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e

P. Guiraud

LA SEMÁNflCA

La semántica, o estud¡o del sentido de las


palabras, se cuenta entre las disciplinas
cuyo intenso cultivo es característica pe-
culiar de nuestra época. Sin embargo, el
hecho de que se le conceda tanta atención
ha conducido a no pocas confusiones y
a tal mult¡pl¡cación de matices, que es d¡-
fíc¡l aceptar el vocablo "semántica" como
portador de un concepto bien definido.
Era urgente, pues, emprender una labor
de deslinde para discern¡r los variados
enfoques comprend¡dos bajo aquella de-
signación. Es ésta la tarea principal que
Pierre Guiraud se ha impuesto y cumplido
con encomiable claridad en el presente
libro. Su análisis de la significación, de FONDO DE CULTUBA ECONOMICA
los cambios de sentido y de los proble-
mas estructurales ayuda a destacar los
puntos en que la semántica participa de
campos tan esenciales como la filosofía,
la lingÜística, la psicología y hasta la so-
ciologÍa, y precisa con ello el territorio
cuya exploración le corresponde propia-
mente.
Con esta contribución, la semántica,
ciencia cuyo propio nombre se ha pres-
tado a las mismas ambigüedades que
analiza, ocupa el puesto que le corres-
ponde en la ordenación del conocimiento
y colabora decisivamente a la solución de
numerosos problemas, tan importantes
como diversos.
BREVIARIOS
d'el
FoNno or Cur-tun¡, EcoNóulcl

153
LA StrMANTICA
LA SEMÁI\TICA
por
PIERRE GUIRAUD

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MÉxIco
Primera edición en francés, 1955
Séptirnu edición en francés, L972
P¡imera edición en esPañol, 1960
Primera reimpresión, 197I
Scgunda reimpresión, 1974
Al Instituto de Estudios Franceses
Segunda edición en esPañol, t976 de la Universidad de Groninga
('orno recuerdo de nuestro seminario de 1954-1955

Traducción de
Ju¿N A. Hesr-un

Título original
La sémantique
O 1955 Presses Unive¡sitaires de France, París

D. It. @ 1960, Fonpo DE CuLruRA Ecoxónrc¡


Av. de la Universidad, 975; México 12, D' F'

Impreso en México
INTRODUCCIÓN

I. Lls TRES SEMÁNTICAS

l,¡. snuÁmrrc¡. es el estudio del sentido de las palabras.


l'ero observaciones, teorías y puntos de vista recien'
lcs vuelven a plantear en la actualidad este viejo pro'
Irlema y, como todas las ciencias alavez muy viejas y
rnuy jóvenes, la semántica adolece de una inexacta de'
Iinición de su finalidad, y de poca precisión en su ter-
rninología. Por eso, tanto eI especialista como el lego
sc sienten desorientados ante los usos que de este tér-
rnino encuentran cada día.
Semantícs, a Reil Vea:pon in War on Free Enter-
prisel proclama el New Yorh Tímes a tres columnas.
Y si "la filosofía constituye la semántica y la sintaxis del
lcnguaje científico", ¿cómo pueden ser los vagidos
ttreflejo semántico"?
«lcl recién nacido un ¿Y qué serán
Ia "semántica del jazz", la de la lrrcha libre, la del
t artelón ?
Lo que pasa es que la palabra que designaba en un
principio una rama especial del estudio del lenguaje,
ha sido adoptada por los Iógicos y los psicólogos, y per-
tencce hoy a tres disciplinas distintas.
EI vocablo sernántico, del griego semairw, "signifi-
crrr" (a su vez de séma, t'signo"), era originalmente
tl adjetivo correspondiente a t'sentit].o". Un cambio
somántico es un cambio de sentido, el valor semántico
tlc una palabra es su sentido. Después de aplicarse a la
¡lalabra, esta expresión se extiende a todos Ios signos,
y se habla de la función semántica de los colores del
1 "La semá¡ltica, un &r¡na de los rojos en la Iucha contra la
lilrre empresa."
9
LA SEMANTICA LINGÜÍSTICA 11
10 INTRODUCCIÓN

blasón o de los gallardates de la marina, del valor se- c¿rción del sentido de los signos.- Ciertamente' no se
y
mántico de un gesto, de un grito, de un signo cual- hun presentado siempre estos problemas bajo el título
quiera mediante el cual tras¡nitimos un mensaje y nos ,lc se'mántica, y *o"ño, "hacen semántica sin saberlol',
de lógicos. p.or
ponemos en comunicación con otras personas. Es se- I)ero en los úliimos tiempos una escuela
mántico todo lo que refiere al sentido de un signo cle una parte, y un grupo de psicólogos por otra, han rervrn'
comunicación, particularmente las palabras. ,licado la palabra, y actualmente existen
Hay tres órdenes (principales) de problemas semán- ir"io u"*ir.r"*"tt"
li senuúntiea (Iingüística) ur.a sem'ánina tí'l'o'
'ri¡io,ligada a la lógica simbglic-a, y.t:'u. semántica
ticos:
a) Un problema psicológico: ¿Por qué y de qué
gánerol,
' !r" .. una psicosociológica del signo'
Estas tres acepcion"u d" l, palabra, correspondientes
modo nos comunicamos? ¿Qué es un signo y qué ocu-
n t..s aspecto, d" ,, mismo p"o""to, están en estrecha
rre en nuestra mente y en Ia de nuestro interlocutor
interdependencia; su campo y sus problemas se
entre-
cuando se establece la comunicación? ¿Cuál es el sus-
cruzan y se confunden constantemente'
trato y el mecanismo fisiológico y psíquico de esta ope-
ración?, etcétera,
b) Unproblema lógíco: ¿Cuáles son las relaciones 2. Le srMÁNTICA LINGüÍsIICA
del signo con la realidad? ¿En qué condiciones es apli- Esta ambigüedad repercute en el interior de la lingüís'
cable un signo a un objeto o a una situación gue el ¡"u, ¿o"A! el contüido de la semántiea está todavía
signo debe significar? ¿Cuáles son las reglas que ga. lnal'definido. En un principio estudia los cambios de
rantizan una significación verdadera?, etcétera. r".rtiJ, y coincide *á, o -tt'os con el análisis de las
c) Un problema mejor dicho, problemas- de ;Iigr."r;' de la antigua retórica; luegri reco-ge las obser'
orden lingüísfico, -o,
pues cada siste na de signos sigue lo
uu"'iorr.u y tesis de-la lógica y de la psicología, con
reglas específicas en relación con su naturaleza y fun- cual extiéncle su campo por nuevos derroteros: teoría
ción.
del signo lingüístico, lunción psicosocial del lenguaje'
La semántica lingüística semántica por excelen' cstruáras lelxicológicas, etc., con lo cual sólo se logra
-la
cia, objeto único de la presente obra- estudia las pala- oscurecer una terminología que ya era insegura desde
bras en el seno del lenguaje: ¿Qué es una palabra; cuá- el principio.
les son las relaciones entre Ia forma y el sentido de una ios gümáticos tenían ya, desde principios tlel si-
palabra, y entre una palabra y otra; cómo garantizan glo xx]el ténnino sernasiología, o-estudio de los signi'
éstas su función?, etcétera. Iicrdos (también de sema', "signo").
La semántica pafiicipa, pues, de tres ciencias distin' El lingüista francés Michel Bréal lo sustituye por -el
tas: la psicología, Ia lógica y la lingüística, que estu' de semiíúca para designar "la ciencia de los signifi'
o'leyes que rigen la transformación de
dian, eada una por su lado, el problema de Ia signifi' cados" y de lás
12 INTRODUCCIÓN
LA SEMANTICA LINGÜfSTICA 13

sirs,la imagen mental de las cosas, la formación de los


los sentidos"| que es "un estudio tan reciente que ni
sonidos, su disposición en un orden determinado, la au'
siguiera ha sido bautizado", y que proviene de la sema-
rlición, la formación de la imagen en la mente del
siología, renovándola y enriqueciéndola.
oyente; toda una serie de problemas que interesan a la
Desde este momento ambas palabras se conlunden
epistemología, a la lógica, a la psicología, a la fisiolo'
y su uso generalizado impide la aecptación de nuevos
gía, a la acústica y a la lingüística.
términos, como sematología, glosología, remática, re-
matología, etc? que surgen esporádicamente. El tér- En este último plano es posible descomponer la ca'
mino semtíntica, que nosotros empleamos, está en vías dena hablada en tres elementos: sonidos, palabras, cons'
de suplantar a semasiologíq por lo menos en Francia y
trucciones sintácticas, que se definen a la vez por su
en los países de habla inglesa, donde la obra de Bréal forma y por su función.
garantiza su difusión. La semántica es el estudio de la función de las pa-
Bajo este título expongo el conjunto de problemas Iabras; esta {unción consiste en transmitir un sentido.
que plantea el estudio de las palabras consideradas en
forma función
su sentido; definición demasiado amplia según algunos,
demasiado estrecha según otros" No deberá, pues, ex-
sonidos
trañar si en las páginas siguientes se encuentran pro-
blemas y teorías que no siempre han sido designados
corno semánticos por sus autores, o que incluso han palabras sernántica
sido situados por ellos expresamente fuera del campo
de la semántica, tal cual la definen ellos.
construccíoncs

La serui.ntica es el estud,ín d,el senti.ilo d,e las pala-


óras.' el lenguaje es un medio de comunicación; la len-
Sobre este esquema insistiremos más adelante para
gua es el instrumento de que nos valemos para trasmi-
aclararlo y matizarlo; destaquemos por lo pronto que
tir nuestras ideas. tt¡Mozo, un burdeos!", trasmite a la semántica definida de esta manera presenta dos pro'
cierta persona mi deseo de conseguir cierta cosa, y blemas {undamentales.
esta persona me comprende: Ia idea, es decir, la imagen
del vaso de vino que tengo en la mente, se forma a
J/ El problema del sentido: ¿Por qué la palabra
su vez en Ia suya. "burdeos'i significa en nuestro idioma un vaso de vino?
Se trata de un proceso complejo que implica las co- ¿No tiene otros significados? ¿Cómo y por qué adqui'
rió el que nos ocupa? ¿Cuáles son sus relaciones con
2 1\[. Bréal, "Les lois intellectuelles du langage, fragments de las otras palabras?, etcétera.
sémantique", en Anrutaire ile tassocintion pour tencourage- 2) El problema de la signífícwión: ¿Q:ué e.e una
ment d,es études grecques en France, XVII (IBB3).
14 INTRODUCCIÓN LA SEMANTICA LINGÜfSTICA 15

palabra? ¿Cuál es su función? ¿Y cómo se garantiza lrrry que mencionar Meaníng and, changes ol mca.túng
ésta? Signili¿ación se toma aquí, pues, en el sentido rk: Stern, que ofrece, sin lugar a duda, la recopilación
activo de sustantivo verbal: signi-ficación; es un pro- rrrirs rica de ejemplos y la clasificaeión más coherente
ceso psicológico, mientras que sentíd,o tiene un valor y sutil de que se dispone actualmente; The principles of
estático, es la imagen mental que resulta del proceso. stntantics de Ullmann, completado con un Précis ile
Debe evitarse la indistinción del lenguaje corriente, que sérnantique frangaíse, es eI manual más sistemático y
confunde el senti.d,o y la sígnilicací.ón d,e la palabra.s uctual.
La significación toca a la psicología, y el obleto de la Estas obras se citan repetidas veces en las páginas
semántica lingüística es esencialmente el estudio del siguientes, y hubieran podido mencionarse más todavía,
sentido de las palabras. Pero el sentido está en estrecha pues constanternente seguiremos sus huellas y atravesa-
relación con el mecanismo del proceso significante; de remqs su camino.
esta manera, antes de abordar el análisis, o siquiera la
simple definición del sentido y de la semánticá, es in-
dispensable presentar y considerar en zu conjunto el
problema de la significaciór¡ del cual el lenguaje no es
más que un caso particular.
_
Así definida, nuestra ciencia abarca un campo am-
plísimo que, aun limitado a la lengua, invade los terre.
nos de la lógica, la psicología, la teoría del conocimien.
to, Ia sociologia,la historia, etcétera.
En estas ramas se encuentra una bibliografía volumi-
nosa sobre el particular, pero los límites de este librito
me obligan a sacrificar cierto número de cuestiones (re-
tórica, etimología, semántica de Bréal) en provecho de
aspectos menos conocidos y más recientes, y a reducir
a sus grandes líneas, forzándolos en esquemas simplifi-
cados, problemas cuya delicadeza, matiz y complejidad
son esenciales.
La presente obra no será, pues, otra cosa que una
introducción a obras más completas, entre las cuales
8 La terminología no ha sido fijada todavía; algunos lingüis.
tas designan como sentido y significación lo que llamo más ade
lante (p. 34) sentido de base y sentido contextual¡
SIGNOS Y SIGNITICACIÓN 17

I. LA SIGNIFICACIÓN: EL FROCESO la discusión de esta distinción eseucial hay que defi-


SEMANTICO nir la naturaleza del sigrro considerado en su genera-
lidad.
1. Src¡vos y srcNmrcecrórv Un sigrro I \D estímillo a,§ociado a otro estíruia,
del cual evoca la ünngen tnaúal. La significación eq
L¿, srcxrr¡c¡.cróN es el proceso qrue asocía un objeto, un por tarto, vn proceso pfuaiet todo osurre en la mente.
ser? una noción, un acontecimiento, a un signo suscep- La naturaleea de-esta asociación constituye el pro-
tible de evocarlos: una nube es signo de lluvia, un bleua fundamental de la teoría de los sigrroo y de la
fruncimiento de ceño es signo de perplejidad, el ladrido psicología; el conductismo (behaüorismo) o poicología
de un perro es signo de enojq la palabra "caballo', es de la conduct¿ y la psicología experimental en general
el signo del animal. han concedido un sitio preponddrante al problema del
Un signo es por tanto un excitante, un estímdo, signo, y lo han situado en el centro de sus observacie
como dicen los psicólogos, cuya aceión provoca en el or- nes y de sus hipótesis: es de sobra conocido el experi.
ganismo la imagen recordativa de otro estímulo; la mento clásico del perro de Pavlov.
nube evoca la imagen de Ia lluvia, Ia palabra la ima- Dicha psicología su¡rone que todo esúruiD deja una
gen de la cosa. hwlla mnemóniq, en el organismq Ere todo nuero at-
Lo que se llama experiencia o conosimiento no es tíruio inenrieo o asocfudo al primero puede hacer r+
sino una o'sigrrificación" de la realidad, de la cual las surgir.
técnicas, las ciencias, las artes, los lenguajes? son los
De esta manera, ver una nube evoca la imagen de
modos particulares; de ahí la importancia, la universa-
otra nube ya vistq y aI mismo tiempo stcra. las il¡tú-
lidad del problema de Ia signi{icación así planteado; vi- getus asociúas cou esa nube, en particular la de la llu-
vimos entre signos, y una ciencia general de Ia signi- via; el ruido de platos, la de la comida; la vista de tma
ficación abarcaría el conjunto de las actividades y de llamq d r€cuerdo de una guemadura; el ladrido de un
los conocimientos humanos. perro, la imagen de un perro; y dd mimo modo la pa-
Pero hay una categoría de signos que nos ocupa aquí labra t'perro", es decir, los sonidos gue forman esta pala-
de manera muy particular, se trata de los signos socia- brq evocg al llegar a nuestrm oídog la imagen ilel ani-
les: la nube es signo de lluvia en virtud de una relaci6n mal al cual están aspciados. Veremos ,níc tarde las cú.
natural, y el perro puede ladrar de manera espontánea, ticas a este punto de vista, algo antictado a loe ojos
sin Ia inte¡rci6n de informarnos de su enojo y de pre- de la psicología moderna. En todo calro, era el prurto de
venirnos de sus ataques; cuando gime, al contrario, para vista de Saussure (compárese a continuación).
que le abramos Ia p'uerta, nos comuni,ca su deseo de Esta asociación es de naturaleza píqai¡Á, no son las
ealir y sabe que lo comprendemos; el signo se vuelve cosas, sino las inágenes de las cosas y la iilea que de
instrumento de comuni,cacün. Pero antes de abordar ellag nos formamos, los que se asocian en nuestra men-
16
18 EL PBOCESO SEMANTICO SIGNOS Y STMBOLOS 19

te; y según Saussute, "el sigtto lingüístico no une una tlmulo acústico "Éo." ao pos,tula ninguna relación
cosa y un noubre, sino un concepto y una i-.geo natural con Pén*o con la palabra "gonsales" sc hubiera
acústica". hgrado lo misuno, l¡ írniso quc importa ee darse a
ontor¡der. La a¡osiación resulta ri¡icanente de un acuer-
2. S¡cxos Y sÍ![Bor.os rlo ontro loe que han conveuido eor quo «peres" desig.
¡rn n Pórez puede verse, en presencia de un
Todo signo es un cstímulo asociado. rf n¡l¡olo.
-estaaos,
Pero hay dos grandes tipos de asociacioneo sig:rifi- fintru loo signos icoaográficoe so oonsideran todos
ca^ntec: loe signoo naturales y los sigrroe artificiales. lrr modoe de representación directa de lo rea[: fotogra-
Loc primoros están basadoo en relacio,nes de fenó. ffq fonografía, regisüros diversog así como las artes. La
m€nol) que se localiz¿n en la naturalezq la asociación ¡rintura rqrroduce las üneas y los colores de las cosas,
"nube-lluvia" por ejemplo; todos nuegtros conocimien. ln osultura su msaa y su vohrmem, la música repra
tos, nuestras técnicas, nuestrss cier¡sias, equivalgp a ront& a veoes la imagen integral ilo los soaiilos, más fre
percatarso de modo más o menos sutil y más o menos or¡ontomento la de las ¡elaciones ilo altnrq cantidades
preciso de estas relaciones naturaleq que adguieren va- y tiornpo tal como oxisten en la naturaleza. Pero hay
lor de sigrro en la uedida etr fluo las asociamoe en rimprc al mismo tieopo una parte msyor o menor
nuestra mente. rlo ¡imbolización y de convención en Ias artes; tesügo
Loe sipoo a*ificiales son de fach¡ra humana (o er Ia evolución de los cánones estátioo§.t
auimal) y se subdividen a su vez en dos grupos: unoo Loe aignoe de comunicación propiamente dichoe son
sirven para lepÍesúat lo real dibujo, un plano, orcncialnente cont¿en¿bnale¡: su sentido resulta siem.
-un
un rogistro fonográfico por ejeuplo-; otroe sinren para pro de un acuerdo entre quienes loa e,mplean. Por ejem.
comunicarso con otro ser lemguaje articuladq un
-el ¡rlo: cierto dibujo rcpr€s€nta de ,'ronera natural doe
¿demrin de cortesía, una se¡ial-. No hay límite taiante lriíros que salen de la oscuela, pero no es sino en vir-
cntre ambas funciones, pues utilizamos frecuentemente trrd do una @nvención que el rótulo amarillo al lailo
sigrros do representación para comunicar fotogra- rlo la calzada "sipifica" la presencia de una escuel¿
fía, por ejerrplo-. Pero ambos grupos -unase üferencian y la exhortacióu a la prudencia.
entre sí por su natu¡aleza. Loe primeroe son reproiluc" Y aguí surge una nuerra distinci6n; ciertos símbolog
ciones do caracter€s naturales de la realitlad, son inuú- ovocan loe caracteres naturales de las cosas, como su-
getws a bnos; los sggundos aon signos @nvencionales,
sot símbolos.l Un retrato ile Pérez es un icono; el es- Las artcs llam¡da¡ "puras" eop estímuloc no arociadoe, no
'
roprúscntar¡lo real, aino guc son realidad; no son signos sino
r Deag¡aci¡damcntc +o h¿ ¡ido posüle todavía llegar a un objotoa .
acuerdo sobre el valor do cgto vocablo; los distintos autores Llt rrtcs ¡bstracus sm icopogiflcas cr¡ l¿ medida en quc
emplea¡ la palabra "olmbolo" co¡ las accpcionas mrí¡ diver¡as. roproducco ciertog caracteres de Ia realid¡d.
EL PROCESO SEMANTTCO SIGNOS Y STMBOLOS 2l

cedo cou las aeñales de tránsito, mieutras que otros son tr) Loc aigf¡os dd representación o iconos, que repro.
puramente convencionales. rh¡r:cn los ca¡aete¡es naturales de las cosas, y eutre loo
- H"y sínúolos rwütdos o iconográficos y hay sím- orrnlce figuran las artes.
bfus arbürarbs o puro§; son convencionales en ambo§ c) Lw eignoe de comunicación o símbolos asocisaloo
la asociación
casos, pero couvemcional no excluye (ni rx»¡vencional¡nente a las cosas gue designan, y cuyo
taupoco postula) la existensia de asosiaciones natura- ti¡x» es el lenguaj-e articuladq eunque estén fuerte-
les entrq el signo y la coea significada
Los códigos de urbaniil¿d, las modaq los ritoq l8r Ettt-ul*
@nveuciones sociales, son símboloa iconográficos o mo' ltt
'
tivadc; aguí se inclina la cabeza como sipo de sumi-
oión, allí se eructa como signo de buena ügestión; ha¡
pue$ uns liga natural entre d eigno y su sentido, pero
,l'\"'"'
que ¡ro es suficiente y ni necesaris lrara, evocar el sen-
Estimulc
/\ S,Sno6

,/i
tido, ya que de todas manerao es una convención. m ¡mhdos (cstlmulc rsocirdoc)
I.oo lenguajes son símbolos pur¡mente convencio
naleg en los cual€s la qsociación natural no ha existido
jaoás o ya no es s€nüda. Pero t¿mbién ahí Ios límites
son imprecisoe entre loe síEbolos ¡ruros dcl álgebra o
/,),*,.
¡r) DESCONOCIDO I

I sig"* t
lc ioia ile las gr,áficas y de loe sist€mas de señales.
Haste el tenguaje artisulailo sulpno.nna grán parte ih
motivación: l,as onomatopeyag por eie'mplo, gue son
ioonogrifiooe; Ia poesía, que €s un arte del len'
,.rrá\1-\
"ign*
guaje, del oral explota las yirh¡alidades de rePres€nta'
ción natural: hmorías imitativas o erocadoras, rium
i ,.*mL*) 'ilflF'itrffiffii
cuyas proporcioaeq al igual gue en la música, €sán
'calcadoe
del movimieoto y la duración interior de nues.
¡As^RrEs"¿i\/ \
----il#h'Tmff
tras €uocioues.
La mayoía de los sistGmas son mixtos y muy Pocos I
r,/ r'
son punxl; pertemeocu, sin mbargo, a uno de los cuatro
graudes tipos (esguema de Ia página siguiente):
a) ls signos natnrales, ¡emnooidc y clasificailoc
r..*cóD¡cc ,"
"n^rá
pof nuestras t6c,Bicasr nuestras ciencias y nuestro§ coñG
I.o§ I^ENGUAIES I.o§ SIGNO§
cimientoe.
» EL PROCESO SEMTNTICO EL SIGNIFTCfi)O IJNGüISTICO 23

mente teñidos dc asociaqiones nah¡ralGs cn algrmas de para todas las teorías y todoe loc tratadoe de semántica
sus foruas. modernos.
d) Loe sigrroe de comunicación icono-sinbóücos, en. La comunicación supone un locutor (o sujao ha-
tre los cuales se cuentanJoe ritos, Ios cótligos sociales, blante), un oyentg una oosa que el locutor quiere e
las modas, etoétera. municar al qyente, y sipos lingüísticm mediantc los
En el plano ile Ic ripos eociales' corrcsponde una cu¿les Ia comunica.
primera opodci6n entrc imagÉrh y slmbolo a represerita' La vista o el recuerdo de un ínso¿ evoca €Ír la men-
ción natural y rcprcsentaci6n convcncional (una foto- te del intedocutor la imagen visual o concqlto (obot
grafía y una fórmula algsbraica); clrtrc las doc tcne' I,l, esto concepto evocs ¡x)r asociación la imagen acúr
moo imágemes convonciondizailas y.sírnholos.imagen tica de la palabra (,árbol); los sa¡¡idos ("árbol") tras.
(un plano y una onomstopcy¡). t portados por el airg en foma de ondas sonoras inciden
H lengrraje articulado, único olicto de nueüo eüu' en el oído del oyente, y proyocan en óu m€nte la ima-
dio, perteneco a la categoríi de lc ainbolos puros oon gen acústica (,órbol), la cual evoca pór asociaci6n la
uns parte not¡blo dc elcmcntos dc rqpresentaci{n na- imagen eonceptual (a¡bor 2).
tural. Existe por Io t¿nto, una owircün ptíqlica bípo-
Ha¡ atlemág otra opooici6n entre.signos tácnicoe y Icr que comprende dos tárminos: Ia forma significante
sig¡,os ccüéticos. En estos rfltimos, cstá eobrcpasada la y el contenido significado; y dos fases: la wocación
fu¡ción prinaria de reprcsortaci6n; d aipo csti dota- del nombre por la co6a'y la de la cosa lxlr d nomb¡e.
do ile ca¡actcrfuticas ser¡ndarias quo le permiten rcpre- Ea un proceso recíprooo.
sentar de tma cietta mancra. Dc este forma, la foto- La comrirnicacidn será eficaz en Ia medida €o que
grafía dc identidail se opone a la artística, do igual ma- las imágenes sbo 7 y obor 2 coincidsn.
nera qüc lo haae d a¡tc dcl pintor a la simple técnica Este esqueus ge basa en un sistema de rdaciones
de reproducción aÍtesana, el disco a la interpretación, muy complejas:
eto6tera; la literaturq y especialmentb la pocsía, son l,l
Relaciones entre ol concepto y la cosa. ¿Cómo
artes dd lengrraje. Sin embargo; el estr¡ilio de cstas so foma en la mente la imagen co,lrcepnral? ¿Cuálee
últimas es objeto de la cstilística y noe intenem aguí. son $ra nexos cdn la oosa? Problemaa quo coacie,nreo
únicamente de manera accesoria. a la psicologíq la ciencia (o conodmiento do la cosa)
y Ia epistemología (oftica de este conocimieoto).
3. Er. srcn¡r¡crDo Lilciifsrrco: sEI.{flDo Y coNcEPTo
2/ Relacioaes e¡rtre el aoncepto y la imagen acú*
tica ilel signo. F,s el problema do la sigrrificación, qr¡e
Ferilinanil de Sar¡ss¡ré tlejó eu su Curw ile üngüístba concierne abvez a la peioología,la lógica y la lingüís
generah¡n esquema de la comunicación lingüística gue' üca (s€mántica).
adaptado o corregido en algunos puntos, sirve do base 3,1 Relaciones entre Ia inagen ¡cí¡stica del sipo y
24 EL PROCESO SEMÁNTICO EL SIGNIFICADO LINGÜISTICO :15

su forms, sonore actualizada. Problema de la fouación, Semejante esttrdio es a Ib vez psicológico, lógico y
gue interesa a la fisiología y a la fonétic¿. lingüístico e¡r eentido estricto: peicológico, por ser e[
4,) Trasmisión y reepci6n del signo, que interesa rignificante y el sigrrificado dos imágenes mentales aso.
y la fisiología
a la acúsücq la teoría de la inform¡ción ciadas; lógico, po.rque el sigaificante tiene por función
de la audición. itlentificar el concepto, evocaflo y trasmitirlo sin dc
5), 6), 7) Fotmaeaón de la imagem acústica y del formarlo ni confundirlo: lingiüsticor por{ue loe signos
ooncepto en la uente del oyentg y rolación del co¡r. constituyen un sistema de símbolos do naturaleza es.
oepto recibido con el objeto. pecial, llamqdo lengua.
Lo qo" en lenguaje couún llama¡nos "lmlabra" es Estg esguema no ha sido aceptado siempre €n €sta
una forma fónice (o gráfica) que €x¡oca ura cosa en forma; muchos le reprochan excluir la oosa significada.
virtuil do una convensión. La palabra comprende, do Uno de los sustitutos más interesantes es el trián.
hecho, cuatre-elementos disüntos: gulo do Ogden y Richaids, que ha servido de base
para muchos estudioe recienteg en particular el de
ARBOL
la cosa
- I
orbo¡
imagenl ¡
= árbol
imagcn
dehl - ldehforma
r "á¡bol"
el nombre
o forma
Stern.

"oo
I I fóoio fónica
Referencia
o clnc€pto significado
lryifg:t-i
lryjylE
=- de Saussure-
L
-'gl'{itd-"-
la palabra, según
La cosa ínsoL y la forma fónica "árbol'son doo
susta¡rcias concretasy no pertenecen al sist€ma ile la
l*goa, flue e§ ttuna suma do improntas mentalee".
Ánsol concierne a la botinica, a la horticulturq a la Símbolo, Referente
etética, etc.; "árbol" a la fisiologíq a la acústicq a a la vez forma significantc
o cosa nombrada
y su imagcn acústica
Ia fon6tica; porque "el sipo lingüístico ro une una
cosa oon uu nombrg sino un concepto con una imagen
acústicat'. EI triángulo, oomo se lq induyo d referente o oosa
Según Saussure, Ios problemas de la conceptualiza- nonbrada; pcro se notará al mismo ti.*po- (obsérvese
ción ü y 7) y los de la fonacién y de la audición al pie Ia línea punteail¿) S"u no hay rel.wión ilirecta
(3, 4 y 5/ son extralingüísticc. AI lingüista interesa entre el referente y el
"ímholo; de hecho, so welve a
únicamente el estudio de las ¡elaciones entre el sipi. l¿ relación bipolar y de naturaleaa pdqri"" propu€sta
ficanto bM y el signiñcailo sbor. por Saussure.
EL PROCESO SEI\IÁNTICO SENIIDO Y NETJ\CIÓN

No existe contradicción alguna entre los dos esquo nificar, dentro de la perspectiva de una psicología
Das' perc el primero quiere subrayar eI carácter psíqui' actualmente superada y que üstingue sensación, per-
co de todo fenómeno lingüístico, y el segundo la auto' cepción, memorización, etcótera. Aquí r"-hién, el lin-
nmía de la palüra y de la coes: la palabra no es Ia giiista es t¡ibuta¡io do la fisiopsicología, aungue, dado
cosa. Son puntos de vista de psicólogoe y de lógicos' el estado actr¡al de esta cienciq continúa sieudo nás
frente a Ios cuales Saugsu¡e sostiene la autonomía de la o menos prisionero de Ia terminología tradicional.
lingtií*ica.
El tri,ángulo de Ogdcn ücure el mérito de reintro' 4. Snnroo Y RELACIóN
ducir la aoss nombrada que, extralingüística o tro, el
s€Eánüco no puedo igaorar. Al mis¡no ti.mpo que la psicología pone cn iluila la
Por otra pi.t", *iri*" *id* q-ou tl
Curso' de definición de un contenido mental del sigrro, la lingiüs-
Saussure ciertamente pootula la eemántica, pero sin tica moderna, de i¡¡spiración estructr¡ralista, rechaza
jouás Ilegar a formularlq en-ouIo caso. hubiera segu' la noción misma de scnüdo, eoncebiilo oomo una im¿-
gen agregada al sipificante, de la cual éste sería por'
ir-uot" ánpliado las bas€s de sr¡ andi§is, Ilevándolo
tador.
a la consideración de problemas prácticos'
La ilefinición gue ila Saussure-del §p9 t", sin em' Las palabras no tienen sentiilos, únicamente tienen
ompleos. Traté esto problema en varias ocasioneq espe-
bargo, puest& en duda por la psicología moderna y, snte
cialmente en mi Gronátim (capítulo 3) y en mi S;r¡r¿-
todol, ii" nociones de toc.p-to, de imagen mental, de
huelL mnemónica, que soir actualmente rechazadas ric (capítulo l). H scntido, tal como nos es comunicado
por la modicina y la fisiología' sin gue üghry ciencias en el discurso, depende de las relaciones de la palabra
con las otras palabras del contexto y estas relaciones son
Lyan llegaito a úna descriiA6l o a u¡a definición de
te.O1*os que sean ütisfactorias y comprobadas deterninadas por la csEuctura del sistema lingüístico.
"tt*
por loe datos inmádiatos de nuestra experiencia' Por lo EI sentido, o mejor, los seutidos de cada palabrq son
tanto, auoque invitan aI lingüista a leoeJ mucha pry' ddinidos por el conjunto de estas relacione y no por
dcncia en la utilización de dichos términos, negaudo una imagen de la cual aguélla sería portadora. La Pala-
a éstos a la vu todo valor epistemológico, Pa¡eoe que bra ttsentidot' vrrelve a encontra¡ así su etimologia ya
ro les puede colurrvar en la práctica y-qué -puede se- gue inüca "dirección", es decir, orientación hacia otros
guirse-hablando de oonce,pto, a3nque eabiendo que no signos.
conooemos muy bien la naturaleza exacta de esta no' Esta idea deriva de la noción que tiene Saussu¡e de
ci6n, o hablar de imagen mertal aunflue sabemos dee "üolo/', o sea de Ia relación del sigrro con las otras
de luego que no tenemos un rinúscr¡Io cine en el cere' formas del lenguaie (véase mi Cranaútiat capítulo.3).
bro. Otra-crític¿ del esquema de Saussure se rdiere Así, tomando un ejemplo simplificado, los valores y,
a Ios diferentes niveles del progfeso en el acto de sig- en consecuencia, los empleoo de Ia palabra uroio" do
28 EL PROCESO SEMANTICO ARBITRARIEDAD Y MOTIVACIÓN 29

psnd€n do la existencia o no existencia en el idioma Uno de loe pctulados de la lingüstica moderna es


de palabras como na,ranjq rosa, púrptra, etoéterg y que la lengu.a es un sistem¿ de símbolos arbitra¡ioe e
en auseneia de éstas, la wngre, la luw y runa maqtd,a! inmoüvadoo; quo no hay ningún nexo natural entre
rilta gon igrr,almente ro7'as. Es el estado del idioma el el nombre y la cosa nombrada y que, por lo tanto, sólo
que determina los valores de la palabrg que no son en virtr¡d de una relación netnmenüe couvencio¡ral las
otros que las posibilidades de relación gue definen un palabras caballo, lwrse o Pteril desigpan tal animal.
eampo de empleo en el disqurso El problema de "la arbitrarietlad del sipo üngiiís-
Prosiguiendo el análisis de Saussurg muchos lin$ii§ tico" ha suscitads desde Saussure numerosas discusio-
tas modernos e¡nsideran gue el idioma no es más quo nes. Parece efectivamente que Saussure tenía en mente
un sist€ma de valores y que las palabras no tienen sobre todo la teoríq e¡¡tones en boga, de un origen
sentido o quq en todos los casos, ücho seritido no onomatot'yico de los sonidoe, sin excluir lo nocién de
podría ser ilefiniilo oomo un& ttimagentt o un "conta moüvación en otros planoe.
ttportadgrt', como, Tenemos así tres nociones: arbitrariedad, moth¡oeütq
nido mentaltt crryo signo sería su
por cierto, lo decía el propio Saussure. conoención. A¡bi¿mria se opone a rwtiaado y tiene
Aun con riesgo de repetir Io gue he e,rrpresadq diré como corolario onaerqíotul, dado gue en auseucia de
q.ue yo creo, al igual que Saussure, en la necesiilad toda motivación únicameute la convensión fundamen-
de las doe nociones de valor estructural y do contenido ta Ia sigrrificación. Perc au¡etwional no ercluye a
semánüco. Lejoe do excluirse se complemeutan. En motü¡afu. Por otra psrt€, la esencia del sigro lingüís-
efecto, por una parte, la palabra se enq¡eritra abierta tico es la convencionalidad y no lo arbitrariq oonven-
hacia posibüdades de relaci6n gue van de ao¡erdo con cionalidad que tiende a la demotivación del sigrro y por
la estructura d¿I sistema lingüístico; pero, por otra Io Tismo a la arbitrariedad, pero que no excluye la
paúe, a mediila que üchas relaciones, virtr¡ales hasta motivación; simplementg €n este caso, la motivación
ántonceg son efectivamente ¡ealizadas en el üscurso constituye u¡a característica seeundarig no necesa¡ia
y reconocidas por los hablanteq el efecto de sentido gue inmediatamente y flue por lo mis¡no tiende a alterarse,
B. oscur€cerse y a menudo a borrarse. La observación
resulta de ello se fija en la memoria y se adhiere desde
ese momento al sigrro, confiriéndose un contenido. de Ios fenómenos lingüísticos permite añrm¡r $oo he-
chm inüscutibles. Primero, una vasta gama de las
palabras que empleamoo efectivamente es motivada y
5. AnsmnABrEDAD Y uorrvrcrór¡
dicha uotivaciórL uás o rnonoa consciente, según los
El sipo a wbí*wio en Ia medida en flue no existe casog determina el mpleo de esas palabras y su qvo-
entre d sigaificante y el significado ninguna ¡elación Iución. Segundo, toda nueva creación verbal es nece-
f[ue no sea una pura convención entre loe hablantes; sari&mente motivada; toda palabra es siempre moti-
en Gas, contrario, el sigrro se dice nolúdo. vada en su origeo y ooru¡erva esta moüvación por más
30 EL PROCESO SEM¡NTICO ARBTTMRIEDN) Y MOTIVACION 3I

o ¡nenos tiempo, según loe casosr h¡sta el momento compara r¡n ruido. o movieiento a formaq coloreq seu.
timi6¡¡1q§! ctc. . .
en qúe, acaba por'caer en Ia arbitre¡iedad, datlo Ero
la motivación ha cesado de ser percibida. E[ sipo onomatopéyico tiene sieupre oomo base una
He ahí Ia gran difertocia entre log cóiligos y loo convencióu y tiende a desmotiva¡se, almquc no deia de
lengrrajes. En u¡ código, todo nuevo Érmino es dado eer cierto que tdas las lenguas orplotan la motivación
oo¡L sr¡ ddinición (los lenguajes cientÍficos como eI ál'
fouética, que, bajo formas üvemas, desempeña r¡n pa.
gebra o ta física son cóügoo o¡¡ cierta uodida). En'el pel muy importante. Esto es partiarlarmento widarte
en el leorguaje poético; ya mostré en otra psrter! ia exis-
lenguaje de comunic¡ción, por d contrario, l¿ conven-
ción no es nunca expücit¿; el eontiilo del nuovo tér' tencia y la importaacia de los canpos onomatopéyicoo
mino se enct¡entra implicado cn la eitu&ción gue per- que se forman en el interior del sistepa lingiiístico.
mite al interlocutor reconocrlo e interpretarlo; y eu b) Hay nwtütrcün nintesémiq en el caso de loe
la medida en que €§ta nueva palabra es reconocidq cambios de sentido. La aignificaci6n os entonoes r€la
aoeptada y repetida se instituye r¡na convención; oou- vaila. Así e¡r la metáfora que ilesigaa a un psu son
vención tácita ¿ partir de la cr¡al la motiv¿ción ini- el noub¡e dg loup (bbo) tenemos un sigrificante
cial perilie su función etimológica y tiende a osuie acústico primario (la forma fónica laup) gue desig-
oerlle.
na norual-ente cierto ma-ífero, y €rlte primer eig-
Pero, al priacrpro toilas las palabras son motivadas
nificado constituye un significante secundario que
y muchas continúan eiéndolo duranto algun tiempo. La lleva a un segundo sipificado, el pez. Hay un doble
sistema d, el sigaificado primariq que sons-
moüvación constitu¡'g pueq, una de las ceracterísticas "igoc secundario, y entre sigaificailo
tituye un sipificante
fundamentales del eigno lingüístico. Puede tomar dieha
moiivación cuatro formag: fouética, metasémicg mor-
y sigtrificante sesundario se vuelve a encontrar los
misnxos problemas semánticos de la motivacióh y de su
fológica ] paronímigq sicnilo ef,ttraas las dos primeras
oscl¡recimiento subsiguiente.
e internas las última¡.
Este proceso es de gran'importancia en'la creación
f) h !fiorrvaclóN Bs uocr.órrcr cuando se bass poética, mítica y simbólica; lo describo detalladamente
en una relación eutre la cma sipificada y la forma
en mi artíqulo sob¡e la semiología de Ia orpreeión poé-
sigrificante, fuera del sisem¿ üngüístico.
tiea (cl4 op. cü., t l).
o) Hay nothsuün ionátie, ilirectay nd.uolren'las
onomatopsyas que se basan en rma analogía entre la
2) LL uor¡vroóx Es ENlxrcTórrc¿ cr¡audo se ori.
gina en el interior del propio sistc@a gl6tico, es decir,
forma fónica y la coea desipada. La onomaropeya es
de la propia lengua. La relaci6n motivante ya no está
acústica cuando reproduce un n¡ido (ru*rín, dus'
qwn). Es fonochética, cuando loo órganoe qu9 I Véase P. Guiraud, Pour une séntiolosb ilc ?erpressbn
la palabra reproiluócn el movimiemto desigaailo"mip"
(dcs- poéti4ue, Universidad de Lieja, 1961, y mis ¡rtículos del kil
lh, pimr, tory¿); es también fonometafórica qrando letin ile b Socüté ¡le Lí¡'sufu¡tiquz de Paris.
32 trL PROCESO SEIT,ÍANTICO ARBITRARIEDAD Y MOTIVACIÓN 33

aquí entre la Cooa significada y la forma significante, continúa siendo siempre libre dentro de ciertos límites.
sino entre la palabra y otras palabras flue ya existen lls contingenüe: cualquier modo de motivación es siem-
en ۤa lengua. pre posible; se designa al t'cuco" por onomatopeya, al
a) La motfurción nwrlolrígíca o uorfemática es el "carpintero" por metáfora, al "petirrojo" por sinécdo-
üpo más general y más fecundo. Se basa en la compo.si- que; en idioma francés se considera que las especies
ción, por ejemplo fornando floww a partir d, & son vendidas por el especiero, pero que el tabaco lo es
tanw, sigaiendo el antecedente de manglar, pinar, etc. por el "comerciante de tabaco" a la vez que los reme.
b) La motbrcün pronímia,, meno's regular y m᧠tlios son venüdos por el t'boticario".
accidental, se basa en la comparación o la confusión Por otra parte, Ia motivación no es determinante,
de dos formas idénticas (homónimas) o vecinas (paré- pues no es necesaria para el sentido, que se acfualiza
nimas); véase al respecto lo escrito en el cap. IV). En por una asociación convencional. De ello resulta que ter-
muchos casos, la motivación endoglótica se combina mine por ser olvidada. De esta suerte, ya no se ve la
con la e,ombinasión eroglótica, por lo que ciertas ono- ¿rsociación etirnológica entre un "Banco" (comercial,
natopeyas puedeu ser precipitadas y actualizadas de- hipotecario) y un "banco" de sentarse. ¿Y r¡rién asocia
bido a est¡:¡¡cturas existentes err el léxico. Ocurre lo un "sánclwich" con Lord Sandwich o los "espejuelos"
mismo con las metáforas o cm algunos préstamos. Re+ con un espejo?
pecto de estos problemas consúltese el capítulo V y mi Este oscurecimiento de la motivación no es tan sólo
li}r.o Étynwlogía. r¡n fenórnencr general, sino a menudo imprescindible
3) MorrvecróN y DEMorrvacIóN. fodas l* Wb para evitar una restricción del sentido. Por ejemplo,
bros wt ainwl,ógienaú¿ mothdas, ya s€a f[ue se un ttcuco" es ciertamente una ave cuyo canto es suge-
trate de préstemos (cuya moüvación se e¡cuentra en Ia rido por su nom]:re onomatopéyico, pero este rasgo ro
lengua original), de onomatopeyas, de derivados o com- es sa única característica. La palabra en uso, no debe
puesto§, o de cambioe de senüdo. Aungue en teoría nada rlvocar un rasgo único, sino el cnnjunto de la cosa que
se opone a la creación de palabras de manera completa. dc-signa. EI rasgo motivante no es siempre lo realmente
mente arbitraria. ile hedw tales creacio'r¡es no existen.' esencial; tal es el caso de "tortuga", cuyo étirno no
Todas las palabras son, cn consecue.ncia, etimológi- rrlude a su caparazón sino a sus patas torcidas.
camente motivadas, perq y he aguí lo importantg esfc f)e lo anterior se concluye que en el uso cotidiano
motiouión tw es ni ilq¿rminofu ni ileurmitw¡*. It motivación debe borrarse en provecho del sentido
No es enteramente determinadq porque la reacsión rrl que, en caso contrario, amenazaría con restringir, y
. El mlo ejemplo, siempre citado, es la palabra "gas", pem aún con alterar-
ya ha sido aclarado que se formó a partir del vocablo "c8os". En consecuencia, lo arbitrario del signo es una con-
De otro tipo son las formaciones publicitarias, como lodalg rlición de su buen funcionamiento. Son sólo los lengua-
ibp, ozo. ies 'opuros", cnmo el álgebra, aquellos que forjan sis"
34 BL PROCESO SEMANTICO CONCLUSIÓN 35

temas de símbolos carentes de toda asociación extracon- lcr de orden morfo;l,ógíco (derivación, composición) o
vencional. *'ntántíco (cambio de sentido).
Pero la motivación es una fuerza creadora inherente [)ero esta m,otiaacün etimológíca, que es una de las
aI lenguaje social, que es un organismo vivo de origen fr¡r:rzas creadoras del lenguaje, continúa siendo contiru
empírico. Sólo después de creada y motivada (natural ¡iente: el creador de una palabra queda siempre en
o éndoglóticamente) la palabra, las exigencias de la lil¡crtad de eligir entre los diferentes modos de moti-
función semántica traen consigo un oscurecimiento v¡rción creadora. Por otra parte tampoco w esencial,
de la motivación etimológica que, aI borrarse, puede ¡i scmtínÍ.icamcüe deÍerminante y tiende a oscurecerse
causar una alteración del sentido. y a borrarse en provecho de la asociación convencio.
El estudio de este doble proceso, que se encontrará rrrrl, que es la única que acredita el sentido.
continuamente a lo largo de la presente obra, constituye
uno de los problemas esenciales de la semántica'

6. Coxcr,usróx
La lengua es un sistema de signos que nos sirve para
comunicar nuestras ideas, evocando en la mente de
otro las imágenes conceptuales de las cosas que se for'
man en nuestra propia mente. La palabra no trasmite
la cosa, sino la imagen de la cosa.
El signo lingüístico es una asocíación de ilos imá'
genes mentales, una larmn acústica signilícanle o nom'
bre, y un concepto sígnifícd'o o sentido.
Esla asociación es un proceso psíquico, bipola.r y
recíproco, ya que el nombre evoca el sentido y el sen'
tido evoca el nombre.
La asociación significante es conaencbnal, resulta
de un acuerdo entre los que emplean la lengua.
Sin embargo la palabra siempre está originalmente
motivada, sea que haya una relmí,ón na'turd' entre la
forma acústica y la cosa significada (onomatopeya, ex.
clamaciones), o una relación endoglótica entre las pa'
labras en el interior de la lengua, relación que pueile
SENTIDOS Y EFECTOS DEL SENTIDO 37

"lloldán tocó el qteÍno" o "las operae¿ones continúan


II. LA SIGNIFICACIÓN: LA FUNCIÓN r:rrel delta". En cada uno de estos casos el nombre
(rvoca un coneepto preciso.
SEMANTICA
No habrá ambigüedades, salvo en los juegos de pala-
hras o en los retruécanos. Regirá siempre la regla de
Ll coltuurc¿.cIóx postula teóricamente un solo nombre rlue para cada sentido hay un nombre, y la lengua
para cada sentido y un solo sentido para cada nom-
rilimina las posibilidades de confusión que podrían pro.
bre. Pero, de hecho, se habla indiferentemente de una
rlucirse durante su desarrollo; es inclusivé una de las
operación (militar) y una operación (quirúrgica), de
(:irusas de los cambios de sentido (p. ?0).
un cuerno (de caza) y un cuerno (de res). Para cier-
Toda palabra está ligada a su contexto, del que ex-
tas palabras, como tthacert', tthombre", ttser", los dic-
lrae su sentido. Este sentido contextual puede confun-
cionarios dan hasta cincuenta o sesenta sentidos dis-
rlirse con el sentido de base en palabras técnicas como
tintos.
"sulfato de sodio" o t'encefalitis", cuya área contextual
Esta polisemi,,a existencia de muchos sentidos
-o
para una misma palabra- está agravada además por
cstá estrechamente delimitada, pero por lo general las
rliferencias de sentido se desprenden del contexto: .,pi-
la hom.onimb, o sea la existencia de palabras, diferen-
r:ür carne" (para hacer albóndigas) no es la misma
tes en su origen, que terminaron por confundirse a
rrcción que "picar al toro" (el picador) o,.picar el an.
consecuencia de su evolución fonética, por ejemplo
zuclo" (un pez). Los matices se precisan y la palabra
oert, ucrs, t)er, nerre, en francés, sin hablar de los sinó-
st: realiza en asociaciones conceptuales distintas, como
nímo's, que son conceptos que tienen varios nombres.
r,n "operaciones" militares, aritméticas, quirúrgicas, fi-
¿Cómo es posible esta situación? ¿Cuál es su origen rurncieras, etc.
y su frecuencia sobre el funcionamiento de la comuni-
[inalmente, las divergencias contextuales pueden
cación ?
.onducir a una escisión de los sentidos de basei o.pico
rle pájaro" y topico de Ia montaña, se aprecian como
1. SrN:rr¡os Y EFECTos DEL sENTrDo rl,,s pulu¡ru. diferentes y sin contacto.
l. Sentid,o d,e base y sentído contexüua,l. Si un nom-
2. Selttido y odnr estilíst:ico.z El sentido de base y el
bre puede tener varios sentidos, éstos son sentidos po-
sr:ntido contextual no se superponen; hay siempre un
tenciales o virtuales; nunca se actualiza más de uno de -es
solo sentido en una situación áada, que el sentido
ellos en un contexto dado.
Cada palabra tiene un sentido de base y un sentido 2 La palabra "valor" se toma aquí con un sentido
distinto
contextual;1 es el contexto el que precisa el sentido en nl que le da Saussure, para guien es el ¡uatiz de sentido que la
¡rulnhra deriva de sus relaciones con las demás palabras del
1 La terminología varía; algunos autores hablan de sen¿ido r,i\t(rma glótico (p. 83),
y electos d,e sentído; otros, de sentido y sigpíficacíín,
36
38 LA FUNCIÓN SEMANTICA SENTIDOS Y EFECTOS DEL SENTIDO 39

contextual. A Ia palabra en un sontexto corresponde u) Los ualDres expresínos y ln iloble funcün. ileil' len'
una sola imagen conceptual. Hemos visto que el lenguaje tiene una funeión
¡:,tru.je.
Pero al mismo tiempo se forman asocíaciones exüra- kigica o cognitiva; sirve para comunicar concePto§ evo-
twcíonalesl que, sin alterar el concepto, lo, coloran. En r:rndo en la mente del interlocutor las imágenes que
"le dieron un golpe en el coco", el sentido (contextual) nr: forma¡ en la nuestra propia. Pero esta comunica'
de ttcoco" es "cúeza", pero la palabra evoca al mismo «:ión nocional, que es Ia meta de la ciencia o del cono'
tiempo, por asociaciones bastante laxas, ideas de co- r;irniento lógico, no es sino indirectamente la de la
micidad, intención burlesca, gente vulgar, etc.; las de- r:omunicación social, fundamentalmente volitiva: co'
nominamos ualores, en oposición al sentido. Los valores r¡runicamos nuestros pensamientos para obtener ciertas
son asociaciones extrasemánticas. Como son distintas ttte amo"
rospuestas, ciertas reacciones. No basta decir
del sentido, son objeto de un estudio especial, que es o';ataquen al reducto", es preciso comunicar el fervor
la estilístíca;a al mismo tiempo, quedan estreehamente rlc esta pasión o la importancia del ataque urgente. Y
Iigadas al proceso semánticq del que constituyen uno otte t'es sumamente
cuando se diga amo con pasión" o
de los factores esenciales,, irnportante que ataquemos", seguimos en presencia de
Estos ualores esti,lísticos son de dos tipos. Por una simples conceptos, imágenes esquemáticas y a-bstractas
parte hay palabra y giros que expresan las emociones, de óosas, que habremos comunicade palabra no
los deseos, las intenciones, los juicios del que está ha- -61¿
es la cosa", y no la evoca sino indirectamente y com@
blando; de esta manera hemos apreciado una intención t través de un velo, mientras que la co§a misma es la
burlesca en "coco". Por otra parte, esta palabra evoca írnica que nos puede emocionar.
cierto mediq pues no todo el mundo, la emplearía; Por eso la comunicación conceptual se acompaña
algunos la usarían únicamente en una situación deter- rlc gestos, de mímica, de inflexiones de voz, que la re-
minada. Así, la palabra está asociada al grupo y al fuerzan al, expresar ndtura:l,m,ente nuestras emociones'
contexto social a los que de ordinario pertenece. Hay, nuestros deseos, nuestras intenciones, etcétera.
pues, valores expresivos y valores sociales o sociocon- Algunos de estos signos natwrale§ existen en estado
textuales. latente en la lengua misma"
3 Algunos autores distinguet las connotaciozes (que corres En "estoy muy so{prendido de ver a usted" hay dos
ponden a nuestras asociaciones extranocionales) por oposición nociones bajo la forma de dos imágenes conceptuales:
al sentido d,enotado". la presencia de usted * mi gran sorpresa'
a Véase P. Guiraud, La stylistique, colección Que sais-ie?, "¡Usted aquí!" signit'íca también dicha presencia,
París, 1954 [hay trad. esp.l; en el capítulo III, "Estilística de pero expresa' espontá,neam.enfe la sorpresa por un giro
la expresión", se discute con mayor detalle lo aquí esbozado.
Distinguimos ahí valores impresiuos de valores expresiuos; que reproduce naturalmente el movimiento interior de
en la presente obra los consideramos bajo Ia expresión única la emoción que esta presencia provoca Y {ue, hacién'
"vaiores expresivos". «lola concreta y visible, la identifica y le con{iere fuerza
n
40 LA FUNCIÓN SEMANTICA SENTIDOS Y EFECTOS DEL SENTIDO 4I

expresiva. Es una reacción natural, espontánea, incons- nes y de la situación de los sujetos hablantes, del tono,
ciente, no intencional, y que no pertenece, por Io tan- clel estilo.
to, aI sistema de la lengua. Pero desde el momento A cada una de estas categorías corresponden pala-
en que los poderes evocadores de la exclamación y la bras que les son propias y gue, por estar asociadas a
elipsis han sido reconocidos, pueden ser utilizados como ella-*, l¿s evocan en nuestra mente.
signos nocionales. Entonces se conaiene en que tt¡us- Estas asociaciones son naturales y espontáneas. In.
ted aquí" 3 666sto| sorprendido de verlo aquí,-verdáde- voluntariamente al hablar damos a conocer nuestro
ramente sorprendidq auténticamente sorprendido, tras- origen social, provincia nativa, profesión, nuestras in-
tornado de sorpresa.. . ." tenciones y actitud respecto al interlocutor? etc., por aso-
Aunque se vuelva convencionalmente asociada al r:iaciones que realizan las palabras y que se agrega¡l
concepto de la sorpresa, la expresión guarda el re{lejo siernpre al sentido de ellas. Pero desde el momento
de su origen natural en sus asociaciones subsidiarias: nn que su poder evocador es ¡econocido, pueden con-
sorpresa * aliento entrecortado, sobresalto físico, etc., vertirse en procedimientos de estilo, medios de expre-
asociaciones que evidentemente se debilitan al entrar :iar un aspecto partieular del sentido. Se vuelve a en.
en el área del acuerdo lingüístico, adquiriendo un sen- oontrar una vez más el proceso asociativo analizado
tido convencional, es decir semantizándose. ;rrrib (pp. 35 s.).
El proceso es el mismo en los cambios de sentido Al igual que los valores expresivos, Ios valores socio-
expresivo; una metá{ora del tipo "coco" tiene siempre cr¡ntextuales (que constituyen valores expresivos en po-
origen natural y espontáneo; luego, se termina por re- tencia) son a:sociaciones extrosenwínlicas de origen
conocerle un sentido convencional, pero el cual consena n atural.
el reflejo de la intención burlesca que tuvo original- Iin las primeras tenemos asocíación por símilitud:
mente. sirnilitud del nombre y de un movimiento natural del
Los valores expresivos son, pues, imágenes subsidia- ,rlma (elipsis, exclamación), similitud de Ia cosa con
rias quese superponen al sentido: son asoci¡¿ciones ex- llguna otra cosa, a la que se asocia (metáfora).
trasem,á.nticas d,e or,igen natural. tin el caso de los valores sociocontextuales hay una
u.sociacíón por contigüíd,ad, pues es en contacto con uñ
b) Los ualores socioconteritual¿s. Por otra parte, las lier-to medio, o una cleterminada situación, cómo la pa-
palabras evocan la imagen de aquellas person¿rs qrie lrrlrra ha tomado su color.
comúnmente Ias emplean, y de las situaciones a ]as Pero en ambos casos hay una asocionión, secu,nilaría
cuales son aplieadas. tnoti'»atha que se agrega a la asocíací,ón, primatia con-
Hay valores sociales que derivan del grupo econó- ,'t:ncíonal, que acredita el sentido.
mico, profesional, regional, etcétera; otros participan !-iegún esto, en cada palabra e!rcontramos cu¿ltro
de la naturaleza de Ia comuriicación, de las intencio- ti¡ir-is de asociaciones: el sentido de base, el sentido con-
42 LA FUNCIÓN SEMANTICA LA CREACIÓN SEMANTICA 43

te:rtual, el valor expresivo, el valor sociocontextual. Esto Según los individuos y las circunstancias, se produ-
lo ilustramos con el siguiente cuadro: ocn en el interior de Ia palabra intercambios constan-
Ics s¡¡r. las diversas asociaciones. La función de las
setuíntice utilístíca tres asociaciones subsidiarias es Ia de precisar y de ma-
t.izar el sentido de base, pero pueden, al desarrollarse,
r lelormarlo, ahogarlo y hasta sustituirlo completamente.

sentido valor llste es el problema de los desplazamientos de sentido


de base expresivo \p. aa).

2. La cnr¡,cróN spuÁNrrc¡.
¿;De dónde vienen las palabras? ¿Cómo se establece
sentido r:l pacto semánticq el acuerdo colectivo que asocia un
contextual rrombre con un sentido y con valores subsidiarios que
lo matizan?
Las palabras son creaciones humanas y, al mis¡no
ticmpo, co no la mayoría de las creaciones del hombre,
El cuadro representa una palabra, y cada uno de tienen vida propia. Nosotros las creamos y ellas se
sus cuadrantes una asociación particular. En "la ope- crean.
ración bistec está en marcha", la palabra "operación" Al igual que en un'iardín, se escogen las especies,
evoca: sc seleccionan las semillas, se plantan, se injertan, sc
t) Un sentido de base: una secuencia de actos co- oruzan, etc6tera, y las plantas viven, prosperan unas y
ordinados con una finalidad determinada. sc marchitan otras, otras más son ahogadas por ve-
2) Un sentido contextual: una operación adminis. r:inos demasiado exuberantes, se realizan hibridaciones
trativa contra un grupo económico determinado. rraturales.
3) Un valor sociocontextual: Ia fórmula sugiere Ia De la misma manera hay una creación consciente y
operación y el comunicado militares. una evolución espontánea de Ia lengua.
4) De ello resulta un valor expresivo, la idea de una Creamos las palabras para dar nombres a las cosas,
operación firmemente estructurada, enérgica, decidida sca porque aún carezcan de ellos, sea porque el que
a llegar hasta el fin; y un efecto cómico y burlesco que licnen no cumpla ya eficazmente su función, [sta fun-
tiene su origen en lo inadecuado del sentido a la reali- <:ión es, según hemos visto, cloble: cognitiva o semán-
dad, y en el valor hiperbólico de una operación en la tica, expresiva o estilística.
cual no creemos. De ahí la doble función de Ia nominación: Ia pala-

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