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Cierra tus ojos y escucha el silencio de mis palabras

Hoy sentí la necesidad de escribir y tú eres la tinta para ellas.


Para ti maría luisa, para tu mente, tu cuerpo, y tu alma, agradezco tus momentos, tus besos, tus
miradas que fueron tan mías, aunque a veces estabas tan distante en el horizonte etéreo y perdido.
Agradezco tu risa, tus pensamientos y ese crepúsculo que caía en tus ojos al momento de dormir y
que vigilaba para cuidar,
Agradezco a Dios por haberte conocido por que de una u otra forma me acercaste a él, agradezco tu
confianza, tu tiempo, nuestros planes porque ellos desempolvaron el lánguido gris que tenia de
relaciones anteriores.
Escucho tu voz en otras voces, me hablan a pesar de lo que paso, te siento aquí.
Te doy las gracias porque me hiciste feliz. Tu si me conociste de verdad, a ti te abrí mi corazón
Hay situaciones que no pude, ni supe tratar, no le di el manejo correcto a las circunstancias y ahora
que pasaron los días me doy cuenta que todo pudo ser diferente, pues de verdad llegue a quererte.
Sentí ilusión en ti, me cantabas en el viento cuando respirabas cerca en el amanecer de los días
indescifrables, te doy las gracias porque estoy escribiendo en tinta y papel después de mucho
tiempo y en estos momentos le estoy escribiendo a la mujer que ame, palabras mayores para una
historia inconclusa, huérfana, tu si me conoces a mí.
Eras mi propósito, mi anhelo. eras mis días para envejecer, pero los miedos, tus demonios y los
míos no dejaron, serán mis últimos versos que te escribo, pues mis versos caen en el alma y la
noche en el roció.
Entiendo que tus hijos son tu prioridad, pues vienen de tu vientre, cuídalos y ponlos en las manos
del señor, tienes en Íngrid una verdadera profesional a futuro y en maría una niña súper especial.
Yo seguiré mi camino en la lucha diaria, como un día te dije no soy de ningún lado, ni de aquí ni de
allá, no es el momento de reclamos, a pesar de toda la nostalgia existe, pero no entiende, guardare
siempre lo mejor de ti, aquellos detalles de mi luisa consentida, la que de verdad consentí con mi
alma buena, sé que te llevare dentro de mí, sin preguntas ni respuestas.
Te dejo con tus amaneceres y tus puestas de sol
Te dejo con lo especial que eres, con los recuerdos plasmados en mis dedos que recorrieron tu
rostro, tu cabello, tu cuerpo, tu alma, son mis manos de ahora no las de antes.
Te agradezco que me olvides pues no quiero ser el recuerdo gris que nunca quise ser en ti. No
quiero caer en la sinopsis del dolor y la apoplejía de la repetición a ti te Ame, te adore, fuiste mi
propósito ante Dios ante los ojos del creador quería casarme y tener una relación estable contigo, la
culpa es de uno cuando no enamora, no de los pretextos ni del tiempo.
Sea feliz María luisa,
Miro como vas adentrándote en la niebla del olvido y empiezo a recordarte …no sé cuándo leerás
esta carta, pero hace días la escribí para ti, nunca olvides que Dios es el camino por siempre
Alexander Granados. Ñanguito

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