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Introducción a los Humedales Artificiales como tratamiento de las aguas residuales

Hablamos hoy de los Humedales Artificiales, una de las tecnologías más implantadas a nivel
mundial para el tratamiento de las aguas residuales generadas en las pequeñas
aglomeraciones urbanas.

Podemos definir a los Humedales Artificiales como sistemas de depuración en los que se


reproducen los procesos de eliminación de contaminantes, que tienen lugar en las zonas
húmedas naturales. El carácter artificial de este tipo de humedales viene definido por las
siguientes peculiaridades: 

En los Humedales Artificiales se reproducen los procesos que se dan en las zonas húmedas
naturales

 El confinamiento del humedal se construye mecánicamente y se impermeabiliza para


evitar pérdidas de agua al subsuelo.

 El empleo de sustratos diferentes al terreno original para el enraizamiento de las


plantas.

 La selección del tipo de plantas que van a colonizar el humedal.

La depuración de las aguas residuales tiene lugar al hacerlas circular a través de estas zonas
húmedas artificiales, en las que tienen lugar procesos físicos, químicos y biológicos, que van
reduciendo los contaminantes presentes.

La tecnología de Humedales Artificiales actúa pues como un complejo ecosistema en el que


participan los siguientes elementos:

 Las aguas a tratar, que circulan a través del sustrato filtrante y/o de la vegetación.

 El sustrato, que tiene las finalidades de servir de soporte a la vegetación y de permitir


la fijación de la población microbiana (en forma de biopelícula),  que va a participar en
la mayoría de los procesos de depuración.

 Las plantas emergentes acuáticas, que proporcionan superficie para la formación de


las películas bacterianas, facilitan la filtración y la adsorción de los constituyentes del
agua residual, contribuyen a la oxigenación del sustrato y a la eliminación de
nutrientes y controlan el crecimiento de algas, al limitar la penetración de la luz solar.
Además, la vegetación contribuye notablemente a la integración paisajística de estos
dispositivos de tratamiento.

La vegetación que se emplea en este tipo de humedales es la misma que coloniza los
humedales naturales: plantas acuáticas emergentes (carrizos, juncos, aneas, etc.), helófitos
que se desarrollan en aguas poco profundas, arraigadas al subsuelo, y cuyos tallos y hojas
emergen fuera del agua, pudiendo alcanzar alturas de 2-3 m. Este tipo de plantas toleran bien
las condiciones de falta de oxígeno, que se producen en suelos encharcados, al contar con
canales internos o zonas de aireación (aerénquima), que facilitan el paso del oxígeno desde las
partes aéreas hasta la zona radicular. Asimismo, presentan una elevada productividad (50-70
toneladas de materia seca/ha.año).
Los Humedales Artificiales se clasifican en dos tipologías, en función del modelo de circulación
del agua: superficial o subterránea. En los Humedales Artificiales de Flujo Superficial o Flujo
Libre, el agua a tratar circula por encima del sustrato, mientras que en los Humedales
Artificiales de Flujo Subsuperficial, el agua recorre el humedal de forma subterránea, a través
de los espacios intersticiales del lecho filtrante.

Dado que en los Humedales de Flujo Subsuperficial el agua no es visible, el denominarlos


humedales le parece un contrasentido al Médico del Agua, que considera más correcta la
denominación “Filtros o Biofiltros Plantados”. De hecho, en Francia se les conoce como “Filtres
Plantés de Roseaux”. No obstante, y dado lo extendido del empleo de la denominación
Humedales Artificiales de Flujo Subsuperficial, esta será la que empleemos en este texto.

En los Humedales Artificiales de Flujo Superficial, el agua a tratar discurre libremente por la
superficie del sustrato donde se encuentran enraizadas las plantas, circulando alrededor de sus
tallos y hojas, por lo que se encuentra expuesta directamente a la atmósfera. Estos humedales
están constituidos por balsas o canales con vegetación emergente y niveles de agua poco
profundos (inferiores a 0,4 m). En cierta medida estos sistemas pueden considerarse como una
variedad de los lagunajes clásicos, con las diferencias ya mencionadas en cuanto a la menor
profundidad de lámina de agua y a la existencia de vegetación arraigada en el fondo.

Sección transversal y longitudinal de un Humedal Artificial de Flujo Superficial

Este tipo de humedales suelen ser instalaciones de varias hectáreas que, principalmente, se
emplean como tratamiento de afino (reciben efluentes procedentes de tratamientos
secundarios), a modo de reutilización ambiental de las aguas tratadas.

La alimentación a estos humedales puede llevarse a cabo de forma continua o intermitente y


la depuración tiene lugar en el tránsito de las aguas a través de los tallos y raíces de la
vegetación emergente implantada. Es en los tallos, raíces y hojas caídas, donde se desarrolla la
película bacteriana encargada de la eliminación de los contaminantes presentes en las aguas.

En los Humedales Artificiales de Flujo Subsuperficial la circulación del agua es subterránea, a


través de un medio granular (arena, gravilla, grava) de permeabilidad suficiente, y en contacto
con los rizomas y raíces de las plantas.

Este tipo de humedales se encuentran confinados en recintos impermeabilizados, que


contienen al material soporte para el enraizamiento de la vegetación. La profundidad del
sustrato filtrante en el punto medio del humedal es del orden de 0,6-1,0 m. Son instalaciones
de menor tamaño que los de Flujo Superficial y, en la mayoría de los casos, se emplean como
tratamiento secundario de las aguas residuales generadas en pequeños núcleos de población.
A parte de la menor superficie requerida, este tipo de humedales presenta ciertas ventajas con
respecto a los de Flujo Superficial:

 Menor incidencia de malos olores, debido a la naturaleza subterránea del flujo de


agua.

 Bajo riesgo de exposición directa de las personas y de aparición de insectos


(mosquitos) gracias al flujo subterráneo.

 Protección térmica, debido a la acumulación de restos vegetales y al flujo subterráneo.


Esta es una ventaja interesante en zonas de clima frío.

Entre los inconvenientes de los Humedales Artificiales de Flujo Subsuperficial con relación a los
de Flujo Superficial cabe destacar:

 Mayores costes de construcción por unidad de superficie debido, fundamentalmente,


al material granular (costes de adquisición y colocación del sustrato).

 Riesgo de colmatación del lecho filtrante, especialmente en los de flujo horizontal.

 Menor valor como ecosistemas para la vida salvaje, debido a que el agua no es
accesible a la fauna.

Según la dirección en la que circulan las aguas a través del sustrato, este tipo de humedales se
clasifican en Horizontales y Verticales.

En los Humedales Horizontales la alimentación se efectúa habitualmente de forma continua,


aunque también pueden funcionar de forma intermitente, si fuese necesario bombear las
aguas residuales. Las aguas circulan horizontalmente, atravesando un sustrato filtrante de
gravilla-grava de unos 0,6 m de espesor, en el que se fija la vegetación. A la salida de los
humedales, una tubería flexible permite controlar el nivel de encharcamiento, que suele
mantenerse unos 5 cm por debajo del nivel de los áridos, lo que impide que las aguas sean
visibles.

Sección longitudinal de un Humedal Artificial de Flujo Horizontal

En los Humedales Artificiales de Flujo Vertical la alimentación se efectúa de forma


intermitente, para lo que se recurre generalmente al empleo de bombeos (comandados por
temporizadores o boyas de nivel) o, cuando la topografía lo permite, a sifones de descarga
controlada.

Para la distribución del agua sobre la superficie de filtración se recurre últimamente al empleo
de tuberías que se apoyan en pivotes repartidos por toda la superficie, con un punto de
alimentación cada 25-30  m2 de superficie del humedal.

Las aguas circulan verticalmente a través de un sustrato filtrante de arena-gravilla-grava, del


orden de 1 m de espesor, en el que se fija la vegetación. En el fondo de estos humedales una
red de drenaje permite la recogida de los efluentes depurados. A esta red de drenaje se
conectan un conjunto de conductos, que sobresalen de la capa de áridos, al objeto de
incrementar la oxigenación del sustrato filtrante por ventilación natural (efecto chimenea).

La aportación de oxígeno por las raíces de las plantas, en este tipo de humedales, es pequeña
en comparación con los aportes a través de la alternancia de los periodos de inundación y
secado y del sistema de ventilación.

Sección longitudinal de un Humedal de Flujo Vertical

El grado de inundación, temporal o permanente, confiere propiedades muy diferentes a los


Humedales de Flujo Vertical y Horizontal, afectando, principalmente, a la transferencia de
oxígeno y, por ende, al estado de oxido-reducción del humedal. Los Humedales de Flujo
Horizontal operan fundamentalmente en condiciones anaerobias, produciendo efluentes con
ausencia de oxígeno disuelto, mientras que en los de Flujo Vertical, pese a operar con cargas
orgánicas superiores, imperan condiciones aerobias, dando lugar a efluentes bien oxigenados y
libres de olores. 

El grado de inundación del sustrato filtrante confiere propiedades diferentes a los Humedales
de Flujo Vertical y Horizontal

Por otro lado, mientras que los Humedales de Flujo Horizontal operan con tiempos de
retención hidráulica de varios días, en los de Flujo Vertical estos tiempos son de tan sólo unas
horas.

En lo referente al diagrama de flujo de esta tecnología de tratamiento, las aguas residuales se


someten, en primera instancia, a una etapa de desbaste que, siempre que se pueda, se
recomienda sea de limpieza automática. Tras ello, y en el caso de redes de alcantarillado
unitarias, las aguas residuales pasarán por una etapa de desarenado, antes de ingresar en el
tratamiento primario. Este tratamiento, que está constituido normalmente por una fosa
séptica, o un Tanque Imhoff, tiene por objeto eliminar la mayor parte de las partículas en
suspensión (sedimentables y flotantes) que, de no retirarse, podrían provocar la rápida
colmatación de la superficie filtrante.

Los efluentes del tratamiento primario alimentarán, de forma continua, o intermitente, a los
Humedales de Flujo Horizontal y Vertical, respectivamente.
Diagramas de flujo de Humedales Verticales y Horizontales
Humedales Artificiales (II): Tamices de Helófitas en Flotación

El anterior post lo dedicamos a los fundamentos de la tecnología de Humedales Artificiales


aplicados al tratamiento de las aguas residuales. Iniciamos ahora una serie de publicaciones
para entrar más en detalle sobre las distintas modalidades de esta tecnología y sobre su estado
de desarrollo e implantación.

Para empezar, El Médico del Agua ha contactado con Javier Carbonell, Consejero de


QuarQEnterprise, para hablar de los Tamices de Helófitas en Flotación.

Médico del Agua (MdA).- Empezando por el principio ¿cuáles son las principales diferencias
de los Tamices de Helófitas en Flotación con relación a los Humedales Artificiales más
clásicos?

Javier Carbonell (JC).- Como principal diferencia, y como su propio nombre indica, el tamiz
vegetal está en flotación. Es decir, a diferencia de los Humedales Artificiales más clásicos, en
los que las plantas están enraizadas sobre un sustrato granular (generalmente gravilla
seleccionada), en los Tamices de Helófitas en Flotación se emplean plantas que en la
naturaleza viven enraizadas y semisumergidas en los bordes de las láminas de agua, pero
mantenidas en flotación de forma artificial, para que así puedan ocupar la totalidad de la
superficie del humedal.

MdA.- El oxígeno necesario para los procesos de depuración ¿lo aportan las propias plantas?

JC.- Sí y de forma curiosa, el tamiz vegetal transfiere el oxígeno captado por la parte aérea de
las plantas a sus raíces, para que no se asfixien, y de éstas el oxígeno es transferido al medio
acuático, creándose el soporte perfecto para el desarrollo de bacterias aerobias. Estas
bacterias degradan la materia orgánica, al disponer de oxígeno en cantidad suficiente, y los
contaminantes sirven de nutrientes a las propias plantas. Todo de forma natural, sostenible y
sin gasto energético.

MdA.- ¿Cómo mantenéis las plantas en flotación?

JC.- En realidad la planta se mantiene en flotación por sí misma, puesto que su densidad es
menor que la del agua. El problema técnico con que se encontró la tecnología al inicio de su
desarrollo era cómo conseguir una distribución uniforme de las plantas en toda la lámina de
agua y, sobre todo, cómo mantener la parte aérea de la planta vertical, sin contacto con el
agua. Algo indispensable para su supervivencia.

Esto lo hemos conseguido mediante una estructura flotante patentada (AQ3M), que consiste
en una pieza fabricada en polipropileno que permite el ensamblaje con otras piezas, formando
una macroestructura plana que cuenta con alveolos donde introducir los cepellones de las
plantas. La complejidad estriba en conseguir una buena flotabilidad, que la macroestructura
formada sea resistente y que a la vez sea flexible para soportar los movimientos del agua, el
viento y las tensiones que se generan al ir creciendo las plantas.
Estructura para mantener erguidas las plantas en los primeros estadios de su desarrollo

La estructura AQ3M ha sido diseñada para cumplir estos objetivos, empleando en su


fabricación expansores para aumentar la flotabilidad y uniones tipo bisagra para que la
macroestructura sea flexible. Este diseño fue reconocido como Novedad Técnica Sobresaliente
en la edición de Smagua del año 2016.

MdA.- ¿Con que especies vegetales trabajáis?

JC.- Trabajamos con tres variedades vegetales seleccionadas entre unas 300 especies
españolas de helófitas autóctonas. En concreto, empleamos dos variedades de Typha
dominguensis y una variedad de Typha glauca, que es un híbrido entre Typha
dominguensis y Typha latifolia, cuyas semillas son estériles en un porcentaje mayor al 99%.

Las variedades fueron seleccionadas por sus características especiales para su empleo en
depuración, presentado una gran resistencia frente a plagas y un importante desarrollo
radicular y de la parte aérea cada una de las variedades de T. dominguensis. En cuanto a la T.
glauca, puesto que es prácticamente estéril, se seleccionó atendiendo a la posibilidad de
emplear estas plantas donde  no sean autóctonas y pudieran comportarse como una especie
invasora. No obstante, para otros países, recomendamos la selección de variedades
autóctonas, ya adaptadas a las condiciones climáticas del lugar.

Detalle de la zona radicular, en la que tienen lugar los procesos de depuración


MdA.- ¿Cuáles son principales ventajas de este tipo de tamices vegetales en relación a los
Humedales Artificiales más clásicos?

JC.- Su principal ventaja y el origen de su desarrollo es que, al carecer de lecho granular, no


existe riesgo de colmatación, principal inconveniente de los Humedales Artificiales clásicos.
Esto alarga la vida útil de la instalación, evitando tener que retirar y sustituir parte, o la
totalidad, del material de relleno colmatado cada 8 ó 10 años. Además, al carecer de lecho, el
tiempo de retención del sistema, parámetro de diseño básico de los Humedales Artificiales, no
varía en función del grado de colmatación, aumentando la robustez a medio plazo.

Su principal ventaja y el origen de su desarrollo es que, al carecer de lecho granular, no existe


riesgo de colmatación

Asimismo, para el mismo volumen de balsa, el volumen útil y, por tanto, el tiempo de
retención, es prácticamente el triple que en un Humedal Artificial clásico. Aunque es cierto que
la cinética de remoción de contaminantes es más lenta que en los Humedales Artificiales
clásicos, el efecto global de ambos factores permite reducir la superficie de tratamiento al
emplear Tamices de Helófitas en Flotación.

Tampoco hay que obviar las menores exigencias de control y coste de los Tamices de Helófitas
en Flotación a la hora de su construcción, puesto que no hay ni dudas ni errores posibles en la
selección de gravas y ejecución, siendo además, menor el coste de nuestra estructura flotante
que el de las gravas y su colocación.

MdA.- ¿Y si hablamos de desventajas?

JC.- La principal desventaja de los Tamices de Helófitas en Flotación es que es la tecnología


más reciente y su recorrido ha sido menor. Es decir, mientras que se posee un conocimiento
muy detallado del funcionamiento científico-técnico de los Humedales Artificiales
convencionales, los Tamices de Helófitas en Flotación no han comenzado a ser estudiados con
un criterio similar hasta hace unos años, pese a que antes de estudiarlos minuciosamente ya se
habían construido más de 100 depuradoras de este tipo, con desigual criterio técnico y acierto.

Hoy día, el conocimiento del funcionamiento científico-técnico de los Tamices de Helófitas en


Flotación, está tan contrastado como el de los Humedales Artificiales convencionales y, por
tanto, cualquier problema habido de dimensionamiento es pasado.

Este desarrollo ha sido realizado por QuarQ Enterprise SA con la colaboración de la


Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y se pretende seguir optimizando el sistema a
medio y largo plazo incorporando al CENTA en los futuros proyectos de investigación e
innovación que se lleven a cabo.

MdA.- Tecnologías similares en un pasado reciente se han implantado profusamente en


nuestro país con un resultado no muy positivo, lo que ha provocado un importante rechazo a
esta tecnología ¿A qué achacarías estas malas experiencias?

JC.- Ni son similares ni, por definición, son tecnología. Por definición una tecnología es sólo un
medio para aprovechar de forma práctica los conocimientos científicos. Es decir, si se carece
de un conocimiento científico de base, no hay tecnología, y eso es lo que ha pasado con buena
parte de las experiencias anteriores con Tamices de Helófitas en Flotación. Se han ejecutado
en torno a 100 EDAR con Helófitas en Flotación sin disponer de un criterio técnico basado en
datos científicos y sólo hay que ver las ortofotos de dichas instalaciones, para ver cómo las
primeras en ejecutarse difieren mucho de las últimas, como corresponde a un desarrollo
basado en el ensayo-error.

Se ha ejecutado en torno a 100 EDAR con Helófitas en Flotación sin disponer de un criterio
técnico basado en datos científicos

Pese a ello y pese a estar la gran mayoría de las instalaciones infradimensionadas por un
criterio puramente económico del diseñador, las mismas cumplen su cometido
razonablemente bien, en el 50% de los casos.

MdA.- ¿Qué novedades aportáis para revertir este rechazo?

JC.- Principalmente criterio técnico y honestidad. Nuestra tecnología es fruto de años de


investigación para desarrollar un modelo de dimensionamiento basado en criterios hidráulicos
y cinéticos y, por supuesto, somos conscientes de que es una tecnología que no sirve para
todo. Es decir, si nuestra tecnología no es válida para tratar un vertido concreto, o para llegar a
unos límites de vertido que el cliente nos fije como objetivo, simplemente lo decimos.

MdA.- ¿Investigáis en la materia?

JC.- Por supuesto, hemos investigado mucho y seguimos investigando. Desde 2014


disponemos en Badajoz de la única planta puramente experimental de sistemas de depuración
mediante Tamices de Helófitas en Flotación. Su desarrollo fue posible gracias a la financiación
de ICEX/Invest in Spain y a la colaboración de ACUAES y del Ayuntamiento de Badajoz.

Planta Experimental para el estudio de los Tamices de Helófitas en Flotación

En ella se ha llevado a cabo un proceso continuo de optimización del sistema mediante


modelización de los procesos naturales de depuración, lo que ha permitido, gracias a la
colaboración de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), el desarrollo de un modelo
racional de dimensionamiento del sistema, fundamental para su correcto funcionamiento.

Actualmente, estamos en la fase inicial de un proyecto de investigación para mejorar los


rendimientos y robustez del sistema frente a puntas de carga, mediante el aporte de aireación
artificial y el empleo de soportes para estabilizar la biomasa.

MdA.- ¿Contáis ya con instalaciones en operación?

JC.- Hemos montado más de 6.000 m2 de Tamice de Helófitas en Flotación en instalaciones ya


proyectadas, tanto para depuración de aguas residuales urbanas como para la industria. Esto
nos ha servido para la validación de de nuestra estructura soporte, del material vegetal y del
modelo de funcionamiento.
 

EDAR de Tamices de Helófitas en Flotación para 370 habitantes (Pozorrubio, Cuenca)

Diagrama de flujo de una instalación de Tamices de Helófitas en Flotación

Nuestra Planta Experimental se ha puesto en operación como planta demostrativa para 100,
150 y 200 habitantes equivalentes, con resultados positivos.

Las EDAR ya proyectadas, en las que montamos nuestros tamices, nos han servido de base
para calibrar nuestro modelo, siendo el mismo más que eficaz para poblaciones inferiores a
10.000 habitantes, siempre que los vertidos industriales sean controlados.

Desearíamos contar con más instalaciones y m2 de tamiz instalados, pero hablar de


depuración en pequeños municipios es un proceso complicado, tedioso y largo. No hay fondos,
y si se consiguen, el procedimiento legal es interminable: proyectos, concursos, obras,
recepción de la EDAR por los municipios y posterior concesión de operación y mantenimiento.
En definitiva: muchos años. Esta situación es asumible hoy día debido a que las sanciones por
verter sin depurar aún no son tan importantes como el daño causado.

MdA.- ¿Alguna aplicación más de los Tamices de Helófitas en Flotación?


JC.- Pues sí, añadir que también constituyen una opción muy interesante para la regeneración
de humedales y lagunas naturales, estanques, balsas de riego, etc., colocando el tamiz flotante
total o parcialmente sobre la lámina de agua.

MdA.- Y, para terminar, en tu opinión, ¿cuáles son las causas para que la implantación de los
Humedales Artificiales (en todas sus modalidades) no acabe de despegar en nuestro país?

JC.- En mi opinión se debe a la combinación de múltiples causas, algunas achacables a las


propias empresas que diseñan los sistemas de depuración y otras debidas a la administración.

En cuanto a las achacables a los diseñadores, ya he indicado anteriormente que una excesiva
osadía ha derivado en diseños mal hechos, que han causado una mala imagen de los sistemas
extensivos. Curiosamente, también hay multitud de instalaciones con Tecnologías Intensivas
que están inoperativas por errores de diseño (estudiar la viabilidad económica de la operación
de la EDAR también es ingeniería) y, sin embargo, la mala imagen no ha afectado al conjunto
de dichas tecnologías.

En cuanto a la administración, la principal causa es la inercia. Siguiendo el buen criterio de la


Directiva Europea, las instalaciones se han ido ejecutando por parte de las administraciones de
mayor a menor tamaño. Para grandes poblaciones las Tecnologías Intensivas son competitivas
y, en España, lo aconsejable. Pero conforme disminuye el tamaño de las instalaciones, las
Tecnologías Intensivas son cada vez menos razonables desde el punto de vista económico,
pese a lo cual se han seguido y siguen ejecutando, simplemente cambiando la escala, porque
era lo que se conocía. En resumen, falta de interés por las Tecnologías Extensivas y por su
conocimiento  científico-técnico o, peor aún, porque el proyecto ya estaba redactado y había
que ejecutarlo.

Falta interés por las Tecnologías Extensivas y aún hay un gran desconocimiento sobre ellas

Muchas gracias Javier por tu detallada exposición, que confío servirá para despejar dudas
sobre esta tecnología de tratamiento de las aguas residuales.
Tratamiento de aguas residuales mediante humedales artificiales: el Sistema Francés (I)

En anteriores entregas de esta “saga”  hemos pasado revista a los fundamentos y modalidades


de los Humedales Artificiales y a los Tamices de Helófitas en Flotación, hoy toca el turno de
hablar del Sistema Francés de humedales, que cuenta con miles de instalaciones por todo el
mundo, especialmente en su país de origen.

Para ello hemos contactado con Pauline Daniau, encargada de proyectos de la


empresa SYNTEA Tratamientos de Depuración, y experta en este tipo de humedales.

Médico del Agua (MdA).- Pauline, cuando hablamos del sistema Francés en el campo de los
Humedales Artificiales ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente?

Pauline Daniau (PD).- El sistema francés es un sistema de tratamiento de aguas residuales


urbanas que consta de dos etapas de humedales artificiales de flujo vertical.

El sistema está diseñado para tratar aguas residuales tan solo desbastadas, sin necesidad de
pasar por un tratamiento primario, con la idea de simplificar al máximo su mantenimiento y de
abaratar costes de operación y mantenimiento.

Las aguas desbastadas llegan a un pozo de bombeo, o a un sifón auto-cebante si el desnivel del
terreno lo permite, y desde aquí se envían a los humedales de forma discontinua, para
favorecer la aireación del sustrato filtrante.

La primera etapa del sistema de tratamiento se compone de tres humedales dispuestos en


paralelo. Eso nos permite realizar una alternancia en su alimentación, para mineralizar los
lodos que se van a acumular en su superficie (recordemos que operamos sin tratamiento
primario) y mantener un nivel bacteriano estable.

Los humedales de esta  primera etapa cuentan con varias capas de gravas, desde la más gruesa
en el fondo a la más fina en la superficie, y tienen una profundidad total de 1,3 m. En el fondo
de los humedales se instala una red de drenaje, que permite recoger las aguas tratadas para
enviarlas al segundo pozo de bombeo, o sifón. Estas tuberías de drenaje están conectadas,
mediante chimeneas, a la atmósfera para facilitar la transferencia de aire al medio y así
aportar el oxígeno necesario para el desarrollo de los procesos de depuración aerobios.

La segunda etapa consta de dos humedales en paralelo, que también alimentamos de manera
alterna. En esta etapa los humedales disponen de una capa de arena en su superficie, lo que
nos permite afinar el tratamiento.
Diagrama de Flujo del Sistema Francés de humedales artificiales

La depuración se logra por la combinación de procesos físicos, químicos y biológicos, que se


dan en simultáneamente en el seno de los humedales.

MdA.- ¿Qué especies de plantas empleáis?

Solemos plantar juncos, que ayudan a mejorar el funcionamiento del humedal, dado que
permiten el aporte de oxígeno al medio granular, facilitan el paso del agua a través de las
gravas, aumentan la superficie para desarrollo de la biomasa en su zona radicular, asimilan
nutrientes para su crecimiento y contribuyen a regular la temperatura del medio filtrante

MdA.- ¿De qué rendimientos de depuración hablamos?

PD.- El sistema Phragmifiltre© nos permite garantizar los siguientes parámetros en los


efluentes depurados: MES < 15 mg/l, DBO5 < 15 mg/l, DQO < 70 mg/l y NTK < 10 mg/l.

MdA, ¿Se trata de algo novedoso, o de un tratamiento ya consolidado?

Es un sistema totalmente consolidado, ya que solo SYNTEA tiene instalados más de 1.000
humedales artificiales de este tipo. Algunos de ellos en funcionamiento desde el año 1998.

MdA.- Y en Francia ¿de cuántas instalaciones de este tipo podríamos estar hablando?

PD.- En Francia, hoy en día, están funcionando más de 4.000 instalaciones de este tipo.

Francia cuenta con más de 4.000 humedales de este tipo


Detalle de un humedal Sistema Francés

MdA.- ¿Cuáles serían sus principales ventajas en relación con los Humedales Artificiales más
clásicos?

La principal ventaja de este sistema, frente a los humedales artificiales habituales, es que no se
necesita más pretratamiento que una reja de desbaste, prescindiéndose de los tratamientos
primarios (en la mayoría de los sistemas de humedales artificiales se suele instalar un tanque
Imhoff, o una fosa séptica, tras el pretratamiento).

Nuestro sistema está diseñado para recibir aguas tan solo desbastadas, por lo que eliminamos
las tareas de mantenimiento de los tratamientos primarios (principalmente el vaciado
periódico de los lodos acumulados). Esto nos permite proponer a los municipios un sistema de
tratamiento de sus aguas residuales con una explotación más simple y a un menor coste.

El Sistema Francés permite también integrar la gestión y tratamiento de los lodos, que se van
acumulando directamente a la superficie de los humedales y, que gracias a la alternancia en la
alimentación, el lodo cuenta con un periodo de reposo para facilitar su mineralización.

Permite un tratamiento integrado de las aguas y los lodos

También, presenta las ventajas propias del resto de modalidades de humedales artificiales:
alta tolerancia a las variaciones de cargas hidráulicas y orgánicas, funcionamiento sin energía si
desnivel suficiente y muy buena integración paisajística.

MdA.- ¿Siempre trabajáis con Humedales de flujo vertical? Y si es así ¿por qué?

PD.- Trabajamos siempre con humedales de flujo vertical, salvo en el caso del humedal con
aireación forzada, donde combinamos flujo vertical y horizontal, para optimizar la eliminación
del nitrógeno.

Los resultados de la experiencia y de las investigaciones que se han llevado a cabo a lo largo
del tiempo sobre los humedales artificiales de flujo subsuperficial, indican que un humedal de
flujo horizontal tiene muchas más probabilidades de colmatarse a lo largo del tiempo, porque
se van acumulando materia en suspensión y lodos en su interior y no existe forma de
retirarlos. Por contra, lo humedales de flujo vertical permiten acumular todo ese material en
su superficie, lo que facilita su extracción cuando sea necesaria.

MdA.- ¿Cuáles son los requisitos de superficie para la implantación de esta modalidad de
humedales?

PD.- Para el sistema clásico de dos etapas, necesitamos 2 m2 de superficie de humedal por


cada habitante equivalente. La superficie total necesaria, incluyendo la urbanización, ronda los
4 m2 por habitante equivalente.

MdA.- Se pueden reducir estos requisitos de superficie mediante alguna modificación del
tratamiento?

PD.- Nuestro departamento de I+D en Francia ha desarrollado varios sistemas para intentar


reducir el espacio necesario para la implantación de los humedales. Así, hemos desarrollado un
sistema de una sola etapa, más profunda, con una recirculación del 100% del efluente, lo que
nos permite reducir un 40% la superficie necesaria.

Sistema de una sola etapa con recirculación

También, hemos desarrollado un sistema de humedales con aireación forzada (Rhizosph’air©),


que nos permite disminuir la superficie necesaria de humedal hasta los 0,9 m2 por habitante
equivalente y/o tratar efluentes más cargados.
Humedales Aireados

Para decidir qué modalidad de nuestros humedales se adapta mejor a cada situación concreta,
es importante tener desde un principio bien definidos los datos básicos del proyecto
(topografía y naturaleza del terreno, cargas hidráulicas e orgánicas reales, rendimientos
exigidos para el vertido, etc.).

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