Sei sulla pagina 1di 4

VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2020

SEMINARIO MAYOR DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE GIRARDOT

1. Vigilia
a. EL SACERDOTE EXPONE EL SANTÍSIMO, SE HACE LA DEBIDA ADORACIÓN.
Luego se dirige al lugar donde está ubicado el cirio pascual.

b. DELANTE DEL CIRIO PASCUAL, EL CELEBRANTE DICE:


En la noche de la Pascua de este año, encendimos esta luz como signo de resurrección y de
esperanza. Por eso, te rogamos, Señor, que esta luz encendida en honor de tu Nombre, continúe
ardiendo para disipar la oscuridad de esta noche y nos recuerde a Jesucristo, tu Hijo, que
resucitado de entre los muertos brilla sereno para el género humano, y nos ha prometido el
Espíritu Santo como luz que llena de vida al mundo. R. Amén.
Hace una venia al Cirio Pascual y si es posible lo inciensa

c. El sacerdote de rodillas en el reclinatorio dice la siguiente oración.

ORACIÓN PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles; e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste.
Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y
malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y lo malo para detestarlo sinceramente.
Intensifica mi vida interior, por el don de Entendimiento.
Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por el don de Consejo.
Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el don de Fortaleza.
Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el don de Ciencia.
Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial,
por el don de Piedad.
Concédeme que te venere y te pueda amar cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del bien,
guiado por el don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera
perderlo todo antes que tu gracia; y que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú serás nuestra Luz
y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas “toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni dolor
alguno, sino eterna felicidad. Amén.

d. CANTO AL ESPÍRITU SANTO

e. PRESENTACIÓN DE LOS SIETE DONES. El delegado del curso hace la presentación y


lectura de la reflexión del don correspondiente, mientras se enciende uno de los ciriales. La
luz se toma del cirio pascual. Terminada la reflexión el sacerdote hace lectura de cada una
de las invocaciones.
IV configuradora. (Felipe Morales) Reflexiones sobre los siete dones del Espíritu Santo que
realizara el Papa Francisco en un ciclo de catequesis en el tiempo pascual de 2014.

Sabiduría
“El primer don del Espíritu Santo, según esta lista, es, por lo tanto, la sabiduría. Pero no se trata
sencillamente de la sabiduría humana, que es fruto del conocimiento y de la experiencia. En la Biblia se
cuenta que a Salomón, en el momento de su coronación como rey de Israel, había pedido el don de la
sabiduría (cf. 1 Re 3, 9). Y la sabiduría es precisamente esto: es la gracia de poder ver cada cosa con los
ojos de Dios. Es sencillamente esto: es ver el mundo, ver las situaciones, las ocasiones, los problemas,
todo, con los ojos de Dios. Esta es la sabiduría. Algunas veces vemos las cosas según nuestro gusto o
según la situación de nuestro corazón, con amor o con odio, con envidia… No, esto no es el ojo de Dios.
La sabiduría es lo que obra el Espíritu Santo en nosotros a fin de que veamos todas las cosas con los ojos
de Dios. Este es el don de la sabiduría.

–El Celebrante: Dios de amor, regálanos la Sabiduría, la que acompaña con su gracia a
quienes nos han enseñado a vivir, haz que aprendamos a saborear los secretos de tu amor y a vivir en
santidad.

Entendimiento

III configuradora. (Daniel Figueroa) “El segundo don, es decir, el entendimiento. No se trata aquí de
la inteligencia humana, de la capacidad intelectual de la que podemos estar más o menos dotados. Es, en
cambio, una gracia que sólo el Espíritu Santo puede infundir y que suscita en el cristiano la capacidad de
ir más allá del aspecto externo de la realidad y escrutar las profundidades del pensamiento de Dios y de
su designio de salvación.

–- El Celebrante: Danos, Dios de amor, la capacidad de entender el amor con el que nos
regalas paz y esperanza, que nuestra inteligencia, iluminada por el esplendor de la verdad,
construya la vida y transforme el mundo con tu amor.
.
Consejo

II configuradora y año de formación pastoral misionera. (Stiven Medina)“El libro de los Salmos
dice: «El Señor me aconseja, hasta de noche me instruye internamente» (cf. Sal 16, 7). Y este es otro don
del Espíritu Santo: el don de consejo. Sabemos cuán importante es, en los momentos más delicados,
poder contar con las sugerencias de personas sabias y que nos quieren. Ahora, a través del don de consejo,
es Dios mismo, con su Espíritu, quien ilumina nuestro corazón, de tal forma que nos hace comprender el
modo justo de hablar y de comportarse; y el camino a seguir. ¿Pero cómo actúa este don en nosotros? En
el momento en el que lo acogemos y lo albergamos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza
inmediatamente a hacernos sensibles a su voz y a orientar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos
y nuestras intenciones según el corazón de Dios.

–El Celebrante: Danos, Dios de amor, el don del consejo, así sabremos mostrar el camino
del bien a nuestros hermanos, podremos mostrar el camino de la fe a todos y podremos
aprender a dejarnos conducir por el camino del amor de Dios.
Ciencia

I configuradora. (Juan David Huertas) “Quisiera poner de relieve otro don del Espíritu Santo: el don
de ciencia. Cuando se habla de ciencia, el pensamiento se dirige inmediatamente a la capacidad del
hombre de conocer cada vez mejor la realidad que lo rodea y descubrir las leyes que rigen la naturaleza
y el universo. La ciencia que viene del Espíritu Santo, sin embargo, no se limita al conocimiento humano:
es un don especial, que nos lleva a captar, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su
relación profunda con cada creatura

– El Celebrante: Danos, Dios de amor, el don de la Ciencia, para que ilustrados en los
valores de la fe verdadera, sepamos guardar en el corazón tus enseñanzas que superan todo
saber.

Piedad

III discipular. (Jerson Villabon) “Hoy queremos detenernos en un don del Espíritu Santo que muchas
veces se entiende mal o se considera de manera superficial, y, en cambio, toca el corazón de nuestra
identidad y nuestra vida cristiana: se trata del don de piedad.

Es necesario aclarar inmediatamente que este don no se identifica con el tener compasión de alguien,
tener piedad del prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo con Él,
un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y que nos mantiene firmes, en comunión con Él, incluso
en los momentos más difíciles y tormentosos

–El Celebrante: Danos, Dios de amor, la piedad verdadera, el amor profundo y humilde, la
capacidad de glorificarte con nuestra vida, infunde en el alma de tu Iglesia el anhelo de
santidad y de gracia.

Fortaleza

II discipular. (Manuel Galeano) Hay una parábola, relatada por Jesús, que nos ayuda a captar la
importancia de este don [de fortaleza]. Un sembrador salió a sembrar; sin embargo, no toda la semilla
que esparció dio fruto. Lo que cayó al borde del camino se lo comieron los pájaros; lo que cayó en terreno
pedregoso o entre abrojos brotó, pero inmediatamente lo abrasó el sol o lo ahogaron las espinas. Sólo lo
que cayó en terreno bueno creció y dio fruto. Como Jesús mismo explica a sus discípulos, este sembrador
representa al Padre, que esparce abundantemente la semilla de su Palabra. La semilla, sin embargo, se
encuentra a menudo con la aridez de nuestro corazón, e incluso cuando es acogida corre el riesgo de
permanecer estéril. Con el don de fortaleza, en cambio, el Espíritu Santo libera el terreno de nuestro
corazón, lo libera de la tibieza, de las incertidumbres y de todos los temores que pueden frenarlo, de
modo que la Palabra del Señor se ponga en práctica, de manera auténtica y gozosa. Es una gran ayuda
este don de fortaleza, nos da fuerza y nos libera también de muchos impedimentos

–El Celebrante: Danos, Dios de amor, la fuerza que de ti procede para vencer las
acechanzas del mal, para caminar por tus senadas, para vivir en tu amor, fortalecidos por tu
gracia, capaces de dar aliento y paz a los que sufren.

Temor de Dios
I discipular. (Pablo Vargas)“El don del temor de Dios, del cual hablamos hoy, concluye la serie de los
siete dones del Espíritu Santo. No significa tener miedo de Dios: sabemos bien que Dios es Padre, y que
nos ama y quiere nuestra salvación, y siempre perdona, siempre; por lo cual no hay motivo para tener
miedo de Él. El temor de Dios, en cambio, es el don del Espíritu que nos recuerda cuán pequeños somos
ante Dios y su amor, y que nuestro bien está en abandonarnos con humildad, con respeto y confianza en
sus manos. Esto es el temor de Dios: el abandono en la bondad de nuestro Padre que nos quiere mucho.

–El Celebrante: Danos, Dios de amor, la gracia de tu santo temor, el propósito de nunca
ofenderte, la voluntad de seguir tus mandamientos, el firme deseo de ser fieles a tu voluntad.

f. CANTO AL ESPÍRITU SANTO

g. ORACIÓN PARA PEDIR LOS FRUTOS – P. Manuel y propedéutico

1. Espíritu de Caridad, haz que podamos amar a Dios y a nuestros semejantes como Tú quieres que los
amemos.
2. Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia.
3. Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.
4. Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida sin indagar el por qué de
ellas y sin quejarnos.
5. Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro
sonriente, reflejo de tu infinita suavidad.

6. Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas
obras buenas nos inspires.
7. Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás, como
deseamos soporten las nuestras.
8. Espíritu de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de
Jesús, obra maestra de la creación.
9. Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas
de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones.
10. Espíritu de Modestia, enséñanos a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de
tentación a los demás.
11. Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar
cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.
12. Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos;
sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de Ti, oh Dios del Amor hermoso.
Amén.

h. MOSAICO CANTOS AL ESPÍRITU SANTO


i. MOMENTO DE INTERIORIZACION
j. TAMTUM ERGO
k. Bendición con el Santísimo Sacramento

Potrebbero piacerti anche