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Este documento resume la interpretación de William Hendriksen sobre el libro de Apocalipsis. Hendriksen divide el libro en siete secciones que progresivamente enfocan más en el juicio final. Explica que aunque todas las secciones son paralelas y aplicables a toda la historia, las secciones finales describen especialmente los eventos relacionados con el juicio final y lo que vendrá después. La interpretación de Hendriksen busca correlacionar los principios y eventos del libro con situaciones actuales y a lo largo de la historia.
Este documento resume la interpretación de William Hendriksen sobre el libro de Apocalipsis. Hendriksen divide el libro en siete secciones que progresivamente enfocan más en el juicio final. Explica que aunque todas las secciones son paralelas y aplicables a toda la historia, las secciones finales describen especialmente los eventos relacionados con el juicio final y lo que vendrá después. La interpretación de Hendriksen busca correlacionar los principios y eventos del libro con situaciones actuales y a lo largo de la historia.
Este documento resume la interpretación de William Hendriksen sobre el libro de Apocalipsis. Hendriksen divide el libro en siete secciones que progresivamente enfocan más en el juicio final. Explica que aunque todas las secciones son paralelas y aplicables a toda la historia, las secciones finales describen especialmente los eventos relacionados con el juicio final y lo que vendrá después. La interpretación de Hendriksen busca correlacionar los principios y eventos del libro con situaciones actuales y a lo largo de la historia.
El libro del Apocalipsis revela una armoniosa unidad
interior. Nos instruye acerca de los principios de la conducta humana y del gobierno moral divino. Estos principios se dejan ver siempre y por todas partes. En consecuencia, este libro es tan relevante hoy día como lo era en el año 1000, y lo continuará siendo en el futuro. Es aplicable a las condiciones en las iglesias de Europa, de América, de Asia y de todos los continentes.
Dondequiera que haya una iglesia, ésta es un candelero,
una portadora de luz, de modo que vemos resplandecer en medio de las tinieblas la luz de Cristo (capítulos 1-3). Dondequiera que esta luz resplandezca, el mundo aborrece a la iglesia, las tinieblas se rehusan a ser conquistadas por la luz, y como consecuencia ocurren toda clase de persecuciones y aflicciones (capítulos 4-7). Sin embargo, estas aflicciones son dirigidas para el provecho de la iglesia. El trono está siempre en el cielo, no en la tierra. Los creyentes son siempre victoriosos. Salen de la tribulación, la gran tribulación. Dondequiera y siempre que la iglesia sea perseguida, el Señor oye y contesta las oraciones de sus hijos perseguidos. Al ver la sangre de los santos mártires, las trompetas de juicio advierten a los malvados (capítulos 8-11).
Este conflicto exterior entre la iglesia y el mundo indica
siempre un conflicto más profundo entre Cristo y el dragón (capítulos 12-14). Para los impenitentes, las copas de ira siguen siempre a las trompetas de juicio (capítulos 15, 16). Sucede así hoy, sucedió así ayer, y sucederá así mañana, sea que usted viva en África, Europa, América o en cualquiera otra parte del mundo. Satanás y todos sus ayudantes parecen salir siempre victoriosos, pero en realidad son siempre vencidos (capítulos 17-19; también 20-22).
Interpretado de esta forma, y estamos convencidos de que
ésta es la única explicación defendible, es fácil entender el libro del Apocalipsis. Es un libro sencillo y, sin embargo, muy profundo. ¡Nos ofrece la verdadera filosofía de la historia! Nos muestra los principios de la conducta humana y satánica y del gobierno moral divino como se están revelando constantemente. ¡Nos indica cómo debemos interpretar las noticias que leemos en los periódicos y los acontecimientos que estudiamos en los libros de historia!
Hemos visto a lo largo de la historia del mundo que las
copas de la ira final siguen siempre a las trompetas de juicio cuando las advertencias de las trompetas son desatendidas. El orden nunca se invierte. Las trompetas advierten. Las copas son derramadas. Así mismo, en el día del juicio final estas copas de la ira serán completamente vaciadas sobre los pecadores impenitentes y endurecidos. Asimismo, todas las veces que fracasa un reino del mundo, sea el reino babilónico, asirio, o romano, «Babilonia» cae. La caída grande y final de Babilonia sucederá en conexión con la segunda venida de nuestro Señor para juzgar al mundo.
Entendiéndolo de esta forma, notamos que las secciones
finales del Apocalipsis, aunque sincrónicas con las otras secciones y aplicables a la marcha entera de la historia, describen especialmente lo que sucederá en conexión con el juicio final.
Por tanto, aunque todas las secciones del Apocalipsis son
paralelas y atraviesan el período que se encuentra entre la primera y la segunda venida de Cristo, y están arraigadas en el terreno de la dispensación antigua, sin embargo, hay también un cierto grado de progreso. Cuanto más nos acercamos al fin del libro, tanto más se dirige nuestra atención al juicio final y a lo que está más allá. Las siete secciones están arregladas, por decirlo así, en un orden ascendente que nos lleva al gran clímax. El libro revela un progreso gradual en el énfasis escatológico.
Un examen cuidadoso del Apocalipsis aclarará esto. En la
primera serie, Cristo en medio de los siete candeleros de oro, no tenemos más que un mero anuncio de la venida de Cristo para el juicio (1:7). No hay ninguna descripción del juicio. En la segunda sección (capítulos 4-7) el juicio final no es meramente anunciado, sino definitivamente presentado; tenemos solamente un vistazo del horror que sienten los inicuos al mirar al Juez que se les acerca (6:12-17). Todavía no hay ninguna descripción del juicio. Unos cuantos versículos se dedican a una descripción de la iglesia triunfante después del juicio final (7:9- 17). La siguiente visión (capítulos 8-11) asimismo introduce el juicio final y el gozo de los redimidos (11:15-19).
En estas tres secciones que forman la primera división
principal del libro (capítulos 1-11), no vemos nada más que un mero anuncio o introducción al juicio final. Pero tan pronto como entramos en la segunda división principal del libro, hay un cambio. En la primera sección de esta división principal, tenemos una verdadera descripción del juicio final (14:14-20), la cual es, no obstante, una representación simbólica. Bajo el simbolismo de una siega doble, el juicio final nos es revelado. En la siguiente visión (capítulos 15, 16) tenemos una descripción del derramamiento de la ira final de Dios, de modo que esta sección, aunque sincrónica en relación con las otras, es en un sentido especial descriptiva del juicio final. En la siguiente división menor, la caída de Babilonia (capítulos 17-19), este énfasis sobre la segunda venida de Cristo para el juicio y lo que ésta significa respecto al mundo y a la iglesia militante y triunfante es aun mayor y más pronunciado (véase especialmente 19:11-12). La sección final, o sea la séptima (capítulos 20-22), no solamente describe el juicio final, sino que en esta descripción omite mucho del simbolismo de las visiones anteriores, de modo que en estos capítulos no hay nada vago e indefinido y no hay casi nada vestido del simbolismo de las primeras visiones (20:12-15). El gozo de los redimidos que se encuentran en el cielo nuevo yen la tierra nueva es descrito de una manera mucho más minuciosa que, por ejemplo, en 7:9-17. El libro ha llegado a su clímax glorioso.
Extracto de: HENDRIKSEN, William, Más que vencedores,
Grand Rapids, Libros Desafío, 2005, pp. 33-35. TEXTO BÍBLICO APOCALIPSIS 1.4-8
4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y
paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. 7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. PREGUNTAS OB SERVACIÓN
1. ¿Qué fue lo que más te llamó atención en la forma
como Hendriksen correlaciona los eventos actuales a la interpretación de Apocalipsis en los tres primeros párrafos? 2. ¿En cuántas divisiones Hendriksen divide el libro de Apocalipsis? 3. ¿Cómo el juicio final está relacionado a las secciones del libro? (7º y 8º párrafo) 4. William Hendrikses dice: "aunque todas las secciones del Apocalipsis son paralelas y atraviesan el período que se encuentra entre la primera y la segunda venida de Cristo (…) sin embargo, hay también un cierto grado de progreso.” ¿Cómo él describe ese progreso en las diversas divisiones del libro? (10º y 11º párrafo)
INTERPRETACIÓN
1. ¿Interpretar el texto como hizo Hendriksen en los
tres primeros párrafos es adecuado o es “forzar el texto”? 2. Hendriksen dice que hemos visto que “las copas de la ira final siguen siempre a las trompetas de juicio”. ¿qué quiere decir con eso? 3. ¿De qué manera el libro de Apocalipsis habla sobre el juicio final a lo largo de las diversas secciones de libro y por qué eso es importante?
APLICACIÓN
1. Hendriksen dice que entender Apocalipsis (de la
manera como él lo explica) es fácil y que es un libro sencillo. ¿Estás de acuerdo con esa afirmación? ¿Por qué? 2. ¿De qué manera vemos el contenido de Apocalipsis relacionándose con los eventos de nuestros días? 3. Algunos han afirmado que la pandemia del Covid-19 es uno de los juicios de Dios. ¿Qué piensas tú sobre el tema? ¿Eso se encaja en la explicación del autor?
Analizando la Enseñanza del Trabajo en Números: La Experiencia de Israel en el Desierto para Nuestros Desafíos Actuales: La Enseñanza del Trabajo en la Biblia, #4