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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE

NAYARIT
UNIDAD ACADÉMICA DE
MEDICINA

OTORRINOLARINGOLOGÍA
PATOLOGIA DE CUELLO

DRA. MARIA EMILIA PEREZ


DRA. PATROCINIO TORIBIO SUÁREZ

Christopher Guillermo
González Espinosa
12/03/2020
ESTRUCTURA Y REGIONES DEL CUELLO

El cuello es una estructura que une el tórax a la cabeza haciendo de soporte de ésta y
permitiéndole sus movimientos. Su límite superior es un plano que pasa por el borde inferior
de la mandíbula, punta de apófisis mastoides y línea occipital y su límite inferior otro plano que
pasa por el borde superior del esternón, clavícula y VII vértebra cervical.

En él se distingue dos regiones:

 Posterior: columna y músculos cervicales.


 Anterior:
- Músculos: platisma, esternocleidomastoideo, músculo prelaríngeos, que
recubren por delante la laringe y glándula tiroides y omohiodeo.
- Región visceral: glándulas tiroides y paratiroides, laringe, faringe y esófago
cervical.
- Espacio vasculonervioso: situado a los lados de la región visceral, aloja los
grandes vasos (yugular interna y carótida con su bifurcación) y los pares
craneales X, XI y XII,

Fascias.

Superficial  hoja de tejido fibroso que recubre el platisma

Profunda  más extensa, situada debajo del platisma y ocupa los espacios entre los
músculos, vasos sanguíneos, ganglios linfáticos y vísceras y se divide a su vez en tres hojas
(externa o superficial, media o visceral e interna).

GANGLIOS LINFÁTICOS DEL CUELLO

Son casi la tercera parte de los ganglios del organismo.

Formados en cadenas y drenan la linfa de la piel cervicofacial y del cuero cabelludo, de los
órganos glandulares de cabeza y cuello, de las VADS y de los órganos infraclaviculares. Se
distinguen tres cadenas:

 Superficiales: comprenden en relación con los paquetes vasculonerviosos.


Comprenden tres cadenas, que forman los tres lados del triángulo de Rouviere. La
cadena yugular interna acompaña a esta vena, situándose los ganglios en sus caras
anterior, lateral y posterior y junto a sus ramas desde la base del cráneo hasta su
confluencia en el tronco braquicefálico. Podemos dividirlos en tres grupos: superiores,
medios e inferiores. De gran importancia es el subdigástrico o de Kutner, que es la
estación central de todas las VADS y de la región laterofacial. El grupo medio o
supraomohiodeo se extiende desde la zona de la confluencia en la yugular del tronco
tirolinguofacial hasta el cruce de la vena yugular interna por el omohiodeo. El grupo
inferior llega desde aquí hasta la confluencia en la subclavia, donde se une con la
cadena cervial transversa. La cadena espinal se extiende desde la región
subdigástrica, bajo el ECM y siguiendo el curso del espinal confluye con la porción
externa de la cadena cervical transversa. Esta última reside en la región
supraclavicular, siguiendo el trayecto del pedículo vascular del mismo nombre, que
drena en los ganglios yugulares profundos.
 Yuxtaviscerales: entre ellos podemos citar el prelaríngeo, los pretraqueales y la
cadena recurrencial.

Rinofaringe  drena directamente en los ganglios superiores de la cadena yugular profunda

Orofaringe  subdigástricos y medios de la cadena yugular interna

Hipofaringe y el vestíbulo laríngeo  ganglios yugulares medios próximos a la confuencia del


tronco tirolinguofacial.

TRIÁNGULO DEL CUELLO

Son espacios tridimensionales limitados por huesos y músculos y envueltos por las fascias.
Contienen vasos, nervios y ganglios linfáticos.

EXPLORACIÓN FÍSICA Y POR IMAGEN

Después de la historia clínica la etapa diagnóstica más importante es la exploración física. La


inspección, palpación y endoscopia, facilitan el reconocimiento de la naturaleza del proceso
patológico. La inspección no debe limitarse al cuello, sino también extenderse a la piel de la
cara y cuello para detectar infecciones o tumores cutáneos.

PALPACIÓN DE CABEZA Y CUELLO

Lo primero es familiarizarse con las estructuras normales palpables de la zona y no caer en el


error de confundir tumoraciones: el bulbo carotídeo, la apófisis transversa del atlas, la apófisis
de la sexta cervical, el asta mayor del hioides o la superior del cartílago tiroides. Una
palpación cuidadosa permite reconocer la presencia de una lesión y precisar su localización,
tamaño, consistencia, grado de sensibilidad, relación con las estructuras próximas y presencia
de pulsaciones y soplos. La palpación debe de ser sistemáticamente y de momo meticuloso y
secuencial. Se puede empezar por los triángulos submental y submaxilares. A continuación el
triángulo lateral de arriba abajo, en la parte alta por delante y por detrás de la inserción
mastoidea del ECM, buscando las cadenas yugulodigástricas y espinales. La palpación de
esta área se facilita relajando musculatura mediante una flexión de la cabeza hacia el lado a
palpar. En la parte inferior del triángulo se busca la existencia de adenopatías, que en esta
zona si existen, se suelen apreciar bien. Se sigue por el triángulo posteroinferior y la fosa
supraclavicular entre el ECM y el trapecio. Finalmente se debe terminar palpando la región
preauricular y los ganglios de la cadena facial, acabando en la glandula tiroides, región
prelaríngea y supraesternal. La glándula tiroides deberá parparse situándose detrás del
paciente y colocando ambas manos sobre el área pretraqueal próxima al cartílago tiroides.
Mandando deglutir al paciente se delimitan mejor los lóbulos tiroideos al elevarse la laringe.
Presionando firmemente sobre un lateral de la traquea se puede palpar mejor el lóbulo
contralateral respecto a la existencia de nódulos, quistes o adenopatías.

PANENDOSCOPIA

En multitud de ocasiones el foco primario de una lesión cervical está localizado en las VADS,
lo que justifica una exploración sistemática de las mismas. La exploración de boca y
orofaringe debe incluir el examen de los labios, cavidad bucal, encías, suelo de la boca,
lengua, paladar, amígdalas y pared posterior de la orofaringe. La exploración de rino e
hipofaringe, al igual que la de laringe, debe realizarse mediante métodos indirectos o
endoscópicos. Todas estas áreas son frecuente asiento de tumores malignos.

ESTUDIO POR IMAGEN

 Ecografía: constituye una técnica no invasiva que se usa para diferenciar tumoraciones
sólidas de quísticas y tumores sólidos de adenopatías. Es especialmente útil en los
quistes congénitos, en los que muestra una sensibilidad de 90-95% y en las lesiones
vasculares.
 TC: Valora la naturaleza y extensión de una tumoración cervical, diferencia de tumores
sólidos y quísticos, localiza si la lesión está dentro de una estructura glandular,
identifica si es o no ganglionar y las características inflamatorias o metastásicas de las
mismas y diferencia las lesiones vasculares congénitas de las adenopatías.
 RM: para la identificación de la afectación tumoral de los tejidos blandos y es
especialmente útil para mostrar la afectación submucosa.
 PET: se usa en el cuello para detectar metástasis o tumores ocultos.
 Arteriografía: está indicada en caso de tumores vasculares y en adenopatías o tumores
hijos a la carótida para valorar su operabilidad.
 PAAF

ADENOPATÍAS INFLAMATORIAS

Las adenitis cervicales son muy frecuentes y de etiología muy variada.

Adenitis inespecíficas

La causa más frecuente, particularmente en el niño, son las infecciones virales o bacterianas
de las VADS. Una gran variedad de virus respiratorios produce linfadenitis bilateral de
consistencia blanda. Suelen persistir semanas o meses y recidivar con los episodios agudos.
Las bacterianas son causadas la mayoría de las veces por el estreptococo beta.hemolítico y el
estafilococo, son dolorosas, se localizan preferentemente en la región subángulo-maxilar y
tienen a supurar. El infarto ganglionar es simultáneo al foco faríngeo. El diagnóstico clínico
suele ser sencillo y el tratamiento, el mismo que el de la infección primaria: en las formas
piógenas beta-láctamicos por vía oral cuando la sintomatología es poco marcada y por vía
parenteral cuando es más acentuada. En el adulto casi siempre es bacteriana, adenopatía es
única y guarda evidente relación con una infección regional cutánea, dentaria o faríngea; el
ganglio es sensible, está indurado y es voluminoso.

El tratamiento antibiótico antes señalado conduce generalmente a la resolución de la


inflamación, aunque el infarto ganglionar puede persistir semanas o puede acabar supurando.
En este caso la piel se pone eritematosa, el ganglio se torna más doloroso, se fija y acaba
formándose un absceso fluctuante. En tal situación para evitar la extensión a los espacios
fasciales profundos del cuello está indicado el drenaje quirúrgico.

Adenitis específicas y granulomatosas

Afectan preferentemente a ciertos grupos de edad y suelen tener localizaciones peculiares.


Las que tienen mayor personalidad clínica son:

 Mononucleosis infecciosa: Es una enfermedad infecciosa aguda, que afecta sobre todo
adolescentes y a los adultos jóvenes y cuyo agente etiológico es el virus de Epstein-
Barr. Penetra en el organismo por la vía orofaríngea por transmisión directa a través de
la saliva. Comienza con malestar, astenia marcada, fiebre, dolor de garganta, cefalea,
fetidez del aliento e infarto ganglionar cervical doloroso. Presenta una angina de tipo
ulceromembranoso y un hemograma característico con linfocitosis.
 El diagnóstico se confirma con la serología, que se hace positiva hacia el
séptimo día.
 El tratamiento en las formas comunes es sintomático con antitérmicos,
analgésicos, antisépticos locales y reposo durante dos-tres semanas. En
presencia de amigdalitis estreptocócica se prescribirá penicilina o eritromicina.
 Adenopatías cervicales en el SIDA: en el estadio A de la clasificación de Atlanta es
frecuente la presencia de adenopatías cervicales pequeñas, indoloras y móviles,
bilaterales y simétricas, localizadas particularmente en las regiones occipital y espinal,
asociadas a hipertrofia del tejido linfoide del anillo linfático de Waldeyer. Cuando son
grandes y unilaterales debe sospecharse sobreinfección por tuberculosis o
micobacterias atípicas. La determinación de seropositividad aclara el diagnóstico. En
caso de reinfección el tratamiento es el mismo indicado para estos casos.
 Adenitis tuberculosa: es la localización extratorácica más frecuente de la tuberculosis.
A pesar de que con el SIDA actualmente parece existir un rebote notable de la
tuberculosis. Se ve más en la mujer joven. En los países occidentales, donde la
incidencia de la tuberculosis es baja, un alto porcentaje de estos pacientes no
presentan tuberculosis pulmonar. En los casos de tuberculosis pulmonar. En la mayoría
de los casos se presenta de un modo insidioso en forma de una o varias
adenomegalias dolorosas en un lado del cuello; en orden de frecuencia, ganglios
yugulares profundos, submaxilares y triángulo posterior. Su evolución suele ser
prolongada, permanecen móviles al principio, son sensibles a la palpación y acaban
fijándose, adscesificándose y fistulizandose. El diagnóstico se confirma con el Mantoux
y la demostración del bacilo alcoholresistente en la toma de la punción. En caso de
duda está justificada la adenectomía diagnóstica. El tratamiento es la antibioterapia
específica prolongada, al menos durante seis a ocho meses. La cirugía se reserva para
los fracasos del tratamiento médico, los casos avanzados y fistulizados o para eliminar
secuelas.
 Adenitis por micobacterias atípicas: en los países desarrollados es más frecuente que
la tuberculosa. Es menos virulenta que ésta y afecta generalemnte a los individuos
inmunodeprimidos. Prevalece en la primera infancia y en enfermos de SIDA. En los
niños pequeños produce un cuadro y tiene una evolución similar a la adenitis
tuberculosa. Cursa de manera tórpida, con pocos signos generales, pero casi siempre
acaba abscesificándose y fistulizándose. El diagnóstico diferencial con la tuberculosa
es muchas veces complicado y se baja en la demostración histológica de un granuloma
típico. Suele curar espontáneamente, pero ante la duda se recomienda tratarla como si
fuese una adenitis tuberculosa. La cirugía de exéresis obtiene mejores resultados que
en esta última.
 Enfermedad por arañazo de gato: es producida por un bacilo no bien tipificado. Una o
dos semanas después del arañazo o mordedura del gato el cuello se forma una pápula,
vesícula o pústula eritematosa en la zona. Dos o tres semanas más tarde aparece un
grupo de adenomegalias dolorosas cervicales, duras, móviles, a veces asociadas a
febrícula, cefaleas, malestar general, mialgias y anorexia. Habitualmente remiten en
unos tres meses, aunque pueden suùrar y fistulizarse. El diagnostico se hace por la
historia, el contexto epidemiológico, la exploración y la identificación microscópica del
bacilo en la muestra obtenida por punción de un ganglio. El tratamiento recomendado
es sintomático.
 Toxoplasmosis: es una infestación digestiva muy extendida, causada por ingestión de
alimentos contaminados por el protozoo toxoplasma gondii. El reservorio es el gato. La
forma aguda, cuando afecta a niños mayores y adultos no inmunodeprimidos, se
caracteriza por molestias faríngeas, malestar general, febrícula, adenopatías cervicales
y mononucleosis. Al lado de ésta existen formas asintomáticas y forma crónicas, que
presentan únicamente una adenopatía cervical, indolora, dura y a menudo persistente
asociada a astenia. Su remisión espontánea tiene lugar en pocas semanas sin ningún
tipo de complicaciones. Por su similitud clínica y hematológica con la mononucleosis lo
primero es descartar ésta con la prueba de Paul-Bunell y en caso de negatividad,
solicitar serología específica del toxoplasma. Generalmente no es preciso ningún tipo
de tratamiento.
 Tularemia: ocasionada por la pasteurella tularensis, por trasmisión desde los roedores,
particularmente liebre y conejo, por contacto directo a través de las manos
contaminadas por la piel de un animal infectado. Más raro es el contagio por la
picadura de garrapatas o por vía digestiva. El comienzo habitual es un cuadro brusco
de tipo gripal con fiebre de 39-40 ºC. El primer signo específico de la enfermedad es la
aparición a los pocos días de un infarto ganglionar submaxilar o subdigástrico muy
sensible, doloroso espontáneamente y a la presión, simultáneamente con la formación
de una úlcera en la zona de la inoculación, un chancro oral o una angina pultácea o
ulceromembranosa unilateral. A los dos días se rodea de otras adenopatías en el
mismo lado. La angina desaparece al cabo de una semana, persistiendo las
adenopatías uno o dos meses. Hacia la quinta o sexta semana los ganglios pueden
evolucionar hacia la abscesificación y fistulización, dejando salir pus cremoso blanco-
amarillento. Los antecedentes epidemiológicos, la prueba cutánea de
intradermorreacción a la tularina, que se hace positivo a los ocho o diez días y en
ultimo termino el aislamiento del bacilo tras la punción de un ganglio llevan al
diagnóstico. El tratamiento aconsejado es macrólidos y estreptomicina.
 Sífilis: la sífilis primaria se manifiesta por odinofagia y aparición sobre amígdala,
paladar blando, mucosa oral o labio del chancro típico. Se acompaña siempre de
adenopatía satélite indolora muy voluminosa, rodeada de otras menores. El chancro
cura espontáneamente en una semana, pero la adenopatía persiste más tiempo. El
diagnóstico se hace mediante la identificación del treponema en el ganglio por
citopunción. La serología se positiviza más tarde. El tratamiento es penicilina a dosis
elevada durante tres a cuatro semanas.

Existen otras enfermedades poco frecuentes en las que la afectación ganglionar cervical
forma parte del cuadro clínico.

Flemones y abscesos del cuello

Los espacios fasciales del cuello son áreas de tejido conjuntivo laxo limitadas por fascias más
densas. En las infecciones profundas tienen interés los laterofaríngeos y submandibulares.

El espacio laterofaríngeo está limitado lateralmente en la parte alta por los músculos
pterigoideos y la aponeurosis parotídea. Se extiende desde la base del cráneo hasta el hueso
hioides, donde está separado del espacio submaxilar por un reforzamiento de la hoja
superficial de la fascia profunda. El ramillete de Riolano lo divide en pre y retroestiloideo y
hacia abajo sigue en continuidad con el compartimiento vascular.

El espacio submaxilar está limitado cranealmente por la mucosa del suelo de la boca y abajo
por la fascia profunda, que se extiende desde el hioides a la mandíbula. Está dividido en dos
partes por el músculo milohiodeo: la parte del espacio por encima del milohiodeo contiene la
mayor parte de la glándula sublingual y la parte inferior, la submaxilar. Anteriormente
encontramos el espacio submentoniano entre los dos vientres anteriores del digástrico.

Angina de Ludwig

Se trata de una celulitis de comienzo agudo del suelo de la boca y el espacio submentoniano
secundaria en el 70-85% a infecciones radiculares premolares o molares inferiores, cuyas
raíces están situadas muy cerca de la cortical interna, por debajo de las inserciones del
milohiodeo, o a una infección del suelo de la boca. Los gérmenes responsables suelen ser el
E. Viridans y el E.Coli. lo habitual es que la inflamación afecte a toda la encía, se extienda al
suelo de la boca y a ambas celdas submaxilar y submental. Se produce un tipo de lesión
infiltrativo-gangrenosa, con edema serohemático fétido, sin colección de pus. La consecuencia
es la formación de un gran edema submentoniano que progresa con rapidez y eleva y
desplaza posteriormente la lengua, con peligro de obstrucción respiratoria. El paciente
presenta un mal estado general con fiebre alta, dolor, trismus y sialorrea. El tratamiento es la
antibioterapia, incisión y drenaje.

ABSCESOS PROFUNDOS

Adenoflemón del espacio retroestiloideo

Este espacio contiene, además de carótida, vena yugular interna y los cuatro últimos pares
craneales, algunos ganglios linfáticos y se continúa inferiormente con el espacio carotídeo del
cuello. Se desarrolla a expensas de los ganglios subdigástricos con propagación al Tejido
celular próximo y supra yacente del espacio subparotídeo posterior, para terminar en una
masa adenoflemonosa que en pasta toda la parte superior del espacio vascular. La
supuración de estos ganglios, que dan lugar a un flemón y absceso, es secundaria a
infecciones faríngeas y se ve especialmente en el niño mayor.

Se manifiesta inicialmente en el periodo de remisión de una infección faringe a aguda con una
elevación febril junto con dolor lancinante laterocervical que se exacerba con los movimientos
del cuello. Se asocia a tortícolis e inclinación de la cabeza hacia el mismo lado. En el cuello
encontramos un en pasta miento doloroso de la región sub ángulo maxilar con poca
inflamación al principio de la piel de revestimiento. en la orofaringe podemos encontrar un
abombamiento de la pared lateral por detrás de la amígdala. El proceso puede extenderse
hacia abajo a lo largo del paquete vascular y fistularse en la piel. Los métodos de imagen y la
punción confirman el diagnóstico. Debido a los peligros señalados se recomienda el drenaje
quirúrgico de entrada.

Fascitis necrotizante del cuello


Se trata de una infección de los tejidos blandos habitualmente de naturaleza polimicrobiana de
evolución fulminante con propensión a la rápida destrucción y disección de los planos faciales
y de mortalidad elevada. Los gérmenes más frecuentes de responsables son las bacterias
anaerobias habituales en la cavidad bucal y orofaringe, particularmente fusobacterias,
bacteroides y peptoestreptococos.

En los cultivos se encuentran también con mucha frecuencia estreptococos piógenos. Los
pacientes más propensos son los inmunodeprimidos.

Cuadro séptico agudo con fiebre elevada y grave afectación del estado general. El cuello
suele presentar un enpastamiento cervical unilateral que borra todos los relieves con la piel
roja e infiltrada. Es frecuente que la palpación exista crepitación.

TC aclara la existencia de contenido gaseoso  confirma la infección por anaerobios.

Su curso es acelerado la piel se torna en una son las pálidas y en otras negruzca se forman
flictenas y se necrosa progresivamente. El peligro de complicaciones es elevado siendo las
más amenazadoras la tromboflebitis de la yugular interna y la extensión al mediastino. Hello
agrava el cuadro toxi-infeccioso, la disnea y la aparición de condensaciones pulmonares y
derrames pleurales.

El tratamiento incluye la hospitalización coma el soporte hidroelectrolítico y la antibioterapia


intensiva, asociando metronidazol y cefalosporinas de tercera generación, que se adaptará
posteriormente con los resultados bacteriológicos del laboratorio. Se impone un drenaje
quirúrgico de urgencia mediante una amplia cervicotomía. Debe hacerse disección existencia
de todos los espacios fasciales del cuello desbridamiento de todos los tejidos necróticos y
lavado con agua oxigenada del campo quirúrgico dejando gruesos drenajes en la herida
abierta y bien ventilada. Podemos encontrar una tromboflebitis.

TUMORACIONES CERVICALES

La presencia de una tumoración cervical es un problema que impone un abordaje sistémico.


Puede ser de naturaleza congénita, inflamatoria o tumoral benigna o maligna, ganglionar o
extraganglionar.
Algunos datos de interés son:
1. Edad: en los menores de 15 años don más frecuentes las masas de naturaleza
inflamatoria que las congénitas y estas suelen ser más frecuentes que las neoplásicas.
Entre los 16 y los 40 años son frecuentes las adenitis de la mononucleosis y las
neoplasias malignas de tiroides y en los mayores de 40 años debemos pensar en
metástasis ganglionares de un tumor maligno VADS. En los adultos, se cumple por lo
general la “regla de 80” (el 80% de las tumoraciones cervicales no tiroideas son
neoplásicas; de estas el 80% son malignas y el 80% son metástasis de tumores
situados por encima de la clavícula).
2. Tiempo y modo de evolución: si está presente desde hace 7 días es de origen
inflamatorio; si lo está desde hace 7 meses, neoplásica; si lo está desde hace 7 años,
congénita. El aumento progresivo de tamaño sugiere un proceso neoplásico, lo mismo
que la presencia de hemoptisis, epistaxis, odinofagia, disfonía, algias bucales o
faríngeas, lesiones cutáneas o pérdida de peso.
3. Localización: las situadas en la línea media casi siempre son quistes del conducto
tirogloso, quistes sebáceos o dermoides, o están relacionadas con la glándula tiroides;
las situadas en los triángulos laterales (son las más frecuentes) suelen ser
adenopatías. Las adenopatías de los triángulos anteriores del cuello suelen
corresponder a cánceres de VADS y las supraclaviculares, a metástasis de tumores
malignos infraclaviculares.
4. Consistencia: las tumoraciones de consistencia firme corresponden, por lo general, a
adenopatías metastásicas; las de consistencia blanda e indoloras, a linfomas; las
fluctuantes y dolorosas, a abscesos; y las indoloras, a quistes congénitos.

Quistes y tumoraciones congénitas del cuello

 Quistes del conducto tirogloso


Se originan en restos del tracto tirogloso que deja la glándula tiroides durante el descenso
desde el foramen cecum hasta su localización pretraqueal y normalmente desaparece entre la
quinta y sexta semana.
Es la lesión congénita más frecuente en el cuello y se presenta en cualquier edad de la vida,
con una incidencia algo mayor hacia la tercera y la cuarta década.
El 2.1% son intralinguales, 24.1% suprahioideos, 60.9% tiroideos y el 12.9% supraesternales.
Habitualmente se presenta como tumoración en la línea media del cuello, entre hioides y el
cartílago tiroides, blanda, fluctuante, que asciende con la protrusión de la lengua. A veces se
pone de manifiesto cuando se infecta, ocasionando dolor y enrojecimiento de la piel y
pudiendo fistulizar dando lugar a las mal llamadas fistulas del conducto tirogloso.
El diagnostico de sospecha se realiza mediante la exploración clinica y se apoya de técnicas
de imagen (TC cervical).
El tratamiento consiste en su extirpación por la técnica de Sistrunk que incluye el cuerpo del
hueso hioides y el tejido desde esté hasta el foramen cecum.

 Quistes branquiales
Se originan en restos de las hendiduras branquiales:
1. Primeras: son muy raros, semejan una duplicación del conducto auditivo externo
membranoso y se presenta en la región subauricular, o en el subangulo maxilar y
aparentan inflamaciones o tumoraciones parotídeas.
2. Segunda, tercera y cuarta: se originan en el seno cervical en los que normalmente se
oblitera su comunicación externa y se reabsorbe el ectodermo. La persistencia de éste
dará lugar a un quiste y la persistencia de la comunicación con la piel a una fistula.
Supone el 95% de los quistes congénitos laterales y es la segunda lesión congénita más
frecuente. Se localiza habitualmente en la unión del tercio superior con los dos tercios
inferiores del ECM, a lo largo del borde anterior y prevalecen en adultos jóvenes.
Se manifiestan característicamente durante o despues de una infeccion aguda de las VADS
como un tumor doloroso, caliente, blando y fluctuante a lo largo del borde anterior del ECM
que puede infectarse, abscesificarse y fistulizar.
El tratamiento es quirúrgico. En el caso de la primera hendidura es aconsejable empezar por
una parotidectomía superficial con disección del facial y en el resto se realiza cervicotomía
siguiendo el borde anterior del ECM y terminando la disección completa del tracto interno
hasta la pared lateral de la orofaringe.

 Linfagiomas
Son malformaciones relacionadas con una alteración del desarrollo de la comunicación entre
el primordio linfático y los canales venosos. El 25% se localiza en el cuello, el más frecuente
es el triángulo póstero-lateral. Se extiende localmente rodeando los grandes vasos, nervios,
músculos, tráquea, faringe y esófago. Están presentes al nacimiento, aunque a veces se
manifiestan más tardíamente.
Se presentan en forma de tumoración blanda y algo carnosa, indolora, más o menos limitada,
de tamaño variable (dese unos centímetros hasta ocupar todo un lado del cuello e incluso
llegar a la base del cráneo por arriba y al tórax por abajo). Cuando alcanza gran tamaño o
sufren hemorragias intratumorales puede originar síntomas obstructivos.
Los datos clinicos, la palpación y la radiología permiten un diagnostico fácil.
El tratamiento es la ablación quirúrgica parcial. Se aconseja posponer la cirugía hasta que el
niño alcance la edad de 3-4 años, aunque en ocasiones hay que operar antes por la exigencia
de eliminar la deformidad cuando existen signos compresivos de la via aérea.

 Hemangiomas
Son los tumores benignos de cabeza y cuello más frecuentes en el niño y suelen ser
evidentes desde el nacimiento o poco despues.
Cuando se localizan en los tejidos profundos del cuello, su diagnóstico de sospecha se apoya
en que es una tumoración compresible, de coloración rojiza y que aumenta de tamaño con el
esfuerzo.
La TC, RM y arteriografía complementan el diagnóstico. Suelen manifestar una fase de
crecimiento rápido seguida de una regresión lenta hacia los 3-4 años, por lo que la actitud es
expectante.
En los casos de crecimiento rápido que interfiere con las funciones aerodigestivas, puede
aconsejarse la corticoterapia. Los capilares, color vino Oporto, no regresan espontáneamente
y se aconseja tratarlos con láser.

 Quiste dermoide
Su localización en el cuello suele ser la zona submentoniana por encima del hioides y por
fuera del musculo milohioideo. No da otra sintomatología que la presencia de una tumoración
indolora submentoniana de consistencia blanda o elástica a la palpación y su tratamiento es la
excisión.

 Quiste tímico
El timo se origina de la tercera bolsa faríngea y crece caudalmente hasta hacerse
intratorácico, pero mantiene sus conexiones con dicha bolsa por el llamado conducto
timofaríngeo que desaparece entre la semana ocho y nueve. Los quistes tímicos, muy raros,
se originan en restos de dicho conducto.
Se presenta habitualmente en la región lateral del cuello, a veces por dentro del ECM.
Clínicamente semeja un quiste branquial y casi siempre el diagnostico se hace posteriormente
por el hallazgo histológico. Su tratamiento es la excisión.

Tumores primarios del cuello


Son bastante raros. Los malignos más frecuentes son linfomas y tiroideos.
 Lipomas
La mayoría son de localización subcútanea. Pueden presentarse en cualquier región del
cuello y el único problema que plantean suele ser estético, su exéresis no ofrece dificultades.
La enfermedad de Madelung es una lipomatosis no encapsulada que afecta al cuello,
pudiendo alcanzar la región de los hombros y la parte superior del tórax. En el cuello se
localiza preferentemente en la región posterior y cuando se localiza en la región
submentoniana tiene tendencia a infiltrar los músculos. El tratamiento consiste en la reducción
del tejido graso para impedir la deformidad y la malposición cervical.

 Tumores neurogénicos (Nos son raros)


Los Swannomas suelen ser solitarios y más frecuentes en el espacio retroestiloideo. En el
cuello puede originarse en las ramas de los plexos cervical y braquial y en los pares
craneales.
Los neurofibromas, menos frecuentes en el cuello, no están bien encapsulados y a menudo
son múltiples.
Los ganglioneuromas se originan en el simpático cervical, casi siempre en el espacio
retroestiloideo y no en el cuello.
Todos ellos crecen lentamente y se manifiestan como una tumoración cervical asintomática o
discretamente dolorosa, de tamaño variable, de consistencia dura y sensible a la palpación.
Semejan una adenopatía situada en los planos profundos, pero es móvil en el sentido
transversal y no en el vertical.
La RM y la TC permiten una apropiada determinación de la localización y la PAAF, de su
naturaleza. El tratamiento es quirúrgico a través de una cervicotomía.

 Paragangliomas
Son bastantes raros, prevalecen en el adulto y se originan en el tejido paraganglionar del par
X o del corpúsculo carotídeo.
Los vagales, muy raros, suelen originarse en la zona del ganglio plexiforme y menos
frecuentemente a lo largo de los nervios laríngeo superior o inferior. Pueden provocar parálisis
laríngea y manifestarse con disfonía con voz bitonal, parestesias faríngeas, tos o síntomas de
compresión de los otros pares craneales. Dependiendo de su localización puede presentarse
como una tumoración parafaríngea o cervical.
-Todo paciente con una tumoración cervical solitaria de crecimiento lento asociada a parálisis
laríngea es sospechosa de un paraganglioma vagal-
El diagnostico se confirma con la TC con contraste y la arteriografía demuestra que se trata de
una tumoración vascular. No se aconseja la biopsia excisional diagnostica por el peligro de
hemorragia.
Los del cuerpo carotideo son más frecuentes en poblaciones que viven en zonas de gran
altitud. Se presentan esporádicamente o con un patrón de herencia autosómica dominante. Se
origina en el tejido paraganglionar que existe en la zona de bifurcación carotidea y se
manifiesta como una tumoración pequeña, bien delimitada, de consistencia elástica, no
adherida a los planos superficiales, a veces ligeramente dolorosa, raramente disfagia, disfonía
o tos. Presenta con frecuencia pulsaciones y son menos netos a la palpación que una
adenopatía. Es típico su crecimiento lento. La TC, la RM, la angiorresonancia ayudan a su
diagnóstico (no biopsia). El tratamiento es quirúrgico con disección subadventicial y ligadura
de la carótida externa.

 Linfoma de Hodgkin
Prevalece en varones adolescentes y adultos jóvenes. En el 90% de los casos el primer
síntoma es la aparición de adenomegalias cervicales. Se trata de un infarto ganglionar, de
consistencia firme, no doloroso, generalmente localizado en la región lateral del cuello o en la
zona supraclavicular.
No es excepcional la afectación de los ganglios mediastínicos y del bazo. Solo un tercio de los
casos presenta inicialmente síntomas generales (febrícula, astenia, pérdida de peso,
sudoración nocturna y prurito). Las adenopatías son múltiples, frecuentemente forman
conglomerados, suelen ser más duras que las adenitis inflamatorias banales, pero de
consistencia más blanda y elástica que las de metástasis carcinomatosas.
El diagnostico se confirma tras adenectomía y estudio histológico completo. El estadiaje
permite proyectar un tratamiento adecuado con radio y/o quimioterapia.
 Linfoma de no-Hodgkin
Son más comunes en el niño y adulto joven. En el niño representa más del 50% de los
tumores malignos. Un factor predisponente es el SIDA.
En la mayoría de los casos se manifiesta como un bulto en el cuello, generalmente de
localización supraclavicular. Puede existir afectación extranodal (órbita o parótida), de las
mucosas de las VADS o pueden ser diseminados. El 15-20% se localiza en la orofaringe,
particularmente en el niño, muchos de ellos sin afectación de otros órganos. Frecuentemente
se afectan los ganglios mediastínicos.
El diagnostico de sospecha se hace por la asimetría del infarto ganglionar, la anemia y la
sintomatología sistémica.
-Todo niño con un bulto en el cuello de más de 3 cm que vaya asociado a fiebre y escalofríos
de origen no infeccioso, debe hacernos sospechar un linfoma-
El PAAF y/o la adenectomía. El estadiaje se completa con la investigación de afectación de
otros órganos mediante TC de cabeza, cuello, tórax, abdomen, punción medular. El
tratamiento debe ser individualizado apoyado en un protocolo y se basa en quimio y
radioterapia.

 Sarcomas
Son raros (1-5% de todos los tumores de cabeza y cuello). El 10-20% se ven en el niño, de los
que la mayoría son rabdomiosarcomas; en el adulto joven se ven con más frecuencia
rabdomiosarcomas y fibrosarcomas de bajo grado y por encima de los 75 años angio y
liposarcoma.
Suelen presentarse como una tumoración cervical única y debemos pensar en ellos ante un
tumor de localización profunda y de crecimiento rápido e infiltrativo. Son raras las metástasis
ganglionares.
La TC y la RM ayudan a completar el estudio del mapa tumoral. La PAAF muchas veces no es
concluyente y se hace necesario una biopsia excisional. En general se realiza una exéresis
quirúrgica asociada a radioterapia postoperatoria. La supervivencia a 5 años varía entre el 10
y el 90%.

Tumores de la glándula tiroides

 Adenoma
Se presenta habitualmente en la edad media, en forma de una tumoración localizada en uno
de los lóbulos, de consistencia más o menos dura, de un tamaño variable, de forma
redondeada y bien limitada.
Pueden ser funcionantes o no funcionantes. Al funcionante se le denomina nódulo solitario
templado, que es capaz de captar yodo y está rodeado por un parénquima también activo.
Esto lo diferencia del nódulo calienten en el que la gammagrafía muestra una captación
selectiva de yodo o el tecnio por el nódulo y aparece rodeado por un parénquima silente, lo
que indica que el nódulo tiene una actividad autónoma y ha dado lugar al cese de la actividad
del resto de la glándula.
Los nódulos solitarios no funcionantes o fríos, que son la mayoría, pueden ser solidos o
quísticos. En el caso del nódulo templado se indica siempre la cirugía, pues el 5% son
malignos.
 Tumores malignos
Su incidencia es de 2-4 por un millón de habitantes y año, con una prevalencia femenina de
más del doble que el varón.
a) Carcinoma papilar (60% de todos los carcinomas de tiroides) prevalece en la mujer
joven.
Se presenta como un nódulo tiroideo duro, mal delimitado, frecuentemente con otros focos en
el mismo lóbulo o en el contralateral. Crece lentamente y tarda en infiltrar la capsula tiroidea.
Puede producir síntomas respiratorios y parálisis laríngea.
Son raras las metástasis a distancia, casi siempre en el pulmón, siendo más frecuentes
cuanto más joven es el paciente.
b) Carcinoma folicular (18%), con prevalencia femenina a una edad ligeramente superior
al papilar, es más común en áreas de bocio endémico.
Habitualmente se presenta como un nódulo tiroideo único, duro, de pequeño tamaño,
encapsulado semejante a un adenoma, que muestra un crecimiento más rápido y agresivo
que el papilar, invadiendo la capsula de la glándula y las venas de esta e infiltrando las
estructuras próximas.
Los casos en los que no se comprueba dicha infiltración se les denomina microangioinvasivo.
Son raras las metástasis ganglionares (<20%) y relativamente frecuentes las metástasis a
distancia. (15-20%) en huesos y pulmón.
c) Carcinoma medular (5-10%), se origina en las células C o parafoliculares, y, por lo
tanto, es un tumor neuroendocrino con capacidad secretoria y no realmente tiroideo.
Se distinguen dos formas: esporádica, de preferencia femenina entre los 30 y 60 años y
hereditaria autosómica dominante (25%), sin preferencia de sexo, de presentación en
individuos más jóvenes (20 a 30 años) y frecuentemente incluido en la llamada neoplasia
endocrina múltiple (feocromocitoma, neurinomas intestinales, hipeparatiroidismo). Lo habitual
es encontrar un nodulo solitario, duro, con presencia de calcificaciones en el examen
radiológico. En las hereditarias, son comunes lesiones multicéntricas y bilaterales en
asociación con hiperplasia paratiroidea.
Es característica del carcinoma medular la capacidad de sintetizar tirocalcitonina.
d) Carcinoma anaplásico (5%) es típico del anciano. Suele aparecer en personas que
sufren de un bocio desde hace tiempo, en las que bruscamente muestra un crecimiento
rápido con induración, infiltración de tejidos vecinos, dolor y signos de compresión.
En el momento del diagnóstico son frecuentes las metástasis a distancia, por lo que su
supervivencia suele ser muy baja (un año).
Diagnóstico: es elevado el número de los que se descubren fortuitamente. Otras veces la
clinica es evidente. Un método diagnostico prioritario es la PAAF que debe ser
complementada con RX de tórax, TC y RM. La determinación de los niveles sanguíneos de
calcitonina tiene interés en los carcinomas medulares.
Tratamiento: la base de este es la cirugía. En multitud de ocasiones la actitud ante un nódulo
tiroideo es un problema difícil de resolver, como cuando con los datos clinicos, analíticos o de
imagen no tenemos seguridad de si es benigno o maligno. En estos casos la decisión se
apoya generalmente en el resultado del PAAF. El siguiente punto a resolver es la extensión de
la cirugía: hemitiroidectomía, tiroidectomía subtotal o total.
Complicaciones de la cirugía: las más frecuentes son insuficiencia paratiroidea y la parálisis
recurrencial.
Cuidados postoperatorios y seguimiento: tras la lobectomía deben administrarse 0.1 a 0.3 mg
diarios de tiroxina hasta comprobar que los niveles de TSH no se eleve. Despues de la
tiroidectomía total es preciso hacer controles diarios de calcemia, administrando calcio en
caso de necesidad. Durante 3-6 semanas no se administra tiroxina para que podamos saber
si se eleva la TSH, lo que aumentará la captación de yodo por las metástasis en la
gammagrafía. A continuación, se puede proceder al tratamiento con yodo radioactivo. Tras
ello puede darse tiroxina de modo permanente.
Territorio de drenaje de los ganglios del cuello
Grup Ganglios Territorio de drenaje
o
IA Submentonianos Labios, parte anterior de la boca
IB Submaxilares Cara, nariz, seno maxilar, mucosa bucal, suelo de
la boca, glándula submaxilar
II Subdigástricos, espinales altos, Boca, base de la lengua, rino y orofaringe,
yugulares superiores parótida
III Yugulares medios Boca, oro e hipofaringe, supraglotis, tiroides
IV Yugulares inferiores Hipofaringe, laringe, tiroides, esófago, órganos
infraclaviculares
V Espinales inferiores, cervicales Piel del cuero cabelludo, rino, oro e hipofaringe,
transversos oído, parótida, tiroides, órganos infraclaviculares
VI Pretraqueales, paratraqueales Laringe, tiroides, traquea, esófago
Pronostico y resultados: globalmente la tasa de supervivencia a los 10 años en los carcinomas
diferenciados oscila entre el 80 y el 95%; en los microcarcinomas se aproximan al 100%; en
los de células altas son inferiores (60-80%). El pronóstico de los foliculares en general es
peor, aunque es muy bueno en los pacientes jóvenes. En el medular la supervivencia a los 10
años oscila entre el 50 y el 80%, en relación directa con la afectación uni o bilateral, invasión
de la capsula, existencia de metástasis a distancia, sexo masculino y edad avanzada. En el
anaplásico la supervivencia es muy baja (0-11%) y lo normal es la muerte antes del medio
año.
Adenopatías metastásicas cervicales

En casi la mitad de los cánceres de cabeza y cuello existen metástasis ganglionares


cervicales manifiestas en el momento del diagnóstico. Su localización señala la del tumor
primitivo. Asi mismo cada área drena hacia un grupo ganglionar, su recuerdo nos señala la
posible localización de metástasis ocultas.
La frecuencia de estas metástasis está en relación con el tamaño, el carácter infiltrante, y
especialmente, con la localización del tumor. Los de rinofaringe, orofaringe, hipofaringe o
cavidad oral presentan una elevada incidencia.
 Evaluación
La palpación permite determinar la localización, extensión, consistencia, sensibilidad, tamaño
y movilidad respecto a la piel y tejidos profundos. Estos datos son muy útiles para calcular el
estadio y las posibilidades de exéresis. La TC es mucho más sensible y especifica que la
palpación, mediante la misma se consideran ganglios metastásicos los mayores de 1.5 cm o
cuando presentan realce de los bordes y presencia de necrosis central. La RM diferencia
mejor el ganglio de los tejidos proximales y, por lo tanto, la invasión de los grandes vasos.
Hoy en dia el uso de PET permite detectar el tumor primitivo, cuando a pesar de ello no es
detectado está justificada la PAAF. Si esta nos confirma la metástasis de carcinoma, lo
indicado es una exploración panendoscópica y biopsiar cualquier zona sospechosa. El
siguiente paso sería la adenectomía-biopsia, que deberá ser el último recurso y nunca el
primero.
 Estadiaje
Su conocimiento es importante para la descripción de la etapa del proceso, el tratamiento y el
pronóstico.

 Tratamiento
Incluye la Radio Terapia, cirugía o la asociación de ambas. No existe una norma universal
respecto al mejor tratamiento.
Cirugía:
I. Vaciamiento radical o clásico (operación de Cryle)
II. Vaciamiento funcional
III. Vaciamiento selectivo
Radioterapia: se emplea de principio en forma profiláctica electiva en pacientes que no
presentan adenopatías clínicas y el tumor primario se va a tratar con radioterapia. Si tiene
adenopatías puede intentarse radioterapia curativa sobre Clasificación de las adenopatías
las mismas y en caso de fracaso, vaciamiento posterior. metastásicas cervicales
N0 Ausencia de adenopatías
N1 Adenopatía única ipsilateral <
3 cm
N2a Adenopatía única ipsilateral >
3 cm y < 6 cm
N2b Adenopatías múltiples
ipsilaterales < 6 cm
N2c Adenopatías bilaterales < 6
cm
N3 Adenopatías > 6 cm

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