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Alteraciones auditivas

Hipoacusia
Definición
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno sensorial que
consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del
habla, el lenguaje y la comunicación.
Epidemiologia
Uno de cada 300 niños nace con una deficiencia auditiva, y uno de cada 1.000 con
una sordera profunda bilateral; el 74% de los niños que presentan retraso en el
lenguaje padecen hipoacusia, y muchos niños con retraso psicomotor y
alteraciones de la conducta tienen una hipoacusia leve que no ha sido
diagnosticada.
Clasificación: Tipos de hipoacusia
La gravedad de la hipoacusia depende de tres factores principales: la intensidad
de la pérdida auditiva, la localización de la lesión, y el momento de aparición de la
misma.

Una hipoacusia puede aparecer tanto en el periodo de vida prenatal como


postnatal, y hasta la adolescencia tardía. Según el momento en el que se
produzca la pérdida de la audición, la hipoacusia puede ser:

 Prelocutiva (si aparece antes de aprender a hablar).

 Postlocutiva (después de aprender a hablar).

 Perilocutiva (cuando se está aprendiendo a hablar).

De acuerdo a la localización de la lesión, las hipoacusias pueden ser de


transmisión (o conductivas), o de percepción (o neurosensoriales), siendo estas
últimas las más graves:

 En las hipoacusias de transmisión, se encuentra afectada la parte mecánica


del oído (oído externo y medio), debido a patologías localizadas en el oído
externo y medio, diferentes formas de otitis medias y sus secuelas, la
tímpano esclerosis, la otoesclerosis estapedial, los traumatismos, y las
malformaciones congénitas del oído externo y medio.

 En las hipoacusias de percepción se afecta el oído interno, o el nervio


auditivo que transmite el sonido al cerebro; con frecuencia aparecen
asociadas a patologías del oído medio, dando lugar a hipoacusias mixtas.
Dependiendo de su causa las hipoacusias de percepción pueden
instaurarse de forma progresiva o súbita, afectar a uno o a ambos oídos, y
aparecer en un periodo de vida pre o postnatal.

De acuerdo a la intensidad de la pérdida auditiva, las hipoacusias pueden


clasificarse en:

 Ligera: con una pérdida de 20-40 dB; se caracteriza por la dificultad para


escuchar conversaciones lejanas o en entornos ruidosos.

 Media: con una pérdida de 40-70 dB; se caracteriza por la dificultad para


participar en conversaciones.

 Severa: una pérdida de 70-90 dB; solo pueden escuchar conversaciones


muy altas y a menos de 30 cm.
 Profunda: una pérdida superior a 90 dB, solo son capaces de escuchar
algunos sonidos ambientales muy intensos.
Diagnostico

El diagnóstico universal neonatal de la sordera es el método de elección que se


emplea para evaluar a todos los recién nacidos.

La otoscopia o exploración mediante luz del oído externo y hasta el tímpano no


debe faltar en toda evaluación de una persona con hipoacusia. Mediante esta
prueba se pueden detectar obstrucciones del oído externo, infecciones, tumores,
etcétera. Si con la otoscopia se vislumbran alteraciones en la transmisión de la luz
a través del tímpano, se debe recurrir al TAC o la resonancia para descartar
problemas en la cadena de huesecillos u otras estructuras. 

El otorrino también puede recurrir a la exploración mediante el diapasón, que


permite poner de manifiesto alteraciones en la transmisión del sonido a través de
estructuras óseas como la apófisis mastoides.

En niños recién nacidos se realizan pruebas de otoemisiones acústicas


provocadas y potenciales evocados auditivos. En niños más mayores (a partir de
cuatro años) se pueden realizar pruebas complementarias que requieren la
colaboración del niño para su realización, como es la audiometría del juego y la
timpanometría. Las audiometrías permiten observar los movimientos reflejos ante
la presencia o ausencia de sonidos; se emplea el juego creando una respuesta
condicionada para que el niño realice una acción o juego que muestra cuándo oye
el sonido.

Cuando la hipoacusia comienza a muy temprana edad pueden verse afectados


el desarrollo del habla y del lenguaje, el desarrollo social y emocional, el
comportamiento, y la atención y el rendimiento académico. Por este motivo, se
debe considerar la presencia de hipoacusia en cualquier niño con dificultades de
habla y del lenguaje, con un rendimiento escolar por debajo de la media, mal
comportamiento y falta de atención en clase.

Tratamiento

Existen diferentes tratamientos destinados a curar o mejorar los efectos de


la hipoacusia, y su aplicación depende del origen, las causas y las características
de la lesión que causa la sordera o pérdida de audición.

Las hipoacusias de transmisión tienen un pronóstico bastante bueno, y los


tratamientos aplicados actualmente resultan satisfactorios. Las otitis medias
habitualmente se curan sin dejar secuelas significativas en más del 95% de los
casos; en el tratamiento se emplean antibióticos y mucolíticos, y se colocan tubos
transtimpánicos.

Las lesiones tímpano-osiculares, como las perforaciones de la membrana


timpánica y las alteraciones en los huesecillos, se tratan con una microcirugía, que
tiene éxito en más del 80% de los casos.

En los pacientes con malformaciones congénitas se utilizan reconstrucciones


quirúrgicas en función de la gravedad de la malformación. Actualmente existen
dispositivos implantables electromagnéticos, que actúan como vibradores óseos,
con excelentes resultados.

Las hipoacusias de percepción, por el contrario, no cuentan con un tratamiento


que cure definitivamente las lesiones, ya que el daño producido a nivel neuronal
es irreparable. Por lo tanto, el tratamiento de este tipo de hipoacusias se centra en
mejorar la comunicación mediante el empleo de audífonos y de implantes
cocleares. Los audífonos son dispositivos electrónicos cuya función es amplificar
el sonido que llega al oído. Los implantes cocleares son prótesis auditivas
especiales que se colocan realizando una intervención quirúrgica en el oído
interno dañado, y sustituyen así su función.

Acufenos
Definición
La palabra acúfeno es completamente sinónima de tinnitus y se trata del mismo
síntoma: ruido que el paciente siente en alguno de sus oídos, Como norma
general, deben diferenciarse, mediante las preguntas oportunas, de otros ruidos
que muchos pacientes refieren localizados en el interior de la cabeza y que no
tienen nada que ver con los oídos.
Los acúfenos son ruidos indefinidos, pero de tonalidad o características que el
paciente puede llegar a describir con precisión. Son fácilmente distinguibles de
esas manifestaciones sonoras perfectamente estructuradas en palabras o en
frases que dicen oír los enfermos psicóticos y esquizofrénicos. Estas
alucinaciones sonoras, en cambio, no obedecen a ningún sustrato patológico con
origen en los oídos
Epidemiologia
Es más común en hombres que en mujeres, y su prevalencia aumenta en la
medida que aumenta la edad (más alta en personas mayores de 75 años). Casi el
12% de los hombres con edades entre los 65 y 74 años lo padecen.
Etiología
Los acúfenos son ruidos que sólo son percibidos por el paciente. No pueden ser
oídos por nadie más, por muy intensos y reales que le parezcan al enfermo. Sin
embargo, aun cuando no conozcamos su génesis o su patogenia, tienen una
entidad real.
 Existen ruidos audibles desde el exterior o mediante métodos de
amplificación sonora. No están originados propiamente en el oído, y
corresponden a soplos vasculares intracraneales.
 Otros ruidos percibidos por el paciente corresponden a la entrada y salida
de aire en el oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Suelen tener
una sincronía con los movimientos respiratorios. Sólo aparecen en
personas con una disfunción tubárica llamada trompa abierta.
 Tampoco son acúfenos los chasquidos de la deglución y al tragar saliva que
el paciente percibe magnificados.
Fisiopatología
Células de la cóclea: La teoría más aceptada: los dos tipos de células ciliadas
cambian con los años. Si lo hacen de forma desigual, pueden generar señales
eléctricas. Acufeno no descartado: Se oye por un error de percepción una señal
superflua se considera importante Percepción consciente: El acúfeno llega a la
corteza cerebral como un ruido de fondo: zumbido, pitido... molestia: La paciente
nota que el sonido no procede del exterior y puede sentirse molesto, preocupado o
angustiado
Tipos de acúfeno
 Acúfeno Ruidos procedentes probablemente de la vía auditiva.
 Somatosonido Sonido corporal, con frecuencia vascular (pulsátil).
 Acúfeno somatosensorial Se producen por agresión del sistema
somatosensorial (por ejemplo, latigazo cervical). Varían con movimientos de
la boca, mandíbula, cabeza o miembros.
Diagnóstico
Se precisa una audiometría e impedanciometría y, en ocasiones, resonancia u
otras pruebas radiológicas, análisis y estudios cardiacos. Cuando se constata que
es un síntoma irrelevante, que es lo más frecuente, el paciente se tranquiliza ya
que, ante el desconocimiento, puede referir alteraciones del sueño, ansiedad,
depresión o angustia.
 No es una patología. Es un síntoma aislado y, a veces, puede acompañar
a pérdida auditiva o vértigo, pero no es causante de éstos. La molestia se
debe a una alteración en su procesamiento central y es reversible. Puede
tratarse reentrenando la vía auditiva
Tratamiento
 Terapia de Habituación (TRT). El acúfeno puede dejar de notarse
entrenando a la vía auditiva para que lo ignore y se produzca la
habituación. Según los síntomas que acompañan al acúfeno el tratamiento
con sonidos varía
Tipos de pacientes:
1. El acúfeno apenas le molesta
2. Le molesta, tiene un impacto en su vida
3. El paciente tiene, además, cierta pérdida auditiva
4. Hiperacusia: muy sensible a los sonidos en general
5. La exposición a un ruido aumenta el acúfeno por un tiempo
Tipos de tratamiento
Consejo terapéutico: Descartada una enfermedad, se le tranquiliza explicándole
por qué le molesta y que tiene tratamiento.
Evite el silencio: En situaciones de silencio, el acúfeno se agrava. Se utiliza
música o una radio de fondo.
Generadores de sonido Producen un ruido blanco que se usa de 6 a 8 horas al
día en una o dos sesiones.
Uso de audífonos: Solo si hay pérdida de audición. Se percibirá más sonidos
exteriores y menos el acúfeno
Terapia de desensibilización Música neutra o sonido de naturaleza y una
actividad relajante para reducir su nivel de alerta al ruido

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