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Índice

Introducción
  
Historia – CASO El Triángulo  
Proceso de Quiebra
 Defensa 
Las Pruebas
Comentarios de los hermanos De La Guardia
Conclusión
Bibliografía 
 
Introducción
A continuación presentaremos el caso de El Triángulo, S.A. perteneciente al GRUPO
ADELAG, grupo compuesto por una serie de empresas que son:Financiera El Roble, El
Eléctrico Internacional, Unicentro Trading,Comapany Inc., Tecno Auto S.A., Tecno
Taller S.A., Comercio Total, EnafinInternacional. S.A.Después de varios años en el
mercado local y considerada una empresaexitosa, se descubren una serie de
irregularidades en los estadosfinancieros de dicha empresa seguidas de su repentina
quiebra, por lo quefue considerado por la Comisión Nacional de Valores que dicha
quiebra fuerealizada de forma fraudulenta.Aún después de 12 años de el escándalo del
GRUPO ADELAG se sigue trasla pista de esta quiebra aunque los imputados afirman
que llegaron a unacuerdo con los acreedores y que todo quedó resuelto
CASO – EL TRIÁNGULO, S.A.
 
HISTORIA
Los problemas del grupo de empresas ADELAG se iniciaron en junio de2000, cuando
tenía acumuladas deudas por más de 120 millones dedólares. Luego, la Comisión
Nacional de Valores detectó un "ajuste" de 51millones de dólares en sus estados
financieros. Las sumarias del caso comenzaron el 4 de septiembre de 2001. Casi tres
años después, el 21 de mayo de 2004, el fiscal Ulloa pidió llamamiento a juicio de los
imputados,entre ellos, Carlos y Aquilino de la Guardia, propietarios de las empresas del
Grupo Adelag, entre ellas, El Triángulo, S.A., Financiera El Roble, S.A.,Tecno Auto,
S.A., Tecno Taller, S.A., Comercio Total y Enafin Internacional,S.A. Este expediente
entró al Juzgado Décimo Quinto penal el 3 de junio de2004 y se fijó como fecha de
audiencia preliminar el 11 de enero de 2007,pero una semana antes, Aquilino de la
Guardia presentó un hábeas corpus que no ha sido resuelto, acción que detuvo el
juicio.En la esfera civil, este proceso está pendiente de la admisión de pruebas
presentadas por los hermanos de la Guardia, en las que certifican que la empresa no
quebró de forma ilegal.

El logotipo de El Triángulo, una de las empresas insignia del grupo ADELAG, es lo


único que había quedado del otrora próspero conglomerado comercial. El 31 de marzo
de 2000, una auditoría efectuada a las empresas del GrupoTriángulo y Tecno Auto
mostraba que el grupo empresarial tenía activos por un total de 19 millones de dólares
y pasivos por 4.5 millones de dólares. El ejercicio parecía confirmar la solidez y
prosperidad del grupo empresarial. Tres meses después, otra auditoría contaba una
historia muy distinta. Y sorprendente: los pasivos se habían disparado en ese período,
sin razón aparente, a unos 26 millones de dólares. Sus ventas habían caído casi 2
millones de dólares entre junio de 1999 y junio de 2000 y acumulaba, en ese período,
deudas y cuentas por pagar por cerca de 62 millones de dólares.

La razón aparente de esta situación se debía a que el grupo había decidido


embarcarse en una serie de inversiones audaces, gracias a su crecimiento sostenido.
Para financiarlas, se endeudó, y cuando el sector entró en recesión, no pudo cumplir
con los términos del repago a los bancos.A mediados de noviembre de ese mismo año,
ADELAG reconoció, en unescueto comunicado, que “atravesaba por una situación
financiera difícilque demanda un tratamiento especial”. El grupo anunció la formación
de un comité de bancos para determinar las “alternativas” para la compañía y sus
subsidiarias. La situación provocó la intervención de la Comisión Nacional de
Valores(CNV), que entró a investigar la posible alteración de libros o de información
financiera. La Bolsa de Valores de Panamá (BVP) apoyó las averiguaciones de la CNV
y desarrolló su propia investigación. En junio de 2001, la CNV multó a representantes
del grupo empresarial con300 mil dólares, por haber hecho “ajustes” por 51 millones de
dólares a sus estados financieros. Además, la CNV pidió la intervención del Ministerio
Público ante la posible comisión de delitos. El grupo había tratado infructuosamente de
impulsar un plan de reestructuración empresarial que finalmente no prosperó. Tres
años después, en 2004, el Ministerio Público halló méritos para que se les hiciera un
llamado a juicio a tres de sus más altos directivos: los hermanos Carlos y Aquilino de la
Guardia, y Epiménides Díaz.
Las pérdidas por la quiebra del grupo habían sumado cerca de 120 millones de dólares.
Era, sin lugar a dudas, la quiebra más cuantiosa registrada en la historia del país. Los
bancos pedían la quiebra judicial y explicaciones sobre la “desaparición” de unos 54
millones de dólares. Los empleados remataron mercancía y los acreedores pequeños
se llevaron artículos para saldar parte de sus cuentas. No sería hasta cuatro años más
tarde, en 2008, cuando las cosas parecerían definirse. Se alzaron algunas voces para
señalar que el caso estaba a punto de prescribir y que no habría justicia
En julio de ese año, los representantes de la empresa y los acreedores
llegaron a un acuerdo extrajudicial.
Entre los acreedores del Grupo ADELAG se encuentran:
Empresa Suma
• Banco General US$ 9,803,064.33
• Roberto, Concepción y Maite US$ 19,217.26
De la Guardia
• Caja de Ahorros US$ 1,250,000.00
• Banco Atlántico Panamá US$ 1,847,693.93
• Ana Isabel Brin Fábrega US$ 32,841.96
• Ariel Arauz US$ 556,869.00
• Cia Internacional de US$ 201,548.82
Materiales Eléctricos
• Patricia Young US$ 216,858.58
• Banco Aliado US$ 2,419.839.49
• Caja de Seguro Social US$ 127,016.00
• Admara, S.A. US$ 388,434.53
• Riba Smith, S.A. US$ 4,827.70
• Schneider Centroamérica LTDA US$ 298,308.39
• Lloyd TFB Bank US$ 2,552,158.33
• Corredores de Aduanas US$ 537,108.36
Asociados, S.A.
• City Bank US$ 1,500,000.00
• BLP Pariba US$ 2,158,414.00
• BIPAN US$ 752,215.02
• Dresdner Bank Latinamerica US$ 853,253.34
Ag
• Banco Panamericano, S.A. US$ 1,997,438.90
• Alambres y Cables de Panamà US$ 117,080.35
• Banco de Latinoamérica, S.A. US$ 794,526.49
• Formularios Standar, S.A. US$ 12,026.82
• Servicio Aliado, Arco S.A., US$ 78,899.01
Industria Nacional deArtefactos, S.A., DistribuidoraDe Artefactos, S.A.

Universal (Trade and Finance) US$ 866,183.29


• 3M Panamá, S.A. US$ 121,158.12
• Nuncia Colucci Paredes US$ 56,489.38
Graciela Esperanza Paredes
Colucci
• Eligio Díaz US$ 67, 628.13
• Antonio De La Torre US$ 15,912.50
• Mauricio Halphen y Ana US$ 216,370.00
Elvira Arango de Halphen
• Flor del María Miró de Chacín US$ 159,125.00
• Claudia Esther Días de Crisan US$ 146,608.50
y Esther María Salazar
De los 62 acreedores, 49 aprobaron un “concordato resolutorio” en el cual se estableció
el pago de la deuda a cambio de archivar el proceso. Un año más tarde, el Juzgado
Décimo séptimo Civil avaló el acuerdo y autorizó al curador de la quiebra, Miguel
Urriola, proceder con el pago a los acreedores. Según lo decidido, las empresas
acreedoras podrían cobrar poco menos de 20 centésimos por cada dólar, mientras que
los bancos podrían obtener algo más de 40 centésimos por cada dólar que prestaron,
según fuentes vinculadas al caso. La representación legal de los de la Guardia
esperaba entonces que el proceso en la esfera penal fuera declarado extinto. Pero ello
no ocurrió. El 25 de junio de 2009, el Juzgado Decimoquinto ramo penal negó la
solicitud de prescripción del caso por el delito de quiebra. La jueza Georgina Tuñón fue
quien rechazó esta petición. De tal suerte, los de la Guardia siguieron vinculados al
proceso. Uno de ellos, Aquilino, estaba incluso fuera del país, y no había regresado. En
febrero de 2009, el Juzgado Decimotercero penal los había condenado, pero por los
cargos de estafa y falsedad. Y dicha sentencia fue apelada. El pasado 5 de enero de
2012, atendiendo una petición de la defensa, el Juzgado Decimoquinto Penal aceptó
finalmente el levantamiento de la medida de impedimento de salida del país que
pesaba sobre Carlos de la Guardia.
Proceso de Quiebra Después de meses de agonía, el colapso del Grupo ADELAG fue
inminente. Los hermanos Aquilino y Carlos De La Guardia prácticamente habían dejado
a su propia suerte el destino de las empresas del grupo, reveló una fuente bancaria. No
obstante, el informante subrayó que los De La Guardia trataron de recuperar la
dirección de las empresas cuando enviaron una carta al Consejo de Acreedores,
integrado por más de 20 bancos, en la que dicen que “no conciben un plan de
reestructuración sin la participación de ellos al frente de las empresas”. Esta intención
no fue, para nada, agradable para los bancos, que de plano la rechazaron. “Es
inadmisible pensar –agregó la fuente– que las personas directamente responsables de
la situación de las empresas sean las que pretendan imprimir confianza para salvarlas
de la quiebra”. En la carta, los De La Guardia manifestaron que si no se les permitía
continuar manejando las empresas, las dejaban en manos del Consejo de Acreedores.
A la vez, instruirían a su representante para que inicie el proceso de devolución de las
garantías que dieron para la constitución de un fideicomiso para reestructurar la
empresa. ADELAG atravesó por graves dificultades económicas, con deudas que
superan los 120 millones de dólares, según diversas fuentes.
Los bancos recordaron al grupo empresarial que todavía no está plenamente aclarado
el faltante injustificado de más de 51 millones de dólares de activos de ADELAG. En
vista del giro que tomaron las cosas, los bancos consideran que el proceso de
recuperación de las empresas ha fracasado y había decidido recurrir a los tribunales.
“Los bancos van a buscar un escenario dentro de la ley que les permita un manejo
ordenado de la liquidación de los activos que quedan del Grupo ADELAG”, reveló la
fuente. Todo lo hicieron a través de ADELAG, algo como una pirámide. Posiblemente
logren que les retiren todos los cargos por arreglos extrajudiciales y se incorporen a su
vida normal.
Defensa Los antiguos dueños del panameño Grupo Adelag, los hermanos de la
Guardia, han culpado a los bancos acreedores, y en especial al español SCH, de
provocar la quiebra de la empresa. En declaraciones al periódico panameño La Prensa,
Carlos y Aquilino de la Guardia señalan que en los últimos tres meses de existencia del
Grupo, fue un comité bancario el que dirigió la compañía y que por tanto controló sus
finanzas. Consideran además, que la presión a la que les sometieron los bancos fue
determinante para provocar la quiebra de ADELAG. Según Carlos de la Guardia, los
bancos acreedores, presionaron a la junta directiva del Grupo a tomar decisiones
incorrectas. Considera que las sucesivas peticiones de secuestro de la empresa por
parte del antiguo Banco Central Hispano, que tan sólo tiene un 2% de la deuda total,
provocaron que siete meses después el resto de bancos acreedores pidieran la quiebra
del grupo empresarial. Los hermanos de la Guardia, quienes se encontraban en Miami
(2003) reclamados por la Justicia de Panamá, y a la espera de que los jueces
determinaran si eran ellos o no los culpables de la quiebra, recuerdan que los bancos
ya cobraron más de 70 millones de dólares (63,6 millones de euros), producto de la
venta de las propiedades del Grupo. Uno de los miembros del comité bancario que
buscaba una alternativa para renegociar la deuda de ADELAG, afirma que los bancos
afectados nunca tomaron control administrativo de las empresas de ADELAG, y que
hasta la fecha sólo han podido quedarse con los bienes de la financiera Enafin. La
fuente, que ha querido mantenerse en el anonimato, los de la Guardia no aceptaron
ceder el control de la empresa, un inconveniente que se suma a la dificultad para lograr
un acuerdo con todos los acreedores: 23 bancos, 80 tenedores de bonos, y más de 100
suministradores de mercancías. La fuente indica que además las deudas de ADELAG
se dividían en 3 millones de dólares (2,72 millones de euros) con los poseedores de
bonos, 12 millones (10,9 millones de euros) con los acreedores no bancarios, y 105
millones de dólares (95,4 millones de euros) con los bancos. La defensa también ha
impugnado las sanciones impuestas por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que
multó con 300.000 dólares (272.600 euros) a Aquilino de la Guardia, y con 200.000
dólares (181.736 euros) a Carlos. Las 23 entidades crediticias que forman el Comité de
Bancos Acreedores del Grupo ADELAG, S.A., solicitaron en su momento formalmente
la quiebra de estas empresas ante el sistema judicial panameño, luego de confirmarse
la ruptura de las negociaciones, que tenían como fin una reestructuración financiera.
Con esta decisión, se desvanecen los planes que tenían los acreedores, proveedores y
tenedores de bonos, de recuperar parcialmente los 122 millones de dólares que
adeuda el grupo financiero.

El presidente del Comité de Bancos Acreedores, Francisco Salerno, indicó que el plan
se desmembró porque los acreedores caminaban en direcciones opuestas. Aunque a
algunos les cayó por sorpresa el final de las negociaciones, para otros, esto parece ser
la crónica de una muerte anunciada, al tomar en cuenta varios acontecimientos que
fueron debilitando el proceso. Salerno indicó que los bancos " siempre pensaron que la
reestructuración era la mejor opción y se hicieron todos los esfuerzos para sacar
adelante el plan que empezó hace cuatro meses. Sin embargo, no se logró el consenso
que se necesitaba". Como prueba de ello, los empleados empezaron a reclamar sus
prestaciones y secuestraron el inventario que no estaba pignorado; y los tenedores de
bonos de Enafin International ejecutaron las garantías hipotecarias sobre la emisión de
10 millones de dólares. Todos jalaron por su lado. El Banco Santander Central Hispano
secuestró las cuentas bancarias; el Banco General secuestró la empresa Comercio
Total; y el Banco Internacional de Panamá (BIPAN) sustrajo las computadoras que
mantenían en arrendamiento financiero. Ante este escenario, Salerno confiesa que la
única alternativa era la quiebra. Aunque lo que realmente resultó ser el detonante entre
ambas partes fue la insistencia, según Salerno, de los hermanos Carlos y Aquilino de la
Guardia, dueños de ADELAG por mantenerse al mando de las empresas.
En una carta enviada al Comité de Bancos, los hermanos de la Guardia sustentan que
debían participar en el proceso de reestructuración como asesores comerciales. Sin
embargo, los acreedores respondieron que desde el inicio del proceso quedó
claramente establecido que bajo cualquier esquema de reestructuración, no
mantendrían ninguna consideración laboral y menos remunerada " con las personas
que directamente fueron responsables del descalabro financiero del Grupo ADELAG,
S.A." Salerno dijo que " era imposible que ellos -los hermanos De la Guardia -
participaran cuando aún no está claro dónde estaban los 51 millones de dólares
desaparecidos". Agregó Salerno que con la ruptura de las negociaciones se le da un
fuerte golpe a los bancos que van a sufrir gran parte de las pérdidas, pero que se
esperaba que el hecho no tuviera mayor incidencia en el sistema, porque existía una
reserva que puede ser destinada a préstamos malos. En la Comisión Nacional de
Valores (CNV), ya se había concluido la etapa de declaración jurada y solo estaba por
iniciarse la revisión del expediente para tomar las acciones contra los responsables.
Aunque de imponerse sanciones obviamente éstas serían impagables, por el momento.
Los comisionados se reunieron con el grupo de tenedores de bonos individuales para
sugerir las medidas que tienen que tomar y así recuperar alguna parte del dinero
invertido. Esta experiencia fue totalmente nueva en Panamá, pero a juicio de Carlos
Barsallo, presidente de la CNV, es "el pan de cada día" en sociedades netamente
capitalistas.
No obstante, el grupo de inversionistas individuales ha manifestado que tendrá que
pasar mucho tiempo para volver a invertir en bonos. Todo el proceso ha sido una
costosa lección para los empresarios, bancos, bonohabientes y otros deudores.
Las pruebas La “creatividad contable” del Grupo ADELAG, que cambió de rojo a negro
sus balances financieros, podría resultar en una “cuenta por pagar” para la firma de
auditores Arthur Andersen, luego que el Primer Banco del Istmo (Banistmo) interpuso
una demanda en su contra por 3.7 millones de dólares. Banco del Istmo y Pribanco,
luego fusionados en Banist-mo, otorgaron préstamos a Financiera El Roble, una de las
empresas del Grupo ADELAG, basándose en los estados financieros auditados por
Arthur Andersen en 1999 y 2000. La demanda, a la que tuvo acceso La Prensa, señala
que “la negligencia de Arthur Andersen de realizar un audito responsable de acuerdo
con las normas internacionales de contabilidad, a las empresas que conforman el
Grupo ADELAG, perjudicaron a Primer Banco del Istmo, al realizar una transacción
financiera con dichas sociedades bajo la premisa de que las mismas contaban con el
patrimonio necesario para repagar la obligación, tal como lo demostraban los balances
consolidados auditados por Arthur Andersen para los años 1999 y 2000”. Banco del
Istmo y Pribanco prestaron a Financiera El Roble un millón 750 mil dólares y un millón
500 mil dólares respectivamente, garantizados por pagarés de la empresa El Eléctrico
Internacional y afianzados por Adelag, S.A. Tanto Financiera El Roble, como El
Eléctrico Internacional, S.A., eran subsidiarias de ADELAG, S.A., tenedora de las
acciones de las desaparecidas empresas El Triángulo, Tecno Auto, Tecni Llantas, El
Eléctrico, El Eléctrico Internacional, Tecno Partes y otras, Sin embargo, los números
negros de ADELAG se tiñeron de rojo, cuando otra firma auditora, Ernst & Young, a
solicitud de los acreedores del Grupo, revisó la auditoría de Arthur Andersen,
encontrando ‘‘ajustes” ya mencionados en sus estados financieros, lo que a todas luces
no reflejaba la realidad de la empresa. Los demandantes citan como prueba un informe
preliminar preparado por Ernst & Young, que señala que los estados financieros de
ADELAG, S.A., al 30 de septiembre de 2000 debían ajustarse por 32.5 millones de
dólares. Sobre esta misma línea, Banistmo también argumenta la existencia de una
certificación firmada el 28 de diciembre de 2000 por Carlos de la Guardia y Epiménides
Díaz, directivos de ADELAG, aceptando que el informe de Ernst & Young representaba
la posición financiera real del Grupo. Esto era una aprobación tácita del ajuste de 32.5
millones de dólares propuesto por Ernst & Young. Según el demandante, con los
ajustes, la sociedad ADELAG, S.A., se transformaba en una empresa con patrimonio
negativo de menos 31.1 millones de dólares, muy diferente a los 16.5 millones de
patrimonio que había reportado al 30 de julio del 2000 en los estados financieros
avalados por Arthur Andersen. En pocas palabras, Banco del Istmo y Pribanco
otorgaron préstamos basándose en información falsa, que debió ser detectada por los
auditores Arthur Andersen. Este “desliz” le podría costar a la firma contable 3 millones
659 mil 643 dólares, más intereses, costas y gastos del proceso, que representa la
deuda de Adelag, S.A. con Banistmo.
En los últimos meses, la firma Arthur Andersen estuvo en el ojo de la tormenta, al estar
vinculada en Estados Unidos con el colapso del gigante energético Enron. En Panamá,
algunos de sus clientes más “famosos” fueron ADELAG y Sears, dos empresas con
estrepitosos escándalos financieros.

Comentarios de los hermanos De La Guardia Los propietarios del denominado Grupo


ADELAG, Aquilino y Carlos De La Guardia, están claros en que los señalamientos
contra el fallido grupo por presunto delito de falsedad no tienen sentido, al tiempo que
se llegó a un acuerdo de quiebra civil con todos los acreedores, y en el que se
establecieron los desistimientos correspondientes. La quiebra civil fue rehabilitada con
el acuerdo suscrito entre acreedores y el Grupo ADELAG, el cual fue aprobado por el
Juez Decimoséptimo de Circuito del Primer Circuito Judicial de Panamá, Ramo Civil, de
la quiebra, el pasado 12 de agosto de 2008, explican los propietarios. “Al no existir
quiebra en lo civil, se cae el caso del Juzgado Decimoquinto Penal, pues si no existe
quiebra de conformidad con el Código de Comercio, tampoco puede haber quiebra en
la esfera penal, pues hay un prejuzgamiento en lo civil que afecta a lo penal”. Los
delitos de estafa y falsedad que se tramitan en el Juzgado Decimotercero, también
quedan afectados por la rehabilitación de la quiebra civil que pronunció el Juez
Decimoséptimo de lo Civil. Como prueba de ello, los De La Guardia alegan el
desistimiento de la pretensión punitiva de los bancos que se habían querellado en la
esfera penal.
“Los bancos no desisten de su querella si no han cobrado, por lo que decidieron desistir
de la querella luego de haber recibido el pago de sus acreencias”. También manifiestan
que el delito de estafa que se tramita en el Juzgado Decimotercero Penal de Panamá
fue desistido por los bancos, por lo que la juez no puede continuar de oficio por este
cargo, incluso, el desistimiento de la pretensión punitiva por parte de los bancos impide
que el caso continúe. Y si continúa, todo es nulo pues el abogado de los bancos
(Banco General S.A. entre otros) ya reconoció, en su escrito de desistimiento, que sus
clientes ya cobraron sus acreencias. En el caso del delito de falsedad, que estaba
unido al de estafa, en el proceso que se tramita en el Juzgado Décimotercero Penal, el
caso también queda afectado por el arreglo civil de la quiebra, pues el delito de
falsedad requería que existiera un perjuicio y en este caso, si hubo arreglo entre todos
los acreedores y el Grupo ADELAG, mal puede haber perjuicio. En la falsedad, el
perjuicio es elemento indispensable para la existencia del delito, por lo que si hay
arreglo entre todas las partes en el caso de quiebra, mal puede haber perjuicio que
sirva de sustento al cargo de falsedad. “No tiene sentido decir que estamos en
presencia de un delito de falsedad de documento público, ya que los estados
financieros no son documentos elaborados por servidores públicos. Aunque estén
auditados por contador público autorizado (CPA), el estado financiero es un documento
privado que no tiene el carácter de documento público, por lo que se quiere forzar una
calificación jurídica que no corresponde, lo que supone un cierto grado de maldad o
ignorancia en los que han intervenido en el trámite de todo el proceso en el Juzgado
Decimotercero Penal de Panamá”. En última audiencia del Juzgado Decimotercero, los
únicos peritos que fueron del Ministerio Público, dijeron, de acuerdo a los De La
Guardia, que no encontraron nada ilegal en los libros de ADELAG.
Conclusión
En lo que queda pendiente por definirse del caso ADELAG, se encuentra una
aclaración de amparo de garantías propuesta por uno de los coacusados. El
expediente debe regresar entonces al Juzgado Decimoquinto penal, para que entre a
decidir en el caso que mantiene por quiebra fraudulenta contra los hermanos de la
Guardia. Para la justicia, es claro que el caso debe agotarse y hay mérito para
continuarlo en la esfera penal. Sin embargo, para la defensa esto no es así. Según el
abogado Carlos Carrillo, quien defiende a los acusados, debido a que en el caso civil
se llegó a una reposición y rehabilitación en la quiebra por el acuerdo firmado con los
acreedores, “no puede existir el delito de quiebra en cuanto a que esta no existe y fue
revocada. ADELAG, S.A. había sido declarada en quiebra “por ahora” y ese estatus ya
finalizó. Ha sido más o menos el mismo argumento que la defensa ha sostenido desde
que, en julio de 2009, las partes llegaron a un acuerdo que puso fin a la disputa entre
los acreedores y los representantes del grupo que se mantenía desde el año 2000. Sin
embargo, en ese entonces, tanto el Ministerio Público como el juez de la causa
consideraron que el acuerdo no extinguía los procesos en la esfera penal. Uno de los
argumentos era que si la quiebra era dolosa o fraudulenta, había mérito para juzgarla
penalmente. Sin embargo, Carrillo sostiene que “el delito de quiebra en nuestra
legislación ya no existe”, desde el año 2008.
Bibliografía
http://www.tvn-2.com/noticias/noticias_detalle.asp?id_news=13466
http://abogadosdepanama.com/noticia.php?noticia=821
http://www.martesfinanciero.com/history/2004/10/26/columna/nacionales/index.shtml
http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2002/03/13/hoy/negocios/482006.html
http://www.panamaamerica.com.pa/periodico/buscador/resultado.php?
story_id=1136838&texto=adelag&buscar.x=0&buscar.y=0
http://www.panamaamerica.com.pa/periodico/buscador/resultado.php?
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http://www.panamaamerica.com.pa/periodico/buscador/resultado.php?
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http://www.americaeconomica.com/numeros3/203/noticias/chadelagpanamalu.htm

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