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TOLERANCIA A LA FRUSTRACION
Introducción
El siguiente trabajo tiene como objetivo comprender la importancia del
estudio de la tolerancia a la frustración, para lo cual es necesario realizar
un recorrido por distintas generalidades de este constructo, con el fin de
acercarnos un poco a su naturaleza. Posteriormente, analizaremos los
avances de los estudios realizados por los especialistas o investigadores,
conceder algunos elementos que permitan al lector profundizar en el tema
y obtener sus propias conclusiones.
A continuación, realizaremos una apreciación más profunda de los
vendría siendo la tolerancia a la frustración. Comenzando con una
pequeña definición de tolerancia y frustración. Estado de aquel que está
sometido a una situación insoluble, se ve privado de la satisfacción de un
deseo defraudado en sus expectativas de recompensa o bloqueado en su
acción. Es algún deseo no realizado por algún inconveniente que se
atravesó, haciendo que el individuo se frustre consigo mismo (Gabriela
Juárez Hernández).
En un argumento muy amplio de la psicología, el constructo frustración
tiene sus inicios en el psicoanálisis. Freud (1982) hacía mención a este
término, cuando a una persona se le impedía el logro o satisfacción de un
deseo, y como consecuencia queda en evidencia la discordia hacia el
objeto que había incitado dicha frustración.
En la definición anterior resultan compatible con la acepción psicológica,
pues en el área de la psicología de la personalidad se ha entendido a la
frustración como aquello que se genera en el sujeto al impedirle cumplir
con una meta, logro u objetivo.
Por otro lado, la tolerancia es entendida de diversas maneras. En
ocasiones, se identifica con la simpatía por lo cultural o socialmente
distinto. Otras veces, nos encontramos con quien la asimila a un “dejar
estar” o “dejar hacer”, con referencia a creencias o prácticas que no se
comparten y hasta disgustan o se desaprueban. Al tiempo, se habla de
tolerancia como una virtud moral o cívica, como un principio de acción del
Estado y hasta como un derecho; pero también hay quien considera la
tolerancia como algo fuera de lugar en una sociedad liberal: por la
condescendencia que supuestamente incorpora y que resultaría
incompatible con un régimen basado en la igual libertad de todos los
ciudadanos. No cabe duda de que el significado de la tolerancia es
controvertido, de manera que una práctica orientada a articular conflictos
resulta en sí misma conflictiva (Forst, 2013: 2).
Es una actitud positiva, en concreto, una virtud propia del gobernante, de
quien tiene autoridad para dar licencia o denegarla, para permitir o
prohibir. Pero no por ser una actitud positiva tiene por objeto algo positivo.
En parte, la discusión sobre qué debemos entender por tolerancia tiene
que ver con sus diferentes justificaciones. En este sentido, la tolerancia no
es distinta a la libertad, la igualdad o la justicia. Es más, el significado de
la tolerancia se encuentra ligado al de estos otros valores, que cabe
entender fundamentales de aquella.
Referencias
“calidad de vida y tolerancia a la frustración en deportistas de un
club de futbol, Chiclayo.” (Namuche Salazar, Carlos Teobaldo. Y
Vasquez limo, Kathia Noemi)