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En este caso el registro del actor es cancelado atento a que carece

de novedad y originalidad, ya que tan solo enmascara una marca


ajena; en este sentido hay una similitud con el fallo Louis Vuitton c/
Akerman. No cumple por ende con los requisitos que se exige para
que un modelo o diseño industrial sea válido.

CHAGAS, NESTOR JULIO


C/ NIEBIESKI S.R.L.
S/ CESE DE USO DE MODELOS Y DISEÑOS
Causa Nº 2.702/99
CCCF, Sala III
01/11/07
(Revista Nº 55)

MODELOS Y DISEÑOS: Cese de uso del diseño declarado


abstracto. Confirmación de la sentencia apelada excepto en
cuanto a la imposición de costas las que impuso en su totalidad
a la vencida en ambas instancias. Diseño consistente en la
figura de un canguro que en realidad reprodujo la marca
utilizada por la reconviniente. Falta de novedad. Incumplimiento
de los requisitos sustanciales del art. 6 incs. a) y b), dec.
6673/63. Uso público y anterior al depósito realizado por el
propio actor.
"…en el régimen de los modelos ornamentales decreto ley 6673/63,
el mero depósito no confiere al depositante garantía alguna de
que el diseño satisfaga ni tan siquiera en principio los
presupuestos extrínsecos e intrínsecos que lo hagan merecedor
de la tutela del Estado Nacional. El depósito no sólo no
garantiza la novedad del modelo o diseño sino que ni siquiera
garantiza que lo inscripto sea concretamente un modelo o
diseño industrial. Por esta razón, la ausencia de examen previo al
depósito y el carácter declarativo de la inscripción que establece el
decreto ley 6673/63 determina que se trate de un sistema
esencialmente débil".
"…si se considera que la connotación estética de la imagen del
canguro elegida por el actor para su diseño 56.327 no tiene aptitud
diferenciadora ni raíz creativa, débese concluir que el diseño en
cuestión importó en realidad reproducir y enmascarar la marca
utilizada por la reconviniente. Si el actor quería proteger la figura
del canguro para su aplicación ornamental a los productos de la
industria, debió recurrir al procedimiento correspondiente, es decir a
su registro como marca, tal como lo había intentado anteriormente en
la clase 25 Internacional".
"El incumplimiento de los requisitos sustanciales que impone el
decreto 6673/63 para configurar un modelo tutelado por su régimen,
descartaba entonces la validez del diseño 56.327 y,
consecuentemente, la existencia de una infracción que justificara el
reclamo resarcitorio respecto de todas las codemandadas".

En Buenos Aires, a los 1 días del mes de noviembre del año


dos mil siete, hallándose reunidos en acuerdo los Señores Vocales
de la Sala III de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil y Comercial Federal a fin de pronunciarse en los autos
"CHAGAS NESTOR JULIO c/ NIEBIESKI SRL s/ cese de uso de
modelos y diseños", y de acuerdo al orden de sorteo la Dra. Medina
dijo:

1. Néstor Julio Chagas promovió la demanda de autos contra


las firmas Niebieski S.R.L., Robinson Product S.R.L., Tessicot S.A. y
Liberty S.A. (la acción contra ésta fue desistida luego a fs. 473), por
uso indebido de los modelos industriales nº 56.326 y 56.327 (conf. fs.
1/14), pidiendo al propio tiempo el cese de uso, la destrucción de la
mercadería en infracción, la publicación de la sentencia y el pago de
los frutos e intereses de las ventas realizadas (conf. escrito inicial de
fs.33 bis/35, la rectificación de fs. 38 y vta. y las ampliaciones
obrantes a fs. 90 y 101).

Al progreso de esas acciones se opuso Robinson Product


S.R.L. a fs. 157/58 vta., negando haber copiado y/o usurpado los
modelos.

Por su parte, Tessicot S.A. adujo a fs. 379/83 bis vta. que
utilizaba las marcas "Australian" (nro. 1.370.370, clase 25 Int.) y el
signo de la clase 25 (acta 1.615.409) consistente en un logotipo de
un canguro (ver diseño de fs. 380 vta.) de la que era licenciataria.
Sostuvo que la primera fue concedida el 27.12.89, en tanto que el
segundo había sido solicitado el 2.9.87, es decir, antes de los
depósitos efectuados por el actor el 10.5.90, los que eran una copia
servil de su marca solicitada. Por tanto, reconvino por cancelación de
los registros del actor, lo cual mereció la réplica de éste que corre a
fs. 398/406.

Niebieski S.R.L., a su turno, opuso las excepciones de falta de


legitimación pasiva y de nulidad de los depósitos en cuestión por falta
de novedad absoluta a fs. 558/63. Según lo expresó, el actor había
intentado el registro de un signo que no le pertenecía y al no lograrlo
en virtud de la oposición planteada el 18.4.90 , había efectuado los
aludidos depósitos el 10.5.90.
El demandante reconvenido contestó estas defensas en los
términos de su presentación de fs. 633/637 vta. oponiendo la
excepción de prescripción de la acción para pedir la nulidad del
registro, por haber transcurrido el plazo quinquenal previsto en el art.
18 del decreto ley 6673/63 computado desde la fecha del depósito.

2. En la sentencia que corre a fs. 1031/35 vta. el colega de la


anterior instancia declaró abstractas las pretensiones de cese de uso
opuesta por el actor, como así también la cancelación de los modelos
industriales deducida en la reconvención de Tessicot S.A. y la
defensa de nulidad planteada por Niebieski S.R.L., y asimismo, las
restantes excepciones de falta de legitimación pasiva para obrar y de
prescripción opuestas, en tanto habían decaído las pretensiones
principales.

Denegó además el resarcimiento de frutos e intereses


impetrado en la demanda y si bien impuso las costas por su orden,
decidió que las devengadas por la actuación del perito y la consultora
técnica quedasen a cargo del reclamante.

Apeló éste y las codemandadas Niebieski S.R.L. y Tessicot


S.A. (ver los respectivos recursos de fs. 1047, 1042 y 1045, los
cuales fueron concedidos a fs. 1053, 1043 y 1046). Mientras el actor
expresó agravios a fs. 1067/1079 vta., los que fueron contestados a
fs. 1090/1095, Niebieski S.R.L. y Tessicot S.A. fundaron sus recursos
en las presentaciones de fs. 1063/1064 y 1065/1066, cuestionando
exclusivamente la imposición de las costas en el orden causado.

Media también el recurso de apelación interpuesto a fs. 1049 y


vta. por el perito contador respecto de la regulación de honorarios
practicada en su favor en la sentencia en crisis, el que será tratado
por la Sala en conjunto al finalizar el presente acuerdo.

3. Ante todo, me interesa destacar que el Dr. Torti, declaró


abstractas la cuestión principal referida al cese de uso y la nulidad
planteada por las codemandadas Tessicot S.A. y Nebieski S.R.L.
Para llegar a esta decisión ponderó que con fecha 10.5.90 Néstor
Chagas había efectuado los depósitos de los modelos industriales
nros. 56.326 y 56.327, por lo que al tiempo del dictado de la
sentencia ya habían pasado al dominio público, en tanto había
expirado el plazo de vigencia de los modelos durante la tramitación
del proceso (art. 7 del decreto 6673/63).

Asimismo, desestimó la pretensión resarcitoria de obtener los


frutos e intereses devengados durante la vigencia de los modelos.
Para decidir de esta manera consideró que los diseños debían tener
validez intrínseca y extrínseca para brindar protección legal a su
autor, extremo éste que no se daba en el caso por cuanto los
modelos del actor no habían sido creativos ni novedosos. También
tuvo en cuenta que el logotipo del canguro y la denominación
constituían un conjunto divulgado y hecho público por terceras
personas y por el actor mucho antes del plazo previsto en el decreto
6673/63 (art. 6, inc. a). En consecuencia, concluyó que los
demandados no se habían apropiado en forma ilegitima e indebida
de los diseños en cuestión, circunstancia que prestaba sustento al
rechazo de la aludida pretensión.

4. Con relación a las codemandadas Tessicot S.A. y Niebieski


S.R.L. el actor aduce en su memorial de fs. 1067/79 vta. que no
procedía declarar abstracta la cuestión tanto en lo referido al cese de
uso como en lo vinculado con la reconvención de la primera por
cancelación de los registros y las defensas de falta de legitimación y
nulidad opuestas por la segunda y, asimismo, respecto de la
prescripción opuesta por el actor (conf. fs. 1067 vta./71, cap. II, II.a).
Se queja además por haber sido desestimado su pretensión de
obtener el resarcimiento de los frutos e intereses obtenidos a
consecuencia de la infracción cometida por éstas y Robinson Product
S.R.L. durante la vigencia de los modelos (conf. fs. 1071 vta./78, cap.
II.b).

5. Sin perjuicio de poner de resalto que el Juez no está


obligado a seguir todas las argumentaciones que se le presenten, ni
a examinar cada una de las probanzas aportadas a la causa sino
sólo las conducentes para resolver el conflicto (conf. C.S. Fallos
258:304; 262:222; 272:225; 278:271 y 291:390, entre otros más),
advierto que las codemandadas acusan a fs. 1090/95 la deserción
del recurso de la actora con base en la insuficiencia de la
fundamentación desarrollada en su memorial (ver en esp. cap. I, fs.
1090).

Sobre este particular, me interesa destacar que los agravios


expuestos deben alcanzar un mínimo de suficiencia técnica en los
términos del artículo 265 del Código Procesal, en el sentido de que la
fundamentación detalle prolijamente y en forma específica dónde
residen las omisiones y errores del pronunciamiento cuya revocación
se pretende, de manera que el Tribunal esté en condiciones de
analizarlos a la luz de la queja que se deduce. Ello así, pues la
finalidad de la ley es mantener el debate en un plano intelectual más
que verbal y la meta de la actividad recursiva consiste precisamente
en demostrar el desacierto de la sentencia que se recurre y los
motivos que se tienen para considerarla errónea.

Si bien las consideraciones vertidas por la actora en su


memorial de agravios son repetitivas, dispersas y de alguna manera
hasta confusas, creo que, aún cuando se interprete que constituyen
en los términos del artículo 265 del Código Procesal una crítica
razonada y concreta de las partes del fallo que considera
equivocadas (máxime si se pondera el criterio amplio que se debe
observar para juzgar la suficiencia de la expresión de agravios), de
todas maneras resultan insuficientes para obtener la revocatoria que
persigue.

A continuación expondré los fundamentos de mi parecer y me


pronunciaré asimismo sobre la suerte del recurso planteado por las
codemandadas respecto de la imposición de las costas del juicio.

5. Tal como lo dije antes, para declarar abstracto el tratamiento


de la demanda por cese de uso de los modelos o diseños industriales
(conf. fs. 1033 "in fine"), solución ésta que fue adoptada con sustento
en el artículo 163, inc. 6to., apartado 2 del Código Procesal), el
colega de la anterior instancia resolvió la cuestión según el estado
que presentaba al tiempo de su pronunciamiento.

Para ello, valoró como hecho modificatorio o extintivo ocurrido


durante el trámite del proceso, la circunstancia de que habían pasado
al dominio público los dos diseños del actor identificados con los
números 56.236 y 56.237 y no sólo el primero de ellos como
equivocadamente aquél lo menciona a fs. 1068 (conf. pén. párr.) y a
fs. 1068 vta (ver 3er. párr.).

En especial, el "a quo" tuvo en cuenta que en tanto habían


sido depositados el 10.5.90, su duración no había podido extenderse
más allá del 10.5.00, inclusive respecto del modelo nro. 56.236, no
obstante que no se hubieran allegado a la causa los elementos
correspondientes que acreditasen ese extremo (conf. fs. 1033, 1ro. y
últ. párrs.).

6. Establecido lo que antecede, me interesa recordar que


la ausencia de examen previo al depósito de los modelos o
diseños industriales y el carácter declarativo de la inscripción,
conforme el régimen del decreto 6673/63, no consolida derecho
alguno a favor del titular que ha obrado ilícitamente , por cuanto
no se produce la subsanación de un acto inmoral por el
transcurso del tiempo. La inacción del impugnante sólo permite al
titular de mala fe ejercer una facultad de explotación temporalmente
limitada, que no es renovable de manera indefinida como sucede en
materia marcaria (art. 7, decreto ley 6673/63; esta Sala, causa
"D'Uva, Norberto c. Schirripa, Gaudencio y otro" del 20.4.93).

Cabe señalar, en este mismo orden de ideas, tal como lo puso


de manifiesto en la causa 7698 del 16.11.04 mi estimado colega de
Sala, el Dr. Recondo, que un modelo industrial que no pudo
existir como tal en los términos del decreto 6673/98 tampoco
podía pasar al dominio público por el simple paso del tiempo .

También es cierto que en caso de que el cese de uso hubiese


sido la única pretensión esgrimida, la decisión de considerar
abstracto su tratamiento no hubiera sido cuestionable. En efecto,
sobre la base de modelos vencidos no procede condenar a los
demandados a cesar en el uso para el futuro de un diseño
denunciado como infractor, pero que carece de vigencia a la fecha de
la sentencia, pues para ese entonces el actor ya no es titular de un
diseño que preste sustento a una demanda por tal concepto.

Sin embargo, en la sentencia en crisis el Dr. Torti consideró


inoficioso no sólo el pronunciamiento sobre la procedencia de dicha
pretensión sino también el tratamiento de la acción de cancelación de
los depósitos planteada por la reconviniente Tessicot S.A. y la
excepción de nulidad opuesta por la codemandada Niebieski S.R.L.,
como así también el examen de las restantes defensas articuladas.

Ahora bien, la viabilidad del reclamo de la restitución de frutos


e intereses imponía necesariamente la verificación de la existencia
de una infracción cometida durante el período de vigencia de los
diseños que justificase dicho reclamo. Se requería entonces
determinar si éstos fueron válidos, es decir, si habían cumplido los
requisitos de originalidad en los términos del decreto 6673/63.

En el fallo apelado, el juez de primera instancia abordó esa


cuestión y le dio la razón implícitamente a la reconviniente en su
planteo nulitivo cuando concluyó que no habían sido creativos ni
novedosos los modelos del actor y tuvo en cuenta que habían sido
usados públicamente con anterioridad al depósito. Desde este punto
de vista, carecen entonces de sustento las quejas que éste vierte
sobre el tema.

7. Sentado lo anterior, me interesa dejar aclarado ahora que el


conflicto fue planteado
originariamente entre los modelos industriales
registrados por el actor el 10.5.90 bajo los números 56.326 y 56.327
y las marcas "Australian" concedida el 27.12.89 a la codemandada
Tessicot S.A. y el signo usado por ésta como licenciataria, el cual
había sido solicitado el 2.9.87 con el acta nro. 1.615.409, consistente
en un logotipo de un canguro.
No obstante, conforme lo que surge del alcance de los
agravios del actor, a esta altura del debate el conflicto ha quedado
limitado al enfrentamiento de la mencionada marca usada por
Tessicot S.A. (acta 1.615.409 precit.) y el modelo 56.327 que se
refería a un diseño de un canguro con numerosas tiras superpuestas
en su lomo, siguiendo el contorno de las orejas, cuello, lomo y cola
del animal, con más una serie de franjas símil letras (conf. fs. 1068
"in fine" y vta.).

Destaco, por otra parte, que la accionante ha controvertido


reiteradamente a lo largo de su expresión de agravios (conf. fs. 1070
vta., 2do. párr.; fs. 1072 vta. "in fine"/73, 1er. párr.; fs. 1074 vta. "in
fine"/1075 "supra" y fs. 1076 vta., 2do. y 3er. párrs.), la existencia de
la marca cuyo uso invocó la reconviniente para fundar la cancelación
impetrada. Sin embargo, este extremo surge del informe pericial
contable, cuyas conclusiones no fueron cuestionadas por el actor a
fs. 868/71 vta., de las que se desprende que Tessicot S.A. de
acuerdo al contrato agregado a fs. 271/79, tenía la licencia de las
marcas que ilustran las fs. 285 y fs. 286, las cuales incluyen, entre
otros signos, la denominación "Australian" y el dibujo de un canguro
sin tiras superpuestas en su lomo. Ello, no obstante se pondere que
el perito se refirió puntualmente al uso de la referida denominación y
al de la figura del animal en la papelería (conf. fs. 867, resp. al punto
2; ver asimismo las resps. a los puntos 3, 5, 6, 7 y 11).

examinar la novedad
8. Corresponde ahora

del diseño 56.327 cuya cancelación


pidió la reconviniente, porque constituye una arista
de la cuestión que es necesario explorar para establecer si hubo o no
arbitrariedad en la denegatoria de los frutos e intereses, como lo
sostiene la recurrente a fs. 1071 vta. y siguientes (conf. cap. II.b) de
su memorial).

Antes de ello, me interesa resaltar que tanto Tessicot S.A.


como Niebieski S.R.L. en sus respectivos respondes, alegaron la
ausencia de este requisito cuando sostuvieron que los registros
del actor eran nulos por contravenir el articulo 6, incs. a) y b) del
decreto 6673/63 (ver fs. 381 y 560).

Deviene, pues, infundada la alegación que éste realiza con


relación a que dichas codemandadas no habían controvertido ni la
validez ni la originalidad de sus modelos (ver fs. 1072, segundo
párrafo).
Desde otro ángulo, diré que el hecho de que el diseño
hubiese sido explotado públicamente con anterioridad al 10.5.90,
oportunidad ésta en que el actor efectuó el depósito art. 6, incs.
a y b del decreto ley 6673/63 (conf. esta Sala, causas "Pasolds" y
"Mazzarella" precits.) , es lo que adquiere relevancia para la
solución del caso.

Fue el propio actor quien destruyó la novedad con el uso


del diseño y como ello aconteció a partir de octubre de 1989, tal
como lo admitió en el incidente de explotación que había iniciado
(conf. fs. 554 vta. de la presentación acompañada en fotocopias por
Niebieski S.R.L. en su responde, las que no fueron desconocidas por
el actor al contestar el traslado de fs. 633/37 vta.), la alegación que
formula en esta instancia en el sentido de que el estado público del
diseño se había producido al tiempo de la publicación de la
solicitud de su marca anterior que data del 29.11.89 (acta
1.708.995), comporta un planteo incompatible con la tesitura
adoptada anteriormente en el proceso que contradice sus propios
actos precedentes, deliberados, jurídicamente relevantes y
plenamente eficaces, lo cual descalifica su posición.

Por ende, habiéndose colocado en la situación de soportar las


consecuencias de su obrar, el actor debe asumir plenamente las que
necesariamente se derivan de su discrecional conducta (conf. esta
Sala, causa 21.922/94 del 9.8.98, entre otras; Sala I, causa 12.454
del 21.9.95, 5627/97 del 5.10.00, 7577/02 del 10.6.03, 15111/04 del
24.2.05 y 21286/96 del 9.12.02; Sala II, causa 8641 del 3.4.97).

9. A lo que cabe agregar que, aparte de que la recurrente


había invocado la identidad entre los modelos y las marcas en
conflicto cuando amplió la demanda a fs. 86 y vta. y sostuvo que las
codemandadas los copiaban, de todas maneras, se encuentra firme
la decisión del juez de considerar que el modelo carecía de
originalidad, pues esta conclusión no fue objeto de una crítica
concreta y razonada por su parte (conf. fs. 1086 y vta.).

Si bien con lo dicho hasta aquí queda en evidencia la


inexistencia de novedad en el diseño, lo cual justificaba de por
sí la cancelación impetrada por Tessicot S.A. a fs. 381 y vta. (conf.
Sala 2, doctr, de la causa "Fábrica Argentina de Alpargatas S.A.I.C.
v. Osmar S.C. por Accs., del 1.12.70, E.D. 41 172) y es asimismo
suficiente para desestimar el planteo recursivo relativo a este aspecto
de la cuestión, me parece conveniente señalar (aunque más no sea
para ampliar el concepto antes expuesto en el consid.6), que en el
régimen de los modelos ornamentales decreto ley 6673/63 , el mero
depósito no confiere al depositante garantía alguna de que el
diseño satisfaga ni tan siquiera en principio los presupuestos
extrínsecos e intrínsecos que lo hagan merecedor de la tutela del
Estado Nacional. Dicho en otras palabras, el depósito no sólo no
garantiza la novedad del modelo o diseño sino que ni siquiera
garantiza que lo inscripto sea concretamente un modelo o
diseño industrial (conf. Sala I, causa 7364/00 del 21.6.05). Por esta
razón, la ausencia de examen previo al depósito y el carácter
declarativo de la inscripción que establece el decreto ley 6673/63
determina que se trate de un sistema esencialmente débil (conf. esta
Sala, causa "D'Uva, Norberto c. Schirripa, Gaudencio y otro" precit.).

Por otro lado, la"novedad" del diseño no requiere


un quantum extraordinario de creación (conf. E. .D. Aracama
Zorraquín, op. y loc. cits.; esta Sala, causa "Pasolds Limited c.
Fadeté S.A." de l20.8.82, J.A. 1984 I, p. 456), bastando una
novedad relativa, suficiente como para dar al producto una
connotación estética particular que sea fruto de un acto creativo
(conf. causa Sala II, causa 7799/93 del 27.12.94, entre otras), la
cual debe ser examinada desde un punto de vista extrínseco, o
sea, considerando el diseño o modelo industrial en si; y desde
un punto de vista intrínseco que concierne al sistema de la
novedad absoluta, espacial y temporal, adoptado por nuestra ley
(conf. esta Sala, causa "Mazzarella, Víctor L. v. Lotería Nacional, del
14.6.94, publicado en J.A. 1994 IV, p. 684; E.D. Aracama Zorraquín,
"El sistema argentino de modelos y diseños industriales", en Revista
del Colegio de Abogados de la Plata, año VIII, jul dic. 1965, p. 49),

Cabe tener en cuenta además que, al margen de que marcas


y diseños persiguen finalidades diferentes, estos últimos constituyen
la forma o aspecto incorporado o aplicado a un producto industrial, ya
que lo que se ampara es un resultado que combina la innovación
estética y la finalidad industrial, donde la esencia ornamental dota de
un valor agregado a un producto haciéndolo diferenciable de otros
(conf. J.F. Núñez, Modelos y diseños industriales: Algunos fallos
relevantes; J.A. 2002 II 866).

En el caso de autos, si se considera que la connotación


estética de la imagen del canguro elegida por el actor para su
diseño 56.327 no tiene aptitud diferenciadora ni raíz creativa, tal
como lo decidió el juzgador con carácter firme, ni que tampoco
incluye perfiles técnicos (conf. doctr. de la causa "Aguas Minerales
S.A. v. Fuente Mineral Villa Albertina S.A." fallada por la Sala I del
28.8.84), débese concluir que el diseño en cuestión importó en
realidad reproducir y enmascarar la marca utilizada por la
reconviniente (conf. esta Sala, doctr. de la causa 7698/92 precit.). Si
el actor quería proteger la figura del canguro para su aplicación
ornamental a los productos de la industria, debió recurrir al
procedimiento correspondiente, es decir a su registro como marca, tal
como lo había intentado anteriormente, mediante acta 1.708.995
correspondiente a la clase 25 Internacional.

9. El incumplimiento de los requisitos sustanciales que


impone el decreto 6673/63 para configurar un modelo tutelado
por su régimen, descartaba entonces la validez del diseño
56.327 y, consecuentemente, la existencia de una infracción que
justificara el reclamo resarcitorio respecto de todas las
codemandadas, tal como acertadamente lo decidió el colega de la
anterior instancia, incluso respecto de Robinson Product S.R.L., con
lo cual el agravio que vierte la recurrente a fs. 1067 (cap.I), deviene
inatendible.

En consecuencia, la reconvención por cancelación


interpuesta por Tessicot S.A. era, pues, procedente. En cuanto a
la excepción de falta de legitimación para obrar opuesta por Niebieski
S.R.L., advierto que la pericia contable confirmó su posición expuesta
a fs. 559 en el sentido de que no había usado las marcas (conf. fs.
857, resp. punto 2 y fs. 863 vta., resp. punto b), conclusión ésta que
tampoco le mereció impugnaciones a la actora (conf. fs. 868/71 vta.),
por lo cual la defensa planteada por dicha codemandada con ese
fundamento debe ser admitida.

En cambio, deviene abstracto el tratamiento de la defensa de


nulidad interpuesta por Niebieski S.R.L. y de la prescripción
planteada por el actor respecto de dicha defensa, por cuanto la
admisión de la demanda por cancelación torna ocioso su examen.

10. Para finalizar, debo destacar que considero admisibles las


quejas que vierten las demandadas, las cuales como ya lo expuse
están circunscriptas a la imposición de las costas del proceso, por lo
que habré de propiciar que se modifique el fallo apelado en el
aspecto controvertido y que se le impongan al actor las expensas del
juicio, tanto las de la demanda como las de la reconvención y las
devengadas por las excepciones planteadas.

Para llegar a esta conclusión, he tenido presente que en


nuestro ordenamiento procesal rige el principio objetivo de la derrota
o vencimiento como regla general y sólo en carácter de excepción
corresponde que las costas sean distribuidas por su orden. Además,
ésta última solución se reserva para situaciones de hecho de
significativa complejidad o en temas jurídicos sobre los que no existe
uniformidad jurisprudencial y doctrinaria (doctrina de los arts. 68 y 69
del Código de forma).
Ello así, pues la ley ritual no asigna a las costas esencia
sancionatoria sino la de resarcimiento de los gastos que el triunfador
se vio obligado a realizar para repeler una acción injusta o carente de
sustento jurídico y para obtener, de tal manera, el reconocimiento de
sus derechos (conf. Sala II, entre otras, causa 45926/95 del 24.9.98 y
sus citas).

En el caso, no advierto que concurran circunstancias


excepcionales que justifiquen liberar al perdedor de cargar con las
costas que devengó el litigio, resultando insuficiente la creencia
puramente subjetiva de que podía asistirle derecho para litigar
porque el régimen del decreto 6673/63, como lo he mencionado, no
confiere al depositante garantía alguna de que el diseño satisfaga los
presupuestos intrínsecos que lo hagan merecedor de la tutela legal.

Aparte de que el juzgador declaró que el modelo carecía de


originalidad mediante solución que el accionante no controvirtió
válidamente en esta alzada, toda vez que él fue quien destruyó la
novedad del diseño, no podía desconocer que ese hecho iba a ser
determinante para tornar improcedente sus planteos, lo cual dejaba
sin sustento también la resistencia que opuso a la reconvención y a
las demás defensas planteadas.

Corresponde, pues, hacer lugar a los agravios de las


codemandadas.
Por ello, voto porque se confirme la sentencia en lo principal
que decide, en cuanto fue materia de recurso válidamente fundado y
con el sentido y alcance establecido en los precedentes
considerandos, debiéndosela modificar en cuanto al cargo de las
costas del juicio que deben quedar en su totalidad a cargo de la
vencida, solución ésta que se aplica asimismo para los accesorios de
la segunda instancia.

El Dr. Recondo, por análogos fundamentos adhiere al voto


precedente. Con lo que terminó el acto.

Buenos Aires, 1 de noviembre de 2007.

Y VISTO: lo deliberado y las conclusiones a las que se arriba


en el Acuerdo precedente, el Tribunal RESUELVE: confirmar la
sentencia en lo principal que decide, en cuanto fue materia de
recurso válidamente fundado y con el sentido y alcance establecido
en los precedentes considerandos, y modificarla en cuanto a la
imposición de las costas del juicio que deben quedar en su totalidad
a cargo de la vencida, incluyendo las correspondientes a la segunda
instancia.

En atención a la forma en que se resuelve déjase sin efecto


las regulaciones de honorarios practicada en la sentencia apelada
(art. 279, Cód. Procesal). Teniendo en cuenta la naturaleza del
asunto, el monto involucrado estimado prudencialmente, las pautas
que observa el Tribunal en esta clase de juicios, como así también la
extensión, calidad e importancia de los trabajos desarrollados y las
etapas cumplidas, 1) en la relación actora Tessicot S.A.: se fijan los
honorarios del letrado de la codemandada, Dr. Jorge Otamendi, en la
suma de pesos TREINTA Y TRES MIL SEISCIENTOS ($ 33.600) y
los del apoderado de dicha parte, Dr. Gonzalo Cabrera Castilla, en la
cantidad de pesos TRECE MIL CUATROCIENTOS CUARENTA ($
13.440); los del letrado del actor, Dr. Juan C. Moravich se establecen
en la suma de pesos VEINTITRES MIL QUINIENTOS VEINTE ($
23.520); 2) en la relación actora Niebieski S.R.L.: se fijan los
emolumentos del letrado de la codemandada, Dr. Alberto E. Villegas
en la suma de pesos DIECISIETE MIL OCHOCIENTOS OCHO ($
17.808); los del apoderado de dicha parte, Dr. Jorge Otamendi, en la
suma de pesos SIETE MIL CIENTO VEINTITRES ($ 7.123) y los del
letrado del actor Juan C. Moravich en la suma de pesos DOCE MIL
CUATROCIENTOS SESENTA Y CINCO ($ 12.465); 3) en la relación
actora Robinson Product S.R.L.: se fijan los emolumentos del letrado
de dicha codemandada, Dr. Jorge Raúl Tufro, en la suma de pesos
ONCE MIL DOSCIENTOS ($ 11.200) y los del actor, Dr. Juan C.
Moravich, en la suma de pesos SIETE MIL OCHOCIENTOS
CUARENTA ($ 7.840); 4) por la excepción de prescripción planteada
por el actor, se fijan los honorarios de su letrado, Dr. Juan C.
Moravich, en la suma de pesos SESENTA Y SIETE ($ 67) y los del
letrado apoderado de Niebieski S.R.L. Dr. Jorge Otamendi, en la
suma de pesos CIENTO SESENTA Y OCHO ($ 168) (arts 6, 9, 33,
37 y 38 de la ley 21.839, modificada por la 24.432).

Ponderando las labores realizadas por el perito contador Dr.


Sergio Luis Navarro, elévase su retribución a la suma de pesos SEIS
MIL SETECIENTOS VEINTE ($ 6.720).

Por las tareas de alzada, ponderando la calidad e importancia


de los trabajos cumplidos y el resultado de las apelaciones y los
montos involucrados, 1) por el recurso de Tessicot S.A.: se
establecen los honorarios de la dirección letrada y representación de
esta codemandada, Dr. Gonzalo Cabrera Castilla, en la suma de
pesos UN MIL OCHOCIENTOS ONCE ($ 1.811) y los del letrado del
actor, Dr. Eduardo Ismael Escudero, en la suma de pesos
SETECIENTOS SESENTA ($ 760), 2) en el recurso de Niebieski
S.R.L.: se fija la retribución de su letrado apoderado Dr. Jorge
Otamendi en la suma de pesos NOVECIENTOS CUATRO ($ 904) y
los del letrado del actor, Dr. Eduardo Ismael Escudero, en la suma de
pesos CIENTO NOVENTA ($ 190), 3) en el recurso del actor: se
establecen los emolumentos del letrado apoderado de Niebieski
S.R.L., Dr. Jorge Otamendi, en la suma de pesos DIECIOCHO MIL
CIENTO DIEZ ($ 18.110), los del letrado apoderado de Tessicot S.A.,
Dr. Gonzalo Cabrera Castilla, en la suma de pesos DIECIOCHO MIL
CIENTO DIEZ ($ 18.110), y los del letrado del actor, Dr. Eduardo
Ismael Escudero, en la cantidad de pesos SEIS MIL TRESCIENTOS
TREINTA Y OCHO ($ 6.338) (arts. 14 y cits. de la ley de arancel).

El Dr. Antelo no suscribe la presente por hallarse en uso de


licencia (art. 109 del RPJN).

Regístrese, notifíquese y devuélvase

GRACIELA MEDINA RICARDO GUSTAVO RECONDO

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