Sei sulla pagina 1di 25

Actitudes lingüísticas parentales

y desarrollo del lenguaje


infantil *
Fuensanta Hernández-Pina **
Universidad de Murcia

1. INTRODUCCION tienen en el desarrollo posterior del niño,


han ido en aumento. Bloom (1964), por
1 L papel desempeñado por las dis- ejemplo, después de examinar de fofflia
tintas etapas educativas en el exhaustiva una serie de trabajos en este
Jdesarrollo humanó ha sido inves- sentido, apuntaba que este desarrollo em-
tigado entre otros por Peaker (1971) pieza rápidamente en algunas áreas, aun-
quien halló que cada una de dichas etapas que pronto se modera, alcanzando su
determina la siguiente: así, el modelo en punto medio antes de los cinco años de
la enseñanza secundaria estaría én gran edad. La inteligencia general, por ejem-
parte determinado por el modelo de la plo, se desarrollaría en un s o por upo,
EGB, que a su vez lo estaría por el antes de los cinco años; otro 30 por too,
parvulario, que a su vez dependería del entre los cinco y los ocho años, y el resto,
modelo que recibe el niño durante los a partir de esta edad. La conclusión,
primeros años de su vida. A falta de aunque nos parece un tanto exagerada,
parvulario, este modelo dependería ente- puesto que ignora el papel de las expe-
ramente de los padres. riencias continuas del niño, su efecto
sobré la motivación y su capacidad para
Las investigaciones de Peaker vienen a aprender, no deja de tener su parte de
confirmar lo que muchos autores ya ha- verdad, pues son ya muchas las pruebas
bían vislumbrado al acentuar la importan- que suscriben la gran importancia de los
cia de los primeros años en el desarrollo primeros años del hombre. Sin embargo,
posterior infantil. Si durante los primeros este desarrollo hay que hacerlo extensivo
años ser da una gran riqueza de estímulos, a los años que siguen (niñez, pubertad,
el niño desarrollará - sus' potencialidades etc.), , ya que las posibilidades de cambio
de -forma muy distinta a si vive en un permanecen' constantemente abiertas.
ambiente empobrecido. Los padres, y
sobre todo la madre, van a ser los autores De todos los factores que contribuyen
principales en esa estimulación ambiental al desarrollo total del niño, el lenguaje es,
base del desarrollo total del individuo. sin duda, uno de los más importantes. La
lengua hablada parece jugar un papel
Durante los últimos veinte años, los. central en el aprendizaje' y desarrollo
estudios que se han venido realizando infantil. Gracias al lenguaje, el niño pue-
sobre el papel que los primeros años de transformar sus respuestas activas e

• Estc trabajo es parte de una investigación más amplia dirigida por cl doctor J. Escámez, de la Sección
de Pedagogía de la Universidad de Murcia, sobre la incidencia del medio sociocultural en el rendimiento
escolar en alumnos de la región de Murcia.
•• Dirección de /a autora: Queipo de Llano, 7. Murcia.
31
inquisitivas hacia el entorno de forma hablan a . 'sus hijos les ayudan en las
exhaustiva, y puede, además, manipular palabras que necesitan para expresar sus
su ambiente de forma más precisa y necesidades, sentimientos y experiencias.
económica. Es decir, el lenguaje le permi- Los -niños que pertenecen a ambientes
te establecer contactos con otros y conse- donde el lenguaje sufre de ciertas restric-
guir de éstos las respuestas que desea. ciones parecen estar en considerable des-
Y al revés; Dale (1980) señala que un ventaja cuando entran en la escuela por
ambiente lingüístico deficiente retarda el primera vez, frente a aquellos que han
desarrollo del lenguaje del niño; a su vez, tenido la oportunidad de tener un ambien-
este lenguaje deficiente es la causa de un te lingüístico adecuado. Los primeros,
pensamiento empobrecido; y así, lenguaje lógicamente, precisarán de unas oportu-
y pensamiento deficientes, siguiendo la nidades que compensen estos fallos si
'cadena, son causa primaria de posibles tienen que desarrollar habilidades verba-
fracasos escolares I. les y formar conceptos, ya que las relacio-
nes sociales ayudan a determinar el habla
Luna (196.1), gran .defensor. del papel de una persona, y el habla de una persona
fundamental del habla en el desarrollo del ayuda a determinar sus conocimientos
niño, entiende que el lenguaje, una vez educativos. El factor principal aquí es,
que se ha desarrollado a través de las por tanto, la socialización del niño, pri-
diversas etapas, se convierte en parte del mero en la casa, y luego en la escuela.
equipamiento interno del niño para poder Bernstein (1960) mantiene que las distin-
pensar, organizar y controlar sus propias tas formas de influencia familiar, depen-
experiencias. Vygotski (1962) señala a diendo de la clase social, llevan a signifi-
su vez, en defensa de esta preponderancia cados diferentes vinculados al potencial
del lenguaje que: lingüístico 4. El papel de la madre, sigue
«El desarrollo del pensyniento está
el autor, es esencial en la socialización del
determinado por el lenguaje, es decir, niño que determinará sus relaciones so-
por las herramientas lingüísticas del ciales, su lenguaje y su rendimiento es-
pensamiento y por las experiencias so- colar.
cioculturales del niño. El desarrollo de
la lógica en el niño es una función La misma habilidad motriz perceptual,
directa de su habla socializada. El de- necesaria para el desarrollo de la lectoes-
sarrollo intelectual del niño depende de critura, que los niños precisan cuando
su dominio de los recursos sociales del
pensamiento, es decir, del lenguaje 2•
comienzan la EGB, parece basarse en
gran medida en su caudal lingüístico 5.
Según Vygotski, el proceso del desarro- Morris (1966) en una investigación sobre
llo intelectual comienza con el diálogo los niveles y desarrollo de, la lectura
vocal y gestual entre el niño y sus padres. encontró que, los -malos
. lectores
. proVie-
Uno de los papeles más importantes que nen, en general, de hogares con un am-
el adulto juega al fomentar el desarrollo biente sociolingüístico bajo, donde se da
cognitivo del niño es demarcar las dimen- una ausencia casi total de libros en la
siones relevantes e importantes de la expe- casa, la familia es . numerosa, y con un
riencia (Luda y Yudovich, 1959) 3. Por estímulo piara la lectura casi . nulo.
medio del adulto, el niño aprende que
hay que prestar más atención; aprende a Intimamente ligado al desarrollo de la
ordenar, estructurar y daf significado 'a lectoescritura está el nivel del vocabulario
los estímulos ambientales; y aprende a con que los . niños llegan a la escuela. Se
procesar mejor la información que recibe. ha comprobado .que el vocabulario activo
Las primeras palabras de la madre cuando del niño crece entre los dos y los cinco
muestra objetos a su bebé y le enseña sus años a una 'gran velocidad, con una media
nombres tienen una influencia decisiva en de 2.000 palabras por año. Si la estimula-
la formación de los procesos mentales. La ción de la familia es mínima este nivel de
palabra aísla los rasgos.. esenciales de un desarrollo del léxico se verá afectado, y
óbjeto o acontecimiento e inhibe las pro- como consecuencia, las condiciones ópti-
piedades menos esenciales. mas para que el niño empiece 'á aprender
a leer. McCarthy (1954) apunta que el
El lenguaje, pues, parece ser esencial niño necesita poseer .alrededor de las
en el desarrollo cognitivo y central para 3.000 palabras para que pueda iniciar
36 el proceso educativo. Cuando los padres dicho aprendizaje.
El nivel alcanzado por el niño en la lenguaje infantil en el desarrollo del mis •
articulación de los sonidos de la lengua mo y edad en que se da más frecuente
materna es otro factor insoslayable en el mente esta conducta.
óptimo aprendizaje de la lectura. Para los
cuatro o cinco años, las emisiones fonéti- 6. Conocer la posible identificación,
cas deben haber alcanzado un nivel de por parte de los padres, de la primera
corrección del 90 por ioo. Es decir, el palabra en el lenguaje de sus hijos, varie-
niño ha de ser capaz de pronunciar la dad de los vocablos, así como edad de
mayor parte de los sonidos de su lengua. dicha identificación.
Que llegue o no a un total dominio va a 7. Opinión de los padres sobre el
depender, también, en buena parte de la nivel lingüístico alcanzado por sus hijos;
familia. Lo mismo cabe decir de la forma- especialmente en las primeras etapas de
ción de frases y la comprensión de ins- adquisición de la lengua.
trucciones. El desarrollo de estas habili-
dades dependerá de forma significativa dé 8. La presión ejercida por los padres
la atención que la familia preste a su hijo. sobre sus hijos para obtener un «habla
más correcta».
Si debido a ciertas dificultades en el •
desarrollo del pequeño o a un ambiente
lingüístico familiar poco favorecido el
niño al entrar en la escuela carece de la Z. METODO
fluidez verbal necesaria, o tiene dificulta-
_
des para hacerse entender o entender él a
los demás, el trauma psicológico al que 2. I . Sujetos
está expuesto puede llegar a ser serio e
irreversible. Si esta relación que la expe- La muestra de sujetos utilizada en este
riencia parece confirmar resultase cierta, estudio fue de 575 padres (de ambos
habría que concluir con Peaker (1971) sexos) de alumos(as) de centros estatales
que, en efecto, cabe hablar de unas pri- y no estatales de toda la región de Mur-
meras etapas educativas determinantes de cia. Para elegir la muestra total se partió
otras subsiguientes. de las fuentes documentales censales faci-
litadas por la Delegación Provincial -del
Vista a nivel general la importancia Ministerio de Educación y Ciencia. La
que la conducta lingüística de los padres técnica de muestreo utilizada fue la alea-
tiene sobre el lenguaje de sus hijos, y, toria estratificada proporcional teniendo
como consecuencia, su influencia en las en cuenta los estratos fundamentales de
etapas educativas posteriores, nos hemos centros estatales y no estatales, así como
propuesto analizar en este trabajo las los niveles de preescolar y EGB distribui-
actitudes lingüísticas parentales que po- dos por las distintas comarcas.
dían estar en la base de determinadas •

conductas. Para ello nos hemos planteado


los siguientes objetivos: 2.2. Procedimiento
1. Indagar cuáles son las característi- Los datos para el trabajo han sido
cas del lenguaje de los padres dirigido a obtenidos a través de una encuesta con
sus hijos. preguntas' de opción múltiple (Apéndi-
• -
z. Tipo de expansiones que los pa- ce I). Esta encuesta es parte de otra iras
dres hacen del lenguaje de sus hijos y amplia que cubría otros objetivos además
niveles de la lengua más frecuentemente de los aquí planteados. Para hacer más
expandidos (morfosintáctico, gramatical fiable esta recogida, cada encuesta se
y semántico). entregó personalmente al encuestado por
un universitario entrenado al efecto. El
3. Actitudes de los padres ante las encuestado podía elegir más de una op-
preguntas (siempre en el plano lingüísti- ción de las que se presentaba en cada
co) formuladas por sus hijos y la explica- pregunta, siempre que hubiera una clara
ción de vocablos desconocidos por éstos. contraposición entre ellas. Cuando esto
4. Analizar el «feedback», tipos y fre- sucedía, el entrevistador le proporciona-
cuencia. ba las aclaraciones oportunas. La duración
media palt a responder cada cuestionario
. 5 . Papel de la imitación adulta del fue de quince a veinte minutos. 37
-77V 3- RESULTADOS Y DISCUSION • ser más pausado, las repeticiones muy
í-I2Seit seguidas, la sustitución de términos cua-
El tratamiento estadístico efectuado se si-sinónimos muy frecuentes, etc. Estas
ha centrado en una lectura directa de las características se han visto confirmadas
frecuencias relativas correspondiente a las por nuestro estudio, que además nos ha
opciones de los ítems que mayor porcen- permitido determinar el orden de impor-
taje arrojaban. A continuación se realizó tancia que los padres cuestionados asig-
una lectura porcentual entre el sexo de nan a cada una de ellas. Veremos, por
los padres, estatus socioeconómico y ni- ejemplo, que a la hora de dirigirse al niño
vel de estudios con cada una de las favorecen la brevedad (24,49 por loo) en
opciones de las cuestiones planteadas. primer lugar, la sencillez (23,77 por oo),
Finalmente, la prueba (x 2) nos ha permi- algo más distante la lentitud (16 por loo)
tido ver la independencia o no entre las y muy cercana la repetición (14,57
variables «sexo», «categoría socioeconó- por too).
mica» y «nivel. de estudios» y las , respues-
tas dadas a Vas preguntas -6. El análisis de Pocos estudios hasta la fecha han tra-
datos de acuerdo con el tratamiento esta- tado de averiguar si estas características
dístico aplicado fue como sigue: apuntadas tienen idéntica realización en el
desarrollo del lenguaje cuando provienen
del padre o de la madre. La mayoría de
3 .1. Características del lenguaje los trabajos de interacción se han realiza-
adulto dirigido al niño do sobre el lenguaje materno descuidan-
do el paterno. Aquí, en cambio, iremos
La adquisición del lenguaje es algo que viendo las diferencias o no que se pueden
el niño realiza dentro del contexto de una establecer entre el lenguaje que dirigen
interacción con los adultos que le rodean. ambos cónyuges a sus hijos.
Esta interacción presenta varias facetas
que de una u otra forma facilitan la Con respecto a las madres, las modifi-
adquisición de la lengua objeto de apren- caciones del habla se atuvieron a los
dizaje 7. Si esta interacción ha sido ópti- índices apuntados a nivel general al co-
ma en los primeros años de su desarrollo, mienzo de este apartado (brevedad, sen-
indudablemente repercutirá en el desarro- cillez, lentitud y repetición). Los datos
llo cognitivo y en el éxito escolar poste- concuerdan, en general, con otros estu-
rior, pues, como antes señalábamos, de- dios realizados. Por ejemplo, el de Fergu-
sarrollo del lenguaje, desarrollo cogniti- son y Snow (1977), quienes _llegaron a la
vo y éxito escolar están íntimamente re- conclusión de que no sólo el lenguaje que
lacionados. En las páginas que siguen los adultos dirigen abs
. o niños es, distinto
analizaremos, a la vista de nuestros pro- del que dirigen -a otros adultos, sino clti
pios datos, diversos factores relacionados la sencillez y la brevedad eran las dos
con esta interacción. características fundamentales de dicho
modo de habla 8 . Longliurst y Stepanich
Los datos de que disponemos y la (1975) y Villiers y Villiers (1980) entien-
bibliografía sobre el tema nos indican que den que el lenguaje que las madres em-
el lenguaje que los adultos dirigen a los plean con . sus hijos de uno o dos años
'pequeños presenta unas características consiste en. frases breves, sencillas y gra-
propias. De ahí que algunos autores le maticalmente correctas.- Snow. - (1972,
hayan den¿minado lengieelje bebé (baby talk).- 1976) también señala que los niños que
Wyatt (1969) llama a este modo dé hablar están aprendiendo una lengua disponen
«regresión positiva», ya que supone colo- de una _muestra de habla que es más
carse a la altura del niño utilizando un simple, más redundante y menos confusa
lenguaje más simplificado que el emplea- que la que se le dirige á los adultos.
do con los adultos. Sea cual fuere el Blount y Padgug (1976), en un estudio
nombre que demos a ese modo de hablar, comparativo de la interacción lingüística
lo cierto es que pocos son los padres (o en inglés y en español, además de confir-
adultos) que no realizan alguna modifica- mar que los padres empleaban un registro
ción lingüística cuando se dirigen a los especial cuando hablan a sus hijos peque-
niños. Dichas modificaciones presentan ños, concluían que los niños más peque-
una simplificación del habla a varios ni- ños reciben un lenguaje con rasgos más
veles para permitir una mejor compren- afectivos mientras que los - mayores lo
38 sión por parte del niño: el lenguaje suele reciben con rasgos más semánticos. Los
padres ingleses confiarían más en sus términos .que hemos señalado para las
rasgos afectivos y paralingüísticos, mien- madres ajustándose a idéntico orden.
tras que los padres españoles usaban, al
parecer, rasgos interaccionales. A pesar 'En relación con esto, tanto Brofenbren-
de estas diferencias hubo un alto grado ner (1974) como Berko-Gleason (1971),
de acuerdo de rasgos similares en 'ambos -explican la menor interacción paterno-lin-
grupos de padres. Reichle y colaborado- güística en base al menor tiempo que el
res (1976), Sietz y Stewart (1975) y Phi- padre suele pasar con sus hijos pequeños
llips (1973) son nombres añadibles a esta (corroborado también por nuestros datos)
nómina, cuyas investigaciones también presentando igualmente una capacidad
han puesto de relieve que el nivel de menor para comprenderlos (cfr. Weist y
simplificación del habla que se le dirige al colaboradores, 1972, 1977). Giattino y
niño está en función de la edad de éste. Hogan (1975) en estudio sobre el com-
portamiento lingüístico de los padres con
La cuarta característica (repetición) no .respecto a sus hijos . menores observaron
es menos importante en el desarrollo del que el 35 por lo° de las frases paternas
lenguaje pese a aparecer la última en ese eran declarativas; 34 por roo, interrogati-
orden de preferencia. Cualquier madre vas; el 9 por too, exclamativas, y el 6 por
por propia experiencia habrá observado too, imperativas. Observaron, además,
una tendencia a la repetición de frases y que los padres raramente repetían sus
palabras en sus diálogos con sus hijos o propias emisiones y casi nunca expandían
cuando les incita a hacer algo. Esto, o imitaban el lenguaje de sus hijos. X-su
naturalmente, no obedece a que se piense vez, el niño rara vez imitaba el lenguaje
que el niño es sordo o tonto, sino a un de su padre. Sin embargo, RebelskY'. y
deseo de una mejor comprensión por Hanks (1971) concluyen que la reducción
parte del pequeño. Es decir, con ese cuantitativa típica de las interacciones
repetir, la madre trata de resaltar lo que Verbales entre el padre y sus pequeños Se
entiende ser lo más importante para lo- compensa por la carga afectiva creciente
grar que el mensaje llegue de una forma que caracteriza a esa interacción. Del
más clara, como refleja el siguiente estudio comparativo de Giattino y Ho–g-an
ejemplo: (1975) se concluye:

Niño: Mamá, agua. a) Que se da una gran similitud en el
Madre:. ¿Quieres agua? tipo de oraciones (declarativas e interro-
Vete que hay un vaso en la gativas) utilizadas por ambos sexos.
cocina.
En la cocina. b) Que los padres 10 raramente imitan
Encima de la mesa de la coci- o expanden las emisiones de sus hijos.
na.
Corre, en la cocina. c) Que los padres rara vez repiten sus
propias oraciones y, generalmente, utili-
No cabe duda que las madres que zan oraciones gramaticalmente completas.
hablan a sus hijos teniendo en cuenta
estas cuatro características tienen lo que d) Que los padres corrigen el lenguaje
podríamos llamar una actitud «positiva» de sus pequeños menos que las madres 11.
y de ayuda hacia el desarrollo del lengua-
je. En los datos de que disponemos tan Según nuestros dato, el padre no sólo
sólo el 7,18 por too de las madres mani- pasa menos tiempo con sus hijos peque-
fiestan no tener ninguna preocupación ños por razones de trabajo —aunque no
especial por hablar a sus hijos de una siempre—, sino que, además, habla me-
manera determinada-, el 8,71 por too afir- nos con ellos. De la muestra general, el
ma hablarle como si fueran personas ma- 60,24 por loo de los padres y madres
yores 9. encuestados dice haber hablado «mucho»
con sus hijos; el 26,33 por loo, «algunas
Respecto a la actitud de los varones, veces», y solamente el 9,63 por, loo, se
los datos arrojados fueron similares a los contenta con mostrarles cariño, pero sin
de las madres. Observamos que los pa- hablar con ellos. Pues bien, mientras que
dres hablan con sus hijos, aunque menos el porcentaje de las madres que hablan
que las madres cuando éstos son peque- «mucho» con sus hijos alcanzó un 71,51
ños; sin embargo, hacen una adaptación por ioo, el de los padres fue sólo de el
en su modo de hablar en los mismos 46,12 por -loo. En cambio, en la interac- 39
ción esporádica fue mayor el porcentaje hablar a sus hijos y la categoría sociopro-
en los varones (38,37 por oo) que en las fesional (y nivel de estudios); aunque sí
hembras (16,71 por oo). Los varones una actitud positiva frente a una negativa
resultaron ser también los que con mayor en la adaptación del lenguaje adulto al del
frecuencia sustituyen el habla por expre- niño. Blount (1972), sin embargo, es de
siones de cariño (12,40 por 100), frente a la opinión de que la pertenencia a una
las madres (7,43 por ioo). En conjunto clase social u otra se refleja en el tipo de
observamos que las madres, en general, frases que 'se dirigen al pequeño, y que la
muestran una actitud más positiva hacia actuación conversacional de los niños
el lenguaje de sus hijos que los varones. enfatiza la polaridad social.
Así, pues, no parece haber una clara 'La simplificación lingüística que los
asociación éntre el sexo de los padres y el progenitores realizan, decíamos al co-
modo de hablar a sus pequeños. Tanto el mienzo que afecta a todos los niveles del
padre como la madre son conscientes de lenguaje: fonológico, léxico-semántico y
la, necesidad de una adaptación 12 de .su sintáctico, que han sido también objeto de
lenguaje al de sus hijos y de proporcio- análisis. Desde el punto de vista fonológico
narles una exposición mínima a las inte- parece que 'los adultos suelen expresarse
racciones verbales para una adquisición cuidando la pronunciación. Esto en cier-
normal de la lengua de su medio. to modo quedó reflejado en nuestros
datos en las respuestas dadas por cada
En la relación entre clase social y tipo uno de los padres al ítem I (apéndice II)
de lenguaje dirigido al pequeño escriben al señalar que a su hijo «le hablaba des-
Villiers y Villiers (1980) que «las semejan- pacio». Y aunque hablar despacio no es
zas predominan con mucho sobre las sinónimo de hablar claro es fácil colegir
diferencias en el lenguaje que las madres que aquí el propósito fundamental consis-
dirigen a sus hijos, en todas las distintas tía en emitir lo mejor posible aquello que
clases sociales y diversos grupos cultura- se quiere decir al niño. Y ello con un
les que han sido' estudiados» (pág. 118). doble objetivo: en primer lugar, para
Snow (1976:18), por su parte, concluye, facilitar la comprensión por parte del
al analizar el lenguaje de los padres ale- pequeño y a la vez para presentar un
manes con sus hijos en función de la clase modelo fácil de imitar. Lo mismo cabe
social, que a) el habla de las madres decir del léxico: los padres favorecen, al
alemanas tiene todas las características de parecer, aquellas palabras que creen más
simplificación y reducción_que el habla de «sencillas» sin que se nos dijera en ningún
madres de otras lenguas 13, y b) que las caso, ni nosotros lo; estableciéramos, en.
madres de la clase media usaron menos qué , consistía dicha sencillez. La semánti-
imperativos, menos sustantivos y menos ca es otro aspecto de la interacción lin-
verbos modales que las madres de la clase güística paterno-filial,' que el adulto dice
obrera. En cambio, esta - última produje- simplificar, aunque esta simplificación es-
ron expansiones fonológicas más frecuen- tá condicionada por la edad del pequeño.
tes. En general, no hubo fuerte diferencia
en la simplificación y reducción atribuida Sintácticamente, el lenguaje adulto pa-
a la clase social. rece caracterizarse por una reducción en
la complejidad del lenguaje. Aunque esta
Esta afirmación del predominio de las simplificación no lleva consigo necesaria-
semejanzas sobre las diferencias s'e ha mente una discriminación en la calidad de
visto también confirmada por nuestros las construcciones gramaticales. Es decir,
datos. La distribución de los porcentajes se ha comprobado que las frases son más
entre las distintas características en el breves que en el habla entre adultos, pero
modo de hablar los padres a sus hijos están bien construidas, gramaticalmente
arroja resultados similares entre las distin- hablando. Según propias observaciones
tas categorías socioeconómicas y niveles (cfr. Hernández Pina, 1982) en el lenguaje
de estudio, exceptuando pequeñas matiza- dirigido al niño hay una gran abundancia
ciones. Por ejemplo, algunas categorías de interrogativas, sobre todo en las Pri-
socieconómicas han alterado el orden de meras etapas de su evolución. Debido -a
las características señaladas más arriba la inmadurez intelectual y lingüística in-
(brevedad, sencillez, lentitud y repetición). fantil, resulta difícil mantener una conver-
No observamos, por tanto, en estos datos sación de otro modo que no sea a base de
40 ninguna asociación entre el modo de preguntas. Véase como muestra el siguien-
te ejemplo tomado de Bellugi (1970) a LM PL
propósito de la corrección de errores en número
gramaticales: de palabras

Niño: Mi maestra 9
sostenió a los co- 8
nejitos y nosotros los acaricia-
mos. 7
Madre: ¿Quieres decir que vuestra 6
maestra sostuvo a los conejitos?
Niño: Sí. 5
Madre: ¿Qué dices que hizo la maes- 4
tra?
Niño: Sostenió a los conejitos y no- 3 •
sotros los acariciamos. 2
Madre: ¿Quieres decir que los sostuvo
muY' fuerte?
Niño: No, los sostenió con cuidadito
6 12 18 24 30 36 42 48 54 60
Edades de los niños (en meses)
La cuestión que ahora se nos plantea es
conocer por qué los padres modifican el FIGURA 1. — Rendal (1980:47) presenta en este
modo de hablar cuando se dirigen a sus gráfico el paralelismo entre la complfjidad del
hijos. Es evidente que los padres no han lenguaje materno, la producción lingüística del niño.
llevado a cabo ninguna investigación pa- Por su interés-lo reproducimos.
ra averiguar qué es más efectivo para el
aprendizaje de la lengua, pero sí han
llegado a la conclusión, quizá de forma Vistas las modificaciones que los adul-
intuitiva, de que la sencillez y la brevedad tos realizan en su lenguaje dirigido al
en el lenguaje ayuda a hablar pronto a sus niño, cabe ahora preguntarse cuál es la
pequeños. Estas dos características pare- influencia y el papel que tales modifica-
cen agudizarse conforme el niño es más ciones tienen sobre el desarrollo lingüís-
pequeño. Se ha podido comprobar que tico infantil. Actualmente no tenemos
existe una asociación inversa entre el prueba alguna que demuestre que las
desarrollo de la comprensión por parte adaptaciones del lenguaje, dirigido de los
del niño y la brevedad en las frases que .padres a sus hijos, ejerza algún efecto,
se le dirigen. Es decir, cuanto menos positivo o no, a largo o corto plazo,
desarrollada está la comprensión del len- sobre el desarrollo lingüístico del peque-
guaje del pequeño, mayor es la brevedad, ño. Tal demostración exige una investi-
sencillez y repetición del habla adulta. gación de tipo longitudinal que está aún
por realizar. No obstante, disponemos de
una serie de datos que nos dicen de forma
La modificación del modo de hablar directa cuál es el papel de esas modifica-
adulto no se mantiene constante, sin em- ciones y el beneficio que el niño obtiene
bargo, a lo largo de la infancia: la com- de ellas. Snow (1972) ha demostrado que
plejidad de las producciones lingüísticas los niños de a -Y 3 años están más atentos
maternas sufrirá variaciones con el aumen- al lenguaje materno simplificado que al
to de la edad, y el desarrollo lingüístico lenguaje normal cuando experimental-
infantil. Rondaf(i98o) observa que de los mente se les ha dado la oportunidad de
seis a los doce meses dicha complejidad elegir qué lenguaje prefieren.
se mantiene inalterada. Cuando el niño
empieza a emitir sus primeras palabras El caso relatado por Villiers y Villiers
(los doce meses aproximadamente), se (1980) y otros autores sobre el efecto que
observa una cierta disminución en la la televisión tiene en el desarrollo del
complejidad que se prolOngará hasta los lenguaje, o el retraso que los hijos de
dieciocho meses, edad en que aquella padres sordomudos tienen en el aprendi-
presenta los niveles más bajos. A partir zaje de la lengua, es otro dato que noya
de esta fecha, el lenguaje del adulto se la tesis de unas modificaciones mínimas
hace más variado, coincidiendo con la en el lenguaje dirigido al niño. Villiers y
entrada del niño en la etapa de las frases Villiers concluyen que... «es preciso, al
de dos palabras en la que su nivel de menos, cierta exposición mínima a las
complejidad aumentará incesantemente. interacciones verbales con personas que
71;1 hablen y quizá cierto grado de simplifica-
ción del lenguaje que el niño escucha,
siones continuas entre ambos. Según
Brown y Bellugi (1964: 148):
para su adquisición normal».., aspectos,
en absoluto, suministrados por la televi- «Hasta ahora no se ha demostrado
sión, donde la comunicación se da siem- que las expansiones sean necesarias para
pre en una sola dirección y con un mo- el aprendizaje de la gramática o la
delo adulto. construcción de la realidad. Incluso,
tampoco se ha demostrado que las
Otro factor importante para que se expansiones contribuyan a tal aprendi-
lleven á cabo modificaciones en la inter- zaje. Todos nosotros sabemos que algu-
nos padres sí expanden y sus hijos
sacción lingüística es la presencia física de aprenden. Es perfectamente posible, sin
ambas partes. Phillips (1973) ha hallado embargo, que los niños puedan apren-
' que la presencia física del niño es necesa- der, y de hecho lo hacen, oyendo a sus
ría como 'determinante para que la madre padres o a otros hacer oraciones bien en
se adapte lingüísticamente al nivel de su conexión con circunstancias verbales o
hijo. Esto hace suponer que la atención no verbales.»
que el niño - presta al lenguaje materno
simplificado contribuye a establecer un Slobin (1968) ha analizado, igualmen-
refuerzo mutuo donde si al niño se le da te, los intercambios verbales madre-hijo,
un lenguaje asequible a su nivel de coht- constatando que las madres expansionan
prensión su atención aumenta, y ésta hace el lenguaje de sus hijos a la vez que éstos
a su vez que la madre se adapte cada vez responden a tales expansiones mostrando
más a las necesidades lingüísticas de su un nivel gramatical siempre más avanzado.
hijo. Tal adaptación mutua tiene un ca-
rácter bidireccional. Es decir, cuando el Aunque la expansión del lenguaje in-
adulto habla a un niño de forma compleja fantil es un hecho aceptado por todos,
éste puede dar respuestas que no tienen hay que señalar, no obstante,, que este
nada que ver con lo que se le está dicien- «feedback» no aparece con la misma in-
do, o decir, ¿qué?, reiteradamente. En tensidad y cualidad entre los distintos
este caso el adulto ha de simplificar su padres. Se han podido observar tres nive-
lenguaje estableciendo un «feedback» en- les en estas expansiones verbales del len-
tre la comprensión que el niño manifiesta guaje del niño:
y su propio lenguaje (cfr. Snow, 1976) 14.
Moerk (1975) demostró también que en- a) aquellos padres que partiendo del
lenguaje infantil amplían las expresiones,
tre madre (adulto) y niño se da esta
adaptación mutua en el lenguaje, tanto a b) los que se limitan a repetir las
nivel cualitativo como a nivel cuantitati- expresiones que oyen,
vo, adaptación que, según Blount (1972),
parece ser algo universal 15, y que nues- c) los que no responden a las expre-
tros datos también corroboran. siones infantiles.
Cada uno de estos tres niveles ha sido
Expansiones en el lenguaje testado por nosotros obteniendo los si-
infantil: expansiones sintácticas guientes resultados: el, 37,67 pdr 100 de
y extensiones semánticas la muestra.lencuestada .decía ampliar lo-.
que oía a su hijo cu 'a"ndó hablaba con él;"
En la adquisición del lenguaje del niño en- 23;55 por too se' limitaba a la mera
las expansiones sintácticas y extensiones repetición; el 14,88 por too contestaba,
semánticas que los padres hacen del len- pero sin hacer 'referencia al modo de
guaje que oyen a sus hijos reviste gran hablar del pequeño. Solamente un 3,41
importancia. Numerosos trabajos han de- por ioo dijo no responder al lenguaje de
mcistrado que las ampliaciones y repeti- sus hijos. El 16,86 por loo no recuerda
ciones del lenguaje infantil proporcionan cómo se realizó la interacción entre ellos.
una importante experiencia de aprendiza- Cuando estos mismos datos se realizan a
je para el niño. Howe (1980), Nelson nivel de sexo con el fin de establecer cuál
(1 97 3 , 1975) y Brown y 13ellugi (1964), de los dos (padre o madre) llevó a cabo
entre otros, han estudiado el papel de un tipo de interacción u otro, nos encon-
estas expansiones en las interacciones ma- tramos Con que las madres amplían más
dre-hijo concluyendo que dicha interac- ( 3 9,0 3 por loo) que los padres (36,05 por
ción es un círculo de reducciones y expan- 100), aunque la diferencia no sea signifi-
cativa. La mera repetición, en cambio, repetía lo que su hijo decía y la que
arroja un porcentaje mayor entre varones menos ampliaba, resulta ahora ser la que Pi7131.
-'11
(27,55 por too) que entre las hembras más dice no responder, o contestar sin
(20,22 por ioo). De igual modo, observa- hacer referencia al modo de hablar del
mos que los padres son los que en mayor niño. Por otro lado, tenemos que la
número afirman no responder al lenguaje categoría II, pese a ser una de las que más
de sus hijos. En cambio, las madres dice ampliar el lenguaje de sus hijos
fueron mayoría en contestar a sus peque- ahora también aparece en el grupo de los
ños sin hacer referencia alguna al modo que más los dejan sin respuesta o lo
de hablar de éstos. Ello nos lleva a hacen sin hacer referencia a su modo de
concluir que la ampliación del lenguaje hablar. Tenemos, por último, la categoría
por parte de los padres se da con más III, que ha sido de las tres la que ofrece
frecuencia en el sexo femenino, mientras el porcentaje más elevado (4 por too más
que la repetición lo sería en el masculino. 32 por too). Resulta curioso que las tres
Los aspectos que podríamos calificar de categorías socioprofesionales más altas
negativos en la interacción (no responder sean las que peor «feedback» hayan ofre-
o responder sin hacer referencias al modo cido a sus hijos, lo cual tiene cierta
de hablar del niño) son en conjunto explicación si tenemos presente el grado
mayores en las hembras que en los varo- de ocupación de muchos padres que de-
nes, lo cual no deja de ser un tanto berían, no obstante, hallar más tiempo
sorprendente. Estos resultados contrastan para la interacción familiar. Esto parece
con la investigación de Giattino y Hogan estar en contradicción con lo que cabría
(1975) quienes hallaron que el padre rara- esperar. Es- decir, las categorías sociopro-
mente imitaba y expandía el lenguaje de fesionalmente altas deberían ser las. que
sus hijos. El padre, también, rara vez mejor ambiente lingüístico ofrecieran a
repetía sus propias emisiones y general- sus hijos en los estadios iniciales, cosa
mente utilizaba frases gramaticalmente que no revela la encuesta.
completas, frente a las madres que repe- Cuando analizamos este ítem, a la luz
tían más sus propias emisiones y utiliza- del nivel cultural de los padres, de nuevo
.: ban más a menudo oraciones gramatical- aparecen datos que nos han sorprendido
mente incompletas. y que, en cierto modo, confirman lo antes
Al analizar el tipo de «feedback» sumi- señalado. Observamos que, al contrario
nistrado a los pequeños a la luz de las de lo que cabría esperar, la ampliación del
categorías socio-profesionales nos encon- lenguaje no es algo exclusivo de un nivel
tramos con que unas ofrecen una actitud cultural determinado, sino que aparece en
más positiva que otras en estas interaccio- mayor o menor grado independiente de
nes. Los mayores porcentajes que en el este factor. Así, tenemos que los datos
apartado «ampliaban lo que decia el niño» más altos no corresponden a los dos
corresponde a la categoría VI 16 (56,52 niveles culturales más altos, sino a los
por too), 1-1(53, R_.4 por 100), III (44 por intermedios. El nivel IV aparece corno el
100) y VIII (42,40 por oo). En cambio, grupo que más dice haber ampliado el
la categoría I registró los más bajos (lo lenguaje de sus hijos (63,63 por too), le
por too). El resto de las categorías for- siguen los niveles III con un 54,54 por
man como un grupo fronterizo donde sus too y el nivel VI con un 53,33 por too.
datos son similares. a la media de la Referente a la repetición, observamos
muestra general. Referente a la repetición, tendencias diversas. Los tres niveles de
'. 1/bservamos que las categorías que antes estudio más bajos son los que figuran
aparecían como las que más ampliaban como los que más repiten el lenguaje que
figuran ahora como las que menos repi- oyen a sus hijos, al contrario de los
ten lo que oyen 'a sus pequeños. niveles más altos. De todos los niveles,
los que han presentado una actitud más
La falta de «feedback» (no responder y negativa (al no responder o responder sin
responder sin hacer referencia la modo de hacer referencia al modo de hablar de él)
hablar del pequeño) ofrece datos muy son los niveles culturales más altos (a
bajos, en general, en todas las categorías. diferencia de la actitud más positiva de
No obstante, dos de ellas destacan por lo los más bajos) lo cual contrasta en térmi-
alto de sus porcentajes cuando acumula- nos generales con los hallazgos de Snow
mos los datos. Por un lado la categoría I, y colaboradores (1976) según los cuales
que curiosamente era una de las que más las clases alta y media expanden más el
lenguaje de sus hijos que la clase trabaja- nal y la actitud ante las preguntas hechas
dora (Tabla 5). por los hijos.
Donde parece apreciarse una más clara
asociación es en el nivel de estudios. Los
3.3 Actitud de los padres ante tres niveles culturales más bajos son los
las preguntas de sus hijos que tienden a proporcionar los porcenta-
jes más altos en algunas veces. La respues-
Conviene matizar estas expansiones o ta siempre tiende ligeramente a ser más
no al lenguaje infantil con datos refe- alta, en cambio, en los niveles más altos.
rentes a la actitud que los padres presen- No obstante, nunca es muy bajo en cada
tan ante las preguntas de sus hijos (ítem uno de los niveles. Aquellos que dicen
7 del "cuéstionario). Los resultadós . ofre- que explicarían las preguntas pero no
cen un gran interés, de ahí que merezcan saben hacerlo corresponden a los niveles
un comentario. Este ítem contiene tres más bajos (I y 11)17.
apartados claramente _diferenciados aun-
que complementarios. El primero hace Veamos ahora cómo responden los
referencia a la actitud de los padres cuan- padres a las preguntas de los hijos. Cuan-
do sus hijos les hacen una pregunta: si les do un pequeño pregunta a sus padres,
contestan siempre; alguna vez, nunca, y ¿qué es esto?, la respuesta que recibe 3
lo harían pero no saben como hacerlo. El puede ser específica o genérica. En nues-
segundo, se refiere a las explicaciones tra encuesta hemos formulado una pre-
complementarias que los hijos necesitan gunta de este tipo con el fin de indagar si u
cuando desconocen alguna palabra: si les se da una 'tendencia a lo Concreto (e. g.
explican todas las palabras que aquéllos un clavel) o 'a lo general (e. g. una flor).
desconocen, sólo algunas, o ninguna. El El 71,54 por lo° dice favorecer la respues-
tercero, está relacionado con el tipo de ta concreta frente al 26,64 pbr loo que se
lenguaje que su hijo habla, conocido o inclina por la genérica. Vistos estos datos
desconocido para los padres. en función del sexo, revelan que los ít
padres optan preferentemente por la res-
Según los datos generales, observamos puesta más genérica, a diferencia de las
que el 34,77 por zoo de la muestra total madres. Analizado por niveles sociales,
dice contestar siempre a las preguntas los más altos prefieren en proporción el e:
formuladas por sus hijos; el 17,96 por ioo término más genérico, mientras que las
algunas veces, solamente el 0,96 por ioo clases más bajas se inclinan por el térmi-
parece no hacerlo nunca, alcanzando un no más específico. Los niveles medios de
13,16 por ioo que se las explicarían pero estudio, III y IV, presentan un ligero
no saben cómo hacerlo. Estos mismos equilibrio entre ambos términos; sin em- ta
datos tienden a repetirse cuando son ana- bargo, hay una ligera tendencia en la pc
lizados según el sexo. Se observa, pues, preferencia por el más genérico. Esto en qi
una: carencia de relación entre estas dos cierto modo corrobora los hallazgos de II
variables. Es decir, tanto un sexo como Henderson (1970) quien señala que: a) las Cr
el otro presentan datos bastante parecidos madres de la clase media eligen definicio- re
a la hora de responder si han contestado nes generales cuando definen palabras a
o no a las preguntas hechas por sus hijos. sus hijos mucho más a Menudo que las de 13
la dale trabajadora, b) las madres de la se
Cuando el análisis de séltoS" datos se clase - trabajadora eligen ejemplos concre- -re
realiza bajo la óptica de la clase socio-eco- tos más a menudo que las de la clase
nómica, el porcentaje de sujetos que di- media, c) cuando las Madres de la clase
cen «no responder» a las preguntas de sus media eligen ejemplos concretos, utilizan es
hijos es muy bajo; en general, en - todas las ejemplos explicativos y exactos más a a
CU
categorías. Donde más diferencias se apre- menudo que las madres de la clase traba-
CS:
cian entre categorías es en «siempre» y jadora. En cambio Villiers y Villi -ers (1980)
«algunas veces». Efectivamente, el apar- estiman que los nombres que los adultos va
tado siempre presenta los porcentajes más proporcionan a los pequeños tienen un ci
altos en las categorías VI, II. y III, poi nivel intermedio de generalidad. Según de
este orden. En el apartado, algunas veces, ellos el término «flores» es el más utiliza- CX)

destacan las categorías VII y I. No obs- do para designar cualquier tipo de flor. hij
tante, 0o parece apreciarse una clara aso- Esto contradice nuestros resultados, pues, ce
ciación entre la categoría socio-profesio- como hemos señalado son más los padres ba
que optan por el término más concreto más altos, señal de una mayor inestabili-
que por el más genérico (71,54 por 100 dad a la hora de explicar significados
vs., 26,64 por upo). Lógicamente, aunque nuevos de palabras. Ello se debe princi-
esto no lo hemos constatado en profun- palmente a una falta de conocimientos
didad, la utilización de uno u otro va a lingüísticos o a una inseguridad semánti-
depender crucialmente de la etapa del ca que hace que no siempre sepan cómo
lenguaje en que se encuentra el niño. definir ciertos términos. En este sentido
Cuanto más pequeño sea éste, su semán- es significativa la respuesta al apartado 4
tica será más general (Clark, 1973), dada de este ítem 7: los niveles más bajos de
la tendencia infantil a clasificar conjunta- estudio fueron los que más manifestaban
mente todos aquellos objetos que de al- que explicarían todo a sus hijos, pero que
gún modo comparten una serie de rasgos no saben cómo hacerlo. La respuesta
y que son términos «superordinarios» en «nunca se las explica, aunque conozca la
relaciones de hiponimia, caso de flor palabra» aparece con porcentajes muy
frente a clavel, en que flor tiene iodos los bajes,- en general, próximos a cero en
rasgos de clavel, pero no viceversa. todos los niveles de estudio.
Por último la opción 7 «su hijo utiliza
3.4. Explicación de vocablos palabras o expresiones que usted desco-
noce» solamente el 7,4z por 100 reconoce
La explicación de palabras a los niños que tal es su caso. Las categorías socioe-
por parte de los adultos merece también conómicas que más se encuentran en esta
un comentario. El 19,11 por ion de los situación son la » I, VIII, V y IX. No- sé
padres responde haber explicado a sus aprecia, Por tanto, una clara asociación;
hijos las palabras que desconocían; en entre estas dos variables. Donde sí parece
cambio, solo el 6,34 por ioo dice haberlo haber asociación, aunque no muy alta, és
hecho algunas veces, y el PM por loo no en el nivel de estudios. Los niveles más
haberlo hecho nunca. El análisis de este bajos son los más proclives a reconocer
ítem a la luz del sexo no añade nada que sus hijos utilizan a veces expresiones
nuevo a lo dicho arriba. En otras pala- y palabras desconocidas para ellos. Por el
bras, la actitud positiva o negativa de contrario los niveles más altos manifies-
explicar las palabras desconocidas a sus tan conocer y entender todo, lo que siis -
pequeños no está asociada a un sexo hijos dicen.
determinado.
No obstante, estos datos no se mantie- 3 .5. Tipos y cualidades del
nen cuando se analizan teniendo en cuen- «feedback»
ta la categoría socioeconómica a la que
pertenecen los encuestados. Así tenemos Cuando un niño refiriéndose a un ob-
que las categorías socioeconómicas III, jeto dice «cosa» y la madre le responde
II, VIII, VI y IV arrojan datos muy por con el nombre de esa cosa, el «feedback»
encima del porcentaje dado anteriormen- que le proporciona es semántico. Si la
te ( 1 9 ,11 por loe); en «le explica todas las corrección se realiza sobre el modo de
palabras», en cambio, las categorías VII, pronunciar una palabra, el «feedback» es
IX y I están muy por debajo; la única que fonológico; por' último, si la observación
se mantienémás cercana-al 19,11 por loo del adulto afecta al orden de colocación
resulta ser la V. de los elementos, evidentemente, está rea-
lizando un «feedback» sintáctico. Estos
Pero donde más se ponen de relieve tres niveles de expansión o corrección
estas diferencias en el modo de responder son de una gran importancia para el
a los hijos es cuando analizamos esta desarrollo lingüístico del niño; sobre to-
cuestión según los distintos niveles de do el semántico (Slobin, 1968). Wyatt
estudio. Se observa que los porcentajes (1969), para quien el concepto de «feed-
van aumentando conforme avanzamos ha- back» correctivo debe definirse de acuer-
cia un nivel de estudios más alto. Es do con los múltiples aspectos del lengua-
decir, las clases más altas son las que más je, entiende que el niño tiene que apren-
explican y amplían el vocabulario de sus der sonidos y secuencias de sonidos; debe
hijos. En cambio la opción «algunas ve- aprender nombres para los objetos y expe-
ces» arroja datos inversos: los niveles más riencias y así poder diferenciar entre ob-
bajos de estudio obtienen los porcentajes jetos y experiencias similares. Finalmente,
11
tiene que aprender los modelos gramati- insiste más, los datos ponen de manifiesto
cales y las características sintácticas de que los padres prefieren corregir el nivel
una lengua dada. Para cumplir todo esto, fonético, mientras que las madres optan
necesita recibir un «feedback» fonético, más por el nivel gramatical. El nivel
semántico y gramatical. Sin embargo, no semántico no arroja diferencias significa-
todas las madres o adultos que cuidan del tivas entre ambos sexos 19.
niño proporcionan estos tres tipos de Es importante señalar al respecto que
«feedback». Algunos efectúan los dos pri- en investigaciones realizadas se señala
meros; otros los dos últimos; otros Solo
uno; otros un poco de cada; e incluso los que la calidad del comportamiento lingüís-
.hay que no realizan ninguno, Con lo cual tico de la madre no tiene tanta importan-
el 'habla del niño afectado puede ser cia como la cantidad de estímulo dado.
deficiente en articulación, vocabulario y Parece que la forma en que las madres
corrigen los errores que sus hijos come-
gramática. ten cuando hablan, o la mayor o menor`
-
Nuestro est.iiclib ha tratado de Ver si cór-rección del lenguaje que ellos usan no
estos tipos de «feedback» son suministra- son factores tan importantes como la
dos y en qué proporción se da. El 81,94 cantidad de oportunidades de diálogo
por loo de la muestra dice tener la preo- con las personas adultas.
cupación de corregir el lenguaje de sus
hijos. Solamente el 7,50 por loo parece Analizado el ítem 8 desde el punto de
estar preparado para ello. Otro 8,67 por vista de la categoría profesional de los
oo opina que debe hacerlo la escuela. El padres se ponen de manifiesto algunas
1,56 'por ioo reconoce no tener tiempo diferencias de una clase a otra en la
para esta tarea educativa. Lbs datos por importancia que atribuyen a cada nivel
sí solos dicen mucho sobre el grado de lingüístico. Así, la categoría I da mayor
preocupación que los padres sienten por relieve a las correcciones fonética y se-
el desarrollo del lenguaje de sus hijos, mántica: y menos a la gramatical. La II
que con escasas excepciones, es alto. No refuerza la fonética, la gramática y la
obstante, esta preocupación por la correc- semántica, por este orden. La III y VI
ción del habla de los pequeños no tiene presentan un equilibrio entre los tres
idéntica realización en todos los niveles niveles aunque con pequeñas diferencias
del lenguaje. En general, el 38,82 por ioo siguiendo el mismo orden preferente que
realiza correcciones de tipo fonético (bien la categoría IV. Las categorías IV y V
sea repitiendo palabras o hablando más priman la fonética muy por encima de la
despacio) en relación inversa a la edad del gramática y la semántica, y lo mismo cabe
niño: cuanto más pequeño más interés y afirmar de las categorías VII, VIII y IX.
. corrección por parte del adulto. Por el Concluyendo, tenemos que a excepción
contrario, las correcciones a nivel grama- de la categoría I, todas las demás dan
- tical 18 corrección de construcciones de gran importancia a la fonética, menos a la
frases mal hechas) son menores (21,95 gramática y escasa a la semántica, figuran-
por roo), equiparándose a la corrección do ésta siempre en último lugar.
semántica (corrección de términos mal
usados) —también de unai,17 por ioo—. El análisis del ítem 8 referente al nivel
Esta diferencia entre el Primer nivel y los de estudios de los padres arroja unas
otros dos se debe, sin duda, a que „los .interácciones más_ matizadas que en el
defectos de pronunciación resultan más apartado anterior. Observamos cómo
patentes para los padres. Otro motivo los porcentajes se igualan en los tres
.por el que se corrige más la fonética Y niveles de interacción (fonético, gramati-
menos la gramática y la- semántica puede cal y semántico) conforme el nivel de
- muy bien ser que los padres den menos estudios Va siendo más alto. Lbs cuatro
importancia a estas dos últimas y más a la primeros niveles de estudio aparecen con
primera. La tercera razón, tal vez más una clara tendencia a la corrección foné-
profunda que las anteriores, sería la falta tica frente a la gramatical v semántica. En
de preparación de muchOs padres para cambio, en los dos niveles más altos
hacer correcciones a nivel tanto estructu- (estudios medios y superiores) los porcen-
ral como semántico. tajes son prácticamente iguales en los tres.
En cuanto a qué sexo es el que más Señalábamos al comienzo de este apar-
6 corrige y en qué niveles de la lengua tado que el 7, 5 0 por ioo de los padres
opinaban no estar preparados para corre- no difieren esencialmente en los niños de
gir los defectos del lenguaje de sus hijos. diversas clases sociales antes de los die-
Este es un porcentaje muy bajo compara- ciocho meses. A partir de esta edad se
do con los que sí hacen algún tipo de empezarían a 'percibir ciertas diferencias a
corrección, como ya hemos visto. Es de favor de las clases más altas. Otros auto-
destacar que no parece haber diferencias res que señalan que dichas diferencias son
en esta falta de preparación entre varones más tardías (entre los tres años y el inicio
y hembras. En cambio, sí las hay entre de la escuela elemental), desapareciendo
clases socioeconómicas,' donde unas se progresivamente —aunque esto depende
sienten . menos preparadas que otras. Así en gran medida del concepto de «norma»
tenemos que los padres que dicen no en cada sistema—. En el plano semánti-
estar preparados pertenecen en su mayor co, la adquisición del vocabulario está
parte a las clases VII, I, IX y V, por este íntimamente unida a los contextos lingüís-
orden, que, recordemos, son las que antes ticos; a diferencia de la fonética, que es
daban mucha más preponderancia a la un nivel cerrado, el conocimiento semán-
corrección fonética que a las otras dos tico aumenta con la edad y las experien-
(gramatical y semántica). En cambio, las cias vividas; factor este último en que los
categorías VI, II, III y VIII arrojan los miembros de las clases tanto intelectual
porcentajes más bajos; es decir, son los como socioeconómicamente altas se ven
que menos reconocen no estar preparados más favorecidos.
para la corrección lingüística'de sus hijos.
Como era de esperar los niveles de estu- Desde, el punto de vista sintáctieW,las
dio más bajos son los que más dificulta- investigaciones llevadas a cabo parecen
des encuentran para corregir el habla de también demostrar una relación positiva
sus hijos. entre clase social y producción verbal.
Los sujetos procedentes de clases sociales
De todas nuestras encuestas- sólo el altas tienden a producir frases más largas
8,67 por loo piensa que la corrección del y complejas que los de las Clases más
lenguaje de los niños es labor de la bajas. Se ha observado, igualmente, que
escuela. La opinión de padres y madres los niños de las clases altas cuentan con
en este sentido ha sido prácticamente una gama más amplia de estructuras sin-
idéntica. Lo mismo ha sucedido cuando tácticas, con un mayor número de subor-
hemos sondeado este aspecto por clases dinadas. Tales diferencias parecen haCerse
socioeconómicas o niveles culturales. En patentes entre los dos años y medio y los
ambos casos los porcentajes han girado tres arios, acentuándose progresivamente
nuevamente en .torno a ese 8,67 por . toa, durante todo el período escolar que sigue.
lo cual es indicativo de la escasa función Estas conclusiones no tratan de demos-
que se le reconoce a la escuela en la trar que los niños de la clase social baja
corrección lingüística independiente de la no posean ni puedan producir frases lar-
clase social o nivel cultural. gas y complejas (esta capacidad es inde-
pendiente de la clase social), sino que,
La falta de tiempo para corregir el dado que la estimulación ambiental es
lenguaje infantil es otro punto que hemos menor, su producción es menor también.
analizado. El resultado (1,56 por oo) ha Las diferencias en la comprensión lingüís-
sido francamente bajo: nadie tiene como tica, sea semántica o sintáctica, no pare-
excusa la falta de tiempo para no corregir cen aflorar hasta los tres años y medio o
el lenguaje de sus hijos. La diferencia cuatro, aunque han venido gestándose
entre sexos es muy pequeña; sin embar- progresivamente. A partir de los seis, la
go, los varones son los que más alegan edad de ingreso en la escuela, tales dife-
falta de tiempo para esta labor. Por nive- rencias son lo suficientemente marcadas
les socioeconómicos, los obreros han sido como para revelar la procedencia social
los que más se han manifestado en este del alumno.
sentido. Y por niveles de estudio, los que
sólo poseen estudios primario y/o estu- Todas estas observaciones revisten gran
dios medios. importancia en el área de la enseñanza
. compensatoria. La escuela debería cono-
En términos generales, pues, hay quie- cerlas y ser consciente de ellas para poner
nes opinan que la frecuencia de los fenó- los correctivos necesarios de cara a un
menos emitidos por el niño y el tipo de equilibrio de los desajustes provocados
dichos fenómenos (es decir, su fonética) por el ambiente del cual el niño procede.
4
La edad más apropiada parece ser entre la imitación con corrección superó con
los tres años y el inicio de la enseñanza creces a la mera imitación y a la no
obligatória. La creación masiva de aulas imitación conjuntamente. Esto es -un cla-
maternales y la formación del personal ro indicio de la actitud positiva de los
apropiado cobra aquí toda su importancia. padres hacia el lenguaje de sus hijos, pues
globalmente considerado el 92,06 por loo -
ha imitado de alguna manera (con o sin
3.6. Imitación adulta del lenguaje corrección) el lenguaje de sus pequeños.
infantil Lo cual confirma los estudios llevados a
cabo por los autores arriba señalados.
«Una de las primeras cosas que apre-
ciamos cuando comenzamos a estudiar Si miramos ahora este aspecto de la
el habla infantil fue la frecuencia con la imitación desde la óptica de las categorías
que los adultos imitan a los niños. socioprofesionales, no se observan una
Realmente, parecía que incluso imitaban diferencias estadísticamente significativas
a los niños más eitie los niños a- ellos. en lbs tres tipos de imitación apuntados.
Más tarde llegamos a comprender que No obstante, surgen pequeñas diferencias
las imitaciones de los adultos eran rara-
mente reproducciones exactas, normal- de una profesión a otra. Por ejemplo, las
mente eran expansiones» (Brown y Be- categorías que más imitación dicen hacer
llugi, 1 964, 145). sin corrección son - la VII, II, I y IV; en
cambio, las que más han imitado con
Muchos autores (Richelli, 1975; Slobin, corrección han sido la IX, VIII, VI, III y
1964; Brown y Bellugi, Wyatt, V, por este orden. Solamente ha habido
_1969; Seitz y Siewart, 1975, etc.), están de una categoría que ha destacado en la no
acuerdo en la importancia que la imita- imitación, la I; el resto han dado porcen-
ción que los padres hacen del habla de tajes, aunque relativamente bajos.
sus hijos tiene sobre el desarrollo del
lenguaje. Parece que estas imitaciones La imitación de los padres, según el
lejos de ser negativas para el lenguaje nivel de estudios, arroja datos que confir-
infantil propician que el pequeño conso- man más lo señalado anteriormente, ya
lide, modifique y complete sus comporta- que la imitación con o sin corrección
mientos verbales. Ferguson (1964) en un predomina con mucho sobre la no imita-
estudio comparativo que efectuó sobre el ción en todos los niveles estudiados: El
desarrollo del lenguaje en seis lenguas, nivel que más dice no haber hecho "nin-
concluye que los adultos no sólo imitan lo gún" tipo de imitación ha sido el nivel
que dicen los niños, sino que lo aprenden. VI; el resto presenta porcentajes muy
bajos. En la imitación con corrección,
Tan, al parecer, generalizada opinión exceptuando el nivel I y, los niveles ras
por palie de estos autores sobre el inglés bajos de estudio arrojan porcentajes ma-
hemos querido testarla para ver si, en yores que los niveles más altos': En otras
efecto, en nuestro caso se observaba di- palabras, los niveles más bajos de estudio
cha imitación por parte de los padres y, imitan corrigiendo algo más que los ni-
si era así, hasta qué niveles. El ítem. 3 veles más altos. Esto último también lo
incluye consiguientemente los tres nive- observamos en las categorías socioprofe-
les básicos de esta imitación: imitación de sionales: las Categorías más bajas presen-
lo oído al pequeño, la no imitación y la tan porcentajes de imitación con correc-
imitación con corrección. Los datos 'arro- éión mayores que las categorías más 'alfas,
jan una información a nuestro juicio muy que lo hacen en la imitación sin corrección.
interesante. Así tenemos, que, el 68,46
" por Joo opina haber imitado el lenguaje
de su hijo-aunque -corrigiéndolo; el 23,60 3.7. Las primeras palabras -
por lob ha imitado exactamente lo que
oía, y solamente el 5, 39 por loo dice no Hacia los diez o doce meses de edad,
haber imitado nunca el lenguaje de sus aproximadamente, el niño empieza a emi-
hijos. Las madres imitan corrigiendo más tir una serie de vocalizaciones que pare-
que los padres; en cambio, los padres cen corresponderse con vocablos de la
imitan exactamente lo que dice el hijo lengua exposición, el español en nuestro
más que las madres. La no imitación caso. Las primeras palabras en el desarro-
resultó muy baja en ambos sexos y en llo lingüístico del niño marcan de una
proporciones idénticas. Es de señalar que forma más o menos oficial la aparición
del lenguaje propiamente dicho. (Véase la Son numernsos los estudios llevados a *,
Tabla 1 que sigue sobre las etapas del cabo sobre la aparición de tales palabras
desarrollo del lenguaje.) en distintas lenguas, caracterizándose por

TABLA i
Etapas en el desarrollo del lenguaje, papel de la madre en cada una de ellas

Etapas de J. Piaget Etapas lingüísticas Papel de la madre

A) o;o-z;6 Comunicación prelingüística Relación dualista del habla.


Período sensorio-motor. con la madre a través del La madre aparece como el
Desarrollo del sistema llanto, sonrisa, sonidos de primer objeto de amor del
de movimientos y per- placer y displacer durante niño, y también, el primer
cepción. El niño adquie- los seis primeros meses. modelo de habla. La madre
re la noción de perma- Balbuceo (de los seis a lc;, se comunica preverbalmen-
nencia de los objetos. nueve meses). te con el niño a través del
Etapa holofrástica (de los diez tacto, tono de voz, expre-
a los dieciocho meses). Se siones faciales, juego de de-
inicia el desarrollo fono- dos, etc.
lógico. Adaptación natural e imita-
ción entre la madre y su
,hijg; juegos de palabras;',
- -desarrollo de la identifica-
ción recíproca.
La madre suministra «feed-
back» correctivo al niño en
sus tres niveles: fonológi-
co, gramatical y semántico.
B) 46-12;0
Período operaciones con-
cretas.
t. Subperíodo preconcep- Etapa telegráfica. De 1;6 a los Sigue la imitación mutua en-:
tual (1;6-4;o). Comien- z;o el niño dice predomi- tre la madre y el hijo. el
zan las representaciones nantemente frases de dos «feedback» continúa por:
simbólicas. palabras. parte de los que rodean al
Puede referirse ya al pa- De 2;o-3;o su habla es telegrá- niño.
sado y al futuro, aun- fica con más de dos vo-
que las actividades es- cablos.
tán en un aquí y ahora. Entre los 3;o y 4;o las frases
Predomina el juego- se van acercando más a las
simbólico. del adulto.
El desarrollo fonológico que-
da casi completo para los
cuatro años.
a. Subperíodo intuitivo El niño pasa gradualmente de Los primeros modelos del ha-
(4;0-7;o). 'una relación dualista del bla han quedado totalmen-
El niño Cuenta con la habla a otra más pluralista. te internalizados.
percepción inmediata Las emisiones se hacen más El niño se va independizando
para resolver algunas- complejas. Los comple- de- la madre y va dando
tareas. mentos de los verbos se paso al lenguaje de otras
Comienza a desarrollar hacen más frecuentes. personas que le presentarán
el concepto de rever-
, La mera yuxtaposición de fra- modelos de habla distintos.
sibilidad. ses va dando paso a estruc-
Se inicia el juego social. turas más complejas.
Sigue aumentando el vocabu-
lario y el aprendizaje de
términos más largos.
Experimenta con el significa-
do de las palabras.
Continúa el aprendizaje de la
sintaxis y estructuras ora-
cionales.

'1111.1 Etapas de J. Piaget Etapas lingüísticas Papel de la madre

Para los siete años la mayoría


de los niños domina todos
los sonidos de su lengua.
Se inicia el aprendizaje de los
símbolos visuales: lectura y
escritura.
3. Subperíodo de opera- Sigue el desarrollo de oracio- Profesores, personas, radio,
ciones concretas (7;o- nes complejas. El niño TV, libros, etc., se convier-
i z;o). aprende las reglas de trans- ten en otros modelos lin-
El niño aprende la no- formación para insertar güístícos para el niño.
ción de reversibilidad, unas oraciones en otras.
Puede resolver proble- El uso exclusivo de las ora-
mas relacionados con ciones coordinadas da paso
. la conservación de la--al de las subordinadas. Si-
masa, peso y volumen. gue perfeccionando el
aprendizaje de los símbolos
visuales: lectura y escritura.
C) 12;o-16;o Etapa de las intuiciones lingüísticas.
Período de las operaciones El niño puede reflexionar sobre la gramaticalidad de su propia
formales. habla.
El niño aprende la habili- El aprendizaje de la lengua continua,a en todas sus áreas: habla,
dad para usar el pensa- audicion, lectura, escritura. °
miento abstracto. Integración en la estructura adulta de la lengua.
Ya es capaz de resolver
problemas a través de la
reflexión.

la gran disparidad de criterios que se han antes de los diez meses de edad; el 11,73
esgrimido para establecer el paso del por ioo a los diez meses; el 8,o3 por -too
prelenguaje al lenguaje propiamente di- a los once meses; el 9,28 por zoo a los
cho. Porque, efectivamente, la edad de doce meses; el 6,30 por 100 a los trece
aparición de las primeras palabras depen- meses y el 16,28 por ioo no sabe. El que
de de la identificación más o menos muchos padres hayan hecho una identifi-
temprana que de ella hagan los padres y cación tan temprana de la primera palabra
del concepto mismo de palabra. Personal- de su pequeño (antes de los diez meses)
mente he utilizado en otra obra 20 dos se debe, si no siempre en buena parte, al
criterios posibles para la identificación de impaciente deseo que tienen de que el
palabras: a) una sistemática asociación de niño empiece a comunicarse con ellos, lo
fonética y objeto, y b) que dicha fonética que conlleva que efectúen una pronta
tenga un mínimo del 5o por ioo de asignación de significados a emisiones
-identidad con la forma adulta 21 . De los típicas del balbuceo, algunas de las cuales
padres - encuestados no sabemos cuál ha- coincidentes con el habla primera infantil
brá sido el criterio utilizado para la iden- (v.g. papa, pipa). Leopold (1939, '947,
tificación de estas primeras palabras de 1949) en su estudio sobre el inicio del
sus pequeños; lo cierto es que cuando a lenguaje señala cuatro posibles edades:
un padre se le pregunta cuándo dijo su 8, 9, 16 y 17 Meses. *
hijo la primera palabra suele responder
con bastante seguridad. En la tabulación que McCarthy (1934)
hace de una serie de estudios sobre este
Según los datos recogidos en nuestro inicio se observa que la edad más baja del
estudio el 45,35 por too de los padres comienzo del lenguaje es de ocho meses
identificó -la primera palabra de sus hijos Sr la más alta los veinte:

Edad en meses 8 9 lo II 12 13 14 15 16 17 z8 19 20
Número de casos 3 7 13 6j 5 4 1 1 1 0 o 3
-
Pero, como antes indicaba, resulta enor- Estas primeras palabras tienen una do-
memente aleatorio decir el momento exac- ble función. Por un lado, son útiles para
to de aparición del lenguaje, debido a los designar objetos y personas; por otro,
distintos criterios empleados (caso de es- sirven para llevar a cabo una imprescin-
tudio por especialistas) o al afán de una dible interacción social. Parece que los
pronta identificación por parte de los niños pueden utilizar esas primeras pala-
padres que creen oír lo que tal vez no ha bras para una u otra función, lo cual da
sido emitido y que a base de refuerzo lugar a que el elenco varíe de unos niños
consiguen que el niño lo llegue a captar a otros. Según Villiers y Villiers (1980)
plenamente. los niños que aprenden palabras que de-
signan objetos, sobre todo, son niños
Las primeras palabras, según los datos 'referenciales'. En cambio, los que apren-.
recogidos, fueron las siguientes: den palabras para establecer una interac-
ción social son niños 'expresivos' (térmi-
Palabras Frecuencia Porcentaje noscomo adiós, quiero, malo, más, etc.).
Tanto la dimensión referencial como la
Papá 293 40 expresiva son evidentemente un continuo
Mamá 147 • 20 y la mayoría de los niños tiene ambos
Agua 15 2 tipos de palabras en su primer vocabula-
Tata 11 1,5 rio, pero esta clasificación refleja la utili-
Ajo 9 1,23 zación que predomina en cuanto al len-
Pepe 3 0,41
Papas guaje del niño. Con todo, no hay ciiie
3 0,41 olvidat.que el predominio de un lengúáje
Pan z
expresivo o referencial depende en gran
medida del tipo de habla de los padres
respecto a sus hijos. Nelson (1973) opina
Con una sola frecuencia: chacha, Justo, que las madres que hacen más hincapié en
pa, chache, pato, ,guagua, ato (Antonia), cae •enseñar el nombre y cualidades de los
(dormir), Ana, ase, ape (Pepe), caca, caja, objetos a sus hijos tienden a tener hijos
uva, sita, Paco, leche, Mateo, Teodoro, teta, referenciales, mientras que las madres que
tonto, asuquiqui, fajas (gafas), baba, clara, •se orientan hacia el comportamiento de
yaya, papel, ron (ruido de moto), tuna. Lo sus hijos, suelen tener hijos expresivos.
que supone el 4,12 por loo.
Pero, sea cual fuere la función que le
«No recuerda» aparece con una frecuen- asignemos a un determinado léxico infan-
cia de 216 (29,63 por oo). El número til, lo importante es que paulatinamente
total de respuestas emitidas fue de 729. dicho lenguaje se convierte en instrumen-

TABLA 2

Edad •

.,
Años Meses N CI N. palabras Ganancias

8 13 o
lo 17 1 1
1 o 52. 3 2
I ' 3 19 19 /6
1 6 14 22 3
1 9 14 • zi8 96
2 0 25 272 154
z 6 14 446 174
3 o 20 109 896* 450
3 • 6 z6 /o6 1.222 326
4 o 26 109 1.540 318
4 6 32 109 1.870 330
5 o 20 - • /o8 2.072 202
5 6 27 110 2.289 217
6 o 9 la 2.562 273
• Si consideramos a esta edad el número de palabras que el niño es capaz de comprender (vocabulario pasivo), según
algunos autores (Pizzamiglio, :980, por ejemplo), resulta que para los tres años de edad el Caudal pasivo de un niño puede
llegar a to.000 vocablos.
JI
to de interacción entre el pequeño y el bien» para su edad (zz,z2 por too). Esto
mundo que le rodea. Pronto el desarrollo corrobora lo que esta misma categoría
lingüístico va a ser espectacular pasando expresó en el ítem 1, donde figura como
de una media docena de palabras a los la que con más sencillez y brevedad habla
doce meses de edad a más de 1.000 hacia a sus hijos. Lógicamente se espera que a
los tres años. (Véase al respecto la tabla mayor esfuerzo hecho por los padres, los
anterior, tomada de McCarthy (1954). hijos den mejores resultados. Las catego-
Este incremento no lleva siempre el mis- rías IV y VII son las que mejor opinión
mo ritmo de crecimiento individualmente tienen de que sus hijos hablan «bien» para
considerado ni tampoco se ajusta a un su edad, mientras que la VI y IX destacan
modelo colectivo generalizado. Las dife- por mantener la idea contraria. No parece
rencias vendrán dadas por múltiples fac- darse una clara asociación entre la opinión
tores psico y sociológicos entre los que que los padres, en general, tienen del
adquiere especial relieve el entorno fa- lenguaje de sus hijos y la categoría socio-
miliar. profesional a la que pertenecen. Sin em-
bargo, sí se observa culturalmente hablan-
do esta asociación. Así, los niveles más
bajos de estudio, I y II, son los que
3.8. Opinión de. los padres menos creen que sus hijos hablan «muy
sobre el habla de sus hijos bien» para su edad, frente a los niveles
más altos, V y VI, que piensan lo contra-
Las respuestas de los padres a la pre- rio. En cambio, la opinión de que «ha-
gunta de qué opinión tenían sobre el blan mal» aparece con los mayores por-
habla de sus hijos, revela que la mayoría centajes en los dos primeros niveles, I y
(75,21 porzoo) está de acuerdo con el II, figurando con los más bajos en los dos
lenguaje de los mismos dada su edad; el últimos, V y VI. Sobre si hablan «bien»
12,39 por too piensan que hablan muy para su edad, los datos son muy similares
bien para su edad, y sólo el 9,59 por lo° en la mayoría de los niveles, excepto en
cree que el nivel lingüístico del niño no el IV.
se equiparaba con la edad. Pero como
puede apreciarse, la gran mayoría de los La cuestión que aquí no analizamos es
progenitores tiene un concepto positivo si de verdad esta opinión favorable de los
del habla de sus pequeños. Esto, lógica- niveles más altos y desfavorable de los
mente, se corresponde con el esfuerzo e más bajos, es un reflejo de la realidad o
interés que los padres dicen poner en la no. Los niños de los niveles -culturales
enseñanza de la lengua, tal como hemos más altos, ¿hablan realmente mejor que
visto en las páginas anteriores. Idéntica los de los, más bajos? Bernstein, entre
opinión' persiste a' nivel de sexos. El que otros, ha trabajado -ampliamente el tema
los padres opinen en su mayoría que sus y nos ha hablado de'diferentes códigos
pequeños hablan bien para su edad no es según la categoría sociocultural. Véanse
nada nuevo. Todos tenemos la experien- los trabajos de Escámez (1975), Siguan
cia, bien sea directa o indirectamente, de (1979), Bemstein (1960, 1962, i975), Ditt-
lo «bien» que hablan los niños (o nues- mar (1976), etcétera.
tros hijos); sobre todo en las primeras
etapas, donde el desarrollo de la lengua
es espectacular. Dicha opinión —muy 3.9. ¿Obligan los padres á' hablar -
corrientemente formulada por los padres bien a sus hijos?
con -comprensible orgullo, por lo que
creen es señal de buena' inteligencia— no La respuesta a esta última pregunta es
se verá afectada hasta tanto no se dé el rotunda: el 92,97 por loo de los encues-
cotejo con el habla de 'otros niños de tadados responde afirmativamente y sólo
edad similar. Y más seriamente ya en el el 7,03 por loo negativamente. Sin em-
colegio, donde, salvo excepciones, niños bargo, aunque los resultados no reflejan
de la misma clase social o intelectual, una asociación estadística entre exigencia
presentarán un tipo de habla muy seme- por parte de. tos padres de que- sus hijos
jante. pidan las ¿osas por su nombre y el sexo
de aquéllos', parece que las madres son
En las categorías socioprofesionales ob- algo más intransigentes que los varones,
servamos que la I es la que más conven- que se manifiestan más permisivos. El
cida está de que sus hijos hablan «muy que los padres ejerzan o no esta obliga-
ción tiene una gran trascendencia para la limitaciones de los hijos. Desde el punto
evolución del lenguaje infantil y, como de vista social, no parece haber una clara
consecuencia, para otros factores del de- diferencia en el lenguaje dirigido a los
sarrollo posterior del niño. Sirva como pequeños en función del status socioeco-
ejemplo el caso de los mellizos estudiados nómico y el nivel de estudios.
• 'y por Luna (1973) 22.
La razón por la que los padres modifi-
Cuando el análisis del ítem que sirve de can su modo de hablar parece estar en
título, lo llevamos a .cabo bajo la óptica función de las expectativas puestas por
de la categoría socioeconómica observa- éstos en facilitar la comprensión y mir
en-
mos una cierta asociación entre ambas dizaje de la lengua. Esta simplificación
variables. Las categorías más bajas pare- lingüística no es constante a lo largo de
cen ser algo. más exigentes en obligar a las etapas de adquisición del lenguaje,
que sus hijos hablen bien que las catego- sino que opera en razón inversa; es decir,
rías más altas, que se manifiestan menos cuanto menor es el niño mayor será la
exigentes. Lo mismo podemos decir des- brevedad, sencillez y repetición del habla
de el punto de vista del nivel de estudios: adulta. Los datos de que disponemos
los niveles más bajos resultan ligeramente ponen de relieve que los niños suelen
más exigentes con sus hijos. .prestar más atención a un lenguaje sim-
Todos estos datos parecen un tanto plificado, de donde se desprende que a
sorprendentes si los contrastamos con mayor atención infantil, mayor será tam-
otras investigaciones llevadas a cabo, en bién la captación de la lengua. La presen.i
las que se ha confirmado que existe una cia física de ambas partes (padres-hijo)
relación positiva entre clase social y nivel parece ser otro factor importante en -•ell
lingüístico. Según nuestros datos aparece desarrollo lingüístico, puesto que permi-
una clara relación entre nivel socioeconó- ten la adaptación mutua y de forma bidi-
mico y nivel de estudios y actitud hacia reccional. Esto parece tener un carácter
el lenguaje, pero en -sentido negativo; es universal, según investigaciones hechas
decir, a más alto nivel se manifiesta algo por Blount (19-72).
menos preocupación por obligar a su hijo Con referencia a las expansiones sintác-
a expresarse mejor. Esto nos lleva a ticas y semánticas hemos podido compro-
concluir que el mejor o peor desarrollo bar que existe una diferencia en cuanto.a
lingüístico es independiente de la actitud la intensidad y calidad del «feedback»
que los padres manifiesten por el lenguaje entre los padres encuestados. Se han po-
de sus hijos. Esta última afirmación no la dido observar tres niveles en estas expan-
-damos como definitiva, sino que nos hace siones: los que amplían, los que se limitan
plantearnos una investigación más ex- a repetir y los que no responden al
haustiva en este sentido. lenguaje infantil. Afortunadamente, son
más los padres que amplían o repiten lo
.que sus hijos dicen que los cine hacen
4. CONCLUSIONES oídos sordos al lenguaje de aquéllos. Los
mismos datos han puesto de relieve que
Por todo lo expuesto anteriormente mientras las madres se sienten más preo-
cabe extraer un modelo de comportamien- cupadas en realizar expansiones, los pa-
to lingüístico paterno-materno, que dres se inclinan más a repetir lo que oyen
bien no es generalizable a todos los pa- sus pequeños. Las categorías socioprofe-
dres, permite hacer algunas reflexiones. sionales más altas son precisamente las
Hemos podido observar que el lenguaje que peores datos han arrojado en la
dirigido a los niños se ve favorecido por pregunta que inquiría sobre la actitud
la brevedad, la sencillez, la lentitud y la positiva de favorecer las expansiones y
repetición, por este orden; tanto el padre repeticiones. Estos datos pueden resultar
como la madre utilizan estas estrategias. un tanto sorprendentes si tenemos en
Sin embargo, los padres (según su propia cuenta que son precisamente tales catego-
opinión) hablan menos con sus hijos que rías las que deberían presentar mejor
las madres, aunque con una mayor carga disposición a favorecer un mejor ambien-
afectiva. Tanto un sexo como otro, aun te lingüístico.
mostrando pequeñas diferencias entre
ellos, es consciente de la necesidad de En cuanto a la actitud adoptada por los
adaptar su lenguaje a las necesidades y padres ante las preguntas formuladas por 13
sus hijos, se ha comprobado que más de más la corrección fonética que en los supe-
un tercio de la muestra general es favora- riores, donde se aprecia una atención
ble a responder en todas las ocasiones. La . parecida en los tres aspectos.
diferencia entre los sexos no es aquí
significativa. Se aprecia una tendencia a La imitación, por parte del adulto, del
responder «siempre» en las categorías me- lenguaje del niño parece tener también' su
dia y alta. papel en el proceso de adquisición dé la
lengua. Según nuestros datos, el 92 por
El. tipo de respuesta más socorrido a too reconoce haber imitado alguna vez el
nivel general ha sido la concreta; favore- lenguaje infantil frente al 5,3 por upo que
cida por las madres en mayor grado que dicen no . haberlo hecho nunca. Las ma-
los padres, quienes optan más por una dres afirman haber practicado esto algo
contestación más genérica —sobre todo más que los padres, poniéndose esto más
en los niveles de estudio superiores- de relieve en los -niveles de estudios y
excepto.en las "clases más bajas. -.. categorías 'profesionales más bajas.'
En la explicación de términos se ha
comprobado una respuesta masiva favo- Los datos recogidos, sobre la observa-
rable a dicha explicación, siendo los nive- ción de la primera palabra en la evolución
les de estudio superiores los que arrojan lingüística, muestran, una vez más, la
un porcentaje más alto; los padres perte- gran preocupación que los padres sienten
necientes a niveles inferiores presentan por el lenguaje de sus hijos. La gran
porcentajes más bajos debido a las pro- mayoría ha hecho, con criterios más o
pias limitaciones para :llevar a cabo esta menos objetivos, algún tipo de identifica-
tarea. ción de esa primera palabra. En las pági-
nas anteriores ha quedado constancia de
Un 82 por too de la muestra se ha cuándo y qué tipo de palabras han sido
manifestado preocupada por las Correccio- éstas.
nes que los padres realizan del lenguaje
de sus hijos. Sólo un pequeño grupo ha Por lo que respecta a la opinión que a
considerado que era tarea de la escuela. los padres les merece el lenguaje de sus
Y tan sólo un 1,56 por too manifestó no hijos, las tres cuartas partes de los encues-
tener tiempo para esta tarea educativa. tados están de acuerdo en que el nivel
lingüístico alcanzado por aquéllos está en
La preocupación paterno-materna, por consonancia con la edad. Curiosamente,
el lenguaje de sus hijos, reconocida.' am- los padres de niveles de estudios más
pliamente, no tiene idéntica realización en bajos son más conscientes de las limita-
cada uno de los niveles del lenguaje. ciones lingüísticas propias y, como con-
Según los datos de que disponemos,- las secuencia, de las de sus hijos.
prioridades han ido desde la fonética a la
gramática, ocupando la semántica la última Por último, el 93 por too de los padres
posición. Esto es explicable si tenemos en obligan a hablar bien a sus pequeños. De
cuenta que los errores de producción son nuevo, las exigencias lingüísticas, por
más patentes para muchos padres que los parte de las categorías que presentan
errores cometidos en los otros niveles de niveles económicos y de estudios más
la lengua. Hay, sin embargo, una ligera bajos, son mayores que en las más altas.
tendencia en las madres .a corregir los Estos datos parecen ebntrádécir 'otros
defectos gramaticales, mientras .que los estudios que han puesto de manifiesto
padres optan por los cies carácter fonético. una relación positiva entre clase social y
No obstante, cuando los datos son' anali- nivel lingüístico; y entre la actitud de los .
zados a la luz del nivel de estudios se padres hacia el lenguaje de sus pequeños
observa qué en los niveles más bajos priman y el nivel alcanzado por éstos.

Notas
Rogers (1975: 3 15) habla también de esta relación. Escámez ( 1 979) plantea una serie de cuestiones
relacionadas, precisamente, con el problema del rendimiento escolar (y su fracaso) y los factores que con él
se relacionan.
I4 2 Otros autores presentan una tesis opuesta. Piaget sostiene la primacía de lo cognitivo y la
subordinación del lenguaje al pensamiento. Para Pizamiglio (1980) «la capacidad de expresarse verbalmente
no debe identificarse con la capacidad intelectual...; el factor verbal es sólo uno de los componentes de la
estructura de la inteligencia».
3 Algunos investigadores han tratado también este tema de la relación pensamiento-lenguaje: Sapir
(i9z9), Whorf (19 5 6), Bloom, Davis y Hess (i965), Escárnez (1979), etc.
4 Para una mayor profundización en este punto véanse los trabajos de Escámez (i979), Siguán (1979),
Cazden (1968) y Bemstein (1960).
5 J. Esamez en su artículo «Marco teórico de la interrelación lenguaje-pensamiento, medio social y su
incidencia en la educación» (1979), escribe que «es posible que los niños que fracasan en el aprendizaje de
la lengua, sobre todo la escritura, lejos de ser víctimas accidentales de esa enfermedad misteriosa llamada
dislexia, sean víctimas de problemas y desajustes sociales, ya que parece comprobarse que esas perturbacio-
nes expresivas y comunicativas se reducen, de hecho, a las etapas más desheredadas en la población».
El resultado de las encuestas fue analizado por medio de un ordenador marca Sccoinsa, serie
lber-zono, del Centro de Proceso de Datos de Gandía.
7 PIZZAMIGILIO (1980) señala que después de estudiarse en un gran número de niños la influencia de
una serie de variables ambientales sobre el momento de la aparición de las capacidades lingüísticas (tipo de
relación madre-hijo, respuestas de la madre al hijo; presencia o no los progenitores; la clase'sOcial :cle los _
padres, etc.) se ha comprobado que ninguna de ellas es capaz de modificar el momento de la aparición de
tales capacidades lingüísticas fundamentales.
8 PHILLIPS (1 97 5 ) llevó a cabo un estudio experimental en el que trató de testar dos hipótesis, t) los
adultos no hablan a los niños como lo hacen con otros adultos; a) los adultos van acercando su modelo de
hablar hacia el modelo adulto conforme los niños son mayores. Ambas hipótesis fueron apoyadas por datos
recogidos para el estudio.
9 CHERRY y LEWIS (1979) llevaron a cabo un estudio sobre la interacción madre-hijo demostrando que
ésta variaba según el sexo del pequeño. Concretamente las madres hablaban más cuando se dirigían a sus
hijas les hacían más preguntas, repetían las preguntas de sus pequeñas más a menudo y utilizaban frases.
más largas que cuando se dirigían a sus hijos, con quienes utilizaban un lenguaje más directivo. FRASER y,
RC/BERTS (1975), por el contrario, señalan que el sexo del pequeño no es fundamental; sí, en cambio, su
orden en el nacimiento. Es decir, a medida que el niño tiene más edad, las madres le hablan más, las frases
son más largas y gramaticalmente más complejas, el vocabulario que se utiliza es mayor, etc. La diferencia
en el lenguaje dirigido a un niño de un año y medio y el dirigido a otro de dos años y medio es así
marcadamente distinto, independiente del sexo. CHERRY (s975), que analizó la interacción entre profesores
y el sexo de los alumnos, observó, sin embargo, que los profesores (a nivel de párvulos) promovían más el
diálogo y utilizaban oraciones para llamar la atención más frecuentemente cuando hablaban con niños que
cuando lo hacían con niñas, con las que, en contrapartida, utilizaban más expresiones de aquiescencia que
con aquéllos.
lo Puesto que el término «padres» hace referencia tanto al plural masculino como genésico, a lo largo
del presente trabajo nos referiremos al plural de «padre» con la voz en cursiva (v. gr.: padres=masculino).
II Los puntos b, c y d serán tratados más adelante.
12 Según estudios realizados, esta adaptación parece implicar la utilización de más sustantivos y verbos
concretos (palabras abiertas) y menos funcrivos (palabras cerradas).
13 BLOUNT (1971) y KELAMN (1964) señalan también que las modificaciones en el modo de hablar no
parecen exclusivas de las culturas occidentales. Según Rondal (19772) las modificaciones no son exclusivas
del lenguaje dirigido al niño normal. Los padres de hijos deficientes también llevan a cabo modificaciones
en la simplificación del habla que dirigen a sus pequeños. if
!
H CROSS y MORRIS (1980) testaron las hipótesis de Sno .v., sobre la adaptabilidad que los padres hacen
de su lenguaje según la edad de los pequeños. Para esto compararon el lenguaje de madres de niños de uno
y dos años. Los resultados demostraron que, efectivamente, las madres hablan de forma más simple
conforme el niño es más pequeño.
13 Por contraste diremos que otras investigaciones han demostrado que un exceso de simplificación del
lenguaje dirigido al pequeño produce efectos contrarios a los pretendidos.
16 Los números romanos indican la categoría socioeconómica y el nivel de estudios. Véase para ello el
Apéndice II.
BERNSTEIN y colegas en sus estudios sobre los códigos lingüísticos usados por los suietos, según las
distintas clases sociales han hallado que las personas pertenecientes a las clases sociales inferiores Utilizan
menos el lenguaje para comunicar sus intenciones y puntos de vista, o para explicar y comentar los motivos
_por los que hacen , las cosas o no las hacen. Las comunicaciones que establecen con los niños se limitan a
especificar las cosas que deben hacerse y las que no deben hacerse, sin dar más explicaciones. Las
interacciones entre padres e hijos se basan más en comportamientos y comunicaciones verbales poco
elaboradas que en un lenguaje rico propio de las clases más elevadas. Es evidente, que los niños expuestos
durante sus años preescolares al código restringido se van a encontrar en desventaja frente a los de las clases
más elevadas; sobre todo teniendo en cuenta que muchos textos y muchos profesores utilizan un lenguaje
más elaborado que el que el niño de clase baja encuentra en su hogar y medio ambiente.
II Según Rondal (1980), los padres suelen tolerar las imperfecciones del lenguaje. Algunas imperfec-
ciones formales son admitidas más que otras durante un intervalo de tiempo, a veces demasiado largo, hasta
que el adulto responsable de la educación del pequeño decide más o menos conscientemcnte, que ya no son
admisibles.
i' (1976) en su estudio sobre los procesos de interacción madre-hijo concluye que las madres
enseñan activamente todos los aspectos de la lengua, incluida la sintaxis y la morfología. La interacción
madre-hijo la describe como un sistema autorregulado y relativamente cerrado. Es más, estos procesos de
enseñanza-aprendizaje afectan de forma significativa al proceso de la adquisición de la primera lengua.
20 F. HERNÁNDEZ PINA: Teorías psitosociolingültticas _y su aplicación a la adquisición del español COMO lengua
materna. Siglo XXI (en prensa).
if
Debemos señalar que las primeras palabras no deben interpretarse tal y como vienen dadas en los
diccionarios, debido al significado tan amplio que tales términos implican para el niño. Es decir, al comienzo
del desarrollo del lenguaje las palabras tienen para él un , significado muy amplio y las suelen aplicar a
situaciones muy diversas; más tarde, este significado se va restringiendo de forma progresiva hasta hacerse
igual que el del adulto.
22 Para este autor el habla es un factor importante en el desarrollo de las estructuras y la formación de
los conceptos; no sólci es un medio de generalización, sino, además, la fuente del pensamiento. Es decir, el
lenguaje adquiere una . función regulativa y tiene el poder de coordinar, establecer y facilitar otras formas
de comportamiento. Pues - bien, en su obra Lenguaje y desarrollo intelectual en el niño, nos relata
un experimento propio sobre unos mellizos cuya interacción comunicativa se realizaba fundamentalmente
a través del gesto, encontrándose su lenguaje muy retrasado debido a razones de tipo psicológico y social
(el hecho de ser mellizos y estar siempre juntos hacía que no les resultase imprescindible la lengua para .
jugar entre sí). Su lenguaje y comportamiento sufrían de este modo un retraso de dos años. En el curso de
." diez meses, tras un intenso entrenamiento, Luna fue capaz de conseguir que estos mellizos alcanzaran el
nivel de habla normal propio de su edad. El tratamiento para lograr este cambio consistió en separarlos y
mandarlos a clases distintas, ayudando a uno de ellos con clases de conversación y al otro no. El resultado
fue ligeramente más favorable érí el Caso primero, pero las diferencias entre ambos.después de este período
„de entrenamiento fueron exiguas , comparadas con.loscambios operados desde el comienzo del experimento
. hasta erfinal. Todo esto llevó a Lucia a la conclusión de que el habla influye directamente en la formación
de la actividad compleja humana. Que el lenguaje (el segundo sistema de -señales) introduce un .nuevo
principio de actividad nervinsa abstracción— y con ello la generalización de las señales precedente
elevando los procesos mentales hasta un nuevo nivel.

Resumen
Uno de los aspectos de la adquisición del lenguaje menos estudiado ha sido e/de las tonductas.lingüírticas de los padres.
El presente trabajo trata de analizar cuáles son/das conductas), su realización en ambos sexos (padre_y madre), en las
distintas profesiones] niveles de estudio. Para ello se pasó una encuesta a f7f padres de la región de Murcia. Los resultados
nos han permitido extraer un modelo do comportamiento lingüístico paterno-materno que, si bien no es generalizable, nos
permite hacer algunas reflexiones" saber más aterra de cómo los padres hablan a sus hijos.

Summar,
Parental linguistit behaviour towards their children has been one of the most neglected aspects of child language
atquisition, In Ibis paper the autbor survgs different linguistic patterns of parents from the Regia; of Murcia (South
Eastern Spain) according to their cultural and profesional background. While no general condusion can be reached, some
interesting points emerge as to the way «Murdanos» think thg react to their children's speech.

R.ésumé
La conduite lingaistique des parents a été un des aspects moins 'étudié dans facquisition du langage enfantin. Le trovad
a en j:our but analyser ces conduites et leer réalisatiats dan: les deux sexes (pire et mire) et pour les différentes proteína::
et niveaux d'études; pj pardas de la Región de Murcia (Sud-est de l'Espagne) ont été enquétés. Les résultats obtemes
nous ont permis d'établir un ntodéle.de conduite linguistique des parents qui, san: étre généralisable, nous permet de faire
quilquesreflexions et connaitre mieux la fafoit dont les paren.': parlent á leur enfants.

Referencias
BEI.I.UGI, S.: «Learning the language.» Pgchology Today, 1970.
BF.I.I.UGI .GLEASON, J.: Codesswitthing and ¡he way adults talk lo children. Paper presented at Linguistir ¡ni:. of
América. Buffa lo, Nueva York, 197t. Citado por J. A..Rondal (1980).
BERNSTEIN, B.: «Language and Social Class.» British Journal of Sodology, 1960, 12.
BERNSTEIN, B.: Class, code: and control: theoretital studies towards a sociology of language. Routledge and Kegan,
1971 (tres volúmenes).
131.00m, B. S.: Stabilig and change in buman tharatteristics. Nueva York, Wiley, 1964.
Bt.00m, L.: One wora' at a time. Mouton, The Hage, 1971.
131.00m, B. S.; A1.1.ISON, D. y Huss, R.: Compensato7 education for cultural deprivation. Nueva York, Chicago,.
San Francisco, 1961.

f6 I31.ouNT, B. C.: «Parental Speech and language acquisition: some luo and samoan examples.» Anthropological
Linguistie, 1972, :4.
BLOUNT, B. C., y PADGUG, E. J.: «Prosodic, paralinguistic and intcractional fcatures in parcnt-child
specch: F.nglish and Spanish.» _purria/ Child Language, 1976, 4.
B R O NFENBRENNER, U.: «The origins of alincation.» Scientific American, t974, 231 (2).
Birosx'N, R., y BEI.I.UGI, U.: «Three processes in the child's aCqUiSitiOn of syntax.» En Lenneberg, E. H.
(ed.) New direction in ¡be :Ud) of language. Cambridge. Mass. M. I. Press, 1964.
BRowN, R.; CAZDEN, C., y BE3.3.uoi-KLimn: «The child's grammar from I to III.» En R. Brown.
Putholinguislics. Nueva York, Free Press, 1969.
CAZDEN, C.: «Three sociolinguistic views of the language and specch of lower-class children —with special
attention to the work of B. Bemstein.» Developmental Medical Cbild Neurology. 1968, zo.
CAZDEN, C.: Environmental a:si:tante to the rbilis acquisition of grammar. Tesis doctoral inédita, Harvard Univ.,
1965. Citado por R. Brown, Prycholinguissics, Nueva York, Free Press, :969.
CLARK, E.: «What's in a word?» On the child's acquisition of semantic in his first language. En T. Moorc
(cd.) Cognitive development and the acquisition of language. Nueva York, Academie Press, 1973.
CROSS, T. G., y Nimios, J. E.: «Linguistic feedback and maternal specch: comparisons of mothers
addressing infants, one-year-olds ant rwo-year-olds. First Language, 1980, t.
CHERRY, L.: «The preeschool teacher-child dyad: sex differences in verbal interaction. Child Development.
'97Si 46-
CHERRY, y LEWIS, M.: «Mothers and two-year-tilds: a study of sex-diferential aspects of verbal interaction.»
Development Prythology, i976, 22.
DALE, P. S.: Desarrollo del lenguaje. Un enfoque psicolingiiütico. México, Trillas, 1980.
DIrrmAN, N.: Sociolingiiírtita. Londres, Arnold, 1976.
Dot3O1.As, J. W. B.; RosS, J. M., y SimPsoN, H. R.: our featur. London, Peater Davies, 1968.
EDE, J., y WILLIANISON, J.: Talking, listening adn learning. Londres, Longman, 1980.
ESCÁNIEZ SÁNCHEZ, J.: «Marco teórico de la interrelación lenguaje-pensamiento, medio social y su
incidencia en la educación.» Departamento de Pedagogía Sistemática. Univ. de Murcia, 1979.
FERGUSON, C.: «Baby talk in six languages.» American Anthropologist. 1964, 66.
FERGUSON, C., y SNOW, C. E. (eds.): Talking to children. Londres, Cambridge Univ. Press, 1977.
FRASER, C, y ROBERTS, N.: «Mothers Speech to children of four different ages.» JoRrnal of P.rycholinguistir
Research, :975, 4.
GiArrit•30, J., y HOGAN,J. G.: «Analysis of a futher's speech to his language-leaming child.» Journal of
Speech and Hearing Disordersr. :975, 4o.
HERNÁNDEZ PINA, F.: Toería psicosociolingüística y su aplicación a la adquisición del español tomo lengua materna.
Madrid, Siglo XX (en prensa). •
HENDERSON, D.: «Contextual specifity, discretion and cognitive specialization with special reference to
language.» Sociology, 1970, 4. •
HOWE, C. J.: «Learning language from mothers'replies.» First Language. 1980,
LiwooN, D.: Social cías:, language and education. Londres, Routledge and Kegan Paul, 1968.
LEOPOLD, W. F.: Speech development of a bilingual child: a linguittic's retord. Tres volúmenes. Evanston,
Northwestem, University Press, t939, :947, 1949.
LONCFIURST, T. M., y STEPANICH, L.: «Mother's speech adressed to one-tow and three-years-old normal
children.» Chi/a' Study Journal, 1975, I.
LURIA, A. R.: «The directive function of speech in development and dissolution.» Word, 1 961, 17.
LoRIA, A. R., y YUDOVICH, F.: Lenguaje) desarrollo intelectual en el niño. Madrid, Pablo del Río: z978.
McCÁRTuri, D.: «Language Development in children.» En L. Carmichael. Manual of child pychology. Nueva
York, John Wiley and Sons Ltd., 1954.
MOERK, E. L.: «Verbal interaction betwcen children and their mothcrs during the preeschool ycars.»
Development Prychology, :975, II.
MOERK, E. L.: «Process of language teaching and training in the interactions of mother-child dyads.» Chile!
Development, 1976, 47.
;MORRIS, R.: Standards and Progress in Reading. Londres, NFER, 1966.
NELSON, K. E.: «Structure and strategies in learning to talk.» Monographs of the Soriety for Research in Chile!
Development, 1973, 38.
NElsoN, K. E.: «The nominal shift in scmantic-syntactic development.» Cogniiive Pucholog,y, ¡975,7.
PEER, G. F.: The Plowden Children jour year later. Londres, NFER, 1971.
PHILLIPS, J. R.: «Syntax and vocabulary of mothers speach ro young children: age and sex comparisons».
Child Development, 1 973 , 44.
L.: «Desarrollo del lenguaje.» En Enciclopedia Temática de Psicología. Madrid, L. Ancona Herder,
I9so.
REFirsiss:v, F., y HANKS, C.: «Father's verbal interaction with infanta in the first three months of life.»
chim Development, 1971, 42.
R EICH LE, J . E.: LONGHURST, T. M., y STEPANICH, L.: «Verbal interaction in mother-child dyads.»
Development Puchologic, 1976, 12.
M.: La adquisición del lenguaje. Barcelona, Herdcr, 1975.
ioilas, S. (cd.): Children and Language. Londres, Oxford University Press, 1975.
ft< I NDA I., J. A.: Unguaje y Educación. Barcelona, Médica y Técnica, 1980.
A PI R , E.: Language, Londres, Rupert Hart-Davis, 1929.
SEITz, S., y STE\x'AsT, C.: «lmitation and Expansion: some development aspccts of mother-child
communication.» Development Ptychology, :975, I/.
S IGUAN, M 1-el:guaje y clase social en la infancia. Madrid, Pablo del Río, 1979.
;I•oliiN, D.: «lmitation and grammatical development in children.» En N. S. Boutler y H. Osser (eds.).
Contemporag. issues in development pybology, Nueva York, Rinehart and \Winston, 1968.
iN(n.v, D.: «Mothers' speech to children learning language.» Cbild Development, 3972, 43.
C.: «The development of conversation betwcen mothcrs and babies.»Journal of Chi/a' Language, , 9 76, 4.
SNoW, C.; ARLAM-RUPP, A.; HASSING, H.; JeuesE, J.; joosTEN, J. y VORSTF.R, J.: «Mothers' speech in
thrce social Class.» fournal of Pucholinguistit Restare'' , 1 9 76, J.
P. A., y J. G. VILLIERS: Primer lenguaje. Madrid, Morata, 1980. .
VVCIOTSKV, L. S.: Tbonght and Lansuage. Cambridge, Mass: M. 1. T. Press, 1962.
WEisr, R., y KRUPPE, B.: «l'arene and sibling comprehension of children's speech.» fonema, of Poyholingseisiit
Researth, 1977, 6.
WEIST, R., y STEBB1NS,P.: «Adule perception of children speech.» Prychononeit Stiente Journal, 197z, 27.
WIIORF, 13. L.: Language, thought and reality, Nueva York, Wiley, 1:956.
WVATT, G. L.: Language learning and Communitation disorders in chibiren. Nueva York, The Free Press, 1969.

Apéndice I
i. ¿Qué hacía usted cuando su hijo empezó a hablar?
i. Le hablaba despacio.
a. Las frases eran breves.
3- Buscaba frases sencillas.
4- Repetía la misma frase, o frases parecidas, para hacerse comprender mejor por su
hijo.
5- Siempre le he hablado de manera como haría con los hijos un poco mayores.
6. No me preocupaba hablarle de una determinada manera.
7. No sabe o no recuerda.
8. NC/ND.
a. Cuando su hijo tenía dos años de edad, ¿qué recurso empleaba ron más frecuencia?
t. Repetía lo que decía su hijo.
z. Ampliaba lo que decía su hijo.
3. No respondía a las preguntas de su hijo.
4. Le contestaba, pero sin hacer referencia al modo de hablar de él.
5. No recuerda.
6. NC/ND.
3. ¿Imita o ha imitado usted las palabras que oía a su hijo? (por ejemplo, si dice —o decía—
«cheche» por leche, decía usted «quieres cheche?». Este procedimiento:
t. Era natural.
z. No lo hacía nunca.
3. Le decía la expresión correcta: leche.
4. NC/ND.

4. Durante el primer año de vida de su hijoj a pesar de que pensase que no le entendía:
i. Hablaba mucho con él.
a. Hablaba algúnas veces.
3. Le mostraba cariño, pero no hablaba casi nunca.
4« NC/ND.

5- ¿.A qué edad cree usted que pronunció su hijo su primera palabra?
i. Antes de los diez meses.
a. A los diez meses.
3. A los once meses.
-4- A los doce meses."
5. A los trece meses.
6. No se sabe.
7. NC/ND.

¿Recuerda usted la palabra que fue?

7 . ¿Cuál es su actitud cuando su hijo se dirige a usted?


1. Le contesta siempre a las preguntas que le hace.
a. Se las explica algunas veces.
3. No le contesta.
4« Se las explicaría, pero no sabe cómo hacerlo.:
5. Le explica las palabras de las que el niño no conoce el significado.
6. Considera no conveniente explicarle algunas palabras.
7- Su hijo utiliza palabras o expresiones que usted desconoce.
8. Aunque usted las conozca no se las explica.
9- NC/ND.
8. ¿Cuál es la actitud respecto a las expresiones del lenguaje de su hilo?
i. Le corrige cuando oye pronunciar mal una palabra.
z. Le corrige cuando construye mal un verbo (ejemplo, «no cabo» en lugar de «no
quepo»).
3- Le corrige cuando utiliza una palabra equivocada para designar una cosa.
4. No está preparado para corregir los defectos del lenguaje.
S- Piensa que la corrección debe hacerse en la escuela.
6. No tiene tiempo para dedicarse a esas tareas educativas.
7- NC/ND.

9- Si su hijo ve un clave/ y pregunta qué es, ¿qué le respondería usted?


i. Una flor.
z. Un clavel.
3- No sabe.
4- NC/ND.
t o. ¿Obliga usted a su hijo a que pida las cosas hablando) no con gestos?
I. Sí.
z. No.

it. Cree usted que su hijo habla:


. Muy bien para su edad.
z. Bien para su edad.
3. Mal para su edad.
4. No sabe.
5 . NC/ND.

Apéndice II
Categoría socio-profesional del padre o cabeza de familia

I. Propietario agrícola (grande o pequeño)


II. Empresario, directivo, alto personal de la industria y los servicios
III. Profesión liberal •
IV. Pequeño empresario, comerciante
V. Trabajador por cuenta propia
VI. Cuadro medio (técnico, perito, etc.)
VII. Propietario agrícola (pequeño)
VIII. Empleado, administrativo, pequeñó funcionario
IX. Obrero (no cualificado) de industria, agricultura o servicios
X. NC/ND

Nivel de estudios al que ha llegado

I. Sólo lee y escribe o menos


II. Primarios (EGB)
III. Bachiller elemental, Formación Profesional
IV. Bachiller superior, BUP, COU
V. Estudios medios
VI. Estudios superiores
VII. NC/ND.

Potrebbero piacerti anche