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Narciso Benbenaste.
En mayo del año en curso finalizó una tanda de seis partidas de ajedrez. En la cual Deep
Blue derrotó al campeón mundial: 3,1/2 a 2,1/2.
Es cierto que en ese match Garry Kasparov no jugó a su altura -lo muestra el abandono en
la 2a. partida que pudo ser tablas y su innovación en la séptima jugada de la 6a. partida le
provocó una catastrófica derrota. Aunque en el próximo enfrentamiento el campeón mundial
pueda revertir el resultado, a largo plazo la computadora le ganara a cualquiera. Esto porque
se trata de un luego formal: significa que por complejo que sea. Lo que allí puede ocurrir es
formalizadle y potencialmente manejable por la computadora.
Los términos del ajedrez (reglas y movimientos de las piezas) son independientes respecto
a la materialidad con que estas se hallan revestidas y a sus eventuales contactos con los
contextos circunstanciales.
Por ahora Deep Blue no llegó a ese nivel de perfección, pero aumentó su performance
respecto al match anterior. A medida que se formalice, el ajedrez dejara de ser un juego -
como ya ocurre con las ‘damas y el ‘ta, te, ti’. Con la creciente formalización del ajedrez, va
quedando menos lugar para el valor de las decisiones heurísticas, para estrategias y
novedades. Aspectos estos que hacen a lo peculiar del proceso de pensamiento del humano
jugador.
La computadora
Así, el jugador profesional de ajedrez también, al igual que en otros oficios, está advertido
que su trabajo es automatizable; aún el campeón mundial es un virtual desempleado.
Kasparov ya sabe que con la máquina no se juega. Claro que hasta su retiro él cobrará
algunas sumas para ir certificando la defunción del ajedrez como juego. Por un corto lapso,
entre la caducidad del jugador humano y la perfección maquinal, el juego podría realizarse
entre las máquinas de las grandes firmas comerciales (en cuyo caso Kasparov podría tener
un nuevo empleo como asesor, pero también quien sabe si alcanza a jubilarse con ese
oficio).
Con la tecnología computacional, todas las actividades que son formalizables, virtualmente
pueden ser realizadas por la máquina.
La computarización está haciendo que tanto los juegos formales como las distintas
actividades laborales puedan automatizarse. Con el creciente papel de los procesos
computarizados, mismo las nuevas tareas y entornos productivos se van concibiendo
congruentes a lo ya computarizado o susceptible de digitalizar.
La inseguridad del empleo es, la repercusión en los trabajadores de una similar situación de
las empresas en el concierto del mercado (es redundante ya hablar de mercado mundial).
En primer lugar el tránsito no es instantáneo, hay un lapso entre la pérdida de empleo en las
actividades industriales respecto a la nueva ubicación en el plano de los servicios. Ese
interregno resulta cruel para muchos.
Una segunda cuestión es que no todos pueden recapacitarse, sea por la dificultad de
acceder a la capacitación o porque la edad los hace poco aptos para la clase de opciones
que genera el mercado.
Uno es el parasitismo que existía en el Estado. Mentalidad que en parte se debió a que el
ingreso al Estado fue utilizado para satisfacer el clientelismo de los partidos políticos o la
subalternidad ociosa de los gobiernos militares.
Se incentivo una mentalidad ‘regresiva’ para recibir, por lo tanto sujetos poco dispuestos al
trabajo, menos aún a desarrollarse.
Por eso las privatizaciones aunque bruscas y despiadadas fueron legitimadas por la
sociedad civil, pues dejó en la superficie la malignidad con que fue usado el Estado.
En realidad el Estado se hallaba privatizado por una forma de propiedad privada prevendaria
históricamente más atrasada que la propiedad privada mercantil que las desplazó.
Un segundo factor es el tipo de cambio adoptado en 1991. La fijeza del uno por uno, permitió
la importación de bienes de capital que, a mediano plazo, modernizó las empresas para que
desde el '95 se comenzara a notar un aumento significativo de las exportaciones.
Pero también ese tipo de cambio permitió la entrada de bienes de consumo masivo, que
fue un factor para el cierre de numerosas empresas y la consiguiente cesantía de personal
(ello se agravó en el '95 por el fenómeno «Tequila»),
Un punto para entender la dimensión del problema del desempleo así como las posibilidades
y formas de solución es distinguir lo que corresponde a tendencias mundiales respecto a lo
que es un modelo nacional.
En el caso argentino, un rasgo decisivo del modelo es el tipo de cambio y su fijeza, instalada
desde 1991.
Hecha esta distinción -a menudo ignorada- se hace ocioso decir que, si se modificara el
modelo, subsistirían las implicancias básicas de la tendencia mundial a producir cada vez
más con menos gente resignificada en el capitalismo, es decir por un tipo de sociedad que
tiende a ser no otra cosa que mercado3
También cabe distinguir entre Modelo y las formas que entorpecen su validez en Argentina.
De esa índole son la corrupción de tipo prebendaria, tales como las organizaciones mafiosas
que buscan establecer formas casi monopólicas en ciertos rubros, las importaciones
ilegales, la evasión impositiva o incluso las altas tasas de interés que se dan en el sistema
financiero del país.
Esto quiere decir que es perfectible el modelo. Pero por pulido que se halle, no anula los
efectos de la dinámica estructural del mercado, esto es de una dinámica advenida histórico-
inconscientemente. Estructural significa que nadie inventó los rasgos básicos y la lógica, en
este caso del mercado convertido en sociedad, lo que no obsta para que grupos poderosos
lo usufructúen.
Incluso los períodos económicos de las respectivas regiones dependen, cada vez más de
modo sustantivo, del grado de inversiones del capital financiero internacional.
Por ejemplo el informe de CEPAL 1996-1997, muestra un aumento de los PBI de varios
países del área, y también un aumento de la deuda externa así como del desempleo 4.
Entonces las pequeñas empresas se unificarían o bien se ¡rían eliminando, tal como ahora
les sucede en la realidad intensamente competitiva del mercado mundializado. En todo caso
habría espacio para el desarrollo de aquellas que logren ofrecer novedades, sea en
procesos, productos o servicios.
Hay que avisar sobre el peligro que implica identificar lo formalizado con el ideal de la
ciencia. Importantes propulsores de la «IA» (inteligencia Artificial) así como del Empirismo
Lógico, sustentan ese aserto.
No se trata que deba aceptarse que nuestra especie arribó al punto omega de la evolución.
Tampoco desechar que su mejoría pueda hacerse, esto es lograble por vía no natural.
Según cómo se entienda la relación hombre-máquina se legitimará la marginación de una
parte y la devaluación general de la especie. A su vez esa relación depende de lo que se
entienda por ciencia y en especial sobre la peculiaridad y posibilidades del psiquismo.
En rigor hay dos medidas principales -bien que acompañadas de otras suplementarias- que
pueden dar lugar a una gradual modificación en los rasgos de la estructura social que causa
esta marginación social llamada desempleo.
1) Una es la garantía de una asistencia básica a todos los que no obtienen ingresos en el
mercado.
Pero esa erogación debe ser solidaria de la exigencia para que quienes la reciben se
incorporen al proceso educacional.
Esta medida necesita al menos dos suplementarias. Una a nivel nacional y otra de alcance
internacional. La primera atañe a la mejora de la recaudación impositiva para garantizar un
constante crecimiento en la inversión educativa. Hay que entender que una transformación
educativa adecuada hará que sea claro el carácter de inversión y no de gasto, como lo es
cuando existe un tipo de formación incierta en sus efectos. Incertidumbre que no intenta
corregirse en profundidad en la medida que en la etapa actual del mercado sólo necesita
capacitaciones instrumentales.
La segunda, de carácter mundial, hace a la racionalidad del crecimiento demográfico.
2) La segunda medida es una transformación de los sistemas educativos.
Esos dos tipos de actitudes son opuestos a la ¡dea de educar para la ‘realidad’, que implica
una actitud anticientífica e históricamente atrasada respecto al mundo laboral que se está
perfilando.
Hay que decir que esa adaptación a la realidad cotidiana tiende a concebírsela de modo
moderno. Esto es a sabiendas que es cambiante. Sin embargo tal ‘modernización’ no cambia
el carácter de una formación fundamentalmente adaptativa en lugar de capacidad para
pensar y producir la realidad.
Es una transformación educativa con vistas a generar una formación para producir no
solamente servicios, es decisivo generar una ‘actitud científica'. Una actitud para entender
que hay diferentes niveles de realidad según los tipos de interacción sujeto-objeto. Que en
el caso de la realidad cotidiana se trata de una interacción promovida por juicios de bajo
nivel de abstracción, habitualmente sólo sostenidos por las impresiones sensoriales en
“bruto”, pero que pueden construir otros niveles de interacción en base al empleo de un nivel
de abstracción creciente.
La ciencia entendida como el proceso de construcción de representaciones sobre la relación
sujeto-objeto, y en función de ello, el favorecimiento en el educando de una actitud científica,
es condición para una jerarquización social de la vida intersubjetiva. ¿Por qué?
Así la transformación educativa no es una mera cuestión de capacitar para adaptar a las
demandas de cada etapa del mercado.
La formación docente para una transformación de envergadura, debe dividirse entre los
objetivos de corto y de mediano plazo. En este último se halla la clave. Se forma gente que
puede ser capaz de proseguir y asimilar los desarrollos del conocimiento sin esperar a
‘cursos’.
Simultáneamente son los que servirán de agentes multiplicadores para que, basado en la
preparación mínima dada en el corto plazo, puedan ir formando a los docentes como sujetos
del conocimiento.
Una tarea para efectivizar los objetivos de mediano plazo es constituir centros
interdisciplinarios de investigación y desarrollo. Centros para realizar productos didácticos
sobre ciencia implementando la tecnología, que puedan inyectarse en el sistema educativo
(tanto para docentes como para alumnos). Para esta actividad pueden servir de base las
universidades, pero desde una discusión sobre lo que significa generar productos didácticos
para la ciencia (pues la misma universidad necesita evolucionar).
Esta producción sobre didáctica de la ciencia, es acordable para que se lleven a cabo en
distintos lugares de un país y en diferentes países. De este modo en muy pocos años es
dable un cúmulo de productos didácticos intercambiables -por ejemplo por INTERNET-
potenciando las transformaciones educativas en cada uno de los países y regiones.
En función de este tipo de transformación, una erogación presupuestaria creciente (a nivel
nacional esto depende de una mejoría de la recaudación impositiva, a nivel internacional de
cómo se destina presupuesto, una de cuyas fuentes debe ser lo cobrado por el sistema
financiero en concepto de “deudas externas” de los países con menor desarrollo).
Con bienes del conocimiento se alude tanto a los resultados y procesos de la ciencia y
tecnología, que la mayor masa crítica y el cambio en la calidad educativa podría promover,
como a la generación de productos didácticos para formar a los educandos en una actitud
científica y el uso conceptual de la tecnología.
Un efecto que también se derivaría de este desplazamiento del tipo de demanda y bienes
sería la tendencia a que el capital se canalice en grandes obras y emprendimientos. Ello
llevaría a que el tiempo para la tasa de retorno se alargaría, pero también que ya no serian
los individuos los sujetos de la compra. Se debería entonces contar con acuerdos de los
gobernantes de los Estados o conjuntos de Estados asociados (caso de Mercosur en la
actualidad). Esto último, que es seguro para el futuro próximo, implicará un camino hacia
una sociedad tecnocrática salvo que, en efecto, se haya producido la transformación
educativa y la incorporación de toda la población a ese proceso.
No basta el sufragio en una sociedad para considerar que sus miembros son sujetos
democráticos. Si las personas conocen cada vez menos en relación a la sofisticación del
desarrollo, ¿qué están votando? Cuando no hay conocimiento suficiente hay un sujeto
potencial de la demagogia o bien gradualmente escéptico.
Desde el punto de vista del conocimiento el sujeto del mercado constituye un avance
histórico respecto a sociedades que solamente inducían la función psíquica de la creencia.
En sociedades trascendentalistas, como la edad media en occidente, la mayoría no
evolucionaba racionalmente.
El desarrollo de un sujeto del conocimiento con mayor plenitud que lo inducido por el
mercado, es un factor indispensable para la evolución de la democracia. Pero esa clase de
sujeto implica una tendencia a disminuir la frecuencia de las compras de bienes de placer
inmediatistas (consumismo). Cuanto más dependiente es el sujeto de la renovación
compulsiva del consumo de bienes de placer inmediatista, menos propenso al conocimiento
como estilo de vida, luego menor capacidad democrática.
El sujeto democrático, del modo aquí inteligido, si bien generaría un decremento, respecto
a la tendencia que se observa, en la producción de bienes de placer inmediatista, en cambio,
fruto de una vigorización en el conocimiento, induciría los grandes emprendimientos
científicos, tecnológicos y de transformación de la calidad de vida. Una de cuyas
realizaciones debería expresarse en la convergencia de recursos y gente para producir las
condiciones de una mayor longevidad del ser humano.
Cabe ya una precisión. Ciencia debe entenderse no a la manera Positivista, esto es, sólo
contexto de validación. En el desarrollo de la ciencia se incluye el sujeto. Esta afirmación
supone al menos lo siguiente. Por una parte la preparación social para las condiciones del
contexto de descubrimiento, lo que significa un proceso educativo compenetrado con el
desarrollo de la ciencia. Por otra parte la inclusión en los modelos de desarrollos de las
implicancias sociales (algo que de manera post correctiva y acotada, se plantea con los
estudios de impacto ambientalista).
Las condiciones para un sujeto democrático implican que la noción de democracia no puede
solamente entenderse como lugar de negociación de intereses privados (lo que se nombra
como pluralismo y consenso democrático). Se trata de ir históricamente hacia un concepto
donde las distintas posiciones no lo son solamente respecto a la defensa de sus correlativos
intereses privados, sino distintas maneras de pensar la evolución de la intersubjetividad (lo
que habitualmente con poca precisión se llama el interés general).
Así promover este tipo de cambio social no es una solución ‘económica', pero tampoco
resultante de imperativos ideologistas ni de cambios bruscos. Es hacer política en sentido
fuerte, esto es, medidas cuyo norte es una sociedad civilizada, que bien mirado, es lo mismo
que decir democrática, o sea sociedad donde el desarrollo de conocimiento vaya
adquiriendo más importancia mediacional que el dinero.
Hay que señalar que este cambio puede iniciarse en algunos países pero requiere un
alcance crecientemente mundial. Es, como dijimos, una decisión política en sentido fuerte,
es decir, medidas que pueden ir más allá de lo marcado por la lógica espontánea del
mercado.
La construcción de ese tipo de sujeto es más decisiva en la vida contemporánea, pues hay
que entender un universo no restringido a cada país, sino a una sociedad mundializada y
crecientemente sofisticada en su desarrollo.
Ahora bien ese aumento proporcional de bienes relacionados al desarrollo del conocimiento
y el consiguiente aumento de su papel en las relaciones sociales, es la posibilidad real de
una disminución de la agresividad cotidiana.
La educación no es para el progreso -en la acepción positivista-, sino para que la forma del
desarrollo se halle implicada con una sociedad más civilizada, esto es, en una vida social
crecientemente culta.
Conclusiones
Se trata entonces de hacer política. Ello no implica posturas ideologistas. entendiendo por
tal a enunciados críticos globales, sin una responsabilidad para compatibilizar el tipo de
producción con las implicancias intersubjetivas. Si de una claridad cabal, no interesada-
privatista, sobre que es el mercado. Sus posibilidades y limitaciones históricas.
Sin merma de medidas transitorias y país por país, es la transformación educativa -en los
términos sinópticamente apuntados- y la incorporación creciente de toda la población, lo que
constituye una solución históricamente válida. Significa esto que el desempleo es en verdad
el problema de cómo encaminar a la población mundial para ocuparse crecientemente en
construir una sociedad cada vez más civilizada. Desde ese propósito extra económico, esto
es, producir sentido. Es concebible la reinserción laboral en términos de mercado. Lo que
quiere decir de una manera de reconversión que implica ir modificando gradualmente la
configuración misma del mercado, de un modo compatible con el crecimiento del status de
la política.
Por ello que la solución del desempleo no es un puro análisis económico, sino que incluye
a la economía.
Referencias Bibliográficas
Sokolowski, Robert, Natural and Artificial Intelligence, The Artificial Intelligence Debate. Ed.
Stephen R. Grabaubard. MIT Press Edition. 1990.
1 J. Haugeland La inteligencia Artificial, pg. 58. Ed. Siglo XXI. «Los sistemas formales son
independientes del medio en el cual se encuentran materializados».
6 Weinberg, J. Fl.: Examen del Positivismo Lógico, Ed. Aguilar. Madrid. 1959.