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Las causas de la revolución mexicana

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La Revolución Mexicana fue un conflicto armado iniciado en 1910 y terminó en 1920.

En la primera etapa de la revolución se enfrentaron las tropas leales al gobierno dictatorial de Porfirio Díaz
contra los sublevados encabezados por Francisco I. Madero.

En 1910, a través del Plan de San Luis, tuvo éxito. Y así en 1911 se realizaron comicios electorales y el propio
Madero fue electo presidente.

La Revolución Mexicana fue una revolución social

Sin embargo, ciertos desacuerdos ocasionaron un levantamiento de sus antiguos aliados. Se dio un golpe de
estado por parte de un conjunto de militares, que además asesinaron al presidente, a su hermano y al
vicepresidente. Asumiendo Huerta el mandato del país.

En 1912 la Revolución Mexicana encabezada esta vez por líderes como Francisco Pancho Villa, logró la
renuncia de Huerta en 1912, tras la invasión norteamericana a Veracruz.

Iniciaron más conflictos, y entonces se convocó a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder
único, quien fue Eulalio Gutiérrez, designado presidente.
Pero más tarde, el mismo Carranza desconoció el acuerdo y volvieron las hostilidades. En 1917 Carranza
asumió el poder, luego de la promulgación de una nueva Constitución. Las luchas internas se mantuvieron, pero
en 1920 se inicia una nueva historia democrática en México.

La Revolución Mexicana fue posible debido al escenario que construyó el dictador Porfirio Díaz por su ambición
de poder, lo que lo llevó a aplicar una injusta distribución de riquezas y tierra, explotación de los trabajadores,
corrupción política y administrativa, negación y manipulación de la democracia, originando un estancamiento
cultural y político del país.

Las 7 principales causas de la Revolución


Mexicana
La dictadura de Porfirio Díaz
El pueblo se volcó en contra de la dictadura de Porfirio Díaz
Porfirio Díaz protagonizó una dictadura en dos períodos: 1877-1880 y 1884-1911. Su régimen fue conocido
como el Porfiriato. Se caracterizó por promover el auge industrial y el crecimiento económico, sin
embargo, esto lo hizo sometiendo a los habitantes más vulnerables de México. Aunque su promesa al
comenzar el gobierno fue que no habría reelección, Porfirio gobernó durante 30 años.  Ahora bien, su
gobierno fue de corte militar. Tomó el control de las instituciones y cercenó la libertad de prensa, evitando
también el desarrollo de nuevos líderes políticos.

Su dictadura fue una de las causas que dieron a luz a la revolución mexicana.

El progreso en base a capital extranjero


El gobierno de Porfirio Díaz prometió paz, orden y progreso, siendo estos tres elementos la consigna
del mismo.  Al asumir el poder, el Estado de México estaba en una pésima situación económica, se encontraba
en deuda y sus reservas se habían reducido, de manera que el dictador Porfirio se propuso reactivar la
economía de México. Fue así como comenzó a fomentar la inversión extranjera. Para que los extranjeros
invirtieran con confianza, se plantearon una serie de condiciones muy favorables para los inversionistas, entre
las que resaltó la mano de obra barata e incluso a veces gratuita.

De manera que la mayoría de los recursos del país terminaron siendo administrados por empresas de
Estados Unidos y de Europa. En consecuencia, la riqueza que se generaba en el sector de la minería, o de la
industria de ferrocarriles, quedaba en mayor parte en manos de extranjeros, quienes a su vez constituyeron una
nueva clase social con mucho poder en México.

Los pequeños empresarios se vieron afectados por el nuevo orden, y los miembros de la clase media mexicana
también, lo que estimuló el inicio de la Revolución Mexicana.

Falta de derechos laborales


La ambición de Porfirio le hizo ignorar a la clase obrera mexicana, por lo que no se formularon leyes
que protegieran a los trabajadores. El escenario cada vez se hizo más desfavorable, ya que los trabajadores
no tenían derechos. La pretensión del gobierno dictatorial de Porfirio, de regalar la mano de obra a los
extranjeros o de que esta fuese extremadamente barata, implicó condiciones laborales deplorables tanto para
los obreros como para los campesinos.  Los trabajadores tenían la obligación de trabajar 12 horas
continuas durante el día, con prohibiciones que dificultaban el progreso para ellos. No se les permitía hacer
huelgas o protestas, tampoco podían solicitar aumentos de sueldo y debían conformarse con salarios
extremadamente bajos.

De igual forma se promovía el endeudamiento de los trabajadores, así el gobierno se aseguraba de conseguir
mano de obra gratis, ya que los trabajadores tenían la obligación de trabajar sin derecho a pago a causa de sus
deudas.  En los mejores de los casos, se les pagaba a los trabajadores con crédito y no con dinero.

Estas condiciones laborales, sumadas a la discriminación laboral en la clase media, debido a que muchas
posiciones se vetaron para los mexicanos, también sirvieron como combustible para la Revolución Mexicana.
El despojo de las tierras
La desigualdad y el despojo de las tierras originaron la revolución
Otra de las causas definitivas de la Revolución Mexicana fue el despojo a los trabajadores de sus propias
tierras. Porfirio Díaz generó la llamada “Ley de deslinde y colonización de tierras baldías”, ley que estuvo
vigente 10 años aproximadamente.  Consistía en permitir el traspaso de tierras a las que se consideraban
baldías, de manera que se adjudicaban a nuevos dueños sin que se cancelara nada por ellas a sus dueños
originales. De esa manera ocurrió el despojo de las tierras, y en su mayoría los indigentes mexicanos quedaron
sin tierra.

Además, se formaron empresas deslindadoras extranjeras. Estas tuvieron como propósito determinar los límites
de los terrenos a los que se consideraban baldíos, así las empresas extranjeras se adueñaban de terrenos
que pertenecían a habitantes mexicanos. Pronto la mayoría de los terrenos pasaron a manos de pocos, y los
extranjeros se aprovecharon del despojo a los trabajadores. La distribución desigual de las tierras generó
descontento que fue acumulándose hasta que ya no se pudo contener.

Se calcula que aproximadamente un 70% de los terrenos, en la última fase del período de Porfirio Díaz, pasó
a ser propiedad de las compañías extranjeras. Y un pequeño porcentaje se traspasó a la clase alta
mexicana.

La brecha entre las clases sociales


A medida que se fueron otorgando los altos beneficios a la clase social alta, sin beneficios a las clases sociales
más bajas, y se llevaba a cabo la distribución desigual de las tierras, las clases medias iban encontrando más
obstáculos para progresar. Pero no solo el progreso se hizo inalcanzable, sino también se obstaculizó la misma
ejecución de sus trabajos. Fue así como la brecha se hizo cada vez más grande entre las clases sociales
en México, lo que fue sumando un descontento generalizado en la población mexicana.

Las clases que daban vida a la sociedad en México eran la clase alta, media o pequeña burguesía y la clase
más baja:

La clase alta era la aristocracia, y esta estaba al frente de las fábricas, negocios, haciendas, teniendo también
un gran poder político.

La clase media o pequeña burguesía se componía por profesionales y pequeños comerciantes. Sus
beneficios eran mínimos, de hecho, no percibían los privilegios que les correspondía, lo que convirtió a esta
clase como una clave y fundamento para el movimiento revolucionario.

En cuanto a la clase más baja, estaba compuesta por obreros y trabajadores, personas bajo nefastas
condiciones laborales y no disfrutaban de ningún derecho.

Pronto esta brecha, en conjunto con las causas que se han nombrado, le dio vida a la Revolución Mexicana.

La corrupción
Durante el régimen dictatorial de Porfirio, la corrupción llegó a un nivel de institucionalizada. De hecho, esta es
la característica principal del Porfiriato. Para Porfirio, México era una empresa, y así pretendió gestionarlo.
Abriendo paso a la inversión para extranjeros, obteniendo ganancias mínimas, suficientes para mejorar la
calidad de vida de un círculo muy exclusivo.

Se dieron privilegios a amigos y familiares, comprando así sus voluntades. Utilizó el dinero del Estado para
comprar la lealtad y garantizar el apoyo necesario para mantenerse frente al poder. El dinero público fue
usado para el pago de deudas a otros países, para financiar sus negocios personales, para incursionar en la
industria de los ferrocarriles, en la minería y en la banca.

Esta corrupción fue profundizándose cada vez más, al mismo tiempo que estimulaba el descontento de las
clases perjudicadas.

La falta de elecciones y de democracia


El interés de Porfirio de estar en el poder lo llevó a negar la democracia, evitando las elecciones libres en
México. Para Porfirio la democracia constituía un enemigo de su ambición, necesitaba un gobierno poderoso,
firme, invencible. Por lo tanto, las elecciones no le favorecían. A lo largo de su régimen, Porfirio modificó la
Constitución repetidamente, tanto como fue necesario para perpetuarse en el poder y mantener su forma de
gobierno.  Como se señaló al principio, al inicio se manifestó en contra de la reelección, sin embargo, después
propuso la reelección con un período presidencial de por medio.

Luego alargó el período presidencial a seis años y así transcurrió el tiempo, manteniéndose en el cargo hasta
que el descontento del pueblo dio origen a la gran Revolución Mexicana.

Resumen de las causas presentadas


Se han presentado las 7 principales causas que dieron origen a la Revolución Mexicana, con la que se abre un
nuevo período histórico para México.

Se puede decir que estas causas se agrupan en tres grandes dimensiones:

 Políticas
 Sociales
 Económicas

Convergiendo todas en el descontento e insatisfacción frente al régimen dictatorial de Porfirio Díaz.

Causas Políticas La reelección fraudulenta que se repitió 7 veces, fue una de las causas. Ya que el
dictador acaparó el poder, logrando ejercerlo a su antojo y conveniencia.

Este entorno político hizo que la población más humilde se organizara en busca de la reforma agraria para
lograr la restitución de sus tierras, alzándose de esa manera en contra del Gobierno.

Causas Sociales Como se ha explicado, la sociedad tenía una brecha significativa entre las clases.
Dándose una explotación de obreros y trabajadores, caracterizada por la ausencia de una legislación que
velase por sus derechos.

Las largas jornadas laborales injustamente pagadas, y en ocasiones ni siquiera pagadas que remarcaron una
fuerte desigualdad. Un dato adicional es que incluso el clero tenía más privilegio que la población.

Causas económicas El gobierno de Porfirio Díaz con sus privilegios a las clases altas, haciéndola más
rica y a los pobres más pobres, originó un descontento sin precedentes.

Como resultado se provocó la decadencia de la agricultura, los propietarios se desvinculaban de la tierra,


quedando ésta en manos de administradores sin escrúpulos que maltrataban a los campesinos.

Consecuencias de la Revolución Mexicana La Revolución Mexicana abrió el camino para un


nuevo período en la historia de México. Revolución cimentada en un contexto lamentable y deplorable, bajo
un desarrollo violento que marcó a la población tanto como la misma dictadura de Porfirio.

El precio que se pagó para salir de la oscuridad dictatorial fue alto, arrastró con 3,4 millones de vidas
aceptadas, de las que se estima que aproximadamente dos millones fueron fallecidos, otros sufrieron
hambruna, algunos tuvieron que emigrar.

Sin embargo, también hubo una migración urbana, mientras algunos salían del país, los campesinos
migraban a las ciudades, para evitar las consecuencias de la lucha rural. De manera que el nivel de vida en
las ciudades se incrementó, y con ello se remarcó la desigualdad social.

Pero no todo fue trágico, la Revolución Mexicana, durante su desarrollo, también produjo un gran
impacto artístico y literario. Se creó un potente músculo artístico y estético, autores recreaban lo ocurrido
entre 1910 y 1917, tal movimiento daría frutos en la cultura mexicana después.

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