Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
____________________
Restauración. En materia de Derecho Ecológico es el conjunto de actividades y medidas
tendientes a la recuperación del medio ambiente.
NOTA 1:
Sin embargo, para nuestros propósitos, consideraremos sinónimos el desarrollo
sostenible y el desarrollo sustentable. Lo anterior debido a que en sus enfoques
coinciden con preservar y conservar los recursos naturales.
Video recomendado: En Rio más 20 “Discurso del presidente de Uruguay Pepe Mujica”
Desarrollo sostenido
Por Juan Kornblihtt, CEICS
Una definición muy frecuente de desarrollo sostenido o sostenible es la planteada por
el Informe Brundtland de la ONU: “El Desarrollo Sostenible es el desarrollo que
satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.” Se trata de un planteo
presentado como crítico de las políticas liberales y neoliberales que proponen que el
bienestar provendrá de un desarrollo económico guiado sólo por la ganancia. El objetivo
de la ONU, y de quienes lo utilizan, consiste en alentar políticas específicas que
garanticen el cuidado del medio ambiente y de los recursos humanos para que no sean
destruidos por el crecimiento económico coyuntural y puedan garantizar el crecimiento
en el futuro. No se cuestiona, sin embargo, el crecimiento en términos capitalistas. Esta
idea no es original, sino que resume una serie de planteos presentes desde el origen de la
teoría económica. En la Francia del siglo XVIII, la fisiocracia, una de las primeras
A CERCA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
corrientes de pensamiento económico, planteaba la necesidad de cuidar la tierra. Por su
parte, el keynesianismo alertó sobre la destrucción ambiental y las condiciones de vida
degradadas que podían derivarse de un crecimiento económico no controlado por el
estado. El ecologismo, en sus diferentes vertientes y utilizando el concepto análogo de
“ecodesarrollo”, también se coloca en esa línea de pensamiento.
El desarrollo capitalista se basa en el permanente desarrollo de las fuerzas productivas.
En tal sentido, como plantea Marx en el Manifiesto Comunista, la burguesía cumple en
sus inicios un rol revolucionario: el desarrollo económico generado implica una nueva
capacidad de transformar la naturaleza y por lo tanto libera a gran parte de la humanidad
de las trabas naturales, extendiendo la esperanza de vida y generando tecnologías para
resolver necesidades sociales. Basta ver los logros de la ciencia en todas sus esferas para
comprobarlo. No obstante el mismo mecanismo que estimula el desarrollo económico,
la competencia, genera las contradicciones dentro del capitalismo, entre ellas la
devastación ecológica. En efecto, en el capitalismo son las empresas privadas las que
generan el crecimiento. No lo hacen por altruismo sino por la obtención de ganancias.
El principal instrumento de la competencia es la innovación tecnológica, pero cualquier
elemento que permita expandir la ganancia capitalista resulta un buen sustituto o un
buen complemento de la innovación tecnológica en la competencia económica. Entre
ellos se encuentran no sólo las políticas anti-sindicales y los prejuicios de género contra
las mujeres, sino también el ataque sobre los medios naturales. La posibilidad de
contaminar gratis es, entonces, otra arma de la competencia capitalista. Ríos
contaminados, smog., calentamiento global, desaparición de fauna, son sólo algunas de
las consecuencias inmediatas, que se manifiestan como ventajas para el capitalista
individual y como calamidades para el conjunto de la población. Por ejemplo, la
explotación desenfrenada del monte salteño para plantar soja, permitió que un puñado
de capitalistas participara de los altísimos precios del mercado mundial, mientras la
degradación de la capacidad de absorción del suelo generó las grandes inundaciones de
abril de 2006. También podemos incluir en las acciones devastadoras del capital sobre
la naturaleza a fenómenos como el Tsunami en el sudeste asiático o las inundaciones en
el sur de los EE UU durante 2005. El capital no generó las lluvias o el terremoto, pero sí
las condiciones para que su efecto sobre las poblaciones afectadas fuera el que fue: con
inversiones adecuadas en infraestructura, sistemas de alerta, evacuación y atención de
los afectados, las víctimas se hubieran reducido notablemente.
El concepto de “desarrollo sostenido” toma en cuenta estas consecuencias, pero cree
poder evitarlas poniendo freno a la ambición del capitalista individual mediante la
acción del Estado, al que suponen un agente neutral. Obviamente, la consecuencia de tal
política implica el desarrollo de un vasto sistema de planificación que termine, en última
instancia, aboliendo la competencia capitalista y la primacía de la ganancia. Sin
embargo, tal cosa significaría la abolición del sistema mismo, que se basa en
propietarios privados de medios de producción. Por supuesto, los defensores del
desarrollo sustentable no se proponen eso, razón por la cual todo se restringe a logros
puntuales que son anulados por los resultados de las presiones competitivas que brotan
del corazón del sistema. Así, solucionado un problema, surge otro, sin que el Estado
pueda o quiera evitarlo, porque su función principal es, precisamente, ser el garante de
A CERCA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
la acumulación capitalista. Es decir, del desarrollo que produce destrucción y aniquila el
futuro.
El desarrollo sostenido bajo relaciones capitalistas no es más que una utopía. Si el
crecimiento económico no estuviese regido por la ganancia, el desarrollo sostenido sería
posible. Para ello resulta imprescindible luchar por una sociedad donde la producción
sea planificada por el interés racional del conjunto de la humanidad y no por el interés
irracional de los capitalistas.
Fuentes: Marx, Karl, El manifiesto comunista, ediciones varias; Sartelli, Eduardo: La
cajita infeliz, Ediciones ryr, 2005, Capitulo V “El trabajo no es salud”; Foster, John
Bellamy.: Marx's Ecology, Monthly Review Press; Aguado, Itziar, José M ª Barrutia y
Carmen Etxebarria: El desarrollo sostenible a lo largo de la historia del pensamiento
económico, X Jornadas de Economía Critica, Barcelona 2006; Callenbach, Ernest: "La
ecología", Siglo XXI, 2003; Brailovsky, Antonio Elio: "Verde contra verde",
Tesis/Norma, Buenos Aires, 1993; Grinberg, Miguel: "Ecofalacias", Sudamericana,
Buenos Aires, 1996; O'Connor, James: "Causas naturales", Siglo XXI, 1998.
[CEICS jukorhtt@yahoo.com.ar]
NOTA 2:
El desarrollo sostenido lo identificaremos como un modelo de desarrollo altamente
consumista que no hace más que responder al modelo económico capitalista, cuyo
objetivo fundamental es el capital; el cual se verá reflejado en el consumo desmedido de
bienes y de servicios, sin medir las consecuencias de nuestros actos (como lo es el
agotamiento de los recursos naturales con sus respectivas consecuencias).
Video recomendado: Comprar, tirar, comprar.