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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad Ingeniería Mecánica y Eléctrica

Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones

Competencia Comunicativa

M1

El impacto de las nuevas tecnologías en las competencias laborales

M.I Selena Ge Pinal Gómez

Andy Manuel Peñaloza Peñaloza 1987028

Laura Virginia Belisario Portillo 1986846

Devanie Alejandra Herrera Benavides 1841251

Angel Guadalupe García Guzmán 1799388

29 de Abri del 2019


Introducción

Durante la segunda mitad del siglo pasado, el avance tecnológico se fue acrecentando de manera tal
que, ha propiciado el desarrollo de variados inventos con su correspondiente aplicación a la vida
diaria, una de esas invenciones fue la Internet, en los últimos años se ha experimentado un
importante cambio en el ámbito laboral y de los recursos humanos, ya que las empresas demandan
con más frecuencia Ingenieros preparados para afrontar los retos que las nuevas tecnologías han
impuesto.

Un Ingeniero Mecánico Administrador hoy en día, debe adquirir nuevas habilidades, conocimientos,
y cualidades personales que le permitan adaptarse a las nuevas tecnologías y hacer frente a la
nueva realidad, para una práctica profesional acorde a las necesidades que requiere la sociedad
moderna.

Las nuevas tecnologías impactan de manera significativa la actividad laboral, que es la práctica
remunerativa que ejerce todo ser humano para contribuir con el desarrollo de la sociedad,
enriqueciendo al mismo tiempo, sus habilidades y conocimientos.

La tecnología ha te ido un gran impacto en el mundo, gracias a esto se ha logrado simplificar los
procesos de producción por ejemplo con máquinas que hacen el trabajo que en la antigüedad el
hombre tenía que realizar esos trabajos, entre otras formas en las que se desempeñan algunas
tareas. Además, ha permitido llevar a cabo mejoras en las condiciones de trabajo, aumentar la
seguridad y favorecer la comunicación y el flujo de intercambio de información.

El mercado laboral se enriquece con las nuevas tecnologías para hacer nuestro día a día más fácil y
sin complicaciones, para ello los IMA deben ser suficientemente abiertos y flexibles a los cambios.
Además, el mercado laboral exige una modificación en el perfil del profesional acorde a la época,
debido a los nuevos avances tecnológicos que tenemos.
Hasta el siglo XIX, los cambios y las nuevas tecnologías cambiaron en gran medida la vida del
hombre; la máxima velocidad del desplazamiento sobre la superficie de la tierra desde que la
humanidad existía era la que podían ofrecer las cuatro patas de un animal de tiro o de montar. En
1804 funciona por primera vez (en Gales) una locomotora de vapor. Cien años después, el hombre
llega a la luna, en cohetes supersónicos. En la exposición universal de Filadelfia de 1876, Bell
presenta un interesante ingenio que permite transmitir la voz; se había inventado el teléfono, que no
se empezó a extender hasta 1896. Hasta aquel momento, la única posibilidad de comunicación de
persona a persona era la que proporcionaba la fuerza de la voz. Hoy es normal comunicarse de
palabra e imagen a través de centenares de miles de kilómetros. Y desde hace poco tiempo nos ha
facilitado la comunicación escrita instantánea.

Esta primera aproximación a las nuevas tecnologías permite entender algunos cambios de
valoraciones que influyeron al crear una nueva mentalidad. Se amplía la distancia generacional: para
la generación que se encuentra dentro de la tercera edad, la novedad en las comunicaciones fue la
introducción masiva de la radio y del teléfono. Los jóvenes vivieron la televisión desde su infancia;
para ellos las novedades son los ordenadores y todas las aplicaciones de la electrónica. En el
transcurso de muy pocos años, las clásicas coordenadas espacio y tiempo han cambiado de
significado. Este proceso se puede repetir en otros ámbitos de la vida: el uso de la electricidad, la
aviación, la vida en las ciudades... y también en la forma de nacer, de morir o de estar enfermo. Esta
velocidad de cambio crea una distancia entre generaciones. Veinte años de diferencia de edad es
como en otras épocas una diferencia de unas cuantas centurias. La distancia intergeneracional hace
más difícil el diálogo y el acuerdo. Esta hace que en la sociedad actual se tambaleen dos criterios de
valoración: la experiencia y la tradición.

El concepto de cambio y de mejora constantes, hace que siempre se esté a la expectativa de algo
mejor. Hoy ya no interesa comprar nada que haya de durar "toda la vida". Pero entonces sucede que
esta cultura de la provisionalidad se extiende a otros ámbitos de la vida. Asumir un compromiso,
responsabilidad, humanismo, solidaridad, entre otros muchos valores para siempre puede parecer
que no coincide con la mentalidad "moderna", porque actualmente no se valora adecuadamente por
muchas personas "lo que dura siempre". Se debe pensar en la trascendencia que esto puede tener
en las relaciones humanas, en específico en el campo de la enfermería.

Durante la segunda mitad del siglo pasado, el avance tecnológico se fue acrecentando de manera tal
que, ha propiciado el desarrollo de variados inventos con su correspondiente aplicación a la vida
diaria. Una de esas invenciones fue la Internet la que permitió una mejor integración del mundo
globalizado. El ámbito de la biblioteconomía no podía quedar fuera; fue así como se comenzaron a
diseñar diversos productos que hoy pueden utilizarse a través de un entorno virtual. Esto motivo un
cambio paradigmático dentro de las bibliotecas y centros de documentación como, la idea de llevar la
biblioteca hasta la oficina, el laboratorio, el aula y hasta la casa del usuario a través de la Web;
obviamente siempre y cuando el usuario dispusiera de la tecnología adecuada para efectuar tales
consultas.

Las nuevas tecnologías propiciaron otro cambio de paradigma signado por el valor que el
conocimiento tiene en la Sociedad de Información. Lo que realmente cambio no es el valor del
conocimiento, si no el valor que le asigna el mercado a la posesión del mismo. En realidad, el
conocimiento siempre gozo de prestigio, pero actualmente se lo considera como una herramienta
que permite, además, ostentar poder.

En el contexto económico el conocimiento es un elemento esencial de competición, con enormes


potencialidades para cambiar la visión del mundo; partiendo de esta afirmación es que se crean
variadas herramientas que permiten una gestión óptima del mismo.

En general las nuevas tecnologías en las competencias laborales, posibilitan poner en práctica
estrategias comunicativas y educativas para establecer nuevas formas de enseñar y aprender,
mediante el empleo de concepciones avanzadas de gestión, en un mundo cada vez más exigente y
competitivo, en donde, en la actualidad no hay cabida para la improvisación y el sentimiento general
de la población mundial es que las bibliotecas de papel no desaparecerán, sino que se
modernizarán; aun cuando la información pueda ser digitalizada, la memoria en papel es más
confiable y sencilla de preservar por más tiempo que la memoria magnética. El vertiginoso desarrollo
de la tecnología se ha convertido en uno de los productos fundamentales del consumo de la
modernidad.

Estas tecnologías, en su mayor parte, han facilitado el desarrollo de la sociedad y nos han dotado de
herramientas para afrontar problemas que, hasta entonces, no tenían solución con los medios
existentes en ese momento. En la actualidad, las tecnologías que en mayor medida están influyendo
en la sociedad, son las relacionadas con la informática y las comunicaciones, en las que destacan
principalmente dos: Internet y las comunicaciones móviles, en donde, se dice que estamos en un
nuevo tipo de sociedad denominada Sociedad de la información. En este sentido, podemos ver el
impactante cambio del que han sido parte las sociedades que conocemos como “tecnologizadas”,
donde podemos claramente apreciar las diferencias de economía en cuanto a tamaños y hasta
cambios en la manera de establecer relaciones sociales entre personas de un país desarrollado
tecnológicamente y uno rural o poco familiarizado con esta.

Cornella (1997) considera que el perfil profesional debe diseñarse sobre tres áreas básicas de
conocimientos: Administración de Empresas, Tecnologías de la Información e Información; además,
el profesional tendrá que demostrar habilidades que le faciliten la relación con el entorno
empresarial, de modo que deberá implementar estrategias de comunicación, presentación
negociación.

El área de Administración de Empresas le brindará sólidos conocimientos sobre el mundo de los


negocios, la estructura y el funcionamiento de las organizaciones. Para ello es necesario que
adquiera nociones sobre contabilidad, finanzas, micro y macroeconomía, marketing, política de
empresa, estructura de las empresas, planificación estratégica, gestión de proyectos, gestión de
recursos humanos, entre otros. Si bien no tiene que ser un especialista en informática, ya que
contara con especialistas que lo respaldarán, tiene que adquirir conocimientos suficientes para
aprovechar las posibilidades que las nuevas tecnologías pueden aportar a la organización. Para
lograr este objetivo deberá incorporar nociones de informática, telecomunicaciones, análisis y diseño
de sistemas, diseño, manejo y gestión de bases de datos, redes telemáticas, automatización de
oficinas, sistemas de apoyo a la decisión y de información ejecutiva, etc.

Finalmente, tendrá que ser un especialista en información, manejando temas como: gestión de
recursos de información, técnicas de organización de la información, psicología del usuario, fuentes
de información internacional en bases de datos en línea, inteligencia corporativa, métodos de
investigación y elaboración de información, evaluación de la calidad de la información, políticas de
información, economía de la información, entre otros.

Los bibliotecarios o gestores de información son profesionales competentes para realizar tareas
gerenciales de recursos informativos, pero en muchas ocasiones deben competir con profesionales
que provienen de otras áreas del conocimiento, y que tienen mayores herramientas del campo
informático, o poseen una mayor facilidad para vender su imagen.

Por este motivo, los profesionales deben prepararse para competir, ofreciendo una imagen diferente
a la tradicional para que, tanto empleadores como la sociedad en general, comprendan la naturaleza
de su trabajo y competencias. Las nuevas tecnologías han provocado un cambio sustancial en el
perfil del profesional y a su vez han añadido valor a los servicios que ofrecen al usuario. Ese cambio
implica: una modificación de roles existentes y la aparición de nuevos roles, los cuales se combinan
con las funciones sustanciales del quehacer bibliotecario. A medida que se producen estas
modificaciones, se debe mantener un balance entre cambio y estabilidad para asegurar el mejor
diseño de los servicios.

Todas las tareas y responsabilidades que desempeña una biblioteca son modificadas por la
tecnología, por lo que la biblioteca y su personal deben enfrentar los desafíos tecnológicos con
recursos humanos limitados. El rediseño de las funciones tradicionales de cada puesto, el
reclutamiento de nuevo personal, (o formación del ya existente), con habilidades en el manejo de
tecnologías, y una supervisión y liderazgo creativo, puede ayudar a las bibliotecas a desarrollar
soluciones a los problemas actuales, manteniendo la flexibilidad para la adaptación a los cambios
futuros.

El mercado laboral se enriquece con las nuevas tecnologías, para ello los profesionales deben ser
suficientemente abiertos y flexibles a los cambios. Además, el mercado laboral exige una
modificación en el perfil del profesional acorde a la época. El campo ocupacional de este profesional
es sumamente amplio, y se proyecta en el ejercicio libre de la profesión y en instituciones privadas,
gubernamentales e internacionales. Puede desempeñarse tanto en funciones directivas de gestión y
organización, conservación, diseminación y evaluación de la información, como en la entrega de
servicios y productos documentales a investigadores, académicos y profesionales, empresarios,
gobernantes, parlamentarios, estudiantes, niños, ancianos y público en general, utilizando en su
trabajo, tantas metodologías tradición.

La tecnología ha influido directamente en el ámbito laboral es incuestionable. Sin embargo, muchos


se preguntan si sus efectos sobre el trabajo son positivos o negativos. Aunque aún surjan dudas, la
evolución hacia puestos de empleo mucho más avanzados tecnológicamente ha supuesto un cambio
positivo; Debido a esto, se ha logrado simplificar los procesos de producción y las formas en las que
se desempeñan algunas tareas. Además, ha permitido llevar a cabo mejoras en las condiciones de
trabajo, aumentar la seguridad y favorecer la comunicación y el flujo de intercambio de información.
De hecho, durante los últimos años se ha experimentado un importante cambio en el ámbito laboral y
de los recursos humanos, ya que las empresas demandan con más frecuencia candidatos
preparados para afrontar los retos que las nuevas tecnologías han impuesto.

En las últimas décadas, las TIC han conseguido revolucionar el mundo laboral por completo, dando
lugar a la aparición de nuevas formas de trabajo, gestión y organización. El futuro del empleo no
puede concebirse sin la influencia de la tecnología. De hecho, se prevé que el 65% de los miembros
de la Generación Z trabajarán en puestos relacionados con ella. Las nuevas formas de empleo
creadas a partir de los avances tecnológicos como el teletrabajo o el trabajo cooperativo tienen un
nexo en común: la flexibilidad. De ahí, que se haya producido un profundo cambio en el mercado
laboral, en las competencias que son requeridas por las empresas y en la organización de las
mismas.

Ahora, la demanda de talento se orienta hacia el perfil knowmad, que se caracteriza por ser
innovador, flexible, interdisciplinar y permanecer en formación continua. La confluencia entre
empleador y trabajador es cada vez más estrecha, teniendo en cuenta los beneficios que aporta la
tecnología en este tipo de relaciones laborales. Mientras que el primero ve reducidos sus costes de
producción, el segundo disfruta de mejores condiciones a la hora de conciliar su vida profesional con
la personal.

Conclusión

Se obtiene primeramente como conclusión que, la tecnología ha influido directamente en el ámbito


laboral es incuestionable. Sin embargo, muchos se preguntan si sus efectos sobre el trabajo son
positivos o negativos. Aunque aún surjan dudas, la evolución hacia puestos de empleo mucho más
avanzados tecnológicamente ha supuesto un cambio positivo.

Gracias a esto, se ha logrado simplificar los procesos de producción y las formas en las que se
desempeñan los Ingenieros Mecánico Administrador algunas tareas. Además, ha permitido llevar a
cabo mejoras en las condiciones de trabajo, aumentar la seguridad y favorecer la comunicación y el
flujo de intercambio de información.

De hecho, durante los últimos años se ha experimentado un importante cambio en el ámbito laboral
de los IMA, ya que las empresas demandan con más frecuencia candidatos preparados para afrontar
los retos que las nuevas tecnologías han impuesto.

En resumen, la tecnología ha contribuido a hacer más fácil el día a día tanto a empresas
(permitiendo un crecimiento mayor y más rápido), como a ingenieros y trabajadores (que son más
eficientes y productivos), a profesionales de los recursos humanos (capaces de gestionar y elaborar
estrategias mucho más complejas). Sin embargo, no hay que pasar por alto que también obliga a
afrontar nuevos retos y desafíos.

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