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Las características del Espíritu de

Elías que necesitamos


desarrollar.
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EL ESPÍRITU DE ELÍAS.

Introducción.
Hch 2:16-18: Las generaciones previas a la segunda
venida de Cristo (de las cuales la nuestra es seguramente
una de ellas) serán generaciones proféticas, en las cuales
se derramará el espíritu profético.
Isa 59:21: ese espíritu profético estará sobre nosotros
pero también es para que esté sobre nuestros hijos.
Mal 4.5-6, Luc 1:17. Pero no será cualquier espíritu
profético, sino un espíritu profético específico, el del
profeta Elías.

La semilla y su desarrollo.
Dios, cuando derrama una unción, dones, ministerios,
etc., sobre nosotros, lo hace a través de semillas (Mat
13:1-9 y Mat 13:18-23, la parábola del sembrador)(Mat
13.24-30, la parábola del trigo y la cizaña)(Mat 13:31-32,
la parábola de la semilla de mostaza).
Esas semillas necesitamos desarrollarlas para acceder a
nuevos niveles de bendición, talento, capacidad, unción,
poder, dones, ministerio, etc. (Mat 25:14-30, la parábola
de los talentos).
De la misma manera sucede eso con el espíritu de Elías:
ya lo recibimos (como una semilla, Sal 139.16, Efe 2:10),
pero necesitamos desarrollarlo.

Por lo menos ocho características del espíritu de Elías


que necesitamos desarrollar.

Su nombre: “Jehová es mi Dios, mi Señor” (1 Rey 17.1).


Si el Señor es Dios y nuestro Dios, necesitamos vivir
totalmente dedicados a El en todo lo que hacemos (Col
3.22-24) y obedientes a Su Palabra (Rom 10:8-10).
Prioridad total (no de palabras, sino de corazón, Isa
29.13).
La obediencia a la Palabra no es una opción, es una
necesidad, si es que queremos ser verdaderamente
salvos (Mat 7:21-23) y vivir en la plenitud de la vida que El
tiene para nosotros (Deut 28.1-14, Jos 1:8).

Vivía en la presencia de Dios (1 Rey 17.1, 1 Rey 18.15).


Para vivir en la presencia del Señor necesitamos ser
santos, porque sin santidad nadie le verá (Heb 12.14).
Si el verdaderamente es Dios y nuestro Señor, entonces
la obediencia será una necesidad (Rom 10:8-10) y por
esa obediencia se formará en nosotros un carácter santo
(1 Ped 1:13-17).
La santidad no es una utopía (si así fuera no sería un
mandamiento).
La santidad necesita ser un anhelo, un deseo ferviente,
una pasión en nosotros, y entonces El suplirá lo que a
nosotros nos falta para alcanzar ese estándar (Fil 1:6, Tes
5:23, Fil 4.19).
Su poder se magnifica en nuestra debilidad (2 Cor 12:9)

Era un varón de Dios y la Palabra de Dios era verdad en


su boca (1 Rey 17:24).
Conocedor y practicante de la Palabra (Sal 1.1-3, 3 Jn 2,
Rom 12:2, Jos 1:8).
Ello no solo manifestaba un testimonio delante de las
personas que le veían vivir de acuerdo con lo que dice la
Palabra, sino que ese testimonio le otorgaba también
autoridad para que las personas le prestaran atención
(igual que a Jesús, Mat 7:29, Mar 1.22).
Como consecuencia de la obediencia a la Palabra
derivado de que El es Dios y Señor nuestro, y del carácter
santo que vamos a manifestar de vivir en la presencia del
Señor, entonces vamos a tener un testimonio intachable
delante de las personas y ello nos va a dar la autoridad
para que nos escuchen y sepan lo que necesitan hacer (1
Cro 12.32) en medio de los días malos que les va a tocar
vivir (Mat 5:13-16) en las cercanías de los últimos tiempos
previos a la segunda venida del Señor.

No claudicaba entre dos pensamientos (Dios y el mundo,


1 Rey 18.21).
Carácter radical: se levantó en medio de una generación
corrupta y la confrontó sin importarle las consecuencias,
al igual que Juan el Bautista, Jesús, y todos los profetas
en su tiempo.
No podemos ser amigos del mundo, afanarnos por las
cosas del mundo, enfocarnos en lograr las cosas que el
mundo anda buscando (Sant 4.4, 1 Jn 2.15-17, Rom 8:5-
13) (materialismo, éxito, comodidad, seguridad,
aceptación del mundo, etc.) y ser amigos de Dios.
Necesitamos decidir por El Señor y como consecuencia
todo lo demás nos vendrá por añadidura (Mat 6:32-33).

Vivía bajo la dirección total de Dios (1 Rey 18:36).


La Palabra de Dios nos enseña que los que somos sus
hijos somos guiados por Su Espíritu (Rom 8.14).
Si somos guiados por Su Espíritu, caminaremos en
obediencia a El, manifestaremos un carácter santo, no
claudicaremos entre dos pensamientos y tendremos
autoridad respaldada por nuestro testimonio.
Pero para poder ser guiados por El –no es automático--,
necesitamos desarrollar la comunión con El (Sal 25:14, 2
Cor 13.14, Fil 2.1-11).
Y la comunión con El requiere, buscarle sistemáticamente
–no esporádicamente--, de mañana, de día, de noche,
siempre, sin cesar (Sant 4:5, Sal 63:1, Sal 84:2, Cant
2.14)

Era un hombre celoso por Dios, Jehová de los Ejércitos, y


por Su obra (1 Rey 19:10, 1 Rey 19:14).
Amante de Dios con todo su corazón.
Conocedor de Su poder: lo había experimentado
personalmente en condiciones extremas.
Apasionado, vehemente, celoso, guardador con todo su
corazón, de Dios y de las cosas de Dios (Jn 2.17, Apo
3.19) (Tit 2.14, Num 25:12-13, 2 Rey 20.15-17, Sal 69:9,
Sal 119:139, Gal 4:18).
Era un hombre de oración (1 Rey 18:42).
Para estar en intimidad con el Señor, ser guiados por Su
Espíritu, necesitamos ser conocedores y principalmente
practicante de la oración.
Además la oración eficaz del justo puede mucho (Sant
5:16), y en los tiempos malos cercanos al fin, vamos a
necesitar más que nunca de esa eficacia de la oración
para combatir y arruinar todas las obras del diablo. Vamos
a requerir de un poder similar o mayor al de Jesús y la
Iglesia de Hechos, poder que conseguían por la oración
(ver todas las referencias a Jesús orando en los
evangelios y a la Iglesia de Hechos orando en el libro de
Hechos) y vamos a encontrarnos que después de que
ellos oraban, sucedían cosas poderosas.
Pablo también es una manifestación del poder de la
oración, por ello, el Espíritu Santo lo usa para escribir
“Orad sin cesar” (1 Tes 5:17), lo que implica quela oración
no es una opción, sino una necesidad.
Necesitamos velar y orar siempre para no caer en
tentación (Mat 26:41, Mar 14.38)
Además también necesitamos orar siempre porque no
sabemos el día ni la hora en que el Señor vendrá (Mar
13:33), y solo así mantendremos nuestras lámparas
encendidas para el momento en que el Señor venga (Mat
25:1-13, la parábola de las diez vírgenes).

Espíritu paternal (en lo natural y en lo espiritual) (1 Rey


19:16, 2 Rey 2:1-12).
Unción a Eliseo y Jehú (sucesores espirituales).
Preparó y levantó descendencia para Dios con buenos
resultados.
Eliseo como profeta con una doble porción de la unción
de Elías, y Jehú como gobernador-restaurador de la
primacía de Dios sobre Israel y celoso por Dios y las
cosas de Dios (2 Rey 20:15-17)

Como lograrlo.
Volver al primer amor (pasión y vehemencia), (Apo 2.5,
Apo 3.19). Arrepentirnos de nuestra falta de pasión y
vehemencia delante de Dios, si hemos sido faltos de
pasión y fuego, si no hemos puesto a Dios como una
prioridad real en nuestras vidas y no hemos estado
comprometidos a una obediencia radical a Su Palabra y a
Su Espíritu.
Activar el fuego de los dones que hay en nosotros (2 Tim
1.6). La semilla ya está en nosotros, solo necesitamos
desarrollarla día a día, con perseverancia, con disciplina,
con esfuerzo (2 Tim 2.1-6, Jos 1:8).
Prepararnos y comenzar a levantar a nuestra
descendencia (Efe 6:4) para Dios. Primero necesitamos
prepararnos y levantarnos nosotros porque no podemos
dar lo que no somos ni tenemos (Isa 59:21).

1 Reyes 19
Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con

aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta


noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche.


Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué


haces aquí, Elías?
¿Cómo estás viendo este periodo de cuarentena como
cueva o lugar de encuentro?
Significado bíblico de cueva:
11 
El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y
he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento
que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de
Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un
terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
12 
Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el
fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

Tarea después de:


15 
Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto
de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.

*Hazael en Hebreo significa: "El que DIOS ve" (Dios lo


observa, siempre)
16 
A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo
hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en
tu lugar.
17 
Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y
el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
18 
Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se
doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

Malaquías 4:5

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que


venga el día de Jehová, grande y terrible.

Lucas 1:17 Porque él irá delante de Él en el espíritu


y el poder de Elías, para hacer volver los corazones
de los padres a los hijos, y los desobedientes a la
sabiduría de los justos, para preparar un pueblo
dispuesto para el Señor.
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
…16Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel
al Señor su Dios. 17E irá delante de El en el espíritu
y poder de Elías PARA HACER VOLVER LOS
CORAZONES DE LOS PADRES A LOS HIJOS, y a
los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de
preparar para el Señor un
pueblo bien dispuesto. 18Entonces Zacarías dijo al
ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy
anciano y mi mujer es de edad avanzada

Santiago 5:17
Versículos Conceptos
Elías era un hombre de pasiones semejantes a las
nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no
llovió sobre la tierra por tres años y seis meses
Isaías 40:3-5
Una voz clama: Preparad en el desierto camino al
SEÑOR; allanad en la soledad calzada para nuestro Dios.
Todo valle sea elevado, y bajado todo monte y collado;
vuélvase llano el terreno escabroso, y lo abrupto, ancho
valle. Entonces será revelada la gloria del SEÑOR, y toda
carne a una {la} verá, pues la boca del SEÑOR ha
hablado
1 Reyes 18:4-8
pues sucedió que cuando Jezabel destruyó a los profetas
del SEÑOR, Abdías tomó a cien profetas y los escondió
de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó
con pan y agua.) Entonces Acab dijo a Abdías: Ve por la
tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles;
quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los
caballos y los mulos, y no tendremos que matar parte del
ganado. Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla;
Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por
otro.

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