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Nombre del curso

Filosofía del Derecho


Nombre del alumno
Macalopu Nuñez Katheryn Mayret
Ciclo
IX
Nombre de la Tarea
Artículo sobre diferencias o
similitud entre razón, racionalidad
y razonabilidad
Nombre del Docente
Terrones Guevara, Manuel
Fecha
12/05/2020
ARTÍCULO: DIFERENCIA ENTRE RAZÓN,
RACIONALIDAD Y RAZONABILIDAD
Para empezar, diría que uno de los puntos importantes de la evolución del Estado de
derecho ha sido lo fundamental que ha sido la argumentación jurídica, es decir, en el
ámbito de la decisión judicial la normatividad de los textos constitucionales o
resoluciones judiciales ha incitado que la justificación de las sentencias deba ser cada
vez más rígido, no solo por su relevancia pública e institucional, sino también por la
evaluación a la que son sometidas por parte de otros órganos jurídicos.
Es por eso, que en esta ocasión aclarare los conceptos que se encuentran inmersos en
esta discusión como lo son: razón, racionalidad y razonabilidad, buscando así que en su
contenido de su significado sean diferentes.
En primer lugar, hablare sobre la RAZÓN que señalando es aquella facultad de
conceptuar, juzgar, ordenar, relacionar y estructurar nuestro pensamientos, ideas y
conocimientos.
Es así, que para Recaséns, 1956 la razón es:
Toda acción intelectual que nos pone en contacto con la realidad, por
medio de la cual topamos con lo trascedente, es decir, como aquella
actividad intelectual que nos permite comprender la realidad.
La primera de estas acepciones, hace referencia a un atributo que posee el
ser humano, mientras que la segunda, a la actividad que éste desarrolla,
en virtud, para comprender la realidad.
Así mismo, para Gamarra, 2004 la razón puede ser definida como:
Aquel sistema de coordenadas dotado de la máxima objetividad y
universalidad posibles, y por encima del cual no existe posibilidad de
búsqueda de mayores y mejores explicaciones, y es el principio de toda
explicación y sobre ella se fundan los juicios validos o correctos.
Lo señalado hasta el momento me hace pensar que sólo se puede hablar de razón en el
caso de las matemáticas, la lógica o de las ciencias naturales, por presentarse en ellas
situaciones controlables.
Pero, existen controversias en el contenido de razón en los juicios éticos o morales;
pues, si uno no confía en la idea de que es posible algún tipo de intuición moral de
aquellas verdades prácticas, no puede esperar descubrirlas en sí mismo, sino que sólo
puede esperar encontrarlas a través de procedimientos de argumentación que nos exijan
adoptar el punto de visto de otros.
Sin embargo, existe una cierta confusión en que si existe una estrecha vinculación entre
razón y racionalidad.
Por ejemplo, para el Diccionario de la Academia de la Lengua Española nos dice que la
RACIONALIDAD:
Proviene del latín rationabilitas, esto es, se refiere a la facultad intelectiva
que juzga las cosas con la razón, discerniendo lo bueno de lo malo y lo
verdadero de lo falso, de ahí que se relaciona con el concepto de
prudencia, que en la materia jurídica, más tarde se asoció con el de iuris,
dando como resultado el término jurisprudencia, por la que se entiende:
“la sabiduría versada en el derecho”, idea que pasó a la cultura romana
con el nombre de “jurisprudencia”, llamándose a sus exponentes
“jurisprudentes”, que era sinónimo de “conocedores del derecho”.
Es decir, que una persona es racional debido a que implica afirmar que es capaz, entre
otras cosas, de planear su futuro, pues sólo el ente racional posee una mente
estructurada, que a través de las leyes de la razón y el entendimiento limita la
satisfacción de sus instintos y deseos inferiores, además de que posee un aparato
conceptual del que se sirve para describir sus propias acciones, que lejos de limitarse a
tener una noción enraizada en la imagen propia (subjetiva), examina el mundo para
transformarlo, precisamente a través de la “racionalidad”.
Por consiguiente, la racionalidad se entiende como el método que presupone ciertas
capacidades de reflexión y de lenguaje, dirigido al dominio consciente de la realidad,
que en su forma de razón teórica 1 no busca un cambio en ésta, sino que determina tan
sólo los objetos de acuerdo a ciertos conceptos y reglas de entendimiento; en cambio la
razón práctica2 sí constituye una elección de acuerdo con la ley moral, que se objetivista
cuando es físicamente posible y lleva de la decisión a la acción. La razón práctica
contiene en realidad su objeto, esa facultad es una voluntad racional que nos permite
presuponer que sabemos lo que hacemos cuando actuamos, pues buscamos la
adecuación racional de la operación con el principio correcto de la inclinación apetitiva,
con el objetivo de dominar la realidad a través de la acción, en concreto crea una razón
para la acción.
En cambio, la RAZONABILIDAD debe entenderse por “razonable” que proviene del
latín rationabilis y significa “que se puede explicar”.
Es así, que para Von Wright (citado por Garzón Valdés, 1988) sostiene una diferencia
entre racionalidad y razonabilidad, señalando lo siguiente:
La racionalidad (…) tiene que ver primariamente con la corrección
formal del razonamiento, con la eficacia de los medios para un fin, la
confirmación y la puesta a prueba de las creencias. Está orientada a fines.
(…) Los juicios de razonabilidad, a su vez, están orientados a valores.
Ellos se ocupan de la forma correcta de vivir, de lo que se piensa que es
bueno o malo para el hombre.

1
La razón es teórica “cuando quiere saber las causas y las razones por las cuales ocurren las cosas; esto
es, en términos generales, cuando conoce”. Dicho de otra manera, la razón es teórica, cuando busca
mediante el ejercicio intelectual, conocer la naturaleza, cualidades y relaciones expresadas en leyes,
axiomas, conceptos, etc. de un determinado objeto.
2
La razón práctica busca el dominio de la realidad a través de la acción, o si cabe la expresión, una razón
para la acción.
Entonces, se entiende por racionalidad como ordenación o sistematización básicamente
metodológica, es decir, como referencia a una razón pura, formal y objetiva de tipo
matemático, cuya manifestación es una forma de razonar indiscutible que se fundamenta
en la demostración y concluye en premisas verdaderas o falsas.
Y la razonabilidad depende de su “aceptación”, lo que evidencia que no pretende
prioritariamente encontrar una verdad demostrable, sino una premisa aceptable, de ahí
que una decisión será “razonable”, cuando sea admitida por una comunidad (auditorio),
y por ello mismo constituye su parámetro normativo, pues será ella la que evaluará las
razones que justifiquen la decisión, para luego aceptarla o no como razonable.
Es así, que razonabilidad es interpretar o aplicar enunciados jurídicos en general, de
forma tal que sean plausibles, sin excluir la posibilidad de que puedan ser aplicados
como una noción específica, un concepto particular en cierto tipo de argumentaciones.
En conclusión, mientras que las ideas de “razón” y “racionalidad” son conceptos que se
relacionan con otros conocidos en la tradición filosófica, como son la verdad,
coherencia y eficacia. La “razonabilidad”, lo “irrazonable”, está ligado al margen de
apreciación de lo admisible y a lo que, excediendo de los límites permitidos, resulta
socialmente inaceptable.
En otras palabras, es preciso no confundir la racional con la razonable. La primera busca
conocer las cosas para saber cómo podemos arreglárnoslas mejor con ellas; y la segunda
que es lo razonable esta intenta comunicarse con los sujetos para arbitrar junto con ellos
el mejor modo de convivir humanamente. Todo lo racional es científico, pero la mayor
parte de lo razonable ni es ni puede serlo.
BIBLIOGRAFÍA

Recaséns, L. (1956). Nueva Filosofía de la interpretación del derecho. Mexico: Fondo


de cultura económica.
Gamarra, S. (2004). Lógica Juridica. Principio de Razón Suficiente. Lima: Editorial de
la unmsm.
Von Wright, G. (citado por Garzón Valdés, E., 1988). ¿Puede la razonabilidad ser un
criterio de corrección moral? Doxa, Cuadernos de Filosofía del derecho.

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