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ESPECIALISTA :
ESCRITO :
CUADERNO : PRINCIPAL
SUMILLA: APELACIÓN DE SENTENCIA
I.- PETITORIO:
Que, el día 17 de diciembre del año en curso he recibido en mi domicilio procesal, el
contenido de la Resolución N° 27 (Sentencia), expedido por vuestro Despacho con fecha 22
de noviembre 2013, en la cual se ha resuelto declarar FUNDADA la demanda sobre
DIVISIÓN Y PARTICIÓN (PARTICIÓN DE HERENCIA) que interpuse contra doña ATIA
DE LOS JULIOS Y OTRO, sin embargo, también se ha resuelto EXONERAR LOS COSTOS
Y COSTAS a los demandados; por lo que no encontrándola arreglada a Ley ni mis los
Intereses, interpongo RECURSO DE APELACIÓN a fin de que el Superior Jerárquico
declare su Nulidad o sucesoriamente la Revoque, en base a los fundamentos de hecho y de
derecho que ha continuación expongo:
5. En ese sentido, el criterio establecido por casi la totalidad de la doctrina que ha abordado el
tema de las costas y costos, es que se trata de un pronunciamiento accesorio a la resolución
que analiza un proceso o un incidente. El más representativo defensor de este carácter
accesorio fue Chiovenda, para quien la condena de costas y costos “es un complemento
necesario de la declaración de derecho …”. A lo dicho por Chiovenda, podemos agregar que
este carácter accesorio radica en que la condena no tiene hechos constitutivos propios, es
decir, no obedece a la identificación, por parte del juzgador, de un comportamiento temerario
o de mala fe del litigante que deba ser castigado por el ordenamiento, sino simplemente es
consecuencia de la derrota de una de las partes, y dicha concepción no ha sido tomado en
cuenta por el juzgador en la sentencia materia de apelación, conforme así lo dispone inclusive
el inciso 6 del artículo 122 del Código Procesal Civil, lo cual consideramos un atentado y
agravio hacia nosotros.
6. Conforme se aprecia de la sentencia, el fundamento por el cual el juzgado eximió de la
condena de costas y costos a los demandados, radicó en la apreciación de razones de la no
existencia de temeridad procesal, es decir que hubo razones atendibles para litigar. Sin
embargo, estas “razones” han sido materia de mucha controversia en la doctrina y legislación
comparada y sus repercusiones se sienten hasta nuestros días.
Por ejemplo, en Italia se habla de exención de la condena en costas cuando medien “justos
motivos para litigar”. Sin embargo, desde el 2009, la fórmula cambió en dicho país y ahora se
hace alusión a “graves y excepcionales razones”, aunque observándolo bien se trata de la
misma regulación, pero expresada en otros términos. Lo cierto es que, históricamente, en
virtud de esta causal, los jueces nacionales y extranjeros (en la cual incluimos al a´quo)
encontraron y encuentran hoy la salida perfecta para no condenar al derrotado, y de este
modo, evitar infringirles lo que ellos considerarían un doble daño (el primero sería no
haberles dado la razón en el proceso y el segundo condenarlos al reembolso de las costas y
costos). Quienes así piensan no reparan, sin embargo, que tratando de evitar
tal situación, en realidad están optando por una solución más injusta, toda vez que se estaría
dañando al vencedor, quien a pesar de su victoria no podrá recuperar lo que gastó en el
proceso defendiendo sus derechos .
7. Por otro lado, resulta una tarea muy difícil determinar el contenido de los justos motivos (o
razones atendibles) para litigar, los supuestos son infinitos, tanto como la imaginación de los
juzgadores. Tal es el ejemplo de la sentencia materia de apelación en la cual el juez solo habla
de que “no ha existido temeridad procesal”, cuando es al contrario, conforme se podrá
apreciar del contenido de la contestación de la demanda, por lo que seguiremos expuestos a la
total discrecionalidad de los juzgadores como el a´quo para la exención de la condena con
resoluciones carentes de motivación como la apelada.
8. En la legislación actual, el primer párrafo del artículo 412 del Código Procesal Civil no
hace referencia a las razones o motivos para litigar, sólo dispone que el derrotado será
condenado, salvo declaración expresa y motivada de exoneración. Sin embargo, imaginamos
que la fórmula del código anterior se encuentra tan arraigada por los operadores jurídicos que
aún la siguen empleando, como en el caso de la sentencia materia de apelación. Sin perjuicio
de ello, lo planteado por el artículo 412 del Código Procesal Civil, nos parece adecuado sobre
todo, por la plenitud que representa, dado que, las causales de exención de la condena pueden
ser diversas, siendo los motivos atendibles para litigar sólo una de ellas, lo que no ha ocurrido
en el caso de autos.
10. La prestación del servicio jurisdiccional se obtiene cuando después de un proceso o de los
trámites adecuados, el Juez o Tribunal expide una sentencia que pone fin a la instancia;
resolución que implica un acto decisorio que a través de un juicio racional y voluntario
conlleva a la apreciación subjetiva de conformidad o disconformidad con la pretensión
ejercida por los sujetos de derechos con el derecho objetivo, otorgando o denegando ésta.
12. En este orden de hechos, la motivación de una resolución, en especial de una sentencia,
supone una justificación racional, no arbitraria de la misma, expresada mediante un
razonamiento lógico concreto, no abstracto, particular, no genérico, esta justificación debe
incluir: Un juicio lógico, motivación razonada del derecho, motivación razonada de los
hechos y respuesta a las pretensiones de las partes. La motivación es pues una prohibición de
arbitrariedad; situación que en el caso de la sentencia materia de apelación no se ha cumplido
en ninguno de sus aspectos AL EXONERAR A LOS DEMANDADOS DEL PAGO DE LAS
COSTAS Y COSTOS, es decir se ha emitido una sentencia solo por inferencias y supuestos,
infiriéndose con ello, que la resolución dictada y que me agravia ha sido fruto de una lectura e
interpretación ligera de la demanda Y DE SU CONTESTACIÓN. MOTIVO POR EL CUAL
ESTOY PRESENTANDO EL MEDIO IMPUGNATORIO CON EL OBJETO O FIN DE
OBTENER SU REVOCACIÓN O ANULACIÓN POR EL ÓRGANO
JURISDICCIONAL JERÁRQUICAMENTE SUPERIOR.
B. Por otro lado, mi pretensión impugnatoria se sustenta en el hecho, de que frente al agravio
o ante la incorrecta aplicación de las normas materiales, sustantivas y procesales, el Superior
en jerarquía revoque o declare la nulidad de la Resolución (Sentencia) que estoy impugnando
y ordene al señor Aquo emitir una nueva resolución con arreglo a Ley.