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MACROECONOMIA

LA META DE INFLACION EN CHILE

Integrantes: Jorge Leiva Diaz, Alex Fuentes Muñoz

Profesor: Jeannette Espinoza

Asignatura: Macroeconomía

Carrera: Ingeniería En Administración de Empresas Mención Finanzas


Introducción

Cuando comenzamos en la asignatura de Macroeconomía a hablar de Inflación, debemos


considerar que se entiende por Inflación a un proceso económico provocado por el
desequilibrio existente entre la producción y la demanda; el cual causa un aumento
continuo en los precios de la mayoría de los productos y servicios, provocando así una
perdida del valor del dinero para poder adquirirlos y/o hacer uso de ellos.

Para medir el crecimiento o decrecimiento de la Inflación se utilizan índices, los cuales


reflejan el movimiento de esta ya sea crecimiento o decrecimiento porcentual de la
canasta de bienes que a su vez nos proporcionara el porcentaje (%) del aumento o
perdida del valor de la moneda.

Para controlar esta Inflación el Banco Central de Chile juega un rol fundamental ya que es
el encargado de proteger el valor de la moneda Nacional, en este caso el Peso ($).

Dentro de las proyecciones del Banco Central de Chile, se ha planteado como meta de
Inflación proyectada entre los años 2020 y el 2021 como plazo se ubique en un 3%.
Objetivo

El objetivo del presente informe es investigar la meta de inflación en Chile y a su vez


comprender las causas y consecuencias de su implementación, en donde sus
consecuencias pueden ser muy favorables o muy desfavorables para el país, ya que si
ésta meta no se cumple o no se maneja adecuadamente el país puede caer en una
indeseada crisis y eso afecta directamente al ingreso de capitales a la economía, el buen
manejo de ésta puede hacer al país muy atractivo para nuevos capitales.
Desarrollo

Entendiendo ya lo que es Inflación, y sabiendo que tener una Inflación baja y estable, en
otras palabras, tenerla controlada contribuye enormemente a lograr tener un mayor
crecimiento económico para todos los sectores, ya que esto favorece tanto a la inversión y
al consumo, de tal manera que permite asignar los recursos de manera más eficiente, por
sobretodo a la población de menos recursos del país.

Claramente, cuando hay un incremento en los precios la capacidad adquisitiva de los


consumidores disminuye significativamente, ya que normalmente los precios de los
sueldos o salarios como se les quiera decir no se ajustan en el mismo tiempo o con la
misma velocidad en que lo hacen los bienes. Es por eso que en un ambiente inflacionario
hay incertidumbre respecto de precios de venta, costos de producción, lo que se traduce a
que las actividades productivas sean un negocio mucho mas riesgoso de lo normal, por lo
que a su vez provoca que se desincentive la inversión.

Por otra parte, la Deflación tiene consecuencias que no son atractivas, es más, que nadie
desea, ya que los consumidores comenzarán a sustituir su consumo presente, ya que
consumirán solamente lo necesario y en el futuro la compra de otros bienes, suponiendo y
esperando un menor valor de estos.

Esto también va de la mano con las decisiones de inversión de los empresarios, ya que, al
ver una caída en los precios, seguramente van a posponer sus inversiones, ya que los
productos no serán vendidos inmediatamente, lo que conlleva a que los inventarios
aumenten y la productividad baje, lo que aumentaría sus costos, por ende, deja de ser
atractivo invertir en esos momentos o ciclos económicos.

Entendiendo que la Inflación es el comportamiento inestable de los precios ya sea al alza


o a la baja, se transforma en un elemento clave el cual distorsiona la economía debido a
que su función es informar a los consumidores y productores o inversionistas de las
potenciales necesidades del mercado.

Para no tener inconvenientes con la inestabilidad, la autoridad fija usualmente un


parámetro inflacionario con el cual se puede permitir un alza de precios bajos, el cual
incentiva la actividad económica en el corto plazo, sin que se produzca un efecto contrario
al esperado de empobrecer a los consumidores.
En el caso de nuestro país, el Banco Central de Chile, fija el objetivo en el 3% de Inflación
anual, con una desviación de un punto porcentual mas arriba o abajo.

Para frenar la Inflación existen medidas las cuales se conocen como políticas de
estabilización, pero lo fundamental para poder aplicarlas es que se haya podido identificar
correctamente y a tiempo las causas que provocan el alza de los precios.

El siguiente grafico, nos muestra un resumen de las fluctuaciones de la Inflación en Chile


en variación porcentual, la cual en marzo estaba situada en 3,7%, o sea, dentro de lo
proyectado por el Banco Central con la desviación porcentual aceptada.
En el siguiente grafico, podemos notar que desde enero el IPC venia a la baja para en
marzo estar dentro del 0,3% , luego de que en Enero estaba por el 0,6%.

Tener un IPC bajo o estable, es decir con variaciones aceptables y no tan extremas
favorece enormemente a los consumidores ya que este demuestra la evolución en la
variación de los precios de la canasta familiar.

La inflación de Chile aumentó más de lo que todos los analistas esperaban en


febrero, desafiando las apuestas de que el banco central reducirá su tasa de interés este
mes para estimular una economía dañada por las protestas y una recesión global.
Para complicar aún más las cosas, el brote de coronavirus ha paralizado la demanda en
China, el principal socio comercial de Chile y un comprador clave de sus exportaciones de
cobre. Una moneda más débil puede alimentar la inflación al elevar el precio de las
importaciones. La inflación subyacente, que no incluye los precios de los alimentos y el
combustible, se situó en 0,4% mensual.

El banco central prevé un máximo de inflación anual cercano al 4% a mediados de año y


tanto los operadores como los economistas esperan que retroceda hacia el objetivo del
3% en diciembre. Factores como el débil crecimiento económico y el alto desempleo
ayudarán a controlar los precios.

La trayectoria de la inflación en el mediano plazo estará dominada por la fuerte ampliación


de la brecha de actividad que se prevé en el escenario recién descrito. En el corto plazo
operan fuerzas en sentidos opuestos, por un lado, la significativa caída en el precio del
petróleo y, por otro, la depreciación del peso. Sobre esta última, es importante destacar
que, a diferencia de lo ocurrido tras la crisis social, la depreciación más reciente del peso
no es idiosincrática, sino que responde a la apreciación global del dólar. Así entonces, su
traspaso a los precios locales debiera ser menor. Por otro lado, aunque en la coyuntura
actual podrían generarse alzas de precios por consideraciones de oferta, por ejemplo, en
productos que puedan presentar desabastecimientos o quiebres de stock, se anticipa que
la fuerte caída de la demanda en el resto de los bienes y servicios predominará en la
dinámica inflacionaria de mediano plazo. esperan dos recortes de tasas de 25 puntos
bases en el segundo semestre del año”.

En el escenario base, la inflación tendrá una trayectoria descendente en los trimestres


venideros, bajando desde el registro de 3,9% en febrero a valores cercanos a 3% anual
en el último trimestre de este año, para luego fluctuar en torno a ese valor en el 2021.
Cabe destacar que la recuperación de los precios de los combustibles previsto para el
2021 será el principal responsable en explicar el incremento transitorio que se prevé para
la inflación en dicho año. La inflación subyacente fluctuará en torno a 3% durante gran
parte del horizonte de proyección.

En todo caso, la convergencia a la meta de inflación puede requerir mantener la TPM en


su mínimo técnico por un mayor tiempo y/o el uso de medidas adicionales. Los escenarios
donde el crecimiento podría ubicarse en la parte alta de los rangos de proyección o la
convergencia de la inflación requierendo un retiro anticipado del estímulo monetario. Esto
podría suceder en situaciones donde el aislamiento logre reducir la velocidad de contagio
en forma rápida y la actividad económica comienza a normalizarse antes de lo previsto,
evitando efectos más persistentes en la solvencia de las empresas y amortiguando de
forma importante los efectos negativos en el mercado laboral. También pueden darse
escenarios en que la interrupción del normal funcionamiento de las empresas deriva en
una reducción relevante de la oferta disponible de bienes y servicios que da paso a
aumentos importantes de sus precios. En estos casos no es evidente que la respuesta de
política deba ser la de un retiro anticipado del estímulo monetario, especialmente si las
expectativas de inflación permanecen ancladas a la meta. La tercera dimensión de
incertidumbre la TPM de largo plazo, o neutral se captura en el corredor al permitir que,
en horizontes más largos, la TPM converja gradualmente a sus límites inferior y superior,
actualmente estimados entre 3,75 y 4,25%. Esta dimensión de incertidumbre es menos
relevante en la actual coyuntura debido a que todos los escenarios macroeconómicos
considerados dentro del escenario base requieren mantener un estímulo monetario
significativo a lo largo del horizonte de política, anticipándose una normalización de la
TPM hacia sus niveles neutrales a plazos mayores a dos años. Considerando todos estos
escenarios posibles, el Consejo considera que el balance de riesgos para la actividad está
sesgado a la baja en el corto plazo y equilibrado en el mediano plazo.

La meta de inflación es definida respecto a la variación anual del IPC que elabora el
Instituto Nacional de Estadísticas, la cual se elabora a partir de la evolución mensual que
van teniendo los precios de la canasta básica del consumo de bienes y servicios.

Ya sabemos que la elección de Chile es en el 3% para la meta, la cual se deriva del


análisis de las ventajas y desventajas que se puede obtener de otros niveles de inflación,
entre ellos, se encuentra la necesidad de facilitar el ajuste de precios relativos y mantener
una distancia con el limite de cero en la tasa nominal.

Que la meta de inflación sea a dos años no es casualidad, ya que en este periodo se
puede ver los rezagos entre los cambios de las políticas y los efectos que este tiene con
los instrumentos utilizados.

En Chile existe la flotación cambiaria, la cual se refiere al rango dentro del cual puede
moverse libremente el tipo de cambio. Esto facilita la aplicación de una política monetaria
contracíclica, ya que permite que el tipo de cambio pueda ajustarse ante shocks para
reducir riesgos de desviaciones sostenidas en los precios relativos.

El Banco Central mantiene un stock de reservas internacionales para hacer frente ante
eventualidades y poder manejar el tipo de cambio ante fuertes alzas o bajas de éste.
Este grafico, nos dá a conocer las proyecciones de inflación para el año 2020 de los
países de la región, y como podemos analizar Chile lucha por mantener el 3% mientras
otros como Argentina por llegar al 42,20%, lo cual nos deja en una excelente posición ya
que estamos con los índices mas bajos inflacionarios junto a Perú y Costa Rica.

En el siguiente grafico podemos ver que en los últimos años, Chile se ha podido
posicionar dentro de la meta de inflación.
Comentarios finales

Luego de desarrollar el tema propuesto, se puede dilucidar que el mal manejo puede
llevar a una crisis económica profunda a nuestro país, luego de conocer la inflación en
otros vecinos de nuestra región, no estamos tan mal, pero al tener una buena política
monetaria y actuar a tiempo debido a la política cambiaria que tenemos, nos permite
reaccionar a tiempo.

La crisis sanitaria del COVID-19, viene a jugar una mala pasada a todos los países, pero
al nuestro golpea fuertemente, ya que estamos saliendo del “estallido social” y esta
pandemia estanca la economía y con ellos se puede llegar a cifras muy desfavorables
como ya se esta viendo; el aumento del desempleo, aumento de precios de bienes, cierre
temporal de fuentes laborales y sin goce de sueldo a sus trabajadores (la mayoría), hace
que los consumidores tengan menos poder adquisitivo para combatir esta crisis.

Mantener una meta inflacionaria estable y baja, ha podido demostrar el crecimiento


constante que ha tenido el país durante los últimos años, marcado por una economía
abierta en la que tanto ingresan nuevos capitales, también se invierte en el extranjero.
Bibliografía

Gran parte de la información para el desarrollo de este trabajo fue de:

www.bcentral.cl

www.latercera.com

www.hacienda.cl

www.emol.com

www.ine.cl

y otra parte es de apuntes de clases enviados por doña Jeannette Espinoza (profesora de
la asignatura)

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