Reseña sobre La Continuidad de los Parques y La Noche Boca Arriba de Julio Cortázar

Literatura Latinoamericana
Presentado por: Luis Alejandro Afiuni Rodríguez
Presentado a: Orlando José Araujo Fontalvo
Universidad del Norte

En el siguiente texto se hablará de dos obras del segundo escritor estudiado en la asignatura
Literatura Latinoamericana, Julio Cortázar. Este último ha sido uno de los mejores y más
significativos escritores que ha tenido la literatura en el territorio latinoamericano. Cortázar,
escritor argentino y discípulo de Jorge Luis Borges, al igual que su mentor prefiere lo
fantástico, pero aun así escribió por fuera de lo fantástico. Fue uno de los pilares en la
profesionalización del escritor y dejó una frase que puede describirlo a el y a su vida, “Vamos
a ser escritores y todo lo que no sea escribir es secundario, así tengamos que morirnos de
hambre”. Esta última frase antepone la escritura sobre cualquier otra profesión “principal”
que podían tener los escritores en su tiempo, lo que logró un cambio en los escritores. El
profesor de la asignatura Orlando Araujo, realizó un análisis en el que se basa este texto.

La primera obra por tratar se titula “La continuidad de los parques”, obra en la que se pueden
apreciar todos aquellos puntos de los que Cortázar habla en su conferencia en Casa de las
Américas sobre los aspectos del cuento. En este cuento, el personaje principal a quien el
profesor lo llama como “El lector”, es como una incógnita que deja el autor puesto que su
edad es un tema sin definir en la obra y deja abierta a los lectores por medio de sugerencias.
Teniendo en cuenta la información sobre aquel personaje, la situación económica en la que
vive, se podría concluir que es un hombre no menor a 40 años pues la estabilidad económica
descrita no deja pensar otra cosa. Es interesante como el autor logra una continuidad entre el
mundo real y la ficción de la novela que lee “El lector”, donde los nombres de los personajes
de aquella novela y del cuento de Cortázar pueden coincidir. Se logra así una realidad muy
compleja, donde no se distingue la línea límite entre realidad y ficción, donde “El lector” lee
una novela de un asesinato, pero el asesinato que lee es su asesinato. El personaje del cuento
logra entrar en la novela que lee, por lo tanto, es posible que los personajes de la novela
puedan salir de la misma. Cortázar le da un giro al uso del recurso de la caja china, donde las
capas de la caja en este caso si se comunican entre sí, logra conectar ambos mundos de la
“caja”. La forma del cuento escrito por Cortázar es lo que se debe resaltar en esta obra, es lo
que logra que la obra sea distinta.
La segunda obra por tratar se titula “La noche boca arriba”, título el cual marca
significativamente lo que va a suceder en la obra. Desde la primera parte el título, Cortázar
nos hace pensar en la noche y en la misma medida en el día, pues no es posible pensar en la
noche sin su contrario el día. Nos hace entrar en un contrapunteo entre dos dimensiones, entre
dos dualidades. Luego, al ver la segunda parte del título, nos lleva a pensar en un desorden o
algo invertido. Al juntar lo que nos hace pensar Cortázar desde el título, podemos concluir
que lo que está por suceder describirá una dualidad invertida.

Es interesante como un escritor de carácter pacifista podría mencionar en su obra la “guerra

florida”. Es posible que lo que le llamó la atención a Cortázar de lo anteriormente
mencionado es que, a pesar de ser rituales, se adornaban con flores a aquellas personas que
capturaban con vida y luego los sacrificaban. En esta obra, al igual que en la analizada
previamente en este texto, la trama es fácil de comprender pero que va más allá de lo que
podría decir por si sola. El contrapunteo inicia luego de haber tenido un accidente y acabar
en el hospital donde comienza a tener ciertas pesadillas donde lo persiguen los aztecas en el
marco de la guerra florida. Se logra establecer una conexión con el cuento “Las ruinas
circulares” de Jorge Luis Borges, donde también se recurre al sueño como conexión entre la
realidad y lo fantástico. En este cuento se evidencia aquel apartado del “Decálogo del
perfecto cuentista” en el que se dice que las primeras tres líneas son igual de importantes que
las tres finales. Lo anterior, debido a que ese epígrafe es el que nos pondría en contexto una
vez nos encontráramos con los sueños que presenta el personaje. Existe una continuidad tal
cual como en el texto anterior, en la que la realidad interactúa con la fantástica. Frases
comienzan en una dimensión y acaban en otra. El autor presenta una especie de ciclo en la
que en el día el personaje se encuentra en la modernidad, en una habitación de hospital
tranquila y en la noche en la pesadilla, donde lo persiguen los aztecas. Cortázar logra que la
historia contada tome el orden que debería tener cuando el personaje se encuentra “boca
abajo” y va subiendo las escaleras hacia lo que sería su sacrificio. Es en ese momento donde
es posible ver cual era la realidad de esta obra.

Cortázar en estos dos cuentos, recurre a varios recursos usados por su maestro Jorge Luis
Borges. El profesor menciona una frase muy interesante de Cortázar en la que dice que los
cuentos son producto de las experiencias personales y de sueños y pesadillas que los
escritores logran plasmar en una hoja como una historia.