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Instituto Ntra. Sra.

de la Medalla Milagrosa
Prof. Claudio Josemaría Altisen APUNTES DE CLASE

Teología 3
Implicancias
relacionales
de lo Profundo ...

El alma tiene una entrada secreta a la


naturaleza divina, donde todas las cosas
no son más que nada para ella, esta entra-
da no es otra cosa que el puro desapego.

San Agustín
Instituto Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa / TEOLOGIA 3
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Bloque 1: LOS HOMBRES EN RELACIÓN A LA LUZ DEL EVANGELIO.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Evangelización de la Cultura
(Cat. Nº 2472)
Tomar parte en la vida de la Iglesia, actuando en
la vida cotidiana como testigos del Evangelio …
Haciendo divinos los caminos de la tierra.
DSI Ya desde el principio los Padres de la Iglesia han
… busca escudriñar los escrito sobre los problemas sociales de su época,
“signos de los tiempos”, entendiendo que el mensaje evangélico conlleva
una dimensión “social” concreta, que ha de ser
e interpretar la realidad lugar y medio de santificación para las almas.
social a la luz del
mensaje evangélico. Nombre y conceptos de la DSI
(Cat. Nº 2420 - 2425)
Doctrina (del latín “docere”):
Enseñanza oficial de la Iglesia interpretando los
acontecimientos de la vida comunitaria (social)
de los hombres en la historia, a la luz de la Re-
velación divina.

¿Qué?
Contenido Fundamental de la DSI: La verdad completa del hombre, a la luz de Jesucristo.
(Cat. Nº 2419) El hombre en cuanto “ser-social” por naturaleza (persona).
Como tal, es la teología práctica reflexionando sobre el aspecto
comunitario de la vida humana...

¿Quiénes?
Autores: El MAGISTERIO de la Iglesia. del latín MAGISTER / MAESTRO
(Cat. Nº 2032)

}
Ordinario o Pastoral
(Cat. Nº 2034)
Asistencia del
Biblia y Tradición Espíritu Santo
Extraordinario o infalible
(Cat. Nº 2035)
DEPOSITO
(Objeto de la Fe)
Se expone en:
Encíclicas
interpretado Documento Conciliar
por el Alocución Pontificia
Magisterio Cartas Oficiales de la Santa Sede
Documento Episcopal
}
Gradación de las enseñanzas:
a) Verdades religiosas fundamentales.
b) Afirmaciones relacionadas con principios.
c) Aseveraciones técnicas y científicas.
d) Directivas de acción para circunstancias concretas. (Cat. Nº 2423)
¿A quiénes?
La DSI se dirige: 1) a los católicos,
2) y a los hombres de buena voluntad.
Para los católicos es “normativa”,
aunque los Documentos Sociales no son infalibles.
Que sea normativa quiere decir que define cuál es el sentir de la Iglesia en
esta materia, lo cual no obsta a que los fieles puedan aplicarla de acuerdo
a su espíritu propio, es decir con arreglo a su modo concreto de vivir el
Evangelio... Sobre todo en el campo de las materias opinables: aquellas
que la Iglesia deja libradas al leal saber y entender de cada fiel creyente.
¿Para qué?
Finalidad de la DSI: 1) Fin histórico inmediato (... aportar elementos de solución).
2) Fin histórico mediato (... evangelizar al hombre).
3) Fin profético (... criticar las estructuras y actividades a la luz del Evangelio).
4) Fin trascendente (... procurar alcanzar la felicidad eterna).
Sus fines son exclusivamente espirituales y apostólicos. Sólo exije a sus fieles vivir
ajustados al ideal del Evangelio. Lo hace sin inmiscuirse en cuestiones temporales.
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¿Cómo?
Derecho y deber de la Iglesia de intervención en asuntos temporales ...
La DSI no es más que el Decálogo y el Evangelio aplicados a la cuestión social.
1) Intervención específica (brindar principios para iluminar, no técnicas).
2) Intervención indirecta (influir la ciencia, la técnica, la economía, la política...).
3) Intervención directa:

a) en principio no le corresponde a los fieles consagrados.

b) en “algunos” ámbitos muy concretos si les corresponde alguna actuación:


hospitales, escuelas, capacitación, promoción, mediación, etc.

c) los fieles laicos son quienes tienen el deber (por su índole secular) de in-
tervenir en asuntos temporales, bajo la guía de sus Pastores... es decir en
comunión con el sentir de la jerarquía eclesiástica, y con la doctrina del
Magisterio. Por lo demás, la actuación concreta de cada fiel laico no se ha
de juzgar como una indebida intromisión “de la Iglesia” en asuntos de régi-
men político, económico, cultural o ideológico. El campo de las actividades
humanas es muy amplio, y los fieles laicos gozan de plena libertad perso-
nal para trabajar en asuntos temporales bajo su propia responsabilidad.
Es condición esencial de la Iglesia el respetar la libertad de sus fieles laicos,
manteniendo un sano y correcto espíritu de pluralismo, que permita la expre-
sión de aquellos modos concretos de vivir el Evangelio que el Espíritu Santo
inspira a cada uno, para que viva su cotidianeidad santificándose en el mun-
do y haciendo apostolado con la profesión.

Si en algún caso, algún fiel católico o grupo de fieles, intentara presionar de


alguna manera a los otros fieles, imponiendo sus propias opiniones en mate-
ria política o se sirviese de ellos en cuanto fieles “de la Iglesia” para intereses
humanos, los demás fieles se rebelarían justamente y la Iglesia los sanciona-
ría inmediatamente.

Cada uno debe encontrar libremente su propio camino para vivir como hijos
de Dios... Es personal la demanda divina a la santidad, y es también absolu-
tamente personal la respuesta que cada uno “traduce” en su vida social. La
Iglesia por su parte, se compromete a brindarle formación espiritual, pero lue-
go cada uno despliega libremente su vocación a la vida laical, según le dicte
su conciencia y en aquellos campos de la vida laboral, familiar y social a los
que se sienta llamado por Dios.

Actitudes extremas...
a) CLERICALISMO / intervenciones indebidas que comprometen a la Iglesia
y le irrogan males ciertos, que afectan a su buen nombre y prestigio.
b) LAICISMO / secularismo indiferente... y pérdida de la visión sobrenatural
sobre los acontecimientos de la vida social de los hombres.

Carácter dialogal y evolutivo de la DSI.


DIALOGO / Dependiendo del contexto histórico, la DSI se enriquece en el intercambio.
En la DSI la Iglesia responde “valorativamente” a problemas de la conviven-
cia humana en ámbitos diversos.
EVOLUCION / Aplica los principios a las situaciones concretas, cambiantes, y completa
y actualiza sus enunciados (evoluciona) sin traicionar su identidad que está
por sobre los condicionamientos históricos...
Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre...
METODO
1) VER / Captar la existencia concreta, y describir el fenómeno social.
2) JUZGAR / Tomar conciencia ... y evaluarlo a la luz de la Revelación... interpretándolo desde la Fe.
3) ACTUAR / Buscar y proponer mecanismos pertinentes de resolución: desde la disponibilidad interior y apertura a la
Fe, instar al “compromiso social” de los fieles, en aquello que sea de la competencia de cada uno.
Juicio práctico sobre la situación.

En la DSI, el planteamiento “deductivo” (de los principios generales a los enunciados particulares), es sustituido por una
orientación “inductiva” (de los hechos concretos a las afirmaciones generales / análisis de los datos de la realidad observable)...
La metodología de la DSI atiende a la lectura de los “signos de los tiempos”; es decir que procura discernir en los aconteci-
mientos históricos concretos, los “signos” verdaderos de la presencia de los planes de Dios para su Pueblo.
¿Qué significan para un cristiano las cosas que suceden?
¿Por qué permite Dios que ocurra lo que ocurre? ¿Qué nos dice Dios en todo ello? ¿Qué espera que hagamos?
Esas son las preguntas a las que este método pretende dar respuesta...
RERUM NOVARUM (León XIII):
236. Ver, juzgar y obrar
Ahora bien, los principios generales de una doctrina social se llevan a la práctica comúnmente mediante tres fases: primera, examen completo del verdadero estado de la situación; segunda,
valoración exacta de esta situación a la luz de los principios, y tercera, determinación de lo posible o de lo obligatorio para aplicar los principios de acuerdo con las circunstancias de tiempo y
lugar. Son tres fases de un mismo proceso que suelen expresarse con estos tres verbos: ver, juzgar y obrar.
237. Reflexionar y practicar
De aquí se sigue Ia suma conveniencia de que los jóvenes no sólo reflexionen sobre este orden de actividades, sino que, además, en lo posible, lo practiquen en la realidad. Así evitarán creer
que los conocimientos aprendidos deben ser objeto exclusivo de contemplación, sin desarrollo simultáneo en la práctica.
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Justicia y Caridad
Virtudes sociales FUNDAMENTALES

JUSTICIA ... a cada uno lo suyo / equidad.


(Cat. Nº 1807)

Tipos de justicia: 1) Conmutativa: o de intercambio... igualdad entre lo que se da y lo que se


Es la misma virtud recibe (ej: salario).
ejercitada por 3 canales diferentes... Vigente en las relaciones entre particulares.
/ Riesgo: “el individualismo”.
“Nosotros vivimos como vosotros” 2) Distributiva: de repartición, para atender a las necesidades, incluso de
(alimento, vestido, comercio,
negocios, ejército, etc.) quienes no aportan al sistema social vigente (ej. subsidios).
Tertuliano / Apologeticum. Vigente en las relaciones de la sociedad con los particulares.
Su finalidad es “hacer participar” a los particulares de la cosa
A los emperadores romanos y a
los críticos de aquella época, les
pública.
asombraba la “fraternidad” de los / Riesgo: “el asistencialismo y la demagogia”.
primeros cristianos con TODOS
los hombres de cualquier clase 3) General: o legal... es el deber que tienen los miembros del grupo de dar
y condición.
a la sociedad lo que le corresponde (ej. impuestos).
Vigente en las relaciones de los particulares con la sociedad.
/ Riesgo: “el legalismo calculador”.

La así llamada JUSTICIA SOCIAL (protectora del “Bien común”),


se refiere a la justicia distributiva y general.

CARIDAD Es el alma y motor de la justicia;


(Cat. Nº 1822 - 1829) la supone, motiva y trasciende sin contradecirla.

“Los cristianos obedecen las leyes, Es el amor al prójimo (próximo), como efecto del amor de
pero con sus vidas las sobrepasan...” bene-volencia: don de sí mismo, del que Cristo crucificado
Anónimo / Epístola a Diogneto. es el máximo ejemplo.

Se funda en la “FRATERNIDAD” de los hombres entre sí,


mientras que la justicia sólo se funda en los estrictos de-
rechos de la persona.

Los deberes de caridad son:


A) relativamente indeterminados ...
Cada quien se determina a expandir la caridad, según el
dictado de su recta conciencia. La “entrega” es personal.

B) no exigibles por fuerza …


No se puede coaccionar a alguien para que “quiera” a los
otros, pero si para que los “respete” y trate con “justicia”.

RELACIONES ENTRE JUSTICIA Y CARIDAD

La caridad contribuye a que sea “mayor” la justicia practicada


En cualquier sociedad...
“Ningún crecimiento es legítimo a menos que promueva el avance de los más desfavorecidos”
(John Rawls)

La palanca del desarrollo es la “generación” de nueva riqueza... es decir la INVERSIÓN.

Tal planteo es el que suele marcar las diferencias entre políticas distributivistas y políticas desarrollistas.

El distribucionismo sigue en Occidente la línea de un aristotelismo estático


(contemplación del acto: repartición de lo dado, sobrevaloración de las profesiones liberales como ideal de vida superior)
y el desarrollismo sigue la perspectiva de un aristotelismo dinámico
(potenciación para alcanzar las actualizaciones: ahorro para sucesivas reinversiones, valoración del comercio).

En el caso de Oriente, el cumplimiento de la “ley kármica” es el principio estático que actúa en la configuración social...
Y una antropología dualista, en una cosmovisión panteísta, está en la base de la minusvaloración del trabajo,
y la organización social por castas.
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CENTESIMUS ANNUS (Juan Pablo II):


La Persona Humana CAPITULO VI / EL HOMBRE ES EL CAMINO DE LA IGLESIA
053. La doctrina social de la Iglesia tiene como horizonte al hombre
Ante la miseria del proletariado decía León XIII: «Afrontamos con confianza este argumento y
El FUNDAMENTO de la DSI es “el hombre”... con pleno derecho por parte nuestra ... Nos parecería faltar al deber de nuestro oficio si
callásemos» (107) En los últimos cien años la Iglesia ha manifestado repetidas veces su
(Cat. Nº 1881) pensamiento, siguiendo de cerca la continua evolución de la cuestión social, y esto no lo ha
CON-VIVENCIA
hecho ciertamente para recuperar privilegios del pasado o para imponer su propia
abre juego... concepción. Su única finalidad ha sido la atención y la responsabillad hacia el hombre,
para el compromiso confiado a ella por Cristo mismo, hacia este hombre, que, como el Concilio Vaticano II
y la donación de sí. recuerda, es la única criatura que Dios ha querido por sí misma y sobre la cual tiene su
proyecto, es decir, la participación en la salvación eterna. No se trata del hombre abstracto,
sino del hombre real, concreto e histórico: se trata de cada hombre, porque a cada uno llega el
misterio de la redención, y en cada uno se ha unido Cristo para siempre a través de este
misterio. (108) De ahí se sigue que la Iglesia no puede abandonar al hombre, y que «este
hombre es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión ...,
camino trazado por Cristo mismo, vía que inmutablemente conduce a través del misterio de la
encarnación y de la redención» (109)
La “persona” es sujeto de Es esto y solamente esto lo que inspira la doctrina social de la Iglesia. Si ella ha ido
elaborándola progresivamente de forma sistemática, sobre todo a partir de la fecha que
derechos y deberes concomitantes estamos conmemorando, es porque toda la riqueza doctrinal de la Iglesia tiene como
(Sólo la persona es sujeto de derecho, horizonte al hombre en su realidad concreta de pecador y de justo.
(107) Enc. Rerum novarum: I.c., 107.
porque es un ser inteligente y libre) (108) Cfr. Enc. Redemptor hominis, 13: l.c., 283.
(109) Ibíd, 14: l.c., 284 s.
PACEM IN TERRIS (Juan XXIII):
LA PERSONA HUMANA, SUJETO DE DERECHOS Y DEBERES El “otro” con su necesidad concreta me reclama,
009. Todo hombre es persona:
naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío. y hace que trascienda mi “Yo”.
En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay
que establecer como fundamento el principio de que todo hombre El PERSONALISMO considera a sus semejantes como fines en sí mismos... siempre.
es persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre El INDIVIDUALISMO instrumenta a los otros como medios para sí mismo... en cada caso.
albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y
deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su La FRATERNIDAD, para los “individualistas” es sólo el producto de la coincidencia de
propia naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello, intereses en determinada coyuntura histórica.
universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún
concepto (7).
(7) Cfr. Pío XII, radiomensaje navideño de 1942: AAS 35 (1943), pp. 9-24; Juan
XXIII, discurso del 4 de enero de 1963: AAS 55 (1963), pp. 89-91.

DERECHO:
“Poder moral” de poseer, hacer o exigir una cosa;
es decir, fundado en la razón y la ley moral.
a) Los derechos son:
UNIVERSALES / para todos.
INVIOLABLES / no pueden negarse, ni impedirse.
INALIENABLES / no se pierden, ni se puede renunciar a ellos.
Históricamente hemos transitado el camino jurídico
desde los derechos del “súbdito” de un Estado
a los derechos “humanos” supra-estatales (personales).

b) Los derechos siempre tienen deberes correlativos.


c) Limitabilidad del derecho:

No hay derecho a obrar “fuera” de la ley.


d) Conflicto de derechos:
Es solo aparente, pues no hay “derecho contra derecho”...
}
(Cat. Nº 1939 - 1942; 2224; 2407; 2438 y 2831)
Esfuerzo en favor de un orden social más justo.
El abandono filial en la PROVIDENCIA divina,
implica participar libremente en la providencia,
cooperando en su realización.
(Cat. Nº 305 - 307)
SOLIDARIDAD

Al estar fundado en la ley, el derecho busca un fin determinado...; es decir, el derecho NO ES TAL sino dentro de la ley.

El derecho anterior y superior, ANULA el ejercicio del derecho posterior e inferior.


e) Coactividad:
El derecho es exigible (y defendible) por fuerza... Así el uso de la fuerza (ej: Policía) se coloca al servicio del derecho.

La igualdad FUNDAMENTAL de los hombres y sus desigualdades secundarias o accidentales: (Cat. Nº 1934 - 1938)
(Cat. Nº 1945) (Cat. Nº 1946 - 1947)
ESENCIALMENTE iguales, Diferentes por todo lo demás:
porque todos somos lo mismo: a) diferencias naturales (sexo, edad, etc.)
Personas humanas … b) diversidad de funciones (profesión, oficio, cargo, etc.)
c) desigualdad en la posesión de bienes y acceso a servicios.
d) desigualdad viciosa (desnutrición, analfabetismo, etc.)
Son aceptables las diferencias a) y b), respecto de las diferencias del tipo c) se
ha de posibilitar el acceso, pero las del tipo d) son condenables e inadmisibles.
RERUM NOVARUM (León XIII):
013. Realismo en el planteamiento del problema
Establézcase, por tanto, en primer lugar, que debe ser respetada la condición humana, que no se puede igualar en la sociedad civil lo alto con lo bajo. Los socialistas lo pretenden, es verdad,
pero todo es vana tentativa contra la naturaleza de las cosas. Y hay por naturaleza entre los hombres muchas y grandes diferencias; no son iguales los talentos de todos, no la habilidad, ni la
salud, ni lo son las fuerzas; y de la inevitable diferencia de estas cosas brota espontáneamente la diferencia de fortuna. Todo esto en correlación perfecta con los usos y necesidades tanto de los
particulares cuanto de la comunidad, pues que la vida en común precisa de aptitudes varias, de oficios diversos, al desempeño de los cuales se sienten impelidos los hombres, más que nada,
por la diferente posición social de cada uno.
Y por lo que hace al trabajo corporal, aun en el mismo estado de inocencia. jamás el hombre hubiera permanecido totalmente inactivo; mas lo que entonces hubiera deseado libremente la
voluntad para deleite del espíritu, tuvo que soportarlo después necesariamente, y no sin nolestias, para expiación de su pecado: Maldita la tierra en tu trabajo; comerás de ella entre fatigas todos
los días de tu vida.
Y de igual modo, el fin de las demás adversidades no se dará en la tierra, porque los males consiguientes al pecado son ásperos, duros y difíciles de soportar y es preciso que acompañen al
hombre hasta el último instante de su vida. Asi, pues, sufrir y padecer es cosa humana, y para los hombres que lo experimenten todo y lo intenten todo, no habrá fuerza ni ingenio capaz de
desterrar por completo estas incomodidades de la sociedad humana. Si algunos alardean de que pueden lograrlo, si prometen a las clases humildes una vida exenta de dolor y de calarnidades,
llena de constantes placeres, esos engañan indudablemente al pueblo y cometen un fraude que tarde o temprano acabará produciendo males mayores que los presentes. Lo mejor que puede
hacerse es ver las cosas humanas como son y buscar al mismo tiempo por otros medios, según hemos dicho, el oportuno alivio de los males.
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... cuando en el MERCADO se olvida al hombre


El necio cree que la vida no es más que un lucrativo mercado (ver: Sab. 15,12; Miq. 7,1-7)

El MERCADO es el contexto de los intercambios y sus mediaciones …


Las mediaciones están dadas por el Dinero como soporte simbólico del Poder.
El PODER...
es un tipo de estructura vincular con dos Polos:
a) Polo estructurante (quien detenta el poder)
Cuando las relaciones Sociales b) Polo estructurado (quien está bajo el poder del otro)
están mediadas por el dinero sin más...

(Cat. Nº 2425)
las personas son la mayor capacidad de consumo
valoradas por es sinónimo de mayor Poder.
su capacidad
de consumo...

El tener se coloca sobre el ser En la puja cotidiana


por el “Poder”
En la técnica del puro economicismo
subyace una visión antropológica que es reduccionista y manipuladora... interacciones compulsivas habituales:
acusa un utilitarismo y pragmatismo flagrante,
que encierra al hombre en el inmanentismo más angustioso. El sujetamiento en la red de roles es tan
tenso, que produce conductas de
compensación (”lo que falta”) o catarsis
(exteriorización de descarga), signadas
El DINERO por la agresividad, que suele degenerar
actúa como factor en violencia y estrés.
que iguala y diferencia AMBITOS de verificación:
Laboral, la calle, mass media,
a las personas... deportes, grupos y sectas,
Las personas con mayor capacidad de consumo psicosexualidad, consumismo
se sienten “pertenecientes” (igualadas) al Poder,
y “a salvo” (diferentes) de los menos “pudientes”. ¿Qué hacer?
Es necesario desarrollar una visión
superadora de la realidad,que nos
permita integrar el trato con el otro
El PLACER del consumo radica en las propiedades en medio de nuestras tareas, desde
diferenciales del producto, una mirada humanitaria, integrado-
en la posibilidad de sentirse “exclusivo” y “único”. ra y no sólo utilitaria o funcional...
Sin resignación ni revolución, hemos
de conocer qué es lo modificable y
trabajar por lograrlo...
La PUBLICIDAD es el estadio más avanzado de la venta, PACEM IN TERRIS (Juan XXIII):
pues potencia los “sistemas de creencia” que venden EVOLUCION, NO REVOLUCION
al hombre-consumista la ilusión de una vida dorada 161. Impulso ante situaciones
que los “motiva” a consumir cada vez que no concuerdan con exigencias de la justicia
e inacabablemente más y más... No faltan en realidad hombres magnánimos que,
ante situaciones que concuerdan poco o nada con
(finalidad del marketing) las exigencias de la justicia, se sienten encendidos
por un deseo de reforma total y se lanzan a ella con
tal ímpetu, que casi parece una revolución política.
162. El crecimiento paulatino de todas las cosas
En la PUBLICIDAD es una ley impuesta por la naturaleza
Queremos que estos hombres tengan presente que
las diferencias subalternan el crecimiento paulatino de todas las cosas es una
La posibilidad de circular psicosocialmente al “otro”... ley impuesta por la naturaleza y que, por tanto, en el
y compensar su situación campo de las instituciones humanas no puede
con respecto al Poder, es El que no puede adquirir lo que se publicita lograrse mejora alguna si no es partiendo paso a
vivenciado por el individuo queda ubicado en el “polo estructurado”, paso desde el interior de las instituciones. Es éste
mercantilizado como un así consumir no es simplemente adquirir cosas necesarias, precisamente el aviso que da nuestro predecesor, de
cierto grado de LIBERTAD sino librar una carrera por satisfacer el deseo de Poder. feliz memoria, Pío XI, con las siguientes palabras:
"No en la revolución, sino en la evolución concorde,
están la salvación y la justicia. La violencia jamás ha
¡Pero nadie me coacciona! hecho otra cosa que destruir, no edificar; encender
repiten obstinadamente. El hombre como SUJETO “DE LA VENTA”... las pasiones, no calmarlas; acumular odio y
¿Nadie? escombros, no hacer fraternizar a los contendientes,
es considerado un ser socialmente insuficiente...
Todos coaccionan y ha precipitado a los hombres y a los partidos a la
esa ilusoria libertad... un sujeto siempre unilateral (sujetado a un rol) dura necesidad de reconstruir lentamente, después
Allí, no obstante las apa- y escaso (de pronta obsolescencia). de pruebas dolorosas, sobre los destrozos de la
riencias, todo es coacción. Es un sujeto “sobreexigido” discordia" (68).
El indeciso, el irresoluto, por la pauta mercantil del momento,
es como materia plástica que debe alcanzar o quedar “excluido”.
a merced de las
circunstancias; marginación
cualquiera lo moldea a su
antojo y, antes que nada, social ...
las pasiones y las peores Los humanos no son
tendencias de la naturaleza “descartables” Hace a las personas propensas a un trato inmediatista. No se
herida por el pecado. reconocen como Sujetos de mayor plenitud simbólica. No hay
El Mercado sólo y por sí mismo, mirada solidaria, sino que el “otro” es reconocido en función de
(Amigos de Dios, Nº 29) no garantiza al ser humano como SUJETO SOCIAL, su “oportunidad” de relacionarse con el dinero (Poder) y así
sino que tiende a COSIFICARLO. cambiar de posición respeto de los Polos (ascenso social).
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Sociedad y ámbitos... todo ser es un “ser-en-relación“

}
El hombre es un ser ambital encuentro

1º esquema de relación
Relación:
Referencia entre seres diversos.

El “entre” es un lugar de creatividad y dinamismo,


entre
YO tú y yo TÚ
que posibilita la co-creación de ámbitos de encuentro
significativo, y el intercambio, el dia-logo.

Construcción cotidiana de la vida como un RELATO


(desarrollo de un proyecto coherente), sin fragmen-
tación (eternización del momento fugaz), ni manipu-
lación (relación instrumental con los demás).
vínculo
}
producción de
ámbito ... lo cotidiano
SENTIDO espacio y tiempo de intimidad es el ámbito donde se desarrolla
(fundamentación. sustento) la vida concreta día a día, con el
“otro” (tú).
2º esquema de relación

Afirmación unilateral del YO... mono-logo. Ello... el TÚ degradado a


No reconocimiento del “otro” como persona, YO ELLO condición de OBJETO y,
despersonalización del “otro”... como tal, entidad disponible
y manipulable.

Posibilidad de INTEGRACIÓN Considerar la relación YO-ELLO como mera objetivación funcional


de los esquemas de relación (médico-paciente, comerciante-cliente, etc.), pero siempre abierta
YO-TÚ y YO-ELLO. como antesala de un posible desarrollo de la relación YO-TÚ.
La relación YO-ELLO como elemento “mediacional” en la
}

instauración de la relación YO-TÚ (Gabriel Marcel).

Bien Común
en sentido “ambital”... (Cat. Nº 1906)
BIEN COMUN Es el “conjunto-de-sentido” que sobrevuela y asume la multitud de significaciones particulares,
Es el conjunto de jerarquizándolas y siendo ocasión de desarrollo de las personas...
condiciones sociales Somete el bien de los particulares al bien de la comunidad, afecta a la vida de todos.
que consienten y
favorecen en los El Gobierno es la entidad social a la que la Comunidad le ha confiado la custodia del Bien Común; para
seres humanos el cumplir con tal cometido, los órganos gubernamentales suelen verse obligados a “objetivar” (ello) a cada
desarrollo íntegro de ciudadano, a fin de salvaguardar la dignidad “personal“ (tú) de toda la comunidad, y hacer más expedita
su persona. la acción gubernamental. La acción política no se dirige a cada hombre concreto, sino al conjunto social,
que ofrece un carácter más bien impersonal y anónimo, pero no ha de olvidar que la “objetivación” es sólo
Juan XXIII de carácter funcional sujeta a la Ley, y deberá evitar la “objetivación violenta” (despotismo) que degrada a
Mater et Magistra los ciudadanos.
(Cat. Nº 1878; 1880; 1897; 1905 - 1912)
GAUDIUM ET SPES (Concilio Vaticano II):
026. La promoción del bien común
La interdependencia, cada vez más estrecha, y su progresiva universalización hacen que el bien común -esto es, el conjunto de condiciones de la vida social que
hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección- se universalice cada vez más, e implique por
ello derechos y obligaciones que miran a todo el género humano. Todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás
grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana (5).
Crece al mismo tiempo la conciencia de la excelsa divinidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e
inviolables. Es, pues, necesario que se facilite al hombre todo lo que éste necesita para vivir una vida verdaderamente humana, como son el alimento, el vestido, la
vivienda el derecho a la libre elección de estado y a fundar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto, a una adecuada información, a obrar de
acuerdo con la norma recta de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad también en materia religiosa .
El orden social, pues, y su progresivo desarrollo deben en todo momento subordinarse al bien de la persona, ya que el orden real debe someterse al orden personal, y
no al contrario. El propio Señor lo advirtió cuando dijo que el sábado había sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado (6). El orden social hay que
desarrollarlo a diario, fundarlo en la verdad, edificarlo sobre la justicia, vivificarlo por el amor. Pero debe encontrar en la libertad un equilibrio cada día más humano
(7). Para cumplir todos estos objetivos hay que proceder a una renovación de los espíritus y a profundas reformas de la socledad.
El Espíritu de Dios, que con admirable providencia guía el curso de los tiempos y renueva la faz de la tierra no es ajeno a esta evolución. Y, por su parte, el fermento
evangélico ha despertado y despierta en el corazón del hombre esta irrefrenable exigencia de dignidad.
(4) Cfr. Juan XXIII, enc. Mater et magistra: AAS 53 (1961) 418. Pío XI, enc.Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 222SS.
(5) Cfr. Juan XXIII, enc. Mater et magistra: ASS 53 (1961) 417.
(6) Cfr. Mc 2,27.
(7) Cfr. Juan XXlll, enc. Pacem in terris: ASS 55 (1963) 266.
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FAMILIA ámbito original

Célula de la Sociedad en tanto escuela de relación interpersonal y de escucha del Ser.

Conceptualización El caudal genético garantiza lo “universal” de lo humano, y cada sujeto se


constituye como un estilo de lo humano efectivizado en las relaciones inter-
(Cat. Nº 2201 - 2206)
subjetivas, principalmente en la matriz intersubjetiva básica (la relación
Comunidad natural y necesaria del niño con la madre y las marcas de sus primeros años de vida)...
de los padres con los hijos,
originada en el matrimonio.
Lo “singular” entonces no es lo “distinto” por completo,
Misión (Cat. Nº 2207 - 2230) sino la “forma diferenciada“ de cada sujeto humano
1) Pro-creación para ”modular-se” simbólicamente (lenguaje - comunicación)
2) Cuidado y educación dentro de las posibilidades de la especie.
3) Comunidad de vida

CENTESIMUS ANNUS (Juan Pablo II):


039. La primera estructura fundamental a favor de la «ecología humana» es la familia
La primera estructura fundamental a favor de la «ecología humana» es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende que quiere decir amar
y ser amado, y por consiguiente que quiere decir en concreto ser una persona. Se entiende aquí la familia fundada en el matrimonio, en el que el don recíproco de sí por parte del hombre y de la
mujer crea un ambiente de vida en el cual el niño puede nacer y desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse a afrontar su destino único e irrepetible. En
cambio, sucede con frecuencia que el hombre se siente desanimado a realizar las condiciones auténticas de la reproducción humana y se ve inducido a considerar la propia vida y a sí mismo
como un conjunto de sensaciones que hay que experimentar más bien que como una obra a realizar. De aquí nace una falta de libertad que le hace renunciar al compromiso de vincularse de
manera estable con otra persona y engendrar hijos, o bien le mueve a considerar a éstos como una de tantas « cosas » que es posible tener o no tener, según los propios gustos, y que se
presentan como otras opciones.
Hay que volver a considerar la familia como el santuario de la vida. En efecto, es sagrada: es el ámbito donde la vida, don de Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los
múltiples ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano. Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la
cultura de la vida.
El ingenio del hombre parece orientarse, en este campo, a limitar, suprimir o anular las fuentes de la vida, recurriendo incluso al aborto, tan extendido por desgracia en el mundo, más que a
defender y abrir las posibilidades a la vida misma. En la Encíclica Sollicitudo rei socialis han sido denunciadas las campañas sistemáticas contra la natalidad, que, sobre la base de una
concepción deformada del problema demográfico y en un clima de «absoluta falta de respeto por la libertad de decisión de las personas interesadas », las someten frecuentemente a «
intolerables presiones ... para plegarlas a esta forma nueva de opresión». (78) Se trata de políticas que con técnicas nuevas extienden su radio de acción hasta llegar, como en una «guerra
química», a envenenar la vida de millones de seres humanos indefensos.
Estas críticas van dirigidas no tanto contra un sistema económico, cuanto contra un sistema político-cultural.

Cuerpos intermedios
Son asociaciones libres, Un Cuerpo intermedio es una unión estable de personas físicas o
ubicadas “entre” la familia y el Estado... jurídicas, organizadas para conseguir un fin propio o común.
}}
Clases:
Sociales (barrio, vecinal)
Fomentan la participación de los ciudadanos Culturales (escuela, club)
Asistenciales (mutual, grupos)
en la “Cosa Pública” y propician la solidaridad.
Económicas (cooperativas, empresas)
Espirituales (parroquia, caritas)

Obligación del Estado:


En virtud del Principio de “subsidiaridad” (Cat. Nº 1882 - 1885), el Estado debe fomentar el surgimiento de Cuer-
pos intermedios, estimulándolo con leyes y ventajas, y suplir la insuficiencia de dichas Asociaciones.
Principio de Subsidiaridad:
Los grupos mayores no hagan lo que pueden hacer los menores La función subsidiaria garantiza, respeta y defiende el
por sí mismos. El Estado no debe hacer lo que los particulares libre ejercicio de los derechos de cada grupo.
pueden hacer por ellos mismos; debe “dejarlos hacer”, y “hacerlos Este principio “protege” a las personas y a los grupos
hacer” (sostenerlos y ayudarlos, con miras al Bien Común). del peligro de perder su legítima autonomía.

QUADRAGESIMO ANNO (Pío XI):


5. RESTAURACION DEL ORDEN SOCIAL
078. Desaparición de asociaciones intermedias
Y, al hablar de la reforma de las instituciones, se nos viene al pensamiento especialmente el Estado, no porque haya de esperarse de él la solución de todos los problemas, sino porque, a causa
del vicio por Nos indicado del "individualismo", las cosas habían llegado a un extremo tal, que, postrada o destruída casi por completo aquella exuberante y en otros tiempos evolucionada vida
social por medio de asociaciones de la más diversa índole, habían quedado casi solos frente a frente los individuos y el Estado, con no pequeño perjuicio del Estado mismo, que, perdida la forma
del régimen social y teniendo que soportar todas las cargas sobre llevadas antes por las extinguidas corporaciones, se veía oprimido por un sinfín de atenciones diversas.
079. No se debe quitar a las comunidades menores e inferiores lo que ellas pueden hacer
Pues aún siendo verdad, y la historia lo demuestra claramente, que, por el cambio operado en las condiciones sociales, muchas cosas que en otros tiempos podían realizar incluso las
asociaciones pequeñas, hoy son posibles sólo a las grandes corporaciones, sigue, no obstante, en pie firme en la filosofía social aquel gravísimo principio inamovible e inmutable: como no se
puede quitar a los individuos y darlo a la comunidad lo que ellos pueden realizar con su propio esfuerzo e industria, así tampoco es justo, constituyendo un grave perjuicio y perturbación del recto
orden, quitar a las comunidades menores e inferiores lo que ellas pueden hacer y proporcionar y dárselo a una sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad, por su propia
fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero no destruirlos y absorberlos.
080. Debe permitirse a las asociaciones inferiores resolver los asuntos de menor importancia
Conviene, por tanto, que la suprema autoridad del Estado permita resolver a las asociaciones inferiores aquellos asuntos y cuidados de menor importancia, en los cuales, por lo demás, perdería
mucho tiempo, con lo cual lograría realizar más libre, más firme y más eficazmente todo aquello que es de su exclusiva competencia, en cuanto que sólo él puede realizar, dirigiendo, vigilando,
urgiendo y castigando, según el caso requiera y la necesidad exija. Por lo tanto, tengan muy presente los gobernantes que, mientras más vigorosamente reine, salvado este principio de función
"subsidiaria", el orden jerárquico entre las diversas asociaciones, tanto más firme será no sólo la autoridad, sino también la eficiencia social, y tanto más feliz y próspero el estado de la nación.

PACEM IN TERRIS (Juan XXIII):


Derechos de reunión y asociación
023. Derecho de reunión y asociación y otros consecuentes
De la sociabilidad natural de los hombres se deriva el derecho de reunión y de asociación; el de dar a las asociaciones que creen la forma más idónea para obtener los fines propuestos; el de
actuar dentro de ellas libremente y con propia responsabilidad, y de conducirlas a los resultados previstos (20).
(20) Cfr. León XIII, Rerum novarum: Al II, 134-142 (Roma, 1891); Pío XI. Quadragesimo anno: AAS 23 (1931), pp. 199-200; y Pío XII, Sertum laetitiae: AAS 31 (1939), pp. 635-644.
024. Es preciso que se funden muchas asociaciones y organismos intermedios
Como ya advertimos con gran insistencia en la encíclica Mater et magistra, es absolutamente preciso que se funden muchas asociaciones y organismos intermedios, capaces de alcanzar los
fines que los particulares por sí solos no pueden obtener eficazmente. Tales asociaciones y organismos deben considerarse como instrumentos indispensables en grado sumo para defender la
dignidad y libertad de la persona humana, dejando a salvo el sentido de la responsabilidad (21).
(21) Cfr. AAS 53 (1961), p. 430.
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Bloque 2: SOMETED LA TIERRA... EL HOMBRE PUSO NOMBRE A TODO... (Gen. 1,28; 2,20)

“Someted” es una orden del Creador, y debe ser llevada a cabo del modo
Economía como Él quiere. Someter y nombrar es sujetar a razón, “humanizar”.
(Cat. Nº 2426 ss.) Conjunto de actividades y organizaciones cuya finalidad es satisfacer
constantemente las “necesidades” de la población, mediante la pro-
del griego “éco-nomos”,
normas para el sostén de la casa.
ducción (la sustancia de lo que se intercambia) y distribución (coordinar la ofer-
ta con la demanda, la producción con el consumo) de los bienes y ofertas de ser-
vicios ...
Es el estudio de las condiciones de la esfera del cambio, en un
CAPITALISMO (exitismo inescrupuloso)
contexto histórico de escasez de los seres humanos como Su-
Degeneración del Capitalismo Puritano Originario jetos de la Eficiencia (mayor productividad al menor costo) ...
(trabajador, honesto y austero; ahorrador no-consumista)

De este modo la economía ya no es parte


de la dimensión humana...
Esfera del cambio:
Para el Capitalismo las necesidades
humanas sólo tienen validez en tanto El mercado resulta de la generalización de los intercambios... El “dinero“ es
“motivantes” para comportarse como la medida que mediatiza lo intercambiado. Y el “Capital“ es el empleo de la
Sujeto de la compra-venta. acumulación formal de los intercambios (dinero), con vistas a aumentarlo.
... sino un mero orden social-económico... Escasez:
Reduccionismo de la visión del hombre Generada por la tendencia hacia la ampliación (universalización) del mercado.
(engranaje) y “cosificación” del mismo. Escasez humana, de trabajo, de tiempo y de los recursos disponibles.
... una competencia libidinal... Eficiencia:
Deseante e inacabada, esencialmente Sobreestimulación mercantil, necesaria para la ampliación del mercado.
insatisfactoria... Búsqueda de satisfac-
Son las pautas que marcan (exigen) en cada momento de la evolución del
ción del placer inmediatista (infantilismo).
mercado, qué nivel de productividad es aceptable.
... por la que los hombres, a través del Perfil del hombre como Sujeto de la Eficiencia: Una persona dispuesta a
tipo de consumo, luchan por ubicarse modificarse para “vender-se” (cosificación) de acuerdo a las exigencias del
mercado.
en el polo social estructurante.

Poder y codicia (voluntad de dominio) En este sistema, Lo urgente no siempre es importante,


como todo tiene precio, pero lo importante siempre es urgente
Es de imperiosa necesidad
nada tiene valor...
que aprendamos a CONTROLAR éco-nomos: êthos: la forma de ser de la casa...
la codicia, viviendo con sobriedad. Jacques Cousteau
normas para regir la casa. éthos: costumbres (ética, moral).

La Economía... Toda actividad humana está de suyo subordinada a la ética.


¿está subordinada a la ética? (Cat. Nº 2420)
Por otra parte, los procesos económicos no son “fatales” (fijos
(detrás de un “algo” hay siempre un “alguien”) e inexorables); hasta ahora en la historia ninguno lo ha sido...
TODO PUEDE CAMBIAR.
El discurso de la posmodernidad se presenta “per se” Somos cómplices y no víctimas de la realidad así como está; porque somos
como la verdad de los hechos, como toda ideología protagonistas de la historia, no sus espectadores … EVANGELIZACION.
dominante, y afirma que en el futuro sólo habrá que
Ni resignación servil al mercado, ni revolución violenta..., sino conocer
resolver “problemas técnicos”...
Para el economicista no hay problemas éticos en los límites de lo que puede modificarse y ocuparse en cómo lograrlo.
relación con el mercado, la economía sólo es una Urge trabajar por hacer divinos los caminos humanos de la tierra...
técnica sin implicancias éticas.
Cada uno desde su sitio puede trabajar por sembrar valores...
(Cat. Nº 2425)
Las crisis actuales Salvarán a este mundo nuestro de hoy, no los que pretenden narcotizar la
son crisis de santos. vida del espíritu y reducirlo todo a cuestiones económicas o de bienestar
material, sino los que saben que la norma moral está en función del destino
eterno del hombre: los que tienen fe en Dios y arrostran generosamente las
exigencias de esa fe, difundiendo en quienes les rodean un sentido trascen-
dente de nuestra vida en la tierra. (Conversaciones Nº 95)
QUADRAGESIMO ANNO (Pío XI):
II. DOCTRINA ECONOMICA Y SOCIAL DE LA IGLESIA
042. Al orden económico le ha sido prescrito un fin por Dios Creador
Pues, aún cuando la economía y la disciplina moral, cada cual en su ámbito, tienen principios propios, a pesar de ello es erróneo que el orden económico y el moral
están tan distanciados y ajenos entre sí, que bajo ningún aspecto dependa aquél de éste. Las leyes llamadas económicas, fundadas sobre la naturaleza de las cosas
y en la índole del cuerpo y del alma humanos, establecen, desde luego, con toda certeza qué fines no y cuales sí, y con qué medios, puede alcanzar la actividad
humana dentro del orden económico; pero la razón también, apoyándose igualmente en la naturaleza de las cosas y del hombre, individual y socialmente
considerado, demuestra claramente que a ese orden económico en su totalidad le ha sido prescrito un fin por Dios Creador.
043. Los fines de la economía quedan encuadrados en el orden total de los fines
Una y la misma es, efectivamente, la ley moral, que así como nos manda buscar directamente en la totalidad de nuestras acciones nuestro fin supremo y último, así
también en cada uno de los órdenes particulares esos fines que entendemos que la naturaleza, o mejor dicho, el autor de la naturaleza, Dios, ha fijado a cada orden
de cosas factibles, y someterlos subordinadamente a aquél. Obedeciendo fielmente esta ley, resultará que los fines particulares, tanto individuales como sociales,
perseguidos por la economía, quedan perfectamente encuadrados en el orden total de los fines, y nosotros, ascendiendo a través de ellos como por grados,
conseguiremos el fin último de todas las cosas, esto es, Dios, bien sumo e inexhausto de sí mismo y nuestro.
101. Cuando la economía viola el recto orden
León XIII puso todo su empeño en ajustar este tipo de economía a las normas del recto orden, de lo que se deduce que tal economía no es condenable por si misma. Y
realmente no es viciosa por naturaleza, sino que viola el recto orden sólo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase proletaria con la finalidad y de tal forma
que los negocios e incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad humana de los trabajadores,
ni el carácter social de la economía, ni aún siquiera la misma justicia social y bien común.
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Los bienes y la apropiación de los mismos


Ser “propietario” no es ser DUEÑO, sino ADMINISTRADOR de los “bienes” recibidos.
(Cat. Nº 2404; 373)

Propiedad Privada Es un derecho que no anula el Bienes creados destinados a todos


(Cat. Nº 2403) destino universal de los bienes... (Cat. Nº 2402) (solidaridad natural)
El uso del derecho implica:
a) socialmente (responsabilidad) Bienes de producción uso solidario y
b) personalmente (libertad) (Cat. Nº 2405) con templanza

En el contexto de (Cat. Nº 2404; 2406) No hay modo de convivir “humanamente” si


un mercado des-humanizado... no aprendamos a CONTROLAR la codicia,
... ser “propietario” produce placer: viviendo con sobriedad y sencillez.
1º) en cuanto el dinero es el mediador social y la forma moderna del Poder... En efecto, el dinero “expresa y mide” la Propiedad;
2º) ... pero el goce profundo está en la “diferenciación” (goce por lo que el otro no tiene); así, la envidia es no tolerar en otro lo
que uno no posee..., al “poseer“ el Sujeto consigue PROYECTAR (haciendo sentir a otros) una insuficiencia afectiva o intelec-
tual que él experimenta a nivel más profundo.
... pero para un cristiano:
El uso de los bienes de su propiedad le exige en primer lugar que viva escrupulosamente la justicia y la honestidad. Procurando,
por tanto, hacer su labor de modo honrado de acuerdo a su criterio personal y con espíritu de pobreza (evitando lo superfluo).

RERUM NOVARUM (León XIII):


016. La doctrina de la Iglesia sobre los bienes temporales
Así, pues, quedan avisados los ricos de que las riquezas no aportan consigo la exención del dolor, ni aprovechan nada para la felicidad eterna, sino que más bien la obstaculizan (7); de que
deben imponer temor a los ricos las tremendas amenazas de Jesucristo (8) y de que pronto o tarde se habrá de dar cuenta severísima al divino Juez del uso de las riquezas.
Sobre el uso de las riquezas hay una doctrina excelente y de gran importancia, que, si bien fue iniciada por la filosofía, la Iglesia la ha enseñado también perfeccionada por completo y ha hecho
que no se quede en puro conocimiento, sino que informe de hecho las costumbres. El fundamento de dicha doctrina consiste en distinguir entre la recta posesión del dinero y el recto uso del
mismo. Poseer bienes en privado, según hemos dicho poco antes, es derecho natural del hombre; y usar de este derecho sobre todo en la sociedad de la vida, no sólo es lícito, sino incluso
necesario en absoluto. Es lícito que el hombre posea cosas propias. Y es necesario también para la vida humana (9)...............
(7) Mt. 19, 23-24.
(8) Lc. 6, 24-25.
(9) 2-2, q. 66, a. 2.

LA SOLEMNIDAD DE PENTECOSTES (Pío XII):


013. El uso de los bienes materiales es un derecho natural del hombre
El orden natural requiere también la propiedad privada y el libre comercio.
El poder público debe ser el ente regulador de estos derechos.
Todo hombre, por ser viviente dotado de razón, tiene efectivamente el derecho natural y fundamental de usar de los bienes materiales de la tierra, quedando, eso sí, a la voluntad humana y a las
formas jurídicas de los pueblos el regular más particularmente la actuación práctica. Este derecho individual no puede suprimirse en modo alguno, ni aun por otros derechos ciertos y pacíficos
sobre los bienes materiales. Sin duda el orden natural, que deriva de Dios, requiere también la propiedad privada y el libre comercio mutuo de bienes con cambios y donativos, e igualmente la
función reguladora del poder público en estas dos instituciones. Todavía todo esto queda subordinado al fin natural de los bienes materiales, y no podría hacerse independiente del derecho
primer y fundamental que a todos concede el uso, sino más bien debe ayudar a hacer posible la actuación en conformidad con su fin. Sólo así se podrá y deberá obtener que propiedad y uso de
los bienes materiales traigan a la sociedad paz fecunda y consistencia vital y no engendren condiciones precarias, generadoras de luchas y celos y abandonadas a merced del despiadado
capricho de la fuerza y de la debilidad.

MATER ET MAGISTRA (Juan XXIII):


019. El derecho a la propiedad privada lo confiere a cada hombre la naturaleza. (haciendo referencia a la Rerum Novarum)
Quienes lo disfrutan deben ejercitarlo para beneficio propio y utilidad de los demás
A lo dicho ha de añadirse que el derecho de poseer privadamente bienes, incluidos los de carácter instrumental, lo confiere a cada hombre la naturaleza, y el Estado no es dueño en modo alguno
de abolirlo. Y como la propiedad privada lleva naturalmente intrinseca una función social, por eso quien disfruta de tal derecho debe necesariamente ejercitarlo para beneficio propio y utilidad de
los demás.

Uso de los Bienes materiales


043. El derecho de todo hombre a usar de los bienes materiales para su decoroso sustento es superior a cualquier otro derecho de contenido económico
Por lo que se refiere a la primera cuestión, nuestro predecesor (Pío XII en el Mensaje de Pentecostés) enseña que el derecho de todo hombre a usar de los bienes materiales para su decoroso
sustento tiene que ser estimado como superior a cualquier otro derecho de contenido económico, y, por consiguiente, superior también al derecho de propiedad privada. Es cierto, como advierte
nuestro predecesor, que el derecho de propiedad privada sobre los bienes se basa en el propio derecho natural: pero, según el orden establecido por Dios, el derecho de propiedad privada no
puede en modo alguno constituir un obstáculo para que sea satisfecha la indestructible exigencia de que los bienes creados por Dios para provecho de todos los hombres lleguen con equidad a
todos, de acuerdo con los principios de la justicia y de la caridad (20).
(20) Ibíd., p. 199.

Reafirmación del carácter natural del derecho de propiedad


109. El derecho de propiedad privada tiene un valor permanente
Esta duda carece en absoluto de fundamento. Porque el derecho de propiedad privada, aún en lo tocante a bienes de producción, tiene un valor permanente, ya que es un derecho contenido en
la misma naturaleza, la cual nos enseña la prioridad del hombre individual sobre la sociedad civil y, por consiguiente, la necesaria subordinación teleológica de la sociedad civil al hombre. Por
otra parte, en vano se reconocería al ciudadano el derecho de actuar con libertad en el campo económico si no le fuese dada al mismo tiempo la facultad de elegir y emplear libremente las cosas
indispensables para el ejercicio de dicho derecho. Además, la historia y la experiencia demuestran que en los regímenes políticos que no reconocen a los particulares la propiedad, incluida la de
los bienes de producción; se viola o suprime totalmente el ejercicio de la libertad humana en las cosas más fundamentales, lo cual demuestra con evidencia que el ejercicio de la libertad tiene su
garantía y al mismo tiempo su estímulo en el derecho de propiedad.
110. Rectificación de movimientos políticos contrarios al derecho de propiedad privada
Esto es lo que explica el hecho de que ciertos movimientos políticos y sociales que quieren conciliar la libertad con la justicia, y que eran hasta ahora contrarios al derecho de propiedad privada
de los bienes de producción, hoy, aleccionados más ampliamente por la evolución social, han rectificado algo sus propias opiniones, y mantienen, respecto de aquel derecho, una actitud
positiva.
112. El aumento de la producción debe permitir el incremento de la retribución del trabajo
Como ya hemos dicho, en no pocas naciones los sistemas económicos más recientes progresan con rapidez y consiguen una producción de bienes cada día más eficaz. En tal situación, la
justicia y la equidad exigen que, manteniendo a salvo el bien común, se incremente también la retribución del trabajo, lo cual permitirá a los trabajadores ahorrar con mayor facilidad y formarse
así un patrimonio. Resulta, por tanto, extraña la negación que algunos hacen del carácter natural del derecho de propiedad, que halla en la fecundidad del trabajo la fuente perpetua de su
eficacia; constituye, además, un medio eficiente para garantizar la dignidad de la persona humana y el ejercicio libre de la propia misión en todos los campos de la actividad económica; y es,
finalmente, un elemento de tranquilidad y de consolidación para la vida familiar, con el consiguiente aumento de paz y prosperidad en el Estado.

POPULORUM PROGESSIO (Pablo VI):


III. LA ACCION QUE SE DEBE EMPRENDER
023. La propiedad
Si alguno tiene bienes de este mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios? (21). Sabido es con qué firmeza los Padres
de la Iglesia han precisado cuál debe ser la actitud de los que poseen respecto a los que se encuentran en necesidad: "No es parte de tus bienes -así dice san Ambrosio- lo que tú des al pobre; lo
que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todos, tú te lo apropias. La tierra ha sido dada para todo el mundo y no solamente para los ricos" (22). Es decir, que la propiedad
privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad cuando a los demás les falta lo
necesario. En una palabra: "el derecho de propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común, según la doctrina tradicional de los Padres de la Iglesia y de los grandes
teólogos". Si se llegase al conflicto "entre los derechos privados adquiridos y las exigencias comunitarias primordiales", toca a los poderes públicos "procurar una solución con la activa
participación de las personas y de los grupos sociales" (23).
(21) 1 Jn. 3, 17.
(22) De Nabuthe c. 12 n. 53: PL 14, 747. Cfr. J. R. Palanque, Saint Ambroise et l'empire romain (París, De Boccard, 1933). p. 336ss.
(23) Carta a la Semana Social de Brest, en L'homme et la révolution urbaine (Lyon, Cronica Social, 1965) pp. 8 y 9
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Bloque 3: PARA QUE LO LABRASE Y CUIDASE... (Gen. 2,15)

Trabajo
(Cat. Nº 2427 - 2428)

Trabajo es toda actividad transformante... Es trabajo toda activida ordenada a “transformar” los bienes,
(Juan Pablo II / Laborem Excersens) para satisfacer las necesidades humanas.
Así también, trabajar es realizar alguna actividad a fin de adquirir
los bienes necesarios para vivir ...
Trabajar es un derecho y un deber.
(Cat. Nº 2429; 2433)
En términos mercantiles:
Salario:
Trabajo es la actividad remunerada
(Cat. Nº 2434; 2436) vinculada con la producción de bienes y servicios.
Independientemente del acuerdo de partes,
el salario “justo” comprende:
a) salario mínimo, vital y móvil. En términos cristianos:
b) salario familiar y subsidios. Trabajo es un medio de santificación, donde debemos:
c) contribuciones para la seguridad social.
Elevar con nuestra conducta el nivel humano y sobrenatural de las
tareas encomendadas... trabajando puntualmente, bien y con ale-
Ante la injusticia laboral... gría, por amor a Dios.
DERECHO a HUELGA Todo trabajo honesto es una forma de ir a Dios y un medio a partir
(Cat. Nº 2435) del cual poder acercar a los otros al Señor (medio de apostolado).

Tecnificación y desempleo estructural. En la expresión santificación del trabajo están implicados con-
ceptos fundamentales de la misma teología de la Creación. Todo
Terciarización de la economía y digitalización trabajo humano honesto, intelectual o manual, debe ser realizado
creciente de los servicios. por el cristiano “con la mayor perfección posible”: con perfec-
El desempleo es un DRAMA: ción humana (competencia profesional) y con perfección cristiana
este drama existencial consiste en la (por amor a la voluntad de Dios y en servicio de los hombres).
pérdida del sentido de la vida. Porque hecho así, por humilde e insignificante que parezca la ta-
rea, contribuye a ordenar cristianamente las realidades temporales
Para resolver las problemáticas propias de la (a manifestar su dimensión divina) y es asumido e integrado en la
inserción laboral, es esencial aprender a obra prodigiosa de la Creación y de la Redención del mundo: se
relacionarse convenientemente. eleva así el trabajo al orden de la Gracia, se “santifica”, se convier-
te en obra de Dios, operatio Dei, opus Dei.
Del empleo sin futuro al futuro sin empleo... Cristo pasó casi la totalidad de su vida terrena trabajando como
De cara al futuro del empleo: artesano en una aldea.
Vemos en el trabajo no sólo uno de los más altos valores humanos,
Necesidad de adquirir “flexibilidad digital”, para repo- medio imprescindible para el progreso de la sociedad y el ordena-
sicionarse laboralmente. Atención respecto de los miento cada vez más justo de las relaciones entre los hombres,
“nuevos” empleos que genera la tecnología. sino también un signo del amor de Dios a sus creaturas y del amor
Atención a la aparición de nuevas “modalidades” de de los hombres entre sí y a Dios: un medio de perfección, un medio
trabajo: TELETRABAJO. de santificación. (Conversaciones Nº 10)

LABOREM EXERCENS / Prólogo (Juan Pablo II)


Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano (1) , contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la incesante elevación cultural y moral de la sociedad en
la que vive en comunidad con sus hermanos. Y "trabajo" significa todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias; significa toda actividad
humana que se puede o se debe reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de las que el hombre es capaz y a las que está predispuesto por la naturaleza misma en virtud de su
humanidad. Hecho a imagen y semejanza de Dios (2) en el mundo visible y puesto en él para que dominase la tierra (3), el hombre está por ello, desde el principio, llamado al trabajo. El trabajo es
una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas, cuya actividad, relacionada con el mantenimiento de la vida, no puede llamarse trabajo; solamente el hombre es
capaz de trabajar, solamente él puede llevarlo a cabo, llenando a la vez con el trabajo su existencia sobre la tierra. De este modo el trabajo lleva en sí un signo particular del hombre y de la
humanidad, el signo de la persona activa en medio de una comunidad de personas; este signo determina su característica interior y constituye en cierto sentido su misma naturaleza.
(1) Cfr. Sal. 127 (128). 2: cfr. también Gn. 3, 17-19; Prov. 10, 22; Ex. 1, 8-14; Jer. 22, 13.
(2) Cfr. Gn. 1, 26.
(3) Cfr. Ibíd 1, 28.

II - EL TRABAJO Y EL HOMBRE
004. En el libro del Génesis
La Iglesia está convencida de que el trabajo constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra. Ella se confirma en esta convicción considerando también todo el
patrimonio de las diversas ciencias dedicadas al estudio del hombre: la antropología, la paleontología, la historia, la sociología, la sicología, etc.; todas parecen testimoniar de manera irrefutable
esta realidad. La Iglesia, sin embargo, saca esta convicción sobre todo de la fuente de la Palabra de Dios revelada, y por ello lo que es una convicción de la inteligencia adquiere a la vez el
carácter de una convicción de fe. El motivo es que la Iglesia -vale la pena observarlo desde ahora- cree en el hombre: ella piensa en el hombre y se dirige a él no sólo a la luz de la experiencia
histórica, no sólo con la ayuda de los múltiples métodos del conocimiento científico, sino ante todo a la luz de la palabra revelada del Dios vivo. Al hacer referencia al hombre, ella trata de
expresar los designios eternos y los destinos trascendentes que el Dios vivo. Creador y Redentor ha unido al hombre.
La Iglesia halla ya en las primeras páginas del libro del Génesis la fuente de su convicción según la cual el trabajo constituye una dimensión fundamental de la existencia humana sobre la tierra.
El análisis de estos textos nos hace conscientes a cada uno del hecho de que en ellos -a veces aun manifestando el pensamiento de una manera arcaica- han sido expresadas las verdades
fundamentales sobre el hombre, ya en el contexto del misterio de la Creación. Estas son las verdades que deciden acerca del hombre desde el principio y que, al mismo tiempo, trazan las
grandes líneas de su existencia en la tierra, tanto en el estado de justicia original como también después de la ruptura, provocada por el pecado, de la alianza original del Creador con lo creado,
en el hombre. Cuando éste, hecho "a imagen de Dios... varón y hembra" (9), siente las palabras: "Procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla" (10), aunque estas palabras no se
refieren directa y explícitamente al trabajo, indirectamente ya se lo indican sin duda alguna como una actividad a desarrollar en el mundo. Más aún, demuestran su misma esencia más
profunda. El hombre es la imagen de Dios. entre otros motivos por el mandato recibido de su Creador de someter y dominar la tierra. En la realización de este mandato, el hombre, todo ser
humano, refleja la acción misma del Creador del universo.
El trabajo entendido como una actividad "transitiva", es decir, de tal naturaleza que, empezando en el sujeto humano, está dirigida hacia un objeto externo, supone un dominio específico del
hombre sobre la "tierra" y a la vez confirma y desarrolla este dominio. Está claro que con el término "tierra", del que habla el texto bíblico, se debe entender ante todo la parte del universo visible
en el que habita el hombre; por extensión sin embargo, se puede entender todo el mundo visible, dado que se encuentra en el radio de influencia del hombre y de su búsqueda por satisfacer las
propias necesidades. La expresión someter la "tierra" tiene un amplio alcance. Indica todos los recursos que la tierra (e indirectamente el mundo visible) encierra en sí y que, mediante la
actividad consciente del hombre, pueden ser descubiertos y oportunamente usados. De esta manera, aquellas palabras, puestas al principio de la Biblia, no dejan de ser actuales. Abarcan
todas las épocas pasadas de la civilización y de la economía, así como toda la realidad contemporánea y las fases futuras del desarrollo, las cuales, en alguna medida, quizás se están
delineando ya, aunque en gran parte permanecen todavía casi desconocidas o escondidas para el hombre.
Si a veces se habla del período de "aceleración" en la vida económica y en la civilización de la humanidad o de las naciones, uniendo estas "aceleraciones" al progreso de la ciencia y de la
técnica, y especialmente a los descubrimientos decisivos para la vida socio-económica. se puede decir al mismo tiempo que ninguna de estas "aceleraciones" supera el contenido esencial de lo
indicado en ese antiquísimo texto bíblico. Haciéndose -mediante su trabajo- cada vez más dueño de la tierra y confirmando todavía -mediante el trabajo- su dominio sobre el mundo visible, el
hombre en cada caso y en cada fase de este proceso se coloca en la línea del plan original del Creador: lo cual está necesaria e indisolublemente unido al hecho de que el hombre ha sido creado,
varón y hembra, "a imagen de Dios''. Este proceso es, al mismo tiempo. universal: abarca a todos los hombres, a cada generación, a cada fase del desarrollo económico y cultural. y a la vez es
un proceso que se actúa en cada hombre, en cada sujeto humano consciente. Todos y cada uno están comprendidos en él contemporáneamente. Todos y cada uno, en una justa medida y en un
número incalculable de formas, toman parte en este gigantesco proceso, mediante el cual el hombre "somete la tierra'' con su trabajo.
(9) Gn. 1, 27.
(10) Gn. 1, 28.

El hombre no sólo perfecciona la naturaleza al trabajarla (transformarla, humanizarla), sino que “se-perfecciona” (mejora) al hacerlo...
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La Empresa
(Cat. Nº 2213)

Es una “comunidad de personas” y una “unidad social de producción” que utiliza capital y trabajo, para llegar a un
producto final que proporcionará un “beneficio” al empleador, a los empleados y al consumidor.

El mesianismo publicitario La empresa es un cuerpo intermedio


pone a las empresas por de decisiva influencia en el ordenamiento
encima de las instituciones. económico de la sociedad.

En cuanto comunidad de En cuanto unidad de producción,

}
personas, la empresa de- sus elementos fundamentales son:
be garantizar un salario organización, factores humanos,
justo, y condiciones “hu- intervención del Estado factores de producción, modernización,
manas“ de trabajo que producción, competencia en el mercado.
favorezcan la salud física (trabajo y empresa)
y moral de sus miembros. a) Elaborar una legislación laboral justa. Clases de Empresas:
Además, debe propiciar Grandes (corporaciones y
b) Planificar la actividad... (políticas de empleo).
formas de participación: multinacionales anónimas),
c) Respetar el principio de “subsidiaridad”...
Consultas, gestión, y par- Medianas y Pequeñas
ticipación proporcional en (familiares o sociedades menores),
los beneficios, que son re- Micro-emprendimientos.
sultados obtenidos por el
trabajo de todos.

GAUDIUM ET SPES (Concilio Vaticano II):


068. Participación en la empresa y en la organización general de la economía. Conflictos laborales
En las empresas económicas son personas las que se asocian, es decir, hombres libres y autónomos, creados a imagen de Dios. Por ello, teniendo en cuenta las
funciones de cada uno, propietarios, administradores, técnicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se ha de promover la activa
participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto (7). Con todo como en muchos casos no es a nivel de
empresa, sino en niveles institucionales superiores, donde se toman las decisiones económicas y sociales de las que depende el porvenir de los trabajadores y de
sus hijos, deben los trabajadores participar también en semejantes decisiones por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos. Entre los derechos
fundamentales de la persona humana debe contarse el derecho de los obreros a fundar libremente asociaciones que representen auténticamente al trabajador y
puedan colaborar en la recta ordenación de la vida económica, así como también el derecho de participar libremente en las actividades de las asociaciones sin riesgo
de represalias. Por medio de esta ordenada participación, que está unida al progreso en la formación económica y social, crecerá más y más entre todos el sentido de
la responsabilidad propia, el cual les llevará a sentirse colaboradores, según sus medios y aptitudes propias, en la tarea total del desarrollo económico y social y del
logro del bien común universal.
En caso de conflictos económico-sociales hay que esforzarse por encontrarles soluciones pacíficas. Aunque se ha de recurrir siempre primero a un sincero diálogo
entre las partes, sin embargo, en la situación presente, la huelga puede seguir siendo medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los derechos y el logro de
las aspiraciones justas de los trabajadores. Búsquense, con todo, cuanto antes, caminos para negociar y para reanudar el diálogo conciliatorio.
(7) Cfr. Juan XXIII, enc. Mater et magistra: AAS 53 (1961) 408.424.427; la palabra «curatione» está tomada del texto latino de la Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 199. En el aspecto de la
evolución de la cuestión, cfr. también Pío XII, Alocución de 3 de junio 1950: AAS 42 (1950) 485-488; Pablo VI, Alocución del 8 de junio 1964: AAS 56 (1964) 574-579.

MATER ET MAGISTRA (Juan XXIII):


Presencia activa de los trabajadores en las empresas grandes y mediana

091. Dar a los trabajadores una participación activa en la empresa en que trabajan
Además, siguiendo en esto la dirección trazada por nuestros predecesores, Nos estamos convencidos de la razón que asiste a los trabajadores cuando aspiran a
participar activamente en la vida de las empresas donde trabajan. No es posible fijar con normas ciertas y definidas las características de esta participación, dado que
han de establecerse más bien teniendo en cuenta la situación de cada empresa; situación que varía de unas a otras y que, aún dentro de cada una, está sujeta
muchas veces a cambios radicales y rapidísimos. No dudamos, sin embargo, en afirrnar que a los trabajadores hay que darles una participación activa en los asuntos
de la empresa donde trabajan, tanto en las privadas como en las públicas, participación que, en todo caso, debe tender a que la empresa sea una auténtica
comunidad humana, cuya influencia bienechora se deje sentir en las relaciones de todos sus miembros y en la variada gama de sus funciones y obligaciones.

092. Esto exige colaboración e interés de todos en la obra común


Esto exige que las relaciones mutuas entre empresarios y dirigentes, por una parte, y los trabajadores, por otra, lleven el sello del respeto mutuo, de la estima, de la
comprensión y además, de la leal y activa colaboración e interés de todos en la obra común; y que el trabajo, además de ser concebido como fuente de ingresos
personales, lo realicen también todos los miembros de la empresa como cumplimiento de un deber y prestación de un servicio para la utilidad general. Todo ello
implica la conveniencia de que los obreros puedan hacer oír su voz y aporten su colaboración para el eficiente funcionamiento y desarrollo de la empresa. Observaba
nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío XII, que la función económica y social que todo hombre aspira a cumplir exige que no esté sometido totalmente a una
voluntad ajena al despliegue de la iniciativa individual (31). Una concepción de la empresa que quiera salvaguardar la dignidad humana debe, sin duda alguna,
garantizar la necesaria unidad de una dirección eficiente; pero de aquí no se sigue que pueda reducir a sus colaboradores diarios a la condición de meros ejecutores
silenciosos, sin posibilidad alguna de hacer valer su experiencia, y enteramente pasivos en cuanto afecta a las decisiones que contratan y regulan su trabajo.
(31) Alocución del 8 de octubre de 1956: cfr. Acta Apostolicae Sedis, 48 (1956), pp. 799-800.

093. Fundamento de la responsabilidad creciente por parte de los trabajadores


Hay que hacer notar por último, que el ejercicio de esta responsabilidad creciente por parte de los trabajadores en las empresas no solamente responde a las
legítimas exigencias propias de la naturaleza humana, sino que está de perfecto acuerdo con el desarrollo económico, social y político de la época contemporánea.

094. Esto exige de los trabajadores aptitud y cualidades profesionales más elevadas
Aunque son grandes los desequilibrios económicos y sociales que en la época moderna contradicen a la justicia y a la humanidad, y profundos errores se deslizan en
toda la economía, perturbando gravemente sus actividades, fines, estructura y funcionamiento, es innegable, sin embargo, que los modernos sistemas de
producción, impulsados por el progreso científico y técnico, han avanzado extraordinariamente y su ritmo de crecimiento es mucho más rápido que en épocas
anteriores. Esto exige de los trabajadores una aptitud y unas cualidades profesionales más elevadas. Como consecuencia, es necesario poner a su disposición
mayores medios y más amplios márgenes de tiempo para que puedan alcanzar la instrucción más perfecta y una cultura religiosa, moral y profana más adecuada.

095. Aumento de la formación de las nuevas generaciones


Se hace así también posible un aumento de los años destinados a la instrucción básica y a la formación profesional de las nuevas generaciones.

096. Mayor responsabilidad de los trabajadores


Con la implantación de estas medidas se irá creando un ambiente que permitirá a los trabajadores tomar sobre sí las mayores responsabilidades aún dentro de sus
empresas. Por lo que al Estado toca, es de sumo interés que los ciudadanos, en todos los sectores de la convivencia, se sientan responsables de la defensa del bien
común.
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Bloque 4: ¿SOY YO ACASO EL GUARDIAN DE MI HERMANO? (Gen. 4,9)

“El hombre es un animal político“


Comunidad Política (Aristóteles)

Es decir, el hombre es un ser


Es la “comunidad natural, completa y perfecta” de las personas y esencialmente SOCIABLE, y
organiza socialmente su vida
cuerpos intermedios que, con una autoridad superior en el orden interno, de relación con los demás ...,
viven en un territorio determinado para el Bien Común de todos ellos. “hace política“.

PATRIA POLITICA:
La tierra de los padres (patres). Ciencia y técnica de los medios
La herencia recibida: conducentes a lograr el “fin común”
territorio, tradiciones, etc. de la sociedad organizada.
GOBIERNO
Está constituido por quienes ejercen FIN DE LA COMUNIDAD POLITICA:
la autoridad pública y administran el el BIEN COMUN temporal ...
Estado... (Cat. Nº 1905 - 1912)
El deber de EDUCAR es fundamento de la convivencia democrática.
El Sufragio Universal (voto) sería ilegítimo si el pueblo fuera imbécil. Es el conjunto de condiciones de vida
Una República es educadora, o no es... que permiten al hombre lograr el pleno
desarrollo de su personalidad...
SOCIEDAD CIVIL
Es el conjunto de todos los habitantes
con sus respectivas relaciones... CONDICIONES PARA LA
En la vida cotidiana la persona se halla en una red de status y roles, REALIZACIÓN DEL BIEN COMÚN
por la cual deviene sujeto “social”... (Cat. Nº 1913 - 1917)
¿Qué sucede cuando se “mercantilizan” las relaciones?: El dinero es
considerado el mediatizador de toda la vida social, en la cual se puja 1) Paz y seguridad internas.
constantemente por llegar a ocupar el polo estructurante (vínculo de 2) Mínimo de prosperidad material.
Poder = Dinero). 3) Mínimo de bienes espirituales (cultura)
4) Participación solidaria de las personas.
ESTADO
Es la organización jurídica y política de
la convivencia social...
El Estado es un ente moral, no físico... natural y necesario. Es una ESTADO Y PERSONA:
cierta relación entre los hombres, que funciona como un fenómeno Aristóteles apuntaba que el Estado no fabrica
de creencia... De hecho es la voluntad humana la que interviene en a los individuos para constituirse después con
la formación concreta del “tipo” de Estado en cada Sociedad civil. ellos, sino que los encuentra como una realidad
preexistente, de modo que se estructura a partir
Creencia: No se hará respetar al Estado más que haciendo amar a la Patria; de los individuos. Aún cuando el Estado perdure
así, la Ley del Padre cobra efecto por el convencimiento y la se- y sobreviva a los individuos en el tiempo, y los
ducción de la Madre... POLÍTICA DE COMUNICACIONES... Todo influya en las características de las generaciones
Estado es cada vez más tecnócrata, “vive en” sus mediatizaciones. futuras... siempre es “servidor” de la PERSONA.
(Regis Debray / El Estado seductor)
NACION
Es la comunidad de personas originada (nacida, natus...)
en vínculos comunes dados por el territorio y la cultura...
Sin embargo, ningún Estado moderno es puramente “nacional”; en general sus Constituciones asimilan las pautas que hacen a la univer-
salidad del Mercado y, en gran medida, subordinan a ellas la “convivencia nacional“.

RERUM NOVARUM (León XIII):


023. Deberes generales del Estado. Queda ahora por investigar qué parte de ayuda puede esperarse del Estado.
Entendemos aquí por Estado no el que de hecho tiene tal o cual pueblo, sino el que pide la recta razón de conformidad con la naturaleza, por un lado, y aprueban, por otro, las enseñanzas de la
sabiduría divina, que Nos mismo hemos expuesto concretamente en la encíclica sobre la constitución cristiana de las naciones.
Así, pues, los que gobiernan deben cooperar, primeramente y en términos generales, con toda la fuerza de las leyes e instituciones, esto es, haciendo que de la ordenación y administración
misma del Estado brote espontáneamente la prosperidad tanto de la sociedad como de los individuos, ya que éste es el cometido de la politica y el deber inexcusable de los gobernantes. Ahora
bien, lo que más contribuye a la prosperidad de las naciones es la probidad de las costumbres, la recta y ordenada constitución de las familias, la observancia de la religión y de la justicia, las
moderadas cargas públicas y su equitativa distribución, los progresos de la industria y del comercio, la floreciente agricultura y otros factores de esta índole, si quedan, los cuales, cuanto con
mayor afán son impulsados, tanto mejor y más felizmente permitirán vivir a los ciudadanos.
A través de estas cosas queda al alcance de los gobernantes beneficiar a Ios demás órdenes sociales y aliviar grandemente la situación de los proletarios; y esto en virtud del mejor derecho y
sin la más leve sospecha de injerencia, ya que el Estado debe velar por el bien común como propia misión suya. Y cuanto mayor fuere la abundancia de medios procedentes de esta general
providencia, tanto menor será la necesidad de probar caminos nuevos para el bienestar de los obreros.

MATER ET MAGISTRA (Juan XXIII):


020. El estado debe intervernir a tiempo para:
a) que los ciudadadanos contribuyan a producir abundancia de bienes materiales
b) tutelar los derechos de todos los ciudadanos, sobre todo los más débiles
c) Mejorar con todo empeño las condiciones de vida de los trabajadores
Por lo que toca al Estado, cuyo fin es proveer al bien común en el orden temporal, no puede en modo alguno permanecer al margen de las actividades económicas de los ciudadanos, sino que
por el contrario, ha de intervenir a tiempo, primero, para que aquellos contribuyan a producir la abundancia de bienes materiales, cuyo uso es necesario para el ejercicio de la virtud (7) y,
segundo, para tutelar los derechos de todos los ciudadanos, sobre todo de los más débiles, cuales son los trabajadores, las mujeres y los niños. Por otra parte, el Estado nunca puede eximirse
de la responsabilidad que le incumbe de mejorar con todo empeño las condiciones de vida de los trabajadores.
(7) Santo Tomás de Aquino, De regimine principum, I, 15 .

CENTESIMUS ANNUS (Juan Pablo II):


015. Papel de la sociedad y el Estado
La Rerum novarum se opone a la estatalización de lo medios de producción, que reduciría a todo ciudadano a una « pieza » en el engranaje de la máquina estatal. Con no menor decisión
crítica una concepción del Estado que deja la esfera de la economía totalmente fuera del propio campo de interés y de acción. Existe ciertamente una legítima esfera de autonomía de la
actividad económica, donde no debe intervenir el Estado. A éste, sin embargo, le corresponde determinar el marco jurídico dentro del cual se desarrollan las relaciones económicas y
salvaguardar así las condiciones fundamentales de una economía libre, que presupone una cierta igualdad entre las partes, no sea que una de ellas supere talmente en poder a la otra que la
pueda reducir prácticamente a la esclavitud. (43) (...)
Para conseguir estos fines el Estado debe participar directa o indirectamente. Indirectamente y según el principto de subsidiaridad, creando las condiciones favorables al libre ejercicio de la
actividad económica, encauzada hacia una oferta abundante de oportunidades de trabajo y de fuentes de riqueza. Directamente y según el principio de solidaridad, poniendo, en defensa de los
más débiles, algunos límites a la autonomía de las partes que deciden las condiciones de trabajo, y asegurando en todo caso un mínimo vital al trabajador en paro. (45)
(43) Cfr. Enc. Rerum novarum: l.c., 121-125.
(45) Cfr. Enc. Laborem exercens, 8: l.c., 594-598.
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No hay sociedad ni comunidad política posible sin autoridad a la que se le deba obediencia...
La obediencia no es un concepto negativo, sino altamente positivo, pues comporta la libertad más absoluta: la libertad de la entrega.
Los hombres detestan obedecer, porque tienen la impresión de que al obedecer “son inferiores”... Por eso a veces las democracias
se han presentado como sistemas en los que se dice a todos y a cada uno que son el Jefe, el rey, el soberano, los autores de las
leyes, y que los dirigentes no son más que los ministros de la voluntad absoluta del pueblo que los ha elegido... De este modo la
democracia puede convertirse en la única máquina que hace obedecer a los hombres, evitando que se anarquicen.
Con esto no estamos diciendo que la democracia no sirva, ni tampoco pretendemos una suerte de apología del autoritarismo;
sólo pretendemos evitar los discursos engañosos y no ser tomados por ingénuos.
El demócrata moderno le dirá a la población que todo le está permitido, porque ella es libre y madura, ¡adulta!,
pero manipulará las cuerdas por lo bajo... El exceso de “representatividad” en las democracias puede llevarnos
a un nuevo estilo de oligarquía y autoritarismo demagógico, por eso lo más deseable es
el crecimiento de democracias cada vez más “participativas” y con modelos de gestión descentralizada.

La obediencia no anula la personalidad...


pues se ha de obedecer dócilmente, pero con inteligencia, con amor y con sentido de responsabilidad.

En realidad, el mínimo de AUTORIDAD del AUTORIDAD AUCTORITAS del latín AUCTOR.


Estado debería servir para garantir que la (Cat. Nº 1897 - 1904)
condición de “ciudadano” de cada habitante Autor
de una Nación, no quede completamente
...que da valor a algo, responsable, modelo, garante,
subrogada al carácter manipulador del Mercado... promotor, ascesor ... La autoridad es un órgano de
Nadie ABUSA de coordinación y dirección; es un principio rector para
Cuanto menos ha de garantizar: la autoridad, sino
que cuando hay remover obstáculos y promover una convivencia pa-
1) Salud y Educación; 2) igualdad ante la Ley.
CARENCIA de ella, cífica y ordenada. Como tal, es un medio para lograr
entonces surge el... el Bien Común.

}
AUTORITARISMO
Determinación de lo económico sobre lo político... Reduccionismo. La autoridad es un tipo de vínculo en el que la
efectivización del Poder se realiza a través de
La corrupción es una forma de autoritarismo que consiste en el uso mediaciones (que acreditan la autoridad)...
de los bienes y/o del espacio público con fines privados.
Alguien tiene autoridad en la medida en que
Corrupción no es sólo una transgresión individual a la ética, sino también un
condicionamiento estructural (ocasión próxima: por la falta de controles)... ocupa la posición “estructurante” de un
Téngase presente que el político es un hombre ordinario expuesto a tenta- vínculo... Esa posición es Poder.
ciones “extraordinarias” de enriquecimiento.
La madre de la corrupción es: El Bien Común es la única razón de ser de la autoridad
detentar cargos públicos sin idoneidad, ni control.
La demagogia es otra forma de autoritarismo que consiste en inducir a través de promesas a logros que satisfagan el amor propio,
la desresponsabilización de las personas, para que éstas deleguen en el líder el análisis y decisión de sus condiciones de vida.
El demagogo puede auto-convencerse de su acción, pues la actitud demagógica consiste en tomar al hecho social por norma y a
una psicología colectiva por la “voluntad general”.

En el ejercicio de la autoridad
quien manda ha de respetar,
en sus órdenes, la INTELIGENCIA
} Autoridad. No consiste en que el de arriba “grite” al inferior, y éste al de más abajo.
Con ese criterio -caricatura de la autoridad-, aparte de la evidente falta de caridad
y de corrección humana, sólo se consigue que quien hace cabeza se vaya alejando
de los gobernados, porque no los sirve: ¡todo lo más, los usa! (Surco Nº 386)
de quienes le han de obedecer... Gobernar no es mortificar. (Surco Nº 390)

PACEM IN TERRIS (Juan XXIII):


LA AUTORIDAD
046. Es necesaria
Una sociedad bien ordenada y fecunda requiere gobernantes, investidos de legítima autoridad, que defiendan las instituciones y consagren, en la medida suficiente, su actividad
y sus desvelos al provecho común del país. Toda la autoridad que los gobernantes poseen proviene de Dios, según enseña san Pablo: "Porque no hay autoridad que no venga de
Dios" (28). Enseñanza del Apóstol que san Juan Crisóstomo desarrolla en estos términos: "¿Qué dices? ¿Acaso todo gobernante ha sido establecido por Dios? No digo esto -
añade-, no hablo de cada uno de los que mandan, sino de la autoridad misma. Porque el que existan las autoridades, y haya gobernantes y súbditos, y todo suceda sin obedecer a
un azar completamente fortuito, digo que es obra de la divina sabiduría" (29). En efecto, como Dios ha creado a los hombres sociales por naturaleza y ninguna sociedad puede
conservarse |sin un iefe supremo que mueva a todos y a cada uno con un mismo impulso eficaz encaminado al bien común, resulta necesaria en toda sociedad humana una
autoridad que la dirija; autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor (30).
(28) Rom. 13, 1-6.
(29) In Epist. ad Rom. c. 13, 1-2, hom. 23: MG 60, P. 615.
(30) León XIII, Immortale Dei: AL 5, 120 (Roma, 885).
047. Debe estar sometida al orden moral
La autoridad, sin embargo, no puede considerarse exenta de sometimiento a otra superior. Más aún, la autoridad consiste en la facultad de mandar según la recta razón. Por ello,
se sigue evidentemente que su fuerza obligatoria procede del orden moral, que tiene a Dios como primer principio y último fin. Por eso advierte nuestro predecesor, de feliz
memoria, Pío XII: "El mismo orden absoluto de los seres y de los fines, que muestra al hombre como persona autónoma, es decir, como sujeto de derechos y de deberes
inviolables, raíz y término de su propia vida social, abarca también al Estado como sociedad necesaria, revestida de autoridad, sin la cual no podría ni existir ni vivir... Y como ese
orden absoluto, a la luz de la sana razón, y más particularmente a la luz de la cristiana, no puede tener otro origen que un Dios personal, Creador nuestro, síguese que... Ia
dignidad de la autoridad política es la dignidad de su participación en la autoridad de Dios"(31).
(31) Pío XII, radiomensaje navideño de 1944: AAS 37 (1945), p. 15.
048. Sólo así obliga en conciencia
Por este motivo, el derecho de mandar que se funda exclusiva o principalmente en la amenaza o el temor de las penas o en la promesa de premios, no tiene eficacia alguna para
mover al hombre a laborar por el bien común, y aún cuando tal vez tuviera esa eficacia, no se ajustaría en absoluto a la dignidad del hombre, que es un ser racional y libre. La
autoridad no es, en su contenido sustancial, una fuerza física; por ello tienen que apelar los gobernantes a la conciencia del ciudadano, esto es, al deber que sobre cada uno pesa
de prestar su pronta colaboración al bien común. Pero como todos los hombres son entre sí iguales en dignidad natural, ninguno de ellos, en consecuencia, puede obligar a los
demás a tomar una decisión en la intimidad de su conciencia. Es éste un poder exclusivo de Dios, por ser el único que ve y juzga los secretos más ocultos del corazón humano.
049. Cuando la autoridad está unida a la Ley de Dios
Los gobernantes, por tanto, sólo pueden obligar en conciencia al ciudadano cuando su autoridad está unida a la ley de Dios y constituye una participación de la misma (32).
(32) Cfr. León Xlll, Diuturnum illud: AL 2, 274 (Roma, 1881).
050. Y se salva la dignidad del ciudadano
Sentado este principio, se salva la dignidad del ciudadano, ya que su obediencia a las autoridades públicas no es, en modo alguno, sometimiento de hombre a hombre, sino, en
realidad, un acto de culto a Dios, creador solícito de todo, quien ha ordenado que las relaciones de la convivencia humana se regulen por el orden que El mismo ha establecido;
por otra parte, al rendir a Dios la debida reverencia, el hombre no se humilla, sino más bien se eleva y ennoblece, ya que servir a Dios es reinar (33).
(33) Cfr. ibid.,278; e Immortale Dei: AL 5, 130(Roma, 1885).
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ORIGEN y FUNDAMENTO de la Autoridad... (DIOS)


Fundamento...
Es una institución de derecho divino-natural, manifestada en las exigencias de la naturaleza racional.
Dios (creador) estableció que haya autoridad en toda Sociedad... por eso hizo del hombre un ser social.
Origen...
Hay tres teorías:
1) Derecho divino de los reyes: La autoridad del Rey viene directa e inmediatamente de Dios.
Es una teoría de origen protestante que fundamentó el absolutismo monárquico.
Puede degenerar en tiranía.
2) Soberanía popular: La autoridad viene de la voluntad general del pueblo, quien la delega en un
mandatario, mediante un contrato social. Su mentor fue el filósofo Rousseau (contractualismo).
Su teoría fundamentó la democracia liberal, y puede degenerar en anarquía.
3) La teoría del origen divino-popular: Tiene sus matices:
a) La teoría de la “traslación”: Ideada por Suarez, Molina, Belarmino... La autoridad viene di-
rectamente de Dios a la comunidad, la cual determina las personas a las que la transferirá.
b) La teoría de la “colación inmediata”: Ideada por Billot, Sortais, Zigliara... La autoridad viene
directamente de Dios al gobernante, previamente designado por el pueblo.
*) Para estas dos teorías, en caso de “acefalía” el pueblo retoma la autoridad.
Resistencia a la autoridad ilegítima...

Resistencia pacífica legal. Modificación de leyes, protestas, huelgas...

Resistencia pacífica ilegal. Desobediencia civil (no cumplimiento de leyes injustas).

Resistencia violenta o insurrección. Rebelión armada o revolución...

En un medio democrático que


deje abierta la posibilidad de
utilizar medios legales para
provocar cambios legítimos,
no puede justificarse la
} Para que pueda legitimarse una insurrección violenta:
1) Causa justa y grave.
2) Último recurso (real...)
3) Consenso popular.
4) Causa proporcionada al daño.
5) Esperanza de éxito.
insurrección armada. 6) Certeza de mejoría.
7) Menor daño posible.
} }
Este ha sido el error
histórico del colectivismo
marxista, y el de los
diferentes tipos de
TERRORISMO...
} En general se ha de procurar evitar
el uso de este recurso “extremo”, pues
la experiencia histórica demuestra que
la actitud violenta radica más en derrotar
que en conocer los límites de lo modificable
y en cómo lograrlo efectivamente.

La PAZ es la tranquilidad en el orden


Defensa de la paz (Cat. Nº 2304)
Evitar la guerra (Cat. Nº 2317)

PACEM IN TERRIS (Juan XXIII):


051. La ley debe respetar el ordenaniento divino
El derecho de mandar constituye una exigencia del orden espiritual y dimana de Dios. Por ello, si los gobernantes promulgan una ley o dictan una disposición
cualquiera contraria a ese orden espiritual y, por consiguiente, opuesta a la voluntad de Dios, en tal caso ni la ley promulgada ni la disposición dictada pueden obligar
en conciencia al ciudadano, ya que "es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (34); más aún, en semejante situación, la propia autoridad se desmorona
por completo y se origina una inequidad espantosa. Así lo enseña santo Tomás: "En cuanto a lo segundo, la ley humana tiene razón de ley sólo en cuanto se ajusta a
ta recta razón. Y así considerada, es manifesto que procede de la ley eterna. Pero, en cuanto se aparta de la recta razón, es una ley injusta, y así no tiene carácter de
ley, sino más bien de violencia" (35).
(34) Hech. 5, 29.
(35) Summa Theologiae 1-2, q. 93, a. 3 ad 2; cfr. Pío XII radiomensaje navideño de 1944: AAS 37 (1945) pp. 5-23.

052. Autoridad y democracia


Ahora bien, del hecho de que la autoridad proviene de Dios no debe en modo alguno deducirse que los hombres no tengan derecho a elegir los gobernantes de la
nación, establecer la forma de gobierno y deteminar los procedimientos y los límites en el ejercicio de la autoridad. De aquí que la doctrina que acabamos de exponer
pueda conciliarse con cualquier clase de régimen auténticamente democrático (36).
(36) Cfr. León XIII, Diuturnum illud: AL 2, 271-272 (Roma 1881); y Pío XII, radiomensaje navideño de 1944: AAS 37 (1945), pp. 5-23
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Discursos libertarios que oprimen al hombre...


COLECTIVISMO MARXISTA
Es verdad que el Capitalismo da primacía al espíritu de lucro (individualista) y manipula a las personas en función del con-
sumo, como hemos visto hasta ahora, pero el marxismo como “opción alternativa” tan sólo es la contracara colectiva de la
misma moneda materialista... aunque más radicalizado.
El capitalismo es de origen protestante o deísta (en su interior se debate el liberalismo y el puritanismo), pero el marxismo
es materialismo histórico, ateísmo militante con la pretensión de ser una “explicación definitiva de la historia” (autoritarismo).

El nacimiento del marxismo es comprensible teniendo en cuenta las condiciones de trabajo infra-humanas en la Europa de mediados del Siglo XIX.

Marx opinaba que el Capitalismo es un sistema auto-destructivo: El capitalista busca incrementar el lucro, con lo cual invierte en moderniza-
ción (revolución industrial), y ello genera desempleo... Así, cada vez hay ricos más ricos a costa de pobres cada vez más pobres... Con esta
progresión cada vez hay más personas desempleadas y que no pueden consumir lo que el mercado ofrece (baja el poder adquisitivo). De
este modo se genera un círculo vicioso que induce a una situación revolucionaria (levantamiento de los hombres des-humanizados). Esa re-
volución, en una primera instancia conducirá a la “Dictadura del Proletariado“, que dará paso a la Nueva Sociedad Comunista, la cual será
una sociedad sin distinción de “Clases”, y en la que los medios de producción serán “propiedad de todos” (utopía).
Luego de Marx el Movimiento Socialista se dividió en: a) Socialdemocracia / Proceso de revolución lenta y penetración cultural.
b) Leninismo / Actitud combativa y cruenta...
No puede negarse que el Socialismo ha logrado combatir en gran medida lo inhumano de la Sociedad Capitalista, obligándola a replantear-
se ciertas cuestiones humanitarias. Pero también es evidente que los países Comunistas no han tenido actitudes en mucho preferibles al
Capitalismo: Despotismo del Partido y negación de la libertad de los habitantes del País... El colectivismo ha sido tan sobresignificado que
no se considera “hombre” a cada individuo, sino al sujeto en unión al Partido... Por ej.: en Rusia se llegó a excesos tan inhumanos como de-
cir que los hijos no lo son de los padres, sino del Estado.

CENTESIMUS ANNUS (Juan Pablo II):


CAIDA DE LOS REGIMENES DICTATORIALES Y OPRESORES.
023. Factor decisivo de la crisis: la violación de los derechos del trabajador
Entre los numerosos factores de la caída de los regímenes opresores, algunos merecen ser recordados de modo especial. El factor declslvo, que puesto en marcha los cambios, es sin duda
alguna la violación de los derechos del trabajador. No se puede olvidar que la crisis fundamental de los sistemas, que pretenden ser expresión del gobierno y, lo que es más, de la dictadura del
proletariado, da comienzo con las grandes revueltas habidas en Polonia en nombre de la solidaridad. Son las muchedumbres de los trabajadores las que desautorizan la ideología, que pretende
ser su voz; son ellas las que encuentran y como si descubrieran de nuevo expresiones y principios de la doctrina social de la Iglesia, partiendo de la experiencia, vivida y difícil, del trabajo y de la
opresión. Merece ser subrayado también el hecho de que casi en todas partes se haya llegado a la caída de semejante « bloque » o imperio a través de una lucha pacífica, que emplea
solamente las armas de la verdad y de la justicia. Mientras el marxismo consideraba que, únicamente llevando hasta el extremo las contradicciones sociales, era posible darles solución por
medio del choque violento, en cambio las luchas que han conducido a la caída del marxismo insisten tenazmente en intentar todas las vías de la negociación, del diálogo, del testimonio de la
verdad, apelando a la conciencia del adversario y tratando de despertar en éste el sentido de la común dignidad humana.
Parecía como si el orden europeo, surgido de la segunda guerra mundial y consagrado por los Acuerdos de Yalta, ya no pudiese ser alterado más que por otra guerrra. Y sin embargo, ha sido
superado por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la
verdad. Esta actitud ha desarmado al adversario, ya que la violencia tiene siempre necesidad de justificarse con la mentira y de asumir, aunque sea falsamente, el aspecto de la defensa de un
derecho o de respuesta a una amenaza ajena. (54) Doy también gracias a Dios por haber mantenido firme el corazón de los hombres durante aquella difícil prueba, pidiéndole que este ejemplo
pueda servir en otros lugares y en otras circunstancias. ¡Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así
como a la guerra en las internacionales!
(54) Cfr. Mensaje para la Jomada Mundial de la Paz 1980: l.c., 1572-1580.

024. Segundo factor de la crisis: ineficiencia del sistema económico


El segundo factor de crisis es, en verdad, la, ineficiencia del sistema económico, lo cual no ha de considerarse como un problema puramente técnico, sino más bien como consecuencia de la
violación de los derechos humanos a la iniciativa, a la propiedad y a la libertad en el sector de la economía. A este aspecto hay que asociar en un segundo momento la dimensión cultural y la
nacional. No es posible comprender al hombre, considerándolo unilateralmente a partir del sector de la economía, ni es posible definirlo simplemente tomando como base su pertenencia a una
clase social. Al hombre se le comprende de manera más exhaustiva si es visto en la esfera de la cultura a través de la lengua, la historia y las actitudes que asume ante los acontecimientos
fundamentales de la existencia, como son nacer, amar, trabajar, morir. El punto central de toda cultura lo ocupa la actitud que el hombre asume ante el misterio más grande: el misterio de Dios.
Las culturas de las diversas Naciones son, en el fondo, otras tantas maneras diversas de plantear la pregunta acerca del sentido de la existencia personal. Cuando esta pregunta es eliminada,
se corrompen la cultura y la vida moral de las Naciones. Por esto, la lucha por la defensa del trabajo se ha unido espontáneamente a la lucha por la cultura y por los derechos nacionales.
La verdadera causa de las « novedades » , sin embargo, es el vacío espiritual provocado por el ateísmo, el cual ha dejado sin orientación a las jóvenes generaciones y en no pocos casos las
ha inducido, en la insoslayable búsqueda de la propia identidad y del sentido de la vida, a descubrir las raíces religiosas de la cultura de sus Naciones y la persona misma de Cristo, como
respuesta existencialmente adecuada al deseo de bien, de verdad y de vida que hay en el corazón de todo hombre. Esta búsqueda ha sido confortada por el testimonio de cuantos, en
circunstancias difíciles y en medio de la persecución, han permanecido fieles a Dios. El marxismo había prometido desenraizar del corazón humano la necesidad de Dios; pero los resultados
han demostrado que no es posible lograrlo sin trastocar ese mismo corazón.

025. Exito de la voluntad de negociación y del espíritu evangélico


Los acontecimientos del año 1989 ofrecen un ejemplo de éxito de la voluntad de negociación y del espíritu evangélico contra un adversario decidido a no dejarse condicionar por principios
morales: son una amonestación para cuantos, en nombre del realismo político, quieren eliminar del ruedo de la política el derecho y la moral. Ciertamente la lucha que ha desembocado en los
cambios del 1989 ha exigido lucidez, moderación, sufrimientos y sacrificios; en cierto sentido, ha nacido de la oración y hubiera sido impensable sin una ilimitada confianza en Dios, Señor de la
historia, que tiene en sus manos el corazón de los hombres. Uniendo el propio sufrimiento por la verdad y por la libertad al de Cristo en la cruz, es así como el hombre puede hacer el milagro de la
paz y ponerse en condiciones de acertar con el sendero a veces estrecho entre la mezquindad que cede al mal y la violencia que, creyendo ilusoriamente combatirlo, lo agrava.
Sin embargo, no se pueden ignorar los innumerables condicionamientos, en medio de los cuales viene a encontrarse la libertad individual a la hora de actuar: de hecho la influencian, pero no
la determinan; facilitan más o menos su ejercicio, pero no pueden destruírla. No sólo no es lícito desatender desde el punto de vista ético la naturaleza del hombre que ha sido creado para la
libertad, sino que esto ni siquiera es posible en la práctica. Donde la sociedad se organiza reduciendo de manera arbitraria o incluso eliminando el ámbito en que se ejercita legítimamente la
libertad, el resultado es la desorganización y la decadencia progresiva de la vida social.
Por otra parte, el hombre creado para la libertad lleva dentro de sí la herida del pecado original que lo empuja continuamente hacia el mal y hace que necesite la redención. Esta doctrina no
sólo es parte integrante de la revelación cristiana, sino que tiene también un gran valor hermenéutico en cuanto ayuda a comprender la realidad humana. El hombre tiende hacia el bien, pero es
también capaz del mal; puede trascender inmediato y, sin embargo, permanece vinculado a él. El orden social será tanto más sólido cuanto más tenga en cuenta este hecho y no oponga el
interés individual al de la sociedad en su conjunto, sino que busque más bien los modos de su fructuosa coordinación. De hecho, donde el interés individual es suprimido violentamente, queda
sustituido por un oneroso y opresivo sistema de control burocrático que esteriliza toda iniciativa y creatividad. Cuando los hombres se creen en posesión del secreto de una organización social
perfecta que haga imposible el mal, piensan también que pueden usar todos los medios, incluso la violencia o la mentira, para realizarla. La política se convierte entonces en una « religión
secular », que cree ilusoriamente que puede construír el paraíso en este mundo. De ahí que cualquier sociedad política, que tiene su propia autonomía y sus propias leyes, (55) nunca podrá
confundirse con el Reino de Dios. La parábola evangélica de la buena semilla y la cizaña (cfr. Mt. 13, 24-30; 36-43) nos enseña que corresponde solamente a Dios separar a los seguidores del
Reino y a los seguidores del Maligno, y que este juicio tendrá lugar al final de los tiempos. Pretendiendo anticipar el juicio ya desde ahora, el hombre trata de suplantar a Dios y se opone a su
paciencia.
Gracias al sacrificio de Cristo en la Cruz, la victoria del Reino de Dios ha sido conquistada de una vez para siempre; sin embargo, la condición cristiana exige la lucha contra las tentaciones y
las fuerzas del mal. Solamente al final de los tiempos, volverá el Señor en su gloria para el juicio final (cfr. Mt. 25,31) instaurando los cielos nuevos y la tierra nueva (cfr. 2 P. 3, 13; Apoc. 21, 1),
pero, mientras tanto, la lucha entre el bien y el mal continúa incluso en el corazón del hombre.
Lo que la Sagrada Escritura nos enseña respecto de los destinos del Reino de Dios tiene sus consecuencias en la vida de la sociedad temporal, la cual -como indica la palabra misma-
pertenece a la realidad del tiempo con todo lo que conlleva de imperfecto y provisional. El Reino de Dios, presente en el mundo sin ser el mundo, ilumina el orden de la sociedad humana,
mientras que las energías de la gracia lo penetran y vivifican. Así se perciben mejor las exigencias de una sociedad digna del hombre; se corrigen las desviaciones y se corrobora el ánimo para
obrar el bien. A esta labor de animación evangélica de las realidades humanas están llamados, junto con todos los hombres de buena voluntad, todos los cristianos y de manera especial los
seglares. (56)
(55) Cfr. Conc. Ecum. Vat. II, Gaudium et spes, Const. past. sobre la Iglesia en el mundo actual, 36; 39.
(56) Cfr. Exh. Ap. Christifideles laici (30 diciembre 1988), 32-44: AAS 81 (1989), 431-481.

035. - Es inaceptable que la derrota del socialismo deje al capitalismo como único modelo de organización económica
(...) En este sentido se puede hablar justamente de lucha contra un sistema económico, entendido como método que asegura el predominio absoluto del capital, la posesión de los medios de
producción y la tierra, respecto a la libre subjetividad del trabajo del hombre. (73) En la lucha contra este sistema no se pone, como modelo alternativo, el sistema socialista, que de hecho es un
capitalismo de Estado, sino una sociedad basada en el trabajo libre en la empresa y en la participación. Esta sociedad tampoco se opone al mercado, sino que exige que éste sea controlado
oportunamente por las fuerzas sociales y por el Estado, de manera que se garantice la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda la sociedad. (...)
(73) Cfr. Enc. Laboren exercens, 7: l.c., 592-594.

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