Carné: 201747648 Realizado el 14 de abril de 2020 a las 21:30 h.
ANÁLISIS
Cuando hablamos de la teoría económica, es necesario conocer que se
subdivide en dos ramas, la microeconomía y la macroeconomía, a la primera la podemos definir de varías formas, por ejemplo: según Parkin, Esquivel y Muños, es el estudio de las elecciones que hacen los individuos, empresas y gobiernos; para Galbraith y Salinger, es la que analiza el comportamiento tanto de una empresa como de una familia particular, la vida económica se considera como la suma de las actividades individuales, entre estas dos definiciones podemos encontrar que utilizan términos relacionados o comunes como “individual”, “particular”, “comportamientos”, “elecciones”, etc. los cuales nos dan a entender que la microeconomía, como ya de por sí se encuentra implícito en su nombre, es la que explica en funcionamiento económico de los agentes de forma individual, encargándose entonces de hacer análisis específicos y de estudiar las teorías que rigen a procesos que involucran solo a ciertos actores.
Podemos decir que la segunda, la macroeconomía, es lo opuesto y se encarga
entonces de estudiar variables del funcionamiento económico en conjunto, englobando así fenómenos económicos que involucran a las grandes masas.
Volviendo a la microeconomía, se pueden analizar muchos de los temas que se
desprenden de esta, iniciando por uno de los principales elementos, consumidor, quien forma parte del proceso económico y que influye en gran parte debido a sus necesidades, estas necesidades tienen tres características fundamentales, calidad, cantidad que son propias de un ser humano y se ven afectadas por la personalidad de cada individuo, la tercera es la intensidad que se desarrolla debido a determinadas situaciones, es así como en el proceso económico el bienestar del consumidor junto a la satisfacción de sus necesidades marcan en ciertas ocasiones las tendencias y caminos a seguir.
Para satisfacer entonces las necesidades que un consumidor pueda presentar
existen los bienes y los servicios, éstos se pueden clasificar de diferente forma, principalmente los bienes, por ejemplo, se pueden clasificar si satisfacen las necesidades de forma directa o indirecta, por su abundancia o escasez en la naturaleza, o por su relación con otros bienes. En el mercado los bienes que se satisfacen las necesidades de forma directa tienen a tener una demanda estable, ya que prácticamente se adquieren por su utilidad e importancia para satisfacer necesidades básicas como la sed, el hambre, etc.
Los bienes clasificados de forma indirecta, es decir los bienes intermedios y
bienes de capital, influyen en el proceso económico, pero generalmente a un nivel de industria puesto que estos bienes constituyen las materias primas o los instrumentos para producir otros bienes. Otra forma de clasificar bienes, es dependiendo su cantidad en la naturaleza, en esta categoría están los bienes libres, solo elementos de la naturaleza, son gratis y abundante, luego se encuentran los bienes económicos, estoy influyen fuertemente en el proceso económico puesto que tienen un precio en el mercado. Dentro del proceso económico la demanda y consumo de ciertos bienes pueden afectar a otros, en el caso de los sustitutos, que son bienes que debido a la escasez o incremento de precio de un bien tienden a reemplazarlos, o a complementarlos si es el caso.
La segunda gran forma de satisfacer necesidades de un consumidor, son los
servicios, los hay personales o no personales, y su diferencia radica que el primero una persona ejecuta un trabajo provechoso de forma directa, en el segundo el servicio se da a través de un medio, como el servicio telefónico, por ejemplo.
Ahondando en los aspectos que influyen en el proceso económico, se
encuentran la utilidad, el deseo y el valor subjetivo que se le da un bien, la utilidad es un factor casi invariable, ya que es la capacidad real de un bien para satisfacer una o varias necesidades, su parte variable es el valor subjetivo y este depende de la importancia que el consumidor considera que tiene este bien para su bienestar. Este valor subjetivo junto con el deseo, son factores importantes en el mercado y en la demanda que pueda presentar algún bien o servicio, resulta que mientras más esfuerzo se requiera para obtenerlo más incrementa el interés del consumidor en éste, por supuesto, si este bien o servicio requiere un esfuerzo demasiado alto el consumidor simplemente lo descarta ya que no se tendría la capacidad adquisitiva necesaria, o porque consideraría que su “valor” no es merecedor del precio o “esfuerzo” que se requiere.
Si estos factores que provienen del ser humano, no se encontraran
involucrados en el proceso económico, el mercado quedaría de cierta forma estancado, ya que los bienes y servicios que no están destinados a satisfacer necesidades básicas no tendrían éxito, por ejemplo, las industrias dedicadas a producir maquillaje no presentarían una fuerte demanda de sus productos ya que las personas no le darían un valor subjetivo ni desearían obtenerlos, aún en el caso de la tecnología, si el producto que se ofrece el útil pero el que se posee igual sigue siendo útil, las personas no lo comprarían aún si tuvieran el poder adquisitivo para lograrlo, es por eso que el valor subjetivo y el deseo son importantes para el proceso económico ya que mantiene en movimiento el mercado.
La riqueza, es otro factor que influye en el proceso económico, por ejemplo: en
el sistema económico capitalista cuya base fue inicialmente el comercio, la riqueza tuvo principal importancia, ya que los comerciantes una vez que adquirían suficiente riqueza, a la que denominaban «capital primitivo», la utilizaban para comenzar a invertir en tecnología cada vez más productiva.
Finalmente, me gustaría hacer énfasis en las relaciones comerciales, y su
importancia en el proceso económico, ya que como se puede evidencia históricamente, las alianzas y los tratos han sido en cierta forma una forma de adquirir seguridad para llevar a cabo procesos económicos, podemos definir las relaciones comerciales también como tratos entre individuos, empresas, países, etcétera, que tienen por objeto la compra, venta o permuta de mercancías. Suponen entonces estos tratos una garantía para comercializar un producto y tener a largo plazo una ruta o vía a seguir.