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Hablamos hoy de los Humedales Artificiales, una de las tecnologías más implantadas a nivel
mundial para el tratamiento de las aguas residuales generadas en las pequeñas
aglomeraciones urbanas.
En los Humedales Artificiales se reproducen los procesos que se dan en las zonas húmedas
naturales
La depuración de las aguas residuales tiene lugar al hacerlas circular a través de estas zonas
húmedas artificiales, en las que tienen lugar procesos físicos, químicos y biológicos, que van
reduciendo los contaminantes presentes.
Las aguas a tratar, que circulan a través del sustrato filtrante y/o de la vegetación.
La vegetación que se emplea en este tipo de humedales es la misma que coloniza los
humedales naturales: plantas acuáticas emergentes (carrizos, juncos, aneas, etc.), helófitos
que se desarrollan en aguas poco profundas, arraigadas al subsuelo, y cuyos tallos y hojas
emergen fuera del agua, pudiendo alcanzar alturas de 2-3 m. Este tipo de plantas toleran bien
las condiciones de falta de oxígeno, que se producen en suelos encharcados, al contar con
canales internos o zonas de aireación (aerénquima), que facilitan el paso del oxígeno desde las
partes aéreas hasta la zona radicular. Asimismo, presentan una elevada productividad (50-70
toneladas de materia seca/ha.año).
Los Humedales Artificiales se clasifican en dos tipologías, en función del modelo de circulación
del agua: superficial o subterránea. En los Humedales Artificiales de Flujo Superficial o Flujo
Libre, el agua a tratar circula por encima del sustrato, mientras que en los Humedales
Artificiales de Flujo Subsuperficial, el agua recorre el humedal de forma subterránea, a través
de los espacios intersticiales del lecho filtrante.
En los Humedales Artificiales de Flujo Superficial, el agua a tratar discurre libremente por la
superficie del sustrato donde se encuentran enraizadas las plantas, circulando alrededor de sus
tallos y hojas, por lo que se encuentra expuesta directamente a la atmósfera. Estos humedales
están constituidos por balsas o canales con vegetación emergente y niveles de agua poco
profundos (inferiores a 0,4 m). En cierta medida estos sistemas pueden considerarse como una
variedad de los lagunajes clásicos, con las diferencias ya mencionadas en cuanto a la menor
profundidad de lámina de agua y a la existencia de vegetación arraigada en el fondo.
Este tipo de humedales suelen ser instalaciones de varias hectáreas que, principalmente, se
emplean como tratamiento de afino (reciben efluentes procedentes de tratamientos
secundarios), a modo de reutilización ambiental de las aguas tratadas.
Entre los inconvenientes de los Humedales Artificiales de Flujo Subsuperficial con relación a los
de Flujo Superficial cabe destacar:
Menor valor como ecosistemas para la vida salvaje, debido a que el agua no es
accesible a la fauna.
Según la dirección en la que circulan las aguas a través del sustrato, este tipo de humedales se
clasifican en Horizontales y Verticales.
Para la distribución del agua sobre la superficie de filtración se recurre últimamente al empleo
de tuberías que se apoyan en pivotes repartidos por toda la superficie, con un punto de
alimentación cada 25-30 m2 de superficie del humedal.
La aportación de oxígeno por las raíces de las plantas, en este tipo de humedales, es pequeña
en comparación con los aportes a través de la alternancia de los periodos de inundación y
secado y del sistema de ventilación.
El grado de inundación del sustrato filtrante confiere propiedades diferentes a los Humedales
de Flujo Vertical y Horizontal
Por otro lado, mientras que los Humedales de Flujo Horizontal operan con tiempos de
retención hidráulica de varios días, en los de Flujo Vertical estos tiempos son de tan sólo unas
horas.
Los efluentes del tratamiento primario alimentarán, de forma continua, o intermitente, a los
Humedales de Flujo Horizontal y Vertical, respectivamente.
Diagramas de flujo de Humedales Verticales y Horizontales
Humedales Artificiales (II): Tamices de Helófitas en Flotación
Médico del Agua (MdA).- Empezando por el principio ¿cuáles son las principales diferencias
de los Tamices de Helófitas en Flotación con relación a los Humedales Artificiales más
clásicos?
Javier Carbonell (JC).- Como principal diferencia, y como su propio nombre indica, el tamiz
vegetal está en flotación. Es decir, a diferencia de los Humedales Artificiales más clásicos, en
los que las plantas están enraizadas sobre un sustrato granular (generalmente gravilla
seleccionada), en los Tamices de Helófitas en Flotación se emplean plantas que en la
naturaleza viven enraizadas y semisumergidas en los bordes de las láminas de agua, pero
mantenidas en flotación de forma artificial, para que así puedan ocupar la totalidad de la
superficie del humedal.
MdA.- El oxígeno necesario para los procesos de depuración ¿lo aportan las propias plantas?
JC.- Sí y de forma curiosa, el tamiz vegetal transfiere el oxígeno captado por la parte aérea de
las plantas a sus raíces, para que no se asfixien, y de éstas el oxígeno es transferido al medio
acuático, creándose el soporte perfecto para el desarrollo de bacterias aerobias. Estas
bacterias degradan la materia orgánica, al disponer de oxígeno en cantidad suficiente, y los
contaminantes sirven de nutrientes a las propias plantas. Todo de forma natural, sostenible y
sin gasto energético.
JC.- En realidad la planta se mantiene en flotación por sí misma, puesto que su densidad es
menor que la del agua. El problema técnico con que se encontró la tecnología al inicio de su
desarrollo era cómo conseguir una distribución uniforme de las plantas en toda la lámina de
agua y, sobre todo, cómo mantener la parte aérea de la planta vertical, sin contacto con el
agua. Algo indispensable para su supervivencia.
Esto lo hemos conseguido mediante una estructura flotante patentada (AQ3M), que consiste
en una pieza fabricada en polipropileno que permite el ensamblaje con otras piezas, formando
una macroestructura plana que cuenta con alveolos donde introducir los cepellones de las
plantas. La complejidad estriba en conseguir una buena flotabilidad, que la macroestructura
formada sea resistente y que a la vez sea flexible para soportar los movimientos del agua, el
viento y las tensiones que se generan al ir creciendo las plantas.
Estructura para mantener erguidas las plantas en los primeros estadios de su desarrollo
JC.- Trabajamos con tres variedades vegetales seleccionadas entre unas 300 especies
españolas de helófitas autóctonas. En concreto, empleamos dos variedades de Typha
dominguensis y una variedad de Typha glauca, que es un híbrido entre Typha
dominguensis y Typha latifolia, cuyas semillas son estériles en un porcentaje mayor al 99%.
Las variedades fueron seleccionadas por sus características especiales para su empleo en
depuración, presentado una gran resistencia frente a plagas y un importante desarrollo
radicular y de la parte aérea cada una de las variedades de T. dominguensis. En cuanto a la T.
glauca, puesto que es prácticamente estéril, se seleccionó atendiendo a la posibilidad de
emplear estas plantas donde no sean autóctonas y pudieran comportarse como una especie
invasora. No obstante, para otros países, recomendamos la selección de variedades
autóctonas, ya adaptadas a las condiciones climáticas del lugar.
Asimismo, para el mismo volumen de balsa, el volumen útil y, por tanto, el tiempo de
retención, es prácticamente el triple que en un Humedal Artificial clásico. Aunque es cierto que
la cinética de remoción de contaminantes es más lenta que en los Humedales Artificiales
clásicos, el efecto global de ambos factores permite reducir la superficie de tratamiento al
emplear Tamices de Helófitas en Flotación.
Tampoco hay que obviar las menores exigencias de control y coste de los Tamices de Helófitas
en Flotación a la hora de su construcción, puesto que no hay ni dudas ni errores posibles en la
selección de gravas y ejecución, siendo además, menor el coste de nuestra estructura flotante
que el de las gravas y su colocación.
JC.- Ni son similares ni, por definición, son tecnología. Por definición una tecnología es sólo un
medio para aprovechar de forma práctica los conocimientos científicos. Es decir, si se carece
de un conocimiento científico de base, no hay tecnología, y eso es lo que ha pasado con buena
parte de las experiencias anteriores con Tamices de Helófitas en Flotación. Se han ejecutado
en torno a 100 EDAR con Helófitas en Flotación sin disponer de un criterio técnico basado en
datos científicos y sólo hay que ver las ortofotos de dichas instalaciones, para ver cómo las
primeras en ejecutarse difieren mucho de las últimas, como corresponde a un desarrollo
basado en el ensayo-error.
Se ha ejecutado en torno a 100 EDAR con Helófitas en Flotación sin disponer de un criterio
técnico basado en datos científicos
Pese a ello y pese a estar la gran mayoría de las instalaciones infradimensionadas por un
criterio puramente económico del diseñador, las mismas cumplen su cometido
razonablemente bien, en el 50% de los casos.
Nuestra Planta Experimental se ha puesto en operación como planta demostrativa para 100,
150 y 200 habitantes equivalentes, con resultados positivos.
Las EDAR ya proyectadas, en las que montamos nuestros tamices, nos han servido de base
para calibrar nuestro modelo, siendo el mismo más que eficaz para poblaciones inferiores a
10.000 habitantes, siempre que los vertidos industriales sean controlados.
MdA.- Y, para terminar, en tu opinión, ¿cuáles son las causas para que la implantación de los
Humedales Artificiales (en todas sus modalidades) no acabe de despegar en nuestro país?
En cuanto a las achacables a los diseñadores, ya he indicado anteriormente que una excesiva
osadía ha derivado en diseños mal hechos, que han causado una mala imagen de los sistemas
extensivos. Curiosamente, también hay multitud de instalaciones con Tecnologías Intensivas
que están inoperativas por errores de diseño (estudiar la viabilidad económica de la operación
de la EDAR también es ingeniería) y, sin embargo, la mala imagen no ha afectado al conjunto
de dichas tecnologías.
Falta interés por las Tecnologías Extensivas y aún hay un gran desconocimiento sobre ellas
Muchas gracias Javier por tu detallada exposición, que confío servirá para despejar dudas
sobre esta tecnología de tratamiento de las aguas residuales.
Tratamiento de aguas residuales mediante humedales artificiales: el Sistema Francés (I)
Médico del Agua (MdA).- Pauline, cuando hablamos del sistema Francés en el campo de los
Humedales Artificiales ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente?
El sistema está diseñado para tratar aguas residuales tan solo desbastadas, sin necesidad de
pasar por un tratamiento primario, con la idea de simplificar al máximo su mantenimiento y de
abaratar costes de operación y mantenimiento.
Las aguas desbastadas llegan a un pozo de bombeo, o a un sifón auto-cebante si el desnivel del
terreno lo permite, y desde aquí se envían a los humedales de forma discontinua, para
favorecer la aireación del sustrato filtrante.
Los humedales de esta primera etapa cuentan con varias capas de gravas, desde la más gruesa
en el fondo a la más fina en la superficie, y tienen una profundidad total de 1,3 m. En el fondo
de los humedales se instala una red de drenaje, que permite recoger las aguas tratadas para
enviarlas al segundo pozo de bombeo, o sifón. Estas tuberías de drenaje están conectadas,
mediante chimeneas, a la atmósfera para facilitar la transferencia de aire al medio y así
aportar el oxígeno necesario para el desarrollo de los procesos de depuración aerobios.
La segunda etapa consta de dos humedales en paralelo, que también alimentamos de manera
alterna. En esta etapa los humedales disponen de una capa de arena en su superficie, lo que
nos permite afinar el tratamiento.
Diagrama de Flujo del Sistema Francés de humedales artificiales
Solemos plantar juncos, que ayudan a mejorar el funcionamiento del humedal, dado que
permiten el aporte de oxígeno al medio granular, facilitan el paso del agua a través de las
gravas, aumentan la superficie para desarrollo de la biomasa en su zona radicular, asimilan
nutrientes para su crecimiento y contribuyen a regular la temperatura del medio filtrante
Es un sistema totalmente consolidado, ya que solo SYNTEA tiene instalados más de 1.000
humedales artificiales de este tipo. Algunos de ellos en funcionamiento desde el año 1998.
MdA.- Y en Francia ¿de cuántas instalaciones de este tipo podríamos estar hablando?
PD.- En Francia, hoy en día, están funcionando más de 4.000 instalaciones de este tipo.
MdA.- ¿Cuáles serían sus principales ventajas en relación con los Humedales Artificiales más
clásicos?
La principal ventaja de este sistema, frente a los humedales artificiales habituales, es que no se
necesita más pretratamiento que una reja de desbaste, prescindiéndose de los tratamientos
primarios (en la mayoría de los sistemas de humedales artificiales se suele instalar un tanque
Imhoff, o una fosa séptica, tras el pretratamiento).
Nuestro sistema está diseñado para recibir aguas tan solo desbastadas, por lo que eliminamos
las tareas de mantenimiento de los tratamientos primarios (principalmente el vaciado
periódico de los lodos acumulados). Esto nos permite proponer a los municipios un sistema de
tratamiento de sus aguas residuales con una explotación más simple y a un menor coste.
El Sistema Francés permite también integrar la gestión y tratamiento de los lodos, que se van
acumulando directamente a la superficie de los humedales y, que gracias a la alternancia en la
alimentación, el lodo cuenta con un periodo de reposo para facilitar su mineralización.
También, presenta las ventajas propias del resto de modalidades de humedales artificiales:
alta tolerancia a las variaciones de cargas hidráulicas y orgánicas, funcionamiento sin energía si
desnivel suficiente y muy buena integración paisajística.
MdA.- ¿Siempre trabajáis con Humedales de flujo vertical? Y si es así ¿por qué?
PD.- Trabajamos siempre con humedales de flujo vertical, salvo en el caso del humedal con
aireación forzada, donde combinamos flujo vertical y horizontal, para optimizar la eliminación
del nitrógeno.
Los resultados de la experiencia y de las investigaciones que se han llevado a cabo a lo largo
del tiempo sobre los humedales artificiales de flujo subsuperficial, indican que un humedal de
flujo horizontal tiene muchas más probabilidades de colmatarse a lo largo del tiempo, porque
se van acumulando materia en suspensión y lodos en su interior y no existe forma de
retirarlos. Por contra, lo humedales de flujo vertical permiten acumular todo ese material en
su superficie, lo que facilita su extracción cuando sea necesaria.
MdA.- ¿Cuáles son los requisitos de superficie para la implantación de esta modalidad de
humedales?
MdA.- Se pueden reducir estos requisitos de superficie mediante alguna modificación del
tratamiento?
Para decidir qué modalidad de nuestros humedales se adapta mejor a cada situación concreta,
es importante tener desde un principio bien definidos los datos básicos del proyecto
(topografía y naturaleza del terreno, cargas hidráulicas e orgánicas reales, rendimientos
exigidos para el vertido, etc.).