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Las piezas de madera se pueden unir unas con otras de modo que puedan ser
indescontables o desmontables. En las primeras se encolan las piezas a
ensamblar; en las segundas se fijan mediante medios apropiados o herrajes. En
todos los ensambles, sobre todo en los de madera maciza, hay que tener presente
el trabajo (dilatación-contracción) de la madera.
7.1 Ensambles planos
Las superficies anchas se hacen por lo general de tableros de madera contrachapada
o de aglomerado. Por razones estructurales o técnicas, dado el caso se hacen
también de madera maciza. Esas superficies anchas se consiguen mediante
ensambles encolados o fijados sin cola.
7.1 .1 Ensambles planos Sin cola
Los ensambles sin cola son los que suelen seleccionarse cuando las superficies
planas anchas se hacen de madera maciza que están expuestas sobre todo a grandes
variaciones por la humedad. Se trata entonces de conseguir superficies anchas
de madera maciza sin que les afecte el trabajo de la madera. Esto se consigue
únicamente cuando cada tabla no se corta muy ancha y se evita que pueda
deformarse. Para ello necesitan casi todos los ensambles planos no encolados una
subestructura sólida y una unión que en realidad permita que trabajen las tablas por
separado, pero sin que se note o apenas se note.
Elección de la madera
Las piezas de madera a ensamblar pueden ser de tablas costeras, centrales o de
corazón. En estas últimas hay que desechar la parte de la medula porque en esa
zona se agrieta la madera.
En las tablas costeras y medianas hay que distinguir la cara derecha de la izquierda.
En locales interiores, donde prácticamente la temperatura y la humedad relativa
del aire no varían, se toma la cara derecha como superficie visible, porque su textura,
sobre todo en las maderas de coníferas, es más manifiesta y porque los anillos
oscuros de crecimiento solapan a los blandos. En recubrimientos exteriores y
para tablas de suelos la cara visible tiene que ser la izquierda. Sobre la cara derecha
de las tablas, por envejecimiento y desecación, los anillos duros del crecimiento
pueden separarse de los blandos en los extremos de transición de las vetas. La
madera se puede abrir y astillarse en la superficie. Por supuesto que hay que contar
con el abombamiento cóncavo de las tablas por la cara izquierda.
Para evitar las ranuras continuas en los ensambles de tablas sin encolar hay que
hacer que los cantos loqitudinales de ambas piezas monten uno sobre otro o se
introduzca uno en otro. En los ensambles sin encolar se distingue entre Juntas a
media madera, de ranura y lengüeta, de lengüetas postizas y traslapadas.
7.1.1.1 Ensambladura a media madera
La forma más sencilla de hacer una superficie ancha de madera maciza es con
tablas ensambladas a media madera Para ello cada tabla lleva cuadros alternos
de la misma
dimensión y a medio espesor de la tabla y de profundidad a voluntad si se quiere
hacer resaltar en la superficie la separación de las distintas tablas. se puede
hacer en los can tos de éstas un chaflán o un perfil.
En la ensambladura a media madera hay que procurar que los listones de la
subestructura no estén muy separa dos para que las tablas no se alabeen y la
junta se conserve cerrada. Esta ensambladura se emplea para revestimientos
sencillos y forros de techos y paredes.
7.1.1.2 Ensambladura de ranura y lengüeta
En la ensambladura de ranura y lengüeta en el canto de una tabla va la lengüeta
y en el de la otra la ranura. La unión queda efectuada en el momento en que la
lengüeta se introduce en la ranura. Ésta suele ser un poco más pro funda que el
ancho de la lengüeta de modo que se asegure el contacto perfecto de la junta.
Para las dimensiones de ambas partes se tiene: espesor de la lengüeta y ancho
de la ranura, aproximadamente, 1/3 del espesor de la tabla; profundidad de la
ranura, aproximadamente, 1/1 del espesor de la tabla o 11.h el espesor de la
lengüeta.
La ensambladura de ranura y lengüeta es más sólida que a media madera. Se
emplea principalmente para recubrimientos de paredes o techos, forrado de
tablones, encofrados exteriores, tablas de entarimados, etc. No obstante, para
entarimados y maderas de suelos la ranura se hace descentrada para que la
cara de desgaste sea algo más gruesa.
Por lo general las tablas de ranura y lengüeta, sobre todo las de revestimiento de
paredes y techos, se fijan de modo invisible a la sobre estructura, lo cual se
consigue median te un clavamiento oculto por el ala de la ranura o emplean do
unas grapas metálicas especiales.
7.1.1.3 Ensambladuras de lengüeta postiza
En este tipo de ensambladura los dos cantos de cada tabla van ranurados y la
lengüeta se hace aparte. De este modo no hay pérdida de material en el ancho de
las tablas. Las lengüetas pueden ser de madera contrachapada o de fibra
prensada. El ancho de la lengüeta ha de ser, aproximadamente, 1 a 11/. el
espesor de la tabla y el grueso de la lengüeta, aproximadamente, 1/3 del espesor
de la tabla. Las lengüetas han de ser un poco más estrechas que la suma de las
profundidades de las dos ranuras si se quiere que la junta quede cerrada en la
superficie. También con este sistema se puede hacer que las juntas resulten
visibles. Esta ensambladura se emplea lo mismo que la de ranura y lengüeta para
revestimientos de paredes y techos, forro de tablones de puertas de viviendas,
etc.
7.1.1.4 Ensambladura traslapada
Mediante esta ensambladura se consigue en el forrado de los tablones de puertas
de viviendas y garajes un efecto plástico notable.
Para esta ensambladura van las distintas tablas ranuradas por ambos cantos de
modo que el ala superior de la ranura de una tabla encaja perfectamente en la
ranura de la otra y con el ala inferior de la misma. Las alas que se introducen
llevan sus cantos achaflanados para facilitar la introducción
7.1.2 Ensambles planos con cola
En los muebles de madera maciza yen los tableros preparados se necesitan
superficies planas y que no se noten las juntas. Para ello se encolan las distintas
tablas, pero hay que tener presente al hacerlo cuál es el sentido de la contracción
y cómo trabaja la madera.
Elección de madera
Para las ensambladuras planas encoladas hay que prestar atención especial a las
maderas que se eligen. Hay que ver si se trata de tablas coste ras, centrales o de
corazón, si se van a sujetar con ranuras o con cerquillos o si las superficies van a ir
sin cerquillo.
En las tablas de corazón hay que eliminar la parte de la medula porque en esa zona
la madera tiende a rajarse.
Para tal fin se buscan medias tablas en las que estén bien marcados en los cantos
los anillos de albura y de duramen del crecimiento anual. Dado Que la madera de
albura y la de duramen trabajan de un modo muy distinto. hay que encolar la de
duramen con duramen, y la de albura con albura. De este modo aparecen en la
junta encolada cuando se seca pequeñas transiciones que apenas se manifiestan
en la superficie. Las superficies de tablas de corazón encoladas sólo se contraen o
hinchan ligeramente en el ancho y conservan por ello los anillos de crecimiento
prácticamente en una superficie plana.
Las tablas costeras se pueden encolar de distintas maneras. En las tablas
costeras no divididas se conserva el veteado de la madera. Se suelen asegurar
con cerquillos o con un marco para que no puedan alabearse.
En las tablas costeras divididas tiene que encolarse siempre duramen con
duramen y albura con albura. De este modo quedan en un mismo lado todas las
caras derechas de las tablas y hay que contar con un fuerte alabeo, por lo cual hay
que sujetar adicionalmente la superficie. Si en cada lado se van alternando las
caras (derechas e izquierdas) (encolado invirtiendo el orden) se compensan las
deformaciones. Sin embargo, de ese modo se pierde la estructura natural de la
madera en cada tabla dividida. Las medias tablas así encoladas pueden quedar sin
apoyo. A causa de los diferentes sentidos de contracción de la madera, tienen
que cortarse los encolados de tablas de corazón mezcladas con costeras .Antes
de proceder al encolado hay que presentar las tablas en su orden y mar car el
conjunto (figura 3). Para aplicar la cola se suelen apilar juntas las tablas.
Los ensambles planos encolados son la junta a tope, la junta de corona, la junta con
tacos y la junta con lengüeta postiza.
7.1.2.1 Ensambladura a tope
En esta unión se encolan a tope el borde de una tabla con el de otra. Condición
previa para un encolado perfecto es que los cantos casen bien y estén bien
escuadrados. Se puede hacer que la junta esté algo hueca en sentido longitudinal.
El acoplamiento de los cantos se efectúa e mano con el garlopín o a máquina con
el cepillo de aplanar. Por lo general las tablas se acoplan y encolan sin
desbastar y luego se aplanan en la superficie e igualan en espesor. Esta
ensambladura plana es la preferida por lo general para la obtención de
entrepaños de muebles y puertas, otros rellenos y cuerpos de muebles de
madera maciza .
7.1.2.2 Ensambladura de corona
En los tableros preparados y en las instalaciones de mataderos y tahonas se
exigen unas juntas de elevada resistencia. Para esto la junta tiene que estar
asegurada adicionalmente y aumentada en superficie la zona de la cola, lo cual
se logra mediante la ensambladura de corona. Es tas juntas se hacen con fresas
especiales, fresas de juntas encoladas, en la tupí. Antes del fresado se regresan
las tablas y se escuadran bien sus cantos. Después del encolado se les da una
pasada ligera de cepillo. La fresa de juntas encoladas debe regularse en altura
de modo que las distintas tablas puedan fresarse por ambos cantos girándolas
simplemente.
7.1.2.3 Ensambladura con tacos
Mediante tacos (clavijas) se puede alcanzar una elevada sujeción en la junta.
Hay que procurar para ello que el agujero para el taco esté bien marcado y
taladrado. Si se trabaja con una espigadora por clavos o con una máquina de
cajear se puede prescindir del marcado o trazado.
La longitud del taco y su diámetro tienen que ser, respectivamente. el doble del
espesor de la madera y 2/5 a 3/5; del mismo. Para que la junta quede haciendo
buen contacto los tacos han de ser 2mm a 3 mm más cortos que la profundidad
de los taladros para así poder absorber el sobran te de cola.
7.1.2.4 Ensambladura de lengüeta postiza
Las ensambladuras encoladas se pueden también asegurar mediante lengüetas
de maderas compuestas. Su construcción corresponde a las mismas sin
cola.
Los tableros de madera maciza se pueden mantener en buen estado
asegurándolos con peinazos y con listones de testa, que si bien permiten el
«trabajo» de la madera no le permiten que se alabee.
7.1.3.1 Peinazos
Los peinazos son listones con cola de milano labrada en un lado que se introduce
en una ranura cortada o fresada a máquina en la superficie de madera. La
diferencia de anchos en la cola de milano es aproximadamente de 2 mm.
Si el ensamble se hace a mano, se cepilla primero con el guillame la cola de
milano en el listón y luego se marca y hace por la parte de debajo del tablero la
ranura. Las herramientas que se utilizan para esto son el serrucho de ranuras y la
guimbarda. Si la ranura se hace a máquina con la tupi, se puede invertir el orden
y ajustar el peinazo a la ranura. Los peinazos pueden ser de canto o costilla y de
plano o barrote (figura 1).
Los peinazos de canto son estrechos y altos, con lo cual la contracción en el
ancho de la ranura es poca y no se aflojan con facilidad. Se emplean en general
para superficie
horizontales que soportan cargas (mesas, tableros de dibujo) porque los
peinazos así colocados es como mejor aguantan.
Los peinazos de plano son anchos y planos y se emplean principalmente para
superficies verticales, como por ejemplo, puertas (o que no admitan salientes
pronunciados). Especialmente con este tipo de peinazos hay que fijarse sobre
todo en que su lado ancho presente los anillos de crecimiento en posición vertical,
pues de lo contrario se pueden alabear y aflojarse en la ranura por su mayor
contracción.
Puesto que con los peinazos se unen maderas longitudinales con maderas
transversales, quedan superpuestas las medidas de contracción máximas. Los
tableros anchos han de poder «trabajar» sin impedimento sobre los peinazos y
esto únicamente es posible cuando el peinazo tiene luz en un extremo de la
ranura y sólo está encolado por el otro extremo.
7.1.3.2 Listones de testa
Los listones de testa evitan el alabeo de los tableros estrechos de madera
maciza. Pueden unirse a las testas mediante lengüeta. caja y espiga o en forma
de cuña o con cola dentro de las testas. En este último caso el ancho máximo de la
superficie puede ser de 180 mm. En tableros de madera maciza más anchos los
listones de testa sólo deben estar encolados o unidos en el centro con la madera
transversal
7.2 ensambladuras de esquinas de muebles
Para la fabricación de cuerpos de muebles, cajones y cajas hay que unir por sus
extremos tableros anchos. Los tableros pueden ser de madera maciza, de
contrachapado o de aglomerado. Según sea la aplicación o uso del producto, la
clase de material trabajado o la economía del procedimiento de fabricación
puede ser de utilidad uno u otro de los distintos sistemas de ensamble de
esquinas.
Si hay que unir entre sí maderas macizas y además hay que aplicar cola para ello,
es imperativo que únicamente se una madera al hilo con madera al hilo y madera
transversal con madera transversal, pues la madera maciza «trabajan en sentido
longitudinal poco y varias veces más en sentido a lo ancho.
7.2.1 Uniones de esquina clavadas
El clavado figura entre las uniones sencillas. En su realización hay que tener
presente lo siguiente. Los clavos o puntas no aguantan tan bien en la madera de
testa como en la madera al hilo. Por ello para la fabricación de cajas de transporte,
estantes de almacenes y aplicaciones parecidas en las que las esquinas clavadas
han de ser bien sólidas hay que prever listones de esquina. En este caso se
emplean puntas de cabeza plana que no se introducen tan fácilmente a la
madera. Para que la consistencia
de la clavazón sea aún mayor, se puede hacer que las pun tas traspasen el listón de
esquina y se doblan golpeando sobre un hierro plano de modo que la punta vuelva
a introducirse como si fuera un garfio .Puesto que en este caso se une madera
al hilo con madera transversal.
esta última no debe ser a lo ancho y en el lugar de la unión no hay que dar cola. En
las fábricas de cajas y en los talle res de carpintería se emplean para esto
clavadoras de aire comprimido.
Para clavados finos se eligen puntas de cabeza embutida porque penetran en la
madera y se tapan con masilla. Cuando hay que clavar en los extremos de las
tablas, se puede abrir la madera por el efecto de cuña de las pun tas de los
clavos. Esto se evita bastante cortándoles la punta a los clavos con unos
alicates o retacándolas previamente con un martillo. Con las puntas romas las
fibras de la madera se aplastan y no aprietan contra las adyacentes.
Las puntas son de vástago liso y por eso se extraen bien en el sentido de su eje.
Para aumentar la consistencia
o resistencia de un clavado hay que ir introduciendo los distintos clavos con
inclinación alterna (como formando una cola de milano). La longitud de los
clavos tiene que ser 2,5 veces el espesor de las piezas a unir .
Para la sujeción de listones de esquina y de recubrimientos de adorno no hay que
introducir las puntas del todo a martillazos para evitar que se produzcan
marcas de los golpes. Deben terminar de clavarse con la ayuda de un punzón
puntiagudo. Los agujeros que quedan en los pun tos de embutición de las
cabezas de las puntas se re llenan en el tratamiento posterior de la
superficie con una masilla que tenga el mismo color que se vaya a dar a la
madera.
Si a una de las superficies a unir se le hace un rebajo en el lugar de la unión, se
habla entonces de unión clavada machihembrada. Con el rebajo se aumenta el
soporte de la otra madera de modo que no puede dislocarse al clavar la. La unión
clavada machihembrada es apropiada para piezas en las que no es posible la
vista inferior ni en planta .En casos especiales se puede hacer que los fon dos
penetren por su borde delantero en ranuras profundas. con lo cual los laterales
corren la vista en alzado-
SI los fondos o suelos Intermedios han de ser repisas clavadas para soportar
pesos. es conveniente que vayan a tope en los lados Los fondos de madera
maciza quedan así además asegurados contra deformaciones. Con la ranura
debilitan algo los lados. aunque conservan la suficiente estabilidad cuando no es
superior a 1/4 a 1/3 del espesor del lado.
Primera posibilidad
División. o reparto de los dientes en la línea central del grueso de la madera. Cada
división corresponde aproximadamente a la mitad del grueso. El ancho de las colas
igual a dos divisiones y el ancho de los dientes igual a una división. Fórmula:
La inclinación de los dientes se obtiene llevando dos veces el espesor de la madera a
la superficie (línea auxiliar) y uniendo los puntos de las divisiones de la línea central
con los puntos de corte del eje central de las colas con la línea auxiliar.
Segunda posibilidad
En el trazado interior se divide en un número impar de dientes de modo que cada di
visión corresponde aproximadamente al es pesor de la madera. De los trazos de
división se marcan las inclinaciones de los dientes en la proporción de 1/7 o de 1/6.
En la cola de Milano a inglete queda todo el oculto por ambos lados. Tienen la ventaja
frente a los otros dentados de ser apropiado para las piezas chapeadas. en todas
direcciones. La unión se puede recortar en ambos lados a inglete, pero por lo general
se hace así sólo en su contorno.
Después de cortadas a medida en largo y ancho las piezas a unir y bien corteadas, se
traza con el gramil por su cara interna a partir del canto de testa el espesor de la
madera. A continuación, se marca el espesor del contorno de la tapa,
aproximadamente 1/3 de la madera, en el canto detesta y en la cara interna. Por
último, se marca entonces en inglete a 45° en el canto frontal de lateral y de fondo.
Con el serrucho de talón se corta Entonces desde la cara interna hasta el lateral de la
tapa y se quita el modo que queda el bisel. Esta fase de trabajo Se puede hacer
También a máquina con la sierra circular o con la Tupi. El recorte y escopleado de los
dientes las colas se hacen igual que en el dentado semiculto. Después del escopleado
con un guillame bien ajustado se hace los ingletes en el contorno de la tapa y se ajusta
conjuntamente las distintas partes. Dado que los elementos de Unión quedan ocultos
se emplea hoy día muy poco está cola de Milano
Los marcos son por lo general los elementos portantes o de reforzamiento de las
construcciones y por tal motivo no deben deformarse. Las tablas más apropiadas
para marcos son las de corazón, han de ser sin nudos, porque en esas tablas
aparecen con alas y los marcos se deforman en esos lugares. No son lamente la
elección de la madera es importante para la fabricación de marcos sino también
la elección correcta del ensamble de las esquinas. Las cajas y espigas mal
cortadas (indinadas) o el asiento incorrecto de los tacos pueden hacer que se
deformen los marcos. Antes de cortar las uniones de esquinas se, can
conjuntamente las piezas que los componen (figura 2). En las uniones de esquina
de marcos se distingue entre ensamble a media madera, con caja y espiga,
escopleada. con falsa lengüeta y con tacos
La ensambladura a media madera es la más sencilla de las uniones de esquina
en la construcción de marcos. Sin embargo, es la que menos aguanta. Para su
obtención se cortan alternativamente los extremos hasta la mitad del espesor
del marco una longitud igual al ancho del mismo. Esta unión tiene que colarse y se
puede reforzar además con clavos. El ensamble a media madera se emplea
preferentemente para trabajos sencillos o para maderas de marcos muy débiles,
como por ejemplo recubrimientos ornamentales de puertas Interiores. Marcos
con tela metálica. etc.
El ensamble a media madera a inglete presenta poca superficie de encolado y su
solidez es menor que a media madera a escuadra Suelen preferirse para
marcos de adorno sin esfuerzo.
En los marcos con montantes anchos no se cortan las ranuras de lado a lado de
las testas sino que se escoplean unas muescas o mortajas para las espigas
(figura 4, página 344) con lo cual éstas sujetan ya bien a lo ancho, sobre todo
cuando además se acuñan. Esta unión es la preferida para la fabricación de
puertas de viviendas y de interiores y de mesas. En la unión escopleada de
esquina de marco se entalla la espiga de modo que resulte un encaje
machihembrado de caja y espiga. La longitud de estos entalles corresponde
aproximadamente a su espesor y evita que se alabeen los montantes. El ancho
de la espiga es aproximadamente 2/3 del correspondiente del montante.
Las mortajas se hacen a mano con el escoplo o a máquina con la cajeadora o con la
fresa de cadena. A fin de poder acuñar las espigas pasantes, se ensancha algo la
caja por fuera. Las cuñas tienen que ser romas por delante para que se pueda
comprimir lo más cerca posible de la espiga y lograr así una unión sólida. las
cuñas puntiagudas empujan hacia afuera, lo cual conduce a juntas no compactas
y a que se afloje la unión. La unión debe encolarse únicamente en las
proximidades del pretil; por ello las cuñas sólo hay que encolarlas por su parte
delantera .
Un caso especial de unión de esquina de marcos es la espiga escopleada a
inglete. Toda ella asienta ainglete. por lo que las piezas de unión no son visibles.
Se emplea esta unión a inglete para todas las esquinas de muebles expuestas a la
vista.