océanos y
forman al perecer cienos de restos calcáreos con sus caparazones.
ROCAS SALINAS.
Las rocas salinas son sedimentos químicos formados de minerales salinos solubles. Éstas cristalizan
de aguas con elevadas participaciones de cationes (Na, Mg, Ca, K) y aniones (Cl, So). Las rocas
salinas se forman no sólo en ambientes marinos sino también en tierra firme (por ejemplo: los
salares del altiplano).
Los minerales evaporitos [calcita, dolomita, anhidrita, yeso y kieserita (MgSO4 • H2O), halita
(NaCl) y silvina(KCl)] se precipitan como residuos de evaporación en los lagos subtropicales
continentales y en las bahías y en lagunas marítimas de los subtrópicos. La rocas evaporitas han
formado amplias extensiones en la historia geológica de la tierra.
Justamente en Latinoamérica existen algunas áreas en donde se
encuentran en la actualidad formaciones de rocas salinas, como en los
grandes salares de los Andes pero también en las marismas y en las
bahías protegidas de los mares tropicales (por ejemplo, en el Caribe y
en el Golfo de México). También existen yacimientos formados en
períodos anteriores que son explotados parcialmente en la actualidad.
GEOLOGÍA REGIONAL.-
La geología regional es una rama de las ciencias geológicas que se ocupa de la configuración
geológica de cada continente, país, región o de zonas determinadas de la Tierra.
Véase también los mapas sobre los afloramientos de rocas en
Latinoamérica del Precámbrico, Paleozoico, Cenozoico.
EL BASAMENTO PRECÁMBRICO
Los cratones de la Sudamérica extra-andina son partes de la corteza terrestre pasivas desde el punto
de vista tectónico. Su estructura interna ha permanecido intacta desde aproximadamente 500
millones de años.
Estos cratones han surgido durante las primeras orogenias de la historia geológica de la Tierra,
período durante el cual se deformaron y se metamorfizaron varias veces. Desde ese entonces los
cratones sólo se han fragmentado por las formaciones de fallas o han sido afectados por
movimientos epirogénicos de gran envergadura que producido los diferentes pisos altitudinales. Ya
en el Arcaico superior deberían haberse constituido entre un 60 y un 85 % de las rocas que afloran
en la actualidad. En los cratones arcaicos se hallan también las rocas más antiguas del continente
cuya edad se remonta hasta 3,8 millardos de años en Venezuela. En comparación con otras regiones
del mundo, es difícil de hacer estudios petrográficos del precámbrico en Latinoamérica. La
vegetación de bosques primarios, la meteorización profunda y los terrenos inaccesibles son factores
que impiden los estudios cartográficos exactos y las mediciones estadísticas precisas.
En las siguientes zonas existen en la actualidad cratones que se pueden diferenciar claramente desde
el punto de vista de su desarrollo:
Los Cratones están cubiertos en la mayoría de los casos por sedimentos de reciente data.
Las enormes mesetas triásicas de basalto del sur de Brasil y Uruguay y del norte de
Argentina son rocas volcánicas superpuestas sobre rocas plutónicas antiguas.
Sedimentos continentales del Paleozoico hasta del Mesozoico yacen también encima
del Escudo guayanés y series marinas del cretácico propagadas en muchos lugares
afloran en algunas partes del Escudo patagónico.
El Cratón de Guayana es el basamento precámbrico más grande de Sudamérica. Guayana francesa,
Surinam, Guyana, Brasil, Venezuela y Colombia se encuentran parcialmente en este territorio.
Desde el punto de vista geológico, el Cratón de Guayana forma una unidad o escudo precámbrico de
4,5 millones de km² junto con el Cratón del Guaporé de Brasil.
El verdadero Cratón de Guayana al norte del Amazonas se consolidó en el Proterozoico superior y
las orogenias más recientes no lograron modificarlo, como por ejemplo, los sucesos termodinámicos
más significativos ocurridos en Brasil en el período entre 1.900 y 550 millones de años. La avanzada
edad radiométrica del complejo Imataca-Supamo indica que este basamento es el más antiguo del
continente Sudaméricano.
Cuatro eventos termodinámicos del Precámbrico han sido decisivos para la fisonomía actual de las
formaciones rocosas de este espacio. Éstos son:
Guirense
Guriense: 3400 – 2700 millardos de años
El zócalo arcaico más antiguo del continente pertenece a esta era. Éste se localiza
entre los 8° y 6° de latitud norte al sur del río Orinoco y se extiende en dirección WSW
a ENE. Este basamento se constituye de rocas metamórficas muy alteradas y
fuertemente plegadas, como: granulitas, gneises graníticos, anfibolitas y migmatitas.
Dichas rocas se formaron entre 3.400 y 3.100 millones de años atrás y toda la
formación se denomina complejo Imataca - Supamo. Los tectoalineamientos claros
separan al complejo de las unidades del Arcaico inferior. En las series basales yacen
también itabiritas en una superficie de unos 800 km de largo por unos 150 km de
ancho. Se estima que en esa región están atesorados alrededor de 4 millardos de
toneladas de hierro, lo que significa la concentración de metales más grande de
Sudamérica.
Pre-transamazónico
Formación Roraima
El Escudo brasileño
El Escudo brasileño se caracteriza, al igual que el Cratón de Guayana, por los diferentes zócalos
arcaicos que han sido transformados por medio de metamorfismos intensos durante el Proterozoico.
Por esa razón, en el Escudo brasileño es raro encontrar rocas con más de 3 millardos de años, en
comparación con el Cratón de Guayana donde abundan rocas de esa edad. Simultáneamente, la serie
de plegamientos del Precámbrico inferior y medio se adhirieron a los núcleos antiguos. El resultado
de dichos procesos fue la formación de una masa continental gigantesca consolidada hace unos 550
millones de años. Ésta representó en el Paleozoico la región occidental de Gondwana, lo que en la
actualidad es el área más extensa de la Sudamérica extra-andina.
En la génesis del Escudo brasileño se pueden clasificar varios eventos termodinámicos:
Transamazónico y Parguazense
El Transamazónico es el estadio orogénico más importante. A lo largo de ese período todas las series
antiguas se deformaron y sufrieron intensos metamorfismos. Hasta la orogenia brasiliana se
formaron cinturones de plegamientos jóvenes en donde podría haber probablemente rocas arcaicas.
Durante el Transamazónico se depositaron otros sedimentos (por ejemplo: sedimentos de lagos
llanos) sobre la corteza estable. En muchas áreas se encuentran rocas volcánicas máficas
intrusionadas y extrusionadas. Continúa un aumento general de la concentración de isotopos y otros
metamorfismos en las series de la facies esquistos verde y de amfibolita (formación de un cinturón
de rocas verdes).
A continuación, las diferencias de las tres unidades más grandes de una serie cuyo espesor se estima
en unos 6.000 metros soportada por un complejo de granito-gneis arcaico.
<!--[if !supportLists]-->§ <!--[endif]-->Una unidad meta-volcánica sobre todo con rocas básicas,
pero también ácidas (esquisto clorítico, basaltos, esquistos verdes,anfibolita, entre otras).
Espinhaço y Rondoniano
Brasiliano - Fanerozoico
Brasiliano 700 – 450 millones de años y Fanerozoico
La consolidación definitiva del Escudo brasileño ocurre aproximadamente hace 550 millones de
años después del evento orogénico en cuestión. Durante la orogenia se produce nuevamente un
metamorfismo extremado en la facies de esquistos verdes y de amfibolita. Luego del proceso
orogénico intrusionan granitos y finalmente ocurre una intensa fracturación téctónica.
Hace aproximadamente 450 millones de años se desarrollaron amplias cuencas
intercratónicas que se rellenaron con sedimentos continentales y marinos. En una fase
de fracturación tectónica durante el Mesozoico se produjeron enormes mantos de
basalto (Paraná). Las grandes cuencas surgieron en el borde continental durante el
Cenozoico. En las áreas en donde se depositaron los sedimentos clásticos comienzó
la laterización del subsuelo.
El Escudo Patagónico
Llanuras como auténticas planicies aluviales ("Llanos"), entre las que cuentan los
llanos del Orinoco y la Llanura Chaco-pampeana.
Cuencas Epicontinentales
La cuenca del Amazonas mide 3.500 km en su extensión O-E y su ancho oscila entre 300 y 1.000
km. Una gran parte de esta cuenca está tapizada por la selva pluvial tropical y es surcada por el río
Amazonas. La inclinación del relieve dentro de la cuenca es relativamente baja, sólo en el corte
occidental se alcanzan elevaciones sobre los 200 metros. En un recorrido de más de 3.500 km, desde
la ciudad peruana de Iquitos hasta la desembocadura, el Amazonas desciende sólo 100 metros.
La cueca puede dividirse en tres secciones:
<!--[if !supportLists]-->§ <!--[endif]-->La parte superior de la cuenca está limitada (al oeste) por
Los Andes y llega hasta la confluencia de los ríos Negro y Solimões en Manaus. Esa zona sólo
perteneció transitoriamente en el carbónico superior a un espacio de sedimentación paleozóica
de la cuenca amazónica.
<!--[if !supportLists]-->§ <!--[endif]-->El Arco de Iquitos pasa por la ciudad de Iquitos en el este y
separa la subcuenca Acre del curso superior.
El Arco Gurupá que pasa al este de la desembocadura del río Xingú separa la sección
media de la zona de la ría.
Los Arcos están compuestos de material del zócalo cristalino y han experimentado desde el
Paleozoico diferentes fases de elevaciones, procesos que han determinado la sedimentación y
erosión de cada subcuenca. Los sedimentos han sufrido pocas deformaciones y metamorfismos,
exceptuando algunas zonas de la sección superior de la cuenca. Fallas tectónicas atraviesan la
sección media y su estructura es de tipo graben. A pesar del depósito de enormes evaporitas en el
Pérmico no se han producido tipos de tectónicas salinas.
Otra peculiaridad del sistema del Amazonas: hasta el Terciario superior la cuenca drenaba hacia el
Pacífico al oeste del Arco de Iquitos. Apenas en el Mioceno —hace unos 12 millones de años— el
río Amazonas invierte su curso con el levantamiento de los Andes.
La cuenca Parnaíba-Marañón
Desde un punto de vista netamente morfológico, la cuenca Parnaíba-Marañón es una meseta de unos
600 msnm surcada por incontables ríos. Igual que la cuenca del Amazonas, la Parnaíba-Marañón se
hunde desde el Paleozoico. Al cabo de una larga fase erosiva durante el Precámbrico afonda el
zócalo cristalino originado desde el Silúrico. La cuenca principal contiene sedimentos cuyo espesor
es de unos 3.000 m y éstos llegan a los 9.000 m. hasta São Luis en la costa atlántica.
Sedimentos litorales y neríticos del Paleozoico inferior se desarrollan en la base. Luego prosiguen
sedimentos compuestos de arenisca, conglomerados y pelitas cuyo espesor se estima en unos 700
metros. El Devónico se caracteriza por un desarrollo sumamente cambiante.
<!--[if !supportLists]-->§ <!--[endif]-->En el Devónico medio ocurre una regresión con depositos
deltaicos de escaso espesor.
Llanos de Orinoco
Llanura Chaco-Pampeana
Esta enorme llanura extendida de N-S (de los 16° de latitud sur a los 40° de latitud sur) abarca en sus
2.000 kilometros parte de Bolivia, Paraguay y del río Negro en Argentina, una corriente que la
separa de la meseta patagónica. En el oriente la llanura Chaco-Pampeana se extiende hasta la costa
atlántica donde se une con la cuenca del Paraná. En el occidente las sierras subandinas forman las
fronteras junto con las Sierras Pampeanas que sobresalen como islas en la amplia llanura.
Las capas próximas a la superficie están constituidas principalmente por rocas aluviales, como
sedimentos fluviales, sedimentos de agua dulce y por rocas salinas planas. Las amplias áreas loésicas
en el centro de la cuenca son de gran importancia.
Desde el Paleozoico todo el espacio de basamento precámbrico está marcado por
cuencas y terraplenes. El espesor del material de edad paleozoica sobrepasa los
1.000 metros. Los sedimentos triásicos y jurásicos tienen, por el contrario, un espesor
menor. Durante el Jurásico, un período en el que comienza la desintegración de
Gondwana, se forman varias subcuencas del sustrato paleozoico afectado por
movimientos tectónicos. Dichas cuencas se rellenan posteriormente con gruesos
sedimentos cretácicos y cenozoicos. Los espesores de las series continentales del
Triásico y Terciario oscilan entre 3.000 m ( al oeste del río Paraná) y 5.000 m (en la
frontera entre Bolivia y Argentina).
Entre el Ecuador y Pelotas, una ciudad al sur de Brasil, se hallan cuencas periféricas en un
supercontiente disgregado a partir del Jurásico superior hasta el Cretácico Randbecken an einem
auseinanderbrechenden Superkontinent gebildet.
IEn el área entre Pelotas y Recife resalta con claridad una tectónica extensional. Los
tectoalineamientos y las estructuras de las fallas pasan paralelamente hacia el sustrato precámbrico.
El relleno de las zonas hundidas permite reconocer tres series de sedimentos:
Más al norte se han desarrollado estructuras complejas originadas igualmente por mecanismos de
expansión de la corteza continental. También los procesos de compresión han afectado dicha área
hasta el Cretácico superior. Surgen entonces fallas profundas con un desplazamiento vertical que
alcanza hasta 5 km. Las fallas de borde son independientes de las líneas costeras y de las estructuras
precámbricas antiguas. El resultado ha sido un sinnúmero de subcuencas que son clasificadas a su
vez en estructuras tectónicas individuales lo que dificulta una diferenciación estratigráfica. En
comparación con la sección sur, en la norte no se encuentran depósitos evaporíticos.
El espesor de los sedimentos del Mesozoico inferior y del Cenozoico es enorme: los sedimentos de
la Sergipe-Alagoas —una cuenca de formación compleja marcada por las estructuras de Horst y
Graben localizada al sur de Recife— alcanza 8.000 metros y en la plataforma continental de la
desembocadura del Amazonas se estima que tengan grosores de unos 10.000 metros.
Con la separación de los continentes en el Cretácico inferior y en el período de transición hacia el
Terciario penetran mantos y filones de basalto en las cuencas cretácicas.
Detalle importante:
A pesar de la fuerte tendencia al hundimiento de las subcuencas en el Cretácico
inferior, se han encontrado exclusivamente depósitos de material de agua dulce —un
testimonio de que para esa época el sur del Atlántico no estaba completamente
abierto. La entrada del agua marina en la hendidura sudamericana comienza a finales
del Cretácico. Estudios estratigráficos han comprobado que el área al norte de Recife
ha estado unida a África por un tiempo más prolongado, mientras que más al sur el
bloque brasileño se separaba de dicho continente con rumbo a occidente.
A lo largo del borde continental de Argentina se han formado, como en Brasil, algunas cuencas cuya
estructura interna abarca también la plataforma continental. En vista de que muchas de estas cuencas
atesoran petróleo, han sido estudiadas con exactitud a través de mediciones geofísicas y
perforaciones.
Basaltos de la formación Serra Geral (basaltos de la cuenca del Paraná) constituyen la base de estas
cuencas. Éstos acompañaron el proceso de separación de la masa continental sudamericana de la
africana junto con una dinámica de eventos tectónicos que provocaron el hundimiento en subcuencas
tipo graben. En el Cretácico inferior dominaban sedimentos continentales y lacustres, mientras que
durante el Cretácico superior se depositaron sedimentos marinos. Los depósitos mesozoicos son
parcialmente significativos. Sobre la superficie se encuentran sobre todo basaltos jurásicos y
sedimientos de edad cretácica y es raro encontrar rocas antiguas del basamento. El resto está
formado por sedimentos del Cenozoico.
La cuenca del río Salado tiene por lo mínimo 3.500 m de profundidad. Perforaciones
hechas en el área del río Colorado penetrando hasta 4.500 m. no han logrado llegar al
zócalo. Mediciones sísmicas han registrado un espesor del cuerpo sedimentario de
7.000 metros. Las series de facies de esta cuenca tienen gran similitud con las
encontradas en las costas brasileñas. La faja petrolífera del Golfo de San Jorge en
Comodoro Rivadavia, una cuenca que se extiende hasta el área preandina, alcanza
profundidades parecidas a la del río Colorado.
Los Andes y las cordilleras centroamericanas abarcan una extensión de norte a sur
que fluctúa entre los 7.500 y 9.000 km a lo largo de Latinoamérica, lo que las
convierten en las cadenas montañosas más largas del mundo. Si a éstas se les suman
las sierras norteamericanas, todo el sistema alcanza una extensión de 15.000
kilometros.
En comparación con los basamentos precámbricos de la Sudamérica extra-andina, los Andes son sin
excepción la región de la Tierra de mayor actividad tectónica.
Los Andes vistos en un mapa morfológico y estructural de gran escala dan la impresión de que
formaran una unidad, no obstante, al contemplarlos detenidamente muestran una imagen muy
diferente. A grosso modo, la cordillera está formada por cadenas individuales que se extienden en
sentido norte-sur. En la zona central los Andes toman una trayectoria hacia el occidente. Una de las
razones que explica dicha tendencia es un espolón (sporn) amplio del Escudo brasileño. Bloques de
corteza hundidos por procesos tectónicos separan cada cadena de montañas yuxtapuestas y han sido
rellenandos con sedimentos recientes.
Los Andes se dividen en tres grandes áreas.
El desarrollo del modelo geodinámico de la tectónica de placas fue decisivo para el estudio de los
Andes. Dicha cordillera se localiza en un margen continental activo, a saber, en un límite de placa
agitado desde el punto de vista tectónico. La pesada placa de "Nazca" del Pacífico (densidad aprox.
3,26 g/cm³) parte de la zona de expansión de la dorsal oceánica del pacífico oriental y se desliza por
debajo de la ligera placa sudamericana (densidad: 2,8-2,9 g/cm³). La zona de subducción entre la
placa de Nazca y la plataforma continental sudamericana es una de las más larga del planeta.
Mediante mediciones gravimétricas y sísmicas se ha determinado que el espesor de la corteza en la
parte central de los Andes es de unos 70 km. Los movimientos morfogenético-tectónicos han sido
los responsables de las génesis de los Andes y de su fisonomía actual.
La zona de subducción se equipara con los hipocentros de los movimientos sísmicos. Los
hipocentros son llanos en el área litoral; más hacia el oriente están sumergidos debajo del continente.
El deslizamiento descendente de la placa oceánica tampoco es uniforme, éste oscila entre 10 y 45°.
Actividades volcánicas recientes en la superficie ocurren sólo en segmentos con descensos
empinados.
La subducción va acompaña de movimientos sísmicos provocados por la fuerte tensión que produce
la fría placa de Nazca que se sumerge y por las transformaciones de las rocas en zonas muy
profundas.
Otra característica importante de la colisión de las placas litosféricas es la formación de una fosa
oceánica en el margen del continente cuya profundidad sobrepasa los 8.000 metros. En el área del
graben oceánico no sólo son tragadas porciones de la corteza oceánica sino también sedimentos y
partes antiguas de la corteza incluidos en la subdicción a lo largo de la zona de Benioff.
Los volcanismos y el sinnúmero de rocas plutónicas en el área de los Andes están
también asociados con los procesos de subdicción. Mediante la refundición de la
corteza oceánica se libera calor y el magma se moviliza. Las rocas volcánicas
andesitas resultan de un complejo proceso de ascensión de las masas magmáticas
mediante el cual el magma se funde y se mezcla con partes de la corteza continental.
Antes se pensaba que todas las montañas de la Tierra estaban constituidas de la misma manera y que
el proceso que las formaba era común para todas. Sin embargo, los estudios más recientes muestran
otra realidad. Existen muchas diferencias entre ellas, aunque desde el punto de vista geológico se
hayan formado casi en el mismo período. Por ejemplo, hay claras diferencias entre los Alpes, la
cadena de montañas mejor estudiada del mundo y los Andes, un sistema que comienza a ser
explorado con mayor exactitud en las últimas décadas.
La superficie de los Andes está formada principalmente por rocas ígneas.
Característico de esa región son las grandes masas de granito y los extraordinarios volcanes que
marcan notablemente su fisonomía y esencia. En los Alpes, por el contrario, no hay ningún volcán
activo.
El estrechamiento vertical de las áreas de la corteza durante la orogenia andina ha sido menos
intenso que en la alpina. Es por esa razón que los Andes carecen de estructuras de mantos rocosos
como en los Alpes. En el espacio andino los componentes de las montañas están yuxtapuestos (y no
suyacentes). Las montañas están separadas por fosas (o graben) tectónicas. Intensas actividades
volcánicas y sísmicas son fenómenos naturales que marcan aún el espacio andino. Las derivas
horizontales calculadas sobre los 60 cm/año resaltan la movilidad del paquete rocoso de esta
cordillera. Los desplazamientos verticales en los Alpes no sobrepasan los 2 mm/año.
Los Alpes están compuestos sobre todo de rocas metamórficas y sedimentarias superpuestas en una
estructura compleja de manto rocoso.
Los Andes poseen además yacimientos minerales de importancia mundial, mientras
que en los Alpes hubo escasas mineralizaciones.
Los Andes meridionales están constituidos por tres elementos morfológicos en sentido oeste-este
que por supuesto no se han formado de la misma manera en todas partes. La secuencia ideal de estos
elementos se percibe mejor en el centro de Chile:
<!--[if !supportLists]-->§ <!--[endif]-->El "valle largo" es una fosa tectónica mas no es un "valle"
Las Pampeanas, unas sierras que se extienden de norte a sur desde el borde sur de la
Puna hasta Mendoza, son consideradas como las partes montañosas más antiguas de
Argentina. Todo el complejo lo forman cordones montañosos individuales separados
por cuencas llamadas bolsones, campos, o valles.
Los principales elementos de su configuración interna son los esquistos cristalinos del
Precámbrico, rocas sedimentarias paleozoicas - mesozoicas y las calizas. También
suelen encontrarse granitos y dioritas, unas rocas plutónicas que intrusionaron durante
las orogenias del Precámbricoo y del Paleozoico que alteraron las rocas adyacentes,
unas metamórficas visibles actualmente en la superficie. Desde el punto de vista de su
génesis, las Sierras Pampeanas son montañas (de origen tectónico). Las fallas
principales se extienden de norte a sur y un segundo sistema toma el rumbo oeste -
este.
Las zonas hundidas son cuencas alargadas, consideradas como fosas tectónicas o graben, que se han
rellenado con sedimentos del Terciario y del Cuaternario. Según su origen se pueden diferenciar
cuatro tipos de secuencias de facies:
1) Bloques gruesos, escombros y arenas de las zonas planas de piedemonte, es decir, material
serrano. Los sedimentos se vuelven cada vez más finos a medida que llegan a la cuenca.
2) Las arenas provenientes de sedimentaciones de sistemas fluviales (río Salado o Colorado, río de
los Sauces)
3) Arcillas gruesas y finas del terciario perceptible actualmente
4) Acumulaciones eólicas como nebkas (microdunas), médanos, dunas y loess.
Andes Centrales
Hay numerosas clasificaciones de los Andes. De acuerdo con la mencionada a continuación, los
Andes centrales se extienden desde el volcán Llullaillaco en el norte de Chile en donde las
cordilleras orientales y occidentales se separan hacia el norte encerrando el Altiplano boliviano en el
nudo de Vilcanota. En ese lugar las cordilleras vuelven a aproximarse y se dirigen al sur de Ecuador
para separarse nuevamente y abrir espacio a una serie de cuencas que Alexander von Humboldt
bautiza con el nombre de "corredor de los volcanes" hasta el Nudo de Pato en la frontera colombo-
ecuatoriana. A partir de ese Nudo surgen tres cordones que difieren tanto en su estructura geológica
como en su formación. Característico de los Andes centrales son sus ramales (la Cordillera Oriental
y la Occidental) divisibles en su extensión norte a sur en tres secciones: Ecuador, Perú hasta el Nudo
de Vilcanota y Perú-Bolivia.
Aunque es imposible a veces limitar y determinar estructuralmente con exactitud en la morfología, la
sucesión de la estructura interna característica se desplaza de occidente hacia oriente de la manera
siguiente:
Los Andes Centrales incluyen la parte más ancha (aproximadamente 900 km) de los Andes en su
extensión W-O. En esta región se encuentra la energía del relieve más grande de la Tierra: en una
distancia horizontal relativamente corta, los Andes ascienden a 8.000 m partiendo de la cuenca
oceánica de Perú y llegan hasta casi 7.000 msnm en el volcán Ojos del Salado. También pueden
identificarse algunos elementos morfológicos individuales de los Andes colocados paralelamente en
la extensión N-S y NW-SO.
Cordillera de la Costa
La Cordillera de la Costa forma en algunas áreas acantilados y se eleva hasta 2.500 msnm. En la
Sierra Vicuña se registran las mayores elevaciones calculadas sobre los 3.000 msnm. Esta cordillera
proviene de un zócalo precámbrico metamórfico que aflora también en la superficie entre Mollendo
y Arequipa. Los gneises y granulitas de esta región son las rocas más antiguas de los Andes cuya
edad se estima en unos 2 millardos de años. Las series paleozoicas se encuentran sólo en algunas
áreas de la costa chilena. Las series precrámbricas y paleozoicas constituyen el basamento cristalino
de la Precordillera, un zócalo sobre el que yace un paquete de sedimento levemente deformado y
marcado con dislocaciones por doquier. Durante la transición triásico - jurásico ocurre un
volcanismo basáltico-andesítico cuyo paquete de rocas tiene parcialmente un espesor considerable
(superior a los 10.000 m). Amplias zonas de la cordillera han sido afectadas por plutónicas gigantes,
aunque las intrusiones del Paleozoico inferior, del Jurásico y del Cretácico han sido las más
importantes. Las batolitas de la costa peruana tienen, p.ej., 1.300 km de largo.
La Alta Cordillera o la Cordillera Occidental
La Cordillera Occidental es el piso más alto de los Andes. Característico de su fisonomía son las
cientos de cumbres, principalmente estratovolcanes que rozan los 7.000 msnm. Su configuración
interna no es homogénea.
El basamento es un zócalo cristalino de tiempos remotos poco perceptible en la actualidad. La
cordillera está cubierta por rocas volcánicas cenozóicas de gran espesor en los 27° de latitud sur con
orientación norte. Se estima que la actividad volcánica principia hace unos 25 millones de años.
Cientos de estratovolcanes conforman las áreas más altas y sobresalientes de esta región. Un área de
200.000 km² ignimbritas cubren el zócalo de esta cordillera ubicado a 4.000 metros de profundidad.
El Ojos del Salado (6.880 msnm) y el Llullaillaco (6.723 msnm) son los volcanes más elevados del
planeta. Las cumbres sudperuanas también alcanzan grandes alturas, p.ej., Ampato (6.319 msnm) y
Coropuna (6.426 msnm).
Puna (Argentina) o Altiplano (Bolivia)
Entre la Cordillera Occidental y la Oriental se encuentra una cuenca de 2.000 km de largo que se
extiende desde el noroeste de Argentina atravesando Bolivia hasta el sur de Perú. La porción de
corteza perteneciente al bloque Puna-Altiplano perdura en forma de graben durante el Cenozoico,
era en la cual se elevan los Andes. El descenso de esta corteza ocurre con relativa rapidez. La cuenca
se rellena entonces con espesos sedimentos del Cretácico superior calculados en unos 14.000 metros.
Estos depósitos han permitido comprender el proceso de sumersión antes mencionado. La orogenia
que llevó a todo el bloque a alcanzar alturas oscilantes entre los 3.000 y 4.000 msnm en la actualidad
principia en el Pleistoceno y no ha concluido aún. Los salares y lagos de sal son los elementos más
resaltantes en el paisaje de esta región. El Uyuni es el salar más grande de Sudamérica y el Titicaca
es el lago navegable más alto del mundo. El volcanismo ocurrido en el Mioceno modifica el paisaje
del Altiplano del cual surgen altos estratovolcanes como el Sajama (6.520 msnm) y el Queva (6.130
msnm).
La Cordillera Oriental en el noroeste argentino
La Cordillera Oriental comienza en el Tucumán argentino y forma la Cordillera Oriental y Cordillera
Real en Bolivia y la Cordillera Oriental en Perú. Ésta termina aproximadamente a la altura de Lima.
Los componentes más importantes de esta cordillera son los sedimentos paleozoicos cuyo espesor
oscila entre 10.000 y 15.000 metros. Dichos sedimentos pertenecen a una cuenca intramontana
localizada entre el Escudo brasileño y la montaña precámbrica en la costa del Pacífico. Se trata de
sedimentos marinos compuestos principalmente de pelitas y psamitas.
La edad de las rocas difiere aunque todas se hayan formado en el Paleozoico. Únicamente en
Argentina y en el sur de Bolivia es posible encontrar elementos del Cámbrico. Los sedimentos con
mayor espesor son los que se forman durante el Ordovícico y en el Devónico, sobre todo en
Argentina y en Perú. Dos procesos orogénicos ocurridos en el Paleozoico inciden en los sedimentos
y éstos, en consecuencia, sufren un leve metamorfismo y se pliegan. Materiales del Paleozoico
superior (por ejemplo del Carbónico y Pérmico) yacen en la mayoría de las facies continentales y
están colocados de manera discordante sobre el Paleozoico más antiguo. El zócalo proterozóico
aflora en la actualidad únicamente en algunas zonas de Argentina y Perú en forma de pilitas y mica-
esquistos.
Un segundo elemento de la configuración interna son las rocas ígneas de diferentes edades. Las
intrusivas y extrusivas del Paleozoicos son especialmente importantes en Perú, región en donde se
producen rocas magmáticas (granitos e ignimbritas) de 1.000 km de largo durante el paleozoico
superior. En el manto paleozoico de la Cordillera Real de Bolivia intrusionan rocas plutónicas desde
el Mesozoico hasta el Terciario. Procesos erosivos las dejan a la intemperie y hoy en día constituyen
las enormes cumbres de los nevados Illampu (6.550 msnm) e Illimani (6.439 msnm).
Sobre el zócalo paleozoico de la parte argentina se han formado en algunas áreas estructuras
constituidas por sedimentos rojos continentales del Cretácico superior y del Triásico cuyo espesor se
estima en unos 5.000 metros.
La Cordillera Blaca de Perú es considerada como uno de los paraísos para la práctica del
montañismo extremo en Latinoamérica. Esta cordillera está formada por esquistos y psamitas del
Carbónico superior y del Cretácico. Dicha serie ha sido quebrada por la roca ígnea del Macizo
Huascarán (6.778 msnm). La cordillera andina de Perú es una región montañosa enorme y compacta
desde el punto de vista morfológico. Una depresión divide la cordillera claramente en Ecuador.
Siguiendo hacia el norte, la cordillera se vuelve a dividir en Colombia formando tres regiones
montañosas independientes.
Norte de Perú
En el centro y en el norte de Perú se hace una diferencia a grosso modo entre la Cordillera Oriental y
la Occidental. La Cordillera Occidental está subdividida en varias series jurásicas y cretácicas
compuestas por rocas volcánicas, volcanoclásticas y sedimentos. Desde el Cretácico medio
intrusionan en esa compleja formación rocosa batolitas de ambientes costeros. Estas plutónicas
caracterizan las áreas montañosas. En comparación con las secciones nortes y sur de los Andes, la
Cordillera Occidental sufre un intenso plegamiento entre el Mesozoico y Terciario. En suma, este
cordón montañoso tiene una configuración complicada.
Otra peculiaridad de la Cordillera Oriental: en ella afloran hasta la actualidad esquistos precámbricos
y paleozoico que han sufrido grandes transformaciones durante los procesos orogénicos del
Paleozoico y se han completado con intrusiones. La formación de sedimentos rojos continentales y
rocas volcánicas entre el Cretácico superior y el Plioceno han renovado la Cordillera Oriental.
La zona subandina en el oriente marca el fin de los Andes. Dicha región se compone de tres
elementos distintos, todos formados de rocas mesozoicas y cenozoicas.
Ecuador
Dos cordones montañosos atraviesan Ecuador: la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental.
A estas cordilleras las separa una fosa tectónica tipo graben en donde se encuentra la ciudad de
Quito. Entre la costa del Pacífico y la Cordillera Occidental se halla una extensa llanura litoral y el
golfo de Guayaquil. El amplio litoral está formado por gruesos paquetes de sedimentos ricos en
petróleo depositados entre el Cretácico y el Terciario. La Cordillera Chogón y Colonche es una
singularidad tectónica. En comparación con la Cordillera de los Andes que tiene un rumbo de norte a
sur, la Chogón y Colonche se extiende en dirección WNW-ESE y su mayor elevación no sobrepasa
los 700 msnm.
La Cordillera Occidental está constituida por rocas volcánicas basálticas del Cretácico y de pelitas
cuyo espesor alcanza unos 1.000 metros. Dicha serie rocosa ha sido plegada reiteradamente en el
Cretácico superior y en el Terciario. Hacia el oriente se encuentran sedimentos tipo flysch del
Cretácico superior cubiertos por materiales del Terciario. Fuertes movimientos tectónicos han
afectado y plegado ambas series.
Durante la orogenia del Terciario se forma también la cuenca tipo graben de Quito. La superficie
actual se encuentra a una altura que oscila entre 2.500 y 3.000 msnm. La fosa tectónica contiene
espesas capas de material piroclástico. Entre éstas se hallan también sedimentos de material glacial.
En el Terciario principia un volcanismo de gran intensidad. En el área de la cuenca se forman
enormes volcanes como el Chimborazo (6.310 msnm) o el Cotopaxi (5.897 msnm) cerca de Quito.
La Cordillera Oriental, una cadena que atraviesa todo Ecuador con sus 650 km de largo, está
conformada casi exclusivamente de rocas metamórficas muy antiguas. El complejo rocoso contiene
gneise con alto grado de metamorfismo, migmatitas del Precámbrico, paragneises, esquistos verdes
y de pelitas de metamorfismo leve. Las rocas más jóvenes provienen del Paleozoico. En el Jurásico
superior y en el Terciario comienzan las intrusiones individuales de granitos en el borde oriental.
La zona subandina se desarrolla en una amplia depresión entre el Escudo brasileño y los Andes.
Entre el Devónico superior y el Cuaternario se deposita en esa zona series de sedimentos petrolíferos
cuyo espesor sobrepasa los 10.000 metros. Estas series han sido levantadas constantemente por
procesos epirogénicos.
La parte superior está conformada por secuencias tipo flysch que se remontan al
Terciario inferior en la zona del piedemonte. Procesos tectónicos han deformado
considerablemente estas series y las han desplazado a los sedimentos continentales
de los Llanos.
HIERRO.
YACIMIENTOS MINERALES
En comparación con los yacimientos de los Escudos antiguos, los del área
andina son muy jóvenes en lo que respecta a su formación y están asociados
por lo general con los cuerpos de rocas magmáticas del Mesozoico y del
Cenozoico. Muchas de las minas están a gran altura. En lo que concierne a la
investigación científica, ésta marcha precariamente detrás de la extracción y la
explotación minera en la región andina. Apenas en los últimos años han
comenzado a elaborarse sistemáticamente mapas geológicos sobre las áreas
mineras. Anteriormente se abrían de manera más o menos incontrolada
socavones en las montañas, lo que a la postre le costó la vida a miles de miles
de obreros: "El Cerro Rico está tan agujereado como un queso suizo", comenta
un minero de una explotación de cobre.
COBRE
Más del 30 % de las reservas de cobre del mundo se halla en los Andes
concentradas en un tipo de yacimiento conocido como cinturón de cobre
circumpacífico. Las soluciones de cobre y molibdeno se han introducido en varias
zonas agrietadas de las rocas y formado una red de grietas más finas. De ahí que se
hable de "minerales de impregnación". El cobre yace en grandes cantidades, pero
sólo en pequeña concentración dentro de la roca. Los yacimientos se localizan
cerca de la superficie y se explotan principalmente en las regiones desérticas de
Chile y Perú a cielo abierto.
ESTAÑO
YACIMIENTOS POLIMETÁLICOS
Los yacimientos polimetálicos no están dispuestos tan uniformemente como los de
cobre y zinc. El norte de Argentina es conocido por los depósitos de polimetales,
unos yacimientos que se extienden desde esa región hasta el norte de los Andes. De
ellos se extraen principalmente mezclas de plomo, zinc, cobre y plata. La mayoría
de los lugares de hallazgo son de edad terciaria. Se trata de áreas que han
experimentado un intenso volcanismo extrusivo e intrusivo, proceso que condujo
finalmente hacia una mineralización.
En el noreste de Lima se halla el Cerro de Pasco, una montaña donde se encuentra
la mina de plomo, estaño, cobre y plata más grande de los Andes y una de las
concentraciones de polimetales más grandes de la Tierra. Se estima que los
minerales se formaron hace unos 14 a 15 millones de años.
ORO
Es poco lo que ha quedado de la fiebre del oro de los tiempos de la colonia. Aunque en los países
andinos aún se busca oro, sólo dos áreas son económicamente significativas. En colombia estas son
la Cordillera Central y Occidental y la zona costera del Pacífico. La otra área la conforma el norte de
Bolivia y el sur de Perú. Un 30 % del oro proviene de yacimientos primarios y un 70 % de
yacimientos fluviales o placeres auríferos.
Los yacimientos auríferos primarios están asociados a filones de cuarzo en batolitas. En Colombia
estas son las batolitas de Antioquía e Ibagué. El oro de la Cordillera Central se extrae en el norte, en
el río Caura y en sus afluentes. Los placeres auríferos más importantes en el occidente son los
localizados en la cuenca del Atrato y en el río San Juan.
Los yacimientos de oro de Bolivia y Perú de mayor extracción son los que están
ubicados al noreste de La Paz. También se encuentran parcialmente placeres
auríferos en los tributarios del río Beni cerca de Teoponte y Tipuani.
SALITRE Y GUANO
PETRÓLEO Y CARBÓN
Las cuencas petrolíferas preandinas han sido vagamente investigadas por eso es difícil estimar sus
reservas. En las cuencas de los ríos tributarios del Amazonas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia
se estiman unas reservas aproximadas de petróleo de 2 millardos de toneladas.
La cuenca del río Magdalena ubicada entre la cordillera central y oriental es conocida por su
importancia petrolífera. Otros yacimientos importantes de Colombia están en el noreste del país, en
la frontera con Venezuela y en la provincia de Putumayo en el sur. Otras de las áreas de Colombia
que probablemente tengan reservas petrolíferas son la cuenca de Atrato y la península de la Guajira.
Desde 1970 se investigan las grandes reservas de hidrocarburos en el espacio precordillerano de la
región subandina mientras que en Ecuador y Perú los estudios se han concentrado primeramente a
pequeñas áreas de potencial petrolífero. Los campos de explotación de estos yacimientos se
localizan a lo largo y sobre todo al norte del río Napo. Las cuencas peruanas del río Marañón y del
Ucayali cuentan con grandes reservas de petróleo. Y la mayor producción petrolera de Bolivia está
localizada al sur de Santa Cruz y Bermejo, una región que es también rica en gas natural.
En Argentina existen varias zonas con amplias reservas de petróleo y gas natural. Las reservas
ubicadas cerca de Commodoro Rivadavia han sido explotadas desde hace tiempo y constituyen entre
el 18 y 19 % de la producción petrolera de Argentina. Las amplias cuencas de la provincia Mendoza
y Neuquén producen el 45 % de petróleo y el 35 % de gas natural del país.
Todos los países andinos están en capacidad de satisfacer la demanda interna de hidrocarburos con
su explotación nacional salvo Chile que sólo cubre entre el 30 y 40 %. Países como Ecuador y
Venezuela pueden exportar incluso excedentes.
Las reservas más grandes de carbón yacen en los sedimentos jóvenes de Colombia. Además de los
pequeños yacimientos del Cretácico superior y del Terciario en la cordillera central y oriental se
explotan 40 vetas (filones) cuyo espesor oscila entre 3 y 10 metros a cielo abierto desde 1984 en la
península de La Guajira. El carbón es unos de los productos de exportación más importantes de
Colombia y se estiman grandes reservas de este combustible fósil.
En Argentina, Perú y Chile hubo o hay todavía sólo pequeñas minas de carbón.