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Trabajo Nº 1
Repaso
El formato textual que pueden utilizar es el que mejor les quede cómodo a ustedes.
Puede ser un texto redactado o una síntesis.
Hacerlo en Word y entregar en la plataforma, a mi correo (camisil24mailcom) o al grupo
de Facebook.
En Literatura Argentina del periodo anterior, principalmente partimos desde un punto de vista
histórico y político, desde la primera fundación de Buenos Aires, la generación del 37 hasta la
generación del 80, puesto que han sido momentos fundantes de nuestro pasado. En cuanto a
la Fundación de Buenos Aires:
Sobre la generación del 37, encontramos que el romanticismo aparece como respuesta y
resistencia al Neoclasicismo. Su misión es la libertad en el arte y toma temas que antes no
eran tocados. En él, el ideal de belleza femenino era la mujer ángel, y lo opuesto, que sería la
mujer demonio.
Es en esta generación del 37 en la cual se inaugurarían diversos géneros como el cuento (El
Matadero de Esteban Echeverría), la novela (Amalia) y el ensayo (Facundo: civilización o
barbarie de Sarmiento).
La novela Amalia inaugura el género novelesco, marcando una diferencia con el cuento que
narra y relata un hecho. La novela muestra un cosmos atravesado por múltiples conflictos con
cierto nivel de complejidad. Dentro de una novela, se plantea el contar tiempos y espacios
simultáneos. Amalia es una novela política que se desarrolla en dos noches trágicas; una
novela en la que se presentan dos semiosferas bien diferenciadas: la primera que es la de los
unitarios en la casa de Amalia y la otra, de los federales en la casa de Josefa Escurra. En cada
una de ellas podemos acomodar a los personajes.
En la generación del 80, conocida como la generación del encanto, desde el punto de vista
histórico y político, esta generación tiene que ver con Buenos Aires convertida en la capital del
país, durante los tres gobiernos de Roca. Es en este periodo en el que empiezan a surgir las
primeras industrias. A partir del trabajo en las tierras de las cuales exterminaron a los
indígenas, surgen las exportaciones de harina, ganado, trigo, etc. Buenos Aires sufre una
transformación. Los escritores de esta generación eran nietos o descendientes de los
proscriptos de la época de rosas y se caracterizan por sentir un deseo de vida heroica como la
de sus antepasados en una época muy burguesa, llena de confort, comodidad, sin ideales por
los que luchas o vivir, lo que creaba un clima de insatisfacción que se traducía en un
escepticismo elegante o un fatalismo naturalista.
Dentro de este eje encontramos a Sin Rumbo, una novela experimental de Cambaceres.
En esta generación, también veremos al teatro en la Argentina, con obras como Barranca
abajo, Canillita y M’hijo el dotor de Florencio Sanchez, Yelatorre de Laferrer y Mateo de
Armando D.
El compadrito, en cambio es menos en todo. Imita al compadre, pero mal. No infunde temor,
ya que el compadre, se impone por su mera presencia y conducta lineal, el compadrito llena
sus carencias con lenguaje vil y aires de fanfarrón. Es un chanta que se desvive por hacerse
notar, por eso se rodea de adulones y exagera su ademan y su vestuario. La gente no lo
aprecia, ni lo respeta. Cuando cae en apuros no duda en desenfundar el revólver, cosa de
miedosos que jamás haría un compadre
El compadrón es el que ocupa un peldaño más bajo aun. Opera como ventajero, y también es
desleal y cobarde. Gana dinero como soplón de comisarías y traiciona a su familia, a sus
amigos y su barrio por el mínimo plato de lentejas. Pero simula lo que jamás fue ni será.
Empilcha hasta el grotesco y vocea virtudes inexistentes, La mentira es su constante, la
agachada su reflejo.
Desde su nacimiento en el modernismo, que fue su edad dorada, y también, si existe alguna, la
edad dorada del relato de viaje hispanoamericano, la crónica ha estado vinculada al tema del
viaje y lo sigue estando en la actualidad.
Aunque algunas veces se pasa por alto, la prosa literaria del modernismo fue muy abundante
y resulta esencial para entender el surgimiento y el desarrollo de esta corriente estética. De
los géneros en prosa, el predominante fue la crónica. La mayor parte de los miembros
destacados del movimiento, de los precursores Manuel Gutiérrez Nájera y José Martí, a los
últimos modernistas, como José Juan Tablada o José Enrique Rodó, la practicaron. La profusión
de la crónica de viajes se explica por la biografía de sus autores, por algunos de los pilares
estéticos e ideológicos del movimiento y por las circunstancias económicas y culturales del
momento. Románticos al fin y al cabo, los modernistas aspiraban a una conjunción entre vida
y arte, por lo que el viaje no podía restringirse a su aparición como tópico literario, sino que
estaban obligados a emprenderlo. Prácticamente todos los escritores modernistas fueron
grandes viajeros. Para Villoro, la característica distintiva de la crónica es su capacidad para
hibridar géneros literarios muy distintos, sin decantarse por ninguno de ellos.
En cuanto a las sagas, estas son novelas generalmente historias épicas y/o fantásticas que
representan mundos alternativos referidos a la trayectoria vital de un héroe o heroína o a varias
de sus generaciones, por lo tanto, entre cada novela de la saga existe una continuidad de los
personajes y del conflicto general. En cuanto a la Literatura Fantástica plantea la confrontación
entre lo natural y lo conocido con lo sobrenatural y lo desconocido, privilegiando la función
literaria antes que la educativa.