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Seminario Teológico Evangélico

Presbiteriano del Perú

DESARROLLO DE LA
DOCTRINA
TRABAJO FINAL

Alumno. Carlos Andrés García Zamora


Docente: Ps. Alberto Sánchez Pérez.
LA FUNCIÓN REGENERADORA DEL MESÍAS
“El plan redentor de Dios en la figura de Cristo”

Ezequiel 37   1“La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y
me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2  Y me hizo pasar cerca de
ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y
por cierto secos en gran manera. 3  Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y
dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4  Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y
diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5  Así ha dicho Jehová el Señor a estos
huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6  Y pondré tendones
sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en
vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová”

De las definiciones planteadas por diferentes e importantes autores en la Teología,


podemos empezar definiendo la reforma humana como ese aspecto de regeneración
integral el cual alcanza todo hombre en su encuentro con el Dios de la Vida.
Wayne Grudem define así a la regeneración: La regeneración es el acto secreto de Dios
mediante el cual nos imparte una vida espiritual nueva. Esto es lo que también se
conoce como «nacer de nuevo»1
Por otro lado, Luis Berkhof opina: La regeneración es aquel acto de Dios por medio del
cual el principio de la vida nueva queda implantado en el hombre, y se hace santa la
disposición regente del alma. Pero para incluir la idea del nuevo nacimiento tanto como
la del ser “engendrado otra vez”, será necesario completar la definición con las
siguientes palabras: “quedando asegurado el primen ejercicio santo de esta nueva
disposición. 2
Regeneración, del vocablo gr. Palignesia, encontrados únicamente según el autor, en
Mat. 19:28 (...”Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo
del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también
os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”) y en la carta a
Tito 3:5 (…”Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo”…), hacen pues referencia al principio de la nueva vida del cristiano,
como nuevo convertido y trasformado para ser y seguir la vocación de Cristo, el cual el
1
WAYNE GRUDEM, Teología Sistemática – Editorial Vida 2007. / Pag.733
2
LUIS BERKHOF, Teología Sistemática - Libros Desafío 2002. / Pag.587
mismo llamo. Pero más precisamente siguiendo la idea de este principio y expresado en
un sentido más común, es por medio del verbo gennao para referirse como el
“engendrado de nuevo o el nacido de nuevo”, tal como se detalla en el relato del
encuentro de Jesús con Nicodemo Jn. 3:3 para enseñarle asuntos de la importancia y la
necesidad de la regeneración.
A partir de este concepto encontraremos otros términos afines a este principio, por
ejemplo: “nuevo hombre”, “nueva criatura”, “renacido o nacido de nuevo”. Cabe
mencionar que estos términos llevan consigo algunas implicaciones a explicar.

a. La regeneración del hombre es una obra propiamente de Dios, en donde el ser


creado se mantiene pasivo y no tiene ningún tipo de participación, cooperación y
ayuda frente a este proceso.
b. Este obrar crea en el ser humano una “nueva naturaleza”. Siguiendo el principio
“con Cristo juntamente fui crucificado, ya no vivo yo, más Cristo vive en mi”,
refleja la intención del que escribe estos versos, refiriendo no nuestra autonomía
e independencia, sino que ahora en Cristo estamos ligados a vivir para su Gloria
como entes renovados y regenerados.
c. Esta regeneración debe mostrarse en las acciones cotidianas del hombre nuevo.
Esta es la clara señal de una vida trasformada que se procesa con la santificación
del individuo. A esto llamaremos “el brotar la nueva vida”.

Si bien conocemos, en la iglesia primitiva los conceptos sistemáticos como la palabra


regeneración no tenían un concepto aun preciso. No se definía el momento y las
acciones ligadas a esta, de manera que por un lado, Agustín, concebía a la regeneración
como un cambio inicial del corazón, donde además se perdonaban los pecados
(remisión) y como una obra estrictamente de Dios, donde el hombre no coopera ni
resiste a lo que Dios pueda hacer. Contrariamente, para Pelagio, la regeneración no
significaba el nacimiento de una nueva criatura sino hasta su posterior bautizo donde el
individuo era perdonado de sus pecados, cuando era llevado a la verdad para la
iluminación de su mente y estimulado a accionar por medio de las promesas divinas a
un cambio de vida. Ambas distinguían los dos procesos como separados o incluidos
desde las diversas perspectivas pero no se definían cual se debe a cual: Regeneración y
justificación más aun desde el escolasticismo.

Según Tomas de Aquino, la infusión de gracia es primero y sirve de base para el perdón
de los pecados. Para Escoto el perdón de los pecados es primero y sirve de base para la
infusión de gracia. En esta disyuntiva, el postulado de Aquino triunfó. Aun hoy en día
no se entiende bien estos conceptos desde la iglesia catolicorromana.

Años más tarde, Lutero no se escapó del confundir los dos términos como si fusen uno.
Calvino lo sintetizo mejor acuñando el término conversión que implica la fe y el
arrepentimiento. Los Canones de Dort usaron las palabras como sinonimias y la
Confesión Belga lo amplia en sus postulados. Todos estos usos condujeron con
frecuencia a la confusión y al descuido de las distinciones necesarias.

Sin embargo para el día de hoy después de los procesos madurativos teológicos dentro
de la iglesia protestante, se definen a estos dos términos distintivamente y se usa la
palabra regeneración como el proceso por el cual Dios provee al hombre una nueva vida
espiritual, naturaleza, inclinación o intencionalidad de cambio y por medio de este
cambio se genera, germina, brota cual termino usemos, todo el accionar que demanda
esta regeneración.

Es importante aquí mencionar algunos errores en relación a la regeneración y su efecto


en la vida del hombre. La regeneración no es un cambio de chip, entendiéndole así,
como lo comprenderían en algún momento los reformadores y los maniqueos. Tampoco
es la implantación de algún elemento “físico” para sustituir la vieja naturaleza. Mucho
menos es un cambio meramente psicológico o emocional en la vida del hombre y no se
explica humana ni filosóficamente como pretenden los racionalistas. Esta regeneración
tiene que ver con el cambio del corazón, lugar donde descansa el alma que controla toda
la voluntad e intencionalidad del hombre. Pero cabe señalar que este es un principio que
se ira procesando en la vida del hombre (conversión y santificación) Filipenses 1:5-6…
“Por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo”.

Algunos de los caracteres positivos de la Regeneración en relación a lo que venimos


mencionando es que, la regeneración se refiere a la instauración de la nueva vida
espiritual en el hombre que busca glorificar a Dios, contrario a lo que era la vida sin
Dios, sin Gracia y sin perdón de los pecados. Toda esta dirección de su nueva voluntad
esta regentado por la obra del Espíritu Santo que afecta todas las áreas de vida del nuevo
hombre. Así mismo, es un cambio instantáneo en la naturaleza del hombre, que afecta
sus áreas de vida, no hay motivo para creer que esto (consecuencia) se da de manera
parcial, superficial o excluyente de otras áreas de vida. Este es un obrar secreto de Dios.
La regeneración en sí mismo no se evidencia sino hasta después, en los efectos que
provoca este suceso en la vida del hombre.

Por otro lado cuando nos referimos al llamamiento eficaz indica el accionar que hace el
Espíritu Santo a nuestra conciencia a través de la proclamación de la Palabra de Dios
(que nos hace un llamado externo) y nos mueve a “responder” a este (llamado interno)
siendo característica de este llamado, profundamente irresistible, irrevocable y poderoso
para convocar al humano.

Este “mensaje a la conciencia” apela a la persuasión moral, pero también a la


racionalidad y a la voluntad. Además es importante señalar que este llamado opera
directamente en el corazón del hombre y se dirige específicamente a ella. Aquí señalar
entonces que la Palabra de Dios no únicamente persuade sino que también tiene una
funcionalidad creadora, generando una nueva intencionalidad con el propósito de que el
hombre proceda al arrepentimiento y a la Fe en Cristo, para su justificación. Pero este
proceso no termina aquí, pues este llamamiento tiene un propósito final en su sentido
teleológico, y es que el hombre cuando es convocado con este llamamiento eficaz, al
proceder a su arrepentimiento y su confesión de fe en Cristo, es motivado
progresivamente a cumplir un propósito especial dentro del Reino de Dios y su Gloria,
por lo demás ganar paralelamente Vida Eterna, compañerismo con Cristo, bendiciones
como herencia, libertad, paz, santidad, sufrimientos y esperanza.

El orden relativo del llamamiento y la regeneración.

1. Como ya he mencionado antes el llamamiento externo en la Palabra de Dios,


precede y trabaja paralelamente con el obrar del Espíritu santo, generando un
brote de nueva vida en el hombre escogido.
2. Este nuevo brote de vida, despierta e ilumina la mente, los sentimientos y la
voluntad como una disposición interna creada por Dios en el regenerado.
3. El fin de este llamado es que el hombre, no se resista a la voz de Dios a través
de su palabra expuesta sino que proceda al arrepentimiento.
4. Y a partir de aquí, con la nueva naturaleza y esta nueva vida, “se nazca de
nuevo” en su proceso de conversión específicamente.
LA NECESIDAD DE LA REGENERACION.

La naturaleza del hombre sin Dios. La condición del hombre por naturaleza es, según
la Escritura, tanto en disposición como en acto, contario a Dios.  Efesios 2:1 “Y él os
dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” versos que
describen al hombre como muerto a causa de su pecado. Es esta condición que reclama
una reestructuración y un cambio por medio del cual se cambie la disposición del alma.
Además de nuestra condición, del cual tenemos evidencia personal; las Escrituras
misma dan fe, de esta necesidad categóricamente. Hay una necesidad en el hombre de
ser socorrido de su pecado y lograr la regeneración de su vida, así como fue al principio
de todo. Romanos 11:32 “Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener
misericordia de todos” en referencia a que todos tenemos la misma condición de
pecado y nadie esta exceptuado de esta realidad.

LA CAUSA DE LA REGENERACIÓN

Para algunos la causa de la regeneración radica en la voluntad humana. Para Pelagio y


desde los enfoques semipelagianos y arminianos, la regeneración es voluntad
propiamente humana. El hombre es capaz de decidir su propia regeneración y tiene la
voluntad para ser autor de su redención. En su defecto menor se considera que nosotros
como criaturas cooperamos con Dios en este proceso, negando el concepto de
depravación humana que indica nuestra inutilidad para tal fin y que Dios es el único que
inclina la voluntad del hombre dentro de su basta soberanía, principios que claramente
son enseñados por la Palabra. Romanos 3: 9  ¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los
judíos somos mejores? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos
como los gentiles están bajo el pecado.  10  Así está escrito: «No hay un solo justo, ni
11  12 
siquiera uno;  no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han
descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno
13 
solo!» «Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños». «
14 
¡Veneno de víbora hay en sus labios!» «Llena está su boca de maldiciones y de
amargura».15  «Veloces son sus pies para ir a derramar sangre; 16 
dejan ruina y miseria
17 
en sus caminos, y no conocen la senda de la paz».18   «No hay temor de Dios delante
de sus ojos». Juan 5: 42  “Más yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros” 2
4  “
Timoteo: 3 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de
Dios”.
La Verdad. Si bien es cierto que la palabra predicada (la Verdad) hace un llamado
especial al oyente (llamado externo) no debemos confundir y categorizarla como
aquella causa eficiente de la regeneración. A esto menciono: La Palabra es el medio,
Cristo es el fin.

Sin embargo, al referirnos a la persona del Espíritu Santo, el tema de la regeneración


acentúa el verdadero sentido. El único concepto adecuado, bíblico y canónico desde la
historia de la iglesia, es remitir y dar autoría a esta regeneración a la obra exclusiva y
única del Espíritu Santo en la vida y el corazón del hombre, con el propósito de darle
16  “
una nueva condición espiritual. Romanos 9: Así que no depende del que quiere, ni
19 
del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”... Ezequiel 11: Y les daré (Yo –
Dios) un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de
13  “
piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne”… Juan 1 los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios”…

LA PALABRA DE DIOS COMO INSTRUMENTO DE LA REGENERACIÓN.

Mencionado con anterioridad, decíamos que la Palabra predicada (la Verdad de


Evangelio) hace un llamado especial al oyente (llamado externo) actuando sobre la
conciencia (llamado interno) con la obra absoluta del Espíritu Santo, quien realiza el
obrar de principio a fin.

El rol de la Palabra.

a. Berkhof menciona: “La regeneración es un acto creador por el cual el


pecador, espiritualmente muerto queda restaurado para vida, aquí la
verdad del evangelio puede obrar solo de manera moral y persuasiva” aquí
tenemos que tener cuidado con darle el protagonismo de la regeneración a la
palabra, más bien como se mencionó antes, este obrar es únicamente de Dios
quien actúa en la vida del oyente, cuando la palabra es expuesta.
b. La Palabra (las Escrituras) persuade a un nivel consiente, cuando el oyente
fija su atención a la palabra expuesta. Pero la regeneración va más allá de los
sentidos humanos, esta trabaja a nivel subconsciente, en aquello interno, y
“va cortando las entrañas más profundas, hasta llegar a los mismo tuétanos”.
A esto decir que es más que persuasión psicológica del que expone la
Palabra o la persuasión misma de la verdad predicada.
c. La influencia de la Palabra de Dios en la vida del hombre se sustenta en la
influencia del Espíritu Santo, quien revela al hombre su condición, frente a la
palabra expuesta y quien además con conduce adecuadamente al
conocimiento de la verdad. Hechos 16: 14  Entonces una mujer llamada Lidia,
vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba
oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo
que Pablo decía”

“Puesto que el Espíritu Santo usa la Palabra de Dios en su obra de


regeneración tanto como en su obra de convicción de pecado, no es
contradictorio hablar de la Palabra misma como la causa eficiente de la
regeneración. Pedro afirma que somos «renacidos no de simiente corruptible
sino incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para
siempre» (1 Pedro 1:23). Santiago dice: «Recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas» (Stgo1:21), y «Él,
de su voluntad nos hizo nacer, por la palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas» (Santiago 1:18)”. Tomado del artículo de Pr.
Carlos Alberto Paz - LA REGENERACIÓN (NUEVO NACIMIENTO), 2014.

CONCEPTOS DIVERGENTES RESPECTO A LA REGENERACIÓN.

A. El concepto Pelagiano. Refiere que el hombre es capaz de decidir cuándo puede


dejar de pecar para obedecer a la voluntad de Dios. Es tan capaz y auto
determinante que puede elegir a Dios. Ya sabemos que esta forma de pensar es
contraria a las escrituras.
B. Regeneración Bautismal.
1. Concepción Catolicarromana. Refieren que el bautismo propicia y efectúa
el mismo acto de la regeneración y la justificación a la vez. Su valor esta
contemplado en la ejecución sacramental del bautismo y no solo esto se
considera que esta regeneración puede ser ineficaz al ser resistido y
expropiado.
2. Concepción Anglicana. Se considera en cierto grupo que el bautismo solo
es señal de entrada a la familia de Dios, pero no simboliza el mismo hecho
de regeneración. Por otro lado existe otro grupo que comparte la concepción
catolicorromana (Puseyismo).
3. Iglesia Luterana. Cierto sector del luteranismo aún guarda la concepción
católica de regeneración por medio del bautismo. Ellos refieren que este no
es el único medio para la regeneración, pues la palabra también es efectiva
para este proceso. En síntesis consideran que este sacramento hace efectiva
la regeneración, la cual también puede perderse y hallarse nuevamente si hay
confesión penitente del pecador, ya no habiendo necesidad de un rebautizo.

C. Concepción Arminiano. Aquí la postura es clásica y conocida. Dios no es


hacedor exclusivo de la regeneración, tiene al individuo “cooperando” con este
proceso. Es el hombre quien decide por Dios y luego Dios en su divinidad va
“trabajando” en su vida. De hecho también creen que la gracia de esta
regeneración se pierde y puede ser resistida aun cuando Dios intente con todos
los medios efectuar gracia en el hombre. (Algunos versos, solo algunos que
contra argumentan esta doctrina. ¿Quién podrá resistirse a Dios? Isaías 14:
27 
Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su
mano extendida, ¿quién la hará retroceder? ¿De quién esperamos la
26 
regeneración? Ezequiel 36: Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo
dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré
12 
un corazón de carne. ¿De quién es potestad la adopción? Juan 1 Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
13 
hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
D. El concepto de la Teología Media. Sustenta que la regeneración le pertenece a
la iglesia hoy y pasa de esta a los individuos que hacen vida practica en ella,
ignorando el aspecto legal de la obra de Cristo y la participación exclusiva del
Espíritu Santo. Esta idea panteísta tiene como padre a Shleiermacher, y ya
conocemos su torcida idea teológica.
E. Concepto Tricotómico. Es una idea racionalista y parte de la idea de que el
hombre esta constituido por cuerpo, alma y espíritu. El pecado ha afectado el
cuerpo y el alma del hombre, sin tocar el espíritu; esto nos da el chance de poder
aun ser regenerados, lo que no tienen los demonios que irremediablemente no
tienen opción a ser restaurados. Cuando somos regenerados el espíritu que no ha
sido afectado por el pecado es vivificado para obrar y dirigirse a Dios
integralmente en la vida del hombre.
F. Concepto Liberal Moderno. Parte de un concepto humanístico y de los
conceptos de Shleiermacher, pretendiendo dar a entender que el hombre posee
un principio divino dentro de él, suficiente para su salvación y lo único necesario
es que el hombre sea capaz de percibir ese “potencial”. Ética y sencillamente es
un cambio de conducta. Aquí se niega el poder sobrenatural de Dios, su
inmanencia y su naturaleza creadora para reformular al hombre.

Debemos concluir que todos los elementos antes explicados hacen brevemente posible
el entendimiento de este tema. Señalando a toda luz que, la regeneración es parte de lo
que Dios hace por nosotros en el momento de salvación, junto con el sello del Espíritu
Santo (Efesios 1:13), la adopción (Gálatas 4:5), la reconciliación (2 Corintios 5:18-20),
etc. La regeneración es lo que Dios hace para que una persona viva espiritualmente,
como resultado de la fe en Jesucristo. Antes de la salvación, no éramos hijos de Dios
(Juan 1:12-13); más bien, éramos hijos de ira (Efesios 2:3; Romanos 5:18-20). Antes de
la salvación, estábamos perdidos; después de la salvación somos regenerados. El
resultado de la regeneración es la paz con Dios (Romanos 5:1), nueva vida (Tito 3:5; 2
Corintios 5:17), y el ser Sus hijos eternamente (Juan 1:12-13; Gálatas 3:26). Con la
regeneración inicia el proceso de la santificación, por medio de la cual nos convertimos
en las personas que Dios quiere que seamos (Romanos 8:28-30).

La única forma para la regeneración es por medio de la fe en la obra completa de Cristo


en la cruz. Regenerar el corazón no se logra por la cantidad de buenas obras o por
guardar la ley. "Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado
delante de él (Dios)" (Romanos 3:20). Sólo Cristo ofrece una cura para la depravación
total del corazón humano. No tenemos necesidad de renovación, de reforma o de
reorganización; necesitamos un nuevo nacimiento.

SÓLO CRISTO OFRECE UNA “CURA” (REGENERACIÓN) PARA LA DEPRAVACIÓN TOTAL DEL
CORAZÓN HUMANO. NO TENEMOS TAN SOLO LA NECESIDAD DE UNA RENOVACIÓN MENTAL
DESDE LA PSICOLOGÍA PARA CAMBIAR NUESTRA CONDUCTA, O DE REFORMAR NUESTROS
PRINCIPIOS TEOLÓGICOS O DE UNA REORGANIZACIÓN COMPLETA PARA SER MORAL Y
ÉTICAMENTE MÁS BUENOS; NECESITAMOS UN NUEVO NACIMIENTO.

BIBLIOGRAFÍA.

 TEOLOGÍA SISTEMÁTICA, LOUIS BERKHOF, PAG. 541 - 572-LIBROS DESAFÍO

2002

 TEOLOGÍA SISTEMÁTICA, WAYNE GRUDEM, EDITORIAL VIDA, 2007.

 DOCTRINAS DE LA GRACIA, FRANCISCO LACUEVA. CURSO DE FORMACIÓN

TEOLÓGICA, EDITORIAL CLIE, 1975.

 HTTPS://CRISTIANOREFORMADO7.WORDPRESS.COM/2014/09/29/LA-REGENERACION-NUEVO-NACIMIENTO/

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