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COLEGIO PATRICIO LYNCH

DECRETO COOPERADOR Nº 1225/2000

Fundación “Almirante Carlos Condell” Guía Trabajo


Docente: Cristian Arenas Orellana
Nombre: Curso: 7° básico
Objetivos de Aprendizaje (OA):
OA 10 - Identifican la presencia y la acción del Espíritu Santo en algunos hechos y personajes de la historia de la Iglesia.
Indicadores de evaluación:
 Descubren la importancia del ES en la historia de la Iglesia.

Clases: 26/05

Introducción: En la guía anterior trabajamos sobre el contexto geográfico en donde se desarrolló la historia
de estas primeras comunidades cristianas en Israel. En esta guía trabajaremos sobre el contexto religioso en
el cual se desenvolvían los seguidores de Jesús, para esto debes realizar la siguiente actividad:
Lee el siguiente texto y realiza un esquema sobre los grupos y personajes que conviven en Israel durante el
periodo de la primera comunidad cristiana.
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Los Sumos Sacerdotes: El año 30 d.C. el sumo sacerdote en funciones es Caifás y el jefe de su familia es su suegro Anás,
ex sumo sacerdote. Estos hombres son hechura de los romanos, es decir, de un modo u otro, conviven con el poder romano.
El Sumo Sacerdote era en Israel el máximo jefe religioso de la nación. La institución del sumo sacerdocio era muy
antigua, comenzando, según el Pentateuco, con Aarón, hermano mayor de Moisés. En tiempos del segundo Templo de
Jerusalén (c. 500 a.C.), el sumo sacerdote llegó a ser considerado como cabeza visible de la teocracia y representante
oficial de la nación respecto a sus gobernantes persas. El sacerdocio se mantuvo fiel a la familia de Aarón hasta la
dominación de Irreal por los griegos y, después, por los romanos, cuando los gobernantes extranjeros comenzaron a
otorgar el cargo a hombres de su confianza.
Sus funciones consistían en esencia en la administración del Templo y de la religión judía. Sólo él podía entrar una
vez al año (durante la fiesta del Yom Kipur) al recinto más sagrado del Templo, el Sancta Sanctorum, lugar donde se
guardaba el Arca de la Alianza. Utilizaba vestiduras de gran esplendor, excepto cuando entraba al Sancta Sanctorum,
pues entonces llevaba una sencilla vestidura blanca. Proclamaba las revelaciones divinas, teniendo el privilegio exclusivo de
consultar a Dios. Aunque el sumo sacerdote no contase con la potestad judicial, se podía apelar a él sobre cualquier asunto,
y las decisiones importantes sobre política necesitaban su consentimiento.

LOS SADUCEOS: son un partido a la vez político y religioso, fiel al ideal sacerdotal centrado en el Templo. Provenían de los
círculos más abiertos a la cultura helenista. Cuando se agrupan, la fe en la resurrección no había llegado a ser creencia
general en los judíos; de ahí que rechazaran la resurrección. En tiempos de Jesús se habían convertido en un partido
político-religioso de talante aristocrático.
Los saduceos surgieron en el siglo I a.C. Reconocían como reglas obligatorias sólo las de la Torá escrita, rechazando las
interpretaciones tradicionales de los escribas y el desarrollo de la Ley. Rechazaban la tradición farisaica, que
representaba un punto de vista religioso y legal más antiguo. Los saduceos no creían en la resurrección ni en ningún tipo de
inmortalidad personal; rechazaban también a los ángeles y a los espíritus. El movimiento saduceo fue denunciado por
Jesucristo en la frase "estén atentos a la influencia [es decir, la doctrina] de los fariseos y los saduceos" (Mt. 16, 6-12).
Los saduceos desaparecieron con la caída del estado judío, arrasado por los romanos en el año 70 d.C.

LOS FARISEOS: eran más rígidos y cerrados que los anteriores. Se reconocían a sí mismos como una agrupación de hasidim
(piadosos). En tiempos de Jesús estaban dominados por el grupo de los escribas.

Denominados unas veces secta y otras veces, escuela de pensamiento judío, surgen como grupo o partido independiente en
el siglo II a.C. Basaron su identidad en mantener una fuerte resistencia a todas las influencias griegas o extranjeras que
amenazaban con minar la sagrada religión de sus padres, cumpliendo al pie de la letra lo estipulado por la Ley. Los saduceos
se enfrentaban a los fariseos en asuntos políticos y, en cierta medida, en cuestiones religiosas. Los fariseos deseaban que
el Estado y la totalidad de los asuntos públicos y políticos de Israel estuvieran regidos y se midieran de acuerdo a la Ley,
enfrentándose así con los aristócratas y saduceos, muy abundantes entre la clase sacerdotal.

Su doctrina se basaba en el judaísmo ético, espiritual, y en ocasiones, místico, que permitió a la religión judía sobrevivir a
la destrucción del Templo y del Estado judío por parte del Imperio romano en el año 70 de nuestra era. Posteriormente, el
farisaísmo se convirtió en la forma dominante del judaísmo ortodoxo.

En su condena a los fariseos registrada en el Nuevo Testamento (Mateo 23), Jesús se está refiriendo en realidad a los
fariseos hipócritas, condenados también por el Talmud.
LOS ESCRIBAS: eran “laicos” que actuaban no sólo como copistas, sino como redactores e intérpretes de la Biblia y de la
Ley. Entre los judíos, un escriba (del hebreo, sopher) era un copista de la Ley o un secretario que de un modo paulatino se
convertía en copista oficial, lo que equivalía, en cierta forma, a un secretario oficial. El escriba era un hombre culto
preocupado por la letra de la Ley y versado en las Escrituras. Los escribas de los fariseos y de los saduceos
representaban diferentes, y a menudo opuestas, interpretaciones de las leyes del judaísmo. En el siglo I d.C. los escribas
fueron los preservadores del judaísmo tras la destrucción del templo en el año 70.

LOS ESENIOS: eran también una rama de los hasidim. Entre ellos había círculos similares a una orden religiosa (con
celibato, oración común, comunidad de bienes, etc.). Este grupo religioso judío, estaba organizado en torno a bases
comunitarias profundas y a prácticas de un estricto ascetismo. La hermandad, que llegó a contar con aproximadamente
4.000 miembros, vivió en Siria y en Palestina desde el siglo II a.C. hasta el siglo II d.C. Sus principales asentamientos se
encontraban a orillas del Mar Muerto.

Los esenios no son mencionados ni en la Biblia ni en la literatura rabínica. Toda la información que se tiene de ellos
proviene de los escritos y obras de Filón de Alejandría 1, Plinio el Viejo y Flavio Josefo.

Las enseñanzas fundamentales de los esenios eran el amor a Dios, el amor a la virtud y el amor al prójimo. Sus rasgos
distintivos más importantes eran la comunidad de bienes y propiedades (distribuidas de acuerdo con las necesidades de
cada uno), la estricta observancia del shabat y un aseo escrupuloso (dentro del que se incluía el lavarse con agua fría y
usar prendas de vestir blancas). Tenían prohibido jurar, emitir votos (salvo los exigidos para ser miembros de la orden),
sacrificar animales, fabricar armas y participar en el comercio o hacer negocios.

Sus miembros eran reclutados a través de la adopción de niños o bien entre aquellos que habían renunciado a todos sus
bienes materiales. Se exigía una prueba temporal de tres años antes de que el novicio pudiera emitir sus votos definitivos,
que exigían una total obediencia y discreción. La prohibición de ingerir alimentos impuros constituía una ley que podía
llegar a significar la muerte por inanición.

Los esenios fueron los primeros en condenar la esclavitud, considerándola una violación de los derechos consustanciales a
los hombres; se sabe que, incluso, compraban y luego liberaban a personas que habían sido hechas esclavas. Su trabajo
fundamental se centraba en la agricultura y en la artesanía.

Los Zelotes: formaban otra facción religioso-política judía, conocida por su resistencia fanática al dominio romano en
Judea durante el siglo I. Los zelotes surgieron como grupo político durante el reinado (37-4 a.C.) de Herodes el Grande.

En el año 6 d.C., cuando Judea pasó bajo dominio directo de Roma y las autoridades ordenaron elaborar un censo para
aplicar impuestos, los zelotes, dirigidos por Judas de Galilea, convocaron a la rebelión. Aducían que reconocer la autoridad
del emperador pagano de Roma significaría repudiar la autoridad de Dios y someterse a la esclavitud. Un grupo extremista
de zelotes, denominados sicarios (los hombres daga) adoptaron una resistencia violenta, asesinando romanos y judíos
notables que promovían la cooperación con la autoridad de Roma. La rebelión llevada a cabo por los zelotes ese año fue
sofocada enseguida y muchos de ellos murieron, pero otros continuaron preconizando la resistencia inflexible a los
romanos. Uno de los discípulos de Jesús, Simón, era un zelote (Lc. 6,15).

Según Flavio Josefo, los zelotes desempeñaron un papel importante al promover y apoyar la sublevación general judía
contra los romanos que comenzó el año 66 d.C. Aunque siguieron atacando a otras facciones judías, lucharon con valentía
en defensa de Jerusalén hasta su caída en el año 70 d.C. Otro grupo de zelotes defendió la fortaleza de Masada ante el
asedio de las tropas romanas hasta el año 73 d.C., cuando prefirieron el suicidio antes que rendirse.

Los seguidores de Jesús son conocidos como «cristianos» porque ellos creen y confiesan que Jesús es el
Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, por lo cual le llamaban «Jesús Cristo», que quiere decir
«Jesús, el Mesías» (en hebreo: «Yeshua Ha'Mashiaj»), o bien, en su uso recíproco: «Cristo Jesús» («El
Mesías Jesús ..

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