Sei sulla pagina 1di 11

Cursillo prematrimonial

Economía Saludable dentro del Matrimonio


Cómo afecta la economía a las relaciones de pareja

El manejo de la economía familiar en el matrimonio debe conducirse sin llegar a discusiones irracionales…
estas originan conflictos e inseguridad.
La economía afecta a todos los aspectos de la vida y, por lo tanto, también a la relación amorosa. Influye
principalmente en varios aspectos:

u En la toma de decisiones. En nuestra sociedad, quien tiene el dinero es quien decide, aunque en
circunstancias normales los papeles se pueden repartir y cada miembro de la pareja se especializa en áreas
distintas, por ejemplo, uno se ocupa de los gastos de la casa, otro del vehículo, las vacaciones se asignan
principalmente a uno, etc. Pero, finalmente, quien tiene la fuente del dinero tiene el poder último de
decisión.

u En la forma de compartir la vida. La pareja es una unidad social y como tal ha de tener una economía
propia y bien establecida. Que exista un dinero en común y se tomen las decisiones sobre él en conjunto y
por consenso es un elemento fundamental en el funcionamiento de la pareja. Cómo se aporta ese dinero
en común depende de las características de cada pareja.
Cómo afecta la economía a las relaciones de pareja

u No hay que olvidar que, incluso en el régimen de separación de bienes cada miembro
del matrimonio tiene la obligación de contribuir a la economía de la pareja de forma
proporcional a sus ingresos. Una diferencia importante entre la separación de bienes y
el régimen de gananciales es que las ganancias de cada uno de los bienes privativos son
suyas y no tiene que pedir ningún permiso al otro para hacer con ellas lo que quiera, es
decir, la separación de bienes da una independencia a las partes en el manejo de sus
bienes, que no existe en el régimen de bienes gananciales.

u Lo importante es dejar muy claras, explícitas y legalmente respaldadas las relaciones


económicas entre los miembros de la pareja, porque, si las cosas van bien en la pareja,
no hay problema; pero si van mal, se evitan muchos disgustos.
¿Cuál es la mejor forma de reconducir la situación?

Si se percibe que se está “haciendo mal”…

La comunicación y la generosidad. Las relaciones económicas tienen que estar muy claras,
respaldadas legalmente y ser equilibradas de forma que nadie se sienta abusado. Pero dentro de
esa filosofía, para vivir en común, se ha de ser generoso con el otro, no se puede estar midiendo
al mínimo lo que cada uno aporta.

El amor al dinero es la raíz de todos los males, por lo cual, cada matrimonio debe considerar
cómo tratar en pareja este asunto que pudiera ser tan discordante; pero que a la vez, tenemos que
ejecutarlo diariamente. Esta operación, puede ser beneficiosa y gratificante si nos alejamos de las
discusiones y apelamos a los razonamientos e ideas edificantes en unidad.

El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto.
También esto es vanidad. Eclesiastés 5,10.
¿Existen estudios que relacionen los problemas
económicos con la separación?

u Existen estudios que muestran que gastar el dinero de manera irresponsable aumenta de
forma clara las posibilidades de separación.

u En donde la economía toma un protagonismo total es precisamente a la hora de la


separación. En esos momentos se puede llegar a tomar decisiones precipitadas y, a la
larga muy dañinas, llevados por el deseo de acabar como sea con una relación muy
dolorosa o viceversa, se trata de arruinar al otro para vengarse.
¿Establecer un preacuerdo económico no pone en tela de juicio el amor?

Seguramente mucha gente piensa así; pero el matrimonio, socialmente, es un contrato entre
dos personas en el que el acuerdo económico es fundamental. Es, además, un acuerdo de
colaboración y de entrega del uno al otro, que se plasma en la forma de llevar las finanzas.
Ahora bien, el dinero es un tema desagradable y, por eso, muchos evitan hablar de ello.
Hacer un acuerdo, aclararlo puede evitar problemas futuros.

Como en todos los asuntos de pareja, debemos ponernos de acuerdo en cuanto a las
compras a realizar, definir quién las decide. En realidad, lo ideal fuera que ambos lleguen a
un acuerdo considerable que se corresponda con las necesidades y oportunidades del
momento.
¿Cuál sería la manera más práctica de administrar el dinero,
controlar los gastos?

Depende de las habilidades de cada uno. Antiguamente era la mujer la que administraba el
dinero y el hombre quien lo ganaba; pero actualmente ya no es así: puede existir una
división de funciones, en este aspecto igual que en muchos otros: un miembro de la pareja
se encarga de un aspecto particular, porque le gusta, por responsabilidad o simplemente
porque no lo odia.

Aun cuando ambos en el matrimonio trabajan y tienen un fondo único; también se


manifiestan discusiones, porque falta ponerse de acuerdo en cómo gastar el dinero. Razón
por lo cual debemos valorar a profundidad nuestras propias necesidades particulares y
reservar un fondo con ese fin. En este punto es necesario que seamos imparciales y
considerados.
¿Cuál sería la manera más práctica de administrar el dinero,
controlar los gastos?

u Cuando se necesita adquirir algo muy costoso como un vehículo, una casa o algún
equipo electrodoméstico, debemos hacerlo en armonía. Siempre las grandes compras
deben realizarse después de previas conversaciones, donde cada uno aporte su opinión y
así puedan llegar a una decisión conjunta, la cual si es aceptada y sobre todo, saludable,
se concretará; pero si no, no se debe realizar, pues el matrimonio entraría en crisis.

u Hay que considerar que si en el matrimonio una de las partes no está ingresando dinero
a la economía familiar pero está contribuyendo con su esfuerzo y labor en el hogar, esto
debe ser reconocido, como es el caso de las esposas en la atención del hogar y cuidado
de los hijos. Y no se le debe tratar como si no aportara nada a la economía; pues ambos
son un equipo y ella está sirviéndole de apoyo en el hogar.
¿Cuál sería la manera más práctica de administrar el dinero,
controlar los gastos?

Ahora, las parejas tacañas o las derrochadoras, ponen en peligro la vida económica del
matrimonio. Pueden presentar actitudes autodestructivas cuando gastan más de lo que se pueden
permitir o, en el caso del los tacaños, dejan de adquirir aquellas cosas que sí realmente son
indispensables.

Al valorar los ingresos, hay que tener en cuenta también los gastos, pero nunca llegar a los
extremos. Estos extremos pueden ser ocasionados por inseguridades, ansiedades, frustraciones y
otros conflictos internos que habría que intentar solucionar.

Siempre debemos procurar el mantenimiento de una economía sana y que ambos cónyuges sean
beneficiados. El éxito económico está implícito cuando procuramos darle valor al proceso en que
administramos y ejecutamos nuestras finanzas juntos. Ambos cónyuges juegan un papel muy
importante y tienen pensamientos muy valiosos. La unidad es más que la unión de las partes.
Consejos y otras consideraciones

u Mi consejo es que, sea el que sea el régimen económico que se adapte mejor a la pareja,
es aconsejable que sea explícito, claro y legalmente basado.

u Otro consejo es que se lleven unas finanzas en común. Porque decir “esto lo pago yo” y
“esto lo pagas tú”, en todo momento, puede dar lugar a problemas si se producen
desequilibrios y establecer unas finanzas en común es un medio para evitarlos.

u Es también interesante plantearse objetivos financieros a más largo plazo, aunque hay
que tener siempre los pies en la tierra y saber que no siempre se podrán cumplir.

Dr. José Antonio García Higuera


MUCHAS GRACIAS POR SU
PARTICIPACIÓN Y ATENCIÓN.

Potrebbero piacerti anche