DEPRESIONES Y DESILUSIONES (Rut_1:11-13)

INTRODUCCIÓN.- Elimelec con su esposa Noemí y sus dos hijos dejaron su patria porque había hambruna y les iba
mal. Pero en Moab, donde se radicaron, les fue peor. En el lapso de 10 años Elimelec y sus dos hijos murieron.

La “depresión” no es una enfermedad. Aunque hay algunos malos funcionamientos orgánicos que pueden
provocar sentimientos de “depresión”, muchos síntomas y males definidos como depresión (ya sean efímeras o
crónicas) son consecuencias de hábitos no bíblicos y/o reacciones pecaminosas a las circunstancias y a otras
personas.

I. PERDIÓ TODA ESPERANZA / CONFIANZA (11-13ª)

“Y Noemí respondió: Volveos,…; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos…? Volveos,…;… ya soy vieja para tener
marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo,…estuviese con marido, y…diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos…?
¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos?”

Recuperándose del shock las mujeres comienzan a realizar planes para hacerle frente a la vida. Aun sin los medios
de comunicaciones modernos, llegan las noticias de que la situación económica de Judá ha mejorado. En tales
circunstancias Noemí resuelve regresar a Belén. Y para su sorpresa, ¡las nueras quieren acompañarla! Hacen
planes y evidentemente emprenden el camino (v. 7). Noemí comienza a dudar. ¿Qué hará con nueras moabitas en
Belén…? Concluye: “Es mejor que no vayan”. Y comienza a persuadirlas (vv. 8, 9).

Todo esto fue una experiencia muy amarga para Noemí, al punto de haber perdido toda confianza en el Señor.

Veamos un ejemplo de alguien que enviudó y perdió toda esperanza al punto de llevarla a tomar una decisión
equivocada. Gén_38

¿Tengo yo más hijos…?.-

…estuviese con marido…

La vida de una viuda en la antigüedad era muy penosa, pero Dios hace mucho para darle el respeto y valor que se
merece.

No esperes nada de nadie, es decir, espera todo de Dios y de ti. ¡No te rindas!

¿Cuáles son los factores posibles que pueden conducir a la depresión?

Muchos factores pueden contribuir a “estar deprimido”. Hay abundantes elementos físicos que no tienen que
ver con el pecado. Sin embargo, debes cuidarte de las respuestas no bíblicas cuando estés en medio de los
problemas físicos.

A. Factores físicos tales como: enfermedad, partos, cirugía y el proceso de recuperación, desbalances
hormonales o químicos, disfunciones orgánicas, pérdida del sueño, ciclo menstrual o males físicos
(hipoglucemia, diabetes).

Es importante que un médico haga un diagnóstico clínico. Simultáneamente, sin embargo, tienes que hacer
los cambios bíblicos en tu vida para que aprendas a vivir bíblicamente en medio de los padecimientos
físicos y del tratamiento médico. Ojo: Dios es soberano y nunca permitirá que un problema físico llegue a tu
vida que haría imposible la obediencia a su Palabra.

B. Respuestas no bíblicas a situaciones de la vida, tales como: “desventajas” físicas (parálisis, pérdida de una
extremidad, ceguera, sordera), pérdida del trabajo, divorcio, muerte de un ser querido, pérdida de una
relación, dificultades económicas, accidentes, conflictos interpersonales, hijos que dejan el hogar al
madurar, traumas.
 C. Falta de obediencia bíblica con respecto a: desórdenes alimenticios, exceso de trabajo, descanso
insuficiente, hábitos inadecuados de sueño, abuso de sustancias (drogas, alcohol, medicinas recetadas),
falta de ejercicio, rehusar perdonar a los demás, no confesar pecados al Señor.

Aarón T. Beck, un psiquiatra que se formó en Yale, dice que la mayoría de la gente que está deprimida
piensa:
a. De sí misma; “No sirvo para nada”
b. Del mundo; “Todo está en contra de mí”
c. Del futuro; “La situación nunca mejorará”

1Ped_5:7

II. PERDIÓ TODA TEMPLANZA (dominio propio, sobriedad, continencia) (13 b)

“…No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.”

Toda la vida de alabanza de Noemí, se esfumó. NOEMÍ = PLACENTERA

Pensamientos y patrones de pensamiento no bíblicos, que incluyen: amargura, preocupación, ansiedad, celos,
auto conmiseración, un espíritu no perdonador, impaciencia, pensamientos lujuriosos, guardar rencores,
pensamiento arrogante, enojo o que te estimes superior a los demás.

Su vida dio un cambio rotundo, y la forma como estaba enfrentando la prueba no era la manera correcta.

Noemí no era la misma persona que dejo Belén con su familia hace 10 años atrás. Regresaba a su tierra cambiada.
Regresaba sin esposo y sin hijos, y con amargura, diciendo que Dios se había ensañado con ella, como lo expresa
en el verso 13.  Lo bueno de todo esto es que Dios la estaba esperando en Belén aun sin ella imaginárselo.  Esto
nos dice que la gracia de Dios está disponible para todos aquellos que simplemente lo buscan y regresan a Él.

No importa lo difícil que parezca una situación, el Señor Jesucristo ya la ha vencido ( Ju_16:33). Dios no permitirá
que algo entre en tu vida que esté fuera de su control o más allá de tu capacidad para soportar sin pecar. Las
pruebas son para tu bien, y dan la oportunidad para que el poder de Dios se manifieste en tu vida. ( 1Co_10:13;
1Pe_1:6-7)

Algunos principios básicos para tratar la depresión:

A. Deshacerse de sus resentimientos diariamente (Efe_4:26). No se vaya a la cama enojada con otra
persona. Resuelva sus amarguras, heridas y cóleras diariamente.

B. Haga todo lo que pueda por resolver los conflictos familiares. “Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos los hombres (Romanos 12:18). Haga su parte por estar en paz con cada
miembro de su familia. Desarrolle intimidad y acercamiento con su esposa e hijos.

C. Cada día, encuentre algo que usted pueda hacer por alguna persona especial; Ayude a alguien que
necesite ayuda. (Fil_2:3-4)

D. Comprométase a una relación íntima y amorosa con Jesucristo. Glorifique a Jesucristo con su vida
diaria. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)

E. Haga tiempo para compartir un tiempo de compañerismo con uno o dos buenos cristianos del
mismo sexo. Participe en un grupo bíblico pequeño o un grupo compartido. (Col_4:6)

F. Meditar en la palabra de Dios diariamente y aplíquela en su vida diaria.

(Jos_ 1:18; Salmos 1; Salmos 119).