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Usan al Antonov An-225 para transporte de material médico

Redacción A21 / Martes, 14 Abril 2020 - 14:38


Antonov An-225

Antonov

An-225

El Antonov An-225 Mriya, el avión más grande del mundo, voló desde

Ucrania a China en una misión de abastecimiento de suministros

médicos para Polonia.

El An-225 tiene una envergadura de 88.4 metros, es impulsado por seis

motores y en su interior puede transportar hasta 250 toneladas de carga.


Despegó desde el Aeropuerto Internacional de Kiev, en Ucrania, con

destino al Aeropuerto Internacional de Tianjin, China, realizando una escala

de reabastecimiento de combustible en Kazajistán.

De acuerdo con KGHM, compañía que fletó el avión, durante la estancia del

avión en China, le tomó al personal más de 15 horas llenar la bodega de la

aeronave con los suministros, entre los que se encontraron siete millones de

mascarillas, y diversos equipos médicos.

El viaje inició el 11 de abril y concluyó el 14, cuando aterrizó en el

Aeropuerto Chopin de Varsovia, en Polonia. De esta manera, el Antonov An-

225 se une a los cinco aviones pesados An-124-100, más pequeños, que

operan vuelos humanitarios de carga entre China y Europa.

El edificio más alto del mundo, la torre Jalifa (Dubái), mide menos de 830
metros. La montaña más imponente, el Everest, llega a los 8.848 metros. Si lo
pensamos, aún quedan bastante más “cerca” de la altura que deben alcanzar
los aviones para poder volar, que se ubica entre los 10.000 y 12.000 metros.

Pero la pregunta que siempre surge es entonces ¿qué necesidad hay de tener
que llevar a un avión a esa altura en particular?

Hay tres causas, y tienen que ver con los factores que más preocupan a las
compañías aéreas: ganancias y seguridad.

La primera razón es económica

Cada metro que ascendemos desde la superficie la capa del aire es más
delgada. O sea, hay menos oxígeno. Si un alpinista necesita botellas de
oxígeno para alcanzar una cumbre desde los 4.000 metros, al triple de esa
altura claramente sería mucho más.
Entre los 10.500 y los 12.000 metros, franja llamada “altitud de crucero”, los
aviones se enfrentan a una menor resistencia del aire y pueden viajar más
rápido y, por ende, consumir menos combustible. Cuanto más ahorren, mejor
negocio hacen todos.

Además, los motores de los aviones comerciales son del tipo turbofan, que
tienen un mayor impulso a medida que enfrenten una menor resistencia del
aire. Pero también necesitan del oxígeno atmosférico para poder mantener la
combustión, por lo que superar los 12.000 metros ya comprometería la eficacia
de las turbinas.

Uno de los motores de un Boeing 747 en pleno vuelo (FrankvandenBergh /


Getty Images)

La altura final depende del peso del avión: cuanto más pesado, más bajo

vuela

Según Pablo Díaz, periodista especializado, creador de El Blog de Diazpez y


responsable del área de Latinoamérica para Airlinegeeks.com, “la diferencia
entre la presión exterior y la cabina presurizada interior se logra en el límite de
la resistencia estructural de la aeronave. Para ir más arriba, se necesitaría
reforzar al avión, lo que sumaría peso y por lo tanto anularía la ventaja
económica de un nivel de vuelo superior”, amplía.

La altura final depende del peso del avión: cuanto más pesado, vuela más bajo.
Un A380 o un B747 tendrá una altitud menor que un B737 o un A319, pero
siempre se manejan en esa franja de la altura de crucero.

Esquivar las inclemencias meteorológicas

La segunda razón se relaciona con la seguridad. O más bien, con


la tranquilidad de los pasajeros. La mayoría de los fenómenos atmosféricos
(lluvias, relámpagos, viento, granizo, nubes densas) se dan en la tropósfera, la
capa atmosférica que va desde la superficie hasta los 10.900 metros.

Si bien un avión puede atravesar tormentas y lidiar con vientos, no es


gratis: las turbulencias generan mucho miedo y complica las operaciones. Por
eso, la mejor prevención es esquivar a estas malas jugadas del clima y volar
por encima de ellas.

Además a esa altura tampoco hay aves que puedan impactar sobre el avión.


Este es un problema común en los despegues y aterrizajes, y que pueden
causar accidentes.
A poca altura, las aves son un problema para las aeronaves (gk-6mt / Getty
Images)

Margen de tiempo

La tercera razón también está relacionada con la seguridad: en caso de


problemas con los motores o algún otro componente del avión los pilotos tienen
un margen de tiempo para poder solucionarlo.

Si un avión volara a 1.000 metros del suelo y sus motores se detuvieran el


impacto sería casi inmediato. A una altura diez veces superior, los pilotos
pueden lograr que el avión planee de 50 a 80 kilómetros más.

Como también detalla Pablo Díaz, en un evento de despresurización repentina


a 12.000 metros, el pasajero tiene entre 7 y 10 segundos de TUC (Time of
Useful Conciousness: tiempo útil de conciencia) antes de sufrir los efectos
inhabilitantes de la hipoxia. Es decir, que si no se pone la máscara en ese
tiempo, corre serio riesgo. Además, no todos los pasajeros tienen el mismo
TUC: factores como tabaquismo, obesidad, etcétera, reducen este tiempo.
Un buen ejemplo son las máscaras de oxígeno, que caen en caso de que haya
una despresurización de la cabina. El oxígeno que pueden proveer dura 15
minutos, tiempo que los estándares de seguridad consideran suficiente para
resolver la emergencia.

El oxígeno de las máscaras tienen una autonomía de 15 minutos


(no_limit_pictures / Getty Images/iStockphoto)

¿Y cuál es la altura mínima?

Por debajo de los 10.000 metros es la altura que suelen volar los helicópteros y


los aviones más pequeños, como los de motor de hélice. Una altitud mayor y
los pasajeros, que no tienen la cabina presurizada, tendrían problemas.

En todo caso, los organismos reguladores de la aviación en el mundo


establecen que la altura mínima para los vuelos es de 300 metros sobre
las áreas urbanas, o de 150 metros sobre cualquier persona, vehículo o
edificio. La causa es sobre todo ambiental, por el ruido de la aeronave, y
obviamente, también para evitar cualquier posible impacto.
Entre los 10.500 y los 12.000 metros, franja llamada ‘altitud de crucero’, los

aviones se enfrentan a una menor resistencia del aire y pueden viajar más

rápido

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