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Onlays MOD

Si bien el Onlay MODes una variación de la incrustación de Clase II, existen diferencias
suficientemente marcadas entre ambas restauraciones que hacen que el Onlay MOD merezca ser
considerado como un tipo de restauración colada a parte. A pesar de que el Onlay MOD utiliza casi
exclusivamente, una retención intracoronaria, la incorporación del recubrimiento oclusal en este
diseño lo convierte también en una restauración extracoronaria de recubrimiento parcial.

La retención empleada en las restauraciones intracoronarias es de la variedad de “cuña”, ya que


tiende a ejercer presión hacia afuera del centro del diente. Esta fuerza es mayor durante las
pruebas y durante el cementado, y se produce cada vez que se ejerce fuerza oclusal sobre el
diente. Para que una restauración tenga éxito, debe estar mantenida por un grosor de dentina
sana o debe emplearse algún medio para distribuir la fuerza, de tal forma, que la transforme en no
destructiva para el diente remanente.

Existe un reciente interés renovado en el Onlay MOD, basado en una aproximación de la


odontología restauradora centrada en la oclusión, en contraposición a la que está exclusivamente
orientada al diente. La incrustación cuñiforme aumenta el riesgo de fracturar las cúspides
socavadas sin protección. La incrustación únicamente reemplaza el tejido dental desaparecido,
pero no hace nada para reforzar lo que queda. El uso de restauraciones más protectoras está
reflejado en un reciente estudio en la zona sudoriental de los Estados Unidos, en el que los
entrevistados usaban el Onlay MOD aproximadamente con el doble de frecuencia que la
incrustación de clase II.

Las figuras de la 12-1 hasta la 12-61 examinan las bases del uso de Onlays MOD y muestran la
técnica para preparar un premolar superior para este tipo de restauración.

Análisis fotoelástico de esfuerzo

Craig y cols, también usaron el análisis fotoelástico de esfuerzo para mostrar la superioridad
delOnlay MODen proteger al diente de los esfuerzos. Clínicos e investigadores igualmente
vincularon los fracasos marginales de las restauraciones con las cúspides debilitadas y paredes de
la preparación inclinadas hacia afuera, bajo los tipos de esfuerzos demostrados aquí. La anchura y
la profundidad del istmo también se han reconocido como factores que contribuyen al fracaso.
Mientras que algunos autores sugieren que aquellas preparaciones, cuya anchura del istmo sea
mayor que la mitad de la distancia intercuspal, deberían ser restauradas con una cobertura,
probablemente es más seguro un rango más conservador desde un cuarto hasta un tercio.
Fig. 12-1 Mientras que la corona de un diente está intacta, éste tiene una integridad estructural
(A) Cuando se realiza una preparación intracoronal, el diente se debilita y se hace más susceptible
a la fractura (B) De acuerdo con Mondelli y cols., un premolar tiene de un 11% a un 52% menos de
resistencia a la fractura (dependiendo de la anchura vestibulolingual) cuando se talla un istmo de
Clase I en la superficie oclusal y entre un 17% a un 57% menos de resistencia si tiene una
preparación próximo-oclusal. Si se debilita por una preparación ambas superficies proximales, las
cúspides vestibular y lingual ya no están unidad por tejido dental (C) El diente tiene peligro de
fracturarse si el istmo tiene una anchura significante (D) Un premolar presenta únicamente de un
36% a un 61% de su resistencia intacta (dependiendo de la anchura vestibulolingual del istmo)
cuando ha sido biseccionado por una preparación MOD
Fig. 12-2 Muchos autores han apreciado el potencial de las incrustaciones para alargar las
cúspides. Normalmente, las cúspides tienen una altura mecánica que es igual a la altura cuspídea
anatómica, medida desde la punta de la cúspide hasta el nivel del surco central (A,L1) Cuando se
realiza una preparación MOD, la longitud cúspidea mecánica está muy exagerada, con una
longitud efectiva que tiene la distancia desde la punta de la cúspide hasta la extensión gingival de
la preparación (B, L2) En un diente pequeño como un premolar, esta elongación del brazo de
palanca puede tener resultados desastrosos

Fig. 12-3 Desde un buen principio existió el reconocimiento por parte de los clínicos de que una
incrustación tiene una tendencia de apretar las cúspides hacia afuera, especialmente en los casos
con un istmo ancho. La fuerza oclusal aplicada a una incrustación produce esfuerzos a lo largo de
las caras de la restauración y en su base, de tal forma que, la restauración empuja contra el tejido
dental que la rodea (A) La situación en A puede conducir a una fractura del diente , con fisuras
típicas causadas por restauraciones MOD que ocurren en un ángulo de 40 a 50 grados apicalmente
de la esquina de la cavidad de la preparación (B) Un Onlay distribuirá la fuerza sobre un área ancha
reduciendo de este modo el potencial de fractura (C) Por esta razón, el Onlay MOD está muy
indicado para restaurar dientes endodonciados con superficies vestibulares y linguales sanas.

Fig. 12-4a Los esfuerzos en cuna producidos por las incrustaciones fueron vistos mediante análisis
fotoelástico de esfuerzo por Fisher y cols. Las incrustaciones producen concentraciones de
esfuerzos muy altas en las paredes del istmo y en las aristas de los ángulos (Cortesía del Dr. D.W.
Fisher Los angeles)

Fig 12-4b Por otra parte, el Onlay muestra esfuerzos muy pequeños ángulos (Cortesía del Dr. D.W.
Fisher Los angeles)

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