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UNIVERSIDAD FERMIN TORO

VICE RECTORADO ACADEMICO

FACULTADA DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS

ESCUELA DE DERECHO

DEL RECONOCIMIENTO DE INSTRUMENTO PRIVADO, DE LA PRUEBA


DE EXPERTICIA, DE LA PRUEBA DE TESTIGO, DE LA TACHA DE
TESTIGO.

PARTICIPANTES:

Barcos Vanesa.
C.I V- 27.831.879
Lopez Radzelys
C.I V- 27.554.121
González Moisés.
C.I V- 09.563.062
Peña José David.
C.I V-9.614.914
Fonseca M. María Carolina.
C.I V- 07.431.427
Sivira Yuskeylin.
C.I V- 14.176.497
Martínez Damaris Yajaira.
C.I V-07.327.099
Prof. Tony Linares.
Cátedra:
Derecho Procesal Laboral y Prácticas.
Sección: N-615.
Barquisimeto, Enero 2020.
Capítulo V

Del reconocimiento de instrumento privado

Instrumento privado es todo testimonio material que deja constancia


de un hecho, otorgado por particulares sin la intervención de
algún funcionario público en el carácter de tal. Normalmente los instrumentos
privados toman la forma de escritos, aunque las reproducciones en disco de
vinilo, casete, VHS, CD o DVD y, en general, cualquier forma de
reproducción de la imagen y/o sonido también constituyen instrumentos
privados.

Manifestación

Artículo 86 de la Ley Orgánica Procesal del trabajo. “La parte contra


quien se produzca en la audiencia preliminar un instrumento privado,
como emanado de ella o de algún causante suyo, deberá manifestar
formalmente, en la audiencia de juicio, si lo reconoce o lo niega. El
silencio de la parte a este respecto dará por reconocido el instrumento”.

Cuando se habla de manifestar formalmente no es más que decir o


expresar una cosa con solemnidad o formalidad para que se sepa.

Cotejo

Artículo 87. “Negada la firma o declarado por los herederos o


causahabientes no conocerla, toca a la parte que produjo el
instrumento probar su autenticidad. A este efecto, puede promover la
prueba de cotejo.

Si resultare probada la autenticidad del instrumento, se le tendrá por


reconocido y se impondrá las costas a la parte que lo haya negado,
conforme a lo dispuesto en esta Ley”.
Entendiéndose por cotejo la comparación y examen de dos cosas para
apreciar sus semejanzas y diferencias.

Cabe destacar que costas son los gastos producidos por un proceso
judicial.

Experticia

Artículo 88. “El cotejo se practicara por expertos, con sujeción a lo


previsto por esta Ley”.

Es importante mencionar que un experto es una persona que es muy


hábil o tiene gran experiencia en un trabajo o actividad. En este caso para el
proceso laboral.

Por otra parte la experticia es la habilidad experta en un determinado


conocimiento. Es decir que el termino experticia denomina a la persona que
tiene la cualidad de concentrar tanto conocimiento y pericia en un
determinado campo como experiencia por la práctica habitual.

Artículo 89. “La persona que solicite el cotejo señalará el instrumento o


los instrumentos indubitados con los cuales deba hacerse”.

Artículo 90. “Se consideraran como indubitados para el cotejo:

1. Instrumentos que las partes reconozcan como tales, de común


acuerdo;

2. Instrumentos firmados ante un registrador u otro funcionario público;

3. Instrumentos privados reconocidos por la persona a quien se


atribuya el que se trate de comprobar; pero no aquellos que ella misma
haya negado o no reconocido, aunque precedentemente se hubieren
declarado como suyos;
4. La parte reconocida o no negada del mismo instrumento que se trate
de comprobar. A falta de estos medios, puede el presentante del
instrumento, cuya firma se ha desconocido, solicitar y el Tribunal lo
acordará, que la parte contraria escriba y firme, en presencia del Juez,
lo que éste dicte, si se negare a hacerla, se tendrá por reconocido el
instrumento, a menos que la parte se encuentre en la imposibilidad
física de escribir”.

Artículo 91. “El cotejo deberá solicitarse en la misma oportunidad del


desconocimiento, en cuyo caso, el Juez de juicio designará al experto,
quien dentro de un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles siguientes
al desconocimiento, deberá producir su informe, el cual se agregará a
los autos, para los fines legales subsiguientes. La decisión sobre la
incidencia será resuelta en la sentencia definitiva”.

Capítulo VI

De La Prueba de Experticia.

Artículo 92. “El nombramiento de expertos sólo podrá recaer en


personas que por su profesión, industria o arte tengan conocimientos
prácticos en la materia a que se refiere la experticia. Los Jueces no
están obligados seguir el dictamen de los expertos si su convicción se
opone a ello. En este caso razonaran los motivos de su convicción”.

Artículo 93. “La experticia sólo se efectuará sobre puntos de hecho,


bien de oficio por el Tribunal o a petición de parte, indicándose con
claridad y precisión los puntos sobre los cuales debe efectuarse”.

Artículo 94. “El nombramiento de los expertos corresponderá al


Tribunal y su costo correrá por cuenta de la parte solicitante. También
podrá el Juez ordenar que la experticia sea practicada por funcionarios
públicos, cuando la parte o las partes no dispongan de medios
económicos para su realización.

Igualmente, podrá el Juez hacer el nombramiento de expertos


corporativos o institucionales, para la realización de la experticia
solicitada”.

La Experticia como Valoración de los Medios de Prueba

A través de los tiempos, y de acuerdo con las formas socioeconómicas


de cada pueblo y de cada época, se han desarrollado varios sistemas de
calificación o apreciación de las pruebas, en armonía a los varios sistemas
procesales ideados por el hombre (Rodríguez, 1997).

Este tema se relaciona con los límites impuestos al operador de


justicia en la apreciación de los medios de prueba producidos en juicio,
tendentes a demostrar la veracidad de las afirmaciones de hecho invocadas
por los litigantes. Desde este punto de vista, la valoración constituye no una
declaración empírica, sino una operación racional de elección de la hipótesis
más probable (Nieto, 2000).

En esencia, la valoración de los medios probatorios producidos en


juicio es quizás la función más importante en el proceso, puesto que sobre
esa base se toma la decisión judicial. Por ello, acoger un sistema de
valoración de las pruebas en un ordenamiento jurídico, es en principio una
responsabilidad del legislador, ya que es quien elabora las normas que
pretenden asegurar la verdad y eliminar el error, en procura de lograr la
ecuación certeza-verdad. Obviamente, escogido un determinado sistema por
el legislador, la responsabilidad se traslada al juez en el análisis del caso
concreto, pues, es él quien tiene que aplicar el sistema probatorio y ajustar
su decisión a la verdad-justicia (Rivera, 2004).

a) Sistema de la Tarifa Legal: Este sistema, consiste en el


señalamiento anticipado que la ley le hace al juez del grado de
eficacia que tienen los medios de prueba, diciéndole de qué
manera debe tenerse por probado un hecho, partiendo de hipótesis
que imponen al juez determinadas normas que fijan el valor preciso
de las pruebas, dejándole sólo la posibilidad de comprobar si las
pruebas evacuadas cumplen los requisitos de valoración que la ley
le ha tasado.
No obstante, este sistema de valoración de pruebas presenta
ciertas limitaciones a saber:

 Todas las pruebas no están valoradas por la ley, como


es el caso de las pruebas directas, verbigracia, el
testimonio de la parte sobre un hecho favorable a su
interés o la valoración de documentos como fotografías o
grabaciones;

 Cuando se trata de pruebas críticas, como las


presunciones, la ley permite la libre valoración por parte
del juez; y

 No siempre las reglas de valoración excluyen en


absoluto la libertad de apreciación del juez (Rivera,
2004).

En sentencia del 13 de abril de 2016, en un juicio por intimación (Caso


SANDRA ÁLVAREZ DE ESCALONA, FREDDY ÁLVAREZ BERNEE y
MAGALY GARCÍA MALPICA, contra el ciudadano ELEAZAR MELCHOR
BLANCO), la Sala de Casación Social dictamino:

En los juicios del trabajo, la prueba de experticia se promueve y los


expertos son designados siguiendo las previsiones contenidas en los
artículos 93 al 97 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Asimismo, existen
disposiciones expresas que garantizan el control de la prueba por las partes,
a saber, los artículos 154 y 155 eiusdem, que establecen la obligación de los
expertos de comparecer a la audiencia de juicio con la finalidad de que
pueda aclarar y responder las preguntas que le formulen el juez y las partes,
así como el deber del juez de conceder a la parte contraria a la promovente
un tiempo breve para que haga oralmente las observaciones que considere
oportunas.

“En los juicios del trabajo, la prueba de experticia se promueve y los expertos
son designados siguiendo las previsiones contenidas en los artículos 93 al
97 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Asimismo, existen disposiciones
expresas que garantizan el control de la prueba por las partes, a saber, los
artículos 154 y 155 eiusdem, que establecen la obligación de los expertos de
comparecer a la audiencia de juicio con la finalidad de que pueda aclarar y
responder las preguntas que le formulen el juez y las partes, así como el
deber del juez de conceder a la parte contraria a la promovente un tiempo
breve para que haga oralmente las observaciones que considere oportunas.
En el caso concreto, la parte demandada debió promover la experticia
correspondiente, si es que la consideraba la prueba idónea para demostrar la
causa del despido, y no producir el informe de una practicada fuera de juicio,
por ello no podía entonces el Juez de la recurrida otorgarle valor probatorio a
una experticia practicada a espaldas de la parte contra quien se quiere hacer
valer, que, por esa razón no tuvo oportunidad de ejercer su derecho a
la defensa.
Así como el derecho a la prueba es la concreción del derecho a la defensa
de la parte promovente, el derecho al control y contradicción de la prueba
promovida es la concreción del derecho a la defensa de la contra parte.”

Artículo 95. “Los funcionarios o empleados públicos que tengan


conocimientos periciales en una determinada materia estarán obligados
a aceptar el cargo de experto y a rendir declaración en la oportunidad
que fije el tribunal. Para la realización de su labor, los entes públicos en
los cuales éstos presten sus servicios deberán otorgarles todas las
facilidades necesarias para la realización de tan delicada misión. El
incumplimiento de dicha obligación por parte del funcionario público
designado será causal de destitución”.

Considerando lo planteado en el artículo anterior quiere decir que todo


funcionario o empleado público será toda persona natural que en virtud de
nombramiento expedido por la autoridad competente, se desempeñe en el
ejercicio de una función pública remunerada, con carácter permanente que
posea conocimiento periciales, es decir conocimientos científicos o
tecnológicos en una determinada materia no se podrán negar a aceptar el
cargo de experto o a rendir declaración cuando sean notificados o llamados
por algún tribunal, para valorar hechos o circunstancias relevantes en un
proceso, que el Juez puede precisar para la apreciación correcta de los
hechos a enjuiciar. Por lo tanto ninguna entidad pública en la cual se
estén desempeñando podrá limitarlo a participar en dicha actividad, sino que
deberán proporcionarles todas las oportunidades para que puedan cumplir
con dicha misión. Es oportuno mencionar que el funcionario público que no
asista con esa obligación será causal de destitución.

Artículo 96. “Los expertos que no sean funcionarios o empleados


públicos deberán cumplir bien y fielmente la misión que le encomiende
el tribunal. En caso de incumplimiento de las obligaciones que le
impone la presente Ley, el tribunal competente del trabajo podrá
inhabilitarlos en el ejercicio de sus funciones por ante los tribunales del
trabajo, por un período no menor de un año ni mayor de cinco (5) años,
según la gravedad de la falta. Dicha decisión será impugnable por ante
el tribunal superior competente”.

De lo anteriormente descrito se puede decir que los expertos que son


personas llamadas a informar ante el juez o tribunal, por razón de sus
conocimientos especiales y siempre que sea necesario tal dictamen
científico, técnico o práctico sobre hechos litigiosos, aunque no sean
funcionarios o empleados públicos, deben asistir y cumplir totalmente todas
las obligaciones que le asigne dicho tribunal. En caso contrario que no
cumpla con tal llamado podrá ser inhabilitado en el ejercicio de sus funciones
ante el tribunal del trabajo, por un periodo no menor de un año ni mayor de
cinco años. Esto le corresponderá realizarlo ante el tribunal superior
competente.
Artículo 97. “En ningún caso será excusa para la presentación oportuna
de la experticia y la declaración del experto, el hecho que no se hayan
sufragado los honorarios correspondientes, si fuere el caso”.

En aras de la celeridad del proceso, el legislador establece que es


inexcusable la presentación oportuna de la experticia y de la declaración del
experto, por la falta de pago de los honorarios correspondientes (Art. 97)

Capítulo VII

De la Prueba de Testigos

Artículo 98. “No podrán ser testigos en el juicio laboral los menores de
doce (12) años, quienes se hallen en interdicción por causa de
demencia y quienes hagan profesión de testificar en juicio”.

De este artículo se desprende la incapacidad de todos aquellos


adolescentes menores de 12 años de testificar en juicios, así como lo
establece el (art 480 le la LOPNNA) igualmente la ley de enjuiciamiento
criminal hace mención de quienes no tienen capacidad de testificar en su art
255, así mismo los que sean incapaz por demencia y aquellos que hagan del
hecho de testificar una profesión.

Artículo 99. “El testigo que declare falsamente bajo juramento será
sancionado penalmente conforme a lo establecido en el Código Penal.

En la misma pena incurrirán los expertos que den declaración falsa con
relación a la experticia realizada por ellos.

En estos casos el Juez del Trabajo que decida la causa deberá oficiar lo
conducente a los órganos competentes, para que éstos establezcan las
responsabilidades penales a que hubiere lugar”.

En concordancia con lo que establece este artículo, es resaltante que todo


aquel que de testimonio falso en un juicio será sancionado penalmente, por
otra parte hace la acotación que el experto que de falso testimonio también
será sancionado penalmente por los órganos que así lo dispongan.

Capítulo VIII

De la Tacha de Testigos
Artículo 100. “La persona del testigo sólo podrá tacharse en la
audiencia de juicio. Aunque el testigo sea tachado antes de la
declaración, no por eso dejará de tomársele ésta, si la parte insistiere
en ello. La sola presencia de la parte promovente en el acto de la
declaración del testigo se tendrá como insistencia”.

La Tacha de Testigo podrá proponerse antes, durante o después de la


declaración. El lapso establecido en el Artículo 499 del CPC para que la
persona del testigo pueda tacharse, será dentro de los cinco (5) días
siguientes a la admisión de la prueba.

Las Leyes procesales suelen dividir las causales de Tacha de los


Testigos, según las inhabilidades del testigo:

Absolutas: Las que anulan absolutamente el testimonio de un testigo.


(Concatenado con el artículo 98 de esta Ley, el cual refiere la reproducción
del artículo 477 del CPC (Inhabilidades del testigo)).

Relativas: Las que sean dispensables o puedan ser valoradas por el juez
conforme al criterio racional y las máximas de experiencia.

Artículo 101. “No podrá tachar la parte al testigo presentado por ella
misma, aunque la parte contraria se valga de su testimonio. El testigo
que haya sido sobornado no deberá apreciarse ni a favor ni en contra
de ninguna de las partes. El Juez solicitará, por ante el Tribunal
competente, el enjuiciamiento del testigo sobornado y del sobornador,
cuando de los autos surjan responsabilidades. “

Ninguna parte puede Tachar al testigo llevado por ella, ya que la


promoción del testigo por la parte es la causa de su llegada al proceso y una
vez admitido para testificar, se ha producido la adquisición procesal del
mismo. Así mismo, es obligación de la parte promovente purgar los
antecedentes del testigo antes de promoverlo y cerciorarse que le será fiel.
Sin embargo el Soborno sería, en todo caso, una circunstancia sobrevenida
que no podría dejar de ser considerada si resulta alegada y probada durante
el proceso.

Artículo 102. “Propuesta la tacha, deberá comprobársela en el lapso que


señalan los artículos 84 y 85 de esta Ley, admitiéndose también las que
promueva la parte contraria para contradecirla. La decisión sobre la
tacha se pronunciará en la sentencia definitiva”.

Artículo 84. La tacha de falsedad se debe proponer en la audiencia


de juicio. El tacharte, en forma oral, hará una exposición de los motivos y
hechos que sirvan de soporte para hacer valer la falsedad del instrumento.
Dentro de los dos (2) días hábiles siguientes a la formulación de la tacha,
deberán las partes promover las pruebas que consideren pertinentes, sin que
admitan en algún otro momento, debiendo el Juez, en ese momento, fijar la
oportunidad para su evacuación, cuyo lapso no será mayor de tres (3) días
hábiles.

Artículo 85. La audiencia para la evacuación de las pruebas en la


tacha podrá prorrogarse, vencidas las horas de despacho, tantas veces
como fuere necesario, para evacuar cada una de las pruebas promovidas,
pero nunca podrá exceder, dicho lapso, de cinco (5) días hábiles, contados a
partir del inicio de la misma. En todo caso, la sentencia definitiva se dictará el
día en que finalice la evacuación de las pruebas de la tacha y abarcará el
pronunciamiento sobre esta.

Parágrafo único: La no comparecencia del tachante a la audiencia en la que


se dicta la sentencia se entenderá como el desistimiento que hace de la
tacha, teniendo el instrumento pleno valor probatorio. Así mismo, con la no
comparecencia en la misma oportunidad del presentante del instrumento se
declarara terminada la incidencia y quedará el instrumento desechado del
proceso. En ambas situaciones se dejará constancia por medio de auto
escrito.

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