Encabezado: LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI EN COLOMBIA

¿Cuáles son los retos que tiene la educación del siglo XXI en Colombia y por qué es
indispensable una transformación sustancial?

Estamos inmersos en un mundo cambiante y globalizado que poco a poco nos ha llevado

a reconocer la necesidad de cambios en nuestro sistema educativo, ese cambio que requiere la

educación debe ir acompañado de reformas de los sistemas sociales, las nuevas ciudadanías

pueden ser ese importante referente que necesitamos para ir construyendo una nueva educación.

Nuevas ciudadanías que han de partir de lo que se tiene y proyectando la reflexión, las ideas y las

acciones hacia el futuro. Unas nuevas ciudadanías que proporcionen a los nuevos ciudadanos las

capacidades de comprender y leer la realidad de su entorno desde una posición crítica. Deben

además ser capaces de ayudar a transformar las relaciones entre las personas con nuevas

sensibilidades desde la interculturalidad, lo medioambiental, la solidaridad, la equidad, la

inclusión, la participación, la identidad, todo esto para construir una nueva conciencia social

donde tenga cabida el “nosotros”.

No se trata solo de incluir elementos en el currículo sino de incorporar el compromiso de

todos los actores educativos para que la transformación que se requiere sea un hecho y la
generación naciente pueda experimentar el poder que tienen como sociedad para impulsar y
gestar cambios en beneficio común. El ejercicio de las nuevas ciudadanías ha de impulsar
procesos de cultura ciudadana con apropiación de lo público, un ejercicio de ciudadanía
protagonista, participativa y decisoria que conduzca a la construcción democrática, al ejercicio de
los derechos más que por el reconocimiento del estado por la conquista a través de la
organización y participación ciudadana.

En este orden de ideas, el ciudadano ideal, como prescribe Lizcano (2012), viene a ser
aquel cuyas actitudes y comportamientos se ajustan a los valores relativos a la interacción
democrática (libertad, igualdad jurídica, pluralidad, tolerancia, respeto, diálogo, negociación,
pluralidad y participación), al cumplimiento de las obligaciones sociales (responsabilidad
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familiar, escolar, laboral, etcétera), a la autorrealización (sujeto autónomo), a la ayuda al más

débil (solidaridad) y a la defensa de un medioambiente saludable y sostenible.

No cabe duda que los desafíos son grandes, pero contamos con el potencial humano que
ha venido despertando, que se viene organizando y que espera tener en la educación un punto de
anclaje para enfrentar con eficacia las diferentes luchas sociales.

Otro de los retos que enfrenta la educación en Colombia es el acceso a las tecnologías,
nuestra educación siempre ha estado orientada, desde sus inicios por fines sociales y humanos.
Se ha propuesto la trasformación de las personas para que sean agentes de cambio en su
entorno y busquen siempre la mejor adaptación de sí mismos; y por la trasformación social
que permitan una sociedad más proporcionada y justa. No obstante, en la era de la tecnología,
las redes sociales, la globalización y el mundo interconectado, pretende cumplir con esta
misión sin una autentica modernización en la pedagogía y sin la necesaria contextualización
del aprendizaje, sería solo una ilusión.
La investigación, la innovación y la continua capacitación son hoy indispensables en
todas las instituciones educativas. La docencia es una función muy importante que requiere
centros de apoyo que constantemente estén repensando en una mejor enseñanza y aprendizaje
para los estudiantes. El sentido de este esfuerzo se orienta en cumplir un gran reto de
trasformar a nuestros estudiantes en profesiones con razonamientos éticos para tomar
decisiones que los preparen para ejercer su profesión con habilidades para la comunicación
oral y escrita en su lengua materna y en otras lenguas, que estén interesados en solucionar
problemas del país y con elementos de juicio para ejercer su labor con competitividad.
Colombia se ha encargado de poner a la educación como la principal prioridad para mejorar la
prosperidad económica y social del país y ha prometido más recursos para este sector.
En este tiempo se ha encargado de brindar grandes pasos para ofrecer una educación
incluyente y de calidad. Ha logrado alargar el periodo de tiempo que los niños colombianos
puedan tener acceso a la era de la tecnología y ha tratado de garantizar que sean beneficiados
los más desfavorecidos. Sin embargo, hoy somos testigos de que estos esfuerzos han sido
pocos para que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tengan un verdadero acercamiento a
las tecnologías.
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El docente del siglo XXI debe estar a la vanguardia de los avances tecnológicos con la
finalidad de incorporarlo en sus prácticas, es decir las tecnologías como mediadoras del
proceso de enseñanza, aprendizaje por lo tanto el docente debe desarrollar competencias
metodológicas donde involucre recursos multimedia con el fin de potenciar habilidades y
capacidades en sus estudiantes.
Por otra parte, la escuela debe apuntar a la autorrealización de las personas, de la mano de
la consolidación de los vínculos sociales y el desarrollo de la comunidad y el entorno.

La escuela y los docentes deben asumir un nuevo papel; la escuela debe convertirse en un lugar
más atractivo para los alumnos y facilitarles la clave para un mejor entendimiento de la sociedad
del conocimiento, al mismo tiempo que los problemas de la sociedad deben entrar en las escuelas
y el docente debe hacer entrar en contacto y guiarles en la propuesta y búsqueda de soluciones a
estas problemáticas que se presentan en el entorno del estudiante. (Delors, 1996)

De acuerdo con el autor, la educación del siglo XXI en Colombia, debe basarse en el
reconocimiento del estudiante por el entorno en el que desarrolla su vida social y cultural, por su
parte, el docente deberá transformar su metodología y herramientas pedagógicas para adentrar al
estudiante en una nueva concepción de aprendizaje basado en la conexión individuo- entorno.

Para todos es bien conocido, que el medio ambiente es el tema de conversación más
común desde el lado político, económico y social, en torno a ella se busca plantear soluciones a
ésta problemática de tipo mundial. Es aquí donde surge un gran reto para la educación
colombiana del siglo XXI, pues desde nuestros espacios educativos, se debe pretender incentivar
en el educando, el reconocimiento, apropiación y protección de este importante elemento de
nuestro entorno, vinculándolo como eje principal de su proceso formativo y que, a su vez, le
permitirá hacer parte de una transformación social, económica y cultural.

La escuela es y será un eje integrador de las diversas problemáticas que afectan su entorno
entre ellos los que afectan al medio ambiente, y los procesos educativos de hoy deberán apuntar a
la formación integral de los estudiantes, para que sean capaces de apropiarse de los problemas de
su comunidad y aportar al desarrollo de la misma y del país.

Otro desafío educativo es el fenómeno de culturización que se ha ampliado con la

apertura de los mercados y el intercambio económico que viven los países, el mundo enfrenta
hoy en día un proceso de globalización en todas las etapas de la vida lo cual ocasiona no solo la
presencia de productos elaborados en el continente occidental si no también un intercambio
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cultural inevitable, es aquí donde la educación tiene un desafío muy grande en recuperar la
identidad culturar ya que esta se vio alterada por diferentes culturas europeas durante el proceso
de conquista y colonia dada en américa, a través de un proceso de mestizaje que creo nuevas
culturas que aunque hoy permanecen no gozan del reconocimiento y apoyo que merece por eso
el objetivo de la educación es fortalecer la cultura no solo desde las aulas sino también desde
cada persona buscando en las nuevas generaciones sentido de pertenencia por nuestra propia
historia, nuestra propia identidad cultural rescatando poco a poco nuestras raíces, que nos
sintamos orgullosos de lo que un día fuimos en nuestra cultura y poder sacarla a la vida, ya que lo
mas más terrible para los hombre, los pueblos es el no tener rostro, no tener imagen, no tener esa
parte tan importante que nos defina, nos caracteriza, nos identifique por nuestra cultura esa que es
un sello distintivo ante las demás cultural, hombre, pueblo Grass, (s.f), como se citó en González,
(1987).

Es necesario promover la organización y participación en acciones conducentes al

reconocimiento de los nuestros y de lo nuestro, conociendo nuestras raíces, explorando el entorno
inmediato, quienes nos antecedieron, cuáles fueron sus luchas, cuál fue su legado y como se
puede ser un agente activo de permanencia culturar que permita posicionarnos en el mundo más
allá del valor monetario que podemos representar.

No podíamos dejar de mencionar dentro de los nuevos retos educativos la construcción de

paz en medio de este posconflicto y conflicto vigente, Colombia ha vivido por más de 50 años
una guerra que emerge de la imperiosa necesidad de cambiar la dinámica social, política,
educativa y colectiva de una sociedad centralizada que ha invisibilizado las comunidades que
constituyen la periferia; como las comunidades indígenas, afrocolombianas, resguardos,
municipios, juntas de acción comunal, campesinos y mestizos el conflicto armado en nuestro
país le ha robado la libertad, la tranquilidad, la paz, la vida y la inocencia a cientos de niños que
constituyen nuestras nuevas generaciones, ha dejado secuelas en los ciudadanos colombianos
con sus hechos violentos, extorciones, violencia bipartidista, los cultivos y cosecha
indiscriminada de coca y sus carteles de narcotráficos y puentes de dispersión, los masivos
desplazamientos de poblaciones urbanas, asalariados y campesinos, violación de los derechos
humanos, expropiación de tierra; directamente las poblaciones más afectadas por este conflicto
han sido las zonas rurales de nuestro país donde la guerra ha tenido un impacto casi que
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destructivo y desolador, nadie desconoce que Colombia es uno de los países donde el
desplazamiento forzado a llevado a cientos de campesinos, a dejar sus tierras y huir de las
guerrillas, paramilitarismo y hasta los propios militares.

Además, la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico la colonización globalización y el

capitalismo trajeron consigo la delincuencia común, drogadicción, miseria, pobreza, explotación
de recurso naturales, explotación de tierras con monocultivos de manera que se homogenizaron e
individualizaron las proyecciones, ignorando la diversidad, capacidades, conocimientos y prácticas
culturales ignorando su contexto socio geográfico.

Pero es por estas desigualdades, discriminación e intolerancia que estas comunidades al

alzado su voz para que sean escuchados; Entre 1975 y 2014 innumerables eventos de protestas
sociales sacudieron nuestro país, movilizaciones por los derechos humanos, por el incumplimiento
de los acuerdos con las autoridades, marchas por la paz y en contra de las oleadas de violencia que
azotaban nuestro país.

La educación puede ser entonces el puente entre estos eslabones repetitivos de generaciones
sometidas a actos violentos sin cambio alguno, la educación debe construir, enseñar, guiar bajo
transformaciones realmente significativas en su contexto a través de políticas educativas
democráticas, que nuestros estudiante sean críticos, reflexivos y consientes de las situaciones y de
las acciones que también pueden realizar para empezar a forjar los cambios, la educación es una
ventana abierta que no ve desde el centro, sino también desde la periferia construyendo y
rescatando esos saberes ancestrales constituidos en las raíces de lo que somos hoy ciudadanos del
mundo edificadores de espacios de paz, constructores de experiencias reproductoras de paz.
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Referencias

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