a clasificación de las formaciones geológicas según su comportamiento hidrogeológico es la

siguiente: Acuífero (del latín fero, llevar), es una formación geológica que contiene agua en
cantidad apreciable y que no permite que circule con facilidad; Acuicludo (del latín cludo,
encerrar), es la formación geológica que contiene agua en cantidad apreciable y que no permite
que el agua circule a través de ella; Acuitardo (del latín tardo, retardar, impedir), es la formación
geológica que contiene agua en cantidad apreciable, pero que el agua circula a través de ella con
dificultad (concepto intermedio entre los dos anteriores) y Acuífugo (del latín fugo, rechazar),
formación geológica que no contiene agua, porque no permite que circule a través de ella. En todo
caso, es importante aclarar que las definiciones no son un sentido estricto, sino relativo a la zona
bajo estudio. Los acuíferos confinados son aquellos que se encuentran entre dos capas de material
impermeable. En este último caso, se pueden producir pozos surgentes o artesianos, es decir que
se perfora un pozo, y el agua llega a la superficie sin necesidad de bombeo, pues por estar
confinado el acuífero se encuentra con suficiente presión como para que el agua suba.