La Asamblea Constituyente, para llegar a los cambios que hoy se necesitan

S. Pineda Campos

Quienes pretendan convencernos que solo fueron los 30 pesos del alza de metro la gota que
rebalso el vaso, son los 30 años de abusos y de las desigualdades que desde el retorno a la
democracia la clase política, los empresarios se rieron de un pueblo y quienes han gobernado
durante ese periodo hasta nuestros días han ido generando las frustraciones de Chile, que no
queremos, se acumuló durante 30 años, rabia, dolor, pena y como no recordar las frases que hoy
les pasan la cuenta a aquellos que han sido cómplices y que fueron y son parte de la traición: “La
transición vale más que tres millones de dólares” Lobista Enrique Correa, “Justicia en la medida
de lo posible” Patricio Aylwin, “Pregúntele a las vacas porque no hay leche”, Pedro García,
Ministro de Salud del gobierno de Lagos, suma y sigue, la más reciente “ Estamos en Guerra y el
enemigo es poderoso” Sebastián Piñera, 20 de octubre 2019. Están asustados porque un pueblo
entero se puso de pie, las medidas que ofrecen no son suficientes y ahora se exige una asamblea
constituyente, no más medidas parches que son migajas para quienes han entregado su vida a
este sistema esclavista. La trampa está en la constitución y los quórums calificados que exigen
altos porcentajes de aprobación de las cámaras de diputado y senado, para que se pueda
cambiada la constitución, se debe llamar a un plebiscito, donde la ciudadanía define a través de
un voto una nueva carta magna. Entonces hay que preguntarse ¿por qué los empresarios y la
derecha no quieren cambiar la constitución?, en el artículo 19, Numeral 9, donde se refiere al
derecho a la protección de la salud cambiaron la palabra derecho por: “igualitario acceso”, aquí
entra el negocio de la salud de los empresarios con las Isapres y seguros privados, lo mismo ocurre
en referencia a educación, tendrá acceso a la educación, entra aquí el negociado de la educación
privada, tanto para básica, media y universidades privadas, lo mismo ocurre con la vivienda y el
acceso al trabajo, donde el modelo regula mercado laboral y fija los sueldos, pensiones, etc.

El andamio que sostiene al modelo económico que rige a Chile, está en la Constitución de 1980,
fue con una aprobación fraudulenta, donde no había registros electorales y en donde votaron
todos los uniformados, donde se falsificaron las firmas de personas que ya estaban muertas o
desaparecidas, allí comenzó el engaño que mantuvo oprimido a todo un pueblo que hoy exige
cambios verdaderos, nos cansamos de vivir como mendigos y aceptar que este modelo es lo único
posible de conseguir, Chile despertó y la dignidad de las personas debe ser restituida para todos y
no para unos pocos que han engordado sus bolsillos a costa del sacrificio de todo un pueblo,
aprovechándose de la fe pública y de las estadísticas macroeconómicas que nos ubicaban como
jaguares en Latinoamérica, mientras millones de compatriotas no les alcanza para comprar pan o
llegar a fin de mes con sueldos de miseria. Chile Despertó y se abre una puerta a nueva esperanza
de la justicia social.