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Insuficiencia renal aguda de tipo posrenal: aparece cuando hay bloqueo agudo, parcial o
total de la corriente de orina que normalmente es unidireccional, lo cual hace que
aumente la presión hidrostática retrógrada y que surja interferencia en la filtración
glomerular. La obstrucción de la corriente de orina puede deberse a alteraciones
funcionales o estructurales en cualquier sitio entre la pelvis renal y el orificio de la
uretra, generalmente desencadenan una insuficiencia renal aguda cuando hay:
Obstrucción del cuello vesical (hipertrofia prostática benigna o cáncer de dicha
glándula, vejiga neurógena o administración de anticolinérgicos)
Obstrucción pelvicoureteral bilateral (cálculos, coágulos de sangre, papilas renales
esfaceladas, neoplasias, etc.)
Por lo general, la obstrucción pelvicoureteral de un solo riñón, no desemboca en
insuficiencia renal aguda, pero si el riñón afectado es el único funcional del paciente,
esta obstrucción originará insuficiencia renal aguda. Los aspectos fisiopatológicos de
AKI posrenal comprenden las alteraciones hemodinámicas inducidas por el incremento
repentino de las presiones intratubulares. Después de un periodo inicial de hiperemia
por dilatación arteriolar aferente, hay constricción de vasos intrarrenales, que surge por
la generación de angiotensina II, tromboxano A2 y vasopresina y una menor producción
de óxido nítrico. La disminución de la filtración glomerular proviene de la poca
perfusión a los glomérulos y posiblemente cambios en el coeficiente de ultrafiltración
glomerular.
Los factores agravantes en la insuficiencia renal aguda de tipo posrenal son:
Infecciones del aparato genitourinario
Hipertensión no controlada prolongada
Diabetes mellitus
Ateroesclerosis
Las complicaciones de la insuficiencia renal aguda son:
Uremia
Hipervolemia e hipovolemia
Hiponatremia
Hiperpotasemia
Acidosis
Hiperfosfatemia e hipercalcemia
Hemorragias
Infecciones
Complicaciones cardiacas
Desnutrición
ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA
La enfermedad renal crónica es un problema de salud importante, ya que su prevalencia a
nivel de la población es de aproximadamente el 40% de la población en general, y esta se
presenta en el 20% de la población por encima de los 60 años. A la vez, la enfermedad
renal crónica eleva su incidencia en personas con enfermedades concomitantes como
diabetes mellitus e HTA, que son otra fuente de problemas a lo largo del sistema de salud,
por lo que el estado del paciente se complica por el incremento de la morbimortalidad
relacionada con problemas cardiovasculares asociados al deterioro de la función renal.
Dicho esto, es considerada por el gremio médico como una consecuencia de un variado
número de patologías que afectan el riñón de manera irreversible, debido a una pérdida de
la masa renal con un decremento de la función renal debido a la alteración estructural y
funcional del parénquima renal, alcanzando una filtración glomerular con valores por
debajo de los 60ml/min filtrados.
Agregando a esto podemos clasificar a la enfermedad renal crónica por categorías
basándonos en dos parámetros muy importantes; la filtración glomerular y la albuminuria,
las cuales son de mucha importancia en el ámbito clínico ya que nos permiten realizar un
diagnóstico del estado actual del paciente y manejo de este en cuanto a la función renal.
Primero; la filtración glomerular se calcula mediante la utilización de fórmulas o
ecuaciones sofisticadas, estas se obtienen mediante el meticuloso y elaborado de muchas
variables como lo son la edad, sexo, altura, y raza del paciente que giran en torno a una
variable única que es la creatinina sérica. La creatinina sérica es un múltiplo esencial ya que
gracias a ella se puede evitar la tarea de recoger orina del paciente en un lapso continuo de
24 horas para poder ser llevada a laboratorio, facilitando aún más el manejo clínico del
paciente. En la clasificación de la filtración glomerular nos encontramos 5 estadios:
G1, que se encuentra en valores de filtración por arriba de 90mL/min filtrados y es
clasificada como un valor normal o ligeramente elevado
G2, que se encuentra en valores de FG entre 89 y 60 y es clasificado como una ERC
ligeramente disminuida
G3, que abarca valores entre 59 y 30 y obtiene una clasificación de moderadamente
disminuida
G4, que abarca una FG entre 29 y 15 y se describe como una ERC con FG
gravemente disminuida
Y, G5 que abarca valores por debajo de 15 y se describe como un fallo renal
De segunda mano, tenemos a la clasificación basada en la cantidad de albumina en orina;
esta se puede determinar mediante la medición laboratorial de un examen de orina y
utilizando el cociente Albumina/Creatinina (Alb/Cre) que equivale a la misma cantidad de
albumina perdida en 24 horas:
Tenemos A1 o normal, que obtiene valores de menos 30 mg/g o <30 mg de
albumina/24 hrs que se clasifica como albuminuria normal o leve
A2 posee valores de Alb/Cre entre 30-300 para que pueda entrar en esta categoría
de disfunción renal
Y A3 que necesita tener valores de >300 para entrar a esta categoría y se clasifica en
albuminuria alta
Estos valores deben de estar como mínimo a un periodo de 3 meses para considerarlos
como enfermedad renal crónica, debido a que es un procedimiento progresivo la función
renal va a ir decreciendo poco a poco con el tiempo según evolucione el cuadro de la
enfermedad. Dado esto, entre los factores que nos pueden advertir encontramos una
proteinuria elevada como mencionamos antes, alteraciones del sedimento urinario,
alteraciones electrolíticas u de origen tubular debido al daño del parénquima renal,
alteraciones estructurales histológicas y alteraciones en pruebas de imagen que suelen
poner en evidencia la gravedad del caso. Estas complicaciones se asocian a la perdida de
nefronas funcionantes, por lo que como mecanismo compensador se produce una
hiperfiltración de las nefronas remanentes intactas que quedan en el riñón, lo que se
acompaña con la reducción de la resistencia vascular dentro del riñón y cambios en su
estructura microscópica, los cuales desencadenan un progreso en la enfermedad renal y
posteriores complicaciones.
Si bien, sabemos este proceso es una larga evolución de diversos factores, tanto por
mecanismos individuales de estos como la coexistencia con otros, como el síndrome
metabólico, la hipertensión arterial, obesidad y diabetes para poner un ejemplo. La
coexistencia de estos mecanismos no solo son la causa de la ERC, sino que también pueden
empeorarla. Entre algunos de ellos tenemos; la edad del paciente, ya que se sabe que la
función renal de una persona se deteriora conforme esta envejezca y lleva a un incremento
en la proteinuria, lo que llamamos “riñón del anciano”; tanto como el predominio de la
ERC en personas de raza negra por la asociación de ellos a HTA severa que también actúa
como único factor por si misma en el desarrollo de esta enfermedad; y la diabetes que
provoca una proteinuria por una aumento de la HbA1 que condiciona un mayor riesgo de
ERC o el bajo peso al nacer que implica una reducción en la cantidad de nefronas
funcionantes que predisponen a una perdida mayor de la función renal y subsecuente
desarrollo de ERC.
Retomando el funcionamiento renal; el cuadro puede presentarse asintomáticamente si la
FG se encuentra en valores de 70-100 mL/min; sin embargo, una vez descendida de este
punto comienzan las manifestaciones urémicas de los pacientes por la pérdida de la
capacidad del riñón para concentrar la orina y se aumenta la orina para compensar la
excreción de desechos a través del tracto urinario, por lo que la poliuria y la nicturia son los
primeros síntomas de este cuadro. Conforme el paciente se agrava empezara a manifestar
síntomas más generales como anorexia, náuseas, astenia, letargo, edemas, HTA, prurito,
dolor óseo y trastornos electrolíticos, alteraciones de ácido-base, parestesias e insomnio;
por lo que es común confundir este cuadro con una enfermedad recurrente. Cuando los
valores de FG reducen a <10mL/min se considera que se llega a una ERC Terminal y el
único tratamiento viable es el trasplante renal.
3. Enumere los cambios histológico adaptativos a corto plazo de la IRA que a largo
plazo terminan dañando al riñon.
Perdida del borde en cepillo de las células tubulares, dilatación focal del túbulo
proximal, presencia de cilindros intratubulares, acumulación leucocitaria
5. Enumere las categorías mas frecuentes de causas de IRC y explique cada una de
ellas
a. Glomerulopatias: estas se refiere a todas las enfermedades que afecten al
glomérulo, lo que normalmente se clasifica en síndrome nefrótico o nefrítico. En
el caso de síndrome nefrótico hay un aumento de la permeabilidad capilar del
glomérulo, lo que produce una proteinuria masiva. Ahora el síndrome nefrítico
se caracteriza por un proceso inflamatorio en el glomérulo que causa
proterinuria moderada junto a HTA
b. Diabetes mellitus: la nefropatía diabética se produce por la lesión progresiva que
se da al glomérulo al tener glucosa aumentada en sangre, que eventualmente
también causa HTA
c. Nefropatía hipertensiva: similar al caso de la diabetes, la HTA produce mayor
trabajo a sobre la nefrona y se manifiesta como hiperfiltracion. Eventualmente
se saña el glomérulo hasta el punto en el cual no se puede filtrar de la misma
forma y existe una lesión renal