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RESUMEN DEL CAPITULO TRES:

DE LA DEMOCRACIA AL AUTORITARISMO:
Las transiciones que se ven de la democracia al autoritarismo:
 Democracia-régimen personal
 Democracia-régimen militar
 Democracia-régimen cívico-militar
 Democracia-régimen de movilización
 Democracia-totalitarismo
 Democracia-pseudo-democracia
Crisis y fracaso democrático: las definiciones:

Crisis democrática o de la democracia es el conjunto de fenómenos mediante los


cuales surge la alteración en el funcionamiento de los mecanismos típicos del
régimen democrático. Con más precisión, hay crisis democrática cuando surgen
límites y condicionamientos a la expresión de los derechos políticos y civiles o
cuando hay limitación de la competición política y de la posible participación
porque se ha quebrado el compromiso democrático que está en su base. La crisis
democrática a la que nos referimos es la crisis de las democracias liberales de
masas, que se han instaurado históricamente en Europa Occidental, y de allí se
han exportadas a otras áreas.

Crisis y fracaso democrático: la dinámica:

Para ilustrar el desarrollo de la crisis, ante todo hay que identificar los conflictos
sustanciales y los actores institucionales y políticos (partidos y grupos) relevantes
en un determinado período. En segundo lugar, se debe observar el estado del
régimen democrático que precede al período identificado como crítico.

En tercer lugar, a medio y también a largo plazo, profundas transformaciones


socioeconómicas, una crisis económica, más o menos larga, o también sólo la
continua dificultad para resolver los problemas sustantivos a los que determinados
actores atribuyen gran relevancia, pueden traducirse en movilización política, a
nivel de masas, y en cambios en las actitudes y las preferencias políticas,
precisamente de los actores que apoyan el régimen.
La polarización consiste en la tendencia a la agregación sobre polos de las
posiciones políticas de los principales actores partidistas en términos de votos y
escaños, es decir, a nivel de masas. La radicalización, que puede acompañar: al
segundo proceso pero también diferenciarse de él, implica un aumento de la
distancia entre los mismos polos o entre las diversas fuerzas políticas sobre
problemas sustantivos y, por consiguiente, también en la conducta hacia el
régimen en el sentido de un desinterés, o bien una oposición activa más o menos
extrema. El escenario de expresión de la radicalización de los actores políticos es
tanto el parlamento (y sus correspondientes conflictos) como la "calle" y la lucha
política que se expresa en ella mediante manifestaciones y otras formas de
protesta.

De la instauración a la consolidación:

La instauración se puede considerar concluida cuando una coalición de actores


políticos tiene ya el monopolio de los recursos coercitivos, ha entrado con sus
propios ocupantes en los principales puestos de autoridad, ha construido las
instituciones que van a caracterizar al nuevo régimen. En síntesis, la instauración
consiste en la toma de gobierno y concluye cuando ésta tiene lugar. El momento
siguiente es la toma de poder, es decir, en este sentido, la: consolidación.

La consolidación se puede definir como el proceso en el cual la coalición de


actores políticos, dominantes en el nuevo régimen, se asienta, ampliándose o
reduciéndose, y se refuerza:

a) Completando la obra de destrucción de algunas estructuras del viejo


régimen y/o de transformación de las viejas estructuras según las
modalidades, los programas y las ideologías deseadas por los nuevos
líderes en el poder, o bien completando la obra de creación de estructuras y
normas nuevas.
b) Expandiendo y perfeccionando el dominio gubernamental sobre los
recursos coercitivos
c) Alcanzando la autonomía y hasta la eficacia decisional y la efectividad de
las nuevas estructuras; y, eventualmente.
d) Ampliando y acrecentando el grado de legitimidad interna e internacional
del nuevo régimen.

Control de la comunidad política y la creación de legitimidad para el régimen, cuyo


efecto es entre otros el de reducir el recurso abierto a la represión. Las estructuras
en cuestión son principalmente los partidos únicos y los sindicatos verticales, a los
que se puede añadir toda una serie de organizaciones colaterales.

Persistencia y crisis autoritaria:

La consolidación' autoritaria puede considerarse sustancialmente concluida


cuando, completada la construcción de las instituciones, la coalición dominante se
ha dotado de un ordenamiento estable. Como en el proceso de consolidación
pueden darse pausas, involuciones o fracasos, los resultados de la consolidación
pueden ser tres: persistencia inestable, persistencia estable y crisis.
Los dos primeros resultados están vinculados a dos condiciones:

a) el grado de asentamiento reforzamiento y amplitud de la coalición dominante;

b) el grado de legitimidad a nivel de masas, pero sobretodo de eficacia decisional


y efectividad incluso en el plano de la represión que ejerce el régimen. Si el
régimen presenta desorden civil, oposiciones fuertes, problemas cruciales sin
resolver, y sobre todo si dentro de la coalición dominante hay conflicto sobre los
modos de solucionar las fracturas fundamentales y, además, los mismos actores
políticos disponen de recursos coercitivos y una influencia apenas suficientes para
mantener al régimen, entonces nos encontramos claramente frente a una
consolidación débil, cuyo desenlace es una persistencia inestable.

En caso contrario, la consolidación es fuerte y la persistencia estable.

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