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Talento Humano, Comunicación y Liderazgo

El Área de Talento Humano es una de las dependencias operativas más importantes


en una empresa. A través de ella, se desarrollan los distintos procesos de selección
de personal y estrategias de buen clima organizaciones, buscando que los
empleados se sientan felices en su lugar de trabajo y tengan identidad corporativa.
Un trabajador contento aumenta su productividad y realiza sus labores con más
eficiencia y efectividad.

En este sentido, la administración del talento humano es una labor estratégica que
apoya los procesos de las otras áreas operativas y dinamiza las actividades, a
través de un ambiente organizacional sano que les permite a los empleados
desarrollar sus ideas y establecer flujos de comunicación horizontales, canales de
diálogo eficaces y tareas de liderazgo para todos los miembros. Gracias al trabajo
del Área de Talento Humano, el empleado no se siente como uno más, sino como
alguien importante para su empresa.

Para Chiavenato (2007), “los Recursos Humanos o RH son entendidos como un


conjunto de prácticas de recursos humanos. Es la forma en que la organización
maneja sus actividades de reclutamiento, selección, formación, remuneración,
prestaciones, comunicación, higiene y seguridad en el trabajo” (p.41). De todos
modos, para este autor los RH también pueden ser entendios como el departamento
o dependencia dentro de una empresa y también los profesionales que trabajan en
ella.

En este contexto, se puede expresar de manera enfática que el Área de Talento


Humano no debe ser algo esporádico en una empresa. Si una organización
realmente quiere potenciar todos sus ejes estratégicos de acción, debe gestionar
de manera correcta el recurso humano.
Los cambios culturales y sociales que se han presentado durante el siglo XX,
crearon el caldo de cultivo propicio para las nuevas tendencias relacionadas con el
talento humano, entendiendo que el concepto de trabajador en la actualidad ha
cambiado. En estos momentos, el empleado ya no es simplemente alguien que
debe aceptar sin protestar todas las disposiciones del jefe; por el contrario es un ser
humano que conoce sus derechos y deberes y actúa en consecuencia a ese saber.
Bajo esta perspectiva, algunas de las tendencias actuales son: productividad
individual, ajustes entre la persona y la organización, ética y responsabilidad social,
delegación de poder y movilidad laboral.

Al hablar de los ajustes entre la persona y la organización, destaca la situación


descrita anteriormente. Es decir, la empresa no puede abusar de su poder
intentando violar los derechos de los trabajadores en función de una productividad
financiera, lo que afectará la percepción tanto interna como externa que se tiene de
la entidad. En otras palabras, el mercado percibe las políticas laborales y orienta su
comportamiento de venta como una forma de criticar la actuación incorrecta de la
empresa en relación al recurso humano.

Por otro lado, al abordar otra tendencia como la delegación de poder, el panorama
cambia en relación a unas décadas atrás donde el jefe tenía la última palabra y el
empleado se limitaba a obedecer. En tiempos modernos, uno de los aspectos
centrales de las empresas es la comunicación abierta y horizontal, que posibilita
dentro del marco respeto que los demás trabajadores opinen acerca de algunas
temáticas y cuestiones gerenciales, lo que genera un sentimiento de pertenencia
que va más allá del simple salario que se recibe. Este tipo de comunicación se ve
fortalecida por herramientas como el correo electrónico, los foros laborales, las
redes sociales y los medios de transmisión digital, todo ello enmarcado dentro del
esquema de la globalización.

Otro elemento trascendental en la actual gestión del talento humano tiene que ver
con el trabajo flexible, concepto que nace de la nueva tendencia administrativa que
apoya la idea de repartir el liderazgo y no concentrarlo en una sola persona
exclusivamente.
Un ejemplo que permite explicar esta premisa se encuentra en la elaboración de los
llamados manuales de funciones en las empresas. Si un manual de funciones
establece tareas comportamientos específicos, estamos frente a un modelo
tradicional de administración vertical que no le da voz al empleado. Por el contrario,
si el manual de funciones presenta de manera general un cargo determinado pero
no se enfoca en los detalles, dicha organización estará caracterizada por un modelo
de trabajo flexible y por una cultura corporativa que propicie los equipos de trabajo
y l liderazgo compartido.

En conclusión, el Área de Talento Humano que debe ser asumida y abordada con
toda la responsabilidad tanto por los miembros que la conforma como por los demás
empleados de la empresa. Una organización con una buena gestión humana genera
espacios y momentos donde los empleados se sientan, realiza buenos procesos de
selección de personal y fortalece la comunicación horizontal, el liderazgo
compartido y el trabajo cooperativo, usando como herramientas los recursos
digitales que nos brinda el mundo globalizado.

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