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Población mundial  

La población mundial actual es de aproximadamente 6.000 millones de personas y


las estimaciones más recientes de la Naciones Unidas indican que para el año
2025 será de 8.500 millones. Si se analiza desde una perspectiva histórica su
ritmo de crecimiento, se observa que después de la Segunda Guerra Mundial se
produce una explosión demográfica sin precedentes, producto de un aumento de
la tasa de crecimiento. Una forma de percibir este efecto es observar cómo ha ido
disminuyendo el tiempo transcurrido para que la población mundial se duplique.

Tiempo transcurrido para
Año Población Mundial
duplicarse
600  500 millones  
    1200 años
1800 1000 millones
130 años
1930 2000 millones  
46 años
1976 4000 millones  

Los motivos de este incremento están vinculados principalmente a un


mejoramiento en las condiciones sanitarias y alimentarias básicas; progresos en el
campo de la medicina tales como el descubrimiento de los antibióticos y vacunas
fueron decisivos para el aumento de la expectativa de vida, las condiciones de
reproducción y sobre todo para la disminución de la tasa de mortalidad infantil. El
índice de natalidad y supervivencia superó ampliamente al índice de mortalidad, y
mejoraron sustancialmente las perspectivas de vida.

El incremento poblacional aumentó paralelamente el “consumo humano” en


términos energéticos, alimentarios y en general de productos y servicios.

Debido a las características de los sistemas socioeconómicos y políticos


adoptados, histórica y actualmente, las condiciones de vida de la población
mundial son muy desparejas sobre todo en lo que se refiere a necesidades
básicas: acceso a la salud, alimentos, vivienda, educación, trabajo y servicios. Las
últimas estimaciones de las Naciones Unidas indican que aproximadamente el
20% de la humanidad (¡~ 1000 millones de personas!) vive en condiciones
de pobreza absoluta, y es este sector de la población el que crece más rápido. En
el año 1950, en los países industrializados (desarrollados) vivía el 34% dela
población mundial; 25 años después, en 1975, esa cifra era de 28%, y en el año
2000 los países “ricos” alojan aproximadamente el 21% de la población mientras
que en los más pobres reside el 79%.

El incremento demográfico implica también un mayor impacto negativo sobre el


ambiente, producto de las actividades humanas de todos los sectores: del
industrial, del energético, del agropecuario y del de la producción de residuos.

Otros dos factores críticos están representados por el aumento del consumo de
materias primas, sobre todo aquellas provenientes de recursos naturales y el
consumo energético, que para las últimas cuatro décadas y tomando valores
medios, mientras que el crecimiento demográfico fue de 1,5% por año, el consumo
energético creció el 5% por año.

Este crecimiento ilimitado de la población mundial conduce inexorablemente al


deterioro del ambiente, que sí es limitado en tiempo y espacio y produce, como
nos muestra la realidad, profundas asimetrías sociales en cuanto a condiciones y
calidad de vida que son cada día más graves e inaceptables éticamente. Un rasgo
significativo de este crecimiento está dado por el aumento de la población urbana,
que crece a un ritmo sostenido de 4 a 7% anual, conduciendo a una expansión
desordenada de las ciudades que alcanzan densidades críticas y en las que la
presión demográfica potencia graves problemas sociales (marginación, alienación,
incremento del delito, etc.) y ambientales (contaminación en todos sus aspectos).

Nuestro planeta dispone de una “capacidad de carga” o densidad máxima de


población todavía mal definida, que corresponde al número de habitantes que
pueden vivir en él de manera razonable.
El crecimiento demográfico constituye uno de los grandes problemas que debe
enfrentar la humanidad. Dada su complejidad y a que esencialmente se origina en
un acto privado y natural, la reproducción, que además constituye uno de los
derechos elementales de todo ser humano, resulta de difícil solución.

Las mayores tasas de crecimiento demográfico se observan, en general, en los


sectores más pobres y marginales, sobre todo del llamado tercer mundo,
sumergidos en una pobreza estructural que agrava su futuro. Probablemente el
acceso de estos sectores a la educación, la salud, el trabajo y por lo tanto a
expectativas de progreso, planificación y bienestar permitan, no sólo que vivan
dignamente, sino que también tienda a disminuir su tasa de crecimiento
demográfico.

PROBLEMAS DE LA POBLACIÓN.

1. El hambre

Unos 870 millones de personas alrededor del mundo están sufriendo de hambre.
Simplemente no tienen qué comer, aunque la Unión Europea y los Estados Unidos
están enviando víveres a estos países con regularidad, la mayoría de la población
desnutrida vive en África, y 60 por ciento de ellos son mujeres. Como resultado,
300,000 muertes maternas ocurren cada año. Además, 2,6 millones de niños
mueren de hambre cada año; esto significa que perdemos a un niño cada cinco
segundos.

2. El racismo
Todavía hay un montón de lugares del mundo donde la exclusión social y cultural
aún sucede, así como el racismo. La gente pierde su autoestima y se aísla. No
parece tan malo como la pobreza o las guerras, pero en realidad millones de
personas sufren el racismo alrededor del mundo. El racismo puede tomar muchas
formas, como el género o el racismo cultural, social o sexual y así sucesivamente.

3. La contaminación

En nuestro siglo, los efectos de la contaminación sobre nuestro ambiente y


nuestros cuerpos humanos son enormes. Destruimos nuestro entorno día a día, lo
que afecta a nuestra salud y nuestro estilo de vida. Desafortunadamente, las
gentes no se dan cuenta de lo malo que es, y cómo estos químicos tóxicos dañan.
El aire que respiramos y el agua que bebemos amenazan nuestra vida. La
contaminación está en todas partes, y todos los que viven en este planeta nos
vemos afectados.

4. Las guerras

Los países en desarrollo tienen serios problemas con la corrupción. Todos los
problemas de corrupción conducen a guerras frías, guerras civiles, guerras de
religión y así sucesivamente. Si la condición del país es baja, la guerra afectará a
sus ciudadanos aún más. Los países desarrollados trataron de ayudar a estos
países en guerra con suministros médicos, ejército y municiones, todo con el fin de
detener la guerra y ayudar a los ciudadanos. Suena inhumano, pero sigue
habiendo guerras, y países como Rusia, China o Estados Unidos, todavía apoyan
guerras.

5. La salud

Hay muchos países en el mundo que tienen una enorme falta de cuidado de la
salud. Unos 800 millones de personas no tienen acceso en absoluto a un sistema
de cuidado de la salud, pero podría haber más, porque no todos se registran.
Lamentablemente, el cuidado de la salud no está disponible en todas partes del
mundo, y la gente no puede prevenir algunas enfermedades. Además, muchos de
ellos mueren de enfermedades prevenibles o tontas, como diarrea o frío.
6. El VIH/SIDA

El VIH es una de las más grandes epidemias en los países del tercer mundo. Hay
más de 40 millones de personas que viven con el SIDA, y 65% de ellos son
mujeres. Y las estadísticas son alarmantes: el 90% de los niños infectados con
VIH y el 60% de las mujeres, viven en África, en la región subsahariana.

7. La agricultura

Alrededor la mitad de las personas que viven en países en desarrollo están


completamente dependiendo de la agricultura. Las personas dependen de esta
para sobrevivir y tener dos comidas diarias. Además, el 75 por ciento de las
personas que viven en la pobreza están practicando agricultura. Este porcentaje
representa 1,4 billones de personas, incluyendo niños, mujeres y hombres. En el
plano internacional, un montón de proyectos de agricultura fueron desarrollados,
con el fin de formar y capacitar a todos los granjeros, pero tomará algún tiempo
para ver los resultados.

8. La electricidad

La electricidad se convirtió en una parte importante de nuestras vidas, pero más


de una cuarta parte de toda la población del mundo vive sin ninguna electricidad.
Ellos se acostumbraron a la oscuridad cuando se pone el sol y en realidad con la
eterna oscuridad de su destino. Y esto es triste. Más de 1,6 billones de estas
personas no saben ni siquiera que existe la electricidad. Ellos viven la vida en la
edad de piedra, y no tienen ni idea sobre computadoras, internet o esas cosas.

9. Agua potable

¿Te imaginas tener sed y no tener agua para beber? ¿Qué harías en este caso?
Sabemos que suena imposible, pero en realidad sucede a millones de personas
todos los días. No tienen agua, y no pueden comprarla. No hay solución para esta
sed insoportable. Las estadísticas mostraron que alrededor de 1 billón de
personas no tienen agua potable y no tienen acceso a ella; 400 millones de ellos
son niños.
10. La pobreza

Muchos países alrededor del mundo están teniendo problemas serios de pobreza.
En realidad, la pobreza es la razón debido a algunos de estos países son llamados
países del tercer mundo. Pero ¿qué es la pobreza? Según el estándar de las
Naciones Unidas, personas que viven con $2,5 por día o menos son consideradas
pobres. Si viven con $1,25 por día o menos, se considera la pobreza extrema. Por
desgracia, la pobreza es un problema masivo del mundo, y aproximadamente 1
billón de las personas que viven en la pobreza son niños inocentes. 22.000 de
estos niños mueren cada día debido a la pobreza.

VULNERABILIDAD DE LA POBLACIÓN.

En este contexto, la vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida


de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a
los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para
recuperarse de los mismos. Es un concepto relativo y dinámico. La vulnerabilidad
casi siempre se asocia con la pobreza, pero también son vulnerables las personas
que viven en aislamiento, inseguridad e indefensión ante riesgos, traumas o
presiones.

La exposición de las personas a riesgos varía en función de su grupo social, sexo,


origen étnico u otra identidad, edad y otros factores. Por otra parte, la
vulnerabilidad puede adoptar diferentes formas: la pobreza, p. ej., puede resultar
en que las viviendas no puedan resistir a un terremoto o huracán, y la falta de
preparación puede dar lugar a una respuesta más lenta al desastre, y con ello a
más muertes o a un sufrimiento más prolongado.
La otra cara de la moneda es la capacidad, que puede describirse como los
recursos de que disponen las personas, familias y comunidades para hacer frente
a una amenaza o resistir a los efectos de un peligro. Estos recursos pueden ser
físicos o materiales, pero también pueden encontrarse en la forma en que está
organizada una comunidad o en las aptitudes o atributos de las personas y/o las
organizaciones de la misma.

Para determinar la vulnerabilidad de las personas es necesario plantearse dos


preguntas:

 ¿a qué amenaza o peligro son vulnerables las personas?


 ¿qué les hace vulnerables a la amenaza o el peligro?
Para contrarrestar la vulnerabilidad es necesario:

 reducir en la medida de lo posible los efectos del propio peligro (mediante


mitigación, predicción y alerta, y preparación);
 fortalecer la capacidad para resistir y hacer frente a los peligros;
 abordar las causas subyacentes a la vulnerabilidad, como la pobreza, el
mal gobierno, la discriminación, la desigualdad y el acceso insuficiente a
recursos y medios de subsistencia.

El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para


resistir y hacer frente a los peligros y recuperarse de los desastres dependen de
factores físicos, económicos, sociales y políticos. Desde luego, la pobreza
contribuye de manera importante a la vulnerabilidad. Es más probable que las
personas pobres vivan y trabajen en zonas expuestas a peligros potenciales y
menos probable que dispongan de los recursos necesarios para hacer frente a un
desastre.
Normalmente, en los países más ricos, las personas poseen una capacidad mayor
para resistir a los efectos de un peligro. Suelen estar mejor protegidas frente a los
peligros y disponer de sistemas de preparación. Además, la solidez de los medios
de subsistencia y los ingresos mayores incrementan la resiliencia de las personas
y les permiten recuperarse más rápidamente de un desastre.
Los desastres hacen peligrar los logros del desarrollo. Del mismo modo, las
acciones de desarrollo por las que optan los individuos, las familias, las
comunidades y los gobiernos incrementan o reducen el riesgo de desastres.

A continuación, se exponen algunos ejemplos de grupos potencialmente


vulnerables:

 personas desplazadas que han abandonado su hogar y sus medios de


subsistencia pero permanecen en el territorio de su país;
 refugiados que han huido a otro país por temor a ser perseguidos o por
razones de supervivencia;
 repatriados: antiguos refugiados o personas desplazadas que vuelven a su
hogar;
 grupos específicos en el seno de la población local,
como personas marginadas, excluidas o desposeídas;
 niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, niños no
acompañados, viudas, personas mayores sin apoyo familiar y personas
discapacitadas.
En casos de desastre, por lo general, las mujeres resultan afectadas de distinta
manera que los hombres, dada su condición social, sus responsabilidades
familiares o su importancia para la reproducción, pero no necesariamente son
vulnerables. En situaciones de crisis, también poseen recursos y capacidad de
resistencia y desempeñan un papel crucial en la recuperación. Para determinar
qué mujeres o niñas podrían ser vulnerables, y en qué modo, puede realizarse
un análisis de género.
INTRODUCCIÓN.

La población es un conjunto de seres vivos de una especie que habita en un


determinado lugar, debido a las características de los sistemas socioeconómicos y
políticos adoptados, histórica y actualmente, las condiciones de vida de la
población mundial son muy desparejas sobre todo en lo que se refiere a
necesidades básicas: acceso a la salud, alimentos, vivienda, educación, trabajo y
servicios, este crecimiento ilimitado de la población mundial conduce
inexorablemente al deterioro del ambiente, que sí es limitado en tiempo y espacio
y produce, como nos muestra la realidad, profundas asimetrías sociales en cuanto
a condiciones y calidad de vida que son cada día más graves e inaceptables
éticamente, las mayores tasas de crecimiento demográfico se observan, en
general, en los sectores más pobres y marginales, sobre todo del llamado tercer
mundo, sumergidos en una pobreza estructural que agrava su futuro.
CONCLUSIÓN.

La vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida de una persona o


un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los efectos de un
peligro natural o causado por la actividad humana, y para recuperarse de los
mismos. es un concepto relativo y dinámico, la vulnerabilidad casi siempre se
asocia con la pobreza, pero también son vulnerables las personas que viven en
aislamiento, inseguridad e indefensión ante riesgos, traumas o presiones, la otra
cara de la moneda es la capacidad, que puede describirse como los recursos de
que disponen las personas, familias y comunidades para hacer frente a una
amenaza o resistir a los efectos de un peligro. Estos recursos pueden ser físicos o
materiales, pero también pueden encontrarse en la forma en que está organizada
una comunidad o en las aptitudes o atributos de las personas y/o las
organizaciones de la misma.
COMENTARIO

La población está generando un incremento diariamente a nivel mundial, si bien es


un derecho el nacimiento, lo cierto es, que afecta los niveles socioeconómicos y la
población en general, por el incremento en la tierra, si bien en los niveles sociales
realmente es afectado ya que permite el desempleo una de las fuerzas, entonces
lo más correcto es ser prudentes y determinar los hijos y concientizar a la
población el riesgo que se está tomando al no tener precaución de la
sobrepoblación.
Colegio Centro Cultural Campo Real

Alumna: Rossy Anahí Rossell Rivas

Catedrática: Henry Jordán

Materia: Ciencias Sociales

Fecha de entrega: viernes 27 de septiembre del 2019

Tema

La población, problemas y vulnerabilidad.

Grado: tercero básico

Ciclo escolar: 2019

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