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Justicia:
El concepto de justicia es un concepto muy abstracto que puede ser utilizado para
hacer referencia tanto a la justicia humana (aquella compuesta por leyes y normas)
como también a la justicia divina, una justicia que no podemos medir empíricamente
pero que se estima toma lugar de manera natural para mantener el equilibrio del
mundo. Usualmente, el uso del término es más común para señalar el primer tipo de
justicia mencionado ya que es el único que el ser humano puede conocer, controlar y
utilizar.
Derecho Humanos
Así, pues, los derechos humanos "son derechos en sentido moral que se considera que
tienen todos aquellos que cumplen con la condición de ser humano. El elenco de los
derechos humanos es variado, incluyendo derechos relativos a la vida y la integridad
física, libertades públicas y derechos de participación política, y derechos de contenido
económico, social y cultural. En un primer momento los derechos humanos se
concibieron como ámbitos de protección del ser humano con respecto al poder del
Estado, pero en la actualidad se considera que han de erguirse también frente a los
particulares y sus acciones".
Innatos:
Todas las personas nacemos con derechos que nos pertenecen por nuestra condición
de seres humanos. Su origen no es el Estado o las leyes, decretos o títulos, sino la
propia naturaleza o dignidad de la persona humana.
Imprescriptibles
Extra patrimonial:
No pueden ser valorados económicamente, sin embargo pueden tener por objeto
bienes o realidades vulneradas económicamente, que su violación puede conllevar
consecuencias económicas, pidiéndose repararse el daño causado mediante una
indemnización pecuniaria.
Inalienable e intransferible
Universales
Todas las personas: mujeres, hombres, niños y niñas tenemos derechos. Por eso no
importa la raza, el sexo, la cultura o la religión que tengamos; tampoco importa la
nacionalidad o el lugar en que se viva. Cada persona tiene la misma dignidad y nadie
puede estar excluido o discriminado del disfrute de sus derechos.
Inviolables
Nadie puede atentar, lesionar o destruir los derechos humanos. Esto quiere decir que
las personas y los gobiernos deben regirse por el respeto a los derechos humanos; las
leyes dictadas no pueden ser contrarias a éstos y las políticas económicas y sociales
que se implementan tampoco.
Como la humanidad es cambiante, las necesidades también, por ello a través del
tiempo vamos conquistando nuevos derechos, que una vez alcanzados forman parte
del patrimonio de la dignidad humana
Obligatorios
Los derechos humanos imponen una obligación concreta a las personas y al Estado de
respetarlos. Queda claro entonces que es obligatorio respetar todos los derechos
humanos que existan en nuestras leyes y también aquellos que no lo están aún.
Los derechos humanos están relacionados entre sí. Es decir, no podemos hacer
ninguna separación ni pensar que unos son más importantes que otros. La negación de
algún derecho en particular significa poner en peligro el conjunto de la dignidad de la
persona, por lo que el disfrute de algún derecho no puede hacerse a costa de los
demás.
La Declaración Universal establece que: "todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos". "Todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales son indivisibles e interdependientes; debe darse igual atención y
urgente consideración a la aplicación, promoción y protección de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales"
Jurídicamente, los derechos humanos son facultades o prerrogativas que las normas
constitucionales e internacionales reconocen a las personas para asegurar su dignidad,
su libertad y su igualdad.
Si no fueran respetados por los estados o por otras personas o grupos, el titular de
esos derechos puede exigir que se cumplan a través del ejercicio de la ley.
Se establecieron desde el siglo XVIII a principios del siglo XX. Son los que consideran
a la persona como individuo que está dotado de libertad y autonomía. Dentro de estos
derechos, el más importante es el derecho a la vida, constituyendo el fundamento
básico de la prohibición de las torturas y humillaciones.
Desde fines del siglo XIX ya mediados del siglo XX se agregaron un conjunto de
derechos económicos y sociales, que ya no consideran exclusivamente al individuo
sino que lo sitúan en un grupo social determinado, sea por su actividad o por necesidad
de protección especial como la ancianidad, la niñez, el desempleo, etcétera.
Estos derechos son, por ejemplo, el derecho al medio ambiente, al patrimonio común
de la humanidad, a la paz, al desarrollo.
Todavía no tienen consagración legal en la mayoría de los países del mundo, pero
comienzan a imponerse en diversos tratados internacionales.
Es justamente en la Declaración Universal donde dice que todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que no pueden ser objeto de
discriminación por su Opinión política, riqueza o posición económica.
Las personas deben saber cuáles son sus derechos y poder hacer una denuncia
cuando estos no se cumplen.
Exclusión Social
En esta situación se encuentran todas aquellas personas sin hogar; los inmigrantes que
sufren el racismo y la xenofobia; los ancianos que perciben unas pensiones
insuficientes o no tienen derecho a ellas, carecen de la asistencia médica necesaria y
viven en la más completa soledad; los ex reclusos y los ex toxicómanos que ven
obstaculizada su reinserción en la sociedad; las personas que, a causa del paro o de la
enfermedad, pierden sus trabajos y se ven sumidas en una situación precaria, etc. Y
que no pueden disfrutar de una ciudadanía social plena, en condiciones de igualdad, ni
ejercer los derechos que les corresponden por verse privadas de lo que consideramos
fundamental para el desarrollo humano, esto es, del acceso a una vivienda adecuada,
a una protección de la salud apropiada, del acceso al empleo digno, a una educación
de calidad, a una protección social suficiente y a la cultura.
Aunque no existe acuerdo entre los autores, las causas de la exclusión social son
multidimensionales que se enmarcan en un proceso de pérdida de integración o
participación del individuo en la sociedad, en uno o varios de estos ámbitos:
1. PRIVACIÓN ECONÓMICA:
a. Ingresos insuficientes.
b. Inseguridad en el empleo.
c. Desempleo.
2. PRIVACIÓN SOCIAL:
b. Marginación social.
e. Deterioro de salud.
3. PRIVACIÓN POLÍTICA:
a. Carencia de poder.
La exclusión se puede producir debido a diferentes factores, así también puede ser el
resultado indirecto de procesos de desarrollo, ya sea por el hecho de seguir ciertos
ideales de una comunidad, por una precaria situación económica, o bien en algunos
casos se produce cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario
que ejerce el poder. La privación o dificultad para la satisfacción de ciertas necesidades
secundarias e incluso algunas de las necesidades básicas (tales como disponibilidad
de servicios como agua potable, desagüe y electricidad) es una característica común
en todos los grados y tipos de marginación.
Existe discriminación económica cuando existe diferencia entre aquellas personas que
poseen más dinero que otras, ya que algunas veces, en lo económico no toman en
cuenta a una persona cuando su estabilidad económica es deficiente.
Cuando existe discriminación social existe presencia de ruptura de los lazos sociales y
familiares, fuente de capital social y de mecanismos de solidaridad orgánica y
comunitaria. Falta de participación en las actividades sociales y políticas.
Muchas veces quienes discriminan lo hacen por el color de la piel. Las personas de
color, los aborígenes o nativos, los extranjeros de diferente etnia son el blanco de los
ataques. Los negros son una de las razas más castigadas, desde los períodos
coloniales, fueron víctimas de la esclavitud. Los nativos americanos tras la conquista de
los viajeros europeos fueron tratados como animales y hubo civilizaciones que fueron
totalmente exterminadas por la falta de comprensión de los "civilizados". En la
actualidad, las minorías raciales son rechazadas y experimentan, en ocasiones,
agresiones físicas.
Pobreza: es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad
de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y
psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de
las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia
sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios
para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel
bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de segregación social
o marginación. En muchos países del tercer mundo, se dice que uno está en situación
de pobreza cuando su salario (si es que tiene un salario), no alcanza para cubrir las
necesidades que incluye la canasta básica de alimento.
Agresión Social: La agresión se define como el comportamiento que intenta hacer daño
u ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios hirientes o bien
físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones, etc. La palabra clave para definir
la agresión es, por tanto, la intención de dañar y es además la que la diferencia de
otros tipos de violencia, en la que el motivo puede ser, por ejemplo, la autoafirmación u
obtener supremacía y que se define como la coerción física o psíquica ejercida sobre
una persona para obligarla a hacer un determinado acto en contra de su voluntad.
Este artículo establece la responsabilidad exclusiva del Estado por el respeto y garantía
de los derechos humanos, los cuales deben ser garantizados a todas las personas por
igual, sin establecer ningún tipo de condiciones para ello. Igualmente menciona el
principio de la progresividad de los Derechos Humanos, estableciendo como un
mandato para el legislador y el intérprete, por lo cual ninguna ley, podrá restringir o
limitar un derecho humano más allá de lo previsto en la Constitución o en las leyes
correspondientes, lo que implica necesariamente que la interpretación de las normas
correspondientes y cualquier revisión constitucional futura debe realizarse de manera
más favorable al ejercicio y goce de los derechos, conforme al principio de la no
discriminación. En razón de lo antes expuesto la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo, en ponencia del Magistrado Iván Rincón Urdaneta, en sentencia N° 1154 de
29 de junio de 2001, expuso:
Dicho acto es concebido como un logro de todas los pueblos y naciones" la Declaración
Universal... se ha convertido es una medida que sirve para evaluar el grado de respeto
hacia los estándares de derechos humanos..."
La Declaración está compuesta por 30 artículos que proclama los derechos personales,
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales del hombre, los cuales sólo se ven
limitados por el reconocimiento de los derechos y libertades de los demás, así como
por el bienestar general.
10. El derecho a la educación sexual integral. Este es un proceso que se inicia con el
nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones
sociales.
El Estado tiene la tarea fundamental de propugnar y, por ende, garantizar "la vida, la
libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social
y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político
", así lo establece en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
adelantes CRBV, en el artículo 2. Igualmente, el Estado tiene dentro de sus fines
esenciales la defensa de la persona, de su desarrollo y de su dignidad el garantizarle al
pueblo su prosperidad y bienestar y el ejercicio democrático de su voluntad la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz y, en general, "el cumplimiento
de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados " en la Constitución
(CRBV, artículo 3).
Venezuela, al igual que casi la totalidad de los países del mundo, le brindan gran
importancia a las necesidades de los niños, al consagrar una ley especial para la
protección de dichos derechos, como es el caso de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, la cual fue Publicada por primera vez en Gaceta Oficial N°
5. 266 Extraordinario de fecha 2 de octubre del año 1998, pero con la entrada en vigor
en el año de 1999 de la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
se le da rango constitucional a los derechos del niños niñas y adolescentes acogiendo
de forma expresa la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
establecidos en el Capítulo V, De los Derechos Sociales y de las Familias en su artículo
78 que:
"Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos
por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la Convención sobre
los Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia haya
suscrito y ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con
prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés
superior en las decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su
incorporación progresiva a la ciudadanía activa, y creará un sistema rector nacional
para la protección integral de los niños, niñas y adolescentes."
i) Conducta penitenciaria.
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
Este instrumento jurídico legislativo tiene por objeto garantizar y promover el derecho
de las mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir,
atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus
manifestaciones y ámbitos. Y es el Estado el ente garante de hacer que se cumplan las
obligaciones indeclinables de adoptar todas medidas administrativas, legislativas,
judiciales y de cualquier otra índole que sean necesarias para asegurar el cumplimiento
de las garantías de los derechos humanos de las mujeres víctimas de violencia. A ésta
ley se le hado un carácter orgánico con la finalidad de que sus disposiciones primen
sobre otras leyes, ya que desarrolla derechos constitucionales que intenta cubrir todo
intento de acción y manifestación de violencia y es así como se determina y se
desglosa que además de la violencia domestica, existe la violencia institucional, laboral,
mediática, patrimonial.
La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida Libre de Violencia,
además de garantizar la protección de los derechos de la mujer, también obliga al
estado a crear los mecanismos necesarios para hacer efectivo los derecho reconocidos
en esta ley, darle asistencia jurídicas a las mujeres en situaciones de violencia, además
de garantizar el acceso a la información de manera integral, aún en aquellas mujeres
cuyas circunstancias personales y sociales les sea de mayor dificultad, igualmente
obliga a la creación de servicios de atención, emergencia, protección, apoyo y acogida
y de recuperación integral en cada estado y municipio en colaboración conjunta con los
órganos de seguridad ciudadana, órganos judiciales, defensoría pública y de más
órganos de competencia.
Esta ley regula el ejercicio de los derechos y garantías necesarias para lograr la
igualdad de oportunidades para la mujer; tiene como fundamento la Ley Aprobatoria de
la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y garantiza sus derechos frente a agresiones que lesionen su dignidad y su
integridad física, sexual, emocional o psicológica, sin prejuicio de lo dispuesto en el
ordenamiento jurídico referido a la materia. Este instrumento jurídico dispuso la
creación del Instituto Nacional de la Mujer y la Defensoría de los Derechos de la Mujer,
ahora dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de
Género.
En la actual Constitución de 1999 es de interés señalar que desde el inicio del proceso
constituyente fue motivación constitucional, la incorporación de materias de sumo
interés social, como lo son la protección de la familia, los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, el de las personas adultas mayores, las personas con discapacidades
especiales, el derecho a la alimentación , resaltando la diversidad étnica y cultural, los
pueblos y las comunidades indígenas, que integran el título III del texto constitucional.
El Capítulo fue denominado "De los Derechos de los Pueblos indígenas", cuyo texto
final fue aprobado por un 71% de los votos de los asambleístas en el referendo del 15
de diciembre de 1999, fue vitoreada por los tambores de los grupos indígenas que
permanecieron en pie de lucha en la sede del Congreso. En este sentido, el Capítulo
VIII del Título III de la Constitución Bolivariana consagró de manera expresa todos los
derechos colectivos que pueden ser considerados como propios, básicos y esenciales
para los pueblos indígenas y que verdaderamente puedan constituir los espacios
vitales que garanticen la supervivencia física y espiritual de los mismos, es decir, que
sirvan para la preservación de su identidad cultural.
Desarrollar los derechos alcanzados en leyes, convenios, pactos, tratados que han sido
ratificados por nuestra Constitución
ARTÍCULO ÚNICO
Se aprueba en todas sus partes y para que surta efectos internacionales en cuanto a
la República Bolivariana de Venezuela se refieran, la "Convención Interamericana para
la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Personas con
Discapacidad", aprobada en Sesión Plenaria de la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos, el día 07 de julio de 1999.
Al igual que todos los tratados de derechos humanos, este tiene como principio
fundamental contribuir a la eliminación de la discriminación contra las personas con
discapacidad, la que define en su artículo 1 como toda distinción, exclusión o
restricción basada en una discapacidad, antecedente de discapacidad, consecuencia
de discapacidad anterior o percepción de una discapacidad presente o pasada, que
tenga el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por
parte de las personas con discapacidad, de sus derechos humanos y libertades
fundamentales.
La Convención interamericana también busca proveer a las personas con discapacidad
de iguales oportunidades respecto del resto de la población para el desarrollo de su
potencial humano mediante la realización de acciones afirmativas de los Estados
Partes. Su texto contempla la cooperación internacional como un factor de gran
importancia para el combate a la discriminación y el mejoramiento de la vida de las
personas con discapacidad.
http://temasdederecho.wordpress.com/2012/04/05/regimen-general-de-los-derechos-
humanos-en-venezuela/
Mérida, Venezuela
Redalyc
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/555/55509914.pdf
http://www.un.org/spanish/events/humanrights/2008/ihrl.shtml
a las empresas petroleras, que lo distribuyen entre los tres factoreseconómicos que
contribuyen con el proceso de producción: tierra, trabajo ycapital. Todas esas normas
descansan sobre la base jurídica de la propiedadpública de los hidrocarburos en
Venezuela.Como éste es un campo de estudio interdisciplinario entre el derecho y
laeconomía, intentaremos presentarlo desde ambas perspectivas. El derechosuele
recurrir a la economía para crear normas relacionadas con la materiaimpositiva y su
distribución entre los diversos contribuyentes, las leyes contralos monopolios, el control
de precios, daños emergentes o monetarios y lucroscesantes. La economía, por su
lado, explica ahora muchos aspectos delderecho que antes no hacía. Desde inicios de
la década de los 60 del siglo xx,el análisis económico del derecho estadounidense se
expandió a las áreasmás tradicionales del mismo, como la propiedad, los contratos y
lasinstituciones legales (Posner, 1998; Cooter y Ulen, 1998). El enfoqueeconómico del
derecho ha llegado hasta la ejecución de las políticas públicasen Venezuela, pero poco
a la práctica de los abogados. Sin embargo, las leyesno son sólo un conjunto de
normas jurídicas, son también instrumentos paralograr metas económicas, sociales y
políticas.Derecho de propiedad de los hidrocarburos en la legislación vigenteLa
Constitución vigente de la República Bolivariana de Venezuelaestablece la propiedad
pública de los yacimientos mineros y de hidrocarburospor primera vez en una de sus
disposiciones. Efectivamente, en el artículo 12de la Constitución se puede leer:Los
yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza,existentes
en el territorio nacional, bajo el lecho de mar territorial, en la zonaexclusiva y en la
plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes deldominio público y, por
tanto, inalienables e imprescriptibles.Por su lado, las actuales leyes orgánicas de
hidrocarburos gaseosos y dehidrocarburos reafirman el principio constitucional de
propiedad pública de losmismos. Precisa la ley de hidrocarburos que esta propiedad
también se ejercesobre los yacimientos que se encuentren dentro de las fronteras
nacionales2.Con este agregado se comprenden “áreas derivadas de la celebración
detratados internacionales con países circunvecinos”, así como se afirma en
laexposición de motivos de la ley referida.La propiedad pública de los hidrocarburos en
Venezuela:su origen y tradición legal2Artículo 3° de la Ley Orgánica de Hidrocarburos.
Decreto N° 1.510 de 2 de noviembrede 2001.
sin negar los cauces de intervención del Estado sobre el sector –muy
HIDROCARBUROS
en Venezuela
.
El marco regulatorio aplicable, así como el entorno político, eran
cual los yacimientos son propiedad del Estado, razón por la cual las
públicos que ésta generaban llevó al Estado a interesarse más en el control del sector.
En 1920 se dictó la primera Ley sobre el sector de
los veinte del pasado siglo los ingresos petroleros pasaron a ocupar el
. A fines de
. Luego, en 1939, el
petrolero9
responsabilidades al Estado10
con los crecientes ingresos fiscales derivados del sector petrolero. Junto
petrolera, ordenada mediante Ley en 1975, con vigencia a partir del 1° de enero de
197612. Todas las concesiones –entonces en manos de
el Estado regulador14
precios del petróleo y por ende, de los ingresos petroleros, que ahora el
del Gobierno16
estratégicas20
abajo21
Destaca, en especial, las políticas por medio de las cuales los ingresos
petróleo, desde 2006, derivó en el notable incremento de los ingresos petroleros, los
cuales fueron empleados para apalancar el modelo
crisis económicas y sociales, con una APP que no cuenta con los
petrolera24
pueblo”
siguiente:
Nótese que para la exposición de motivos, el artículo 302 no contiene una reserva, sino
por el contrario, reconoce una potestad que
nacionalización petrolera”.
Precisamente, la duda que surge es en cuanto al alcance de la
13
manejar la industria petrolera. De allí surgen dos conclusiones: (i) que debe existir un
ente de la exclusiva República, que podrá ser PDVSA o
privada.
debería ser atendido por el Legislador. Una posible solución sería que
es que éste solo impone dos deberes: (i) PDVSA –o el ente de que se
accionista de, por lo menos, más del cincuenta por ciento (50%) de tales
Gaseoso
Estado, lo que quiere decir que se trata de actividades que pueden ser
la reserva estatal34
constitucional).
mismas, toda vez que entre sí han venido derogándose expresa o tácitamente o
Ley.
enumera las condiciones generales a las que éstos quedarán sujetos, las
(artículo 13). Habrá que entender, sin embargo, que en relación con las
Esto quiere decir que, conforme al artículo 22, las empresas que
solo pueden ser de dos tipos: (a) empresas de propiedad exclusiva delEstado y (b)
empresas mixtas bajo el control accionarial mayoritario del
Estado40
.
Esto quiere decir que la iniciativa privada no puede gestionar
privada no puede, por ello, desvirtuar los dos principios que derivan
del artículo 22 de la Ley, esto es, (i) que la Administración debe tener
por ciento (50%) del capital social”. Al tenor de estas disposiciones debe
Públicas42
sociedad con el Estado, o el ente público que éste designe para actuar
ésta, como ya vimos, deberá obrar bajo el control del Estado, de igual
contrato.
(artículo 12).
en la Ley a partir del principio de libertad de comercio, el cual, sin embargo, solo rige
para productos derivados. Por el contrario, de
conformidad con el artículo 57, la comercialización de hidrocarburos
Nacional) sólo podrá ser realizada por el Estado. Para aclarar este
populismo.
30
grados, y por ello, diversas alternativas. Así, repasando los tres títulos
apreciar cuáles son los posibles grados para el desmontaje del PetroEstado.
propio Estado.
Petro-Estado.
implica que solo el Estado, por medio del Estado empresario, puede
petroleros.
Poder Ejecutivo es, para nosotros, el factor determinante del PetroEstado, en tanto es
el poder de disposición sobre esos ingresos lo que
siguientes.
la inversión privada
32
que emprender respecto de las actividades aguas abajo que han sido
reservadas59
primarias.
145.
33
públicas
procedimiento60
privado debería tener mayor control. Así, la Ley de Contrataciones Públicas debería
reformarse, a los fines de excluir de su ámbito a las empresas mixtas o, cuando menos,
a los
34
control.
contratos62
136 y ss.
contratos, tanto respecto a los contratos que la Administración Pública puede celebrar
como
35
respecto de los contratos que pueden celebrar las empresas operadoras (públicas y
privadas).
Ley no excluyen la aplicación del Derecho Privado. Por el contrario, bajo la visión
estatista que
del arbitraje. Vid.: Araujo-Juárez, José, Derecho Administrativo General. Acto y contrato
administrativo, primera edición, Paredes, Caracas, 2011, pp. 276 y ss.
bendición o maldición. 100 años del Zumaque 1, cit., pp. 236. En el marco del modelo
socialista, el
mediante el cual se crea la zona de Desarrollo Estratégico Nacional Faja Petrolífera del
Orinoco «Hugo
65 A este esquema regulatorio nos hemos referido antes en Hernández G., José
Ignacio, La libertad
36
Por ello, en este esquema, las funciones del Estado sobre el sector de
, quedarían diferenciadas
37
ingresos fluctuantes67
unidad del tesoro previsto en los artículos 311 y siguientes del Texto de
1999.
Luis y Rodríguez Pardo, Luis Roberto, El Petróleo como instrumento del progreso,
IESA, Caracas,
38
Gobierno Nacional69
5. Recapitulación
actividades no-petroleras.
69 Escaparía de los límites de este trabajo analizar las distintas opciones que podrían
disposición abusiva y vinculando a los ciudadanos, de manera más directa, con tales
ingresos,
sin que ello implique crear mecanismos que fortalezcan la configuración de la sociedad
39
privada en el capital social de empresas públicas operadoras. Ello
paternalistas
Junio-agosto 2017
II. LO QUE ESTABLECEN LAS NORMAS CONSTITUCIONALES EN MATERIA DE PETRÓLEO E
HIDROCARBUROS
A partir de la promulgación de la Constitución de 1917 se inicia un proceso, aún no cerrado, para expedir
las normas jurídicas y dictar las políticas públicas necesarias para hacer plenamente aplicables los
principios constitucionales relacionados con el petróleo y los hidrocarburos. Desde los inicios del siglo
XX, y aún desde antes, los intereses privados se han opuesto a que los principios constitucionales en
materia de petróleo sean una realidad,9 han buscado resquicios en el orden jurídico para imponer sus
puntos de vista en contra de los intereses de la nación. Esto ha ocurrido desde la deficiente Ley
Reglamentaria del Artículo 27 de 1925 hasta nuestros días. Hoy la lucha por la defensa del petróleo pasa
en primer término por la defensa de la Constitución, porque al tratarse de recursos propiedad de la
nación, es decir, de todos los mexicanos, estamos hablando de una decisión política fundamental que
representa la soberanía energética de México que no puede ser reducida, limitada o condicionada ni por
mayorías legislativas ni aún por el poder revisor de la norma fundamental.
Los dos primeros principios provienen de los párrafos primero, cuarto y sexto del artículo 27 del
Constituyente de Querétaro. El tercero fundamentalmente fue consecuencia de la expropiación
petrolera decretada por Lázaro Cárdenas, quien en el Informe Presidencial rendido a la nación el primero
de septiembre de 1938 expresó:
Y para evitar en lo posible que México se pueda ver en el futuro con problemas provocados por intereses
particulares extraños a las necesidades interiores del país, se pondrá a la consideración de vuestra
soberanía que no vuelvan a darse concesiones del subsuelo en lo que se refiere al petróleo y que sea el
Estado el que tenga el control absoluto de la explotación petrolífera.
El objetivo de la propuesta contenida en ese Informe Presidencial era la nacionalización integral del
petróleo y de los hidrocarburos.
Para cumplir el ofrecimiento hecho en el Informe Presidencial de 1938, el presidente Cárdenas envió el
22 de diciembre de 1938 al Congreso de la Unión la iniciativa de adición al artículo 27 de la Constitución.
La propuesta incorporaba una adición al párrafo sexto al artículo 27 constitucional que quedó en los
siguientes términos: "Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o
gaseosos, no se expedirán concesiones, y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la
nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos". El Congreso de la Unión, en su periodo
ordinario de sesiones de 1939 aprobó la iniciativa, la sometió a las legislaturas de los Estados para su
ratificación, y por decreto del 27 de diciembre de 1939 determinó su aprobación definitiva. Dicha
modificación constitucional se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 9 de noviembre de 1940
junto con la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en materia de petróleo.11
A la luz de la reforma de 1983 a la Constitución, resulta fundamental entender la diferencia entre área
estratégica y prioritaria. Un área estratégica, según el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución,
comporta que el Estado tiene sobre ella exclusividad en su funcionamiento, operación y explotación; en
cambio, un área prioritaria faculta al Estado para otorgar concesiones o permisos sobre su
funcionamiento, operación y explotación. Textualmente el párrafo cuarto del artículo 28 señala:
No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes
áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos,
petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las
actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía
satélite y los ferrocarriles son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25
de esta Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría, protegerá la seguridad y la soberanía de la
Nación, y al otorgar concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio de las respectivas vías
de comunicación de acuerdo con las leyes de la materia. Lo anterior quiere decir que sobre un área
estratégica no caben las concesiones ni los permisos, que las actividades que constituyen las áreas
estratégicas no constituyen monopolios, que el sector público tiene a su cargo, de manera exclusiva, las
áreas estratégicas; que el gobierno federal debe mantener la propiedad y el control de los organismos
que se establezcan para atender las áreas estratégicas; y que las áreas estratégicas entrañan una
posición de privilegio para el Estado que no puede ser compartida con el sector privado. Además, el
artículo 26 señala que los sectores estratégicos son una palanca esencial de la planificación nacional y su
función es primordial en la economía del país.
Es importante destacar que dentro del bloque de constitucionalidad del sexto párrafo del artículo 27 de
la ley fundamental está comprendida la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el ramo del
petróleo de 1958, en tanto que el sexto párrafo del artículo 27 de ese precepto constitucional remite a
ella. El entendimiento completo del texto constitucional, es decir su interpretación y aplicación, debe
tomar en cuenta esa ley que fue promulgada al final del gobierno de Ruiz Cortines. Ese ordenamiento
permite la participación de particulares en la ejecución de obras y servicios, pero subordinados a Pémex,
y sin que la paraestatal pierda la dirección y el control de las distintas fases de la explotación de los
hidrocarburos.13 Sin embargo, debe aclararse que la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional
debe cumplir los propósitos del Constituyente, y en ese sentido puede expandir o maximizar la
propiedad de la nación sobre los hidrocarburos, la soberanía energética del país y el principio de área
estratégica del Estado sobre el sector, pero por ningún motivo podría limitar, menoscabar, reducir o
condicionar esos objetivos constitucionales.
Aunque el Constituyente de Querétaro formalmente aprobó sólo los dos primeros principios
constitucionales, el tercero y el cuarto fueron producto de tres reformas —las de 1940, 1960 y 1983—,
las que no significaron un cambio en la línea original del Constituyente, sino que adaptaron la regulación
constitucional en materia de petróleo al sentido básico de las normas de Querétaro, que es la de
considerar estos recursos como propiedad de la nación, de todos los mexicanos, parte de nuestra
soberanía. El que se prohíban las concesiones y los contratos a los particulares responde al carácter
social del derecho de la nación sobre los hidrocarburos, que toma en cuenta la negativa experiencia
histórica de las compañías privadas, principalmente extranjeras, que se habían apartado de cualquier
interés a favor de la nación; o el que se considere al petróleo un área estratégica del Estado, y que sólo a
él le corresponda la explotación de estos recursos, constituyen reformas consecuentes con la visión
constitucional del Constituyente de Querétaro. Todas esas modificaciones refuerzan el principio del
dominio directo, inalienable e imprescriptible de la nación sobre todos los recursos naturales del
subsuelo, de manera destacada el de los hidrocarburos.
Es importante mencionar, como dice Guastini, que una cosa es modificar la Constitución sin alterar su
identidad, es decir, los principios supremos que la caracterizan y distinguen de otras Constituciones, y
otra es introducir principios supremos diversos de los de la Constitución precedente, ya que en ningún
caso puede la reforma constitucional ser utilizada para modificar los principios supremos de la
Constitución existente.14 Las reformas constitucionales de 1940, 1960 y 1983 en materia de petróleo, no
variaron o modificaron la identidad sobre los principios de dominio directo, inalienable e imprescriptible
de la nación sobre los hidrocarburos, sino que adaptaron los principios aprobados por el Constituyente a
los requerimientos sociales e históricos del momento, para eliminar sus debilidades formales, que sólo
podían surgir a la luz de la práctica constitucional del país. Así, por ejemplo, la adición de 1940 —que
prohíbe concesionar los hidrocarburos— fue totalmente necesaria para contener los abusos de las
compañías petroleras extranjeras que no habían respetado en los hechos la soberanía energética del país
ni los principios del Constituyente de Querétaro; la reforma de 1960 fue necesaria porque los intereses
privados con la complicidad del sector público habían hecho nugatoria en los hechos la prohibición de las
concesiones sobre los hidrocarburos a través de la figura de los contratos; y la reforma de 1983
constituyó el cierre o perfeccionamiento constitucional de los principios en la materia, para
tajantemente señalar que los hidrocarburos son área estratégica del Estado, y que sólo al sector público
le corresponde su explotación en las distintas fases de la industria petrolera.
Si las reformas de 1940, 1960 y 1983 hubiesen tenido por propósito debilitar los principios del
Constituyente de Querétaro, estableciendo que la nación ya no tenía el dominio directo, inalienable e
imprescriptible sobre los hidrocarburos, o favoreciendo a los particulares con la explotación de esos
recursos por encima de los intereses de la nación; esas modificaciones constitucionales hubiesen
implicado la destrucción de la Constitución, la alteración de la misma, por un órgano incompetente como
lo es poder revisor de la Constitución. En esta tesitura, Carl Schmitt decía que los órganos de reforma
constitucional no son titular o sujeto del Poder Constituyente —son un órgano constituido— ni están
comisionados para su ejercicio permanente, por lo que a través de los procedimientos de reforma
previstos en las Constituciones no es factible dar una nueva Constitución, ni trastocar o suprimir una
decisión política fundamental.15
En el derecho comparado y en el derecho nacional existen muchos puntos de vista acerca de las
limitaciones del poder de revisión de la Constitución, que como órgano constituido no pude alterar los
principios básicos de la Constitución o sus decisiones políticas fundamentales. En Estados Unidos,
William L. Marbury sostuvo que el poder de reformar la Constitución no incluye el de destruirla, y que el
término enmienda implica que las adiciones o cambios a la Constitución deben tener por propósito
llevar a cabo los fines constitucionales aprobados por el Constituyente originario.16 En Italia,
Constantino Mortati defendió la idea de que el poder de revisión no puede alterar las líneas
fundamentales del sistema constitucional.17 En Colombia, Ramírez Cleves ha afirmado que el poder
revisor o reformador de la Constitución es un poder limitado, ya sea de manera expresa o implícita, por
garantías democráticas como los derechos fundamentales que desarrollan, dan base y sentido a la
organización constitucional y estructuran el Estado democrático de derecho, pues sostener lo contrario
sería deslegitimar el propósito mismo del Poder Constituyente originario y el de la Constitución.18
Por lo que ve a la doctrina mexicana, José María del Castillo Velasco, diputado constituyente en 1857,
indicó que las adiciones y reformas a la Constitución de 1857 no podían nunca limitar o destruir los
derechos del hombre ni los derechos de la sociedad, ni la soberanía del pueblo ni las consecuencias de
ella.19 Emilio Rabasa, en su clásica obra La Constitución y la dictadura,20 señaló que el poder
reformador no podía destruir la Constitución. Mario de la Cueva, en su Teoría de la Constitución, precisó
que el llamado Constituyente Permanente es un poder limitado y constituido, un poder que presupone
la existencia de la Constitución y del Poder Constituyente, por lo que el control de la constitucionalidad
de sus actos tiene que referirse a la Constitución y al Poder Constituyente, además de que principios
como la igualdad, la libertad, la dignidad, la justicia o la forma federal del Estado son limitaciones al
Poder Constituyente Permanente.21
Jorge Carpizo, en su clásica obra La Constitución mexicana de 1917, considera que las decisiones
fundamentales no son universales, sino que están determinadas por la historia y la realidad socio-
política de cada comunidad, son principios que se han logrado a través de luchas y como parte de la
historia del hombre y de su anhelo de libertad. Entre las decisiones fundamentales implícitas en la
Constitución de 1917, según Carpizo, estarían la soberanía, los derechos humanos, el sistema
representativo, la separación Iglesias-Estado, la división de poderes, el federalismo, la autonomía
municipal y el juicio de amparo, entre otras. Tales decisiones fundamentales, por su importancia y su
jerarquía, sólo al pueblo corresponde reformar y no al poder revisor de la Constitución.23
El maestro Ignacio Burgoa, en su obra Derecho constitucional mexicano, hace una importante aportación
en nuestro tema. Clasifica a las decisiones políticas fundamentales en políticas, sociales, económicas,
religiosas y estrictamente jurídicas. Con referencia a la Constitución de 1917 propone las siguientes
decisiones políticas fundamentales: a) Políticas, que comprenden las declaraciones respecto de
soberanía popular, forma federal de Estado, forma de gobierno republicana y democrática; b) Jurídicas,
que consisten en la limitación del poder público a favor de los gobernados por medio de las garantías
constitucionales respectivas, institución del juicio de amparo como medio adjetivo para preservar la
Constitución contra actos de autoridad que la violen en detrimento de los gobernados, y en general,
sumisión para la actividad de los órganos del Estado a la Constitución y a la ley; c) Sociales, que estriban
en la consagración de los derechos sociales; d) Económicas, que se traducen en la propiedad de la nación
sobre recursos naturales específicos como los hidrocarburos, la gestión estatal en ciertas actividades de
interés público como la que tiene Pémex sobre las distintas fases de la explotación del petróleo e
hidrocarburos, y la rectoría económica del Estado; e) Culturales, que se refieren a la educación, las
características de la misma —laica, gratuita y obligatoria—; y f) Religiosas, como la separación de las
Iglesias y el Estado. Para Burgoa, las decisiones políticas fundamentales no pueden ser eliminadas o
reducidas por el poder revisor de la Constitución, dado que esa competencia sólo le corresponde a una
Asamblea Constituyente.24
Autores más recientes, como Carbonell, han aceptado la teoría de los límites implícitos para el poder
revisor en la Constitución de 1917. Así, propone que toda Constitución, incluida la mexicana, esté
comprometida con valores mínimos, pues sustituir esos principios y valores equivale algo menos que a
un golpe de Estado, aunque se haga a través de los mecanismos constitucionales. Cita a Ignacio de Otto,
quien sostenía sobre el tema: "no sería conforme a la Constitución suprimir la democracia misma, ni
siquiera utilizando para ello procedimientos democráticos… Si el pueblo tiene un poder al que renuncia
no puede tener su fundamento en el poder del pueblo, porque esto significa que no ha habido tal
renuncia".25
"Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes
en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la
plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto,
inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público."
La extracción de los hidrocarburos no gaseosos, se encuentra regida por esta Ley, la cual establece los
puntos donde la República venezolana tiene el poder de los yacimientos petrolíferos en la plataforma
continental y el mar territorial, pertenecientes al dominio público, es decir, imprescriptibles e
inalienables, esta se encarga de regular todo el proceso de transformación de los hidrocarburos dentro
del país, así como de generar la política necesaria para el cuidado del medio ambiente, estableciendo los
límites, el derecho de ejercicio y las obligaciones correspondientes a la empresa extractora de
hidrocarburos.
En el lecho marino, perteneciente a la Nación, cualquier yacimiento de petróleo que se encuentre, será
explotado de acuerdo a lo decretado en la presente Ley, esta extracción se hará moderadamente, para
evitar accidentes que perjudiquen la vida animal y la vida humana, contemplado en esta ley, los riesgos
corren por parte de la empresa explotadora, aunque el Estado no exija un saneamiento total del área, se
hace enfoque en las actividades para la no contaminación de las áreas verdes aledañas, teniendo como
principio la protección de los venezolanos a un país libre de contaminación.
El Ministerio de Energía y Petróleo (MEP), es el único ente del estado capacitado para fijar los precios y
las finanzas de los hidrocarburos junto con sus derivados, con la posibilidad de aplicar las fiscalizaciones
necesarias que causan los impuestos, así como de revisar su contabilidad. Esta entidad, maneja todo los
inmuebles y muebles inherentes a las actividades de destilación, purificación y transformación de
hidrocarburos. Las refinerías deben cumplir con requisitos de emplear nuevas tecnologías y adherirse a
un Plan Nacional para su instalación, teniendo en su poder, la licencia otorgada por el mismo ente, que
podrá ser revocada al no llevar a cabo las legalizaciones correspondidas por el MEP.
En la Faja Petrolífera del Orinoco, se localizan las empresas extractoras de las reservas petroleras, un
grupo de ellas son extranjeras, que al optar por explotar crudo venezolano, debieron emplear medios
necesarios para la extracción y otros que permitieran la inclusión de los criollos en las mismas, para
lograr alcanzar el desempeño esperado, además de estar dispuestas a brindar el uso de sus instalaciones
a otras almacenadoras cuando estas lo soliciten y estén capacitadas para otorgarlo.
El Ejecutivo Nacional se encarga de entregar las extensiones de tierras a las empresas correspondientes
limitadas por 100km2, mediante decretos, que transfieren el derecho al ejercicio, a las operadoras para
su inicio de actividades. Estas refinerías adquieren la posibilidad de ayudar en el mantenimiento de
institutos o universidades donde estudien sus trabajadores, como beneficio para el país, así como para
ella misma, de formar mejores profesionales en los campos requeridos.
Cabe destacar que los trabajadores de las empresas petroleras, gozan de estabilidad laboral, puesto fijo,
excepto los miembros de las Juntas Directivas, a nivel de las contrataciones, igual se verán beneficiados
por la legislación laboral. Se resalta que aquellos trabajadores que incumplan con lo establecido en la
Ley, serán despedidos.
Con respecto a las empresas mixtas, estas permanecen bajo el poder de la Asamblea Nacional para su
formación, el cual se rige por la presente Ley de Hidrocarburos, que las mantendrá sujetas a los términos
y condiciones, presentes en el acuerdo que dicte la Asamblea Nacional, dicho acuerdo será emitido con
anterioridad por el Ejecutivo Nacional y el Ministerio de Energía y Petróleo, que al ser aprobado pasará a
la constitución de la empresa mixta.
Estas condiciones son indispensables para la aceptación del acuerdo, definen que la máxima duración es
de 25 años, que deben estar bien establecidas las coordenadas correspondientes donde se realizarán las
actividades correspondientes y que al extinguirse los derechos otorgados, los bienes inmuebles le serán
entregados al Estado, sin indemnización alguna y sin que se presente a nivel extranjero una demanda.
El Estado no obliga al saneamiento, las empresas correrán con su propio riesgo al iniciar sus actividades.
Al otorgarse las servidumbres, estas pueden instaurarse sobre terrenos de particulares, lo que generará
contratos que serán aprovechados en conjunto con los propietarios, si estos se niegan, la persona
autorizada tiene el derecho de dirigirse a una instancia mayor de la localidad, para que este autorice el
comienzo de las actividades; pero en el caso de los terrenos baldíos, la persona autorizada de la
servidumbre debe constituir el contrato con el Ejecutivo Nacional, si estas han sido mejoradas por un
particular, el pago de la indemnización corresponderá a la parte del beneficiario de la servidumbre.
Al existir un yacimiento de hidrocarburos, sobre el cual varias empresas explotadoras realicen sus
actividades, se deberá asentar un contrato entre las partes y el Ejecutivo Nacional, para solventar
problemas futuros, pero si esta reserva limita con otros países, el Ejecutivo Nacional deberá erigir un
acuerdo con los países que linden con la veta, si el convenio no surge, la nación tomará las medidas
necesarias para salvaguardar los derechos de explotación.
Del total de los yacimientos explotados, el Estado tiene una participación de 30% como regalía, dicha
acción será en especie o dinero, si el Ejecutivo Nacional opta por la especie, dispondrá del transporte y
almacenamiento por parte de la empresa, por lo que el Ejecutivo Nacional pagará por los servicios
ofrecidos. Si escoge el dinero, el explotador está sujeto a pagar lo concerniente a los hidrocarburos
extraídos.
Estas empresas extractoras de hidrocarburos, están obligadas según el acuerdo establecido con el
Ejecutivo Nacional, a pagar impuestos, divididos en: impuesto superficial, por cada km2, que aumentará
anualmente 2% por 5 años y en los siguientes será de un 5%; el impuesto de consumo propio, es un 10%
por cada m3 de hidrocarburos derivados consumidos en la producción de los mismos; el impuesto de
consumo general, por cada litro del producto vendido dentro del territorio, entre un 30% y 50% de lo
pagado por los usuarios, es destinado al Fisco Nacional; el impuesto de extracción, se refiere que el
tercio (1/3) de todos los hidrocarburos líquidos extraídos, será pagado mensualmente, dentro de los
parámetros establecidos por el Ejecutivo Nacional y por último, el impuesto de registro de exportación,
el 0,1% de todos los hidrocarburos exportados, de acuerdo con el precio que se le vendió al comprador.
Si una empresa extractora extranjera infringe la presente Ley, la misma le impondrá una multa entre
cincuenta y cincuenta mil unidades tributarias, o la suspensión de las actividades por seis meses, si la
transgresión es mucho más grave, se aplicarán las dos sanciones que por medio del órgano regular
Ministerio de Energía y Petróleo, el Ejecutivo Nacional impondrá. Pero si es una empresa del Estado, se
abrirá la investigación correspondiente, para determinar la responsabilidad de la Junta Directiva o del
trabajador que incumplió la Ley para sancionarlo y cuyos resultados se le entregarán dentro del plazo
establecido de 45 días al Ministerio de Energía y Petróleo, para que genere el castigo correspondiente.
Los yacimientos que se encuentren bajo el territorio de la República y en sus fronteras marítimas son
imprescriptibles e inalienables, según el artículo 12 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y el artículo 1 de la presente Ley.
Los productos derivados del gas del petróleo y del petróleo o fósiles, son regidos por esta Ley, la
producción, el transporte, el almacenamiento, su distribución a nivel nacional e internacional,
corresponde en efecto al Estado o en el caso de personas privadas sin la intervención del Estado, que
igualitariamente estarán subordinados a la Ley, pero solo las actividades de transporte y distribución de
los hidrocarburos gaseosos destinados al colectivo, se entienden como un servicio público.
Dentro de este gran mercado, una sola persona no puede desempeñar el cargo en la misma materia, en
más de una de las actividades referentes a la extracción de los hidrocarburos gaseosos, salvo por la
excepción en que el proyecto así lo exija, por lo cual en este caso el Ministerio de Energía y Minas,
autorizará a dicha persona para ejercer ambos cargos, con la obligación de llevar las contabilidades de
cada una por aparte, debido a que no tienen correlación alguna.
Al calcularse los precios del consumo final, el Ministerio de Energía y Minas, de la Producción y el
Comercio, en conjunto, estiman los gastos generados por las empresas en su producción total. Cuando
se presenta el caso donde una empresa necesita los servicios u ocupar las instalaciones de otra empresa,
esa empresa a la cual se le está haciendo el requerimiento deberá prestarlo sin novedad alguna,
mientras tenga la capacidad y sus instalaciones estén ambientadas para tal exigencia, en este caso se
toma en cuenta los gastos generados por dicha empresa que cedió sus servicios, de lo cual el Estado se
encargará de remunerarlo para que la población venezolana no se vea de ninguna marea, abatida por el
precio alto del producto.
Las personas encargadas de las empresas extractoras de petróleo deben cumplir con la protección del
medio ambiente, para tener un mejor aprovechamiento del recurso, así como la sensatez al momento de
extraerlo. Estos individuos tienen el derecho de solicitar una servidumbre, una ocupación temporal o la
expropiación del bien, cuando se requiera. Esta servidumbre al componerse sobre el terreno de un
particular, será gozada entre las personas autorizadas y el propietario, si la acción no permite el
resultado esperado, es decir, no se llegó a un acuerdo, los sujetos autorizados se deberán dirigir a un
Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, para que éste le dé el visto bueno para el inicio de las
actividades; pero al constituirse sobre un terreno baldío, el favorecido de la servidumbre, pagará lo
establecido por el Ejecutivo Nacional, salvo si queda exonerado por orden del mismo, si el terreno ha
tenido alguna mejora por un particular, el pago de su inversión corresponderá al beneficiado de la
servidumbre.
Al momento en que varias empresas ejercen sus actividades específicas, sobre el mismo yacimiento de
hidrocarburos, el Ministerio de Energía y Minas constituirá un contrato entre las partes para
salvaguardar los intereses de los afectados, si no se llega al convenio esperado, el ente gubernamental
dictará las normas de explotación bajo la cual se regirán dichas empresas. Si el yacimiento de
hidrocarburos, llega a limitar con otro país, el Ministerio de Energía y Minas tomará las medidas
respectivas para la creación de dicho acuerdo, si este no se da, el MEM revocará el derecho de
explotación como protección a la nación.
El Ejecutivo Nacional es el órgano encargado por el Ministerio de Energía y Minas de ratificar los límites
geográficos donde se asentara la empresa explotadora. En el caso donde personas privadas o extranjeras
quieran iniciar la explotación de las reservas, sin que el Estado contribuya, deberán obtener la licencia
que el MEM otorga para dicha actividad, cuyas condiciones son: 35 años máximo de duración, 5 años
máximo para la exploración de la zona, se indicara el lugar preciso del espacio geográfico; insertada
dentro de lo que abarca el marco de la licencia, se establece que los bienes muebles e inmuebles, deben
estar en buen estado para cuando se cumpla el plazo del contrato, sean entregados al Estado sin
indemnización alguna o gravámenes. Las licencias serán revocables en caso de que se le traspasase o se
realizare su cesión, sin la previa autorización del Ministerio de Energía y Minas.
El Estado, los entes de su propiedad, las personas privadas y las personas extranjeras, pueden realizar las
actividades de industrialización de los yacimientos de hidrocarburos gaseosos, para ello el Ejecutivo
Nacional, dictará el reglamento, donde estará señalado, la construcción de la empresa en las zonas
donde se le facilite el suministro de las reservas donde garanticen el suministro de la materia prima
además de permitir la creación de empresas eficientes y competitivas, así como de estimular la
participación de financistas en la industrialización, para fomentar los insumos que producen.
Todos los insumos que permitan el fortalecimiento y enriquecimiento del mercado venezolano, el
Ejecutivo Nacional les dará prioridad, debido a que son productos necesarios en la vida cotidiana de la
población. Debido a esto el Ejecutivo Nacional, tiene un 20% de acción mayoritaria en cada uno de los
totales extraídos de hidrocarburos gaseosos, para esto se concibe dos opciones de cobrar, la primera es
la de especie, donde la empresa debe garantizarle el transporte y almacenamiento, hasta donde el ente
le indique, procediendo a pagarle por sus servicios; y el segundo es el dinero, el explotador debe pagar el
precio de los hidrocarburos gaseosos correspondientes.
En tal sentido, las empresas deben conciliar el pago de los hidrocarburos que se utilicen para todo el
proceso de transformación, producción y distribución, sin intervención del Estado.
Los hidrocarburos gaseosos están adheridos al único Ente Nacional del Gas creado para cuidar, proteger
y promover el desarrollo del sector, el cual se encuentra registrado en el Ministerio de Energía y Minas,
al Ente le será atribuido: la promoción y supervisión de las actividades correspondientes al proceso de
extracción y distribución, el velar por el libre acceso a los sistemas de transporte para garantizar un
menor costo, asesorar a las industrias de gas sobre la correcta manera de calcular sus tarifas, entre otros,
establecidos en la presente Ley.
El Ente Nacional del Gas, le facilitará los expedientes de los infractores al Ministerio de Energía y Minas,
el mismo estará bajo el directorio de cinco miembros designados por el MEM, consulta que se realizará
previamente al Presidente de la República, estableciendo a uno de los miembros como el Presidente,
otro como Vicepresidente y los demás como Directores, que ejercerán sus cargos por 3 años ya que se
renuevan sucesivamente, y en el caso que se llegue a presentar parentesco de sangre pues no podrán
ser propietarios de alguna actividad establecida en esta Ley.
El Ejecutivo Nacional tiene la facultad de crear entes convenientes para sus intereses, en la creación de
empresas mixtas se necesita de la aprobación de la Asamblea de Accionistas de la casa matriz, para
modificar el objeto de empresas filiales, y las empresas estatales estarán regidas por la presente Ley, los
trabajadores de las mismas no son considerados empleados públicos; el ente podrá transferir a las
empresas estatales los derechos que se requieran para el ejercicio de las actividades referidas en la
presente Ley.
Cuando se incumple alguna de las condiciones por las cuales se otorgaron las licencias o permisos
establecidos en esta Ley, se sancionará entre cien y diez mil unidades tributarias o suspenderá las
actividades por seis meses, sanción impuesta por el Ejecutivo Nacional por medio del órgano del
Ministerio de Energía y Minas. En el caso donde la sanción recaiga sobre empresas estadales se abrirán
las investigaciones correspondientes, para determinar las responsabilidades de la persona o Junta
Directiva que haya incidido en ese acto ilícito.
Los contratos, las servidumbres y convenios celebrados antes de la promulgación de esta Ley, seguirán
vigentes al momento de ser publicada.
Mientras no entre en función el Ente Nacional de Gas, el Ministerio de Energía y Minas, se encargará de
las atribuciones y funciones que le correspondan, según esta Ley.
En este contexto,consideramos relevante presentar un análisis de la relación entre la Ley Orgánica de
Ciencia,Tecnología e Innovación (2010) y la Ley Orgánica de Hidrocarburos en Venezuela (2006) como
instrumentos de política pública del proceso político venezolano. Para la realización de este análisis
utilizaremos el método interpretativo, no tanto de los instrumentos jurídicos, sino del contexto histórico
en el cual se promulgaron, así como de algunos referentes teóricos sobre el análisis de políticas públicas
para establecer la relación entre las leyes antes mencionadas. En primer lugar, presentaremos
brevemente fundamentos teóricos en materia de análisis de políticas públicas, posteriormente una
interpretación de la panorámica histórica de la evolución de la legislación venezolana en materia de
hidrocarburos y de ciencia, tecnología e innovación en el cual se evidencia su relación con los procesos
políticos venezolanos.
El término políticas públicas (PP), se asocia con asuntos del gobierno y sistemas políticos o como
actividades de las instituciones públicas, que van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la
vida de los ciudadanos. Para considerarse como pública tiene que haber sido generada, o al menos
procesada en el marco de los procedimientos, instituciones y organizaciones gubernamentales (Maggiolo
y Perozo, 2007). Cuando se trata de problemas de alta complejidad que involucran la actividad científico-
tecnológica y la innovación, en donde, además de factores económicos, sociales y productivos, el
elemento humano es el componente fundamental; se hace obvia la necesidad de definir las reglas que
organicen las actividades, generen confianza y faciliten la toma de decisiones entre los actores. En este
orden de ideas, Genatios y Lafuente (2004) señalan que las políticas públicas deben incorporar la
atención a problemas fundamentales, principalmente en las sociedades necesitadas, lo que incluye las
políticas que se ocupan de la ciencia y la tecnología. Estas deben incorporar elementos que impulsen:
El compromiso con la libertad de pensamiento sin que esto establezca prioridades con respecto a la
atención de las necesidades fundamentales.
Estas son las razones usuales de ser de los instrumentos de política pública incluyendo aquellos que
están en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación y la producción de hidrocarburos.
Particularmente una política pública de ciencia y tecnología, según Martínez (1998), puede considerarse
como el conjunto de instrumentos, mecanismos, normas, lineamientos y decisiones públicas, que
persiguen el desarrollo científico y tecnológico en el mediano y largo plazos.Al respecto,Ahmed y col.
(2012: 34) plantean que las políticas científicas se ocupan del desarrollo de la ciencia básica y de la
capacitación de los científicos; en tanto que las políticas tecnológicas se ocupan del uso del
conocimiento científico en la producción del progreso tecnológico. En cuanto a las políticas de
innovación, los autores las consideran como una ramificación de las políticas empresariales y una de sus
metas es promover el desarrollo, la difusión y el uso eficiente de nuevos productos, servicios y procesos
en los mercados, o dentro de organizaciones privadas y públicas. Tienen un ámbito más amplio que las
políticas científicas y tecnológicas, toman en cuenta las complejidades del proceso de innovación y se
concentran en las políticas para motivar la innovación y la difusión.
Otra de las metas de la política de innovación es facilitar la interacción entre diferentes tipos de
conocimientos y empresas, así como el desarrollo de infraestructura, que incluye universidades e
institutos de investigación y desarrollo con el fin de fomentar el aprendizaje y la difusión de la
innovación.
La concepción de la política de innovación de Ahmed y col. (2012) como una ramificación de la política
empresarial, orienta la innovación sólo hacia este sector, ya sea público o privado y deja a un lado la
innovación social y a los actores sociales no empresariales como las organizaciones cooperativas y la
comunidad organizada. Es importante que los instrumentos de política pública de innovación estén
alineados con las políticas sociales para que puedan tener los efectos deseados sobre todo tomando en
consideración que requieren de un tiempo considerable para ello. En este contexto se enmarca la
legislación venezolana en materia energética y de ciencia, tecnología e innovación en la actualidad.
Las políticas públicas pueden ayudar a las empresas estimulando la previsión de la tecnología.Ya no es
posible el desarrollo de tecnologías complejas por los esfuerzos de un empresario solitario, debido a que
se requiere de mecanismos construidos sobre redes que con frecuencia van más allá de las fronteras
nacionales. Esto crea un argumento para la intervención o participación de los gobiernos. Estos también
se interesan en la competitividad de sus economías nacionales y en las empresas que operan en ella, por
eso deben fomentar las condiciones que promuevan la innovación.
Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en
el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma
continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e
imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público.
En el Artículo 156 se expone que es de la competencia del Poder Público Nacional la creación,
organización, recaudación, administración y control de los hidrocarburos y minas, así como el régimen y
administración de las minas e hidrocarburos. En el Artículo 302 se señala, por una parte, que el Estado se
reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad
petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico,
y por la otra, que el Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la
explotación de los recursos naturales no renovables,con el fin de asimilar,crear e innovar tecnologías,
generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.
Los artículos 303 y 311 plantean que por razones de soberanía económica, política y de estrategia
nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), o del
ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando las de las filiales, asociaciones
estratégicas, empresas y cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del
desarrollo de negocios de PDVSA. El ingreso que se genere por la explotación de la riqueza del subsuelo y
los minerales, en general, propenderá a financiar la inversión real productiva, la educación y la salud.
La Constitución se evidencia como el marco jurídico en el cual se inscribe la LOH que orienta sus
postulados de forma explícita en esta materia hacia la importancia de la soberanía de los hidrocarburos y
la necesidad de que el Estado pueda disponer de ellos de forma exclusiva con el fin de invertirlo en el
país, tanto en el fortalecimiento de la economía como en programas sociales.
El principal instrumento jurídico venezolano por primera vez le da rango constitucional a las actividades
de ciencia, tecnología e innovación en el país. En su artículo 110, se plantea:
4. Evolución del contexto político del régimen legal venezolano en materia de hidrocarburos
Después de la Primera Guerra Mundial (1914 -1918) el petróleo tomó un lugar importante para la
producción de combustible utilizado en la maquinaria de guerra. Tal situación permitió a la élite
venezolana visualizar el hecho de que debía aprovechar los beneficios que la riqueza petrolera ofrecía
para salir del atraso económico y social en la cual estaba inmersa, pero sobre todo para su propio
beneficio. Por esta razón, el Estado fue de manera paulatina fortaleciendo su posición frente a las
empresas extranjeras. Esto ocurre durante el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez (1908-1935).
Con la promulgación de la primera Ley de Petróleo, durante su gobierno en 1920, Gómez, su familia y sus
amistades más allegadas fueron los más beneficiados y sus intereses durante esos años fueron a la par
del desarrollo de la industria petrolera en Venezuela.
Al morir Juan Vicente Gómez en 1935, después de 27 años de gobierno, se incrementa en Venezuela la
fuerza para defender los intereses del país en materia petrolera. Entre otras medidas, se redujeron las
exoneraciones de impuestos de importación, que se limitaron a los artículos realmente indispensables
para la producción petrolera y a aquellos que no se producían en Venezuela. Se revisó la legalidad de
muchas concesiones otorgadas durante el régimen gomecista para beneficiar a familiares y amigos. En
general, se aumentaron los controles sobre lo que producían y pagaban las empresas. El objetivo era
hacer que el Estado, fuera el más favorecido en el negocio petrolero (Asociación Venezolana de Noticias,
2011).
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Venezuela ya era un productor de petróleo, recurso
que por su abundancia se explotaba y exportaba a los países aliados en conflicto, sobre todo a Estados
Unidos y Gran Bretaña. El presidente de la República de ese entonces, Isaías Medina Angarita, aprovechó
esta situación internacional y visualiza la importancia estratégica de mejorar lo antes posible la
reglamentación de la producción de ese valioso recurso de tal forma que el país de beneficiara más de su
producción. Por tal motivo, en 1943 presenta al Congreso de la República de Venezuela la Ley de
Hidrocarburos, la cual es aprobada y gratamente recibida por el parlamento y por la colectividad
venezolana.
Esta nueva Ley implicó el incremento de las rentas por concepto de explotación de petróleo por parte de
las compañías extranjeras que para ese entonces llevaban a cabo este proceso, lo que incrementó los
ingresos de la nación e incorporó al presupuesto nacional recursos provenientes de la explotación
petrolera para fortalecer la educación, la salud, la agricultura y las obras públicas, requeridas para
atender a la población venezolana.
Rondón (2013) señala que en su momento ministros de Medina Angarita realizaron una cruzada para
convencer al país de los beneficios del proyecto de Ley. Uno de ellos fue Héctor Cuenca,ministro
delTrabajo,quien dictó conferencias sobre este instrumento jurídico en liceos de Caracas. Por su parte, el
Ministro de Fomento Eugenio Mendoza calificó la Ley como creadora de nuestra independencia
económica.
Todo este esfuerzo del cuerpo ministerial y del presidente mismo, tuvo como fruto que el 13 de marzo
de 1943 se le diera el ejecútese a la nueva Ley de Hidrocarburos. Medina Angarita la describió como la
materialización de la dignidad nacional para la vida económica.Velásquez (1993) afirma que la nueva Ley
unificaba el régimen de concesiones,aumentaba los impuestos, imponía a las compañías la obligación de
establecer en Venezuela la contabilidad de sus empresas y se constituía en un instrumento legal
progresista, que abriría a Venezuela hacia la prosperidad y a la dignidad política.
Velásquez (1993) afirma que la nueva Ley unificaba el régimen de concesiones, aumentaba los
impuestos, imponía a las compañías la obligación de establecer en Venezuela la contabilidad de sus
empresas y se constituía en un instrumento legal progresista, que abriría a Venezuela hacia la
prosperidad y a la dignidad política. La nueva ley, entre otras cosas, aumentaba a 16,67% la regalía,
aplicable a todas las concesiones (el promedio de las regalías pagadas en 1943 fue de 9%, por lo que el
aumento a 16,67 era sustancial). Las compañías aceptaron que el Estado estableciera unilateralmente los
impuestos que debían pagar. Entre ellos, el más importante era el recién creado impuesto sobre la renta
(1942), que pechaba con un máximo de 12% las ganancias de las empresas petroleras, además la ley
obligaba a las compañías a construir refinerías en Venezuela. La Ley de Hidrocarburos unificó la
legislación de concesiones y aumentó la participación del Estado venezolano hasta 50% de los beneficios.
También estableció la obligación de las compañías petroleras de pagar impuestos, transformó el
transporte por oleoductos, obligó a las empresas a llevar su contabilidad en Venezuela, a suministrar al
Estado informes sobre las regiones exploradas, y suspendió las exoneraciones aduaneras. Más
importante aún, estableció un plazo para empezar a refinar en territorio venezolano el petróleo
producido en el país. Estas normas estuvieron vigentes hasta la nacionalización de la industria petrolera
en 1976 (Rodríguez, 2012, Bautista, 1992).
El 29 de agosto de 1975, el presidente de la república de aquel entonces, Carlos Andrés Pérez, promulgó
la Ley de Nacionalización de la Industria Petrolera que entró en vigencia el 1 de enero de 1976. En teoría
esa Ley le reservaba al Estado venezolano la producción, extracción y comercio de los hidrocarburos con
el fin de afianzar la autonomía del país para decidir en materia de manejo de hidrocarburos.
Sin embargo, el actual presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez (2012), considera que la
nacionalización de la industria petrolera liderizada por Carlos Andrés Pérez durante su primer período de
gobierno (1974-1976), fue fallida debido a que
... había sido pactada con las empresas transnacionales que explotaban el petróleo en Venezuela. El
partido Acción Democrática admitió que las transnacionales podían seguir en el país controlando el
mercado.
Ésta fue la razón por la cual, la referida nacionalización del petróleo...no levantó el menor interés ni
patriotismo porque se percibía un arreglo, por parte del Gobierno, totalmente consensuado con las
compañías petroleras. indemnizando a las concesionarias por más de cuatro mil trescientos millones de
bolívares (Bs. 4.300.000.000), cantidad que superaba los beneficios que ellas pudieran haber alcanzado
de continuar operando hasta 1983, fecha prevista para la reversión en las respectivas leyes anteriores
Ramírez, 2012).
Aun cuando en aquel entonces a la nacionalización del petróleo se le llamó Segunda Independencia de
Venezuela, se admite que las trasnacionales podían seguir en el país controlando el mercado, transporte
y la tecnología de cuanto tuviese que ver con nuestros hidrocarburos.
Durante el primer gobierno de Caldera (1969-1974), los precios del petróleo bajaron, lo que perjudicó la
economía venezolana, sin embargo, se elevó al 60% el impuesto sobre la renta a las compañías
petroleras y se inició la construcción del complejo petroquímico El Tablazo, en el estado Zulia, principal
región productora de petróleo en el país. Durante este período se procuró un control más efectivo sobre
la industria a través de una mayor participación fiscal en el negocio petrolero y una mayor incorporación
gerencial y operativa de talento humano venezolano en todas las fases industriales de los hidrocarburos.
Durante el segundo período presidencial de Rafael Caldera en la década de los 90, se aplicó la política de
apertura petrolera, que tenía como principal objetivo la internacionalización de la estatal petrolera
Petróleos de Venezuela a través de un despliegue de convenios operativos y asociaciones estratégicas
que permitían captar capitales extranjeros para invertir en la explotación del petróleo en Venezuela.
Estas acciones requirieron del esfuerzo del sector privado nacional y extranjero para explotar, explorar y
refinar petróleo y gas natural. Sin embargo fueron catalogadas como un preludio a la privatización del
sector debido a que impedía que el Estado venezolano pudiera tener la mayoría accionaria en los
contratos.
Durante el gobierno de Hugo Chávez (1999 -2013) se buscó desde el principio lo que se denominó "la
soberanía petrolera" con fin de garantizar que la renta petrolera formara parte fundamental del
presupuesto público con el fin de ampliar y reforzar los programas sociales.
Se publica el 13 de noviembre de 2001 la reforma por vía de Decreto con Fuerza de Ley la Ley Orgánica
de Hidrocarburos y se puso fin al proceso de apertura petrolera con el objeto de darle al Estado
venezolano suficiente autonomía para manejar los procesos de producción, explotación,
comercialización y refinación a través de PDVSA. Entre otras acciones relevantes que materializaron
dicha soberanía estuvo la promulgación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos en 2006, la nacionalización
de la Faja Petrolífera del Orinoco en 2007, la formulación de convenios de exploración a riesgo y
ganancias compartidas, garantizar a la nación una mayoría accionaria de por lo menos 60% en la
conformación de las empresas mixtas establecidas para llevar a cabo la exploración, extracción y
procesamiento de crudo.
El Decreto con Fuerza de Ley de la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001 tocó diversos intereses
privados y políticos, lo que ocasionó el golpe de Estado en abril de 2002 y el paro petrolero posterior
(desde diciembre de 2002 a febrero de 2003) que produjo pérdidas entre 18 y 21 millones de dólares a la
nación (Diario El Mundo, 2012). Sin embargo, en los años siguientes, la industria petrolera fue
paulatinamente recuperándose enmarcándose en la aplicación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos
junto con otros instrumentos jurídicos, lo que permitió al gobierno una recaudación de 289.737 millones
de dólares (Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, 2011). Actualmente PDVSA tiene
una participación de al menos 70% en todos los proyectos, se reajustó el régimen fiscal a la legislación
venezolana, y se certificaron reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco por 297 mil millones de barriles
diarios (Agencia Venezolana de Noticias, 2011).
En 2001 el Ministerio de Ciencia y Tecnología formula en Venezuela la primera Ley Orgánica de Ciencia,
Tecnología e Innovación, que luego en 2005 es derogada por decreto, teniendo como objeto, según el
Artículo 1,
desarrollar los principios orientadores que en materia de ciencia, tecnología e innovación y sus
aplicaciones establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, organizar el Sistema
Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación, definir los lineamientos que orientarán las políticas y
estrategias para la actividad científica, tecnológica, de innovación y sus aplicaciones, con la implantación
de mecanismos institucionales y operativos para la promoción, estímulo y fomento de la investigación
científica, la apropiación social del conocimiento y la transferencia e innovación tecnológica, a fin de
fomentar la capacidad para la generación, uso y circulación del conocimiento y de impulsar el desarrollo
nacional.
El Ministerio colocó en la Internet el borrador de esta Ley para que estuviera disponible al país y los
distintos actores sociales enviaran su opinión en cuanto al articulado con la finalidad de captar las
diversas opiniones que pudieran mejorar la versión final.El resultado fue una Ley muy completa que
incorpora entre otros aspectos la elaboración del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Este
Plan se materializó posteriormente a través una convocatoria que hizo el Ministerio de Ciencia y
Tecnología en cada estado del país a representantes de los sectores científicos, público y empresarial
para discutir el contenido del Plan 2005-2030. Las propuestas de las mesas de trabajo se incorporaron en
la versión final, lo que permitió una aceptación general del Plan en la comunidad venezolana.
Dirigir la generación de una ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, con base en el ejercicio
pleno de la soberanía nacional, la democracia participativa y protagónica, la justicia y la igualdad social,
el respeto al ambiente y la diversidad cultural, mediante la aplicación de conocimientos populares y
académicos. A tales fines, el Estado venezolano formulará, a través de la autoridad nacional con
competencia en materia de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, enmarcado en el Plan
Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación, las políticas públicas dirigidas a la solución de
problemas concretos de la sociedad, por medio de la articulación e integración de los sujetos que
realizan actividades de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones como condición necesaria para
el fortalecimiento del Poder Popular.
El artículo plantea de manera explícita que las actividades científicas, tecnológicas y de innovación se
vinculan con la soberanía nacional, la democracia participativa y protagónica, la justicia y la igualdad
social, el respeto por el ambiente y la diversidad cultural. Por otro lado, se incorporan como uno de los
objetos de las actividades científicas, tecnológicas y de innovación su aplicación para la resolución de
problemas sociales, y se responsabiliza en la generación de los conocimientos científicos, tecnológicos y
de innovación a las personas naturales, jurídicas, instituciones y a las comunidades organizadas, lo cual
en sí misma la convierte en un instrumento de política pública innovador.
En la LOCTI 2005 solo las empresas eran obligadas a aportar recursos para ciencia, tecnología e
innovación. Con la LOCTI 2010, son todas las organizaciones indistintamente de su naturaleza (públicas o
privadas,con o sin fines de lucro, cooperativas) pero que perciban ingresos brutos anuales mayores a 100
mil unidades tributarias1. Las organizaciones aportantes deben depositar en el Fondo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Fonacit) una suma que varía entre el 0,5% y 2% dependiendo de los ingresos brutos
que presenten en la declaración de impuestos sobre la renta del período anterior, dentro de los 30 días
siguientes después de haber realizado su declaración.
Se plantea como sujetos de esta Ley a todas las instituciones, personas naturales y jurídicas que generen,
desarrollen y transfieran conocimientos. De esta forma se reconoce que otras organizaciones además de
las científicas como las empresas, las comunas, las instituciones públicas, también son generadoras de
conocimiento y en consecuencia pueden solicitar financiamiento al Fonacit para planes, programas y
proyectos de C, T e I siempre y cuando se enmarquen en las áreas prioritarias definidas en el Plan
Nacional de Desarrollo Económico y Social. Esto es con la idea de que los conocimientos generados por
los actores del Sistema Nacional de Innovación además de enriquecer las distintas áreas del saber,
contribuyan con el Estado también a resolver los problemas sociales y económicos del país.
Las empresas que a partir de 2005, año en el cual se formuló la primera Ley de Ciencia,Tecnología e
Innovación, tuvieron ingresos brutos superiores a las 100 mil unidades tributarias, debieron registrarse
en el Portal del Sistema para la Declaración y Control del Aporte-Inversión en Ciencia, Tecnología e
Innovación (SIDCAI) el cual está en conexión con el portal del Servicio Nacional Integrado de
Administración Tributaria y Aduanera (SENIAT), instancia nacional de recaudación de impuestos. Desde
ese entonces, deben hacer sus aportes según el tiempo estipulado por la Ley para no ser multados por el
Fonacit.
Además de ser contribuyentes, según el artículo 29 de la Locti 2010, las empresas aportantes pueden
presentar durante el tercer trimestre de cada año su plan de inversión en C, T e I para el año siguiente.
Este plan debe contener programas y proyectos enmarcados en las áreas prioritarias y parámetros
establecidos por la autoridad nacional con competencia en ciencia, tecnología e innovación, que
aparecen definidos en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación (Proyecto Nacional
Simón Bolívar 2007-2013). De ser así, el Fonacit pudiera financiar esos proyectos cuyo principal
beneficiario es la organización aportante que los formula.
Hay un elemento interesante. Tal y como señala Alcántara (2012), con la Locti 2005 los beneficiarios, en
este caso los científicos,tenían que ubicar empresas que quisieran aportar directamente en sus
proyectos. Con la 2010 todas las instituciones aportantes depositan directamente al Fonacit sus aportes
anuales y tanto ellas como los investigadores solicitan al Fonacit el financiamiento de sus proyectos,
enmarcados en las áreas prioritarias del Plan Nacional de Desarrollo,para ser financiados con los
recursos depositados en dicho Fondo.
6. Principales relaciones entre la Ley Orgánica de Hidrocarburos y la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología
e Innovación
Lo que sí está claro es que ambos instrumentos de política pública enfatizan lo estratégico de la
soberanía nacional, de la soberanía petrolera en el caso de la LOH y soberanía científica y tecnológica en
el caso de la LOCTI. La necesidad de que tanto los recursos provenientes de la producción del petróleo
como los dedicados a las actividades de ciencia, tecnología y innovación estén al servicio de la sociedad
venezolana y contribuya a resolver los problemas sociales y económicos del país es más que explícita en
ambas leyes. Tanto es así que en su artículo 26, la LOCTI 2010 establece que las empresas de capital
privado cuando la actividad económica sea una de las contempladas en la LOH y en la LOH Gaseosos, y
comprenda la explotación minera, procesamiento y distribución, deberá aportar anualmente al Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Fonacit) el 1% de sus ingresos brutos obtenidos en el ejercicio
económico inmediatamente anterior y 0,5% en el caso de empresas de esta misma naturaleza pero de
capital público.
La LOH por su parte plantea en su artículo 5 que los ingresos que en razón de los hidrocarburos reciba la
Nación propenderán a financiar la salud, la educación, los fondos de estabilización macroeconómica y la
inversión productiva, de manera que se logre una apropiada vinculación del petróleo con la economía
nacional, todo ello en función del bienestar del pueblo.Tanto en la LOCTI como en la LOH se establece
que los respectivos ministerios (de Energía y Petróleo y de Ciencia y Tecnología) se encargarán de la
formulación, regulación de las políticas que les corresponde, siempre en el marco del Plan Nacional de
Desarrollo.
Conclusiones
Finalmente, podemos decir que ambos instrumentos de política pública se vinculan con el proceso
político actual que se desarrolla en Venezuela, debido a que manifiestan de manera explícita su
orientación hacia el logro de la plena soberanía nacional y hacia la contribución de objetivos sociales,
establecidos en el preámbulo y los principios generales de la Constitución Nacional (responsabilidad
social, solidaridad y soberanía) y con las directrices del Plan Nacional de Desarrollo 2007 - 2013 referidas
a la nueva ética socialista y al modelo productivo socialista.
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Las diferentes normas venezolanas sobre hidrocarburos pueden reunirsebajo dos grupos:a) normas que
persiguen ordenar, regular y controlar la industriapetrolera, considerada ésta fundamentalmente como
una actividadeconómica netamente exportadora (de crudos y productos) a la cualse le ha de fiscalizar
para obligarla a pagar los impuestos generales yla mayor cantidad de renta petrolera posible, yb) normas
que, sin abandonar el objetivo precedente, persiguenademás integrar la industria petrolera al tejido
económico e industrialde la nación, es decir, industrializar nacionalmente los hidrocarburos.En otras
palabras, normas que entienden a la industria petrolera como unaactividad económica rentística y
normas que la comprenden, además de ello,como una actividad económica productiva. La síntesis de la
legislaciónvenezolana sobre hidrocarburos termina entonces por comprender, al fin, a laindustria
petrolera nacional en su íntegra complejidad: una actividad técnico-económica de exploración y
producción de crudos, que deben transportarse yrefinarse para transformarse en derivados que se
utilizan como fuentes deenergía y materias primas, por cuyo consumo el usuario debe pagar un precio
a las empresas petroleras, que lo distribuyen entre los tres factoreseconómicos que contribuyen con el
proceso de producción: tierra, trabajo ycapital. Todas esas normas descansan sobre la base jurídica de la
propiedadpública de los hidrocarburos en Venezuela.Como éste es un campo de estudio
interdisciplinario entre el derecho y laeconomía, intentaremos presentarlo desde ambas perspectivas. El
derechosuele recurrir a la economía para crear normas relacionadas con la materiaimpositiva y su
distribución entre los diversos contribuyentes, las leyes contralos monopolios, el control de precios,
daños emergentes o monetarios y lucroscesantes. La economía, por su lado, explica ahora muchos
aspectos delderecho que antes no hacía. Desde inicios de la década de los 60 del siglo xx,el análisis
económico del derecho estadounidense se expandió a las áreasmás tradicionales del mismo, como la
propiedad, los contratos y lasinstituciones legales (Posner, 1998; Cooter y Ulen, 1998). El
enfoqueeconómico del derecho ha llegado hasta la ejecución de las políticas públicasen Venezuela, pero
poco a la práctica de los abogados. Sin embargo, las leyesno son sólo un conjunto de normas jurídicas,
son también instrumentos paralograr metas económicas, sociales y políticas.Derecho de propiedad de
los hidrocarburos en la legislación vigenteLa Constitución vigente de la República Bolivariana de
Venezuelaestablece la propiedad pública de los yacimientos mineros y de hidrocarburospor primera vez
en una de sus disposiciones. Efectivamente, en el artículo 12de la Constitución se puede leer:Los
yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza,existentes en el territorio
nacional, bajo el lecho de mar territorial, en la zonaexclusiva y en la plataforma continental, pertenecen
a la República, son bienes deldominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles.Por su lado, las
actuales leyes orgánicas de hidrocarburos gaseosos y dehidrocarburos reafirman el principio
constitucional de propiedad pública de losmismos. Precisa la ley de hidrocarburos que esta propiedad
también se ejercesobre los yacimientos que se encuentren dentro de las fronteras nacionales2.Con este
agregado se comprenden “áreas derivadas de la celebración detratados internacionales con países
circunvecinos”, así como se afirma en laexposición de motivos de la ley referida.La propiedad pública de
los hidrocarburos en Venezuela:su origen y tradición legal2Artículo 3° de la Ley Orgánica de
Hidrocarburos. Decreto N° 1.510 de 2 de noviembrede 2001.
El derecho de propiedad de los hidrocarburos en Venezuela...223El origen legal de la propiedad pública
de los hidrocarburos en Venezuelaes una síntesis histórica compleja de normas jurídicas contenidas en el
antiguoderecho colonial español, en el derecho minero francés de finales del sigloxvııı y principios
del xıx y en la tradición del derecho minero y petrolerovenezolanos de los siglos xıx, xx y xxı. Esta
síntesis histórica compleja y laevolución de la tradición legal de la propiedad pública de los hidrocarburos
enVenezuela se comprenderán de manera más fácil, al adoptar una clasificaciónjurídica de los sistemas
de propiedad de las minas.La propiedad de las minas en las legislaciones minerasSegún Lantenois (1938),
hasta comienzos de la Segunda Guerra Mundial,las legislaciones mineras clasificaban los sistemas
jurídicos de propiedad delas minas en tres: el sistema de la accesión, el de la dominialidady el de la
resnullius.En el sistema llamado de la accesión, la propiedad del suelo comprendeindivisamente la
propiedad de la superficie y la del subsuelo. El subsuelo seconsidera como accesorio del suelo, de
acuerdo con el apotegma jurídico deorigen romano, según el cual: lo accesorio sigue a lo principal
(accesoriumsequitur principale). En este sistema, el propietario de una cosa hace suyo nosólo lo que ella
produce, sino también lo que se le une o incorpora por obra dela naturaleza.En el sistema llamado de la
dominialidad3, el Estado dispone de las minasde la misma manera que de un bien dominial privado
ordinario.En el sistema llamado de la res nullius4, ni el propietario privado del suelo niel Estado ejercen
originariamente un derecho privativo sobre las minas. ElEstado crea ese derecho a través de sus
decisiones soberanas y de acuerdocon normas establecidas legalmente, que comprenden dos
modalidadesprincipales:1° La modalidad llamada de la ocupación, en la cual el derecho individualse
constituye, con el acuerdo del Estado, a través del hecho de la ocupaciónde la mina, y3Dominio: poder
de usar y disponer de lo propio. En Derecho Político, territorio que seencuentra bajo la dominación de
un Estado o de un soberano. Dominio Eminente: enel Derecho Público, atribuciones o facultades que
tiene el Estado para ejercer, comosoberano, el dominio supremo sobre todo el territorio nacional y
establecer losgravámenes y cargas que las necesidades públicas requieran, ya sean
impuestos,expropiaciones, limitaciones o prestaciones (Cabanellas, 1979, 105).4Rivero (1999, 274), en
su diccionario, habla de res nullus (sic): cosas nulas. En elDerecho Romano, los bienes que a nadie
pertenecían; las cosas sin dueño. Además,las que no podían ser propiedad de nadie, por consagradas a
dioses o por afectas aluso público.
Su explotación se hacía por concesiones otorgadas por el rey aparticulares, propietarios privados del
suelo o no, pero sin separarlasexpresamente del patrimonio real:Sin separarlas de mi Real Patrimonio,
las concedo a mis vasallos, en propiedad yposesión, de tal manera que puedan venderlas, permutarlas,
arrendarlas, donarlas,dexarlas en testamento o por herencia, o manda, o de cualquiera otra
maneraenagenar el derecho que en ellas les pertenezcan en los mismos términos que loposean y en
personas que puedan adquirirlo.A partir de estas Ordenanzas, la Corona española unificó el
sistemaregalista, como sistema único de propiedad de todas las minas, y dejó sinefecto el sistema de la
accesión. En los nombres genéricos de “bitúmenes ojugos de la tierra”quedaron comprendidas las minas
de carbón, asfalto ypetróleo. Las Ordenanzas se pusieron en vigor en la Intendencia de Venezuelasegún
Real Resolución de 27 de abril de 1784 y Real Cédula de la mismafecha5. Estuvieron vigentes en
Venezuela hasta 1829, cuando Simón Bolívardecretó que las minas pasaban a ser propiedad de la
República.La propiedad de las minas en la legislación francesade los siglos xvııı y xıxEn 1791, la
asamblea constituyente de la Revolución Francesa nombró unacomisión de su seno para redactar un
proyecto de ley de minas. Éste fuepresentado y discutido en el transcurso de un par de sesiones, que
tuvieronlugar el 21 y el 27 de marzo. El proyecto distinguía entre la propiedad de lasuperficie y la
propiedad de la mina. A los propietarios del suelo, el proyectodejaba la propiedad de las minas
superficiales. El resto de minas quedaba adisposición de la nación, pero el propietario superficial debería
ser preferidopara explotarlas. Otros constituyentes presentaron otro proyecto querespondía a los
intereses de los propietarios del suelo. En él sostenían elderecho de accesión como sistema único de
propiedad de las minas: “Lasminas son parte de la propiedad del suelo, propiedad individual de
losciudadanos”(Ayala, 1945, XIV). El renombrado conde de Mirabeau, miembrode la asamblea nacional
francesa, terció en el debate, y desde su concepciónfilosófica liberal arguyó contra el derecho de
accesión de las minas profundaspara los propietarios superficiales y abogó en favor de su propiedad
nacional.Algunos de sus argumentos merecen ser citados in extenso,pues contienenrazonamientos de
carácter económico sobre la propiedad del suelo y delsubsuelo que frecuentemente se dan por
supuestos o se pasan por alto,particularmente en textos de prestigiosos autores de ciencias
económicas6.5Sentencia de 26 de marzo de 1906 de la Corte Federal y de Casación de los EstadosUnidos
de Venezuela (González Miranda, 1958, 45).6En su obra sobre la teoría de la política económica del
medio ambiente, Beaumol yOates (1982, 65) desarrollan en un capítulo “la fijación óptima de precios
para recursosagotables”, pero en una nota de pie de página reconocen explícitamente que ¡“no
Estableció que las minas debían ser reguladas como propiedades indivisas(Méjan, 1792, 426). Reconoció
la propiedad privada de las minas superficiales,las que podían ser fácilmente explotadas por todo el
mundo, “lo quecomprende casi todas las minas de hierro y gran parte de aquellas de carbónen las
provincias en que se encuentran en capas horizontales y cerca de lasuperficie del terreno”(Méjan, 1792,
430). Pero se opuso con severidad alsistema de la accesión para las minas profundas. Su razonamiento
descansóen un par de argumentos. Primero, la indivisibilidad de las minas: “Yo digo quesi el interés
común y la justicia son los dos fundamentos de la propiedad, ni elinterés ni la equidad exigen que las
minas sean accesorias de la superficie.Digo que el interior de la tierra no es susceptible de reparto, que
las minas porsu forma irregular, lo son menos (...) Digo, en fin, que casi no hay ningunamina que
corresponda físicamente a la división del suelo. La dirección oblicuade una mina, de este a oeste, la hace
tocar, en un corto espacio, a cienpropiedades diferentes”(Méjan, 1792, 443 y 444). Segundo, lo costoso
de laexplotación: “¿Cómo concebir que un propietario del suelo pueda librarse atodos los gastos de ese
género de industria? ¿Se sabe bien acaso lo que esexplotar una mina? (...) La mayoría (de propietarios
del suelo, J.M.C.) notienen ni siquiera recursos suficientes para cultivar la superficie de su
suelo...”(Méjan, 1792, 445 y 446). En consecuencia, las minas profundas debíandejarse a disposición de
la nación para ser concedidas. El propietariosuperficial tendría preferencia para solicitar la concesión. Si
no hacía uso deella, la nación concedería la mina a otro que la solicitara. ¿En qué clase desolicitantes
pensaba Mirabeau? En los grandes empresarios capitalistas: “Losgastos son menores en las grandes
empresas, y el mineral puede ser vendidoa precio más bajo. Cuando se han hecho grandes inversiones,
se sigueexplotando el filón hasta agotarlo: la cantidad de mineral extraído es mayor y,bajo esa nueva
relación, el precio es menor. Dos mil propietarios harán dos milpozos para una explotación que una
compañía haría con cuatro. Los primerosno emplearán mas que hombres para todos los trabajos, la
compañíaemplearía máquinas”(Méjan, 1792, 452).Mirabeau consideraba, en fin, que la explotación de
las minas era unamateria de utilidad pública, lo que significaba, en consecuencia: “... que lasociedad
tiene interés en concederlas a cualquiera que no fuese el propietario,si éste se rehúsa a
explotarlas”(Méjan, 1792, 441 y 442). “¿Vería usted conpena que otra persona se aproveche de las
riquezas que esconde supropiedad? Usted será preferido, pero explote, y no prive a la sociedad de
unaproducción que le es indispensable, no quite a los manufactureros su alimentomás
necesario”(Méjan, 1792, 433). Su postura filosófica liberal era idénticatanto para la propiedad del suelo
como para la del subsuelo: “... en todavamos a discutir en este capítulo: el carácter de propiedad en
común de los recursoscomo la pesca...”!
El derecho de propiedad de los hidrocarburos en Venezuela...227sociedad bien ordenada, ¿no
convendría que la propiedad del suelo pasara amanos de otra persona, si su propietario dejara de
cultivarla durante muchotiempo? Esto sólo sería suficiente, si hubiese necesidad, para justificar
unprincipio según el cual, declarando que las minas están a disposición de lanación, éste se reduciría, de
hecho, al derecho de concederlas, cuando elpropietario rehúsa disfrutar de ellas y a hacer disfrutar de
ellas a la sociedad”(Méjan, 1792, 439).En síntesis, la opinión liberal de Mirabeau, que terminó por
imponerse y seraceptada como ley, el 28 de julio de 1791, fue la siguiente. Un compromisopolítico entre
las dos concepciones filosóficas sobre la propiedad de las minas,que se tradujo en la aceptación de una
combinación de sistemas: el de laaccesión para las minas superficiales (hasta 100 pies de profundidad) y
el dela propiedad nacional –res nullius, bajo modalidad de derecho regalista, segúnla clasificación
jurídica de Lantenois– de las minas profundas (a partir de 100pies), sometidas a concesión. Los
propietarios superficiales tenían sinembargo derecho preferente para obtener concesiones sobre las
minasprofundas que encontraran en sus subsuelos. La ley fijó también la extensiónde las concesiones, el
plazo de las mismas y la indemnización que habría depagarse al propietario del suelo por los daños y
perjuicios causados o alconcesionario por las obras realizadas en caso de que la mina revirtiera
alpropietario superficial después de vencer el plazo de la concesión.La ley francesa de 1791 se
reglamentó y mantuvo en vigor hasta 1810,cuando, entre otras cosas, se abolieron las disposiciones que
dejaban a lospropietarios del suelo el derecho de explotar todos los yacimientos minerosque
encontraran hasta 100 pies de profundidad y el derecho preferente paraobtener concesiones sobre las
minas profundas que encontraran en suscorrespondientes subsuelos. El 21 de abril de 1810 se dictó, en
efecto, unanueva ley de minas en Francia que permaneció en vigor hasta 1919. Esta leyestableció una
clasificación novedosa de las sustancias minerales. Las dividióen dos categorías: la primera de ellas, las
canteras, dejada a plena disposicióndel propietario del suelo y, por tanto, no sujeta a concesión; la
segunda, lasminas, considerada como propiedad nacional y, por consiguiente, sujeta aconcesión. “Antes
de la concesión, la mina es una res nullius: nadie puedeexplotarla y nadie puede disponer de ella, ni
siquiera el propietario del suelo”(Aguillon, 1886, 42). La exploración y explotación de la mina no podían
serejercidas sino mediante una concesión otorgada por el Estado, “... quien teníatoda la libertad para
adoptar la solución que le pareciese mejor desde el puntode vista del interés social...”(Aguillon, 1886,
42). En consecuencia, el Estadopodía otorgar la concesión discrecionalmente, bien a título temporal,
bien atítulo perpetuo, caso en el cual constituía un verdadero título de propiedad.Ese derecho de
propiedad aplicado a la mina fue inaugurado, según se sabe, conun vigor singular por nuestra ley de
minas francesa del 21 de abril de 1810 y fue
estatista de desarrollo, esto es, el modelo de acuerdo con el cual el Estado es el principal actor de la
economía en su condición de
Frente a tal modelo, este artículo propone los trazos generales para
sin negar los cauces de intervención del Estado sobre el sector –muy
HIDROCARBUROS
en Venezuela
año, las empresas petroleras internacionales –primero la empresa angloholandesa Shell, y luego la
Standard Oil of New Jerseycomenzaron a interesarse por las reservas de petróleo en Venezuela1
.
El marco regulatorio aplicable, así como el entorno político, eran
cual los yacimientos son propiedad del Estado, razón por la cual las
públicos que ésta generaban llevó al Estado a interesarse más en el control del sector. En 1920 se dictó la
primera Ley sobre el sector de
los veinte del pasado siglo los ingresos petroleros pasaron a ocupar el
. A fines de
. Luego, en 1939, el
responsabilidades al Estado10
con los crecientes ingresos fiscales derivados del sector petrolero. Junto
de actividades extractivas11
.
petrolera, ordenada mediante Ley en 1975, con vigencia a partir del 1° de enero de 197612. Todas las
concesiones –entonces en manos de
precios del petróleo y por ende, de los ingresos petroleros, que ahora el
Estado captaba enteramente. El incremento de esos ingresos influenció el incremento del rol del Estado
venezolano en la economía. Venezuela
del Gobierno16
nuevos contratos con inversionistas privados, para la operación de ciertos pozos, y la explotación
conjunta de actividades en asociaciones
estratégicas20
abajo21
Destaca, en especial, las políticas por medio de las cuales los ingresos
petróleo, desde 2006, derivó en el notable incremento de los ingresos petroleros, los cuales fueron
empleados para apalancar el modelo
petrolera24
de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo ycrecimiento económico, y crear riqueza y
bienestar para el
pueblo”
siguiente:
Nótese que para la exposición de motivos, el artículo 302 no contiene una reserva, sino por el contrario,
reconoce una potestad que
podrá ser ejercida atendiendo a la valoración realizada de la
nacionalización petrolera”.
13
manejar la industria petrolera. De allí surgen dos conclusiones: (i) que debe existir un ente de la exclusiva
República, que podrá ser PDVSA o
privada.
Constitución, PDVSA (que debe ser de la exclusiva propiedad de la República) debe controlar a su vez la
industria petrolera, o sea, debe
debería ser atendido por el Legislador. Una posible solución sería que
denominan empresas mixtas. Si el sector privado tiene una participación superior al cincuenta por ciento
(50%), se tratará de
es que éste solo impone dos deberes: (i) PDVSA –o el ente de que se
implica que PDVSA debe ser una sociedad cuyo capital social
accionista de, por lo menos, más del cincuenta por ciento (50%) de tales
Gaseoso
regulación del gas natural en Europa32. Como resultado de lo anterior, la Ley no declaró la reserva sobre
las actividades regidas por ella, las
Estado, lo que quiere decir que se trata de actividades que pueden ser
la reserva estatal34
.
constitucional).
entes de su propiedad o por personas privadas nacionales o extranjeras, con osin la participación del
Estado”. Se reconoce en estos términos que todos
Ley.
enumera las condiciones generales a las que éstos quedarán sujetos, las
conceptos técnicos definidos en el artículo 2 del Reglamento. Comohemos indicado, cada una de estas
actividades tendrá un régimen
(artículo 13). Habrá que entender, sin embargo, que en relación con las
por el Estado, directamente, o a través de entes por él contralados, incluyendo a las empresas mixtas,
que son sociedades mercantiles
Esto quiere decir que, conforme al artículo 22, las empresas que
solo pueden ser de dos tipos: (a) empresas de propiedad exclusiva delEstado y (b) empresas mixtas bajo
el control accionarial mayoritario del
Estado40
privada no puede, por ello, desvirtuar los dos principios que derivan
del artículo 22 de la Ley, esto es, (i) que la Administración debe tener
por ciento (50%) del capital social”. Al tenor de estas disposiciones debe
Públicas42
sociedad con el Estado, o el ente público que éste designe para actuar
ésta, como ya vimos, deberá obrar bajo el control del Estado, de igual
contrato.
(artículo 12).
en la Ley a partir del principio de libertad de comercio, el cual, sin embargo, solo rige para productos
derivados. Por el contrario, de
Nacional) sólo podrá ser realizada por el Estado. Para aclarar este
populismo.
58 Otra excepción relevante es la reforma de 2015 de la Ley Orgánica para el Desarrollo de las
grados, y por ello, diversas alternativas. Así, repasando los tres títulos
apreciar cuáles son los posibles grados para el desmontaje del PetroEstado.
son propiedad pública, sino que además, al ser bienes del dominio
propio Estado.
Petro-Estado.
implica que solo el Estado, por medio del Estado empresario, puede
primaria sí resulta determinante para la configuración del PetroEstado, en la medida en que, a través de
esa reserva y la propiedad
pública sobre los factores de producción, el Estado –a través del PoderEjecutivo- controla estas
actividades y capta la totalidad de los ingresos
petroleros.
siguientes.
la inversión privada
32
que emprender respecto de las actividades aguas abajo que han sido
reservadas59
primarias.
derecho de la iniciativa privada a emprender las actividades primarias. Sobre el alcance de esta
técnica, véase lo expuesto en Hernández G., José Ignacio, La libertad de empresa y sus garantías
jurídicas. Estudio comparado de Derecho español y venezolano, IESA-FUNEDA, Caracas, 2004, pp.
145.
33
públicas
procedimiento60
60 Básicamente, es necesario crear un régimen jurídico especial para las empresas mixtas que, sin
negar el control sobre el patrimonio público presente en esas sociedades, reconozca mayor
privado debería tener mayor control. Así, la Ley de Contrataciones Públicas debería
reformarse, a los fines de excluir de su ámbito a las empresas mixtas o, cuando menos, a los
34
control.
contratos62
promoviendo condiciones de competencia efectiva. Cfr.: Cruz Ferrer, Juan de la, Principios de
regulación económica en la Unión Europea, Instituto de Estudios Económicos, Madrid, 2002, pp.
136 y ss.
contratos, tanto respecto a los contratos que la Administración Pública puede celebrar como
35
respecto de los contratos que pueden celebrar las empresas operadoras (públicas y privadas).
deberían admitir la aplicación del Derecho Privado, reconociéndose incluso al arbitraje como
mecanismo de solución de controversias. Estos cambios son compatibles con la vigente Ley de
Ley no excluyen la aplicación del Derecho Privado. Por el contrario, bajo la visión estatista que
predomina en la actualidad, todos los contratos del sector celebrados por la Administración
del arbitraje. Vid.: Araujo-Juárez, José, Derecho Administrativo General. Acto y contrato
especial para cada tipo de hidrocarburo, partiendo especialmente de los tres hidrocarburos que
difícilmente pueden alcanzarse en el esquema rígido de empresas mixtas. Cfr.: Bellorín, Carlos,
“Régimen fiscal y contractual de los proyectos de la Faja Petrolífera del Orinoco”, en Petróleo:
bendición o maldición. 100 años del Zumaque 1, cit., pp. 236. En el marco del modelo socialista, el
Gobierno solo ha promovido proyectos anclados en la visión estatista, que otorgan alcance
marginal a la inversión privada, tal y como recientemente fue regulada en el Decreto N° 2.242,
mediante el cual se crea la zona de Desarrollo Estratégico Nacional Faja Petrolífera del Orinoco «Hugo
64 Por marco fiscal entendemos el conjunto de contribuciones que las empresas operadoras deben
impuestos que difícilmente pueden adecuarse a cada proyecto. La nueva regulación debería
65 A este esquema regulatorio nos hemos referido antes en Hernández G., José Ignacio, La libertad
36
Por ello, en este esquema, las funciones del Estado sobre el sector de
, quedarían diferenciadas
66 Hults, David, “Hybrid governance: state Management of national oil companies”, en Oil and
37
ingresos fluctuantes67
unidad del tesoro previsto en los artículos 311 y siguientes del Texto de
1999.
preferencia a la distribución de los ingresos petroleros por medio de fondos extrapresupuestarios, como
el FONDEN. Cfr.: Carmona, Juan Cristóbal, Actividad petrolera y finanzas
68 Véase la propuesta que, en torno a un “nuevo contrato fiscal”, formulan Rodríguez Sosa, Pedro
Luis y Rodríguez Pardo, Luis Roberto, El Petróleo como instrumento del progreso, IESA, Caracas,
38
Gobierno Nacional69
5. Recapitulación
actividades no-petroleras.
69 Escaparía de los límites de este trabajo analizar las distintas opciones que podrían
implementarse. Nuestro interés más bien se circunscribe a aclarar que, bajo la Constitución, es
disposición abusiva y vinculando a los ciudadanos, de manera más directa, con tales ingresos,
sin que ello implique crear mecanismos que fortalezcan la configuración de la sociedad
venezolana como una sociedad reclamadora de renta.
39
paternalistas
Todas estas reformas tienen un doble propósito: desmontar el PetroEstado en Venezuela y establecer un
nuevo marco institucional entre el
Junio-agosto 2017
II. LO QUE ESTABLECEN LAS NORMAS CONSTITUCIONALES EN MATERIA DE PETRÓLEO E
HIDROCARBUROS
A partir de la promulgación de la Constitución de 1917 se inicia un proceso, aún no cerrado, para expedir
las normas jurídicas y dictar las políticas públicas necesarias para hacer plenamente aplicables los
principios constitucionales relacionados con el petróleo y los hidrocarburos. Desde los inicios del siglo
XX, y aún desde antes, los intereses privados se han opuesto a que los principios constitucionales en
materia de petróleo sean una realidad,9 han buscado resquicios en el orden jurídico para imponer sus
puntos de vista en contra de los intereses de la nación. Esto ha ocurrido desde la deficiente Ley
Reglamentaria del Artículo 27 de 1925 hasta nuestros días. Hoy la lucha por la defensa del petróleo pasa
en primer término por la defensa de la Constitución, porque al tratarse de recursos propiedad de la
nación, es decir, de todos los mexicanos, estamos hablando de una decisión política fundamental que
representa la soberanía energética de México que no puede ser reducida, limitada o condicionada ni por
mayorías legislativas ni aún por el poder revisor de la norma fundamental.
Y para evitar en lo posible que México se pueda ver en el futuro con problemas provocados por intereses
particulares extraños a las necesidades interiores del país, se pondrá a la consideración de vuestra
soberanía que no vuelvan a darse concesiones del subsuelo en lo que se refiere al petróleo y que sea el
Estado el que tenga el control absoluto de la explotación petrolífera.
El objetivo de la propuesta contenida en ese Informe Presidencial era la nacionalización integral del
petróleo y de los hidrocarburos.
Para cumplir el ofrecimiento hecho en el Informe Presidencial de 1938, el presidente Cárdenas envió el
22 de diciembre de 1938 al Congreso de la Unión la iniciativa de adición al artículo 27 de la Constitución.
La propuesta incorporaba una adición al párrafo sexto al artículo 27 constitucional que quedó en los
siguientes términos: "Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o
gaseosos, no se expedirán concesiones, y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la
nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos". El Congreso de la Unión, en su periodo
ordinario de sesiones de 1939 aprobó la iniciativa, la sometió a las legislaturas de los Estados para su
ratificación, y por decreto del 27 de diciembre de 1939 determinó su aprobación definitiva. Dicha
modificación constitucional se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 9 de noviembre de 1940
junto con la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en materia de petróleo.11
A la luz de la reforma de 1983 a la Constitución, resulta fundamental entender la diferencia entre área
estratégica y prioritaria. Un área estratégica, según el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución,
comporta que el Estado tiene sobre ella exclusividad en su funcionamiento, operación y explotación; en
cambio, un área prioritaria faculta al Estado para otorgar concesiones o permisos sobre su
funcionamiento, operación y explotación. Textualmente el párrafo cuarto del artículo 28 señala:
No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes
áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos,
petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las
actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía
satélite y los ferrocarriles son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25
de esta Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría, protegerá la seguridad y la soberanía de la
Nación, y al otorgar concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio de las respectivas vías
de comunicación de acuerdo con las leyes de la materia. Lo anterior quiere decir que sobre un área
estratégica no caben las concesiones ni los permisos, que las actividades que constituyen las áreas
estratégicas no constituyen monopolios, que el sector público tiene a su cargo, de manera exclusiva, las
áreas estratégicas; que el gobierno federal debe mantener la propiedad y el control de los organismos
que se establezcan para atender las áreas estratégicas; y que las áreas estratégicas entrañan una
posición de privilegio para el Estado que no puede ser compartida con el sector privado. Además, el
artículo 26 señala que los sectores estratégicos son una palanca esencial de la planificación nacional y su
función es primordial en la economía del país.
Es importante destacar que dentro del bloque de constitucionalidad del sexto párrafo del artículo 27 de
la ley fundamental está comprendida la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el ramo del
petróleo de 1958, en tanto que el sexto párrafo del artículo 27 de ese precepto constitucional remite a
ella. El entendimiento completo del texto constitucional, es decir su interpretación y aplicación, debe
tomar en cuenta esa ley que fue promulgada al final del gobierno de Ruiz Cortines. Ese ordenamiento
permite la participación de particulares en la ejecución de obras y servicios, pero subordinados a Pémex,
y sin que la paraestatal pierda la dirección y el control de las distintas fases de la explotación de los
hidrocarburos.13 Sin embargo, debe aclararse que la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional
debe cumplir los propósitos del Constituyente, y en ese sentido puede expandir o maximizar la
propiedad de la nación sobre los hidrocarburos, la soberanía energética del país y el principio de área
estratégica del Estado sobre el sector, pero por ningún motivo podría limitar, menoscabar, reducir o
condicionar esos objetivos constitucionales.
Aunque el Constituyente de Querétaro formalmente aprobó sólo los dos primeros principios
constitucionales, el tercero y el cuarto fueron producto de tres reformas —las de 1940, 1960 y 1983—,
las que no significaron un cambio en la línea original del Constituyente, sino que adaptaron la regulación
constitucional en materia de petróleo al sentido básico de las normas de Querétaro, que es la de
considerar estos recursos como propiedad de la nación, de todos los mexicanos, parte de nuestra
soberanía. El que se prohíban las concesiones y los contratos a los particulares responde al carácter
social del derecho de la nación sobre los hidrocarburos, que toma en cuenta la negativa experiencia
histórica de las compañías privadas, principalmente extranjeras, que se habían apartado de cualquier
interés a favor de la nación; o el que se considere al petróleo un área estratégica del Estado, y que sólo a
él le corresponda la explotación de estos recursos, constituyen reformas consecuentes con la visión
constitucional del Constituyente de Querétaro. Todas esas modificaciones refuerzan el principio del
dominio directo, inalienable e imprescriptible de la nación sobre todos los recursos naturales del
subsuelo, de manera destacada el de los hidrocarburos.
Es importante mencionar, como dice Guastini, que una cosa es modificar la Constitución sin alterar su
identidad, es decir, los principios supremos que la caracterizan y distinguen de otras Constituciones, y
otra es introducir principios supremos diversos de los de la Constitución precedente, ya que en ningún
caso puede la reforma constitucional ser utilizada para modificar los principios supremos de la
Constitución existente.14 Las reformas constitucionales de 1940, 1960 y 1983 en materia de petróleo, no
variaron o modificaron la identidad sobre los principios de dominio directo, inalienable e imprescriptible
de la nación sobre los hidrocarburos, sino que adaptaron los principios aprobados por el Constituyente a
los requerimientos sociales e históricos del momento, para eliminar sus debilidades formales, que sólo
podían surgir a la luz de la práctica constitucional del país. Así, por ejemplo, la adición de 1940 —que
prohíbe concesionar los hidrocarburos— fue totalmente necesaria para contener los abusos de las
compañías petroleras extranjeras que no habían respetado en los hechos la soberanía energética del país
ni los principios del Constituyente de Querétaro; la reforma de 1960 fue necesaria porque los intereses
privados con la complicidad del sector público habían hecho nugatoria en los hechos la prohibición de las
concesiones sobre los hidrocarburos a través de la figura de los contratos; y la reforma de 1983
constituyó el cierre o perfeccionamiento constitucional de los principios en la materia, para
tajantemente señalar que los hidrocarburos son área estratégica del Estado, y que sólo al sector público
le corresponde su explotación en las distintas fases de la industria petrolera.
Si las reformas de 1940, 1960 y 1983 hubiesen tenido por propósito debilitar los principios del
Constituyente de Querétaro, estableciendo que la nación ya no tenía el dominio directo, inalienable e
imprescriptible sobre los hidrocarburos, o favoreciendo a los particulares con la explotación de esos
recursos por encima de los intereses de la nación; esas modificaciones constitucionales hubiesen
implicado la destrucción de la Constitución, la alteración de la misma, por un órgano incompetente como
lo es poder revisor de la Constitución. En esta tesitura, Carl Schmitt decía que los órganos de reforma
constitucional no son titular o sujeto del Poder Constituyente —son un órgano constituido— ni están
comisionados para su ejercicio permanente, por lo que a través de los procedimientos de reforma
previstos en las Constituciones no es factible dar una nueva Constitución, ni trastocar o suprimir una
decisión política fundamental.15
En el derecho comparado y en el derecho nacional existen muchos puntos de vista acerca de las
limitaciones del poder de revisión de la Constitución, que como órgano constituido no pude alterar los
principios básicos de la Constitución o sus decisiones políticas fundamentales. En Estados Unidos,
William L. Marbury sostuvo que el poder de reformar la Constitución no incluye el de destruirla, y que el
término enmienda implica que las adiciones o cambios a la Constitución deben tener por propósito
llevar a cabo los fines constitucionales aprobados por el Constituyente originario.16 En Italia,
Constantino Mortati defendió la idea de que el poder de revisión no puede alterar las líneas
fundamentales del sistema constitucional.17 En Colombia, Ramírez Cleves ha afirmado que el poder
revisor o reformador de la Constitución es un poder limitado, ya sea de manera expresa o implícita, por
garantías democráticas como los derechos fundamentales que desarrollan, dan base y sentido a la
organización constitucional y estructuran el Estado democrático de derecho, pues sostener lo contrario
sería deslegitimar el propósito mismo del Poder Constituyente originario y el de la Constitución.18
Por lo que ve a la doctrina mexicana, José María del Castillo Velasco, diputado constituyente en 1857,
indicó que las adiciones y reformas a la Constitución de 1857 no podían nunca limitar o destruir los
derechos del hombre ni los derechos de la sociedad, ni la soberanía del pueblo ni las consecuencias de
ella.19 Emilio Rabasa, en su clásica obra La Constitución y la dictadura,20 señaló que el poder
reformador no podía destruir la Constitución. Mario de la Cueva, en su Teoría de la Constitución, precisó
que el llamado Constituyente Permanente es un poder limitado y constituido, un poder que presupone
la existencia de la Constitución y del Poder Constituyente, por lo que el control de la constitucionalidad
de sus actos tiene que referirse a la Constitución y al Poder Constituyente, además de que principios
como la igualdad, la libertad, la dignidad, la justicia o la forma federal del Estado son limitaciones al
Poder Constituyente Permanente.21
Jorge Carpizo, en su clásica obra La Constitución mexicana de 1917, considera que las decisiones
fundamentales no son universales, sino que están determinadas por la historia y la realidad socio-
política de cada comunidad, son principios que se han logrado a través de luchas y como parte de la
historia del hombre y de su anhelo de libertad. Entre las decisiones fundamentales implícitas en la
Constitución de 1917, según Carpizo, estarían la soberanía, los derechos humanos, el sistema
representativo, la separación Iglesias-Estado, la división de poderes, el federalismo, la autonomía
municipal y el juicio de amparo, entre otras. Tales decisiones fundamentales, por su importancia y su
jerarquía, sólo al pueblo corresponde reformar y no al poder revisor de la Constitución.23
El maestro Ignacio Burgoa, en su obra Derecho constitucional mexicano, hace una importante aportación
en nuestro tema. Clasifica a las decisiones políticas fundamentales en políticas, sociales, económicas,
religiosas y estrictamente jurídicas. Con referencia a la Constitución de 1917 propone las siguientes
decisiones políticas fundamentales: a) Políticas, que comprenden las declaraciones respecto de
soberanía popular, forma federal de Estado, forma de gobierno republicana y democrática; b) Jurídicas,
que consisten en la limitación del poder público a favor de los gobernados por medio de las garantías
constitucionales respectivas, institución del juicio de amparo como medio adjetivo para preservar la
Constitución contra actos de autoridad que la violen en detrimento de los gobernados, y en general,
sumisión para la actividad de los órganos del Estado a la Constitución y a la ley; c) Sociales, que estriban
en la consagración de los derechos sociales; d) Económicas, que se traducen en la propiedad de la nación
sobre recursos naturales específicos como los hidrocarburos, la gestión estatal en ciertas actividades de
interés público como la que tiene Pémex sobre las distintas fases de la explotación del petróleo e
hidrocarburos, y la rectoría económica del Estado; e) Culturales, que se refieren a la educación, las
características de la misma —laica, gratuita y obligatoria—; y f) Religiosas, como la separación de las
Iglesias y el Estado. Para Burgoa, las decisiones políticas fundamentales no pueden ser eliminadas o
reducidas por el poder revisor de la Constitución, dado que esa competencia sólo le corresponde a una
Asamblea Constituyente.24
Autores más recientes, como Carbonell, han aceptado la teoría de los límites implícitos para el poder
revisor en la Constitución de 1917. Así, propone que toda Constitución, incluida la mexicana, esté
comprometida con valores mínimos, pues sustituir esos principios y valores equivale algo menos que a
un golpe de Estado, aunque se haga a través de los mecanismos constitucionales. Cita a Ignacio de Otto,
quien sostenía sobre el tema: "no sería conforme a la Constitución suprimir la democracia misma, ni
siquiera utilizando para ello procedimientos democráticos… Si el pueblo tiene un poder al que renuncia
no puede tener su fundamento en el poder del pueblo, porque esto significa que no ha habido tal
renuncia".25
"Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes
en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la
plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto,
inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público."
La extracción de los hidrocarburos no gaseosos, se encuentra regida por esta Ley, la cual establece los
puntos donde la República venezolana tiene el poder de los yacimientos petrolíferos en la plataforma
continental y el mar territorial, pertenecientes al dominio público, es decir, imprescriptibles e
inalienables, esta se encarga de regular todo el proceso de transformación de los hidrocarburos dentro
del país, así como de generar la política necesaria para el cuidado del medio ambiente, estableciendo los
límites, el derecho de ejercicio y las obligaciones correspondientes a la empresa extractora de
hidrocarburos.
En el lecho marino, perteneciente a la Nación, cualquier yacimiento de petróleo que se encuentre, será
explotado de acuerdo a lo decretado en la presente Ley, esta extracción se hará moderadamente, para
evitar accidentes que perjudiquen la vida animal y la vida humana, contemplado en esta ley, los riesgos
corren por parte de la empresa explotadora, aunque el Estado no exija un saneamiento total del área, se
hace enfoque en las actividades para la no contaminación de las áreas verdes aledañas, teniendo como
principio la protección de los venezolanos a un país libre de contaminación.
El Ministerio de Energía y Petróleo (MEP), es el único ente del estado capacitado para fijar los precios y
las finanzas de los hidrocarburos junto con sus derivados, con la posibilidad de aplicar las fiscalizaciones
necesarias que causan los impuestos, así como de revisar su contabilidad. Esta entidad, maneja todo los
inmuebles y muebles inherentes a las actividades de destilación, purificación y transformación de
hidrocarburos. Las refinerías deben cumplir con requisitos de emplear nuevas tecnologías y adherirse a
un Plan Nacional para su instalación, teniendo en su poder, la licencia otorgada por el mismo ente, que
podrá ser revocada al no llevar a cabo las legalizaciones correspondidas por el MEP.
En la Faja Petrolífera del Orinoco, se localizan las empresas extractoras de las reservas petroleras, un
grupo de ellas son extranjeras, que al optar por explotar crudo venezolano, debieron emplear medios
necesarios para la extracción y otros que permitieran la inclusión de los criollos en las mismas, para
lograr alcanzar el desempeño esperado, además de estar dispuestas a brindar el uso de sus instalaciones
a otras almacenadoras cuando estas lo soliciten y estén capacitadas para otorgarlo.
El Ejecutivo Nacional se encarga de entregar las extensiones de tierras a las empresas correspondientes
limitadas por 100km2, mediante decretos, que transfieren el derecho al ejercicio, a las operadoras para
su inicio de actividades. Estas refinerías adquieren la posibilidad de ayudar en el mantenimiento de
institutos o universidades donde estudien sus trabajadores, como beneficio para el país, así como para
ella misma, de formar mejores profesionales en los campos requeridos.
Cabe destacar que los trabajadores de las empresas petroleras, gozan de estabilidad laboral, puesto fijo,
excepto los miembros de las Juntas Directivas, a nivel de las contrataciones, igual se verán beneficiados
por la legislación laboral. Se resalta que aquellos trabajadores que incumplan con lo establecido en la
Ley, serán despedidos.
Con respecto a las empresas mixtas, estas permanecen bajo el poder de la Asamblea Nacional para su
formación, el cual se rige por la presente Ley de Hidrocarburos, que las mantendrá sujetas a los términos
y condiciones, presentes en el acuerdo que dicte la Asamblea Nacional, dicho acuerdo será emitido con
anterioridad por el Ejecutivo Nacional y el Ministerio de Energía y Petróleo, que al ser aprobado pasará a
la constitución de la empresa mixta.
Estas condiciones son indispensables para la aceptación del acuerdo, definen que la máxima duración es
de 25 años, que deben estar bien establecidas las coordenadas correspondientes donde se realizarán las
actividades correspondientes y que al extinguirse los derechos otorgados, los bienes inmuebles le serán
entregados al Estado, sin indemnización alguna y sin que se presente a nivel extranjero una demanda.
El Estado no obliga al saneamiento, las empresas correrán con su propio riesgo al iniciar sus actividades.
Al otorgarse las servidumbres, estas pueden instaurarse sobre terrenos de particulares, lo que generará
contratos que serán aprovechados en conjunto con los propietarios, si estos se niegan, la persona
autorizada tiene el derecho de dirigirse a una instancia mayor de la localidad, para que este autorice el
comienzo de las actividades; pero en el caso de los terrenos baldíos, la persona autorizada de la
servidumbre debe constituir el contrato con el Ejecutivo Nacional, si estas han sido mejoradas por un
particular, el pago de la indemnización corresponderá a la parte del beneficiario de la servidumbre.
Al existir un yacimiento de hidrocarburos, sobre el cual varias empresas explotadoras realicen sus
actividades, se deberá asentar un contrato entre las partes y el Ejecutivo Nacional, para solventar
problemas futuros, pero si esta reserva limita con otros países, el Ejecutivo Nacional deberá erigir un
acuerdo con los países que linden con la veta, si el convenio no surge, la nación tomará las medidas
necesarias para salvaguardar los derechos de explotación.
Del total de los yacimientos explotados, el Estado tiene una participación de 30% como regalía, dicha
acción será en especie o dinero, si el Ejecutivo Nacional opta por la especie, dispondrá del transporte y
almacenamiento por parte de la empresa, por lo que el Ejecutivo Nacional pagará por los servicios
ofrecidos. Si escoge el dinero, el explotador está sujeto a pagar lo concerniente a los hidrocarburos
extraídos.
Estas empresas extractoras de hidrocarburos, están obligadas según el acuerdo establecido con el
Ejecutivo Nacional, a pagar impuestos, divididos en: impuesto superficial, por cada km2, que aumentará
anualmente 2% por 5 años y en los siguientes será de un 5%; el impuesto de consumo propio, es un 10%
por cada m3 de hidrocarburos derivados consumidos en la producción de los mismos; el impuesto de
consumo general, por cada litro del producto vendido dentro del territorio, entre un 30% y 50% de lo
pagado por los usuarios, es destinado al Fisco Nacional; el impuesto de extracción, se refiere que el
tercio (1/3) de todos los hidrocarburos líquidos extraídos, será pagado mensualmente, dentro de los
parámetros establecidos por el Ejecutivo Nacional y por último, el impuesto de registro de exportación,
el 0,1% de todos los hidrocarburos exportados, de acuerdo con el precio que se le vendió al comprador.
Si una empresa extractora extranjera infringe la presente Ley, la misma le impondrá una multa entre
cincuenta y cincuenta mil unidades tributarias, o la suspensión de las actividades por seis meses, si la
transgresión es mucho más grave, se aplicarán las dos sanciones que por medio del órgano regular
Ministerio de Energía y Petróleo, el Ejecutivo Nacional impondrá. Pero si es una empresa del Estado, se
abrirá la investigación correspondiente, para determinar la responsabilidad de la Junta Directiva o del
trabajador que incumplió la Ley para sancionarlo y cuyos resultados se le entregarán dentro del plazo
establecido de 45 días al Ministerio de Energía y Petróleo, para que genere el castigo correspondiente.
Los yacimientos que se encuentren bajo el territorio de la República y en sus fronteras marítimas son
imprescriptibles e inalienables, según el artículo 12 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y el artículo 1 de la presente Ley.
Los productos derivados del gas del petróleo y del petróleo o fósiles, son regidos por esta Ley, la
producción, el transporte, el almacenamiento, su distribución a nivel nacional e internacional,
corresponde en efecto al Estado o en el caso de personas privadas sin la intervención del Estado, que
igualitariamente estarán subordinados a la Ley, pero solo las actividades de transporte y distribución de
los hidrocarburos gaseosos destinados al colectivo, se entienden como un servicio público.
El Ejecutivo Nacional como vocero del Ministerio de Energías y Minas, ejercerá y dictará las medidas
necesarias para planificar, inspeccionar o fiscalizar, las condiciones o fines previstos en las leyes
relacionadas con este tema, así como también de la creación de las medidas que legislan la participación
del capital nacional en las actividades referidas. En el caso de los transportistas, almacenadores y
distribuidores, se establece que la función es continua, para garantizar la eficiencia, calidad y seguridad,
requeridas para no colapsar al mercado ya golpeado por la crisis mundial económica.
Dentro de este gran mercado, una sola persona no puede desempeñar el cargo en la misma materia, en
más de una de las actividades referentes a la extracción de los hidrocarburos gaseosos, salvo por la
excepción en que el proyecto así lo exija, por lo cual en este caso el Ministerio de Energía y Minas,
autorizará a dicha persona para ejercer ambos cargos, con la obligación de llevar las contabilidades de
cada una por aparte, debido a que no tienen correlación alguna.
Al calcularse los precios del consumo final, el Ministerio de Energía y Minas, de la Producción y el
Comercio, en conjunto, estiman los gastos generados por las empresas en su producción total. Cuando
se presenta el caso donde una empresa necesita los servicios u ocupar las instalaciones de otra empresa,
esa empresa a la cual se le está haciendo el requerimiento deberá prestarlo sin novedad alguna,
mientras tenga la capacidad y sus instalaciones estén ambientadas para tal exigencia, en este caso se
toma en cuenta los gastos generados por dicha empresa que cedió sus servicios, de lo cual el Estado se
encargará de remunerarlo para que la población venezolana no se vea de ninguna marea, abatida por el
precio alto del producto.
Las personas encargadas de las empresas extractoras de petróleo deben cumplir con la protección del
medio ambiente, para tener un mejor aprovechamiento del recurso, así como la sensatez al momento de
extraerlo. Estos individuos tienen el derecho de solicitar una servidumbre, una ocupación temporal o la
expropiación del bien, cuando se requiera. Esta servidumbre al componerse sobre el terreno de un
particular, será gozada entre las personas autorizadas y el propietario, si la acción no permite el
resultado esperado, es decir, no se llegó a un acuerdo, los sujetos autorizados se deberán dirigir a un
Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, para que éste le dé el visto bueno para el inicio de las
actividades; pero al constituirse sobre un terreno baldío, el favorecido de la servidumbre, pagará lo
establecido por el Ejecutivo Nacional, salvo si queda exonerado por orden del mismo, si el terreno ha
tenido alguna mejora por un particular, el pago de su inversión corresponderá al beneficiado de la
servidumbre.
Al momento en que varias empresas ejercen sus actividades específicas, sobre el mismo yacimiento de
hidrocarburos, el Ministerio de Energía y Minas constituirá un contrato entre las partes para
salvaguardar los intereses de los afectados, si no se llega al convenio esperado, el ente gubernamental
dictará las normas de explotación bajo la cual se regirán dichas empresas. Si el yacimiento de
hidrocarburos, llega a limitar con otro país, el Ministerio de Energía y Minas tomará las medidas
respectivas para la creación de dicho acuerdo, si este no se da, el MEM revocará el derecho de
explotación como protección a la nación.
El Ejecutivo Nacional es el órgano encargado por el Ministerio de Energía y Minas de ratificar los límites
geográficos donde se asentara la empresa explotadora. En el caso donde personas privadas o extranjeras
quieran iniciar la explotación de las reservas, sin que el Estado contribuya, deberán obtener la licencia
que el MEM otorga para dicha actividad, cuyas condiciones son: 35 años máximo de duración, 5 años
máximo para la exploración de la zona, se indicara el lugar preciso del espacio geográfico; insertada
dentro de lo que abarca el marco de la licencia, se establece que los bienes muebles e inmuebles, deben
estar en buen estado para cuando se cumpla el plazo del contrato, sean entregados al Estado sin
indemnización alguna o gravámenes. Las licencias serán revocables en caso de que se le traspasase o se
realizare su cesión, sin la previa autorización del Ministerio de Energía y Minas.
El Estado, los entes de su propiedad, las personas privadas y las personas extranjeras, pueden realizar las
actividades de industrialización de los yacimientos de hidrocarburos gaseosos, para ello el Ejecutivo
Nacional, dictará el reglamento, donde estará señalado, la construcción de la empresa en las zonas
donde se le facilite el suministro de las reservas donde garanticen el suministro de la materia prima
además de permitir la creación de empresas eficientes y competitivas, así como de estimular la
participación de financistas en la industrialización, para fomentar los insumos que producen.
Todos los insumos que permitan el fortalecimiento y enriquecimiento del mercado venezolano, el
Ejecutivo Nacional les dará prioridad, debido a que son productos necesarios en la vida cotidiana de la
población. Debido a esto el Ejecutivo Nacional, tiene un 20% de acción mayoritaria en cada uno de los
totales extraídos de hidrocarburos gaseosos, para esto se concibe dos opciones de cobrar, la primera es
la de especie, donde la empresa debe garantizarle el transporte y almacenamiento, hasta donde el ente
le indique, procediendo a pagarle por sus servicios; y el segundo es el dinero, el explotador debe pagar el
precio de los hidrocarburos gaseosos correspondientes.
En tal sentido, las empresas deben conciliar el pago de los hidrocarburos que se utilicen para todo el
proceso de transformación, producción y distribución, sin intervención del Estado.
Los hidrocarburos gaseosos están adheridos al único Ente Nacional del Gas creado para cuidar, proteger
y promover el desarrollo del sector, el cual se encuentra registrado en el Ministerio de Energía y Minas,
al Ente le será atribuido: la promoción y supervisión de las actividades correspondientes al proceso de
extracción y distribución, el velar por el libre acceso a los sistemas de transporte para garantizar un
menor costo, asesorar a las industrias de gas sobre la correcta manera de calcular sus tarifas, entre otros,
establecidos en la presente Ley.
El Ente Nacional del Gas, le facilitará los expedientes de los infractores al Ministerio de Energía y Minas,
el mismo estará bajo el directorio de cinco miembros designados por el MEM, consulta que se realizará
previamente al Presidente de la República, estableciendo a uno de los miembros como el Presidente,
otro como Vicepresidente y los demás como Directores, que ejercerán sus cargos por 3 años ya que se
renuevan sucesivamente, y en el caso que se llegue a presentar parentesco de sangre pues no podrán
ser propietarios de alguna actividad establecida en esta Ley.
El Ejecutivo Nacional tiene la facultad de crear entes convenientes para sus intereses, en la creación de
empresas mixtas se necesita de la aprobación de la Asamblea de Accionistas de la casa matriz, para
modificar el objeto de empresas filiales, y las empresas estatales estarán regidas por la presente Ley, los
trabajadores de las mismas no son considerados empleados públicos; el ente podrá transferir a las
empresas estatales los derechos que se requieran para el ejercicio de las actividades referidas en la
presente Ley.
Cuando se incumple alguna de las condiciones por las cuales se otorgaron las licencias o permisos
establecidos en esta Ley, se sancionará entre cien y diez mil unidades tributarias o suspenderá las
actividades por seis meses, sanción impuesta por el Ejecutivo Nacional por medio del órgano del
Ministerio de Energía y Minas. En el caso donde la sanción recaiga sobre empresas estadales se abrirán
las investigaciones correspondientes, para determinar las responsabilidades de la persona o Junta
Directiva que haya incidido en ese acto ilícito.
Los contratos, las servidumbres y convenios celebrados antes de la promulgación de esta Ley, seguirán
vigentes al momento de ser publicada.
Mientras no entre en función el Ente Nacional de Gas, el Ministerio de Energía y Minas, se encargará de
las atribuciones y funciones que le correspondan, según esta Ley.
En este contexto,consideramos relevante presentar un análisis de la relación entre la Ley Orgánica de
Ciencia,Tecnología e Innovación (2010) y la Ley Orgánica de Hidrocarburos en Venezuela (2006) como
instrumentos de política pública del proceso político venezolano. Para la realización de este análisis
utilizaremos el método interpretativo, no tanto de los instrumentos jurídicos, sino del contexto histórico
en el cual se promulgaron, así como de algunos referentes teóricos sobre el análisis de políticas públicas
para establecer la relación entre las leyes antes mencionadas. En primer lugar, presentaremos
brevemente fundamentos teóricos en materia de análisis de políticas públicas, posteriormente una
interpretación de la panorámica histórica de la evolución de la legislación venezolana en materia de
hidrocarburos y de ciencia, tecnología e innovación en el cual se evidencia su relación con los procesos
políticos venezolanos.
El término políticas públicas (PP), se asocia con asuntos del gobierno y sistemas políticos o como
actividades de las instituciones públicas, que van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la
vida de los ciudadanos. Para considerarse como pública tiene que haber sido generada, o al menos
procesada en el marco de los procedimientos, instituciones y organizaciones gubernamentales (Maggiolo
y Perozo, 2007). Cuando se trata de problemas de alta complejidad que involucran la actividad científico-
tecnológica y la innovación, en donde, además de factores económicos, sociales y productivos, el
elemento humano es el componente fundamental; se hace obvia la necesidad de definir las reglas que
organicen las actividades, generen confianza y faciliten la toma de decisiones entre los actores. En este
orden de ideas, Genatios y Lafuente (2004) señalan que las políticas públicas deben incorporar la
atención a problemas fundamentales, principalmente en las sociedades necesitadas, lo que incluye las
políticas que se ocupan de la ciencia y la tecnología. Estas deben incorporar elementos que impulsen:
El compromiso con la libertad de pensamiento sin que esto establezca prioridades con respecto a la
atención de las necesidades fundamentales.
Estas son las razones usuales de ser de los instrumentos de política pública incluyendo aquellos que
están en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación y la producción de hidrocarburos.
Particularmente una política pública de ciencia y tecnología, según Martínez (1998), puede considerarse
como el conjunto de instrumentos, mecanismos, normas, lineamientos y decisiones públicas, que
persiguen el desarrollo científico y tecnológico en el mediano y largo plazos.Al respecto,Ahmed y col.
(2012: 34) plantean que las políticas científicas se ocupan del desarrollo de la ciencia básica y de la
capacitación de los científicos; en tanto que las políticas tecnológicas se ocupan del uso del
conocimiento científico en la producción del progreso tecnológico. En cuanto a las políticas de
innovación, los autores las consideran como una ramificación de las políticas empresariales y una de sus
metas es promover el desarrollo, la difusión y el uso eficiente de nuevos productos, servicios y procesos
en los mercados, o dentro de organizaciones privadas y públicas. Tienen un ámbito más amplio que las
políticas científicas y tecnológicas, toman en cuenta las complejidades del proceso de innovación y se
concentran en las políticas para motivar la innovación y la difusión.
Otra de las metas de la política de innovación es facilitar la interacción entre diferentes tipos de
conocimientos y empresas, así como el desarrollo de infraestructura, que incluye universidades e
institutos de investigación y desarrollo con el fin de fomentar el aprendizaje y la difusión de la
innovación.
La concepción de la política de innovación de Ahmed y col. (2012) como una ramificación de la política
empresarial, orienta la innovación sólo hacia este sector, ya sea público o privado y deja a un lado la
innovación social y a los actores sociales no empresariales como las organizaciones cooperativas y la
comunidad organizada. Es importante que los instrumentos de política pública de innovación estén
alineados con las políticas sociales para que puedan tener los efectos deseados sobre todo tomando en
consideración que requieren de un tiempo considerable para ello. En este contexto se enmarca la
legislación venezolana en materia energética y de ciencia, tecnología e innovación en la actualidad.
Las políticas públicas pueden ayudar a las empresas estimulando la previsión de la tecnología.Ya no es
posible el desarrollo de tecnologías complejas por los esfuerzos de un empresario solitario, debido a que
se requiere de mecanismos construidos sobre redes que con frecuencia van más allá de las fronteras
nacionales. Esto crea un argumento para la intervención o participación de los gobiernos. Estos también
se interesan en la competitividad de sus economías nacionales y en las empresas que operan en ella, por
eso deben fomentar las condiciones que promuevan la innovación.
Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en
el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma
continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e
imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público.
En el Artículo 156 se expone que es de la competencia del Poder Público Nacional la creación,
organización, recaudación, administración y control de los hidrocarburos y minas, así como el régimen y
administración de las minas e hidrocarburos. En el Artículo 302 se señala, por una parte, que el Estado se
reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad
petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico,
y por la otra, que el Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la
explotación de los recursos naturales no renovables,con el fin de asimilar,crear e innovar tecnologías,
generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.
Los artículos 303 y 311 plantean que por razones de soberanía económica, política y de estrategia
nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), o del
ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando las de las filiales, asociaciones
estratégicas, empresas y cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del
desarrollo de negocios de PDVSA. El ingreso que se genere por la explotación de la riqueza del subsuelo y
los minerales, en general, propenderá a financiar la inversión real productiva, la educación y la salud.
La Constitución se evidencia como el marco jurídico en el cual se inscribe la LOH que orienta sus
postulados de forma explícita en esta materia hacia la importancia de la soberanía de los hidrocarburos y
la necesidad de que el Estado pueda disponer de ellos de forma exclusiva con el fin de invertirlo en el
país, tanto en el fortalecimiento de la economía como en programas sociales.
El principal instrumento jurídico venezolano por primera vez le da rango constitucional a las actividades
de ciencia, tecnología e innovación en el país. En su artículo 110, se plantea:
4. Evolución del contexto político del régimen legal venezolano en materia de hidrocarburos
Después de la Primera Guerra Mundial (1914 -1918) el petróleo tomó un lugar importante para la
producción de combustible utilizado en la maquinaria de guerra. Tal situación permitió a la élite
venezolana visualizar el hecho de que debía aprovechar los beneficios que la riqueza petrolera ofrecía
para salir del atraso económico y social en la cual estaba inmersa, pero sobre todo para su propio
beneficio. Por esta razón, el Estado fue de manera paulatina fortaleciendo su posición frente a las
empresas extranjeras. Esto ocurre durante el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez (1908-1935).
Con la promulgación de la primera Ley de Petróleo, durante su gobierno en 1920, Gómez, su familia y sus
amistades más allegadas fueron los más beneficiados y sus intereses durante esos años fueron a la par
del desarrollo de la industria petrolera en Venezuela.
Al morir Juan Vicente Gómez en 1935, después de 27 años de gobierno, se incrementa en Venezuela la
fuerza para defender los intereses del país en materia petrolera. Entre otras medidas, se redujeron las
exoneraciones de impuestos de importación, que se limitaron a los artículos realmente indispensables
para la producción petrolera y a aquellos que no se producían en Venezuela. Se revisó la legalidad de
muchas concesiones otorgadas durante el régimen gomecista para beneficiar a familiares y amigos. En
general, se aumentaron los controles sobre lo que producían y pagaban las empresas. El objetivo era
hacer que el Estado, fuera el más favorecido en el negocio petrolero (Asociación Venezolana de Noticias,
2011).
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Venezuela ya era un productor de petróleo, recurso
que por su abundancia se explotaba y exportaba a los países aliados en conflicto, sobre todo a Estados
Unidos y Gran Bretaña. El presidente de la República de ese entonces, Isaías Medina Angarita, aprovechó
esta situación internacional y visualiza la importancia estratégica de mejorar lo antes posible la
reglamentación de la producción de ese valioso recurso de tal forma que el país de beneficiara más de su
producción. Por tal motivo, en 1943 presenta al Congreso de la República de Venezuela la Ley de
Hidrocarburos, la cual es aprobada y gratamente recibida por el parlamento y por la colectividad
venezolana.
Esta nueva Ley implicó el incremento de las rentas por concepto de explotación de petróleo por parte de
las compañías extranjeras que para ese entonces llevaban a cabo este proceso, lo que incrementó los
ingresos de la nación e incorporó al presupuesto nacional recursos provenientes de la explotación
petrolera para fortalecer la educación, la salud, la agricultura y las obras públicas, requeridas para
atender a la población venezolana.
Rondón (2013) señala que en su momento ministros de Medina Angarita realizaron una cruzada para
convencer al país de los beneficios del proyecto de Ley. Uno de ellos fue Héctor Cuenca,ministro
delTrabajo,quien dictó conferencias sobre este instrumento jurídico en liceos de Caracas. Por su parte, el
Ministro de Fomento Eugenio Mendoza calificó la Ley como creadora de nuestra independencia
económica.
Todo este esfuerzo del cuerpo ministerial y del presidente mismo, tuvo como fruto que el 13 de marzo
de 1943 se le diera el ejecútese a la nueva Ley de Hidrocarburos. Medina Angarita la describió como la
materialización de la dignidad nacional para la vida económica.Velásquez (1993) afirma que la nueva Ley
unificaba el régimen de concesiones,aumentaba los impuestos, imponía a las compañías la obligación de
establecer en Venezuela la contabilidad de sus empresas y se constituía en un instrumento legal
progresista, que abriría a Venezuela hacia la prosperidad y a la dignidad política.
Velásquez (1993) afirma que la nueva Ley unificaba el régimen de concesiones, aumentaba los
impuestos, imponía a las compañías la obligación de establecer en Venezuela la contabilidad de sus
empresas y se constituía en un instrumento legal progresista, que abriría a Venezuela hacia la
prosperidad y a la dignidad política. La nueva ley, entre otras cosas, aumentaba a 16,67% la regalía,
aplicable a todas las concesiones (el promedio de las regalías pagadas en 1943 fue de 9%, por lo que el
aumento a 16,67 era sustancial). Las compañías aceptaron que el Estado estableciera unilateralmente los
impuestos que debían pagar. Entre ellos, el más importante era el recién creado impuesto sobre la renta
(1942), que pechaba con un máximo de 12% las ganancias de las empresas petroleras, además la ley
obligaba a las compañías a construir refinerías en Venezuela. La Ley de Hidrocarburos unificó la
legislación de concesiones y aumentó la participación del Estado venezolano hasta 50% de los beneficios.
También estableció la obligación de las compañías petroleras de pagar impuestos, transformó el
transporte por oleoductos, obligó a las empresas a llevar su contabilidad en Venezuela, a suministrar al
Estado informes sobre las regiones exploradas, y suspendió las exoneraciones aduaneras. Más
importante aún, estableció un plazo para empezar a refinar en territorio venezolano el petróleo
producido en el país. Estas normas estuvieron vigentes hasta la nacionalización de la industria petrolera
en 1976 (Rodríguez, 2012, Bautista, 1992).
El 29 de agosto de 1975, el presidente de la república de aquel entonces, Carlos Andrés Pérez, promulgó
la Ley de Nacionalización de la Industria Petrolera que entró en vigencia el 1 de enero de 1976. En teoría
esa Ley le reservaba al Estado venezolano la producción, extracción y comercio de los hidrocarburos con
el fin de afianzar la autonomía del país para decidir en materia de manejo de hidrocarburos.
Sin embargo, el actual presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez (2012), considera que la
nacionalización de la industria petrolera liderizada por Carlos Andrés Pérez durante su primer período de
gobierno (1974-1976), fue fallida debido a que
... había sido pactada con las empresas transnacionales que explotaban el petróleo en Venezuela. El
partido Acción Democrática admitió que las transnacionales podían seguir en el país controlando el
mercado.
Ésta fue la razón por la cual, la referida nacionalización del petróleo...no levantó el menor interés ni
patriotismo porque se percibía un arreglo, por parte del Gobierno, totalmente consensuado con las
compañías petroleras. indemnizando a las concesionarias por más de cuatro mil trescientos millones de
bolívares (Bs. 4.300.000.000), cantidad que superaba los beneficios que ellas pudieran haber alcanzado
de continuar operando hasta 1983, fecha prevista para la reversión en las respectivas leyes anteriores
Ramírez, 2012).
Aun cuando en aquel entonces a la nacionalización del petróleo se le llamó Segunda Independencia de
Venezuela, se admite que las trasnacionales podían seguir en el país controlando el mercado, transporte
y la tecnología de cuanto tuviese que ver con nuestros hidrocarburos.
Durante el primer gobierno de Caldera (1969-1974), los precios del petróleo bajaron, lo que perjudicó la
economía venezolana, sin embargo, se elevó al 60% el impuesto sobre la renta a las compañías
petroleras y se inició la construcción del complejo petroquímico El Tablazo, en el estado Zulia, principal
región productora de petróleo en el país. Durante este período se procuró un control más efectivo sobre
la industria a través de una mayor participación fiscal en el negocio petrolero y una mayor incorporación
gerencial y operativa de talento humano venezolano en todas las fases industriales de los hidrocarburos.
Durante el segundo período presidencial de Rafael Caldera en la década de los 90, se aplicó la política de
apertura petrolera, que tenía como principal objetivo la internacionalización de la estatal petrolera
Petróleos de Venezuela a través de un despliegue de convenios operativos y asociaciones estratégicas
que permitían captar capitales extranjeros para invertir en la explotación del petróleo en Venezuela.
Estas acciones requirieron del esfuerzo del sector privado nacional y extranjero para explotar, explorar y
refinar petróleo y gas natural. Sin embargo fueron catalogadas como un preludio a la privatización del
sector debido a que impedía que el Estado venezolano pudiera tener la mayoría accionaria en los
contratos.
Durante el gobierno de Hugo Chávez (1999 -2013) se buscó desde el principio lo que se denominó "la
soberanía petrolera" con fin de garantizar que la renta petrolera formara parte fundamental del
presupuesto público con el fin de ampliar y reforzar los programas sociales.
Se publica el 13 de noviembre de 2001 la reforma por vía de Decreto con Fuerza de Ley la Ley Orgánica
de Hidrocarburos y se puso fin al proceso de apertura petrolera con el objeto de darle al Estado
venezolano suficiente autonomía para manejar los procesos de producción, explotación,
comercialización y refinación a través de PDVSA. Entre otras acciones relevantes que materializaron
dicha soberanía estuvo la promulgación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos en 2006, la nacionalización
de la Faja Petrolífera del Orinoco en 2007, la formulación de convenios de exploración a riesgo y
ganancias compartidas, garantizar a la nación una mayoría accionaria de por lo menos 60% en la
conformación de las empresas mixtas establecidas para llevar a cabo la exploración, extracción y
procesamiento de crudo.
El Decreto con Fuerza de Ley de la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001 tocó diversos intereses
privados y políticos, lo que ocasionó el golpe de Estado en abril de 2002 y el paro petrolero posterior
(desde diciembre de 2002 a febrero de 2003) que produjo pérdidas entre 18 y 21 millones de dólares a la
nación (Diario El Mundo, 2012). Sin embargo, en los años siguientes, la industria petrolera fue
paulatinamente recuperándose enmarcándose en la aplicación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos
junto con otros instrumentos jurídicos, lo que permitió al gobierno una recaudación de 289.737 millones
de dólares (Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, 2011). Actualmente PDVSA tiene
una participación de al menos 70% en todos los proyectos, se reajustó el régimen fiscal a la legislación
venezolana, y se certificaron reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco por 297 mil millones de barriles
diarios (Agencia Venezolana de Noticias, 2011).
En 2001 el Ministerio de Ciencia y Tecnología formula en Venezuela la primera Ley Orgánica de Ciencia,
Tecnología e Innovación, que luego en 2005 es derogada por decreto, teniendo como objeto, según el
Artículo 1,
desarrollar los principios orientadores que en materia de ciencia, tecnología e innovación y sus
aplicaciones establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, organizar el Sistema
Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación, definir los lineamientos que orientarán las políticas y
estrategias para la actividad científica, tecnológica, de innovación y sus aplicaciones, con la implantación
de mecanismos institucionales y operativos para la promoción, estímulo y fomento de la investigación
científica, la apropiación social del conocimiento y la transferencia e innovación tecnológica, a fin de
fomentar la capacidad para la generación, uso y circulación del conocimiento y de impulsar el desarrollo
nacional.
El Ministerio colocó en la Internet el borrador de esta Ley para que estuviera disponible al país y los
distintos actores sociales enviaran su opinión en cuanto al articulado con la finalidad de captar las
diversas opiniones que pudieran mejorar la versión final.El resultado fue una Ley muy completa que
incorpora entre otros aspectos la elaboración del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Este
Plan se materializó posteriormente a través una convocatoria que hizo el Ministerio de Ciencia y
Tecnología en cada estado del país a representantes de los sectores científicos, público y empresarial
para discutir el contenido del Plan 2005-2030. Las propuestas de las mesas de trabajo se incorporaron en
la versión final, lo que permitió una aceptación general del Plan en la comunidad venezolana.
Dirigir la generación de una ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, con base en el ejercicio
pleno de la soberanía nacional, la democracia participativa y protagónica, la justicia y la igualdad social,
el respeto al ambiente y la diversidad cultural, mediante la aplicación de conocimientos populares y
académicos. A tales fines, el Estado venezolano formulará, a través de la autoridad nacional con
competencia en materia de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, enmarcado en el Plan
Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación, las políticas públicas dirigidas a la solución de
problemas concretos de la sociedad, por medio de la articulación e integración de los sujetos que
realizan actividades de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones como condición necesaria para
el fortalecimiento del Poder Popular.
El artículo plantea de manera explícita que las actividades científicas, tecnológicas y de innovación se
vinculan con la soberanía nacional, la democracia participativa y protagónica, la justicia y la igualdad
social, el respeto por el ambiente y la diversidad cultural. Por otro lado, se incorporan como uno de los
objetos de las actividades científicas, tecnológicas y de innovación su aplicación para la resolución de
problemas sociales, y se responsabiliza en la generación de los conocimientos científicos, tecnológicos y
de innovación a las personas naturales, jurídicas, instituciones y a las comunidades organizadas, lo cual
en sí misma la convierte en un instrumento de política pública innovador.
Se plantea como sujetos de esta Ley a todas las instituciones, personas naturales y jurídicas que generen,
desarrollen y transfieran conocimientos. De esta forma se reconoce que otras organizaciones además de
las científicas como las empresas, las comunas, las instituciones públicas, también son generadoras de
conocimiento y en consecuencia pueden solicitar financiamiento al Fonacit para planes, programas y
proyectos de C, T e I siempre y cuando se enmarquen en las áreas prioritarias definidas en el Plan
Nacional de Desarrollo Económico y Social. Esto es con la idea de que los conocimientos generados por
los actores del Sistema Nacional de Innovación además de enriquecer las distintas áreas del saber,
contribuyan con el Estado también a resolver los problemas sociales y económicos del país.
Las empresas que a partir de 2005, año en el cual se formuló la primera Ley de Ciencia,Tecnología e
Innovación, tuvieron ingresos brutos superiores a las 100 mil unidades tributarias, debieron registrarse
en el Portal del Sistema para la Declaración y Control del Aporte-Inversión en Ciencia, Tecnología e
Innovación (SIDCAI) el cual está en conexión con el portal del Servicio Nacional Integrado de
Administración Tributaria y Aduanera (SENIAT), instancia nacional de recaudación de impuestos. Desde
ese entonces, deben hacer sus aportes según el tiempo estipulado por la Ley para no ser multados por el
Fonacit.
Además de ser contribuyentes, según el artículo 29 de la Locti 2010, las empresas aportantes pueden
presentar durante el tercer trimestre de cada año su plan de inversión en C, T e I para el año siguiente.
Este plan debe contener programas y proyectos enmarcados en las áreas prioritarias y parámetros
establecidos por la autoridad nacional con competencia en ciencia, tecnología e innovación, que
aparecen definidos en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación (Proyecto Nacional
Simón Bolívar 2007-2013). De ser así, el Fonacit pudiera financiar esos proyectos cuyo principal
beneficiario es la organización aportante que los formula.
Hay un elemento interesante. Tal y como señala Alcántara (2012), con la Locti 2005 los beneficiarios, en
este caso los científicos,tenían que ubicar empresas que quisieran aportar directamente en sus
proyectos. Con la 2010 todas las instituciones aportantes depositan directamente al Fonacit sus aportes
anuales y tanto ellas como los investigadores solicitan al Fonacit el financiamiento de sus proyectos,
enmarcados en las áreas prioritarias del Plan Nacional de Desarrollo,para ser financiados con los
recursos depositados en dicho Fondo.
6. Principales relaciones entre la Ley Orgánica de Hidrocarburos y la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología
e Innovación
Lo que sí está claro es que ambos instrumentos de política pública enfatizan lo estratégico de la
soberanía nacional, de la soberanía petrolera en el caso de la LOH y soberanía científica y tecnológica en
el caso de la LOCTI. La necesidad de que tanto los recursos provenientes de la producción del petróleo
como los dedicados a las actividades de ciencia, tecnología y innovación estén al servicio de la sociedad
venezolana y contribuya a resolver los problemas sociales y económicos del país es más que explícita en
ambas leyes. Tanto es así que en su artículo 26, la LOCTI 2010 establece que las empresas de capital
privado cuando la actividad económica sea una de las contempladas en la LOH y en la LOH Gaseosos, y
comprenda la explotación minera, procesamiento y distribución, deberá aportar anualmente al Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Fonacit) el 1% de sus ingresos brutos obtenidos en el ejercicio
económico inmediatamente anterior y 0,5% en el caso de empresas de esta misma naturaleza pero de
capital público.
La LOH por su parte plantea en su artículo 5 que los ingresos que en razón de los hidrocarburos reciba la
Nación propenderán a financiar la salud, la educación, los fondos de estabilización macroeconómica y la
inversión productiva, de manera que se logre una apropiada vinculación del petróleo con la economía
nacional, todo ello en función del bienestar del pueblo.Tanto en la LOCTI como en la LOH se establece
que los respectivos ministerios (de Energía y Petróleo y de Ciencia y Tecnología) se encargarán de la
formulación, regulación de las políticas que les corresponde, siempre en el marco del Plan Nacional de
Desarrollo.
Conclusiones
Antes de 2005 la ciencia y la tecnología enVenezuela no habían tenido políticas explícitas que la
regularan ni estimularan. Había una desvinculación muy grande entre los gobiernos, los científicos y los
empresarios. Asumimos que la inercia del Estado por solventarlo, se debió a que esperaba que esa
relación mejorara de manera espontánea como ha ocurrido en los países desarrollados. Por tal razón,
consideramos que durante la presidencia de Hugo Chávez se comprendió que en Venezuela esta
espontaneidad no iba a materializarse, por ello la Asamblea Nacional Constituyente incorporó en la
Constitución de 1999 un artículo que le dio el realce y peso relevante a la ciencia, a la tecnología y a la
innovación en el país, que a su vez dio pie a la formulación de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e
Innovación y al Plan Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación.Todo con el fin de crear un Sistema
Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación en el cual los distintos actores estén articulados con el fin
común de generar conocimientos y acciones que contribuyan con la solución de los problemas sociales y
económicos del país y garantizar la soberanía tecnológica, la cual es uno de los lineamientos políticos del
gobierno.
Finalmente, podemos decir que ambos instrumentos de política pública se vinculan con el proceso
político actual que se desarrolla en Venezuela, debido a que manifiestan de manera explícita su
orientación hacia el logro de la plena soberanía nacional y hacia la contribución de objetivos sociales,
establecidos en el preámbulo y los principios generales de la Constitución Nacional (responsabilidad
social, solidaridad y soberanía) y con las directrices del Plan Nacional de Desarrollo 2007 - 2013 referidas
a la nueva ética socialista y al modelo productivo socialista.
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