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Freud se va a preguntar ¿De qué modo podemos llegar a conocer lo inconciente?

después de que ha experimentado una trasposición o traducción a lo conciente . El


trabajo psicoanalítico nos brinda la experiencia de que esa traducción es posible.
Para ello se requiere que el analizado venza ciertas resistencias, las mismas que
en su momento convirtieron a eso en reprimido.
Va a decir que es necesario porque los datos de la conciencia son altamente
incompletos. Existen actos psíquicos cuya explicación presupone otros de los que
la conciencia no nos ofrece testimonio alguno.
Y legítimo porque para establecerla no nos apartamos de nuestra manera de
pensar corriente. La conciencia nos procura datos de nuestros actos y estados
anímicos. Que los demás también la poseen es un razonamiento analógico.
La metapsicología es posescritura de algo que se ha notificado en la escucha
clínica, ese real oído requiere un pensamiento. Allí se legitima el psicoanálisis
como ciencia.
La especificidad de esta episteme es su objeto, el inconsciente. Por no existir vía
regia hacia la verdad, lo que guía es el trabajo metapsicológico. Trabajo de
reanudación incesante, alimentándose con el vigor de la experiencia clínica,
siempre renovada.
Freud propone hablar de presentación metapsicológica cuando logramos describir
un proceso psíquico bajo las relaciones dinámicas, tópicas y económicas.
Tópica: supone una referencia espacial, pensar los procesos en términos de
traslación o pasaje de un lugar a otro. (F. espacio estructural)
Económica: confirma la búsqueda de un homogéneo cuantitativo por oposición a
una racionalidad de la cualidad. Cuantificar equivale a reducir a lo “mismo”. El
trabajo psíquico es la consecuencia de una exigencia económica del exceso de
energía. (F. psicométrico)
Dinámica: introduce nociones de oposición de fuerzas conflicto, represión, se trata
de alternativa de satisfacción entre fuerzas incompatibles que culmina en
formaciones de compromiso.
El núcleo del Icc consiste en agencias representantes de pulsión que quieren
descargar su investidura; por tanto, en mociones de deseo. Estas, están
coordinadas entre sí, subsisten unas junto a las otras sin influirse y no se
contradicen entre ellas.
Prevalece en el Icc una movilidad mucho mayor de las intensidades de
investidura. Por el proceso del desplazamiento, una representación puede
entregar a otra todo el monto de su investidura; y por el de la condensación, puede
tomar sobre sí la investidura íntegra de muchas otras. Propone ver estos dos
procesos como indicios del llamado proceso primario.
Dentro del sistema Prcc rige el proceso secundario; toda vez que un tal proceso
primario le es permitido jugar con elementos del sistema Prcc, aparece como
“cómico” y mueve a la risa.
Los procesos del sistema Icc son atemporales, es decir, no están ordenados con
arreglo al tiempo, no se modifican por el transcurso de éste ni. También la relación
con el tiempo se sigue del trabajo del sistema Cc.
Tampoco conocen los procesos Icc un miramiento por la realidad. Están
sometidos al principio del placer, su destino sólo depende de la fuerza que poseen
y de que cumplan los requisitos de la regulación placer- displacer.

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