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CIENCIA Y TECNOLOGIA
Decreto Ejecutivo 575 del 21 de julio de 2004 Acreditada mediante Resolución N°15
del 31 de octubre de 2012
Esta situación a su vez, afecta en primer lugar, a los estudiantes, puesto que,
al no contar con el apoyo de sus padres, se ven afectados en el rendimiento
académico, y también su comportamiento en la parte disciplinaria, con relación
a sus propios compañeros y profesores, como lo evidencian los registros de
seguimiento comportamental, por parte de los directores de grupo y
psicorientación escolar, trayendo como consecuencia, la adopción de actitudes
rebeldes e irrespetuosas, por parte de los estudiantes, hacia los docentes, en
las aulas de clases. Generándose conflictos con sus compañeros dentro de las
aulas (Ver Anexo N°2).
Uno de los roles más exigentes de la sociedad, es quizás el ser padres de familia,
sobre todo en la actualidad, dado que existen diversos factores económicos,
sociales y cultuales, entre otros, que ejercen una enorme presión constante sobre
ella, amenazando su armonía y estabilidad, como estamento fundamental de la
sociedad. Como consecuencia de lo anterior, un informe de la UNESCO titulado:
“Migración, desplazamiento y educación”, realizado en el año 2019, señaló que los
padres de hoy, requieren un aprendizaje constante, que les permita cumplir
adecuadamente su tarea, en la crianza y el desarrollo pleno e integral de sus hijos;
especialmente en las últimas décadas, cuando se percibe una profunda ruptura en
la convivencia social a nivel mundial, nacional y regional (Antoninis, 2019).
Dentro del anterior contexto de ideas, la presente investigación justifica su
conveniencia, debido a varios aspectos, que beneficiarán a diferentes individuos, y
elementos; así como algunos otros estamentos, dentro y fuera del ámbito escolar
de la Institución educativa Rural Pedro Pablo Castrillón. Por consiguiente, puede
decirse que, la presente investigación, buscará fortalecer, el acompañamiento de
los Padres en los procesos y actividades relacionados con la parte escolar, tanto a
nivel académico, como disciplinario, y al mismo tiempo, para identificar algunas
problemáticas a nivel de infraestructura y administración de recursos, así como
actividades extracurriculares, entre otros aspectos.
Como tercera medida, se espera que cuando se aplique la propuesta, los padres
de familia que integren la escuela de padres, se beneficien, en la medida en que,
a través de los talleres, charlas y capacitaciones con psicólogos de familia, entre
otros profesionales relacionados con el tema; logren ser capaces de ir modificando
paulatinamente su actitud y conducta, en lo referente a la crianza de los hijos y a
la imagen que deben transmitir, como modelos de autoridad y referentes de
conducta adecuados; dado que la familia debe ser la primera escuela, donde se
adquieren valores y principios para la formación humana, junto con el
establecimiento de relaciones sociales adecuadas con sus semejantes, en un
futuro dentro de la sociedad.
1.4.1 Alcances
1.4.2 Limitaciones
2. MARCO TEÓRICO
Por otra parte, aunque los entes educativos de América Latina han extendido el
nivel de cobertura, a fin de acoger a una mayor cantidad de niños(as), y
adolescentes, también se han promovido iniciativas, para mejorar la calidad y
equidad educativa, frente a la pobreza y desigualdad, pero aun así, todavía
subsisten muchos casos de exclusión, de que por ejemplo, niños(as), que
ingresan tarde al sistema educativo, incidiendo en un posterior fracaso, puesto que
no hallan experiencias pedagógicas, que les ayuden a desarrollar sus
capacidades, a la cual se añade, los señalamientos de discriminación.
Así entonces, la naturaleza del sistema educativo, está supeditada por la clase
social donde se desarrolla, razón por la cual, una educación bien estructurada y
consolidada tiene una enorme influencia en la sociedad. No obstante, los países
deben tomar mayor conciencia, sobre lo que es posible esperar tanto del sistema
educativo, como de los recursos que se invierte en él; ya que algunos resultados
muestran, que las inversiones en educación, de muchos países en vías de
desarrollo, como Colombia, experimenta una insatisfacción relacionada con el
valor económico de la educación, puesto que el déficit de fuerza laboral calificada
a partir de la década del 60, ha sido remplazado, por un aumento en el índice de
desempleo entre personas educadas, a lo cual se añade, que peses a las grande
inversiones realizadas en educación, todavía se nota el atraso, la pobreza, la
desigualdades sociales y la escases de oportunidades.
Ante tal panorama, los países en vía de desarrollo como Colombia deben ser más
realistas sobre sus expectativas relacionas con inversión en educación, por parte
del gobierno, ya que el propio sistema educativo, puede aumentar o disminuir las
desigualdades, por lo cual no se debe pensar que la educación por si sola
solucionara los problemas de desigualdad de una sociedad, por razón que estos
tienen causa multifactoriales, tales como la naturaleza del mercado laboral,
corrupción y otros.
A este respecto, un informe del Banco mundial, señala que, durante la década
pasada, Colombia, a pesar de encabezar la lista de los 23 países catalogados
como de ingresos medios por cada estudiante de primaria solamente destino
alrededor del 60%, del promedio invertido por ese tipo de países, mientras que en
lo que corresponde a estudiantes de secundaria invirtió un 50%. De esta forma, la
ecuación entre costo unitario en educación y PIB Percàpita, es muy bajo en ambos
niveles (cerca del 7.0 y del 14. % respectivamente), observándose una diferencia
enorme, al compararla con el costo de países latinoamericanos (Vélez, 1988).
A esto también se añade, que al final de la década de los 60, el gasto total en
educación formal (privado y público), no llego al 3,3% del PIB, cayendo en
descenso, algo paradójico, ya que, al parecer, en la década pasada, el gasto en
educación pública, fue inversamente proporcional (4,9%) al PIB, representado en
una taza del 4.9 % anual (DNP, 1979).
Los datos anteriores no se asemejan en nada con el promedio que invierten los
países desarrollados, pues en 1980 la mediana en gasto públicos por educación
en tales países, fue del 4.0% del PIB, mientras que, en Colombia, en 1978, el
gasto en educación era menor del 2.7% del PIB (Pacheco, 2008).
Si bien existen muchas definiciones sobre el termino familia, algunos resultan más
accesibles y otros más complejos, dependiendo de la terminología empleada, y
también del contexto sociocultural de la modernidad, en el cual, aparecen
diferentes tipos de familia (Pichón, 1983). No obstante, a lo anterior en este
apartado, se intentará dar un concepto más acorde con la generalización y función
social tradicional de la misma. Así, por ejemplo, existen autores como Jelin (2016)
quien define el concepto de familia, sobre la base de la necesidad sexual de la
procreación, para de esta forma, asignarla un significado social y cultural a dicha
necesidad. A esto también añade la convivencia cotidiana, reflejada a través de la
idea del techo y hogar donde se comparte una economía y una domesticidad
colectiva.
Ahora bien, desde una visión sociológica, algunos como (Escobedo, 2014), opinan
que la familia, es la actividad gene nómica, ya que independientemente del tiempo
y el lugar, trascienden las problemáticas y obstáculos que conllevan el cambio de
costumbres, por lo cual, han regularizado e institucionalizado la actividad
generadora a través de la familia. Lo cual está en armonía con lo que los
antropólogos americanos llaman un Patern, universal de la cultura, puesto que la
familia, está presente en la vida social, siendo la más antigua de las instituciones
humanas constituyendo un factor clave para el funcionamiento de la sociedad. De
esta forma, los padres reflejan experiencias que influyen para bien o para mal en
la formación de sus hijos y en el desarrollo de su aprendizaje (Escobedo, 2014,).
Son muchos los autores que han hablado acerca de este tema, por ejemplo,
Ballastine (1998), al igual que (Zellman& Watermen,1998), refieren cómo han
percibido claramente la forma en la que la participación activa de los padres en la
educación de sus hijos tiene efectos positivos en la conducta y desarrollo integral
de estos últimos. Por su parte, Nord (1998), señala que la incidencia de los padres
en la educación de su hijo tiene importancia clave, para el éxito escolar, algo que
más relevante aun cuando en la familia alguno de los hijos presenta algún tipo de
discapacidad.
Por otra parte, (Berry, Bennett, 1989), refiere que uno de los beneficios más
importantes de la participación de los padres en la educación de sus hijos, tiene
que ver con el mejoramiento y desarrollo de la autoestima del niño, puesto que
ayuda a los padres a consolidar actividades positivas hacia la escuela,
proporcionándoles una comprensión más amplia relacionada con el proceso de
enseñanza-aprendizaje de sus hijos. A este mismo respecto (Sánchez, 2014) que
la participación proactiva de los padres en la educación escolar del niño, trae
como consecuencia, resultados positivos que se reflejan en disminución de
inasistencia y de la deserción escolar, así como el mejoramiento de la conducta
del alumno, una comunicación más asertiva con sus compañeros y profesores, y
por consiguiente, un mayor apoyo de la comunidad hacia la institución educativa.
En medio de este contexto de ideas, se puede observar que, desde la perspectiva
sociológica y psicológica, la institución educativa como tal, no es un ente
abstracto, desligado de la familia y de la sociedad, sino que más bien, constituye
un subconjunto que contiene una representación a menor escala, del resto de las
demás esferas sociales. En consecuencia, la aceptación de la idea de la
educación como una representación misma de la sociedad, y su posterior
exclusividad en la idea de conflicto, ponen de manifiesto la necesidad de analizar
los elementos y características del entorno escolar, para mejorar la situación de la
misma. De esta forma, durante el pasado siglo XX, muchas investigaciones
comenzaron a enfatizar la importancia trascendental de la familia, como célula de
la sociedad, en la educación de sus hijos, y en la participación directa de los
padres en el contexto escolar.
Todo lo expresado hasta este momento, está en armonía con lo que plantea
autores como Bronfenbrenner (1987), cuando afirma que el desarrollo humano, se
da en función de la interacción del individuo y su ambiente. De hecho, este autor
afirma que el desarrollo de cualquier persona, se haya determinado en función de
una serie de ambientes a los que él se ve sometido, ya sea este su ambiente más
cercano y directo (escuela-hogar), o bien otras circunstancias indirectas, que
pueden influir de igual forma que las anteriores ( por ejemplo, situación laboral,
económica y cultural de los padres), lo cual también está relacionado con Vigotsky
(1995), cuando plantea a través de su teoría sociocultural, la forma en la que el
individuo se desarrolla, tanto cognitiva como emocionalmente, por medio de la
interacción con su propio contexto, dentro del cual , los padres representan el
primer factor importante para este proceso.
Teniendo esto presente, puede decirse que hoy día, la participación de la familia
en la escuela es muy importante, por lo cual, se deben involucrar y articular
esfuerzos entre docentes, con los padres, madres y acudientes, de lo cual, se
derivan Tres formas de participación:
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
3.1 Naturaleza de la investigación
3.2 Población y muestra
3.3 Técnicas e instrumentos de recolección de datos
3.4 Validez del instrumento
3.5 Confiabilidad del instrumento
3.6. Técnicas de procesamiento y análisis de datos
3.7 Cronograma de actividades
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
4.1 Resultados de la recolección de datos
4.1.1 Gráficos y resultados
4.1.2 Análisis y resultado cuantitativos o cualitativos (si aplica)
CAPÍTULO V
PROPUESTA CONCRETA DE LA INVESTIGACIÓN (se desarrolla la idea de
investigación)
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA