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EDUCATIVO.
I. ESQUEMA-GUIÓN.
1.2.1. Huesos
1.2.2. Articulaciones
1.2.3. Músculos
1.3.1. Corazón
1.3.3. Sangre
1.4.2. Alvéolos
2.3.1. Causas
2.3.3. Localización
2.4.1. Causas
V. BIBLIOGRAFÍA.
1. Bibliografía consultada.
2. Bibliografía recomendada.
ESQUEMA-GUIÓN
- Sistema locomotor
- Huesos
- Articulaciones
- Músculos
- Sistema cardiovascular
- Corazón
- Vasos sanguíneos
- Sangre
- Sistema respiratorio
- Vías aéreas
- Alvéolos
- Centro respiratorio
- Sistema nervioso
- Sistema endocrino
- Otros sistemas
- Lesiones agudas
- Causas
- Tipo de lesión
- Localización
- Fracturas diafisarias
- Lesiones crónicas
- Causas
- Tipo de lesiones
* Enfermedad de Osgood-Schlater
* Enfermedad de Sever
* Apofisitis humeral
* Enfermedad de Perthes
El tema 5 realiza un breve estudio de los principales sistemas fisiológicos del organismo humano, los
Se trata de contenidos propios de las áreas "Anatomía humana", "Fisiologías humana y del ejercicio" y de
humano durante el ejercicio físico es uno de los objetivos generales a alcanzar en el alumno de educación
Además el profesor de estaárea debe ser capaz de observar pasibles alteraciones del sistema locomotor
largo término.
Estos conocimientos posibilitarán que el alumno alcance, al final de esta etapa educativa, un
conocimiento y una actitud adecuadas para el cuidado del cuerpo, respetando sus límites y adquiriendo
Hemos de insistir, y especialmente en estos temas de carácter teórico y fisiológico, en que dichos
conocimientos deben ser adquiridos mediante la acción motriz, mejor que dedicándoles sesiones de tipo
teórico, dado el escaso tiempo de que se dispone en esta materia dentro de la enseñanza obligatoria y el
El desarrollo de los contenidos del tema se inicia con el estudio de los sistemas y aparatos que conforman
En un segundo apartado se trata de la patología asociada al sistema locomotor, indicando en primer lugar
los trastornos de tipo agudo que puede padecer. A continuación, se realiza un repaso de las principales
Finalmente, se hace referencia a las urgencias que pueden aparecer durante la práctica deportiva y la
DESARROLLO DE CONTENIDOS
La célula representa la unidad funcionalmás pequeña y elemental del organismo de los seres vivos;
siendo capaz de desarrollarse, crecer, reproducirse de forma aislada. En el organismo, las células se
organizan entre sí para formar estructuras especializadas que serán las responsables del correcto
Las células se agrupan formando diferentes tejidos: óseo, muscular, adiposo, nervioso,... A su vez los
tejidos se coordinan entre sí formando órganos, los cuales, forman parte de los sistemas orgánicos.
Finalmente, el cuerpo está formado por diferentes sistemas y aparatos, de entre los cuales los más
- Respiratorio,
- Cardiocirculatorio
- Digestivo,
- Urinario,
- Locomotor,
- Reproductor,
- Endocrino, y
- Nervioso.
La actividad física es un estímulo perturbador del equilibrio funcional del organismo que obliga a los
sistemas y aparatos del mismo a variar su nivel de funcionamiento para evitar que se creen desequilibrios
excesivos. No todos los aparatos son solicitados en el mismo grado, así, los principales son :
- El sistema locomotor,
- El sistema respiratorio,
- El sistema Cardiocirculatorio,
- El sistema nervioso
- El sistema endocrino.
La repercusión de la actividad física en el resto de los sistemas es algo menor. Los principales órganos y
Su función es sostener el cuerpo, permitir la movilidad y proteger algunos órganos vitales. Está formado
por los huesos, las articulaciones y los músculos esqueléticos.
1.2.1. Huesos.
Son elementos duros que forman el armazón o soporte del cuerpo y con la función de proteger las
vísceras (abdomen, tórax, vértebras, cráneo), posibilitar el movimiento, formar las células de ¡a sangre y
almacenar minerales.
Existen diferentes tipos de huesos : largos, cortos y planos, según su localización y función.
1.2.2. Articulaciones.
Son las superficies de unión entre los huesos. Representan estructuras complejas con poca resistencia de
fricción y con elementos de refuerzo como la cápsula articular y los ligamentos. Su función es la de
permitir la movilidad de los segmentos óseos. Los grados de movimiento varían de una articulación a otra,
dependiendo de la forma articular de los músculos responsables de los movimientos y de la calidad de los
tejidos circundantes.
1.2.3. Músculos.
Son el elemento productor del movimiento. Los huesos y articulaciones se consideran como e
componente pasivo del sistema locomotor; por el contrario, los músculos representan el componente
activo del mismo.
Mediante la energía obtenida de los alimentos y transformada en adenosintrifosfato (ATP), las células
musculares son capaces de contraerse y de transformar esta energía química en energía mecánica.
Existen distintos tipos de células musculares, pero en el aparato locomotor dichas células son alargadas,
estriadas y de contracción voluntaria, características que las diferencian de las célula musculares
cardíacas y de las de la musculatura lisa.
La forma de los músculos es variable y depende de su función. Por regla general existen do extremos: el
origen y la inserción, y una zona media abultada: el vientre muscular. Sin embargo algunos músculos
presentan varios vientres, o son planos o triangulares.
Los músculos pueden clasificarse según la acción que ejercen en: flexores, extensores, rotadores
abductores, aductores, esfínteres, dilatadores.
También pueden clasificarse según la relación que mantienen con el movimiento estudiado:
Tiene una función de transporte e intercambio de sustancias. Está formado por el corazón, los vasos
sanguíneos y la sangre. Es un sistema muy solicitado durante la realización de la actividad física a causa
del incremento de las demandas energéticas y de oxígeno; así como por la necesidad de eliminar una
mayor cantidad de productos de deshecho y de dióxido de carbono de la célula muscular. Al mismo
tiempo, el incremento global de la temperatura corporal también obliga al sistema cardiocirculatorio a
realizar un esfuerzo mayor.
1.3.1. El corazón.
Es un órgano vacío, cuyas paredes están formadas por tejido muscular cardíaco y revestidas
interiormente por el endocardio y exteriormente por el pericardio. Contiene cuatro cavidades: dos
ventrículos y dos aurículas. La aurícula derecha se comunica con el ventrículo derecho y la aurícula
izquierda con el ventrículo izquierdo. En condiciones normales no existe comunicación interauricular ni
interventricular.
Las aurículas se comunican con los ventrículos mediante válvulas: tricúspide en el corazón derecho y
mitra] en el izquierdo. A la salida de los ventrículos se encuentran otras dos válvulas: pulmonar en el
derecho y aórtica en el izquierdo.
El corazón se contrae de forma rítmica y automática por la excitación generada en el nódulo sinusal que
se extiende a todo el órgano cardíaco. Durante la fase de contracción, o sístole, la sangre fluye fuera del
los ventrículos por las arterias pulmonar y aorta. Durante la relajación, o diástole, la sangre retoma al
corazón por las venas cava y pulmonares.
El trabajo del corazón se mide mediante la frecuencia cardíaca y el volumen sistólico. Durante la actividad
física ambos parámetros aumentan reflejando el grado de participación del corazón en la actividad. En el
transcurso de la misma, la sangre puede pasar seis veces más deprisa por el corazón.
Son los conductos por los que circula la sangre, existiendo distintos tipos según sus funciones:
La sangre que sale del corazón se distribuye por dos circuitos de vasos sanguíneos: circulación pulmonar
y circulación sistémica.
Elcircuito pulmonar comprende la arteria pulmonar que sale del ventrículo derecho, los capilares
pulmonares y las venas pulmonares que desembocan en la aurícula izquierda. La sangre que sale del
ventrículo derecho y pasa por la arteria pulmonar es sangre rica en dióxido de carbono (CO2) y pobre en
oxígeno (O,). En los capilares pulmonares se realiza el intercambio de gases; se elimina CO, hacia los
alvéolos y entra O2de éstos a la sangre, de modo que ésta cuando entra en la aurícula izquierdo por las
arterias pulmonares es una sangre rica en oxígeno y pobre en dióxido de carbono. La presión de la
sangre en este circuito es baja.
En el circuito mayor o sistémico la sangre se distribuye por el resto del cuerpo. El circuito se inicia en la
aorta, por donde sale oxigenada del ventrículo izquierdo. La aorta se ramifica en diversas ramas: arterias
carótidas, subclavias, vertebrales, hepática, renales, ilíacas, que a su vez se vuelven a dividir en otras
ramas, transformándose en arteriolas y finalmente en capilares. La sangre que llega a los tejidos por este
circuito es rica en oxígeno y nutrientes.
Después de atravesar el territorio capilar, los vasos sanguíneos confluyen formando en primer lugar las
vénulas y posteriormente se transforman en vasos más grandes, las venas. La sangre que transportan es
rica en dióxido de carbono y productos de degradación y pobre en nutrientes y oxígeno. Finalmente, el
circuito se cierra mediante las venas cava inferior y superior que retoman la sangre a la aurícula derecha
del corazón. La presión de la sangre dentro del circuito mayor es bastante elevada.
1.3.3. Sangre.
- Control de la temperatura,
Composición de la sangre.
El organismo necesita oxígeno para poder generar energía deforma eficaz. El sistema respiratorio se
encarga de proporcionar aire nuevo, rico en oxígeno, y de eliminar el dióxido de carbono acumulado en el
organismo. Está formado por distintos órganos: vías aéreas superiores, vías aéreas inferiores, alvéolos,
siendo controlado por el sistema nervioso central mediante el centro respiratorio.
Las vías aéreas comprenden la nariz, boca, faringe, laringe, traquea, grandes bronquios, bronquios
pequeños, bronquiolos,.... Por lo general, las vías aéreas están revestidas por epitelio ciliado y glándulas
mucosas que les permite preparar el aire que entra en el cuerpo.
Esta preparación consiste en calentarlo a 37° C, humidificarlo y filtrar las partículas grandes que podrían
dañar al pulmón. La nariz es el órgano mejor preparado para desempeñar esta función. Durante la
actividad física se pierde un poco la eficacia de la preparación del aire, puesto que el deportista, debido al
incremento de las demandas de aire, se verá obligado a respirar también por la boca.
1.4.2. Alvéolos.
Las últimas ramificaciones de las vías aéreas desembocan en los alvéolos, que son estructuras
globulares de pared muy delgada y en íntimo contacto con la sangre que pasa por los capilares
pulmonares.
Cuando el aire llega a los alvéolos tendrá lugar el intercambio de gases: la sangre elimina el dióxido de
carbono acumulado y capta el oxígeno del aire alveolar. Durante la actividad física, gracias a las
adaptaciones del sistema respiratorio y circulatorio, aumenta la capacidad de difusión de los gases a
través de la membrana respiratoria.
El centro respiratorio situado en el sistema nervioso central es el encargado de regular la ventilación. Esta
consta de dos fases: inspiración y espiración, que dan lugar al ciclo respiratorio. En cada ciclo respiratorio
se ventilan unos 500 mi de aire, lo que se denomina como volumen corriente. La frecuencia respiratoria
se refiere al número de ciclos respiratorios por minuto. Suele ser de 12-13 ciclos por minuto, aunque es
más elevada e inestable en las edades infantiles que en los adultos. Durante la actividad física, la
frecuencia respiratoria aumenta hasta valores de 30 a 50 ciclos por minuto. En las actividades deportivas
de tipo cíclico, la frecuencia respiratoria se adapta al ritmo del movimiento.
Frecuencia respiratoria
x
volumen corriente
=
volumen minuto respiratorio o ventilación
En reposo, los valores normales son de seis litros de aire por minuto, aumentando con las demandas de
la actividad física hasta más de 100 litros por minuto.
El centro respiratorio modifica la frecuencia respiratoria y el volumen corriente mediante la actividad de los
músculos respiratorios inspiradores (diafragma, intercostales externos) y espiradores (músculos
abdominales e intercostales internos). Este centro es sensible a las concentraciones de dióxido de
carbono, oxígeno e hidrógeno en la sangre, de modo que cuando se reduce el oxígeno o aumentan el
dióxido de carbono y el hidrógeno sanguíneos se estimula la ventilación y, cuando aumenta el oxígeno y
se reducen las concentraciones de dióxido de carbono e hidrógeno disminuye dicha ventilación.
El sistema nervioso comprende diferentes partes, por un lado el sistema nervioso somático, que se
encarga de la actividad muscular y, por otra, el sistema nervioso vegetativo, responsable del control de las
funciones orgánicas.
El sistema nervioso somático, consta de receptores y vías sensitivas que proporcionan información al
organismo; de vías motoras responsables de transmitir las órdenes del sistema nervioso central a los
músculos; y de centros nerviosos localizados en el sistema nervioso central que integran y procesan la
información sensitiva; elaboran las órdenes motoras y guardan patrones motrices, experiencias
pasadas,...
Durante el ejercicio físico, el sistema nervioso somático debe aumentar su actividad para optimizar el
control motor de los movimientos. Tanto las vías sensitivas como las motoras, como los centros
encargados de integrar la información sensitiva y las órdenes motoras (cerebelo, área premotora,...)
mostrarán un incremento de sus potenciales.
El sistema nervioso vegetativo se encarga del control de las funciones orgánicas, está formado por dos
sistemas: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático, que realizan efectos
contrarios sobre las funciones orgánica: cuando uno estimula un órgano, el otro lo inhibe. Por lo general,
el sistema nervioso simpático estimula funciones como la actividad cardiaca, respiratoria, muscular; es el
sistema de la lucha, del enfrentamiento,... El sistema nervioso parasimpático inhibe estas funciones e
incrementa el funcionamiento del sistema digestivo, se encarga de la alimentación y restauración del
organismo.
Habitualmente ambos sistemas se encuentran en equilibrio, a pesar de ello en edades infantiles, debido a
la relativa inmadurez del sistema nervioso, se pueden observar bruscamente grandes variaciones en el
predominio de uno u otro sistema.
El sistema endocrino está formado por las glándulas endocrinas y lashormonas segregadas por ellas. Se
encarga del control del crecimiento, de la diferenciación sexual y la reproducción y del metabolismo.
En relación a la actividad física, el sistema endocrino desempeña un rol importante en el control del
metabolismo energético e hidroelectrolítico.
Por un lado, la reducción de la insulina y los incrementos de glucagón, catecolaminas, hormona del
crecimiento y cortisol controlan la utilización de la glucosa y las grasas como fuente de energía. Por otra
parte, hormonas como la aldosterona, la antidiurética mantienen la concentración y composición
electrolítica de los líquidos corporales.
Los demás sistemas orgánicos del cuerpo nojuegan un papel activo en la adaptación del organismo
durante la actividad física, por un lado sus funciones no son esenciales para la ejecución de la actividad y,
por el otro, la cantidad de sangre que les llega se verá reducida notablemente. En reposo, los intestinos
reciben un 25% (1.25 litros/minuto) del total de sangre que sale del corazón en un minuto; los riñones un
20% (1 l/min). Durante la actividad física reciben un 3 % (0.7 l/min) y 2 % (0.5 l/min) del total,
respectivamente. Por lo tanto, estos sistemas tendrán un papel permisivo de la actividad y no se debe
hacerlos trabajar al mismo tiempo que se realiza una tarea física. Así, por ejemplo, no es recomendable
hacer actividad físico-deportiva durante la digestión. En esta situación se reduciría el aporte de sangre a
los intestinos y la función digestiva se vena notablemente dificultada.
La actividad física supone una carga para el cuerpo, aunque también tiene efectos beneficiosos
indiscutibles para el mismo. Al mismo tiempo, se incrementa el riesgo de padecer trastornos del
organismo relacionados con la práctica deportiva.
Por otro lado, el organismo infantil presenta unas características especiales que le hacen más susceptible
a ciertas patologías que el adulto.
El cartílago articular es más propenso a desgarrarse que en el adulto, especialmente en el codo, rodilla y
tobillo, alterándose el aporte sanguíneo y evolucionando hacia osteocondritis disecante. Los efectos de la
actividad física sobre sistema locomotor se pueden dividir en tres grupos:
Para el buen desarrollo del aparato locomotor es necesaria una cierta cantidad de actividad física; sin
embargo, actividades repetidas y muy intensas pueden alterar el crecimiento armónico, creando
desequilibrios y lesiones del sistema locomotor.
Las lesiones agudas son, por lo general, menos graves en los niños que en los adultos, debido a su
menor fuerza y a la mayor flexibilidad de sus huesos, músculos y ligamentos. En los niños menores de 12
años las lesiones agudas son menos frecuentes que en los mayores, observándose un pico de incidencia
hacia los 14-15 años.
2.3.1. Causas.
- Ausencia de supervisión,
- Ausencia de calentamiento.
Con respecto a las situaciones deportivas, parece ser que las lesiones agudas se producen,
principalmente, durante las competiciones (35%), seguidas de las sesiones de entrenamiento (30%), de
las clases de educación física (20%) y de la actividad libre (15%).
Por deportes, los que presentan mayor traumatología son el rugby, fútbol y esquí, seguidos del patinaje,
ciclismo y básquet.
Un 35 % de las lesiones suelen ser desgarros, esguinces de las articulaciones, especialmente del tobillo.
En deportes como el esquí y la equitación, las fracturas son las lesiones más frecuentes. De todas las
lesiones, aproximadamente, un 11% requieren hospitalización.
2.3.3. Localización.
Las lesiones graves del cuello y cabeza son muy poco frecuentes en los niños menores de 11 años.
También son raras las lesiones con mayor mortalidad. Después de una lesión en la cabeza esimportante
seguir su evolución y acudir al médico después del entrenamiento o competición. En los deportes con
riesgo de lesión de este tipo (esquí, rugby, etc.) es recomendable que los niños lleven protecciones
(casco, por ejemplo) para prevenir posibles accidentes.
El hueso infantil es más maleable que el del adulto, por eso, las fracturas de las diáfisis son menos
frecuentes y a menudo presentan la característica de "tallo verde". Debido a la buena irrigación suelen
cicatrizar mejor y más pronto que en los adultos.
Existen distintos tipos de fracturas que afectan en menor o mayor grado al cartílago de crecimiento. El
problema de estas fracturas es que pueden complicarse con alteraciones del crecimiento del hueso
afectado. Es necesario hacer una buena inmovilización para evitar complicaciones.
Las epifisiolisis son deslizamientos de la epífisis respecto al cartílago de crecimiento sin la existencia de
un traumatismo importante. La articulación lesionada con mayor frecuencia es la de la cadera y suele
serlo de forma bilateral.
En los niños, y especialmente en los adolescentes, los tendones y músculos son más fuertes que los
huesos, por eso raramente se observan roturas de ligamentos, pero en su lugar se presentan
arrancamientos del hueso en los puntos de inserción de los tendones. En el niño este tipo de lesión es
menor que en el adolescente debido a su menor fuerza.
2.4.1. Causas.
Factores intrínsecos:
- Hiperlordosis lumbar,
- Superficies y calzado.
Enfermedades asociadas:
- Enfermedad de Perthes,
- Brotes de crecimiento.
Los niños desarrollan algunos de los síndrome», de sobresolicitación típicos de los adultos: tendinitis,...
pero son mucho más frecuentes las osteocondrosis o trastomos de los centros de crecimiento. Son
alteraciones autolimitadas localizadas en los centros de osificación primarios o secundarios que aparecen
conjuntamente con los brotes de crecimiento entre los 5 y 13 años. Se clasifican en cuatro grupos según
sus características.
- Predisposición genética,
Aparece con frecuencia en los puntos de inserción de los grandes tendones, especialmente en la rodilla y
el tobillo.
Para todas ellas el tratamiento es similar : modificar el patrón de actividad, realizar tratamiento local
(inmovilización, anti-inflamatorios, frio,...); identificar y corregir los problemas posturales, desequilibrios
musculares, y rigideces; reforzar gradualmente los músculos agonistas y sinergistas; reincorporarse
gradualmente a la actividad física habitual.
Enfermedad de Osgood-Schlalter.
Es una una apofisitis por tracción, extra-articular, debida, a la tracción mecánica repetitiva ejercida por el
tendónrotuliano sobre la tuberosidad tibial. Se observa, sobretodo, en el brote de crecimiento, aunque en
las niñas puede aparecer a los 9-10 años. Los deportes que pueden favorecer esta patología son: fútbol,
básquet, gimnasia.
Durante el tratamiento, que incluye ejercicios de flexibilidad y de fuerza de la zona, puede ser necesario
modificar o adaptar algunas actividades como saltar o correr, incluso, a veces, debe evitarse correr
durante dos a tres semanas.
Enfermedad de Sever.
Apofisitis de tracción localizada en el talón en el punto de inserción del tendón de Aquiles sobre el
calcáneo. Es frecuente en niños de 7 a 15 años que empiezan a correr, especialmente si realizan
actividades como hockey hierba, básquet o fútbol. Es más frecuente en niños que en niñas y, a menudo,
afecta a los dos talones a la vez.
Apofisitis humeral.
El centro de osificación del epicondilo interno del húmero es el último del codo en cerrarse, por ello, esta
alteración puede observarse hasta los 16-18 años de edad. Aparece especialmente en lanzadores y
tenistas debido a la tracción sobre este punto.
Durante el tratamiento se recomiendan actividades como correr o nadar y dejar en reposo relativo la
extremidad afectada.
2.4.4. Apofisitis subcondrales por aplastamiento.
Enfermedad de Perthes.
Es una de las más frecuentes y que aparece entre los 4-10 años de edad. Sus síntomas son dolor
inguinal, anteromedial del muslo o de la rodilla. A menudo los músculos del muslo y de la cadera son más
débiles y están algo atrofiados. En las radiografías se pone de manifiesto un aplastamiento de la cabeza
femoral que será muy vulnerable a las fuerzas compresivas.
Enfermedad de Kohler.
Es una osteocondrosis que aparece en niños de 3 a 7 años y se presenta como un dolor en la zona
medial del pie debido al aplastamiento del hueso navicular.
Aparece con frecuencia en niños entre 10 y 16 años y se localiza de preferencia en el cóndilo medial de la
rodilla. Se presenta como un dolor difuso de la articulación después de la actividad. Las radiografías
confirman el diagnóstico al mostrar un área de osificación irregular.
Durante el tiempo de tratamiento, se debe evitar la separación de los fragmentos óseos; por ello es
aconsejable evitar actividades como correr, saltar, cambios de dirección, que pueden alterar la cohesión
de los fragmentos.
Las alteraciones músculo-esqueléticas y posturales pueden producir problemas significativos en los niños
durante la actividad física, pueden afectar especialmente a la columna vertebral y los pies.
Existen dos grandes tipos: los pies planos valgos, que a menudo no producen síntomas y pueden ser
debidos a hiperlaxitud de los ligamentos; o pies cavos, a menudo asociados a un tendón de Aquiles corto
y varo del pie.
En el primer caso, la actividad física puede favorecer la corrección del problema; en el segundo es
necesario realizar un examen podológico profundo, puesto que es un pie con más riesgo de lesiones.
Todos los problemas posturales de los pies deben ser evaluados y controlados por un experto y si es
necesario corregidos con plantillas.
La columna vertebral habitualmente presenta cuatro curvaturas en el plano sagital: dos de convexidad
anterior o lordosis, situadas a nivel cervical y lumbar; y dos de convexidad posterior o cifosis en las
regiones torácica y sacra.
En el plano frontal, la columna vertebral no muestra ninguna curvatura, cuando éstas aparecen se las
denomina escoliosis y representan una alteración postural.
Cuando los ángulos de las curvaturas superan los valores normales se producen desequilibrios de la
distribución de las cargas que a largo plazo pueden crear complicaciones.
Se ha establecido que los primeros auxilios para las lesiones agudas se puede recordar con la regla
R.I.C.E. que se refiere a reposo, hielo (ice), compresión, y elevación. Este protocolo se debe aplicar
durante las 72 horas siguientes al Traumatismo, aunque en algunos casos también es apropiado para
lesiones crónicas.
Reposo
Reposo de la zona lesionada. En lesiones crónicas modificar la actividad para mantener la condición
física, fuerza y habilidad.
Hielo
Aplicar hielo sobre la zona lesionada durante 10-15 minutos cada 45-60 minutos para evitar el edema,
hemorragia y dolor de la zona.
Compresión
Vendajes compresivos (no torniquetes) para evitar el edema y las hemorragias.
Elevación
Reducir el efecto de la gravedad sobre la acumulación de líquido en la zona lesionada.
Estas medidas se pueden adoptar de forma general para las lesiones agudas del aparato locomotor como
esguinces, distensiones, contusiones,... En el caso de las fracturas se debe inmovilizar la parte afectada
antes de trasladar al enfermo y se debe tener especial cuidado cuando se sospeche una lesión de la
columna vertebral en la que no se deberá movilizar lo más mínimo al deportista, y en caso de
transportarlo se debe hacer sobre un plano duro por parte de cuatro personas.
Bibliografía
1. Bibliografía consultada.
ASTRAND, P.O., RODAHL, K. [1985]: Fisiología del trabajo físico. Ed. Panamericana. Buenos Aires
BAR-OR, O. [1983]: Pediatric sports medicine for the practitioner: from physiologic principies toclinical
applications. Springer & Verlag. New-York.
DIRIX, H, KNUTTGEN, H.G. [1988]: The Olympic Book of Sports Medicine. Blackwell Scientific
Publications. Oxford.
2. Bibliografía recomendada.
FOX, EL. [1988]: Fisiología del deporte. Ed. Panamericana. Buenos Aires
FOX, E.L., MATHEWS, D.K. [1978]: The physiological basis of physical education. WB. Saunders.
London.