Contextos extraordinarios requieren intervenciones creativas y personalizadas

La emergencia socio-sanitaria que nos atraviesa a todos nos interpela a explorar modos inéditos de
acompañamiento a los docentes, familias y estudiantes.

En un sistema educativo signado por la presencialidad y la sincronía, nos vemos en la necesidad de

repensar las prácticas para la virtualidad, sin experiencia previa y con poco tiempo.

Algunas consideraciones a tener en cuenta en estos contextos:

 Educación a distancia requiere personalizar las prácticas

Para ello tenemos que darnos cuenta que la solución tecnológica que puede servir para una
sala/grado/división en el CEF puede no ser la más adecuada para otra. Habrá alumnos que tiene
conectividad y dispositivos en sus casas y habrá otros que no. Habrá docentes y estudiantes que
podrán manejarse con autonomía y otros a los que habrá que acompañar de manera personalizada
para que puedan enseñar y aprender en la virtualidad. Hay que pensar múltiples alternativas para
que todos los docentes, estudiantes y familias se sientan convocados y acompañados.

Una única solución no siempre es la mejor alternativa. Una vez más, hay que personalizar las prácticas
y las estrategias. Para pensar la mejor solución tecnológica para cada caso y contexto hay que
contemplar:

Objetivo e intencionalidad pedagógica del docente (qué quiere hacer, que quiere que hagan sus
estudiantes, para qué quiere que hagan lo que les propone, qué van a lograr a partir de la propuesta)

Disponibilidad tecnológica del estudiante (¿saben cómo usar esos recursos digitales con autonomía
y sin comprometer de más a otros miembros de las familias que tienen sus propias obligaciones y en
algunos casos pocos conocimientos tecnológicos)

Contexto familiar (ese/a estudiante, en su contexto familiar, ¿podrá desarrollar las tareas que le
pido? en qué tiempo? de qué manera y con qué grado de autonomía? ¿se proponen diferentes
alternativas tecnológicas para su realización?)

 Educación a distancia no significa lejanía

El sistema educativo formal al que estamos acostumbrados vincula la proximidad física como una
posibilidad de encuentro a partir del cual se habilita el hecho educativo. En este contexto que
vivimos, los procesos de enseñanza y aprendizaje deben garantizarse para todos los estudiantes a
pesar de que la proximidad física no es posible. Esto implica pensar, diseñar propuestas y hacer uso
de las tecnologías digitales disponibles para acercarnos en la distancia.

Una de las posibilidades es configurar momentos de encuentro sincrónico, en los cuales varias
personas se reúnen al mismo tiempo, cada uno desde su locación. Es el caso, por ejemplo, de las
videoconferencias o coloquialmente “call”. Con respecto a la inquietud acerca de las
videoconferencias cabe destacar lo siguiente:

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Las propuestas educativas mediante videoconferencia (call) son experiencias educativas valiosas que
permiten el re-encuentro de docentes con sus estudiantes y entre ellos. En estos contextos, las
propuestas que emulan la presencialidad son estrategias muy significativas para recuperar los
vínculos, habilitar espacios de encuentro y fortalecer los lazos afectivos entre las personas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

Experiencia equitativa y para todos

La vivencia sincrónica debe ser una alternativa educativa más, pero no la única, ya que no podemos
garantizar que todos los estudiantes tengan conectividad para hacer la call, puedan gastar crédito
para hacerla, y en el caso de niños pequeños, cuenten con un adulto que habilite y acompañe esta
práctica en el momento en que la planificamos.

Esto no significa desestimar este tipo de práctica, pero hay que garantizar a partir de otras opciones
que ninguno de nuestros estudiantes quede excluido de la propuesta pedagógica y de la posibilidad
de aprender por carencia de recursos o dificultades contextuales.

Para ello:

-AVISO ANTICIPADO PARA ORGANIZARSE: Hay que avisar con la debida antelación (al menos tres
días) que se va a realizar una call, de manera que la familia pueda prepararse y distribuir/reservar el
recurso digital para que ese estudiante pueda participar en el encuentro.

-ALTERNATIVAS ASINCRÓNICAS PARA TODOS: Si hacemos call y alguno no puede participar,

debemos grabar el encuentro para luego tenerlo disponible y/o enviarlo a los estudiantes que no
pudieron participar presencialmente. Esto puede realizarse mediante adjunto, subida a canales
privados de YouTube, plataformas educativas, posteos en murales digitales, códigos QR, archivos
compartidos, redes sociales habilitadas especialmente para estos casos, entre otras alternativas
tecnológicas. Ningún estudiante puede sentir que se “perdió de algo fundamental” porque no puedo
estar en la call. Por otra parte, en dichas video-conferencias hay que hacer presente a los ausentes
mediante saludos, envío de mensajes, etc. Otra alternativa para evitar esta sensación de potencial
exclusión es organizar sucesivos encuentros de pequeños grupos. De esta manera, se ofrecen
diferentes alternativas de participación y es más sencillo de manejar para el docente que el macro-
grupo; al mismo tiempo que se ofrecen mejores posibilidades para el intercambio interpersonal y
para habilitar la escucha y la participación de todos.

-USO DE PLATAFORMAS SEGURAS: Para las call sugerimos el uso de plataformas seguras. Si bien se
ha puesto muy de moda el uso de Zoom, recordemos que requiere de cierto grado de instalación en
los dispositivos personales. Por otra parte, no tenemos ningún tipo de control sobre lo que allí circule,
dado que no se trata de un servicio contratado o adherido. En este sentido y en caso de optar por la
realización de video-conferencias recomendamos firmemente el uso de la aplicación Meet que forma
parte del ecosistema Google Suite for Education disponible para todos los CEF.

Esta aplicación permite la conexión simultánea de hasta 250 personas, permite grabar las
videoconferencias, se guardan automáticamente en Drive y permanecen en un entorno cerrado. Para
utilizar esta aplicación hay que tener en cuentas las siguientes cuestiones:

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Quien organice la call (docente, DPD, coordinador, directivo) debe crear la call desde su cuenta
corporativa. Esto le permitirá grabar el encuentro.

Quien desee participar en la call (alumno, par) puede hacerlo desde una cuenta corporativa, desde
una cuenta cualquiera de Gmail o incluso sin tener cuenta. En este último caso ingresará con el
vínculo de la videoconferencia y se le pedirá que coloque su nombre al ingresar. Es importante que
el usuario utilice como navegador Chrome o Safari

Una alternativa rápida y efectiva en este contexto consiste en la generación de cuentas no

nomencladas para estudiantes como se anticipó innumerables veces en distintos protocolos enviados
por la SE. En el caso de estudiantes pequeños, las cuentas deben ser socializadas con las familias y
con contraseñas que no puedan ser modificadas, de manera de evitar que el niño la olvide o la cambie
y requiera sucesivos blanqueos. Las cuentas se utilizan para la habilitación del recurso de
videoconferencia, pero se mantienen los recaudos y canales comunicacionales formales que se han
detallado en otras oportunidades para el resto de las propuestas didácticas.

Educación a distancia es poner en juego la creatividad

Hay muchas alternativas sincrónicas y asincrónicas para hacerse presente y acompañar a los
estudiantes con propuestas pedagógicas significativas que ponen en juego otras tecnologías.

Les compartimos solo algunas que ya están sucediendo en el país, pero seguramente cada uno de
ustedes descubrirá muchas otras posibilidades útiles para sus contextos que los alentamos a que
compartan para enriquecer las prácticas colectivas:

• Grabaciones breves en audio que se envían diariamente a los estudiantes mediante grupos
cerrados por ejemplo de WhatsApp. En estos pequeños podcasts, por ejemplo, se graban los buenos
días y se anticipan las actividades que luego se subirán a la plataforma. En este caso es importante
sistematizar los envíos, respetar estilos y formatos comunicacionales y no saturar con multiplicidad
de mensajes.

• Grabaciones de videodocentes con actividades, propuestas, mensajes, tutoriales, clases,

presentaciones temáticas que se suben en canales privados por ejemplo de YouTube, que también
es una aplicación del ecosistema Google Suite for Education. Los estudiantes postean sus
comentarios, preguntas, consultas en la sección comentarios del propio video o en las plataformas
disponibles.

• Streaming mediante YoutubeLive u otras aplicaciones para habilitar clases en vivo.

Por otra parte, cuentan con aplicaciones para videoconferencia que no requieren mail ni logueo
como es el caso de https://meet.jit.si/ que es una aplicación opensource sin límite de usuarios
simultáneos, muy fácil de usar.

También pueden utilizarse

• Pizarrones colaborativos online y/o multiusuario: estas aplicaciones sincrónicas permiten

compartir un espacio de dibujo sin necesidad de logueo ni mails, en el cual todos los participantes
pueden escribir y dibujar, como si se tratara del pizarrón del aula y sirven para que docente interactúe

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con sus estudiantes en un entorno gráfico. Muchas de ellas tienen espacios para el intercambio
mediante chat, audio o video. Algunas de ellas son:

 https://draw.chat/index.html
 http://board800.com/
 https://awwapp.com/
 http://flockdraw.com/
 http://witeboard.com/6f44dc70-7f70-11ea-9b77-9f5fab4d1962

• Podcast que son aplicaciones que permiten generar canales en los cuales es posible compartir
audios de corta o larga duración. Por ejemplo:

o https://anchor.fm/
o https://www.mixcloud.com/
o https://ivoox.zendesk.com/hc/es-es

Sin embargo, una vez más recordamos que la elección de un recurso tecnológico aun en esta
situación que vivimos no se trata de una cuestión tecnológica, sino de una cuestión pedagógica. La
herramienta se debe seleccionar desde y partir de una propuesta pedagógica fundamentada y de un
contexto particular y no a la inversa. No todas las tecnologías sirven para todas las propuestas, ni en
las mismas realidades, ni sirven para todas las oportunidades.

Se trata, en definitiva, de recordar que las tecnologías digitales no enseñan por sí solas; hace falta un
docente que, pensando en un alumno concreto, se proponga mediar la propuesta pedagógica con
los recursos tecnológicos disponibles.

A partir de todas estas sugerencias, los alentamos a explorar con creatividad y criterio las múltiples
alternativas que nos ofrecen las tecnologías digitales para poder transformar este desafío que nos
toca atravesar, en una verdadera oportunidad para crecer y desarrollar nuestras prácticas.

Y por favor, cuenten con nosotros para acompañarlos en estas instancias de exploración y
descubrimiento.