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NOVENA A NUESTRA MADRE LA VIRGEN SANTISIMA DE EL QUINCHE

Cuando te encuentres en alguna situación difícil, amarga o dolorosa, recurre con toda
confianza a nuestra Madre Sra. de El Quinche mediante el rezo de su Novena. Cuando
hayas recibido algún favor, por intercesión de la Sma. Virgen, también, acude a Ella para
agradecerle, mediante el rezo de su Novena.

Si deseas progresar en tu vida humana y espiritual, afirmarte en la fe o veneer las


tentaciones del demonio, acude a la Stma. Virgen de El Quinche, mediante la siguiente
Novena.

L. Por la señal...

Oración para todos los días.

Dulcísima Madre de El Quinche. ¡Refugio de los desamparados, consuelo de los que


sufrimos en este valle de lágrimas! Vuelve a nosotros tus miradas llenas de misericordia y
compadécete de nuestra situación. (Comunica a la Santisima. Virgen el problema que
tienes). Te damos gracias por todos los beneficios que por tu intercesión hemos recibido y
esperamos alcanzar las gracias que te pedimos en esta Novena. Amén.

Día Primero

. Reflexión.

Los pensamientos de Dios son distintos de los pensamientos de los hombres. Los caminos
de Dios, distintos de los caminos de los hombres. María Santísima recibe el anuncio de la
Encarnación del Hijo de Dios y se turba, pues no sabe el cómo ni el por qué; pero acepta la
voluntad del Señor: "Hágase en mí según tu Palabra". Madre Santísima de El Quinche, en
este día quiero aprender de Ti a aceptar todo lo que el Señor se digne enviarme; por eso,
desde este momento también repito: "Hágase, Señor, tu santa voluntad". Sé que mi Dios
desea sólo mi el bien. Por eso en El confío.

Dios te salve...

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa
belleza. A Ti celestial Princesa, Virgen, sagrada María, te ofrezco en este día: alma, vida y
corazón. Mírame con compasión, no me dejes Madre mía, ahora y en mi última agonía, sed
mi amparo y protección.

Amén.

Entona un cántico a la Sma. Virgen.


Día Segundo

L. Oración para todos los días

L. María Santísima, en cuanto sabe que su prima Isabel está encinta, corre presurosa a casa
de su pariente y se entrega a los servicios del hogar, brindándoles alegría y seguridad. El
hombre ha recibido de Dios todos los dones para poderse entregar a los hermanos. Madre
mía de El Quinche: en este día quiero imitar tu entrega a los devotos, por eso, no dejaré
pasar oportunidad para ayudar a mis hermanos en lo que sea, sin esperar ninguna
recompensa.

L. Bendita sea tu pureza...

L. Cántico.

Día Tercero

Nació Jesús pobre y humilde sobre unas pajas. Júbilo para María y José, para todos sus
parientes, familiares y amigos. Cada niño es criatura de Dios, enviado por Dios; debe ser
acogido con la alegría de un regalo de Dios. No importa la situación económica o social.
Jesús llega al mundo para salvar a los hombres. Todos tenemos la misión de salvar a los
demás para que todos se salven. Madre Santísima de El Quinche ayúdame a comprender
que los niños son regalo de Dios. En este día recibiré y trataré a los niños con dulzura, con
amor y hasta con sacrificio.

Termina como el primer día.

Día Cuarto

María Santísima, luego del nacimiento de su Niño, acude al templo para agradecer ese don
maravilloso y entregarlo a Dios como principio y fin de toda criatura. La consagración a
Dios de un niño significa el encargo que hacen los padres para que el Señor lo tome bajo su
responsabilidad, lo cuide con más amor y le rodee de mayores cuidados. ¿Pueden el padre y
la madre de familia, hacer beneficio más grande a sus hijos? Madre amorosísima, en este
momento me uno a Ti y desde el fondo de mi alma entrego y consagro al Señor a todos mis
hijos.

Termina como el primer día.

Día Quinto

María y José hicieron una peregrinación a Jerusalem. Se les perdió Jesús. Después de tres
días interminables de amargura y sufrimiento, de preocupación y búsqueda, lo encuentran
en el Templo. Semana a semana en nuestro Santuario contemplamos esta misma escena:
niños que se extravían de sus padres. Alegría sin limites cuando los encuentran. Mayor
dolor y sufrimiento debe causar el contemplar a un hijo, que poco a poco, y delante de
nosotros, se va perdiendo moralmente. Dulce Madre ¡Dame la verdadera preocupación para
no dejar que ninguno de mis hijos se pierda! Y yo como hijo me entregaré con confianza a
la dirección de mis padres.

Termina como el primer día.

Día Sexto

Hoy Madre mía de El Quinche, quiero contemplarte acompañando a tu Hijo Jesús,


diariamente y a través de todos los caminos y en medio de todas las circunstancias, unas
alegres y otras dolorosas. Llegas hasta el Calvario porque allá sube tu Hijo. Tu pecho está
siempre listo a recibir a Jesús en los momentos de bonanza como a recogerlo en su agonía y
muerte. ¡Señora y Madre mía de El Quinche! Que aprenda de Ti a tener siempre mi corazón
abierto al que ama y al que me odia, al justo y al que ha caído. Que mi corazón reciba a
todos sin distinción, porque en el dolor está la salvación mía y la de mis hermanos.

Termina como el primer día.

Día Séptimo

iMadre! Quisiera haber vivido un solo día en tu compañía y en la de José, tu esposo y Jesús
tu Hijo. ¡Qué manifestaciones de amor y de cariño! Qué responsabilidad en tu trabajo;
diariamente el mismo y sin rutina, sin enfado; ¡qué paz y concordia entre los tres de la
familia! No hay abundancia ni lujos, pero sí lo necesario, pero bien distribuido, bien
repartido para que nada falte. ¿De dónde sacas toda esa sabiduría? De los repetidos minutos
que pasas en unión con Dios, de esa oración constante y diaria. Madre mía de El Quinche,
haz que siga tus pasos, que aprenda a vivir en el hogar como Tu y los tuyos.

Termina como el primer día.

Día Octavo

María murió, pero su cuerpo Santísimo no estuvo sujeto a la corrupción del sepulcro. Fue
llevado en manos de los ángeles, a los cielos. La ley de la muerte. Poco pienso en la muerte
y me parece que nunca voy a morir; sin embargo, he de morir mas no sé cuándo, mas no sé
cómo, mas no sé dónde. Lo cierto es que después de muerto me presentaré al tribunal
divino a rendir cuenta de todas las acciones de mi vida. ¡Misericordiosísima Madre de El
Quinche! socórreme desde ahora para que en el instante de mi muerte descanse en tus
brazos y en paz el alma mía.

Termina como el primer día.

Día Noveno
María Santísima es coronada en el cielo como Reina del Universo. La coronación de María
no significa un don gratuito del Padre sino el premio a una vida ejemplar, sin tacha; a una
vida de unión constante con su Dios para hacer en todo su Voluntad. Toda la vida de María
puede resumirse en: Amar a Dios diariamente y servir a los hombres sus hermanos. No
olvidemos que Jesucristo nos dejó a María como nuestra Madre. Virgen Santísima de El
Quinche, Madre mía bondadosísima, ¡quiero terminar esta Novena dándote gracias por
tantos ejemplos y lecciones que me habéis dado y prometo ser fiel a tus enseñanzas. En Ti
confío, a Ti me entrego, Madre y abogada nuestra.

Amén.

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