Clasificación de los verbos

1) Por su conjugación o flexión: regulares, irregulares, defectivos e impersonales o

unipersonales.
2)
Regulares:
Son aquellas que al conjugarse su raíz permanece invariable: amar, comer, trabajar, vivir,
cantar.

Irregulares:
Son los verbos que al conjugarlos presentar variación en su raíz o en su terminación: tener,
decir, poder, dormir, comenzar.

Defectivos:
Son los que solo se conjugan en algunos modos, tiempo y personas; es decir, tienen una
conjugación incompleta: abolir, ocurrir, acontecer, balbucir.
Impersonales o unipersonales:
Se conjugan solo en la tercera persona del singular y aluden a fenómenos atmosféricos.
Reciben el nombre de impersonales porque no llevan sujeto explicito, y unipersonales
porque tienen solo una persona: anochecer, atardecer, llover, nevar.

3) Por su significado: transitivos, intransitivos, copulativos, reflexivos, recíprocos y

auxiliares.

Transitivos:
Son los verbos cuyo significado exige la presencia de un agente que realizar la acción y un
paciente que la recibe.
Verbos como comer o beber son transitivos porque si significado implica la participación de
un sujeto agente (el que come o bebe) y un objeto paciente (lo comido o bebido).
Ejemplo de los verbos transitivos: abrir, amar, besar, escribir, leer, odiar.

Intransitivos:
Exigen la presencia de un solo participante, que es el que realiza la acción y será el sujeto de
la oración.
Son verbos intransitivos: morir, nadar, saltar, respirar, bailar.

Copulativos:
Son los verbos que no tienen un significado léxico, su única función es ser portadores de la
flexión verbal y la de unir el sujeto con el predicado. Los principales verbos copulativos son
ser y estar.
 Reflexivos:
Expresan una acción realizada por el sujeto, la cual recae sobre el mismo. Exigen la
presencia de los pronombres reflexivos, me, te, se, nos, os. Ejemplo de verbos reflexivos
son: levantarse, acostarse, peinarse, llamarse...

Recíprocos:
Se utilizan cuando la acción es realizada por dos o más personas y cada una de ellas recibe
el efecto de esa acción: los amigos se abrazaron, nos dijimos de todo, se besaron
apasionadamente.

Auxiliares:
Carecen de contenido léxico y acompañan a un verbo principal. El verbo haber sirve para
formar los tiempos compuestos y el auxiliar ser para formar la voz pasiva.

4) Por su estructura: primitivos, derivados, simples, compuestos y prepositivos.

Primitivos:
Son los verbos que no derivan de otra palabra: lavar, cantar, correr, mirar...

Derivados:
Teniendo en cuenta las pautas morfológicas de la formación de palabras, verbos pueden ser
derivados por sufijación o paréntesis. La derivación por sufijación se realiza con los afijos
-ar-, -ear-, -izar-, e –ificar: limpiar, pisotear, identificar. El paréntesis consiste en la aplicación
simultánea de un prefijo y un sufijo: a-boton-ar, -re-cicl-ar.

Simples:
Son los verbos formados por una sola palabra: comer, escribir, volar...

Compuestos:
Son los que están formados por dos palabras: maldecir, menospreciar, contraponer...

Prepositivos:
Son los verbos que exigen la presencia de una preposición para construir una oración:
carecer de, cumplir con, obligar a, depender de, aspirar a…