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DEL TRABAJO, LA DEPRESIÓN Y EL DESPIDO.

La dignidad no tiene precio. Cuando alguien comienza a dar pequeñas


concesiones, al final, la vida pierde su sentido

José Saramago.

Colombia, ubicado en la esquina suramericana, bañado por dos océanos y


engalanado con biodiversidad, es uno de los países en donde la brecha de la
inequidad crecer abismalmente, los entes gubernamentales tratan de funcionar
aun a expensas de la corrupción que se vislumbra por doquier, los colombianos
viajamos en el día a día de la incertidumbre ante unas instituciones que más que
ofrecer seguridad nos ofrecen esa suerte de desamparado a la cual nos hemos
acostumbrado, el derecho a la educación, a la salud, al trabajo creemos que es
algo que se nos ha dado por tener suerte, más ignoramos que es “algo” que se
nos debe por derecho. La salud mental en Colombia es todavía un tabú para
muchas personas, profesionales y empresas; se desconoce incluso que las
enfermedades mentales son tan incapacitantes como un trauma, es en este
contexto en donde la corte constitucional por medio de la sentencia T-494 de
2018, trata de dignificar el derecho al trabajo y al mínimo vital. ¿Merece un
empleado con trastorno mixto de ansiedad y depresión ser despedido por
presentar disminución en su rendimiento laboral?

La palabra “depresión” la usamos de forma común y por ende ha llegado a tomar


diferentes significados. A menudo se utiliza para referirse a momentos temporales
de desánimo, tristeza tras experimentar la pérdida de salud, de un ser querido,
tras la frustración, o ante dificultades cotidianas. Las depresiones son trastornos
mentales con síntomas y signos característicos, aunque no específicos y de forma
crónica que deterioran el funcionamiento diario y la calidad de vida de la persona
afectada. La depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo¹. Al
menos un 20% de personas sufrirán una depresión a lo largo de su vida. En un
año cualquiera, un 9,5% de los adultos enfermarán por este motivo². En un
momento cualquiera de nuestra vida, uno de cada veinte adultos en edad laboral,
estarán clínicamente deprimidos. Se hace evidente el deterioro de los roles
sociolaborales (como en el caso del señor Jaiber Alfonso Bernal Linares) y en las
relaciones interpersonales como consecuencia de la depresión. La insatisfacción y
malestar que se experimenta en el trabajo es algo que estará de forma recurrente
ya que este tipo de enfermedad no tiene cura, tan solo se trata de aminorar sus
síntomas para que la persona pueda “continuar” en sus labores diarias.

En el señor Bernal Linares existe una recurrencia depresiva, ésta se acompañó de


un rápido empeoramiento del funcionamiento sociolaboral, referido tanto a la
eficacia como en la productividad; para la empresa para la cual laboraba el señor
Bernal no existía un “soporte médico en el expediente que dé cuenta de manera
objetiva de una situación de salud que le dificulte o impida el normal desarrollo de
las funciones laborales derivadas de su cargo de Ejecutivo Junior Tarjeta de
Crédito” es decir, que para la empresa no existe una causal que limite física o
mentalmente el desempeño en el oficio laborado por el señor Bernal, motivo por
el cual deciden despedirlo sin autorización de la Oficina del Trabajo y
desconociendo el impacto que la enfermedad ha generado en el señor y aún más
violando el derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada del señor.

¿Cuál fue el papel de la corte constitucional ante la vulneración al derecho al


trabajo en este caso? La corte concluyo que la estabilidad laboral reforzada debe
proteger a aquellos trabajadores que padezcan de algún tipo de limitación física o
psicológica que no les permita realizar su trabajo regularmente (independiente del
tipo de enfermedad limitante), para que su relación laboral no sea terminada por
motivo de la limitación. Don Jaiber Alfonso Bernal Linares fue desvinculado
laboralmente de su empleo sin justa causa, debido a la condición médica que le
fue diagnosticada (trastorno mixto de ansiedad y depresión). Dicha patología
afectó considerablemente su rendimiento profesional durante la vigencia del
contrato y persistió hasta el momento de la terminación del mismo. No obstante,
tal circunstancia fue siempre del conocimiento de su empleador, quien optó por
despedirlo sin contar con la previa autorización de la Oficina del Trabajo. Teniendo
en cuenta lo manifestado la corte constitucional declaró que el señor Berbal
merece gozar de estabilidad laboral reforzada y, por consiguiente, en su beneficio
debían aplicarse las consecuencias jurídicas previstas para este tipo de eventos,
las cuales eran ser restituido en su cargo laboral.

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1. Murray C.S.L.; López A.D. The global burden of disease: A comprensive


assesment of mortality and disability from diseases, injuries and risk factors
in 1990 and projected to 2020. Cambridge, MA. Harvard University Press
1996.
2. Mingote J.C.; del Pino P.; Huidobro A.; Gutiérrez D.; de Miguel I.; Gálvez M.
El paciente que padece un trastorno psicótico en el trabajo: diagnóstico y
tratamiento. Med Segur Trab 2007; 52 (208): 29-52.
3. Sentencia T-494 de 2018 Corte Constitucional/ Referencia: Expediente T-
6.683.184/ Acción de tutela presentada por Jaiber Alfonso Bernal Linares
contra la Empresa Ventas y Servicios S.A.

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