política y libertad 24 Abr 2020 - 12:00 AM Por: Francisco Gutiérrez Sanín
Los Estados Unidos ya pasaron la barrera de los 45.000 muertos por el
coronavirus. Es apenas el comienzo. Trump anunció en uno de sus tantos eventos públicos que, según un modelo matemático hecho en alguna universidad, la potencia del norte podría terminar sufriendo 200.000 muertos por la pandemia. Si he logrado entender bien la lógica del brutal mandatario gringo, esa referencia le permitirá decir que lo hizo magníficamente si no se alcanza esa cifra.
Esto muestra que Trump es perfectamente capaz de usar instrumentalmente la ciencia y a los expertos, y de pavonearse por la capacidad del aparato productivo de su país (“haremos más pruebas que nadie”). A la vez, está vinculado íntimamente a corrientes políticas que repudian la ciencia , en esencia, por las mismas razones por las que rechazan cualquier asomo de regulación estatal. Tal confluencia se pudo observar en las coloridas manifestaciones contra el confinamiento, apoyadas más o menos abiertamente por Trump y protagonizadas sobre todo por blancos furiosos, algunos de ellos portando armas largas. El foco de las protestas era el rechazo a la restricción de sus “libertades” y la exigencia airada de la devolución de sus derechos ciudadanos. Imposible olvidar la imagen de la mujer gritándole al especialista de la salud que trataba de proteger el aislamiento social que, si le gustaba tanto el comunismo, se fuera a la China. Algunos también portaban consignas que inevitablemente evocan un sórdido y aterrador pasado: “Sacrifiquen a los débiles”. No, no es una extravagancia marginal: ¿se acuerdan de que hace poco el gobernador de Texas afirmó que los viejos deberían autosacrificarse para que pudiera funcionar la economía? Y aunque sus declaraciones típicamente tuvieron lugar en un ambiente de mojiganga –de inmediato cientos de personas salieron en las redes sociales a recordarle que él mismo no es un jovencito-, no dejan de constituir ya una suerte de normalización de una lógica de eliminación de la gente incómoda. Sabemos por desgracia que esta clase de cosas generalmente tienen consecuencias.
Sin embargo, aquí hay —con respecto de lúgubres experiencias del siglo XX— tanto de continuidad como de cambio. La derecha que —apoyada en redes religiosas, televisivas y radiales— azuza las manifestaciones anticonfinamiento en Estados Unidos sigue a rajatabla una agenda individualista, tradicionalista y de defensa de la Constitución, algo muy diferente de lo que abanderaron los fascistas y los nazis en su momento. El derecho a tener su religión, a cultivar sus propias creencias y a expresarlas públicamente, así como a portar sus armas (la famosa segunda enmienda), todo esto sin interferencia gubernamental, son sus puntos de referencia. Su retórica pública es una de defensa de derechos y de pluralidad de saberes en el espacio público. ¿Quién es usted —se ha preguntado y se sigue preguntando— para imponerme su convicción de que el darwinismo es la única teoría apropiada para explicar la evolución de las especies? ¿No tengo el derecho a educar a mis hijos en otras creencias, igualmente aceptables? ¿Por qué diablos he de creer a los expertos, si yo también tengo una opinión respetable?
Varios años antes de que Trump llegara a la escena política, operaba ya una fuerza —el Tea Party, cuyo nombre es una referencia a los supuestos principios fundacionales estadounidenses— que había adquirido enorme poder dentro del Partido Republicano. Trump no tiene ninguna posibilidad de salir elegido si no cuenta con su apoyo. Pero además de esto, es en buena parte a partir de esa retórica del Tea Party que ha podido ir construyendo una nueva política de la verdad, cuyo máximo y, hay que decirlo, brillante exponente es quizás su asesora presidencial Kellyanne Conway (¿recuerdan? Trump no miente, solamente se refiere a hechos alternativos).
Estas locuras matan. Lo vemos ya en la catástrofe en desarrollo en los Estados Unidos. Derivas autoritarias y libertarianismo extremista y excluyente (a veces unidos) nos amenazan...
baraban_1641 24/4/2020 - 6:49 am
Juan A. Gimeno Ullastres. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Catedrático de Economía Aplicada de la UNED desde 1986, universidad de la que ha sido rector entre 2005 y 2013 : «Esta crisis, por tanto, no es un accidente sino una demostración de una enfermedad de fondo del sistema económico y productivo. Hoy como nunca se hace evidente que el mercado liberal no tiene instrumentos para hacer frente a situaciones como la presente. La covid-19 nos ayuda a comprender que necesitamos Estados fuertes y políticas que pongan en el centro la preservación de la vida y la dignidad humana. La salida de esta situación puede inclinarse por apostar por la vida… o volver a la especulación, a la inestabilidad, a la desigualdad y a la inseguridad. No se trata de elegir entre salud o economía. La disyuntiva es una economía centrada en la dignidad para todas las personas, o una economía especulativa para una exigua minoría».
julioh78_181351 24/4/2020 - 7:24 am Poca o ninguna diferencia existe entre los ultraderechistas Trump y Bolsonaro, que envían al pueblo al holocausto en defensa de los mezquinos intereses privados y Alvaro Uribe, que combate la paz por la misma razón, es decir en defensa de los intereses de los grandes terratenientes y latifundistas. La pandemia y la guerra poco importan cuando no afectan las finanzas de los grandes financieros. ¿El pueblo...? ¿De qué me hablas, viejo?
rdiazl_5842 24/4/2020 - 7:45 am La semana pasada no pude leer su columna porque comenzó afirmando que pertenece a una secta. No es de intelectuales, académicos o científicos serios andar creyendo en supersticiones, brujerías, en dios o en el demonio. No me cabe en la cabeza que gente ilustrada de cabida a creencias contrarias a la razón. Claro, hay espíritus malignos como Pablo Escobar, Álvaro Uribe, Hitler, Stalin, etc. Dejo eso de lado y retorno a leerlo profesor Gutiérrez Sanín.
alvayala51_12200 24/4/2020 - 8:53 am Aunque sea difícil creerlo, existen tipos como Trump que creen que es bueno que mueran algunos..( como pensaban los seguidores de Hitler y Musolini), para "mejorar" la calidad de vida de los que queden. Claro, los que mueren, en su inmensa mayoría, son los más desvalidos. Y aquí en Colombia, para la muestra un botón, pregúntenle a la Cabal.
dairogonzalez1950_17568 24/4/2020 - 5:36 pm Seguramente ya están por salir ciertos, Chafarotes, Mercachiflex y Tontos de Capirote, con sus comentarios vacuos, vacíos y fuera del Tema!!!, o sean de esos que montan en la, !Bodeguita furibestia!, y a los que mejor es no darles importancia, cierto mis apreciados amiguis de el FORO ?
carlosmoralej_406773 24/4/2020 - 9:30 am Pacho, grácil historiador del dia de ayer, en elegíaca pose da en cuestionar al blancaje gringo y a su portaestandarte, el hirsuto Caligula moderno, Trump , ¡uy, uy, uy, qué susto pa' ellos! Y olvida q' los WASP gringos tiene su propio estilo de matar pulgas. Entre dilucidar el dilema de sí primero echar las cartas de reactivar la economía o encerrarse más en el confinamiento, y más alla de ampulosas teorías sobre el virulento neoliberalismo y decaída del prepotente capitalismo de occidente, y ante una simple e inusitada manifestación de la natura q' cada cual defina en qué palo quiere q' lo ahorquen. Este es un mediatismo loco, pues a un asunto o problema de salud pública global ya le quieren agregar un cataclismo del sistema económico como sujeto pasivo o material q' igual lo determina. Estamos locos, Lukas. Y en eso ayuda un poquitico a empujar Pacho.
julioh78_181351 24/4/2020 - 11:02 am La godorrea retrógrada acusa a los progresistas de ser los causantes del atraso colombiano. Eso es tan absurdo como acusar a los científicos de ser los culpables del atraso de la ciencia, y tan infame como acusar a los bomberos de ser los causantes de los incendios.
colombiamada_31155 24/4/2020 - 1:09 pm Y estarían matando a los propios Estados Unidos. https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/los-estados- divididos-america-dsa-vs-usa
zeksalev_5755 24/4/2020 - 1:25 pm Profesor Sanín, cordial saludo. No voy a polemizar. No. Me referiré simplemente a estadísticas. Dice Usted que en E.U., hasta el momento, se han contabilizado "45 mil víctimas de coronavirus", eso corresponde al 0,012 % de la población que es de 328 millones. Y que, el infame de TRUMP plantea la cifra probable de 200 mil muertes que correspondería al 0,062 % de la población total. Si trasladamos estas estadísticas a Colombia, con 50 millones de habitantes, las muertes probables serían 5000 personas, en el primer caso; en segundo, que es una proyección, 30.000 fallecidos. Si las muertes derivadas del virus ocurrirán (sean 5 o 30 mil). Cabe preguntar: ¿La cuarentena general, aislando a la población, sana y enferma sin distingos, no es una política de avestruz, que no soluciona nada? ¿Por qué no enfrentamos la pandemia como lo ha hecho la medicina, a través de los siglos,aislando a los enfermos (curándoles) y con medidas de salud preventiva, a los sanos? ¡Hay que acabar con el terror, la zozobra y el hambre que está causando la cuarentena!
sergiohenao2003_3490 24/4/2020 - 3:17 pm Porque este virus no es cualquier virus, y no se puede aislar a todos los que están contagiados y no muestran síntomas ni tampoco tenemos capacidad para realizar pruebas aleatorias día por día como Alemania o Taiwán o Hong Kong. Simple.
gavillavelasquex_2045 24/4/2020 - 10:46 pm ¡Respirá, viejo, respirá; acércate al niño. Escúchame: te contaré la historia del ser humano. Al principio no había nada. Al principio todo fue bueno. La naturaleza avanzaba. Entonces el hombre aterrizó en sus grandes zapatos. Con sus piesotes dándole patadas en la cara a todo lo demás para ganar respeto. Y comenzó a trazar senderos unidireccionales. Y, claro, ahí estáns: las señales de tránsito en la llanura se han multiplicado; y todos los elementos han sido dominados.~~~En dos etapas -en tres movimientos- la historia duplicó su velocidad. Su vértigo. Por eso el "mañana" no será ese día cuyos males podamos revertir, porque incluso ya empezamos a contaminar hasta el desierto. Sin embargo, viejo, tienes que respirar... si podés, que eso ya es mucho decir. No te vas a morir de risa, y eso también ¡ni qué decirlo! ~~~En unos años nos habremos comido la última hoja verde del planeta. Y tus nietos vendrán al mundo con un solo ojo. Justo en el medio de la frente. Y te van a preguntar: -"¿Por qué tienes dos ojos?" (y va pasarás por un idiota) Hermano: te van a decir "¿Cómo pudieron dejar que todo esto sucediera?...¿fue que no vieron? ¿nada? ¿entonces pa'qué dos putos ojos?". No importa cómo te vas a defender; explícales en voz baja: -"Pibes, pero es que no es mi culpa. Es culpa de los antiguos"; sin embargo, no quedará nadie para lavarte las manos. Les tendrás que contar el momento en que podías comerte un banano tirado, ahí, fresco, sobre la hierba.
gavillavelasquex_2045 24/4/2020 - 10:13 pm Y que había animales por todas partes en los bosques y en las selvas. Recordá, viejo: no te vas a morir de risa; bueno, eso no hay qué decirlo. Acordáte también que tenés que respirar, porque mañana esto va a empeorar.~~~~La peor parte de esta historia es que somos esclavos. Esclavos en cualquier lugar, que ya todos los lugares son sórdidos. Esclavos - aquí y ahora- incapaces. ¿Cómo diablos podemos mirar los árboles que quedan y no sentirnos culpables? Medio desarmados, cien por ciento miserables. ~~~Así, pues, viejo que de eso se trata todo esto que nos está pasando: la historia del ser humano. Nada bonito, y no sabemos el final. Vos tenés que saberlo de sobra porque no naciste en un repollo sino en un hoyo. En este hueco (Colombia, o en otro tierrero). Algo de razón tendrá el agorero de Vallejo: a este hueco que habitamos lo llenamos todos los días como se llena un pozo de estiércol. Pero -otra vez-: tenés que respirar, eso ní qué decirlo. Así como tampoco que no te a vas morir de risa.~~~~~Respirá, viejo, que esto mañana empeorará. https://www.elespectador.com/opinion/ciencia-politica-y-libertad-columna-916155