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Tecnológico de Costa Rica

Escuela de Ciencias Sociales

CS4402: Seminario de Estudios Costarricenses

Ensayo 1: La realidad tras la distopía de 1984

Realizado por:
Valeria Chavarría Castillo
2016131679

Profesor:
Guillermo Meneses Marín.

Fecha de entrega:
19 de setiembre del 2018
Introducción

George Orwell plantea en su libro “1984”, un mundo dividido en tres partes

(Oceanía, Eurasia y Asia Central) que se encuentran en constante guerra y se

centra en el extremo régimen totalitario en Oceanía. Este régimen controlaba el

actuar y hasta el pensar de los habitantes por medio de la violación total a la

privacidad, observándolos constantemente y manipulando la información a como

“El Partido” le conviniese.

Un mundo como el de 1984, no está tan alejado de situaciones que

sucedieron o que están sucediendo en nuestro mundo, ya que es un régimen

“mejorado” basado en La Santa Inquisición, la Alemania nazi y la Rusia comunista,

como lo menciona el autor en algunos párrafos. Orwell trata de dar una visión a lo

que puede llegar a ser el mundo en el que vivimos si se suprime la educación y se

controla toda la información, pues Oceanía estaba dividida en 3 clases sociales:

los del Partido Interior, los del Partido Exterior y los proles. Estos últimos

constituían un 85% del total de la población, y se les educaba con el odio hacia el

país con el que se encuentran en guerra y con la adoración hacia El Gran

Hermano. Los del partido Exterior eran los que más sufrían la vigilancia de El

Partido, mediante micrófonos escondidos y telepantallas cuya programación eran

obligados a ver y reaccionar de la forma requerida, además esta poseía una

cámara que vigilaba cada movimiento y podía notificar si alguna acción era un

crimental.
En la actualidad, nos podemos dar cuenta que ya la tecnología y los medios

de comunicación pueden tergiversar la información a su antojo para manipular

nuestros pensamientos respecto a alguna situación de la realidad.


Desarrollo
En la novela 1984, el autor plantea a Winston Smith como personaje

principal, un ciudadano de Oceanía, perteneciente al Partido Exterior y que es uno

de los muchos encargados de controlar la información en el Ministerio de la

Verdad. Winston empieza a tomar conciencia de la manipulación a la que el

estado está sometiendo a los habitantes, esto lo hace interesarse en cómo era el

mundo antes de la Revolución en la que El Partido tomó el mando, pues si todo

parecía empeorar debía ser una señal de que algo estaba mal porque, ¿cómo se

iba a considerar algo intolerable sin que existiese algún recuerdo de que fue

diferente alguna vez? Conforme pase el tiempo, se logrará borrar ese recuerdo y

todos pensarán que el modo de vida que tienen es normal y nadie tendrá

pensamientos en contra del estado.

En la actualidad, podemos comparar el régimen totalitario del libro 1984, a

los gobiernos de Cuba, Venezuela y más recientemente en Nicaragua, en donde

sus dirigentes no permiten que la verdad salga a la luz, prohibiendo todo tipo de

comunicación y censurando cualquier medio que haga alguna crítica al gobierno,

controlando así a los habitantes, que ya sea por falta de educación o por sobornos

otorgados por el mismo gobierno, creen que todo lo que les dicen es la verdad

absoluta y que toda información externa en contra de su líder es mentira.

En 1984 vemos que a El Partido no le interesa eliminar las clases sociales,

pues esa misma jerarquía es la que le permite sustentar el poder, necesitan que

exista la pobreza, la falta de recursos, además limitan los avances tecnológicos,

todo esto para mantener al pueblo trabajando para que no piensen de más, e
ignorante para que no piensen del todo. La guerra constante a la que se ve

sometida Oceanía no sirve para más que sembrar odio por el contrincante,

patriotismo extremo y para gastar bienes que cumplen el objetivo de mantener la

pobreza.

Esto lo vemos reflejado en nuestra sociedad en la desigualdad que existe

en todos y cada uno de los países del mundo, no importa por cual sistema se rijan:

capitalismo, totalitarismo, socialismo, isamismo, etc. en todos existen los pobres,

pues la pobreza es algo que por más que los gobiernos prometan eliminar,

siempre es “necesaria” en la sociedad jerárquica en la que vivimos.

Por otra parte, en el libro tenemos la vigilancia extrema a los ciudadanos

por parte del gobierno, esto mediante artefactos tecnológicos como la constante

grabación por micrófono en el hablaescribe, cámaras en las telepantallas en los

hogares que además de inspeccionar cada acción de los ciudadanos en busca de

algo sospechoso de atentar contra El Partido, le ordena que hacer, alimenta el

odio con sus dos minutos de odio, da propaganda y presenta la “información”.

Después de todo esto, se tiene también a La Policía del Pensamiento la cual era la

encargada de estudiar todas las acciones grabadas o vistas en la calle y de

apresar y torturar a todo aquel que cometa un acto de traición, incluso en sueños,

en contra de El Partido o El Gran Hermano.

Puede que, en un futuro no muy lejano, o en un presente desconocido en

nuestra sociedad, los smartphones, tablets y computadoras portátiles sean los

medios de vigilancia de nuestro “Ministerio de La Verdad” y las personas que

controlan el mercado, nuestra “Policía del Pensamiento”, pues personas


poderosas pueden comprar la información recopilada por los aparatos

tecnológicos a los dueños del mercado, y así manejar esa información a gusto de

ellas. Esta situación ya se puede ver en los robos en las tarjetas de crédito de las

personas, hackers que inventan virus que se meten a la computadora y extraen

todo, dejar la cámara encendida puede llegar a ser un gran error si es hackeada.

En el mundo actual, se puede violar la privacidad de las personas casi de tantas

maneras como en el mundo de 1984.

Puede que creamos que la manera en la que El Partido controla y vigila a

sus ciudadanos en la novela de Orwell es extrema y puede que hasta imposible en

la vida actual, pues en nuestra sociedad las personas están conscientes y tienen

la posibilidad de pensar más, pero es probable que muchos gobiernos estén

aplicando estas medidas a escalas imperceptibles por los ciudadanos, ya

mencioné que existen sociedades en las que, por lo menos externamente, es

notoria la manipulación; entonces, cómo sabemos si, desde un punto de vista que

no es el nuestro, estamos siendo sometidos a cierto tipo de falsificación de

información. Ese es el cuestionamiento que queda después de leer la novela de

George Orwell.
Conclusiones

George Orwell con 1984 trataba de predecir como podría ser un futuro con

un totalitarismo más evolucionado que los anteriores a la segunda guerra mundial,

pero terminó casi relatando algunos regímenes que podemos encontrar en la

realidad cuando se relacionan con la tecnología y la obstrucción de la información.

En la actualidad son las redes sociales las que recopilan cada gesto, cada

compra, cada comentario que hacemos en internet y alimenta una presencia

omnisciente en nuestras vidas capaz de predecir todas nuestras preferencias.

Ahora todas las organizaciones políticas, religiosas y comerciales se dedican a

alimentar sentimientos. Orwell identificó la complicidad voluntaria en el odio que

semejantes movimientos puede incitar. Y por supuesto, su Winston lo nota consigo

mismo.

Debemos aprovechar que aun no llegamos a cumplir todas las

características de la distopía de 1984 y ser un Winston en nuestra sociedad.

Condenemos las faltas a los derechos humanos, no solo en nuestro país, sino

internacionalmente, cuestionemos a los medios de comunicación corroborando la

información que estos brindan y sobre todo, seamos conscientes de nuestro

alrededor. No permitamos que regímenes como el de la Oceanía de 1984 ocurran

en nuestra sociedad.
Bibliografía

Díaz, J. (16 de 09 de 2018). Régimenes y Sistemas Políticos. Obtenido de

http://www.esap.edu.co/portal/wp-content/uploads/2017/10/3-Regimenes-y-

Sistemas-Politicos.pdf

Orwell, G. (2013). 1984. Buenos Aires: LUMEN.

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