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Desarrollo Social y
Emocional del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
CONTENIDO
Índice de ilustraciones............................................ ¡Error! Marcador no definido.
1. RELACIONES FAMILIARES Y BÚSQUEDA DE AUTONOMÍA ................................ 4
1.1 Conflictos y cercanía en las relaciones entre padres e hijos....................... 4
1.2. Los estilos educativos y la autonomía ...................................................... 10
1.3 A modo de conclusión ............................................................................... 14
2. RELACIONES ENTRE IGUALES. ......................................................................... 16
2.1 Amistad y grupo de iguales ....................................................................... 16
2.1.1 La conformidad .................................................................................. 18
2.1.2 Las diferencias de género................................................................... 20
2.2 Relaciones de pareja ................................................................................. 21
2.2.1. Las relaciones sexuales ..................................................................... 24
CONCLUSIÓN ....................................................................................................... 27
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 29
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Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. La familia Simpson nos acompañará a lo largo del epígrafe ........... 4
Ilustración 2. Frecuencia de conflictos entre padres e hijos (Parra, 2005) ........... 5
Ilustración 3. Temas por los que discuten los adolescentes en casa, por orden de
prelación (Para, 2001) ........................................................................................... 6
Ilustración 4. Relación entre ajuste adolescente y conflictos familiares .............. 8
Ilustración 5. Temas que generan conflicto en las relaciones familiares e
intensidad emocional de las discusiones (Parra, 2005) ........................................ 9
Ilustración 6. Estilos Educativos (Baumried, 1968; Maccoby & Martin, 1983) ... 11
Ilustración 7. Lisa simpson .................................................................................. 13
Ilustración 8. Bart Simpson ................................................................................. 13
Ilustración 9. Familia Simpson............................................................................. 15
Ilustración 10. Bart y Milhouse ........................................................................... 16
Ilustración 11. Burt y Milhouse hacen travesuras............................................... 19
Ilustración 12. Evolución del apego al grupo de iguales a lo largo de la
adolescencia. Diferencias de género (Sánchez-Queija, 2007) ............................ 20
Ilustración 13. Evolución del grupo durante la adolescencia ............................. 22
Ilustración 14. Relaciones de pareja y teoría del apego ..................................... 23
Ilustración 15. Porcentaje de chicos y chicas que dicen haber practicado
relaciones sexuales completas (hbsc, 2006) ....................................................... 25
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Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
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Revisando la
Frecuencia de conflictos padres-hijos
bibliografía científica, parece
23
existir acuerdo en que,
22
la adolescencia, aumenta el 20
número de conflictos en el 19
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chicas consideran que el orden en su habitación, en qué gastan su dinero o qué ropa
utilizan pertenece a su esfera privada (y, por lo tanto, los padres no deben opinar en
ello), para los adultos continúan siendo cuestiones sobre las que ellos como padres
deben opinar, apelando a la responsabilidad o a la estética. Sin embargo, padres e
hijos parecen estar de acuerdo en que los adultos tienen una visión más clara sobre
aspectos como el itinerario escolar a seguir o qué ideas políticas son adecuadas, y los
adolescentes atienden mejor los argumentos de los adultos en estos ámbitos. Otra
explicación que puede completar a la anterior hace alusión a la diferente visión que
adultos y adolescentes tienen sobre el momento en el que están preparados para
realizar ciertas actividades. Chicos y chicas adolescentes suelen atribuirse
responsabilidades y capacidades con mayor precocidad de la que esperarían sus
padres y madres, lo que sin duda genera discusiones en torno a temas como la hora de
llegar a casa, la aprobación para hacer salidas sin supervisión adulta o para organizar
eventos lúdicos.
Las diferencias de género continúan estando presentes y se reflejan, como no,
en torno a estos temas. Parece ser que los chicos de nuestro entorno tienen más
discusiones que las chicas respecto a temas académicos, sobre el uso del tiempo libre
o el consumo de tabaco o alcohol, mientras que las chicas, en el único tema en el que
superan a los chicos en discusiones es respecto a la hora de llegar casa (Parra y Oliva,
2007).
El tema de los conflictos se considera importante por distintos motivos: por ser
una de las cuestiones que más preocupan a la sociedad, por su implicación en la
adquisición de autonomía y por su relación con el ajuste adolescente. En este último
sentido, la relación entre conflictos con los padres y ajuste de los adolescentes parece
funcionar en forma de U invertida (ver ilustración 4).
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Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
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- Conflictividad adolescente-padres +
La bibliografía científica confirma que los chicos y las chicas que muestran
mejor ajuste psicológico son aquellos que tienen conflictos con sus padres y madres,
cuando éstos son de intensidad y frecuencia moderada y, como es de esperar, que
quienes entablan discusiones frecuentes y fuertes con sus padres suelen mostrar
problemas psicológicos que se prolongan, incluso, más allá de la adolescencia.
Sorprende saber, sin embargo, que aquellos adolescentes que no indican conflictos en
la familia muestren un peor ajuste que quienes sí tienen conflictos, aunque
moderados. Las explicaciones más plausibles son:
Los chicos y chicas que no tienen conflictos puede que no estén demandando
mayores niveles de autonomía ni quieran ejercer la toma de decisiones (desde la
perspectiva de la teoría de Erikson serían chicos o chicas que, por algún motivo, no
exploran nuevas posibilidades y no pasan por la crisis de identidad).
Evidentemente, un chico o una chica que no sale con sus amigos, que pasa el día en
casa,que estudia o trabaja en lo que sus padres deciden (identidad hipotecada), o
que no se plantea qué es lo que quiere en el mundo y por tanto no lo explora
(identidad difusa) puede que no tenga discusiones con sus padres pero tampoco
estará adquiriendo una identidad madura, explorando las alternativas que la vida le
ofrece, aclarando sus propios deseos o emociones, ni desarrollando habilidades
que le serán necesarias durante el resto de su vida. El ajuste psicológico de estos
chicos, sin duda, no será óptimo.
También pueden ser chicos o chicas que, formando parte activa de los
adolescentes que buscan alternativas y aprovechan la moratoria psicosocial para
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adolescencia, los padres deberán dejar de forma progresiva una mayor autonomía a
sus hijos e hijas en la toma de decisiones. Durante la adolescencia inicial es más fácil
que la disputa finalice con la claudicación del hijo y la retirada a su habitación mientras
que la negociación y la llegada a acuerdos es mayor según aumenta la edad del
adolescente.
Los párrafos previos, centrados en los conflictos, pueden estar causando en el
lector la idea de que la adolescencia es un momento dramático para las familias.
Posiblemente porque, como ya hemos argumentado en anteriores temas, esta idea es
la más extendida en la sociedad. Sin embargo, queremos hacer llegar al lector algunos
datos muy concretos que apoyan la idea de continuidad en las relaciones que
apuntábamos más arriba y que reflejan que, a pesar de los cambios en las
interacciones inherentes al desarrollo humano y a los cambios físicos, cognitivos y
sociales del adolescente, la continuidad prima sobre el cambio.
Los estudios revelan que las familias que son conflictivas durante la
adolescencia ya lo eran previamente, en etapas anteriores. Aunque se dan casos, los
sistemas familiares con buen ajuste durante la infancia que derivan en conflictos
importantes en la adolescencia son apenas un 5% del total (Steinberg, 2001). De
hecho, los datos muestran que menos del 10% de las familias tienen dificultades serias
durante la etapa de la adolescencia, mostrando la mayor parte de los adolescentes una
baja conflictividad, aunque la problemática que existe sigue los patrones indicados, es
decir aumento de conflictos en la adolescencia inicial –cuando se producen los
cambios más bruscos y evidentes exteriormente- y reequilibrio a partir de la
adolescencia media, cuando las nuevas capacidades cognitivas se van asentando y,
padres y adolescentes van adquiriendo y adaptándose a los nuevos roles (Parra y Oliva,
2007).
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dimensión afecto y comunicación con un buen ajuste interno (buena autoestima, baja
ansiedad y depresión, p. ej.).
Collins y Laursen (2004) resumen los hallazgos de los estudios sobre la
influencia de los diferentes estilos educativos en el chico o la chica adolescente y
concluyen que, los padres con estilo educativo democrático dan prioridad las
necesidades de sus hijos, lo que implica, entre otras cuestiones, realizar demandas de
madurez apropiadas a la edad. Quienes muestran un estilo educativo autoritario dan
prioridad a sus propias necesidades y agendas, exigen obediencia a sus hijos, castigan
la desobediencia y utilizan métodos autoritarios para conseguir su conformidad.
Finalmente, los padres con estilo educativo permisivo centran toda la atención en el
hijo pero sin demandarles madurez, ni compromisos, ni implicación en actividades y en
la toma de decisiones en aspectos que podrían beneficiarles. De esta forma, cuando las
relaciones entre padres e hijos se rigen por un estilo democrático, estarán
caracterizadas por la reciprocidad y la comunicación bidireccional. En el caso de que se
den estilos no democráticos, la comunicación y la reciprocidad se romperán debido, en
el caso del estilo autoritario, al dominio de los intereses del padre o la madre y en el
estilo permisivo, al dominio del hijo o hija.
En este marco teórico, la numerosa investigación realizada lleva a la conclusión
de que los diferentes estilos educativos correlacionan con otros tantos outcomes en
los adolescentes, que Lila, Van Aken, Musitu y Buelga (2006) sintetizan de la siguiente
forma: los progenitores democráticos tienen hijos que son más ajustados, más
maduros socialmente, competentes psicosocialmente, con mejor autoestima y más
logros académicos. Por su parte, los adolescentes con padres autoritarios se implican
menos a la hora de explorar las diferentes alternativas para lograr una identidad,
adoptan las normas morales externas sin internalizarlas, tienen niveles más bajos de
autoconfianza y autoestima, y muestran problemas cuando deben guiar su
comportamiento a partir de sus propias decisiones. En general, cuando falta alguno de
los componentes del estilo democrático aparecen algunos problemas: los adolescentes
con padres permisivos confían en sí mismos (han recibido alto afecto y comunicación),
pero muestran niveles elevados de consumo de sustancias y dificultades académicas
(no se ha ejercido el control ni la supervisión sobre ellos); los adolescentes con padres
autoritarios son obedientes y disciplinados pero no son competentes (han recibido
control y supervisión sobre sus actos, pero no han interiorizado las normas ni el por
qué de los actos) y los adolescentes con padres indiferentes son los más
problemáticos, no son competentes y además muestran problemas de conducta (no
han recibido ni afecto ni la debida supervisión).
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NA: Para la exposición se ha seguido el esquema-resumen de Brown y Larson, pero eliminando
y añadiendo alguna información a criterio de las autoras del capítulo.
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autores consideran que no se puede hablar de auténtica amistad (más allá del
simple compañerismo) hasta la adolescencia cuando las relaciones pasan de: estar
basadas en el juego a basarse en la comunicación, de estar confinadas al patio del
recreo o los espacios lúdicos supervisados por adultos a los creados por los propios
adolescentes y de estar basadas en cuestiones superficiales como la coincidencia
en la clase o en actividades extraescolares a basarse en la autoexploración, en el
apoyo emocional y en la autorrevelación (Buhrmester, 1996).
2. Las relaciones entre iguales se vuelven más complejas. Aparecen nuevos tipos de
relaciones como el gran grupo o pandilla (p. eje. los macarras, los empollones, los
deportistas, los latinos, los pijos), el pequeño grupo o cuadrilla (de 5 o 6 miembros)
y/o el amigo/a íntimo o la pareja. También aparece toda una cultura de iguales que
va a depender de la pandilla y/o cuadrilla a la que pertenezca el/la adolescente en
donde la reputación del individuo dentro del grupo cobra una importancia
específica.
3. Los amigos y el grupo de amigos están caracterizados por la semejanza entre ellos,
fruto tanto de la selección como de la influencia mutua y la deselección.
Trataremos este tema más adelante en el capítulo, en el apartado de la
conformidad.
4. Aquellos adolescentes con buenas habilidades sociales aparecen mejor ajustados
que los que no la tienen, tanto en lo referente a las relaciones sociales –algo que
parece obvio- como en la adaptación académica y emocional.
5. La auto-percepción de las relaciones entre iguales no es fiable. Los adolescentes
sobreestiman los parecidos con los amigos, en especial, si se involucran en
actividades antisociales o consumo de drogas. Es decir, preguntando a los
adolescentes cuántos de sus amigos consumen (por ejemplo, marihuana) si el
adolescente la consume considera que sus amigos también lo hacen y en
cantidades similares o, incluso, mayores; sin embargo, las investigaciones que
tiene en cuenta la respuesta del adolescente pero también la de sus amigos,
reflejan que, con mucha frecuencia, los amigos en realidad consumen menos de lo
que el adolescente dice e, incluso, que no consumen.
6. La afiliación con los iguales y la reputación es sólo moderadamente estable, es
decir, es fácil encontrar a adolescentes que a lo largo del año nombran a personas
diferentes como su mejor amigo. Igualmente, cambian los miembros de la
cuadrilla, aunque algunos permanezcan, existen otros que van y que vienen.
Incluso la pareja es inestable durante los años de la adolescencia. Sin embargo, se
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encuentra mayor estabilidad con los años, y los amigos, pareja o cuadrilla del final
de la adolescencia final son más estables y duraderos que la del inicio de la
adolescencia. A pesar de ello, el tipo de gran grupo con el que se afilian sí que suele
ser estable, y quienes forman parte de un grupo, por ejemplo, de “gamberros”,
podrá cambiar de mejor amigo, o de cuadrilla, pero seguirá unido a un grupo de
“gamberros”. Lo mismo ocurre cuando el grupo es positivo, por ejemplo de
“estudiosos”, aunque cambien los individuos concretos que lo formen, el
adolescente seguirá vinculado a un grupo similar.
7. La influencia de los iguales es un proceso complejo recíproco y no unidireccional.
Es decir, los chicos y chicas adolescentes se influencian unos a otros en contra de
algunas teorías cotidianas que mantienen que el grupo influencia a un chico en
concreto. Además, es importante tener en consideración variables personales y
relacionales que median la relación de influencia mutua. Retomaremos esta idea
un poco más adelante.
8. Mantener buenas relaciones con los iguales es un indicador de ajuste que,
además, favorece el bienestar social y emocional de los adolescentes.
Efectivamente, multitud de estudios muestran que quienes mantienen mejores
relaciones con sus compañeros también tienen mejor bienestar emocional y
competencia relacional, menos patologías y conductas delictivas y más autoestima.
Al mismo tiempo, quienes no tienen amigos muestran sentimientos de soledad,
incompetencia, ansiedad y baja autoestima (Berndt, 1996; Parker y Asher, 1987).
Sin embargo, no es necesario establecer todas estas relaciones, ya que como
indican Kerr, Stattin, Biesecker et al (2003) el tener buenas relaciones con los
iguales, el ser capaz de desarrollar relaciones de amistad es un buen indicador de
ajuste en sí mismo, puesto que son importantes por sí mismas para los
adolescentes.
2.1.1 LA CONFORMIDAD
Que los adolescentes son conformistas, ceden a la presión al grupo de iguales y
que esa presión es ejercida hacia cuestiones negativas como el consumo de sustancias
o actos vandálicos vuelve a ser un tópico que existe en la sociedad general y en
algunos textos académicos, como advirtieran Brown y sus colaboradores (1997), y que
ha sido alimentado por algunos reputados psicólogos (ej. Bronfenbrenner). En este
epígrafe queremos destacar una serie de hallazgos sobre el tema de la conformidad
ante la presión del grupo que no por antiguos dejan de tener vigencia, ya que son
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ILUSTRACIÓN 12. EVOLUCIÓN DEL APEGO AL GRUPO DE IGUALES A LO LARGO DE LA ADOLESCENCIA. DIFERENCIAS DE GÉNERO
(SÁNCHEZ-QUEIJA, 2007)
48
adolescencia en función del
46
45,32 género, posiblemente dibujemos
44
a dos chicas hablando entre ellas
42 41,92
y a dos chicos haciendo deporte
40
(fútbol, baloncesto, tenis, etc.). En
T1 T2 T3
esta ocasión, la bibliografía
Chicos Chicas
científica sí parece coincidir con la
visión popular, los chicos y chicas parecen enfrentarse de forma diferente a las
relaciones entre iguales. Mientras que ellas puntúan más elevado en autorrevelación e
intimidad, ellos lo hacen en actividades compartidas. La autorrevelación hace
referencia al hecho de que el adolescente confía (o revela) espontáneamente al amigo
aquellas cuestiones que realmente le preocupan, sus sentimientos y deseos más
profundos (Berndt y Keefe, 1995) y el compañero responde positivamente a estas
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Por cuestiones de espacio, nos referiremos en exclusiva a las relaciones de pareja
heterosexuales.
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emparejen y más adelante el resto de los miembros de las pandillas. Las primeras
parejas serán “rollitos” de entre 3 y 8 meses de duración. Estos “rollitos” son más una
interacción social que un contexto real en el que compartir intimidad, aunque en
algunas ocasiones son auténticos precursores de las posteriores relaciones de pareja
estable. En estos “rollitos” no suele haber la expectativa de mantener relaciones
sexuales, sino que se convierten en un apoyo a la maduración emocional (aumentan la
autoestima) y afectiva, aunque a mayor duración de la pareja más probabilidad hay de
que, efectivamente, aparezcan las primeras relaciones sexuales.
ILUSTRACIÓN 13. EVOLUCIÓN DEL GRUPO DURANTE LA ADOLESCENCIA
Además de
facilitar el entorno
donde encontrar pareja,
la relación de amistad
cuadrilla Gran pandilla
tiene otros vínculos con
unisexual (5-6 mixta (15-30 Aparición de la de pareja. Según la
miembros) muy Interacción entre miembros). parejas y
cohesionados. cuadrillas Menos cohesión, desintegración de teoría del apego, la
Contactos diferentes estatus la pandilla
cotidianos en el grupo. relación de pareja se
verá influida por el
modelo representacional
o modelo interno de
trabajo formado en la
relación con la principal
figura de apego (por lo general, la madre, en su papel de cuidador principal), ya que es
en la relación familiar donde se aprende la cercanía emocional y los intercambios
físicos que se darán, eso sí con otro significado, en la relación de pareja. Sin embargo,
no faltan autores que apuntan la idea de que la relación romántica se parece más a la
relación con el amigo íntimo y que es, en esta relación con un/a amigo/a del mismo
sexo, donde se prepara para relaciones intensas y cargadas emocionalmente (Sullivan,
1953). A nivel empírico se ha mostrado que la calidad en la relación de amistad predice
mejor las características de la relación de pareja durante la adolescencia que el tipo de
relación familiar; que tener amigos en la infancia media predice el tener relaciones de
pareja en la adolescencia inicial o media y relaciones más saludables en la adolescencia
tardía; o que quienes tienen amigos del sexo opuesto en la adolescencia inicial son
más proclives a iniciar relaciones de pareja en la adolescencia media (Brown, 2004).
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cuenta que el hecho de considerar una conducta como normal, es uno de los
principales factores para llevarla a cabo.
Aunque la doble moral que consideraba el sexo prematrimonial permitido para
los chicos y prohibido para las chicas parece estar desapareciendo, continúa habiendo
importantes diferencias entre chicos y chicas en lo relativo al sexo. Para los chicos el
sexo es un objetivo en sí mismo, mientras que las chicas entienden el sexo vinculado a
las relaciones afectivas, como una parte más de ellas. Por este motivo, es más fácil que
los chicos tengan su primera relación sexual completa preocupados de que el aparato
fisiológico funcione y que las chicas las tengan por compartir un momento de
intimidad con la pareja (Zani y Cicognani, 2006). Ellos comienzan antes a tener
impulsos e intereses sexuales, dicen tener activación sexual (es decir, activación
fisiológica en relación a la sexualidad, no necesariamente práctica sexual) con mayor
frecuencia y sobre todo, lo consideran más intenso y les producen más distracciones
que a las chicas. Si estas diferencias de género son debidas a la biología o si son
debidas a los factores sociales (que harían que ellas reprimieran su deseo sexual con
mayor frecuencia para ajustarse a las normas sociales) continúa siendo un debate,
considerándose que, ambas cosas, influyen e interactúan (Savin-Williams y Diamond,
2003).
En lo referente a la transición al coito, algunos estudios muestran que quienes
comienzan antes a mantener relaciones sexuales completas son los chicos y chicas de
familias no convencionales, con madres y padres separados o solteros, probablemente
porque tienen cerca un modelo en el que los progenitores buscan pareja y mantienen
relaciones sexuales (Crockett, Raffaelli y Moilanen, 2003). También a quienes sus
padres no controlan, a los que controlan en exceso, los adolescentes que maduran
antes que sus compañeros y quienes tienen menores aspiraciones académicas o
menor estatus social (Zani y Cicognani, 2006).
Finalmente, nos gustaría comentar los motivos que llevan a los adolescentes a
mantener relaciones sexuales (Savin-Williams y Diamond, 2003; Zani y Cicognani,
2006). El primero de ellos es quizás el más obvio, la necesidad de reducir el deseo
sexual, como hemos mencionado anteriormente, en muchos casos esta necesidad se
resuelve a través de conductas masturbatorias; el segundo es una fuerte curiosidad,
que aumenta debido a los medios de comunicación donde se describe y discute
abiertamente sobre la sexualidad. Diferentes culturas harán frente a esta curiosidad de
diversas formas. En algunos casos se evita el contacto entre los jóvenes para no
propiciar la actividad sexual, en otros se permite a los chicos y las chicas que jueguen
con sus cuerpos advirtiendo de que se debe evitar el sexo premarital. Un tercer motivo
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sería el logro de estatus social entre los compañeros o de un estatus adulto (en el caso
de las chicas, este estatus se lograría más a través de una relación afectiva que de
relaciones sexuales propiamente dichas), el cuarto motivo es tener una relación de
pareja, que obviamente propicia la activación del deseo y promueve la aparición de
relaciones sexuales (en este caso la pareja quiere fundirse completamente) y el quinto
motivo consiste en utilizar el sexo es un mecanismo de regulación emocional que
ayuda a los adolescentes a afrontar emociones negativas o sucesos estresantes.
Afortunadamente este es el caso menos frecuente o normativo, pero se debe prestar
especial atención, ya que estos chicos y chicas tienden a tener mayor número de
parejas y a implicarse en relaciones sexuales de riesgo.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la adolescencia es una edad del desarrollo en la que el mundo
social de la persona se amplía, diversifica y se vuelve más complejo. De las relaciones
familiares donde el niño o la niña es protegido y mimado por unos padres adultos que
le cuidan y saben siempre qué es lo que le conviene, se pasa a una relación padres-
hijos más igualitaria, donde el adolescente busca autonomía y que se le trate como a
un adulto, donde los padres se desidealizan y dejan de ser omnipotentes y sabios, y en
la que los padres deben ir cediendo gradualmente el poder de la relación hasta
convertirla en una relación adulto-adulto, sin olvidar, que durante mucho tiempo, los
hijos continúan bajo su tutela judicial y aún son “niños”, por lo que no pueden dejar de
ejercer de padres en ningún momento. Esta transición no es fácil, ni para los adultos ni
para los adolescentes, aunque en general se realiza con algunas tensiones pero sin
grandes dificultades. Después de los primeros momentos de confusión y mayores
conflictos, unos y otros van adaptándose correctamente a la nueva situación. Todos
hemos sido adolescentes y la mayor parte de nosotros somos adultos perfectamente
ajustados.
Por otra parte, el adolescente explora, por vez primera, todo un mundo de
relaciones sociales con los amigos y, con la/s posible/s pareja/s. Si durante la niñez los
amigos de los hijos son escogidos básicamente por los padres (el niño no va al
cumpleaños de cualquier amigo, sino al cumpleaños del amigo que tiene unos padres
con los que los suyos propios se entienden bien, va al colegio que escogen los padres,
pasa las tardes con los vecinitos que los padres deciden, o con los hijos de los amigos
de sus padres) durante la adolescencia este panorama cambia sobremanera. Ahora
chicos y chicas salen de los confines del barrio y exploran su lugar de residencia con
mayor autonomía y libertad, conociendo a gente muy diversa sin supervisión adulta.
También aparecen los deseos sexuales y comienza otra forma de relación con los
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iguales mediada por dichas tensiones: aparecen los rollitos, las parejas e incluso los
noviazgos. Sea la relación más seria o menos, la pareja (o posible pareja, o
sencillamente el chico/chica que “le gusta”) se convierte en una de las principales
preocupaciones de los adolescentes, que pueden pasar horas hablando sobre estos
temas, que se convierten, a la postre, en uno de los principales hándicaps de chicos y
chicas cuando, por algún motivo son poco exitosos con el sexo opuesto, o
sencillamente pasan por la ruptura de alguna relación.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Maccoby, E. E. & Martin, J.A. (1983). The role of parents in the socialization of children:
an historic overview. Developmental Psychology, 28, 1006-1017.
Melero, M.A. y Fernández, P. (1995). El aprendizaje entre iguales: el estado de la
cuestión en Estados Unidos. En P. Fernández y M.A. Melero (Comps.), La
interacción social en contextos educativos. Madrid: Siglo XXI.
Moreno, C., Muñoz-Tinoco, V., Pérez, P., Sánchez Queija, I., Granado, M.C., Ramos, P.,
Rivera, F. (2008). Desarrollo adolescente y salud. Resultados del Estudio HBSC-
2006 con chicos y chicas españoles de 11 a 17 años. Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo .
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Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
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PORTADA
1
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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CONTENIDO
1. Introducción …………………………………................................................................. 3
2. Aclarando la terminología …………………………………............................................ 3
3. ¿De cuántos alumnos/as estamos hablando? ................................................. 6
4. Conocimientos y creencias de los adolescentes …………………………………………. 9
5. Identificarse y entenderse como diferente: un largo proceso ……………………. 13
6. Rechazo, discriminación, homofobia y acoso escolar………………………………….. 20
7. Referencias ………………………………………………………………………………………………… 26
2
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
1. INTRODUCCIÓN
2. ACLARANDO LA TERMINOLOGÍA
“Los resultados de este estudio ponen de manifiesto el desconocimiento en los centros educativos
tanto de la realidad homosexual, bisexual y transexual, como la invisibilidad de las situaciones de
homofobia. Estas situaciones afectan tanto a adolescentes LGTB2 como a todo aquél/la que los
demás perciben o asocian como tal, e igualmente a los hijos o hermanos de personas que han hecho
explícita su homosexualidad, bisexualidad o transexualidad. Una de las conclusiones a las que hemos
llegado es que el desconocimiento existente sobre la realidad LGTB proviene de las confusiones y
estereotipos relacionados con la sexualidad y las identidades de género”
(Generelo y Pichardo, 2006, pág. 58)
1
COGAM es una ONG que apoya el Programa LGTBI de la Comunidad de Madrid (Consejería de Políticas Sociales y Familia), un servicio de
atención integral y especializado para personas homosexuales, bisexuales y transexuales, así como para sus familias, con actuaciones de carácter
formativo, informativo, de asesoramiento y sensibilización con el fin de evitar la discriminación por motivos de diversidad sexual.
http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=1142615119862&idConsejeria=1109266187278&idListConsj=1109265444710&id
Organismo=1109266227679&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura&pv=1142342347989
2
LGTB o LGTBI hace referencia a las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales.
3
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Por este motivo, en este apartado comenzaremos por tratar de esclarecer algunos términos
relacionados con el tema que nos ocupa:
Género: La RAE lo define como “grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo,
entendido éste desde el punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”
(RAE, http://dle.rae.es/?id=J49ADOi). La definición de Generelo y Pichardo (2006, pág. 16)
hace referencia a un concepto más amplio desligándolo del sexo: “Conjunto de contenidos
socioculturales que se dan a las características biológicas que diferencian a hombres y
mujeres estableciendo comportamientos, actitudes y sentimientos masculinos y femeninos.
En nuestra sociedad, estos comportamientos se hallan jerarquizados de modo que se da
mayor valor para los que se identifican con lo masculino. De ahí que los hombres afeminados
o con “pluma” sean objeto de burla y rechazo. El género varía según las épocas y las
sociedades. Así, por ejemplo, usar falda se considera algo exclusivamente femenino en
España, pero no en otros países”.
Transgénero o disforia de género: define a “toda persona que se siente del sexo
contrario y adopta sus atuendos y comportamientos” (RAE). Es decir, que posee una
identidad de género que no coincide con el sexo con el que ha nacido. Generelo y Pichardo
(2006, p. 17) consideran importante aclarar las diferencias entre identidad de género (el
género con el que te sientes o te identificas) y la orientación sexual (atracción sexual). Así, un
transexual es una persona que nace con el sexo biológico de un género con el que no se
siente identificada/o”. Se dirá que una persona es un transgénero masculino si, nacido como
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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“mujer”, se siente hombre; y, un transgénero femenino será aquella persona que, nacida
como “hombre”, su identidad de género es de mujer. La orientación sexual hace referencia a
la atracción que siente cualquier persona independientemente del género con el que se
identifique. Por ejemplo, lesbianas y gays normalmente no sienten deseo de reasignar su
sexo (su identidad de género se corresponde con las características físicas con las que
nacieron) aunque su orientación sexual sea hacia las personas de su mismo sexo). A su vez,
las personas transgénero (que tienen una identidad de género diferente a la que
corresponde con el sexo al nacer) pueden identificar su orientación sexual de tipo
heterosexual, homosexual o bisexual. Sólo diagnosticaremos un trastorno, la llamada disforia
de género en la infancia o adolescencia (antes Trastorno de la identidad de género) según la
Asociación Americana de Psiquiatría cuando el sentimiento “está asociado a un malestar
clínicamente significativo o deterioro social, escolar o en otras áreas importantes del
3
funcionamiento” (DSM-5, APA, 2014). El término transexual que en ocasiones se utiliza
como sinónimo de transgénero, es un término que parece hacer referencia a las personas
transgénero que ya han completado su transición hacia el género deseado (tratamiento
hormonal y/o quirúrgico).
4
Reasignación sexual : Es lo que comúnmente se denomina "cambio de sexo", es decir, el
proceso mediante el cual se intenta conseguir una mayor concordancia entre las
características físicas de la persona transexual/transgénero y su identidad de género. Se
realiza mediante tratamiento hormonal y, en algunos casos, también con cirugía. Según
Gómez Gil, Esteva de Antonio y Bergero (2006), "aunque en la mayoría de los casos la
identificación con el otro sexo ya está presente en la primera infancia, la edad media de
solicitud de demanda de cambio de sexo suele encontrarse entre los 20 y los 25 años, tanto
en estudios europeos, como asiáticos (Gómez Gil y cols., 2003; Bergero Miguel y cols., 2001;
van Kesteren y cols., 1997; Tsoi, 1993; Landën y cols., 1998)".
Heterosexual: Persona que siente atracción afectiva y sexual hacia personas del sexo
opuesto (Generelo y Pichardo, p. 16).
Homosexual: una persona que siente atracción afectiva y sexual hacia personas de su
mismo sexo.
o Gay: Hombre homosexual que se siente atraído por los hombres
o Lesbiana: mujer homosexual que se siente atraída por las mujeres.
3
Es necesario diferenciar transgénero del término TRAVESTI. Con este último, lo que se enfatiza es la utilización del vestido o los
accesorios del sexo opuesto. No implica, por tanto, una identificación como transexual.
4
Para más información, consultar el artículo de Hurtado Murillo (2015), Disforia de género en la infancia y la adolescencia: guía
de práctica clínica http://www.endocrinologiapediatrica.org/modules.php?name=articulos&idarticulo=283&idlangart=EN
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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Bisexual: “Persona que, indistintamente, siente atracción afectiva y sexual por hombres o
por mujeres. Esto no indica que desee a todo el mundo, sino que en un momento puede
experimentar deseo o amor por un hombre y, en otro, por una mujer” (Generelo y Pichardo,
2006, pág. 15).
Es difícil tener una idea clara del número de adolescentes que se identifican dentro del grupo
LGTB, no únicamente por la ausencia de estudios significativos (existen encuestas o estudios con
pocos sujetos que aportan información interesante pero cuyos resultados no pueden
generalizarse); también por las dificultades que entraña la selección de la muestra: ¿con qué
criterio seleccionaríamos los sujetos a estudiar?, ¿en qué edades?... Como veremos a
continuación, muchos niño/as que se identifican como transgénero a una edad, no lo hacen más
adelante y puede haber, especialmente en la etapa que nos interesa, adolescentes en proceso
de toma de conciencia de su identidad sexual y muchos otros, que prefieran mantenerse ocultos
y reservarse el momento de comunicarlo.
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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Algunas características que pueden indicar disforia de género pueden darse a edades muy
tempranas. De hecho, es relativamente común que niñas y niños con sólo dos años de edad puedan
presentar características de este tipo (Velasco, 2017, pág. 275).
Pero no todos los niño/as que desafían los estereotipos sexuales se consolidarán como transgénero
en la edad adulta. De hecho, “una gran mayoría de niños prepuberales (80-95%) que dicen sentirse
del sexo contrario al de nacimiento, no seguirá experimentando tras la pubertad la disforia de
género, dificultando con ello el establecimiento de un diagnóstico definitivo en la adolescencia” (De
Antonio y cols., 2015, pág. 46-47). Según este artículo del Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual
de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GIDSEEN5), esto complica la posibilidad de
estimar la incidencia y, también, la toma de decisiones terapéuticas (por ejemplo, impedir el
desarrollo puberal para evitar el impacto negativo que podría generar el desarrollo de características
sexuales con las que no se identifica el adolescente).
Por tanto, solo en algunos casos, los sentimientos pueden intensificarse con el paso del tiempo
dando lugar a dificultades importantes con el desarrollo puberal y la aparición de las características
sexuales secundarias. En el caso de los 19 menores de la UTIG de la Comunidad de Madrid, la
permanencia del diagnóstico fue del 95% (Asenjo y cols., 2015).
5
GIDSEEN son las siglas del Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología, un grupo
especializado que incluye endocrinólogos, psicólogos, psiquiatras y sociólogos.
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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Grafica 1. Resultados a la pregunta ““Normalmente sientes atracción física y amorosa por…” del estudio FELGTB (Pichardo y cols,
2007)
A partir de estos datos podríamos estimar que en una clase de 25 estudiantes, 1 ó 2 chicos o
chicas se identificarían como parte del grupo LGTB, a lo que podríamos añadir 1 ó 2 más si
queremos incluir a los que no se manifiestan de forma clara o que puedan estar confusos
respecto al tema.
En cualquier caso, aunque predomine el grupo que se define como heterosexual, los chicos y
chicas LGTB muestran mayor riesgo de padecer acoso escolar y de padecer trastornos del estado
de ánimo, por lo que requieren de una mayor sensibilización y atención del profesorado. Las
medidas de prevención funcionan. Un estudio americano realizado con 73 niños/as transgénero
(de entre 3 y 12 años de edad) evidenció que, cuando se sienten apoyados en su identidad de
género, no se observan niveles anormales de depresión y únicamente una elevación mínima de
niveles de ansiedad en este grupo de niños, cuando se les compara con un grupo idéntico no
transgénero (Olson y cols., 2016).
Como veremos en el apartado siguiente las medidas de prevención deben empezar por la
información y educación de los adolescentes.
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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¿Cuál es la percepción que tienen los adolescentes de las personas LGTB? En este apartado
recogemos los resultados de la encuesta realizada por Martín y Molinuevo (2006) durante el
curso 2001-2003 con una muestra de 869 estudiantes (44,9% chicos y 55,2% chicas) de institutos
del sur y este de la Comunidad de Madrid. Aunque no se trata de una muestra representativa de
toda la población de estudiantes española, los resultados permiten un importante acercamiento
sobre el sentir y pensar de los adolescentes de hace más de una década en relación a las
personas gays y lesbianas. Sería interesante actualizar el estudio, pero hasta el momento, esta
es la información que hemos encontrado. A continuación, se recogen las preguntas tal y como se
planteaban en la encuesta con las respuestas, la mayoría de ellas, a modo de gráfico.
¿Cuál o cuáles de estas propuestas definen mejor para ti a un chico gay o una chica
lesbiana? Para responder a esta pregunta se podían escoger varias opciones de las que
aparecen en el gráfico siguiente (por ello en algunas elecciones aparece un 100% de
respuestas)
EL 9% de los chicos y
chicas encuestados
asocia la homosexualidad
con deseo sexual (“les
gusta mucho el sexo”)
¿Conoces alguna(s) persona(s) de tu entorno que sea gay o lesbiana? Más de la mitad de
los chicos y chicas entrevistados (54,5 %) señalaron que conocían algún gay o lesbiana. En
mayor proporción las chicas (60,2%) que los chicos (47,4%).
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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¿Te sentirías cómodo(a) en la relación personal con los gays y lesbianas? (Donde 1 sería
poco cómodo y 5 muy cómodo).
Los resultados revelan que casi un
20% de los adolescentes
entrevistados se sentirían muy poco
cómodos o “poco cómodos” con un
chico o chica gay o lesbiana, pero con
una diferencia importante en función
del sexo del entrevistado y del grado
de familiaridad con personas con esta
condición. Así, en los extremos
encontraríamos que el 35,5% de las
chicas señalan que se sentirían “muy
cómodas” el 23,4% de los chicos se
sentirían “muy poco cómodos”
Parece existir una relación entre el grado de comodidad de los adolescentes con personas gays
o lesbianas en función de grado de familiaridad:
o ¿Qué grado de acercamiento tienes con esa/esas persona/as? La pregunta permite señalar
varias opciones
o A la luz de estos resultados parece que la información y la familiaridad con gays y lesbianas,
contribuye positivamente en los resultados. ¿Si te sintieras atraído/a por las personas de tu
mismo sexo qué pensarías de ti mismo?
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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¿Crees que es correcto tratar de forma despreciativa a personas a las que les gustan las
personas de su mismo sexo? (1 no crees en absoluto que sea correcto y 5 crees que es
totalmente correcto).
Como parece ser tendencia general
en toda la encuesta, las chicas no
solo parecen más abiertas y
tolerantes respecto a la diversidad
sexual, sino que condenan más
claramente el maltrato. La diferencia
es más clara en la postura más
extrema: el 73,2% de las chicas
(frente al 51,2% de los chicos) señala
que no es “nada correcto” tratar de
forma despreciativa a quienes les
gustan las personas de su mismo
sexo.
Respecto a los estereotipos sobre gays y lesbianas, se les plantea la siguiente afirmación: “Los
gays y lesbianas tienen más y diversas relaciones sexuales, por esa razón son más propensos a
enfermedades como el SIDA” Los resultados de la gráfica se
refieren a chicos y chicas
conjuntamente. El 59,8 % de los
chicos y chicas está en desacuerdo o
muy en desacuerdo con esta
afirmación. Por separado, casi el 50%
de las chicas están totalmente en
desacuerdo frente al casi 30% de los
chicos. En el otro extremo sólo un 3%
de las chicas está totalmente de
acuerdo con esta afirmación frente11 a
más del 12% de los chicos.
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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“Los gays y lesbianas son, por lo general, personas más sensibles y simpáticas”.
Los gays y lesbianas son simplemente personas enfermas, por esa razón no hay que
discriminarlos.
Solo el 6% señalaba estar “totalmente de
acuerdo” (más chicos que chicas, pero en
una proporción reducida, 7,3% frente a
5,6%). La mayoría de adolescentes de
ambos sexos (60.4%) rechazaba totalmente
esta afirmación y, de nuevo, parecen
rechazarlo más contundentemente las
chicas (74% eligen esta respuesta extrema)
que los chicos (52,8%). Existe todavía un
7,8 % de las chicas y un 14,1% de los chicos
que están de acuerdo o totalmente de
acuerdo en no discriminarlas por
considerarlas personas enfermas.
Respecto a cómo perciben la aceptación o rechazo las personas gays y lesbianas en la
sociedad, instituto, grupo de amigos y en la familia, se recogen los siguientes resultados:
¿Cómo crees que trata la sociedad en general a las personas gays o lesbianas?
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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El 74,5% de los entrevistados considera que en el instituto se les trata de forma más injusta, el
17,3% que “se les trata como a todos” y el 1,5% que reciben un trato “más favorable”. No hay
en este caso diferencias entre la percepción de chicos y chicas. (Pág. 89)
El 63,1% de los entrevistados considera que en el grupo de amigos se les trata como a todos los
demás, el 21,7 % de forma más injusta y el 7,7% de forma más favorable. En este caso si se
observan algunas diferencias por sexo. Entre los que consideran que en el grupo de amigos se
les trata por igual se encuentran mayoritariamente las chicas (75,2%) frente al 59,7% de los
chicos (Generelo y Pichardo, 2005).
La mayoría de los encuestados cree que en la familia se tratan a gays y lesbianas “como a todos
los demás” (50,1%) o incluso de forma “más favorable que a los demás” (22,3%). Aun así, casi el
20% piensan que reciben rechazo, que se les trata de “forma más injusta”.
“En uno de los institutos, una profesora nos habló del caso de una chica de 4º de la ESO que pidió
ayuda porque había dicho en casa que creía ser lesbiana y la reacción de los padres fue:
“...olvídate de tonterías o te echamos de casa” La profesora nos confesó que la incomprensión de
los padres supuso un trauma para la joven. El otro chico al que pudimos entrevistar, de origen
chino, nos dijo que sus padres le habían dicho que lo que le ocurre “es una moda que ya se te
pasará” y lo amenazaron con echarle de casa, pero él les recordó que es menor de edad. Aun así,
está a punto de cumplir los 18 años y sabe que pronto deberá irse ya que su familia no acepta su
orientación sexual” (Generelo y Pichardo, 2006, pág. 55)
En el desarrollo evolutivo, los niños comienzan a identificarse con uno u otro género,
generalmente, en torno a los 2-3 años de edad; sin embargo y como hemos mencionado antes,
algunos niños o niñas comienzan a identificarse con un sexo diferente al de nacimiento. A esta
edad tan temprana el niño no es todavía claramente consciente de su diferencia, algunos
testimonios parecen apuntar a los 6-8 años para ello.
La experiencia de la Unidad de trastornos de identidad de género de Andalucía (UTIG) que trabaja con
adolescentes transgénero recoge la siguiente información a partir de la evaluación psicológica inicial a 30
de los pacientes con los que se realizó intervención y seguimiento durante años: “la edad en que se inicia
el pensamiento de pertenecer al otro sexo ha sido entre los 6 y los 8 años. Este pensamiento se
estableció de forma permanente entre los 10 y los 12 años. La edad en la que sintieron con intensidad
que pertenecían al sexo opuesto fue entre los 8 y 10 años. Este sentimiento se estableció de forma
permanente, entre los 13 y 14 años y la edad en la que desearon con intensidad vivir como miembros
del sexo opuesto estuvo entre los 14 y 15 años de edad” (Esteva y cols., 2006, pág. 68)
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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En el año 2006, la Comisión de Educación de COGAM (Generelo y Pichardo, 2006, pág.10) realizó
un estudio centrado en “conocer la problemática actual de los y las adolescentes que se alejan
de los cánones y los comportamientos sexuales establecidos por las normas sociales, y explorar
si la vivencia personal y la expresión de su sexualidad es para ellos y ellas algo gratificante y
enriquecedor o si genera problemas físicos, psicológicos o sociales“. El estudio se definió como
“ciber-etnográfico”, puesto que se realizó principalmente a través de internet, entendiendo que
éste era el mejor modo de aproximarse a la población de 13 a 18 años que se identifican como
LGTB. El equipo participó en chats y foros de discusión LGTB y otros espacios de encuentro en la
red, distribuyó encuestas y fue completando la información que recibían con entrevistas cara a
cara y en profundidad con, por lo menos, un grupo de 12 chicos y chicas (8 que se identificaban
claramente como gays, 2 lesbianas, 1 transexual o transgénero y 1 no bien definido). En el
documento no se proporciona información útil sobre el número total de participantes que
contactaron ni cuántos completaron las encuestas por correo electrónico, pero se hace una
descripción de los chicos y chicas de este pequeño grupo (la información se ha organizado en un
cuadro para una mejor visibilidad de la muestra encuestada ver cuadro 1).
Cuadro 1. Muestra de participantes en estudio Generelo y Pichardo (2006). Todos los participantes declaraban tener clara su
identidad sexual y accedieron a entrevistarse con el equipo de investigación.
De los resultados de estas encuestas y entrevistas recogemos información sobre el proceso por
el que pasa un adolescente en el camino de la identificación sexual, un camino que describen
como más largo, complejo en el caso de los adolescentes que no se ajustan a un perfil
normotípico, a veces, incluso tortuoso y solitario, también. Vanessa describe así las etapas por
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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las que pasó. (“Adolescencia y sexualidades minoritarias: voces desde la exclusión", en Generelo
y Pichardo (Coords.), 2006. Pág. 17).
“He pasado por varias etapas: (1) visión de la homosexualidad como un mito (2) reconocimiento
de su existencia a raíz de enterarme de la orientación sexual de mi tía (3) miedo, no a la
homosexualidad, si no a mirar a las mujeres (4) contrapeso: obligarme a mirar a los hombres; (5)
olvido, ignorarlo todo (6) recuperar la conciencia e intento de aclaración (7) lío mental y (8)
autoaceptación (Vanessa, lesbiana, 15 años)
Importante: estas etapas que se describen para una mejor comprensión del lector no se derivan
de un estudio de investigación, ni se deben entender como obligatorias ni secuenciadas. Por
tanto, no todos los adolescentes tienen que pasar por ellas, ni tienen que sucederse una detrás
de la otra.
o “Cuando iba de pequeño al cine, no veía películas de dos chicos o dos chicas
enamorados. Cuando veía parejas por la calle, veía parejas heterosexuales. La sociedad
no me dio esa opción, así que todos mis sentimientos quedaron reprimidos en mi
inconsciente, aunque no totalmente porque yo me fijaba en los hombres” (adolescente
de 17 años)
o “Personalmente me sentí raro, con miedo a decepcionar a la gente que me quería y
también con miedo a no tener una vida normal” en referencia a casarse y tener hijos
(chico gay de 15 años)
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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Los chicos y chicas pequeños, que empiezan a ser conscientes de su diferencia (por
ejemplo, por la atracción que sienten por los roles, ropa y juegos más propios del sexo
contrario) se mantendrán más a gusto consigo mismos e inconscientes de la probabilidad
de rechazo social dependiendo del nivel de aceptación y de los mensajes que reciban de
su entorno familiar. Aquellos a los que se les permite vivirse diferentes de modo natural
en casa pueden mantenerse al margen del temor al rechazo social hasta llegar al colegio.
A otros les enseñarán a manifestarse de modo diferente en el ámbito privado y en el
colegio (normalmente con el fin de prevenir el rechazo y acoso de los escolares) y
aquellos que perciban desagrado o mensajes de rechazo claro de la familia (“deja eso
que es de chicas”), ocultarán sus gustos y pensamientos durante más tiempo. Algunos de
los chicos entrevistados manifestaban reconocer su tendencia desde los 11 años, pero no
parecen planteárselo en serio hasta los 13 años. Puede ser que, a partir de esta edad,
con el despertar de la sexualidad y la mayor capacidad de análisis de uno mismo y el
entorno, sea cuando las diferencias puedan empezar a causar malestar, pudiendo llegar
a una fase de rechazo total de los propios sentimientos y emociones, y a la aparición de
sentimientos de culpa:
“Hace unos años me lo planteé. Iba por la calle y me di cuenta de que miraba más a las chicas
que a los chicos. Lo pensé mucho, lo intenté apartar de mi cabeza porque me parecía una
perversión, me obligué a mirar a los hombres, pero olvidé esa situación y seguí mirando por la
calle a quien me atraía” (chica que se identifica como lesbiana de 15 años).
Un nuevo paso, una vez identificadas estas vivencias como homosexualidad y superada la
etapa de confusión o rechazo, podría reflejar el momento en el que el sujeto comienza a
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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Una vez con las ideas más claras y el sentimiento de confirmación de la sospecha inicial,
llegaría una fase de aceptación de la diferencia, por lo general en privado.
La decisión de salir o no salir del armario. Aunque no es obligatorio salir del armario
muchos de los entrevistados dicen necesitar hacerlo. La fase de duda sobre salir o no
salir del armario puede alargarse durante años y, en la actualidad no está exenta de
presiones. El/la joven siente preocupación /ansiedad sobre la conveniencia o no de dar a
conocer su condición a alguien de confianza o, incluso, la necesidad imperiosa de
desvelar claramente la propia identidad. “Los heterosexuales que responden a la
identificación normativa, no tienen necesidad de definirse sexualmente. Pero quién es
gay, lesbiana o bisexual necesita deconstruir la identidad dada o presupuesta
(heterosexualidad obligatoria), así como nombrar y expresar su diferencia para construir
una identidad sexual que se separa de la norma” (Generelo y Pichardo, 2006, pág. 20).
Por otra, los movimientos en pro de los derechos de las personas LGTB pueden presionar
indirectamente para que manifiesten públicamente su condición a favor de una mayor
visibilidad social. No debemos olvidar que salir del armario va a tener unas
consecuencias que incidirán directamente en la vida de la persona y en su entorno para
las que debe estar preparado, por eso, se trata de un proceso muy personal y se debe
respetar el ritmo y los deseos de cada persona en particular.
“Tengo una relación muy estrecha con mi madre, entonces lo único que me importaba es que mi
madre lo aceptase. Si tienes apoyo familiar, puedes comerte el mundo” (Jaime, pág. 21)
Como hemos comentado antes, salir del armario supone un “cálculo de riesgos y posibles
reacciones” lo que hace necesaria también, la búsqueda de apoyos emocionales para superar
todo este difícil proceso. A la luz de lo que reflejan los informantes, este proceso no parece
darse como una revelación única, si no como una “cadena de pequeñas revelaciones en
búsqueda de apoyo”. Por lo general, primero se confía en alguien externo a la familia (un amigo,
un profesor o persona de confianza) y, después, a algún miembro de la familia (comenzando por
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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miembros más jóvenes y de mayor confianza como, una hermana, después a la madre y, en
último, lugar al padre). Aunque no siempre la familia responde como sería de esperar
(Generelo y Pichardo, 2006).
A los 14 años se lo dije a mi mejor amigo, que lo encajó perfectamente, después a los 16 se lo dije
a otro par de amigas, y a los 17 al resto. Ningún problema, tuve que explicar alguna duda, pero
todos lo acogieron perfectamente… mis padres descubrieron mi homosexualidad leyendo mi
diario. Yo creí que el día que se enteraran lo iban a aceptar, ya que ellos eran aparentemente
bastante tolerantes. Pero me equivoqué y me dijeron que estaba obsesionado, que era imposible
que supiera que era homosexual. Yo sólo los escuché y no dije nada. Me sentí fatal durante
mucho tiempo, fue un momento muy duro. Desde entonces, no se ha vuelto a tocar el tema. Yo
creo que ellos saben que soy gay, pero no quieren aceptarlo” (Pedro)
Cómo hemos dicho antes, estas etapas no existen como tales, ni se producen en todos los chicos
y chicas, ni se dan de la misma manera ni se viven del mismo modo. Lo que no hay duda es que
es un proceso muy personal y complejo, y los profesores/as deben entenderlo para saber
responder de forma adecuada, sin interferir por omisión o por una implicación inadecuada.
Igual que en el caso de los chicos/as el proceso por el que pasa cada familia es único y particular,
aunque, común a todos es el hecho de que no se trata de algo fácil de asumir, ni siquiera a veces
fácil de entender. Independientemente de las creencias que tenga la familia respecto a las
personas con LGTB (que lógicamente influyen), la familia, en unos casos más que en otros,
descubre una parte de su hijo/a que hasta ahora desconocía. Para algunos se trata de la
confirmación de una sospecha, para otros supone una enorme sorpresa. En cualquier caso, es
una parte que viene a trastocar la idea de proyección futura que tenían de ese hijo o hija y que
modifica, también en parte, la propia perspectiva de futuro de los padres (por ejemplo, cuando
la madre que ha soñado tener un nieto/a se enfrenta de pronto a la imposibilidad de verse
realizada como abuela). En esta situación, aceptar la condición de transgénero de su hijo o hija
resulta más difícil que aceptar, por ejemplo, la revelación de que este hijo o hija se siente gay o
lesbiana. ¿Por qué?
En el caso de un hijo o hija transgénero, que nace con un sexo biológico pero que se sienten
identificados con el género contrario, el proceso para la familia conlleva un sentimiento de
pérdida mayor que, en algunos casos, podría suponer la necesidad de superar unas fases
semejantes a aquellas por las que atraviesan las personas ante la pérdida de un ser querido; en
este caso el hijo o hija biológico que creyó tener. En el caso del varón transgénero femenino,
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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por ejemplo, los padres tienen que “despedirse” del hijo nacido varón al que creían conocer,
aquel chico al que criaron y con el que proyectaron sus ilusiones y del que tienen recuerdos en
un álbum de fotos que jamás se completará, por lo menos no de la misma manera. En cierto
modo, deben llorar la “muerte” simbólica de ese hijo y aceptar y aprender a querer a esa nueva
“hija” que ellos pueden vivir como una extraña y a la que incluso podrían llegar a culpar más o
menos conscientemente de la pérdida del hijo querido. No ayuda, en muchos casos, cuando en
el proceso de transformación, su nueva hija no tiene todavía el aspecto femenino que les
ayudaría a olvidar al varón que un día fue. En el caso de la mujer transgénero masculino sucede
algo parecido. Los padres pueden añorar a la niña con la que han convivido estos años, deben
esforzarse por aceptar a un nuevo hijo, desconocido todavía, y pueden sentir que su enorme
pérdida se proyecta hacia el futuro cuestionándose, por ejemplo, si algún día podrán realizarse
como abuelos.
Lógicamente, todo resulta más difícil cuando, por el motivo que sea, el hijo o hija ha escondido
sus sentimientos y no han existido indicadores, por lo menos muy evidentes a ojos de la familia,
que les hayan hecho percibir ese cambio de forma progresiva.
Esta vivencia de pérdida es de suponer más limitada en los casos en los que hijos e hijas revelan
que son gays o lesbianas. Los padres que no lo han visto venir tienen que afrontar unos cambios
que pueden suponer un “shock” más o menos intenso, pueden tener que renunciar o creer que
tienen que renunciar a la proyección de futuro que aventuraban para y con sus hijos. Como en el
caso anterior, pueden plantearse con dolor que la vida les niega a partir de ahora el tener nietos
o que su hija o hijo querida no va a poder casarse de blanco y por la iglesia; pero la realidad es
que, a diferencia del caso de los transgénero, ellos no tienen que renunciar en su totalidad a la
“hija” o “hijo” que han conocido, que han criado y sobre la que ha proyectado sus ilusiones.
Común a ambas situaciones, es el miedo al rechazo social y al sufrimiento que esta nueva
condición puede generar para sus hijos y para ellos mismos.
La Coordinadora Gay y Lesbiana (2003, pág. 33), en su atención a las familias que se acercan a
pedir orientación, identifican por lo menos 5 fases por las que suelen pasar las familias cuando
descubren que su hijo o hija no tiene la orientación sexual que esperaban:
1. Shock. Se trata, según dicen de un mecanismo de defensa ante una noticia dolorosa, una
reacción habitual para evitar la angustia y el disgusto.
2. Negación de la situación, resultaría como una forma de protegerse ante un mensaje que
perciben amenazante y doloroso.
3. Sentimiento de culpa respecto a algo que consideran un problema, se preguntan cuál
fue la causa de que su hijo/a sea homosexual o la transexual con la idea de buscar el
modo de “curarla”. Muchos se preguntan qué han hecho mal para que su hija/o sea así.
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Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
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“Mi madre rápidamente se lo dijo a mis tíos favoritos, y juntos acordamos no decírselo
ni a mi abuelo… ni a una parte de la familia” (Vicente)
En estos momentos de alerta sobre el acoso escolar, bien merece que dediquemos atención a
este grupo de chicos/as que resultan especialmente vulnerables a sufrir rechazo y/o violencia en
los Institutos. De los resultados de la encuesta con la que iniciábamos este capítulo parece
deducirse una información especialmente útil: la relación entre el rechazo a gays y lesbianas, y el
desconocimiento o falta de información sobre el tema.
Cuando en esta encuesta se les pregunta a los estudiantes de ESO, “¿Cómo crees tú que debería
tratar la sociedad a las personas gays o lesbianas?”, encontramos que:
El 81,4% de los adolescentes de ambos sexos piensan que deberían tener los mismos
derechos, especialmente las chicas (el 90,7% piensa así, frente al 74,6% de los chicos).
El 10,2% de los adolescentes piensa que “se les debe respetar, pero hay algunos derechos
que no les conciernen” (el 12% de los chicos frente al 1,1 % de las chicas). De estos 89
encuestados/as 57 concretaron algunos de los derechos que les negarían: 11 señalaron “No
deben tener hijos”; 30 les niegan el derecho a la adopción; 10 a casarse; 2 a casarse por la
iglesia; 1 a ser cura y 3 a mostrar sus afectos en público. Los investigadores quieren hacer
notar que esta encuesta se pasó a los alumnos durante el curso 2002/03 en el que el debate
sobre el matrimonio homosexual y la adopción no estaba tan en auge como en este
20
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
momento.
El 5,6% opina que ser gay y lesbiana no es correcto. No parece mucho pero suficiente para
que se generen situaciones de acoso u homofobia.
Los chicos y chicas transexuales o transgénero, parecen tener todavía mayor riesgo de
problemas. En la Unidad de Transexualidad e Identidad de Género (UTIG) de Andalucía se recoge
la siguiente información a partir de los casos en los que se ha hecho seguimiento (Esteva y cols.,
2006, pág. 68). A pesar de que reciben apoyo familiar en este proceso de reasignación sexual el
95% de los casos (lógicamente, porque no pueden acudir a este servicio menores si no están
acompañados de un familiar adulto responsable), el 35% de los pacientes abandonaron la
escolarización, el 82 % manifestaron ideación o intento suicida, el 58% refiere haber sufrido
agresiones emocionales y/o físicas y, en un caso, la persona había llegado a desempeñar
trabajos en situación marginal.
Formas de rechazo
La homofobia está relacionada con el rechazo general que se tiene a los grupos minoritarios y se
definiría como la “aversión, rechazo o temor que puede llegar a ser patológico a gays y
lesbianas, a la homosexualidad o a sus manifestaciones” (Generelo y Pichardo, 2006, pág. 15)
La experiencia del equipo COGAM en el contacto con los institutos refleja que, con más
frecuencia de lo que pueda parecer, existe la creencia entre los profesores de que “esto en mi
instituto, no ocurre”. Es cierto que, en la adolescencia, las relaciones sociales entre chicos y
chicas se muestran a los adultos como un iceberg del que solo se les hace visible una pequeña
parte. Esta falta de visibilidad puede llevar a pensar a algunos profesores que no existen tales
problemas; que, si existieran, se sabrían y, lo que es peor, facilita que algunos comportamientos
o situaciones no se detecten como signos de alerta y se consideren “problemas menores”,
“cosas de chicos” o “propios de la etapa por los que es normal pasar”. En uno de los testimonios
que se recoge en el informe Homofobia en los institutos (Generelo y Pichardo, 2006; pág. 45) un
profesor contradice la opinión de otra profesora respecto a la inexistencia de problemas en su
instituto:
“El año pasado, un chico se marchó porque tuvo muchos problemas. Este año una alumna está
excluida porque la consideran lesbiana. Le dijo a una amiga que la quería y ésta se lo contó a su
madre, la cual vino a protestar al instituto. Sus amigas la rechazan para no verse mezcladas en la
acusación” (profesor de Instituto)
Generelo y Pichardo (2006, pág. 10) afirman que “como cualquier otra forma de intolerancia, la
homofobia se articula alrededor de unos componentes que, aunque relacionados, son
independientes: afectivos o emocionales (prejuicios, convicciones, fantasmas, creencias, etc.),
21
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Cuadro 2. Tipos de homofobia tomados de Martín y Molinuevo (“¿Cuál es el grado de aceptación de la diversidad
sexual en nuestras escuelas?”, en Generelo y Pichardo (Coord.), Homofobia en el sistema educativo, pp. 10-11).
De todos los tipos, la homofobia cognitiva es la más fácil de erradicar puesto que procede del
desconocimiento y de los estereotipos que se han ido creando y que son predominantemente
negativos. Las actitudes de homofobia afectiva son las que impiden la visibilidad de los
homosexuales y la homofobia conductual es la que traduce las actitudes de homofobia
cognitiva o afectiva a comportamientos abiertos de rechazo que pueden graduarse desde la
broma reiterada hasta la agresión y el maltrato físico.
Para completar esta clasificación incluimos a continuación los tipos de homofobias en función a
quién vayan dirigidas (Generelo y Pichardo, 2006, págs. 15-18):
En este marco, en algunas de las opiniones recogidas parece visualizarse cierto impacto positivo
de la aparición de ciertos famosos y ciertos personajes de series de televisión que han declarado
abiertamente su homosexualidad, en la aceptación social de la imagen del homosexual con
comportamiento “normalizado”:
- “Tú puedes ser gay y no mariquita, porque Jesús Vázquez no tiene pluma” (4° ESO).
- “Hay dos tipos de gays, los normales como Jesús Vázquez y las locas como Boris” (chico).
- “Vosotros sois respetables, pero Boris es demasiado locaza” (chico, 4° ESO).
- “Los más afeminados son más cotillas y criticones, al menos eso es lo que me parece a
mí” (chica, 4° ESO).
- “Yo personalmente no siento rechazo hacia los homosexuales, lo que sí que no me gusta
son los homosexuales que se les ve mucho la pluma y van gritando como “locas”, hacia
eso sí tengo rechazo” (chica, 4° ESO).
Es posible, también, que parte de la falta de aceptación de la pluma dentro del propio ambiente
homosexual provenga también del deseo de “normalización” en el sentido de integración de la
realidad homosexual en la sociedad, lo que conlleva el consiguiente rechazo a los estereotipos
que asocian la homosexualidad con el amaneramiento exagerado, en ocasiones llevado a la
parodia.
23
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
“Yo no salí del armario, a mí me sacaron. En primero de la ESO alguien escribió en mi mesa “soy
gay” y el rumor se corrió por toda la clase. Al final del día lo sabía todo el colegio. Al día siguiente,
toda la isla. La gente empezó a insultarme, algunos me tiraban piedras e incluso llegaron a darme
alguna que otra paliza por la calle”
Las manifestaciones de rechazo hacia los chicos o chicas lesbianas u homosexuales no difieren
mucho en forma y procedimiento de otros tipos de acoso escolar. Desde el aislamiento social,
aparición de insultos en la red o en directo, pasando por las amenazas de agresión hasta la
agresión misma dentro y/o fuera del centro educativo.
“Soy gore y la gente lo relaciona con los bisexuales. Bueno, me muevo en ese ambiente. Ya tuve
problemas también en otro instituto. Luego nos cambiamos a vivir aquí, y lo mismo. He hablado
con los profesores y me han dicho que si vuelven a molestarme harán un Consejo Escolar. A mis
padres no les puedo contar lo que me pasa porque también voy mal en los estudios y están
cabreados porque saco malas notas. No sé qué hacer…” En ese momento se acerca un
compañero de clase y le dice en tono de mofa: “¿Qué?, ¿ya les has contado lo que te pasa?” Nos
mira y continúa refiriéndose al chico: “Es que es un poco rarito” (COGAM, 2006; pág. 57)
El rechazo en los institutos puede dar lugar a posturas muy diferentes entre los chicos y chicas
LGTB. Algunos prefieren actuar pasando desapercibidos y en silencio sobre su condición fuera de
casa (e incluso mostrar ellos mismos posturas de rechazo a la homosexualidad con el fin de
disipar las sospechas sobre su condición sexual). Otros prefieren mostrarse abiertamente y “salir
del armario” aunque ello suponga sortear burlas y/ o tolerar insultos. Más recientemente aflora
un grupo que toma una postura más radical, reivindicativa y combativa para la defensa de los
propios derechos. Veamos algunos ejemplos (Generelo y Pichardo, 2006; pág. 38-39)
“Me afecta la vista, me molesta ver a dos gays dándose el lote, ¿es bonito que vaya un padre con un
hijo y vea a dos tíos besándose?”. (4º ESO)
“Si conozco a un gay, a un metro de distancia”. (Chica y chico, 4° ESO)
“No estoy en contra pero que no se me acerque”. “Vale que lo sea, pero en mi casa no entra”. (Chica, 2°
ESO)
“No nos interesa saber si uno es gay o no”. (Chico, 4º ESO)
“No lo tienes que ir pregonando”. (Chico, 4° ESO)
24
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
“No sois víctimas. Si no os aceptan ¿qué? Buscad a alguien que os acepte. Lo que tenéis que hacer es no
decirlo hasta que no tengáis confianza con esa persona” (Chica, 1° Bachillerato)
“Si es por denunciar, sí tienen que salir; si es por salir en la tele, pues no”. (Chico, 4º ESO)
“Tienen que salir, porque si no es así, otras personas no se atreven a salir del armario” (Chica, 4° ESO)
“Utilizo la palabra maricón como cobarde, porque los homosexuales son cobardes porque no salen del
armario”. (Chica, 1º Bachillerato)
“Si hubiera más gays y lesbianas, habría menos discriminación. Sois vosotros, que estáis en ese mundo
[los que debéis solucionarlo]”. (Chica, 3° ESO)
“Los hay muy pijos, pero a veces se pasan y dicen que les discriminan, pero ellos también discriminan”
“¿Por qué os apartáis? Vosotros mismos también os apartáis yendo a vuestros ambientes como
Chueca”. (Chica, 4° ESO)”
Las encuestas consultadas parecen reflejar siempre una mayor apertura de las chicas frente a los
chicos en cuanto a la aceptación de las personas homosexuales. Las chicas parecen convertirse
con más frecuencia en aliadas de los chicos gays. Es posible que esto se explique por dos
razones. Por una parte, la mayor visibilidad social y en los medios de comunicación de la
homosexualidad masculina frente a la femenina (más difícil de reconocer) y, por otra, por el
mayor impacto negativo que sufren los chicos cuando defienden a un compañero, con el riesgo
claro de pasar a ser “tildados de lo mismo”.
Un chico al que insultaban en el colegio llamándole “maricón” declaraba: “Cuando me insultaban, a
mi amiga no le importaba meterse con veinte chavales a la vez”. Uno de los chicos a los que
entrevistamos, nos contó que en el instituto siempre son las chicas las que salen a defenderle, y sus
mejores amigos son dos chicas: “pero echo de menos tener un mejor amigo chico para jugar y hablar
de la Play y otras cosas”. Este joven que en la actualidad tiene 15 años, apenas sale de casa, y
prefiere utilizar el chat a través de internet donde puede hablar libremente de su homosexualidad
con otros jóvenes también homosexuales” (Generelo y Pichardo, 2006; pág. 56)
25
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Referencias
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adolescencia. Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de
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26
Tema 5. Identidad sexual y adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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(Gran Canaria). Informe FELGTB, 75 págs.
27
R TEMA DEL MES R
El Proyecto Sheffield
No sufráis en silencio
Peter K. Smith*
agresividad, maltrato entre iguales, violencia escolar
LAURA TRAFÍ.
nución tuvo lugar durante los trimestres de pri- fuerzo dedicado a todas las intervenciones, el pa-
mavera y verano, en los que se empezaron a llevar pel del alumnado o las características de las distin-
a cabo las intervenciones de forma más activa. Par- tas escuelas.
cialmente, esta reducción se explica por el hecho En primer lugar, se requieren: la dedicación ple-
de que los alumnos fueran haciéndose mayores, na a la tarea de, al menos, un profesor o maestro co-
pero aún queda un apreciable efecto residual de la mo coordinador de las intervenciones contra las
intervención de un 25%. agresiones, y el apoyo decidido de la dirección a esa
A su vez, la comparación de las dos encuestas persona o personas. Sin embargo, la participación
puso de manifiesto una minoración apreciable y de todo el profesorado en la elaboración de las lí-
significativa de muchos indicadores de agresión. neas generales de actuación resulta decisiva a la
En las escuelas de primaria, esta reducción se ma- hora de conseguir mejores resultados.
nifestó en el número, también menor, de alum- En segundo lugar, es necesario dedicar tiempo
nos que dijeron haber sido objeto de agresiones, y a los procesos de concienciación, a mantener con-
en el también menor número de los que afirma- versaciones con todos los miembros de la comu-
ron haber agredido a otros; en las escuelas de se- nidad educativa, a la elaboración del proyecto, y a
cundaria, el impacto de la intervención se reflejó la redacción, divulgación e implantación de una
en la disposición de los alumnos a hablar de las normativa del centro. La supresión de alguna de
agresiones cuando se producían y en la posibili- estas etapas sería contraproducente, ya que, por
dad de tratar la cuestión con los alumnos agreso- ejemplo, las conversaciones y la participación ge-
res. En general, estos cambios fueron menos po- neralizada del profesorado y de la comunidad es-
sitivos en las escuelas de control que no participa- colar, incluidos los directores administrativos y
ban en el proyecto. los padres, son fundamentales para el éxito y la
En definitiva, la inmensa mayoría de los alum- credibilidad de la normativa. Asimismo, para la
nos pensaba que las escuelas habían aplicado me- labor de concienciación, las estrategias basadas en
didas con respecto a las agresiones y la mayor par- el currículo resultan sumamente útiles, tanto en
te creía que la situación había mejorado en cuan- las primeras fases de la elaboración de la normati-
to a las mismas. va como para su mantenimiento y presentación a
los nuevos alumnos. Una vez redactada, la nor-
Factores del éxito mativa debe ponerse en práctica y esto, de alguna
En líneas generales, cabría señalar el hecho de manera, se tiene que notar: debe hacerse un se-
que las escuelas que tomaron más iniciativas con- guimiento de la misma a largo plazo y debe ser
siguieron con frecuencia mejores resultados. En evaluada y revisada periódicamente; en caso con-
este sentido, procede el análisis sobre la impor- trario, es probable que los beneficios sólo sean pa-
tancia de diversos factores: la implicación del sajeros.
profesorado, la proporción total de tiempo y es- En relación con el alumnado, cabría señalar la
Resultados prácticos
El resultado más inmediato de la experiencia fue pección y se elabora un informe sobre su éxito
un paquete de documentación, Bullying: Dont académico. Además, en la actualidad, los inspec-
suffer in silence. An anti-bullying pack for schools, tores preguntan si el colegio dispone de una nor-
editado por el Department for Education en mativa sobre las agresiones, qué evaluaciones se
septiembre de 1994 y basado en los descubri- han hecho del problema y qué medidas se han
mientos del proyecto. Está a disposición de las tomado al respecto. De las 26.000 escuelas esta-
escuelas estatales de Inglaterra y Gales y puede tales de Inglaterra y Gales, más de 19.000 han so-
adquirirse en los distribuidores del HMSO (ser- licitado el paquete Dont suffer in silence; el segui-
vicio oficial de publicaciones) o en el Depart- miento efectuado por Smith y Madsen (1997)
ment for Education and Employment de Lon- puso de manifiesto que la mayoría de los centros
dres. A su vez, otros dos libros, de Smith y Sharp acogió favorablemente el conjunto de medidas, y
(1994) y Sharp y Smith (1994), dan más detalles que les sirvieron de ayuda para elaborar sus nor-
del proyecto y describen cómo pueden ponerse mativas e implantar medidas contra la agresión.
en práctica de inmediato las ideas en la escuela y En la actualidad, hay otros muchos recursos a
en el aula. disposición de las escuelas, se habla de forma
En los últimos años, el tema de las agresiones en la mucho más abierta sobre el tema y existe una es-
escuela se ha convertido también en objeto de in- peranza razonable de que, al menos, los casos
forme de las inspecciones escolares. Cada cuatro más graves de agresión se reduzcan en gran me-
años, las escuelas estatales se someten a una ins- dida en un futuro próximo.
importancia de la intervención directa sobre los rar los valores y proporcionar una visión de la
alumnos implicados en agresiones. El entrenamien- nueva comunidad escolar.
to asertivo puede dar buenos resultados con aque- Por último, en relación con la posibilidad de
llos proclives a ser víctimas de agresiones. Si basta seguir reduciendo las agresiones una vez implan-
con acciones no punitivas, el método Pikas de preo- tado el proyecto, parece ser que el seguimiento de
cupaciones compartidas constituye un posible pri- algunas escuelas de primaria participantes en el
mer paso dentro de una respuesta graduada a las mismo (Eslea y Smith, en prensa) puso de mani-
agresiones. No obstante, ninguna de esas acciones fiesto que era posible, aunque no siempre fuera
puede reemplazar una normativa escolar. fácil; a este respecto, en qué medida se mantenga
También los cambios en los recreos y las horas viva y al día la normativa en la comunidad escolar,
del almuerzo son factores importantes, porque mu- la existencia de buenas relaciones entre la escuela
chas agresiones se producen en ellos. En este senti- y los padres, y la atención a las agresiones tanto de
do, se debe recomendar la formación de supervi- las niñas como de los niños resultan ser factores
sores de las horas del almuerzo, que deberían ser importantes. w
considerados, a efectos de normativa, como miem-
bros plenos de la comunidad escolar. Asimismo, la Referencias bibliográficas
participación de los alumnos en los cambios de los Department for Education (1994): Bullying: Dont suffer in
silence. An anti-bullying pack for schools, Londres: HMSO.
recreos puede tener resultados positivos. Eslea, M., y Smith, P.K. (en prensa): «The long-term ef-
La adopción de algunas de estas medidas puede fectiveness of anti-bullying work in primary schools», Edu-
verse afectada por las características internas de cational Research.
Olweus, D. (1993): Bullying at school: What we know and what
cada centro. Así, por ejemplo, hay que tener en we can do, Oxford (UK): Blackwell.
cuenta que las escuelas grandes y las de enseñanza Pikas, A. (1989): «A pure concept of mobbing gives the best re-
secundaria necesitan más tiempo para elaborar la sults for treatment», School Psychology International, 10, pp. 95-
104. Para un artículo similar, véase Roland, E., y Munthe,
normativa. Por tanto, la reducción efectiva de las E. (eds.) (1989): Bullying: An international perspective, Lon-
agresiones puede retrasarse. Es probable que, en dres: David Fulton.
Sharp, S., y Smith, P.K. (eds.) (1994): Tackling bullying in
estas escuelas, la consecuencia más inmediata de your school: A practical handbook for teachers, Londres: Routledge.
las acciones que se adopten consista en que los Skinner, A. (1996): Bullying: an annotated bibliography of literature
alumnos hablen de forma más abierta sobre las and resources, second edition, Leicester (UK): Youth Work Press.
Smith, P.K., y Madsen, K. (1997): A follow-up of the DFE
agresiones y busquen ayuda; es un resultado posi- anti-bullying pack for schools: Its use, and the development of anti-
tivo en el que hay que basarse al implantar la nor- bullying work in schools, Londres: HMSO.
mativa escolar. Por otra parte, durante la aplica- Smith, P.K., y Sharp, S. (eds.) (1994): School bullying: In-
sights and perspectives, Londres: Routledge.
ción del proyecto, algunas escuelas (12 de las 23) Whitney, I., y Smith, P.K. (1993): «A survey of the nature
sufrieron cambios de organización de director, and extent of bully/victim problems junior/middle and se-
condary schools», Educational Research, 35, pp. 3-25.
transformación de middle en junior schools, unión
con escuelas infantiles. Estos cambios pueden re-
trasar la acción eficaz, aunque también pueden ser * Peter K. Smith es catedrático de Psicología en el Golds-
orientados hacia fines positivos, empleando por mith College de la Universidad de Londres. Traducción
del inglés al castellano de Pablo Manzano Bernárdez.
ejemplo la elaboración de la normativa para acla-
1
Se intenta
• Disuadir a la banda agresora.
2
• Edades: Desde los nueve años.
• Cuando las personas acosadoras son
grupo.
3
Hipótesis en las que se asienta el
método
• Los pensamientos y sentimientos del
grupo son más simples que los de los
miembros que lo constituyen. Existe un
“denominador psicológico común” del
grupo.
• Cada individuo del grupo tiene miedo a
nivel individual de ese denominador
común.
4
OBJETIVOS
Reindividualizar a los miembros del grupo.
Conseguir un acuerdo sobre la situación de
la víctima.
5
Medios
• Entrevistas individuales.
– Que salgan sus miedos y reservas sobre el
comportamiento intimidatorio en que están
participando.
6
AL FINAL
• Reunión conjunta de personas agresoras
y víctima.
7
Condicionantes para los agresores
• La presión de los iguales para
conformarse a lo que haga el resto del
grupo.
• Llevar a cabo una agresión en grupo trae
consigo la difusión de la responsabilidad.
• Pueden pensar que quien no se une a la
agresión puede convertirse en víctima.
8
Tarea del profesor / orientador.
Tarea de la profesora/orientadora.
• No asigna culpa o castiga.
• Establece un acuerdo sobre la situación
de la víctima (Búsqueda de la
preocupación mutua)
9
FASES
• 1. Charlas individuales con cada alumno
y/o alumna involucrado (el primero el líder,
último la víctima)
• 2. Entrevistas de seguimiento con cada
alumna/o.
• 3. Reunión del grupo
10
1. Las entrevistas individuales.
• Cuidar: todos los condicionantes de cualquier entrevista
orientadora.
– Saluda bien.
– Cuida tus mensajes no verbales.
– Cuida la decoración.
– Interrupciones no.
– Mira a los ojos.
– Estate tranquila/o y conciliador/a.
– …
• Que no exista comunicación entre los alumnos y /o alumnas que
están siendo a las entrevistados.
• El profesor o profesora del aula estará informado.
• Se informará al grupo.
• Saldrán de clase de manera individual.
11
• Pasos en cada entrevista:
• A) Me gustaría hablar contigo porque he oído
que … está teniendo problemas.
• B) ¿Qué sabes tú de esto?
• C) De acuerdo, ya hemos hablado suficiente.
• D) ¿Qué podemos hacer? ¿Qué sugieres para
ayudar a …?
• E) Eso está bien, nos volveremos a ver dentro
de una semana y me contarás cómo ha ido.
12
• IMPORTANTE:
– Se pedirá a cada persona agresora una
solución.
13
Dificultades posibles
• Silencio: Espera y repítele la pregunta.
– Silencio persistente: Déjale ir.
• Propone solución inviable: Evidenciar su
dificultad preguntando. ¿Si se hiciera eso se
resolvería el problema?
• No quiere involucrarse: Echa marcha atrás y
habla de forma pausada sobre el contexto social
en el que se está dando la agresión. Intentar
aproximarse a la situación de la víctima.
• Falta de ideas para dar soluciones: Proponemos
nosotros
14
Entrevista con la víctima
• VÍCTIMA TÍPICA:
– 1.- ¿Cómo estás?
• Dar ánimo y apoyo. Dejarle que cuente.
– 2.- Transmitir que puede mejorar su situación,
que él puede hacer algo.
• VÍCTIMA PROVOCATIVA
– 1 y 2.- igual
– 3.- Comunicarle que tiene que cambiar, que
tiene que poner de su parte. Enseñarle
alternativas para ser más popular.
15
FASE 2
• Entrevistas de seguimiento.
• Una semana después.
• De manera individual.
• Se pregunta si ha mejorado la situación de
la víctima.
• Fijar reunión conjunta.
16
FASE 3
• Reunión final.
– Reunirse primero con personas agresoras. ¿Cómo fue la última
semana con…? ¿Qué podemos hacerf? ¿Tenéis alguna idea?
– Si no surgen ideas proponer una entrevista con la víctima.
• Reunión global del grupo con la víctima:
– Cada agresor en orden expresará en términos sinceros su
opinión.
– El profesor/a preguntará a la víctima si tiene algo que decir
sobre lo comentado.
– Participación de todos.
– El entrevistador facilitará la comunicación. No enjuicia. Toma
postura de mediador activo. Sugerencias positivas. Mantiene el
orden. Si hay reconciliación final reforzará los buenos
sentimientos y preguntará ¿Qué haríamos si alguien no
mantuviera la promesa?
17
Psicothema 2005. Vol. 17, nº 4, pp. 549-558 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
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En este artículo se analizan, desde una perspectiva ecológica, los principales resultados obtenidos en
las investigaciones sobre violencia entre adolescentes: incidencia, características de agresores y vícti-
mas, diferencias en función de la edad y el género, prestando una especial atención a la serie de estu-
dios1 que su autora ha dirigido con 826 adolescentes sobre las condiciones de riesgo y protección de
la violencia que sufren, ejercen u observan, en la escuela y en el ocio. A partir de los cuales se propo-
ne desarrollar la prevención integrando características de los programas específicos contra el acoso
desde una perspectiva más amplia, que permita superar las contradicciones más habituales y rechazar
todo tipo de violencia, así como el modelo de dominio-sumisión en el que se basa. Y se destacan, co-
mo componentes clave para la prevención: el desarrollo de la cooperación a múltiples niveles y el cu-
rrículum de la no-violencia. Los resultados obtenidos en un programa evaluado con 783 adolescentes
confirman la eficacia y viabilidad de dichos componentes.
The violence between adolescents and its prevention from school. This article analyses, from an eco-
logical perspective, the main results obtained in investigations concerning violence between adoles-
cents: prevalence, characteristics of aggressors and victims, and age and gender related differences,
with a special emphasis on the series of studies that the author has directed with 826 adolescents con-
cerned with the conditions of risk and protection with respect to the violence that they suffer, employ
or observe, in school and in leisure. Based on the results of these studies, the development of preven-
tion is proposed, integrating characteristics of specific anti-bullying programs from a wider perspecti-
ve, which overcomes the usual contradictions and rejects all forms of violence, along with the domi-
nance-submission model on which it is based. Emphasis is placed on the following key components
for prevention: the development of multiple-level cooperation and a no-violence curriculum. The re-
sults obtained from a program assessed with 783 adolescents confirm the effectiveness and viability of
the aforementioned components.
Incidencia y escenarios de la violencia entre iguales las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin in-
tervenir directamente.
La mayoría de los estudios realizados en las dos últimas dé- La mayoría de las investigaciones sobre acoso entre escolares
cadas sobre la violencia entre iguales en la adolescencia se han se han realizado desde una perspectiva descriptiva, buscando co-
concentrado en la que se produce en la escuela y en torno a una nocer la incidencia del problema, así como las características de
de sus principales modalidades, a la que se ha denominado con los individuos que intervienen como agresores o como víctimas.
el término inglés bullyng, derivado de bull, matón) y reflejan En el pionero estudio realizado por Olweus a escala nacional en
que dicha violencia: 1) suele incluir conductas de diversa natu- Noruega en 1983, se concluye que la violencia entre escolares
raleza (burlas, amenazas, intimidaciones, agresiones físicas, ais- afecta directamente al 15% de los alumnos de primaria y secun-
lamiento sistemático, insultos); 2) tiende a originar problemas daria. En contra de lo que suele creerse, las agresiones se produ-
que se repiten y prolongan durante cierto tiempo; 3) supone un cen con mucha mayor frecuencia dentro de la escuela que en el
abuso de poder, al estar provocada por un alumno (el matón), camino entre dicho contexto y el familiar. No se observan dife-
apoyado generalmente en un grupo, contra una víctima que se rencias asociadas al tamaño de la escuela ni al de las aulas (Ol-
encuentra indefensa, que no puede por sí misma salir de esta si- weus, 1993).
tuación; 4) y se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de La serie de investigaciones dirigida en el Reino Unido por
Smith refleja que el porcentaje de los escolares que se reconocen
como víctima se sitúa entre el 20% y el 10% (Smith, Talamelli,
Fecha recepción: 15/2/05 • Fecha aceptación: 31/5/05 Cowie, Naylor y Chauhan, 2004) y como agresor entre el 10% y
Correspondencia: María José Díaz-Aguado Jalón el 4% (Smith y Sharp, 1994). Observándose también que la fre-
Facultad de Psicología
cuencia con la que se produce dicho problema al ir o venir de ca-
Universidad Complutense de Madrid
28223 Madrid (Spain) sa al colegio es menos de la mitad de la que se produce dentro de
E-mail: mjdiazag@psi.ucm.es la escuela.
550 MARÍA JOSÉ DÍAZ-AGUADO JALÓN
En el estudio realizado para el Defensor del Pueblo (2000) en El perfil de los agresores y el modelo dominio-sumisión
la Educación Secundaria Obligatoria en España, se observa que se
reconoce como víctima de insultos un 33,8%, de agresiones físicas Características de los agresores
un 4,1, y de amenazas con armas un 0,7%. Y como agresores: un
40,9% en insultar; un 6,6% en agresiones físicas, y un 0,3% en Entre las características observadas con más frecuencia en los
amenazar con armas. El patio del recreo es el escenario más fre- agresores destacan las siguientes (Olweus, 1993; Pellegrini, Barti-
cuente para las agresiones físicas y la exclusión directa, mientras ni y Brooks, 1999; Salmivalli et al, 1996; Schwartz, Dodge, Pettit
que los insultos, los motes y las agresiones a las propiedades se y Bates, 1997): una situación social negativa, aunque tienen algu-
producen con mayor frecuencia en el aula. No se observan dife- nos amigos que les siguen en su conducta violenta; una acentuada
rencias significativas entre escuelas públicas y privadas respecto a tendencia a abusar de su fuerza (suelen ser físicamente más fuer-
este problema. tes que los demás); son impulsivos, con escasas habilidades socia-
Uno de los objetivos del estudio que hemos llevado a cabo les, baja tolerancia a la frustración, dificultad para cumplir nor-
(Díaz-Aguado, Martínez Arias y Martín Seoane, 2004) en 12 mas, relaciones negativas con los adultos y bajo rendimiento,
centros de Secundaria de la Comunidad de Madrid, con 826 problemas que se incrementan con la edad; tienen dificultad de au-
adolescentes, de edades comprendidas entre los 13 y los 20 años tocrítica; en relación a lo cual cabe considerar el hecho observado
y una edad media de 15,44 años) es comparar la violencia entre en varias investigaciones al intentar evaluar la autoestima de los
iguales en los dos contextos más relevantes respecto a este pro- agresores, y encontrarla media o incluso alta. Entre los principales
blema: la escuela y el ocio. Entre sus principales resultados ca- antecedentes familiares suelen destacarse: la ausencia de una rela-
be destacar que en el ocio los adolescentes declaran vivir me- ción afectiva cálida y segura por parte de los padres, y especial-
nos situaciones de agresión entre iguales que en la escuela, con mente por parte de la madre, que manifiesta actitudes negativas o
la excepción de las coacciones con amenazas o con armas, en escasa disponibilidad para atender al niño; y fuertes dificultades
las que sucede lo contrario. Las frecuentes situaciones de ex- para enseñar a respetar límites, combinando la permisividad ante
clusión y humillación que se producen en la escuela parecen es- conductas antisociales con el frecuente empleo de métodos coer-
tar en el origen de la orientación a la violencia de los adoles- citivos autoritarios, utilizando en muchos casos el castigo físico.
En el estudio que hemos realizado con adolescentes (Díaz-
centes que la ejercen en ambos contextos. Al intentar
Aguado, Martínez Arias y Martín Seoane, 2004) también se refle-
diferenciar, a través de análisis de cluster, tipos de adolescentes
ja que los agresores tienen menor disponibilidad de estrategias no
respecto a su participación en situaciones de violencia se detec-
violentas de resolución de conflictos, detectando además las si-
tan tres situaciones:
guientes carencias en torno a las cuales convendría orientar tam-
1) La de la mayoría (80,5%), sin problemas significativos de
bién la prevención de este problema:
violencia en ninguno de los dos contextos.
1) Están más de acuerdo con las creencias que llevan a justi-
2) La del problema más frecuente (el 16,1%), el de los que ex-
ficar la violencia y la intolerancia en distinto tipo de rela-
cluyen y agreden a los demás tanto en la escuela como en
ciones, incluidas las relaciones entre iguales, manifestán-
el ocio.
dose también como más racistas, xenófobos y sexistas. Es
3) Y la del problema más grave, compuesto por un 3,4% de
decir, que tienden a identificarse con un modelo social ba-
los evaluados, que sufren un poco más que los demás si- sado en el dominio y la sumisión.
tuaciones de victimización en la escuela, recurren con mu- 2) Tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás.
cha más frecuencia en ambos contextos a todas las formas Su razonamiento moral es más primitivo que el de sus com-
de agresión, y reciben en el ocio muchas más agresiones en pañeros, siendo más frecuente entre los agresores la identi-
sus formas más graves; situación que probablemente coin- ficación de la justicia con «hacer a los demás lo que te ha-
cida con la de los jóvenes que se identifican con la violen- cen a ti o crees que te hacen», orientación que puede
cia y tienden a relacionarse con otros adolescentes de iden- explicar su tendencia a vengar reales o supuestas ofensas.
tidad similar. Y se identifican con una serie de conceptos estrechamente
relacionados con el acoso escolar, como los de chivato y
A partir de estos y otros estudios destinados a estimar la inci- cobarde, que utilizan para justificarlo y mantener la cons-
dencia del bullying se deduce que: piración del silencio que lo perpetúa.
1) Se trata de un fenómeno que parece formar parte habitual 3) Están menos satisfechos que los demás con su aprendizaje es-
de la cultura escolar tradicional, puesto que a lo largo de su colar y con las relaciones que establecen con los profesores.
vida en la escuela todos los alumnos parecen tener contac- 4) Son percibidos por sus compañeros como intolerantes y arro-
to con él, como víctimas, agresores o espectadores (la si- gantes, y al mismo como que se sienten fracasados. El con-
tuación más frecuente). junto de las características en las que destacan sugiere que
2) Dar a conocer al conjunto de la sociedad la información cuentan con iguales que les siguen en sus agresiones, for-
sobre la incidencia de la violencia entre escolares es un mando grupos con disposición a la violencia, en los que se
paso fundamental para romper la tradicional «conspira- integrarían individuos que han tenido pocas oportunidades
ción del silencio» que ha existido hacia este problema, su- anteriores de protagonismo positivo en el sistema escolar.
perando la frecuente tendencia que llevaba a minimizarlo.
Aunque también es preciso evitar la tendencia contraria, La prevención y el tratamiento de la agresión
la de exagerar su incidencia, transmitiendo una visión de-
formada de la escuela actual como un escenario perma- Los resultados expuestos ponen de manifiesto la importancia
nente de violencia. que tiene erradicar situaciones de exclusión del protagonismo aca-
LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES EN LA ADOLESCENCIA Y SU PREVENCIÓN DESDE LA ESCUELA 551
démico desde las primeras etapas educativas, y favorecer la iden- toestima; características que cabe relacionar con la tenden-
tificación de los adolescentes con los valores de respeto mutuo, cia observada en algunas investigaciones en las víctimas
empatía y no violencia, para prevenir el acoso. Para cuya erradi- pasivas a culpabilizarse de su situación y a negarla, debido
cación no basta con enseñar habilidades de resolución de conflic- probablemente a que la consideran más vergonzosa de lo
tos, una de las perspectivas más habituales, sino que es preciso in- que consideran su situación los agresores (que a veces pa-
sertar la prevención en un enfoque más global, en el que: recen estar orgullosos de serlo).
1) Enseñar a condenar toda forma de violencia favoreciendo 2) La víctima activa, que se caracteriza por una situación so-
una representación que ayude a combatirla. Nuestras in- cial de aislamiento y fuerte impopularidad, llegando a en-
vestigaciones reflejan (Díaz-Aguado, dir., 1996, 2001, contrarse entre los alumnos más rechazados por sus com-
2004) que conviene orientar el rechazo a la violencia desde pañeros (más que los agresores y las víctimas pasivas);
una perspectiva que incluya tanto su rechazo de forma ge- situación que podría estar en el origen de su selección co-
neral, independientemente de quién sea la víctima y quién mo víctimas, aunque, como en el caso de las anteriores,
sea el agresor, como un tratamiento específico de sus mani- también podría agravarse con la victimización; una tenden-
festaciones más frecuentes: la violencia de género y la vio- cia excesiva e impulsiva a actuar, a intervenir sin llegar a
lencia entre iguales, en la escuela y en el ocio. Las medidas elegir la conducta que puede resultar más adecuada a cada
disciplinarias deben contribuir a este objetivo ayudando a situación, con problemas de concentración (llegando inclu-
generar cambios cognitivos, emocionales y conductuales, so, en algunos casos, a la hiperactividad) y cierta disponi-
que permitan que el agresor se ponga en el lugar de la vícti- bilidad a reaccionar con conductas agresivas e irritantes.
ma, se arrepienta de haber empleado la violencia e intente Características que han hecho que en ocasiones este tipo de
reparar el daño originado. La eficacia de estos tres compo- víctimas sean denominadas como «víctimas provocado-
nentes mejora cuando se integran en un mismo proceso. ras», asociación que convendría evitar, para prevenir la fre-
2) Favorecer la identificación con el respeto a los derechos cuente tendencia a culpar a la víctima que suele existir res-
humanos, estimulando el desarrollo de la capacidad para pecto a cualquier tipo de violencia, también en la escolar.
ponerse en el lugar del otro, motor básico de todo el desa- La situación de las víctimas activas es la que parece tener
rrollo socioemocional y que en sus niveles más evolucio- un peor pronóstico a largo plazo.
nados se extiende a todos los seres humanos; así como la
comprensión de los derechos universales y la capacidad de Una significación especial respecto a la prevención de la victi-
usar dicha comprensión en las propias decisiones morales, mización tienen los resultados obtenidos en algunos estudios (aun-
coordinando dichos derechos con el deber de respetarlos. que poco mencionados en el conjunto de la investigación), según
Al incluir el rechazo a la violencia dentro de esta perspec- los cuales el riesgo de ser víctima de acoso se incrementa por el
tiva, conceptualizándola como una grave amenaza a los de- hecho de pertenecer a una minoría étnica en situación de desven-
rechos humanos, se favorece su comprensión como un pro- taja (Díaz-Aguado, 1992; Troyna y Hatcher, 1992); tener dificul-
blema que afecta a cualquier individuo, puesto que pone en tades de aprendizaje en aulas ordinarias (Nabuzoka y Smith,
peligro el nivel de justicia necesario para que se respeten 1993); manifestar dificultades de expresión verbal (Hugh-Jones y
también sus derechos. Smith, 1999); o entre los chicos que contrarían el estereotipo se-
3) Desarrollar alternativas a la violencia: estableciendo con- xista tradicional (Rivers, 1999; Young y Sweeting, 2004).
textos y procedimientos alternativos en el sistema escolar, a ¿Cómo interpretar los resultados obtenidos sobre las caracterís-
través de los cuales de forma normalizada (sin que nadie se ticas de las víctimas?, ¿pueden ser considerados como meros pro-
sienta amenazado en ellos) puedan expresarse las tensiones blemas individuales y, por tanto, superables básicamente a través
y las discrepancias y resolverse los conflictos sin recurrir a del entrenamiento de las víctimas en habilidades para salir de di-
la violencia (a través de la comunicación, la negociación, la cha situación?, o ¿exigen ser reconocidos, también, como proble-
mediación…); y promoviendo habilidades en todos los in- mas de un sistema escolar en el que pueden reproducirse los dis-
dividuos (alumnado, profesorado…) que permitan afrontar tintos tipos de exclusión y de acoso (racista, sexista…) que tienen
la tensión y resolver los conflictos sin recurrir a la violencia. lugar en el conjunto de la sociedad? La respuesta que la psicolo-
gía dé a estos interrogantes tiene una gran importancia, porque de
Victimización y tratamiento escolar de la diversidad ella depende no sólo la eficacia de las intervenciones que se lleven
a cabo, sino también la posibilidad de contribuir a contrarrestar la
La situación de las víctimas frecuente tendencia que se produce en todo tipo de violencia, in-
cluida la escolar, a justificar el acoso culpabilizando a la víctima,
Entre los escolares que son víctimas de acoso suelen diferen- que suele activarse no sólo en los agresores, sino también en las
ciarse dos situaciones (Díaz-Aguado, Martínez Arias y Martín propias víctimas y en las personas de su entorno. Tendencia, es-
Seoane, 2004; Olweus, 1993; Pellegrini, Bartini y Brooks, 1999; trechamente relacionada con la necesidad de creer que el mundo es
Salmivalli et al, 1996; Schwartz, Dodge, Pettit y Bates, 1997; justo (Lerner, 1980), y de confiar en que los graves acontecimien-
Smith et al, 2004): tos que observamos a nuestro alrededor no nos sucederán. Para no
1) La víctima típica, o víctima pasiva, que se caracteriza por: contribuir a dicha tendencia, y sí por el contrario a su superación,
una situación social de aislamiento, en relación a lo cual ca- es preciso cuidar de forma especial las descripciones psicológicas
be considerar su escasa asertividad y dificultad de comuni- sobre la situación de la víctima, enfatizando los cambios que es
cación; una conducta muy pasiva, miedo ante la violencia preciso llevar a cabo en la escuela para prevenir y evitando des-
y manifestación de vulnerabilidad (de no poder defenderse cribir las características individuales que incrementan el riesgo
ante la intimidación), alta ansiedad, inseguridad y baja au- con términos que activen la tendencia a culpar a la víctima.
552 MARÍA JOSÉ DÍAZ-AGUADO JALÓN
El papel de los compañeros frente a la exclusión y el acoso tegración de todos los individuos, sino que permiten una
detección precoz de los problemas de interacción, que pue-
El estudio del papel de los compañeros que no participan di- den así ser resueltos desde sus inicios.
rectamente en el acoso está creciendo de forma importante en los 2) Incluir actividades específicamente dirigidas a prevenir la
últimos años (Cowie, 2000; Pellegrini, Bartini y Brooks, 1999; victimización dentro de los programas de prevención de la
Salmivalli et al, 1996; 1998), al observarse que suelen estar pre- violencia, enseñando a: decir que no en situaciones que
sentes en la mayoría de las situaciones en las que se produce. Co- puedan implicar abuso; pedir ayuda cuando se necesita; y
mo reflejo de la importancia que tiene su papel cabe destacar uno estar preparado emocionalmente para no sentirse culpable
de los resultados que sistemáticamente se repite en los estudios so- cuando se es víctima.
bre el perfil de víctimas y agresores, en los que se observa que la 3) Enseñar a detectar y a superar los distintos tipos de prejui-
víctima suele estar fuertemente aislada, sin amigos, y ser bastante cios existentes en la sociedad sobre determinados colectivos,
impopular, sufriendo ambos problemas en mayor medida que los porque para su superación no basta con que la escuela no sea
agresores, especialmente entre las víctimas activas. Para explicar- racista o sexista, sino que debe trabajar activa y explícita-
lo conviene tener en cuenta que la falta de amigos puede originar mente en la erradicación de estos problemas, incluyendo su
el inicio de la victimización, y que ésta puede hacer que disminu- tratamiento en el currículum dentro de programas globales
ya aún más la popularidad de quien la sufre y su aislamiento (Ba- que proporcionen experiencias de igualdad y ayuden a erra-
ker, 1998; Cowie, 2000; Pellegrini et al, 1999; Salmivalli et al, dicar todo tipo de exclusión (Cowie y Sharp, 1994; Gillborn,
1996; Smith et al, 2004). Se ha observado, además, que tener ami- 1992; Horton, 1991; Troyna y Hatcher, 1992).
gos y caer bien protegen contra la víctimización. Aunque el carác-
ter protector de los amigos es prácticamente nulo si proceden del Violencia, género y sexismo
grupo de víctimas, probablemente debido a su debilidad para in-
tervenir. De lo cual se desprende que para prevenir la violencia es Uno de los resultados más repetidos en los estudios sobre la
necesario intervenir con el conjunto de la clase, favoreciendo el ti- violencia es que los hombres la utilizan con mayor frecuencia y de
po de relaciones entre compañeros que inhibe su aparición (Sal- forma más grave a lo que la utilizan las mujeres (Rutter et al, 1998;
mivalli, 1999). Scrandroglio et al, 2002), diferencia que se manifiesta desde la in-
En el estudio que hemos realizado con adolescentes (Díaz- fancia en cualquier contexto, incluido el escolar (Defensor del
Aguado, Martínez Arias y Martín Seoane, 2004) también se pone Pueblo, 2000; Olafsen y Viemero, 2000; Olweus, 1993; Whitney
de manifiesto la necesidad de mejorar la situación entre compañe- y Smith, 1993), y que, como sucede en otros contextos y edades,
ros para prevenir el acoso, puesto que cuando se les pregunta qué cabe relacionar con los estereotipos masculinos tradicionales, en
hacen en dichas situaciones se encuentra que las conductas más los que se asocia el valor del hombre con el dominio, el control ab-
frecuentes son, según lo que ellos mismos declaran: 1) «intentar soluto y la violencia (Cowie, 2000; Díaz-Aguado y Martínez
cortar la situación cuando hay una relación de amistad con la víc- Arias, 2001). Los análisis realizados sobre la frecuencia con la que
tima» (70,6%); 2) «intentarlo aunque no exista dicha relación» se sufren en la escuela situaciones de víctimización en función del
(45,6%); 3) y «pedir ayuda a otra persona distinta de los profeso- género encuentran resultados menos consistentes (Olafsen y Vie-
res» (37,5%), sobre todo a los amigos. A pesar de su menor fre- mero, 2000; Smith y Sharp, 1994).
cuencia, sorprende el elevado porcentaje de adolescentes que al Para explicar la relación entre agresión y género conviene tener
observar la violencia hacia un compañero: «no hace nada aunque en cuenta que la principal condición de riesgo de violencia no es
cree que debería hacerlo» (17% si se considera desde la categoría el sexo como condición biológica, sino la identificación con el do-
a menudo, y 56% si se añade la categoría a veces); «no hace nada, minio de los demás, asociado al estereotipo masculino tradicional.
porque no es su problema» (15% y 47%, respectivamente); y «se Identificación que incrementa el riesgo de convertirse en agresor
mete con la víctima lo mismo que el grupo» (11% y 31%, respec- de los compañeros tanto en los chicos, entre los que suele ser más
tivamente). Lo cual pone de manifiesto que los papeles de cómpli- frecuente, como en las chicas (Young y Sweeting, 2004).
ce activo y pasivo son vividos con una elevada frecuencia en el Por otra parte, en diversas investigaciones se pone de mani-
contexto escolar, y que sin dicha complicidad la violencia no po- fiesto la necesidad de considerar también diferencias cualitativas,
dría producirse con la frecuencia e intensidad actuales. puesto que, por ejemplo, la utilización de la violencia por las mu-
jeres suele ser mucho más indirecta (Österman, 1998) y está más
La prevención de la victimización influida por presiones situacionales. En este sentido, Salmivalli et
al (1998) han observado, en un seguimiento longitudinal de sexto
A partir de los resultados obtenidos en los estudios sobre la si- a octavo curso (de los 12-13 a los 14-15 años), que la estabilidad
tuación de las víctimas se desprende que para prevenir la violen- en el papel de agresor es mucho mayor entre los chicos, y que aun-
cia entre adolescentes es preciso: que en ambos grupos está influida por la presión de los compañe-
1) Favorecer la cohesión entre compañeros y erradicar las si- ros, entre las chicas dicha influencia es mucho mayor.
tuaciones de exclusión que, de lo contrario, suelen produ- En nuestro estudio (Díaz-Aguado, Martínez Arias y Martín
cirse desde los primeros cursos de escolaridad y a lo largo Seoane, 2004) se encuentra también que los chicos manifiestan en
de todos los cursos. Y para conseguirlo conviene incre- casi todos los indicadores evaluados un superior riesgo de violen-
mentar las oportunidades de conseguirlo desde las activi- cia e intolerancia que las chicas. La ausencia de diferencias de gé-
dades del aula de clase, como el aprendizaje cooperativo, nero en el ocio puede ser interpretada como un indicador de la
así como favorecer el desarrollo de las habilidades necesa- fuerte presión grupal que suele existir en dicho contexto, que po-
rias para dicha cooperación, tanto con carácter colectivo dría obstaculizar los mecanismos de inhibición de la violencia de
como individual. Estas condiciones no sólo ayudan a la in- las adolescentes. Lo cual refleja la necesidad de orientar la supe-
LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES EN LA ADOLESCENCIA Y SU PREVENCIÓN DESDE LA ESCUELA 553
ración del sexismo de forma que favorezca una identificación con Torrego y Moreno, 2003; Trianes, 2000), para prevenir la violen-
la totalidad de los valores tradicionalmente asociados a lo femeni- cia escolar es preciso adoptar una perspectiva ecológica que per-
no (la empatía, la ternura) y a lo masculino (la fuerza y el poder), mita conceptualizar las condiciones de riesgo y de protección en
sin que nadie tenga que identificarse con los problemas a los que función de la interacción entre el individuo y el entorno a distintos
dichos estereotipos conducían (como la violencia). niveles, prestando una especial atención a la forma de estructurar
las actividades escolares, así como a la colaboración de la escuela
Cambios con la edad, períodos críticos y necesidad de adoptar con las familias y con el resto de la sociedad.
una perspectiva evolutiva
Características de la escuela tradicional que incrementan el
Los estudios retrospectivos realizados a partir de lo que recuer- riesgo: incoherencia y currículum oculto respecto a la violencia
dan los adultos, encuentran que la frecuencia de episodios de vio-
lencia sufrida en la escuela alcanza su máximo nivel en la adoles- A partir de lo anteriormente expuesto se desprende que deter-
cencia temprana, entre los 11 y los 13 años, tanto cuando se minadas características de la escuela tradicional contribuyen a que
estudia a muestras seleccionadas del conjunto de la población (Es- en ella se produzca el acoso entre compañeros y dificultan su su-
lea y Rees, 2001), como a grupos en los que se dan características peración, como son:
que suelen incrementar el riesgo de victimización. En este sentido, • La tendencia a minimizar la gravedad de las agresiones en-
por ejemplo, Hugh-Jones y Smith (1999) observan que el 83% de tre iguales, considerándolas como inevitables, sobre todo
los adultos tartamudos entrevistados declara haber sufrido bull- entre chicos, o como problemas que deben aprender a resol-
ying en el colegio alguna vez, y que el 33% afirma que fue espe- ver sin que los adultos intervengan, para hacerse más fuer-
cialmente intenso entre los 11 y 13 años, el 21% entre los 8 y los tes, para «curtirse». Como reflejo de su extensión actual ca-
10 años, el 20% en la adolescencia, y el 5% a los 6-7 años. Y Ri- be destacar que en nuestro estudio (Díaz-Aguado, Martínez
vers (1999), en un estudio llevado a cabo con 190 adultos homo- Arias y Martín Seoane, 2004) el 37,6% de los adolescentes
sexuales, en el que casi todos declaran haber sufrido bullying en la evaluados manifestó su acuerdo con la creencia «Si no de-
escuela, sitúa su comienzo en torno a los 10 años, prolongándose vuelves los golpes que recibes, los demás pensarán que eres
durante los 5 años siguientes. un cobarde», estrechamente relacionada con una de las fra-
También en nuestras investigaciones (Díaz-Aguado, Martínez ses que con cierta frecuencia los adultos siguen transmitien-
Arias y Martín Seoane, 2004) se detecta un mayor riesgo de vio- do a los niños: «Si te pegan, pega», y en la que se refleja que
lencia entre iguales en la adolescencia temprana que en edades la incoherencia escolar respecto a esta violencia expresa una
posteriores. Detectándose como cursos y edades de riesgo más ele- incoherencia más amplia, existente en el resto de la sociedad
vado segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (13- respecto a dicho problema.
15 años); que coinciden con los que suelen resultar más difíciles • El tratamiento tradicionalmente dado a la diversidad ac-
de impartir para el profesorado de Secundaria, y en los cuales se tuando como si no existiera. En función de lo cual puede ex-
plantea con más frecuencia la necesidad de llevar a cabo progra- plicarse que el hecho de estar en minoría, ser percibido co-
mas de prevención de la violencia. Para explicarlo conviene tener mo diferente, tener un problema, o destacar por una cualidad
en cuenta que la violencia puede ser utilizada para dar respuesta a envidiada, incremente la probabilidad de ser elegido como
una serie de funciones de una gran relevancia en dicha edad, como víctima de acoso (a través de motes, aislamiento…).
la reducción incertidumbre sobre la propia identidad, la integra- • Y la insuficiencia de la respuesta que la escuela tradicional
ción en el grupo de referencia, o la desviación de la hostilidad pro- suele dar cuando se produce la violencia entre escolares,
ducida por situaciones de frustración y tensión, así como al desa- que deja a las víctimas sin la ayuda que necesitarían para sa-
juste entre dichas necesidades evolutivas y las condiciones lir de la situación y suele ser interpretada por los agresores
escolares y familiares que rodean al adolescente. Eccles, Lord y como un apoyo implícito. Esta falta de respuesta está rela-
Roeser, 1996, han encontrado evidencia empírica sobre cinco cionada con la forma tradicional de definir el papel del pro-
cambios entre la escuela primaria y secundaria que pueden expli- fesorado, especialmente en Secundaria, orientado de forma
car este incremento de las conductas destructivas: 1) el mayor én- casi exclusiva a impartir una determinada materia.
fasis en el control y la disciplina; 2) el deterioro de la relación con
el profesorado; 3) la reducción de las oportunidades para partici- En relación a la falta de respuesta de la escuela tradicional res-
par en clase; 4) el descenso en las calificaciones académicas; 5) y pecto a la violencia cabe interpretar el resultado obtenido en nues-
que el profesorado se sienta menos eficaz que el de primaria, re- tra investigación (Díaz-Aguado, Martínez Arias y Martín Seoane,
duciendo su papel a impartir una determinada materia. Y proponen 2004) según el cual el 34,6% de los adolescentes evaluados decla-
para prevenir modificar la estructura de las actividades escolares, ra que nunca pediría ayuda al profesorado si sufriera acoso de sus
para orientarlas hacia el desarrollo de proyectos, de tareas, que sean compañeros, aludiendo para justificarlo a que «los profesores de
definidas como propias por el adolescente. Secundaria están para enseñarte, no para resolver tus problemas»,
aunque matizan que «sí pedirían ayuda a un profesor que diera
La necesidad de reconocer la interacción con el sistema social confianza». Respuestas que reflejan la necesidad de adaptar el pa-
a múltiples niveles. El enfoque ecológico-evolutivo pel del profesorado a la nueva situación, para incrementar su efi-
cacia educativa, así como la ayuda que pueden proporcionar en la
Como se refleja en los análisis anteriores, y reconocen actual- prevención de la violencia. Aunque cada día es mayor la disponi-
mente numerosos investigadores (Baker, 1998; Cowie, 2000; Her- bilidad del profesorado para acabar con los problemas anterior-
nández, Sarabia y Casares, 2002; Ortega, 2003; Pellegrini y mente expuestos, y ello debería contribuir a erradicar la violencia
Brooks, 1999; Reinke y Herman, 2002; Samlmivalli et al, 1996; escolar, no siempre sucede así debido a la dificultad que supone
554 MARÍA JOSÉ DÍAZ-AGUADO JALÓN
cambiar pautas profundamente arraigadas en dicha institución, pa- generalmente la metodología iniciada por Olweus; 2) y las que se
ra cuya superación es preciso dotar al profesorado de los medios plantean desde una perspectiva más general, como programas de
que lo hagan posible. prevención de la violencia escolar o de la violencia en general, ba-
sadas generalmente en el desarrollo de habilidades sociales.
Cambios sociales y riesgo de violencia escolar. El maltrato en la
interacción profesor-alumno Programas específicos contra el acoso entre iguales en la escuela
Las observaciones realizadas en las aulas y la propia percep- En el pionero programa desarrollado en 42 escuelas de Noruega
ción del profesorado reflejan que en los últimos años se está pro- por Olweus (1991) con 2.500 alumnos de 10 a 15 años se informa-
duciendo un incremento de las dificultades de interacción con el ba a las escuelas sobre los resultados obtenidos en la evaluación de
alumnado, especialmente en el nivel de la Educación Secundaria dicho problema, así como sobre la respuesta que el contexto daba,
Obligatoria, que suelen describir como comportamiento disrupti- tratando de sensibilizar a profesores, padres y compañeros sobre la
vo, indisciplina e incluso acoso, tal como confirman los escasos necesidad de no permitirlo y creando vigilancia, normas y sancio-
estudios realizados sobre el acoso entre profesores y alumnos nes claras contra dicha situación. La evaluación de los resultados
(Mendoza, 2005; Terry, 1998), en los que se sugiere la necesidad del programa reflejó una significativa disminución del acoso (de
de incluirlo de forma más sistemática tanto en las evaluaciones co- más del 50%) tanto a partir de los informes de los agresores como
mo en las intervenciones, y de plantearlo desde una doble direc- de las víctimas, sin que las agresiones se desplazaran a otros con-
ción, que permita detectar también el que puede producirse desde textos. Observándose, además, una mejoría del clima social y de la
los alumnos hacia el profesor. satisfacción de los alumnos con la escuela, así como una disminu-
Para comprender la posible influencia que los actuales cambios ción general del comportamiento antisocial. Resultados que cabe
macrosociales de la denominada como revolución tecnológica relacionar, por lo menos en parte, con la sensibilidad existente en
pueden tener en esta situación, es preciso considerar que reducen Noruega antes del programa, tras el suicidio de tres alumnos de 10
la eficacia de determinadas condiciones que hasta hace poco pro- a 14 años producido después de haber sufrido el acoso de sus com-
tegían a la infancia de la violencia adulta. Como se pone de mani- pañeros (Stevens, De Bourdeauhuij y Van Oost, 2000).
fiesto en algunos de los casos de violencia protagonizados en los Los intentos posteriores de replicar los excelentes resultados
últimos años por niños y adolescentes, ampliamente divulgados obtenidos en este primer estudio no han sido tan positivos. Como
por los medios de comunicación, en los que se refleja que repro- reflejo de lo cual cabe considerar, por ejemplo, el programa desa-
ducen guiones imposibles de inventar en dichas edades, que dis- rrollado en Bélgica (Flandes) por Stevens, De Bourdeauhuij y Van
ponen de una información para ejercer la violencia a la que hasta Oost (2000) con tres de los componentes básicos de la interven-
ahora en dichas edades no se tenía acceso. Y que estos cambios ción contra el bullying: 1) una política escolar de normas y san-
afectan de una forma muy especial a los dos contextos educativos ciones claramente contrarias al acoso; 2) cuatro sesiones en el au-
básicos tradicionales, tal como se estructuraban desde la revolu- la sobre estrategias y habilidades de resolución de conflictos de
ción industrial: acoso y en apoyo a las víctimas; 3) y el tratamiento específico con
• La familia nuclear, que se aisló de la familia extensa, espe- agresores y víctimas. La comparación de los resultados obtenidos
cializándose en el cuidado de los hijos, en torno a una figu- en las escuelas experimentales de primaria con las escuelas de
ra, la madre, aislada también de lo que sucedía más allá del control refleja una significativa eficacia según lo que declaran los
reducido mundo privado en el que transcurría su vida. agresores, pero no según lo que declaran las víctimas. En las es-
• La escuela tradicional, que se extendió a sectores cada vez cuelas de Secundaria el programa no resulta eficaz a partir de nin-
más amplios de la población. Estructurada en torno a la ho- guno de estos dos indicadores. Dificultad que ya había sido detec-
mogeneidad y fuertemente jerarquizada, alrededor de la au- tada en otros trabajos (Smith y Sharp, 1994), y que es atribuida a
toridad incondicional del profesor. En la que el alumnado lo inadecuado que puede resultar tratar de influir en adolescentes
que no encajaba con lo que se esperaba del alumno medio a partir de normas establecidas por los adultos. De lo cual se deri-
era excluido de ella antes de llegar a la adolescencia. va la necesidad de adaptar los programas desde una perspectiva
evolutiva (Stevens et al, 2000). Las investigaciones posteriores
Para prevenir la violencia escolar es preciso adaptar los dos permiten concluir que la eficacia de los resultados de los progra-
principales contextos educativos, la escuela y la familia, a los ac- mas contra el bullying mejora cuando éstos se desarrollan de for-
tuales cambios sociales, estructurando las relaciones y actividades ma continua, desde una perspectiva de largo plazo, más que como
que en ella se producen de forma que resulten más coherentes con una intervención puntual (Carney y Merrell, 2001); que con fre-
los valores democráticos que nuestra sociedad pretende transmitir. cuencia la eficacia sólo se observa en una de las dos perspectivas
Existe un consenso cada vez más generalizado sobre el papel que evaluadas: la de las víctimas (Menesini y Smorti, 1997) o la de los
la cooperación puede tener para conseguirlo, así como sobre la ne- agresores (Stevens et al, 2000); o que la disponibilidad de los igua-
cesidad de llevarla a cabo a múltiples niveles (Ahmed y Braith- les para hacer de mediadores en la resolución de conflictos y apo-
waite, 2004; Conoley y Goldstein, 2004; Gini, 2004; Johnson y yo a las víctimas es significativamente menor entre los chicos
Johnson, 1999; Reinke y Herman, 2002). (Nailor y Cowie, 1999).
Los análisis más recientes sobre la evaluación de los programas
Evaluación de los programas de prevención de la violencia escolar contra el bullying reflejan un creciente consenso en la necesidad
de ampliar sus objetivos y actividades más allá del tratamiento es-
Las evaluaciones realizadas sobre programas de prevención de pecífico del acoso, para tratar de mejorar la calidad de la vida en
la violencia escolar pueden agruparse en dos tipos: 1) las que se la escuela favoreciendo la cooperación a distintos niveles (Gini,
orientan específicamente contra el acoso entre iguales, que siguen 2004; Ortega, 2003).
LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES EN LA ADOLESCENCIA Y SU PREVENCIÓN DESDE LA ESCUELA 555
El currículum de la no-violencia Violencia en el Ocio. A partir de los cuales se comprobó una sig-
nificativa eficacia del programa para:
A lo largo de investigaciones anteriores (Díaz-Aguado, dir., 1) Reducir las situaciones de violencia en la escuela, y espe-
1996; 2003; Díaz-Aguado y Martínez Arias, 2001) hemos venido cialmente las más graves, tal como son percibidas tanto por
desarrollando una serie de actividades sobre cómo enseñar a cons- las víctimas como por los agresores.
truir los valores de igualdad, respeto a los derechos humanos, to- 2) Prevenir las situaciones de violencia grave en el ocio, tal
lerancia y rechazo al sexismo y a la violencia, que en el último tra- como son percibidas tanto por las víctimas como por los
bajo (Díaz-Aguado, dir., 2004) se completan con una serie de agresores. Resultado que ayuda a modificar las pesimistas
actividades específicamente dirigidas contra el acoso entre iguales expectativas que el profesorado tiene a veces, sobre la im-
en la escuela y en el ocio, a través de un protocolo de 16 activida- posibilidad de prevenir desde la escuela formas de violen-
des básicas: cia que se producen fuera de ella y cuyas principales cau-
A) Democracia es igualdad. sas suelen situarse más allá del sistema escolar.
– Activación de esquemas previos y habilidades básicas 3) Reducir las situaciones de exclusión en la escuela, tal como
de comunicación a partir de un spot. son percibidas por las víctimas, situaciones que cuando no
– Discusión sobre distintos tipos de discriminación, enfa- se interviene tienden a incrementarse con el tiempo.
tizando la conexión con la vida cotidiana y las discri- 4) Desarrollar una representación de la violencia que ayude a
minaciones que se producen en la escuela. combatirla y promover la tolerancia ayudando a superar las
B) La construcción de los derechos humanos como base de la creencias que conducen a: la violencia entre iguales; al se-
convivencia. xismo y la violencia doméstica; al racismo y a la xenofobia.
– Elaboración de una declaración sobre los derechos hu- 5) Incrementar la disponibilidad de estrategias de prevención
manos. de la violencia en el ocio más positivas y elaboradas, re-
– Comparación con la declaración elaborada en 1948. chazando el empleo de la violencia como forma de resolu-
– Discusión sobre las violaciones a los derechos huma- ción de conflictos.
nos en la vida cotidiana. 6) Mejorar la calidad de la relación con el aprendizaje y el pro-
C) Favoreciendo una representación general de la violencia fesorado, tal como es evaluada tanto por el alumnado que
que ayude a combatirla. participa en el programa como por sus profesores. También
– Discusión sobre la naturaleza de la violencia, a partir se observa una tendencia a mejorar el resto de las relaciones
del vídeo Odio y destrucción. y contextos sobre los que tratan las actividades del progra-
– Discusión sobre acoso y victimación. ma: la clase, amigos, compañeros, el instituto, el ocio.
D) Racismo y xenofobia, como ampliación del bloque A.
– Aprendiendo a detectar el racismo. Conclusión
– Qué mala memoria tenemos.
E) Sexismo y violencia de género. Estos resultados apoyan la viabilidad y eficacia de las propues-
– Detección del sexismo y generación de alternativas. tas que a lo largo de este artículo se han planteado para prevenir la
– Discusión sobre la violencia de género a partir del ví- violencia entre adolescentes, integrando su tratamiento específico
deo Hogar, triste hogar. desde una perspectiva más global, de rechazo a toda forma de vio-
– Elaboración de un mensaje para prevenir o detener la lencia. Y permiten destacar la cooperación como el principio bási-
violencia de género. co de estructuración de la actividad escolar que puede permitir
F) Violencia entre iguales en la escuela y en el ocio. adaptar la escuela a una nueva situación, situándola a distintos ni-
– Detección de distorsiones que contribuyen a la violen- veles: entre alumnos, entre éstos y sus profesores, entre profeso-
cia en general. res, entre la escuela y otros agentes sociales, como la familia, los
– Detección de distorsiones que contribuyen a la violen- equipos municipales y el movimiento asociativo. Los resultados
cia entre adolescentes. reflejan que la práctica cooperativa desde cualquier materia junto
– Discusión sobre estrategias para prevenir o detener la con el currículum de la no-violencia deben ser destacados como
violencia en el ocio. componentes básicos de la prevención escolar de la violencia (Díaz-
– Elaboración de un decálogo para erradicar la violencia Aguado, dir., 2004).
desde las relaciones que se establecen en la escuela.
G) Sesión de discusión final sobre la integración de los temas Nota
tratados con anterioridad en la propia identidad.
1 Estos programas han sido recientemente publicados por el Instituto de la
Evaluación de la eficacia del programa Juventud en tres libros y un vídeo con el título Prevención de la violen-
cia y lucha contra la exclusión desde la adolescencia, que son gratuita-
El programa anteriormente descrito fue evaluado con 783 ado- mente distribuidos por dicho organismo a las instituciones que trabajan
lescentes de centros educativos de la Comunidad de Madrid, com- en este ámbito, que pueden solicitarlos explicando el objetivo de la soli-
parando los cambios producidos en el grupo experimental con los citud a foroinjuve@mtas.es. Los tres libros están disponibles a través de
del grupo de control, para lo cual se aplicaron antes y después de internet en mtas.es/injuve/novedades/prevenciónviolencia.htm. Y los
la intervención los siguientes instrumentos: 1) El Cuestionario de tres programas de vídeo en la videoteca virtual de ATEI, a través de la di-
Evaluación de la Violencia entre iguales en la Escuela y en el rección www.atei.es, dentro de los «Programas de atención a la diversi-
Ocio; 2) el Cuestionario de Actitudes hacia la Diversidad y la Vio- dad y educación en valores en la escuela actual». También a través de
lencia: 3) el Cuestionario sobre Estrategias de Prevención de la http://mariajosediaz-aguado.tk.
LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES EN LA ADOLESCENCIA Y SU PREVENCIÓN DESDE LA ESCUELA 557
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Desarrollo Psicológico y Aprendizaje. Máster de Secundaria.
Actividad voluntaria no evaluable. Curso 2018-19
DESCRIPCIÓN DE LA TAREA
OBJETIVOS
1
Desarrollo Psicológico y Aprendizaje. Máster de Secundaria.
Actividad voluntaria no evaluable. Curso 2018-19
PROCEDIMIENTO:
A continuación de este documento se presenta el supuesto con los datos necesarios para
poder participar en el foro. Tras una lectura detenida los alumnos tendrán la oportunidad de
participar en el FORO: TEMA 5 ACTIVIDAD 2 donde el tutor virtual irá planteando algunas
preguntas relativas a algunos alumnos concretos que se presentan en el supuesto y su relación
con sus compañeros. La idea es que a través del análisis del supuesto y del intercambio de
información y de opiniones podamos ampliar nuestro conocimiento de los datos aportados
en el Tema 5 y ver una aportación más práctica.
PLAZOS:
Debido a que en el pasado se observaron en dicho grupo algunos problemas de relación entre
sus miembros y con el fin de que conozca mejor al grupo antes de que diseñar su asignatura, la
Orientadora del Centro le proporciona un par de sociogramas y alguna información concreta
de algunos de sus alumnos. Por supuesto, le recuerda que la información que se le
proporciona es de carácter confidencial.
2
Desarrollo Psicológico y Aprendizaje. Máster de Secundaria.
Actividad voluntaria no evaluable. Curso 2018-19
En el segundo sociograma los alumnos debían responder “¿A quién elegirías de la clase para
hacer un trabajo conjunto?” seleccionando también a dos compañeros de clase.
3
Desarrollo Psicológico y Aprendizaje. Máster de Secundaria.
Actividad voluntaria no evaluable. Curso 2018-19
Como en el caso anterior, las flechas indican la direccionalidad de las elecciones. Por ejemplo,
el alumno con el número de lista 6 elige al compañero con el número de lista 3 y 15 para
realizar un trabajo, sin embargo, ningún otro compañero le elige a él.
Además de estos dos sociogramas la orientadora nos aporta la siguiente información adicional:
La alumna con el número 6 es una chica que en el pasado (1º ESO) presentó un cuadro
obsesivo-compulsivo que la llevó a tener una serie de TICs que provocaron el rechazo
de sus compañeros. Aunque en el momento actual ya ha superado el cuadro y ya no
existe rechazo por parte de los compañeros la alumna número 6 se muestra retraída,
se mantiene al margen de todas las actividades y no busca la relación con los
compañeros.
Los alumnos con los números 4, 10 y 12 presentan dificultades de aprendizaje (un caso
de dislexia y dos TDAH) que han estado en tratamiento y están en seguimiento por el
departamento de orientación.
El alumno número 15 es bastante popular y suele hacer bastantes gracias en clase para
llamar la atención.
Teniendo en cuenta toda esta información responda a las preguntas que el tutor virtual irá
planteando a través del FORO: TEMA 5ACTIVIDAD 2.
4
Actividad Tema 5
Desarrollo Social y Emocional
del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
ACTIVIDAD 1 TEMA 5
Realice la siguiente entrevista a tres chicos o chicas de las siguientes edades: 12/13 años, 14/15 años, 16/17 años. Esta actividad tendrá
dos objetivos:
- En primer lugar el estudiante del Máster se acercará, quizás por vez primera, a un adolescente con el objetivo de hablar con él de
qué piensa y siente sobre algunos aspectos de su desarrollo. Se sorprenderá de la madurez que pueden llegar a mostrar si tienen la
oportunidad de hacerlo.
- En segundo lugar, y más relacionado con los contenidos de la materia, podrá observar cómo evolucionan algunos aspectos del
desarrollo que hemos estudiado a lo largo del tema 5. No sólo con la información que cada estudiante del Máster obtenga, sino
también gracias a las aportaciones del resto de compañeros.
Si no puede realizar las entrevistas, intente cumplimentar la segunda parte de la actividad (centrada en su propia experiencia como
estudiante de secundaria). Esta actividad, permitirá:
- Reflexionar sobre la importancia del contexto escolar para el desarrollo personal de los y las adolescentes.
- Analizar las características de un buen profesor, no sólo las relativas a su habilidad para transmitir conocimientos sino también su
calidad como docente en un sentido amplio (retomaremos este punto en los siguientes temas).
Recuerde! Suba la actividad a la plataforma para compartirla con sus compañeros, aunque no sea evaluada por el Equipo Docente
Tema 5. Actividad Tema 5
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
3
Tema 5. Actividad Tema 5
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Aquellos que no tengan la posibilidad de realizar la entrevista pero quieran colaborar, pueden hacerlo cumplimentando el siguiente cuadro:
LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR QUE RECUERDO CON MÁS LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR QUE RECUERDO CON MENOS
CARIÑO DE LA SECUNDARIA AFECTO DE LA SECUNDARIA
4
TEMA 5. APLICACIONES PARA
EL AULA
Desarrollo Social y Emocional
del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Como hemos visto en este tema, el inicio de la adolescencia entre los 11 y 13 años
coincide con el momento de más tensiones en la relación con los adultos. Los chicos y
chicas están adquiriendo un cuerpo adulto y no sólo deben adaptarse a los cambios
físicos que experimentan, sino a los nuevos roles que desean o que no desean asumir.
Los padres son testigos de esos cambios, algunos los esperan con cierto temor y les
asusta esta nueva etapa, otros parecen negar la evidencia y siguen tratándolos como si
tuvieran menor edad. Los chicos comienzan a demandar autonomía y los padres y
madres, normalmente, se muestran reticentes a sus peticiones o muy inseguros sobre
hasta dónde deben permitirles llegar. Encontrar el término medio, aquello más
adecuado para cada chico o chica no es sencillo pero con paciencia y comunicación, la
mayoría de las familias con chicos y chicas que no han tenido problemas durante la
infancia, son capaces de mantener el equilibrio y adaptarse a esta nueva etapa con
normalidad. A pesar de los conflictos lógicos de una etapa de cambio, contrariamente
a las creencias populares, los chicos y chicas siguen pensando que sus padres les
quieren y que estarán ahí para ellos cuando les necesiten (aunque no siempre deseen
expresar abiertamente que todavía se sienten dependientes). Esta edad coincide con
la escolarización en 1º y 2º de ESO y no es casualidad que sean éstos los cursos
considerados los “peores” para la mayoría de los profesores de secundaria. ¿Qué
implicación tiene estos datos para su aula en concreto? Aunque hay algunos de estos
temas se tratarán más adelante, no está de más, hacer algunas reflexiones sobre
algunos aspectos de interés. Nos centraremos en los aspectos más disfuncionales por
ser en los que los profesores tienen mayores dificultades para encontrar recursos, pero
recuerde que todos hemos sido adolescentes, todos hemos tenido nuestros mejores y
peores momentos, y la mayor parte de nosotros somos adultos ajustados.
1. Hemos visto en el tema 4 que la opinión que los otros significativos dispensan a
las personas influye de forma importante en la formación de su autoestima.
Asimismo, describimos cómo los avances en el pensamiento formal (teoría
Piagetiana) aún no asentados juegan malas pasadas a los chicos y las chicas
adolescentes. Por este motivo, es importante no utilizar con los chicos y chicas
2
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
3
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
4
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
frecuencia con los alumnos y, con los más conflictivos, de forma particular y en
privado.
5
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
6
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
7
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
8
Temas 2 y 3 Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
1. Presentación de la tarea
Esta práctica se enlaza con los contenidos de los temas 2 y 3 y en especial con
la temática del pensamiento hipotético deductivo y el pensamiento
proposicional, aspectos que se muestran como las características cognitivas
que definen el pensamiento adolescente y adulto en el periodo de las
operaciones formales.
Aunque en las primeras investigaciones, Piaget (1955) postuló que este tipo de
pensamiento era universal una vez llegado a la adolescencia, posteriormente
admitió que no todos los sujetos acceden finalmente a él (Piaget, 1974) y que
tal y como lo tenéis expresado en el texto del tema, “los procesos de
razonamiento se pueden ver facilitados ante contenidos conocidos o
simplificados, o cuando los estudiantes tienen un suficiente entrenamiento en
un área”. Esto es debido a que el razonamiento se ve mediado e influido por el
contenido de la tarea y por el mayor significado y sentido que tenga éste para
el sujeto. Asimismo, la claridad o ambigüedad en las instrucciones de una tarea
abstracta puede influir en su correcta resolución.
1
Temas 2 y 3 Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
1.2. Procedimiento.
Tras realizar la tarea, los alumnos podrán indicar y discutir sus diferentes
respuestas en un foro habilitado específicamente para esta actividad,
2
Temas 2 y 3 Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
3
TEMA 5. APLICACIONES PARA
EL AULA
Desarrollo Social y Emocional
del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Como hemos visto en este tema, el inicio de la adolescencia entre los 11 y 13 años
coincide con el momento de más tensiones en la relación con los adultos. Los chicos y
chicas están adquiriendo un cuerpo adulto y no sólo deben adaptarse a los cambios
físicos que experimentan, sino a los nuevos roles que desean o que no desean asumir.
Los padres son testigos de esos cambios, algunos los esperan con cierto temor y les
asusta esta nueva etapa, otros parecen negar la evidencia y siguen tratándolos como si
tuvieran menor edad. Los chicos comienzan a demandar autonomía y los padres y
madres, normalmente, se muestran reticentes a sus peticiones o muy inseguros sobre
hasta dónde deben permitirles llegar. Encontrar el término medio, aquello más
adecuado para cada chico o chica no es sencillo pero con paciencia y comunicación, la
mayoría de las familias con chicos y chicas que no han tenido problemas durante la
infancia, son capaces de mantener el equilibrio y adaptarse a esta nueva etapa con
normalidad. A pesar de los conflictos lógicos de una etapa de cambio, contrariamente
a las creencias populares, los chicos y chicas siguen pensando que sus padres les
quieren y que estarán ahí para ellos cuando les necesiten (aunque no siempre deseen
expresar abiertamente que todavía se sienten dependientes). Esta edad coincide con
la escolarización en 1º y 2º de ESO y no es casualidad que sean éstos los cursos
considerados los “peores” para la mayoría de los profesores de secundaria. ¿Qué
implicación tiene estos datos para su aula en concreto? Aunque hay algunos de estos
temas se tratarán más adelante, no está de más, hacer algunas reflexiones sobre
algunos aspectos de interés. Nos centraremos en los aspectos más disfuncionales por
ser en los que los profesores tienen mayores dificultades para encontrar recursos, pero
recuerde que todos hemos sido adolescentes, todos hemos tenido nuestros mejores y
peores momentos, y la mayor parte de nosotros somos adultos ajustados.
1. Hemos visto en el tema 4 que la opinión que los otros significativos dispensan a
las personas influye de forma importante en la formación de su autoestima.
Asimismo, describimos cómo los avances en el pensamiento formal (teoría
Piagetiana) aún no asentados juegan malas pasadas a los chicos y las chicas
adolescentes. Por este motivo, es importante no utilizar con los chicos y chicas
2
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
3
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
4
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
frecuencia con los alumnos y, con los más conflictivos, de forma particular y en
privado.
5
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
6
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
7
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
8
Actividad Tema 4
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 4. Actividad: Desarrollo de la Personalidad
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
ACTIVIDAD TEMA 4
A continuación presentamos una serie de descripciones de sí mismos de chicos
y chicas adolescentes de entre 11 y 17 años (extraídas de Oliva y Parra, 2004)1. El
procedimiento que se siguió para la recogida de datos consistió en proporcionar a los
adolescentes un folio en blanco con las siguientes instrucciones y todo el espacio que
necesitaran para responder: “Nos gustaría que nos contaras cómo eres, así que
descríbete lo más extensamente posible. Gracias por tu colaboración”.
A partir de las descripciones que los adolescentes hacen de sí mismos:
• Sitúe a cada uno de los chicos/as según los rasgos distintivos del
autoconcepto en alguna de las tres etapas descritas por Fischer (1980)
• Identifique en las descripciones ejemplos relativos a los conceptos que
hemos visto a lo largo del capítulo.
Descripciones 2:
Ejemplo 1. Chico, 11 años
Según la gente soy simpático. Soy un poco nervioso y travieso. Yo soy de Sevilla
de toda mi vida. He vivido seis años en un pueblo llamado Gelves, y otros seis en un
pueblo llamado Mairena del Aljarafe y los dos están en Sevilla. Estoy en este colegio
desde los cuatro años. Me gusta el fútbol y el rugby. El futbol en el colegio y el rugby
estoy apuntado. Y no me gusta absolutamente nada estudiar.
Ejemplo 2. Chico, 11 años
Yo me veo un chico normal comparado con los demás; soy inteligente (sobre
todo en matemáticas). Yo estoy muy contento con m mismo, pero hay una cosa que a
mí me importa mucho: la estatura; todos mis amigos suelen ser altos y yo soy más bien
bajito; soy antipático, pero dentro de mí mismo soy amable. Soy educado y atento con
los demás y también me gustan mucho los bebés. Hay una cosa que a mi madre la trae
loca: que soy demasiado despistado. Soy alérgico y muy tímido.
1
Oliva, A. y Parra, A (2004). El desarrollo más allá de la infancia. Prácticas de Psicología Evolutiva
II. Sevilla:@tres.
2
Las descripciones que aparecen en el libro de Oliva y Parra son copia literal de los escritos de
los chicos y chicas, con su propia letra. En esta transcripción hemos omitido faltas ortográficas y
cambiado los signos de puntuación.
2
Tema 4. Actividad: Desarrollo de la Personalidad
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
3
Tema 4. Actividad: Desarrollo de la Personalidad
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
4
ENESCO, I., NAVARRO, A., GUERRERO, S. y GIMÉNEZ, M. (2005). El conocimiento y las
actitudes étnico-raciales durante la niñez. La investigación evolutiva en España. En M. Frías y
V. Corral (Eds.), Niñez, Adolescencia y Problemas Sociales. México: Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (CONACyT) y Universidad de Sonora
1
Los estudios descritos en este trabajo han sido financiados por la Dirección General de Investigación
Científica y Técnica de España (BSO2002-05130), y por la Consejería de Educación, Comunidad Autónoma
de Madrid, España (06/0053/2003).
1
Introducción
La psicología social se ha interesado por el estudio de las actitudes intergrupales desde las
primeras décadas del siglo pasado. Sin embargo, el interés por estos problemas desde la
perspectiva del desarrollo fue más tardío ya que, exceptuando algunos trabajos pioneros de los
años de 1940 (por ejemplo, Clark y Clark, 1947), no fue hasta mediados de los años de 1960 cuando
el enfoque evolutivo cobró una importancia definitiva en la investigación empírica. Al principio, las
explicaciones basadas en la perspectiva de la socialización fueron las más extendidas entre los
psicólogos del desarrollo interesados por la formación de actitudes. En décadas posteriores, no
obstante, se produjo una creciente influencia de los enfoques cognitivos y socio-cognitivos tanto
evolutivos (Aboud, 1988; Doyle y Aboud, 1995) como no evolutivos (Devine, 1989). La mutua
influencia de psicólogos sociales y evolutivos, reflejada en el intercambio de ideas y de técnicas de
investigación, han propiciado un enriquecimiento mutuo tal y como se traduce en las propias
producciones científicas (Augoustinos y Rosewarne, 2001; Benett, Barret, Karakozov, Kipiani,
Lyons, Pavlenko y Riazanova, 2004, Nesdale, 2001, 2004, Nesdale y Fresser, 2001, Rutland, 1999,
2004; Verkuyten, 2001, 2002, entre otros).
Buena parte de la investigación en este campo ha estado motivada por preocupaciones
educativas y sociales. De ahí que, hasta finales de los años setenta, los psicólogos evolutivos se
centraran en el estudio de las actitudes infantiles hacia distintos grupos étnico-raciales y en los
procesos de la auto-identificación racial2.Sin abandonar tales objetivos, a lo largo de la última
parte del siglo pasado hubo un cambio progresivo de intereses y un creciente esfuerzo por indagar
otros problemas, más allá de las actitudes, tales como la organización conceptual subyacente a las
ideas y creencias étnico-raciales, o las llamadas “teorías ingenuas” sobre la diversidad humana
(Hirschfeld, 1995).
En la actualidad, se ha llegado a reunir un conjunto amplio de investigaciones empíricas que
abarcan prácticamente todas las edades (desde la primera infancia hasta la edad adulta). No
podemos describir aquí los distintos problemas que se han estudiado desde perspectivas evolutivas,
ni las cuestiones metodológicas que se han suscitado en la investigación en este campo, por lo que
remitimos a otros trabajos de revisión (Aboud, 1988, Aboud y Amato, 2001; Cameron, Alvarez,
Ruble y Fulgini, 2001; Enesco et al., 1998, Lo Coco, Inguglia y Pace, 2005; Milner, 1984). No
2
Durante esos años, la mayor parte de la investigación se realizó en los Estados Unidos (y, en menor
medida, en otros países como Gran Bretaña, Canadá, Australia) centrándose fundamentalmente en las
actitudes y relaciones entre negros y blancos, los dos grupos raciales más representativos de la historia
norteamericana. Más tarde, se fueron incorporando otros grupos (por ej. "hispanos", orientales, indios
nativos, esquimales) en el estudio de las actitudes étnico-raciales entre los ciudadanos norteamericanos. En
países como Gran Bretaña, las investigaciones han seguido un curso parecido, iniciándose con la comparación
de negros y blancos y extendiéndose luego a otros grupos minoritarios (hindúes, orientales). Actualmente, la
investigación abarca ya a otros muchos países de distintos continentes.
2
obstante, para situar al lector, describiremos brevemente algunas tendencias evolutivas en el
desarrollo de las actitudes étnico-raciales o, más en particular, del prejuicio étnico.
Innumerables trabajos realizados en distintos países de composición multiétnica (como los
EEUU, Canadá, Gran Bretaña y otros países europeos) encuentran que hacia los 4 años de edad los
niños expresan ya ciertos sesgos étnicos que se manifiestan en la atribución de cualidades o rasgos
negativos a otros grupos. La gran mayoría de los investigadores observa un notable incremento del
prejuicio a partir de los 4-5 años hasta los 7-8 años, edad en que suelen detectarse los niveles más
elevados de favoritismo por el endogrupo y rechazo a los exogrupos entre los niños pertenecientes
al grupo mayoritario3. De la revisión de Aboud de varias decenas de investigaciones, realizadas
entre los años 1960 y 1980 en países como los antes mencionados, se desprende que la gran
mayoría de los niños blancos de 5 a 7-8 años atribuye rasgos negativos a los negros, asiáticos o
indios nativos (Clark, Hocevard y Dembo, 1980; Williams, Best y Boswell, 1975, entre otros). Estos y
otros estudios (Bigler y Liben, 1993; Ramsey, 1991) encuentran que, a partir de los 7 u 8 años, se
inicia una disminución progresiva del prejuicio racial. Hay que destacar que en la primera mitad del
siglo XX no se observaba esa tendencia, según se desprende de la revisión de Brand, Ruiz y Padilla
(1974), y, por ejemplo, Wilson (1963) describió la evolución del prejuicio entre la infancia y la
adolescencia en términos de una curva negativamente acelerada que alcanza su estabilidad en la
edad adulta. Estas diferencias posiblemente sean resultado de los propios cambios políticos y
sociales que se han producido en la sociedad occidental a lo largo del pasado siglo. Valores como la
tolerancia, la igualdad de oportunidades y el respeto frente a la diversidad no han arraigado en el
discurso social hasta bien avanzado el siglo XX.
Pese a estos cambios, que podrían explicar que con la edad los niños tiendan a dar menos
respuestas prejuiciosas, muchos autores advierten de que tal tendencia puede ser debida más a la
deseabilidad social que a una disminución real del prejuicio. El asunto es suficientemente
complicado como para requerir todo un capítulo y, por tanto, no poder abordarlo en este trabajo.
Remitimos, sin embargo, a algunos estudios empíricos en los que se trata este problema y, en
particular, de la relación entre el nivel cognitivo de los niños y su capacidad para dar respuestas
socialmente deseables (Clark, Hocevar y Dembo, 1980, Jahoda, Thomson y Bhatt, 1972, Katz y Zalk,
1978) o menos prejuiciosas. Parece evidente, en todo caso, que conforme los niños son mayores
aumenta su capacidad de adoptar perspectivas ajenas, conocen mejor qué respuestas son o no
adecuadas, tienen una comprensión más avanzada de lo que significa socialmente el color de piel y
mayor información de los prejuicios que circulan en su sociedad. Además, y en apoyo de la tesis de
una disminución real del prejuicio con la edad, algunos estudios que han comparado medidas del
3
Los resultados con niños pertenecientes a minorías o grupos subordinados muestran patrones a veces muy
distintos. Para una revisión, véase Giménez (2004) y Enesco et al. (1998).
3
prejuicio con medidas de deseabilidad social, no han encontrado ninguna correlación entre ambas
(Doyle, Beaudet y Aboud, 1988).
Sin zanjar el complejo problema de la evolución del prejuicio, se puede asumir que, al
aumentar su capacidad y flexibilidad cognitiva, el niño es cada vez más sensible a los mensajes
contradictorios que circulan en su entorno dándose una toma de conciencia que puede desembocar
en procesos de revisión de sus esquemas previos. El progreso cognitivo sería, pues, una condición
necesaria aunque no suficiente para la disminución del prejuicio, al menos en sus versiones más
rígidas.
Hay que señalar, no obstante, que en una minoría de adolescentes, los prejuicios raciales no
sólo no disminuyen sino que evolucionan hacia formas más sofisticadas que las del prejuicio en la
niñez. El adolescente, a diferencia del niño, desarrolla sistemas de creencias relativamente
integrados (aunque no exentos de contradicciones, por supuesto) que nos permiten hablar de las
primeras “ideologías”. En este sentido, sólo en la adolescencia –y no antes– el prejuicio puede
desembocar en racismo4 propiamente dicho. Varios estudios muestran, además, que el racismo que
surge en algunos adolescentes aparece tanto entre los miembros del grupo mayoritario como entre
los de grupos minoritarios (Furnham y Stacey, 1991). Por ejemplo, estudios con adolescentes
negros, hispanos o asiáticos en los EEUU revelan que pueden desarrollar actitudes muy hostiles
hacia otros grupos minoritarios, semejantes a las que se observan entre algunos adolescentes
blancos. Existen, por supuesto, diferencias entre grupos étnicos. Por ejemplo, en los EEUU los
chicos blancos tienen menos conciencia de los problemas raciales, de su significado y sus
repercusiones sociales, que los miembros de grupos que ocupan una posición social subordinada
(negros, hispanos, etc.). Por otra parte, estos últimos suelen percibir el mundo como un lugar más
hostil y amenazante que los del grupo mayoritario (Furnham y Stacey, 1991). Ninguno de estos
hallazgos es difícil de explicar a la luz de las diferentes experiencias sociales e históricas vivido por
cada uno de estos grupos.
En España hemos realizado varias investigaciones con niños y preadolescentes con el fin de
conocer cómo se desarrolla su conciencia étnico-racial. ¿Muestran los niños españoles patrones de
desarrollo semejantes a los observados en sociedades multiétnicas? El hecho de haber vivido en una
sociedad bastante homogénea desde un punto de vista étnico, pero que está experimentando
cambios muy rápidos en los últimos años ¿influye en los procesos de auto-identificación y en las
actitudes hacia otros grupos?, ¿qué saliencia tienen los rasgos ‘étnicos’ para los niños que viven en
España?
4
El racismo es algo más que una actitud negativa hacia el grupo ajeno. Incluye, además, la creencia en la
superioridad inherente (biológica) de una raza (la propia) sobre el resto (Augoustinos y Walker, 1995, p.230)
4
Estudios en España: una sociedad de emigrantes convertida en destino de inmigración
Figura 1
10
8 8
7,1
6 6,2
4
3,3
2 2
0
2000 2001 2002 2003 2004
porcentaje
5
Figura 2
4,32 11,97
13,36
44,49 4,63
19,74
1,3
En este capítulo vamos a presentar estudios que hemos realizado en los últimos años
sobre diversos aspectos relacionados con el desarrollo de la conciencia étnico-racial en los años
de la niñez. Varios de estos trabajos se realizaron con niños españoles del grupo mayoritario
(Enesco, Navarro et al, 1999, 2001, 2002, Giménez, 1999, Guerrero, 2003, Navarro y Enesco,
2005), pero recientemente se han ampliado a niños pertenecientes a minorías que viven en
España, en particular, niños latinoamericanos residentes en la ciudad de Madrid (Gómez, 2005,
Gómez et al., 2004, González, 2005, González et al., 2004, Paradela, 2004, Solbes, 2004).
Actualmente, la población latinoamericana es la minoría mayoritaria en España como puede
observarse en la figura 1, y en la ciudad de Madrid representa casi la mitad de los inmigrantes.
A continuación describimos los problemas que hemos abordado con niños y adolescentes.
Un resumen de éstos puede encontrarse en la tabla 1 (que recoge algunos de los temas
estudiados, materiales empleados y ejemplos de preguntas), y una visión general de algunos de
nuestros resultados se presenta en la tabla 2.
6
Entre los aspectos elementales de la conciencia étnica, hemos estudiado distintas
capacidades. Antes de resumirlas debemos precisar que el nivel rudimentario de conciencia5
étnico-racial sería un "darse cuenta" de las semejanzas y diferencias entre personas en función
de sus rasgos físicos raciales. No obstante, es evidente que si concebimos este proceso como
algo más complejo que la mera discriminación perceptiva, hemos de buscar en el lenguaje y
otros sistemas semióticos el fundamento de esta toma de conciencia. Es difícil imaginar, si no,
cómo podría el niño captar todo lo que va más allá de los datos visibles o más periféricos.
Podemos aceptar, pues, que existen distintos y sucesivos niveles de conciencia, en un sentido
semejante al propuesto por Piaget (1974), y que uno de los niveles elementales se sitúa más allá
de la mera percepción y discriminación, y más acá de la conciencia reflexiva.
5
El término inglés "awareness" capta mejor este sentido que el de conciencia. De hecho, en la literatura
anglosajona se habla de "racial awareness" y no de "consciousness". En español contamos con verbos que
expresan una idea similar, como "darse cuenta" o "percatarse", pero no con un adjetivo semejante a
"aware".
7
relevante ya que las actitudes infantiles hacia distintos rasgos (complexión, color de piel) se han
expresado de forma más abierta.
En una tercera investigación se estudió la relación entre el conocimiento que tienen los niños
de los estereotipos atribuidos a distintos grupos (gitanos, orientales, africanos, latinoamericanos
y españoles), por un lado, y las propias creencias infantiles acerca de tales grupos, por otro
(Paradela, 2004). Esta distinción, propuesta por Devine (1989), permite indagar en un aspecto
interesante desde un punto de vista evolutivo, a saber, la creciente toma de conciencia y
reflexión sobre los estereotipos sociales.
Por último, también se han estudiado problemas como la capacidad de identificar los
conflictos debidos a la exclusión o discriminación étnica y de emitir juicios sobre éstos. Los
estudios de Killen (Killen et al, 2002) fueron el punto de partida del nuestro en España que
hemos realizado con niños de 9 a 16 años (Enesco, Navarro, Guerrero, Callejas, 2002).
Recientemente, se han empezado a estudiar cuestiones similares con niños de origen
latinoamericano que viven en Madrid. En concreto, González et al. (2004) estudiaron cómo
perciben niños latinoamericanos de 6 a 10 años la exclusión de un niño de su propio grupo
étnico, qué explicaciones le dan y qué sentimientos le atribuyen. Destacamos nuevamente el
hecho de que hay muy poca información sobre la mayoría de estas cuestiones en niños españoles
y, aún menos, en niños latinoamericanos residentes en España.
No será posible entrar en el detalle de todas estas investigaciones pero sí ofrecer una visión
general de los distintos aspectos estudiados, los cambios más significativos que se producen con
la edad, las semejanzas y diferencias entre los dos grupos estudiados (españoles y
latinoamericanos) y las comparaciones con resultados de otras investigaciones.
8
Identificación de ropa, el pelo. Pon los negros a un
Autoidentificación Autorretrato (para lado, los blancos a otro
estudiar la auto- y los sudamericanos en
percepción) otro
(Autoidentificación)
Dibujos Pinta un dibujo de tu
cara con todos estos
lápices de colores
Si tuvieras que elegir a
uno de estos niños para
que hiciera de tu
hermano en una obra de
teatro, ¿a quién
elegirías?
Detección de Pon juntos los que
semejanzas y tengan que ir juntos
diferencias ¿Cómo es este niño, qué
(descripción, es lo que ves?
categorización)
Constancia racial Cuando Pedro se haga
mayor, ¿va a seguir
siendo negro o podrá
ser blanco?
Actitudes y prejuicios
hacia la diversidad
Preferencias-rechazos Descripción de la ¿Quién te gustaría que
situación en la viniera a tu colegio?
propia entrevista. ¿Quién es el que menos
Fotografías de niños te gusta?
Valoraciones-opiniones y niñas de diferentes
edades y etnias. Españoles y
Además de la ¿Quién es el más guapo? 3-11 latino-
diversidad étnica se ¿Quién es el menos americanos
han estudiado las inteligente?
actitudes hacia la ¿Quién es el más
complexión física simpático?
(distintos niveles de
gordura)
Atribución de Dibujos de parejas
intenciones de niños de distinta
etnia. Se ¿Qué está sucediendo
representan aquí? Españoles (y
situaciones ambiguas ¿Qué está haciendo 6-12 estadounide
en las que uno de los Pedro (el posible nses)
niños podría estar trasgresor)?
cometiendo una
trasgresión.
9
Conocimiento y Tarjetas con ¿Cómo cree la gente
acuerdo con palabras que que son los gitanos?
estereotipos designan distintos Antes me has dicho que Españoles y
estereotipos y la gente cree que los Latino-
recipientes que sudamericanos ‘no americanos
designan diferentes trabajan mucho’ ¿tú
grupos étnicos. estás de acuerdo?
Exclusión
Evaluación de la Descripción de la
¿Crees que está bien
exclusión étnica situación en la Españoles (y
que no quiera ser su 9-16
propia entrevista. estadounide
amigo porque es gitano?
Exclusión de un nses)
gitano o un negro
Dibujo que ¿Crees que este niño ha 6-11 Latino-
representaba una hecho algo para que no americanos
escena en la que un le invite a su cumple?
niño/a
latinoamericano no
era invitado al
cumpleaños de un
compañero/a
1. Conciencia étnico-racial
Ante una pregunta del tipo ¿tú qué eres?, los niños pequeños suelen contestar mencionando su
género (‘soy una niña’) y no su nacionalidad o su etnia. Sólo si se les pregunta ¿de dónde eres? los
niños, al menos desde los 5 años, responden mencionando su origen nacional. Rara vez se
describen a sí mismos mediante etiquetas raciales del tipo ‘soy blanco’, excepto si se trata de una
situación de contraste con figuras de otros grupos. En todo caso, la auto-descripción étnica parece
ser más frecuente entre los niños de grupos minoritarios o subordinados que entre los del grupo
mayoritario.
1. a. Categorización social
En general, en estas tareas de categorización de personas, quizá por estar menos cargadas
emocionalmente (en comparación con aquellas donde explícitamente se pregunta al niño por sus
preferencias y opiniones), las claves étnicas tienen menos relevancia que el género o la edad, las
otras variables en juego.
En un estudio llevado a cabo por Gómez (2005) con una muestra de niños latinoamericanos,
también se observó que los rasgos étnicos fueron sólo moderadamente relevantes a la hora de
distribuir fotos en distintas categorías. Tan sólo la mitad de los participantes de 4 a 7 años se fijó
en claves étnicas mientras que la mayoría de los de 10-11 años lo hizo. Este último resultado hace
pensar en un efecto cruzado con la edad. Así, en tareas de medida de actitudes, los mayores dan
menos importancia a las claves étnicas que los pequeños; al contrario, en tareas de índole
‘perceptivo-cognitiva’ como las de categorización, los mayores tienen más presentes estas claves
que los pequeños. Este resultado lo hemos encontrado en numerosos estudios con niños españoles
y latinoamericanos.
12
Tabla 2. Porcentajes medios de respuestas basadas en claves raciales (color de piel,
fisionomía) en distintas tareas y edades.
(figura blanca)
Auto-referencia (etiquetas 37 70 85 89 - - -
étnicas o raciales) 2 “Soy
español / soy blanco”
Preferencias por 45 53 65 78 78 68 53
endogrupo1
(figura blanca)
1
Rechazos a exogrupos 77 86 90 95 88 87 76
(figuras negra, china)
Constancia Racial 63 53 78 84 - - -
(respecto a si mismo:
niega que su color de piel
pueda cambiar) 2
Constancia Racial 61 45 78 90 - - -
(respecto a otros) 2
(Tendrá mismo color de
piel cuando sea mayor)
Categorización de 0 8 21 38 58 69 81
personas (espontánea)
(usando claves raciales) 3 y
4
Descripción de personas 10 50 60 - - - -
(negra) mencionando su
origen étnico-racial 4
13
1
N = 504. Nivel socioeconómico medio-bajo. Edades: 3 a 11 años. Participantes españoles del grupo
mayoritario, ciudad de Madrid
2
N = 80. Nivel socioeconómico medio, medio-alto. Edades: 3 a 6 años. Participantes españoles del grupo
mayoritario, ciudad de Madrid
3
N = 91. Nivel socioeconómico medio-alto. Edades: 4 a 11 años. Participantes españoles del grupo
mayoritario, ciudad de Madrid
4
N = 78. Nivel socioeconómico medio. Edades: 3 a 5 años. Participantes españoles del grupo mayoritario,
ciudad de Madrid
1. b. Identificación y auto-identificación
14
manifiestan no entender su sentido ya que fallan sistemáticamente. Aunque con 4 años aumenta el
porcentaje de actuaciones correctas, es con 5 cuando ya no se cometen prácticamente errores.
Merece destacarse que cuando se les pide pon las niñas en esta caja y los niños en esta otra, el
éxito en la tarea está presente desde los 3 años lo cual revela que las etiquetas ligadas al género y
todo lo que ello implica, se adquieren bastante antes que la asociadas al concepto de ‘raza’.
Resumiendo, nuestros estudios con niños españoles parecen indicar que antes de los 5 años,
todavía no han construido categorías étnicas estables en las que incluirse a sí mismos y a los otros
como miembros.
En cuanto a los resultados con niños latinoamericanos, ya mencionamos las semejanzas con
los niños españoles en el desarrollo del uso de claves étnicas en tareas de categorización. Sin
embargo, se han encontrado diferencias en relación con las tareas de auto-identificación. En el
estudio reciente de Gómez (2005) con niños latinos de 4 a 11 años, se ha podido observar que
sólo un tercio de los pequeños de 5 años identifica correctamente su grupo de pertenencia
(mientras que más de un 60% de los españoles lo hace a esta edad). Pero lo que más llama la
atención de este estudio ha sido comprobar el escaso realismo de los niños latinoamericanos al
dibujar sus ‘autorretratos’. La gran mayoría de los niños de 4 a 8 años y la mitad de los de 10-11
años se dibujaron usando colores de piel mucho más claros que los propios.
En los primeros años de la escuela primaria, los niños españoles mejoran sensiblemente su
capacidad para identificar el grupo étnico al que pertenecen así como identificar y nombrar a
muchos otros grupos étnicos y nacionales. Esta capacidad de auto-identificación empieza
expresándose en la correcta selección de la foto o dibujo que representa a un miembro del
propio grupo étnico, pero sin que necesariamente el niño señale de forma explícita la razón
adecuada. Algo similar ocurre en relación con las actitudes, donde los niños parecen actuar
siguiendo criterios étnicos pero sin tomar plena conciencia de ello. Este tipo de hallazgo no
suele mencionarse en otros estudios, posiblemente porque no incluyen las preguntas de
justificación que planteamos en nuestros estudios. Recordemos que estas preguntas tienen como
fin precisamente conocer la relación existente entre lo que el niño hace y lo que dice o
verbaliza, lo cual en cierto modo implica un análisis de la toma de conciencia de la propia
conducta. Volviendo a las justificaciones de los niños, pese a que la mayoría de los de 6 y 7 años
elige figuras de su mismo grupo étnico, en muchos casos no explican su parecido con la figura
elegida en términos de rasgos étnicos sino por aspectos superficiales inestables, como el tipo de
ropa o de peinado (por ejemplo, “se parece a mí por el corte de pelo”; “su camiseta es como la
mía”). Sin embargo, frente a una pregunta explícita como ‘y tú, ¿de qué color eres?’ la inmensa
mayoría responde definiendo su grupo étnico, a diferencia de lo que veíamos en edades
anteriores.
15
Prácticamente todos los niños españoles de 8 años en adelante, pertenecientes al grupo
mayoritario, se identifican como miembros de su grupo étnico, usan las etiquetas apropiadas
para auto-definirse y justifican de forma objetiva su pertenencia (étnica o nacional) en virtud de
su origen biológico y/o geográfico (‘soy blanco, bueno español también por haber nacido aquí,
pero de piel… soy blanco’).
Son muchas las investigaciones con niños de escuela infantil que encuentran que, entre
los 3 y 5 años, se producen los primeros cambios significativos en ciertas dimensiones de la
conciencia étnico-racial. También nuestros resultados con niños españoles revelan que una de
las novedades de estas edades tiene que ver, en primer lugar, con la formación de las primeras
actitudes étnicas (preferencias y rechazos frente a figuras de distinto color de piel) y, algo
después, con la identificación del propio grupo de pertenencia, aspecto que describimos en el
epígrafe anterior. Han sido varios los estudios que hemos realizado con niños españoles de
distintas clases socioeconómicas, usando tanto dibujos como fotos y técnicas de entrevista
variadas, y en todos hemos encontrado patrones de desarrollo semejantes: las actitudes se
definen un poco antes que la capacidad de auto-identificación étnica, y ésta es previa a la auto-
definición.
En las tareas ya descritas de categorización social, recordemos, los niños más pequeños no
mostraban ninguna atención hacia los rasgos étnicos de las figuras o fotografías que manejaban.
16
Sin embargo, esta aparente ceguera al color de piel no siempre está presente entre los pequeños
ya que en otras situaciones parecen ser más sensibles a las características étnicas. Así, los niños
suelen mostrarse más precoces en la detección de claves raciales (como el color de piel) cuando su
tarea implica elementos valorativos, sobre todo si éstos son negativos. Aunque las preferencias
étnicas no están plenamente definidas a los 3-4 años, el rechazo a miembros de grupos ajenos
parece definirse un poco antes que las preferencias por el propio grupo. No obstante, será a los 5
años cuando los niños expresen con bastante claridad sus preferencias y rechazos aunque explicar
las razones de su conducta sigue siendo difícil para ellos. Los relatos anecdóticos, las invenciones y
las respuestas ad hoc suelen abundar en estas edades (como, por ejemplo, al justificar su rechazo
a una figura negra porque ‘sus zapatos son muy feos’, ¡pese a que todas las figuras tienen los
mismos zapatos!).
Las actitudes étnicas se polarizan de forma extrema entre los 6 y 7 años, un resultado que se
encuentra de forma repetida en la literatura sobre el desarrollo del prejuicio. Efectivamente, a
esta edad alcanza su máximo nivel la preferencia de los niños del grupo mayoritario por figuras
que representan a personas blancas y el rechazo a figuras de otros grupos (negros, asiáticos).
Además, los niños usan con más frecuencia etiquetas propiamente raciales al justificar su rechazo
a otros grupos (‘no me gusta porque es negra’) que cuando argumentan su preferencia por el
propio (‘me gusta su vestido’, ‘su pelo’ o ‘parece simpático’). A estas edades, pues, todavía hay
niños que, pese a que en distintas tareas actitudinales parecen fijarse en los rasgos étnicos de las
figuras, justifican sus elecciones sin mencionar tales rasgos, tal como veíamos también en relación
con la auto-identificación.
En general, el análisis de las elecciones y los argumentos que dan los niños a partir de los 8
años revelan, efectivamente, una atenuación de la orientación pro-blanco que se veía en años
anteriores. Entre los niños españoles del grupo mayoritario encontramos que empiezan a preferir
con más frecuencia figuras de otros grupos, atribuyéndoles rasgos positivos que antes sólo se
reservaban a la figura blanca. En algunos preadolescentes aparecen respuestas que combaten
17
estereotipos rígidos (‘en todas las razas hay gente buena y mala, vaga y trabajadora’), así como
los llamados contra-sesgos. Estos contra-sesgos son respuestas que expresan una actitud positiva
hacia otros grupos étnicos y/o negativa hacia el propio grupo de pertenencia, pero en dirección
opuesta a los estereotipos tradicionales, aunque a menudo caen en contradicciones flagrantes
que revelan su propia confusión (por ej., ‘los negros son más listos y mejor gente… que la gente
normal’).
Pero no creamos que éste sea el perfil de la mayoría de preadolescentes pues muchos
siguen rechazando a figuras de otros grupos étnicos. Sin embargo, merece la pena señalar que
entre quienes rechazan a miembros de otros grupos, al menos un tercio de ellos se empeñan en
aclarar que ‘no es por racismo’: ‘no tengo nada contra los ‘chinos’ pero la verdad es que son los
que menos conozco y por eso me gustan menos...’. Es decir, recurren a la idea de lo desconocido
o al hecho de pertenecer a otro grupo étnico o nacional para justificar su elección. La fuerza
que llegan a tener estas respuestas se comprueba en uno de nuestros estudios recientes con
preadolescentes y adolescentes sobre el modo en que juzgan la exclusión y discriminación
étnica, que comentaremos más adelante.
Por último, comentaremos con algo más de detalle el estudio de Solbes (2004) sobre las
actitudes de niños españoles y latinoamericanos hacia el color de piel y la complexión física. A
diferencia de la abundante investigación sobre el prejuicio étnico, los estudios sobre el prejuicio
hacia la gordura (o hacia personas que no se ajustan a los cánones de delgadez imperantes en
nuestra sociedad occidental) son aún muy escasos. Para estudiar los estereotipos y actitudes
hacia esas dos variables, Solbes presentó a niños de 10 a 12 años 8 fotos de niños y niñas de dos
grupos étnicos (blancos y negros) y de dos complexiones físicas (gordos y delgados). Se les aplicó
un cuestionario en el que se les pedía que eligieran entre las fotos: a) un compañero con el que
les gustaría sentarse en el aula, b) uno con el que no les gustaría sentarse, c) uno a quien
invitaría a pasar el fin de semana a casa, y d) uno a quien no invitaría. Luego, se les pidió que
formaran dos equipos de 3 personas para un juego competitivo. El equipo propio debía estar
compuesto por los tres mejores (el más inteligente, el más justo y el más simpático), mientras
que el opuesto debía constar de los tres peores (el menos inteligente, el menos justo y el menos
simpático). Finalmente, tenían que elegir la foto del niño/a que más se pareciera a ellos mismos
para una obra de teatro en la que debían desempeñar el papel de hermanos. Los resultados
mostraron un efecto muy marcado de la complexión física en las preferencias, rechazos y en los
estereotipos positivos/negativos. La gran mayoría de participantes manifestó sesgos positivos
frente a las fotos que representaban figuras delgadas y negativos frente a las figuras gordas. El
efecto de la etnia fue más moderado, aunque se encontraron diferencias significativas entre los
niños españoles y los latinos. Estos últimos expresaron más sesgos positivos hacia las fotos de los
18
blancos y más negativos hacia las de los negros que los españoles. En particular, los latinos
atribuyeron inteligencia a los blancos y poca inteligencia a los negros con más probabilidad que
los españoles. Estos hallazgos ponen de manifiesto, como en estudios realizados en otros países,
que los niños del grupo minoritario (latinos) tienden a expresar sesgos positivos hacia el grupo
mayoritario (españoles) más que hacia el propio.
Este aspecto ha sido estudiado por diversos investigadores que han encontrado resultados
diversos en cuanto a la edad de adquisición de este concepto. En nuestros estudios se observaron
interesantes diferencias según el problema que se planteaba a los niños (Giménez, 1999;
Giménez y Harris, 2002). Cuando se les preguntaba sobre las figuras o sobre personas ajenas
(‘cuando este bebé sea mayor, ¿seguirá teniendo la piel blanca/negra?, ¿seguirá siendo…?’), los
niños de 3 y 4 años tenían dificultades para entender la constancia de esos rasgos, pero cuando
se les preguntaba explícitamente sobre ellos mismos (‘cuando tú seas mayor, ¿seguirás teniendo
el mismo color de piel?’) la mayoría de los niños de 3 años ofrecía respuestas aparentemente
correctas... Sin embargo, el hecho de pedirles una justificación o aclaración de sus respuestas
nos dio alguna pista sobre qué podía estar pasando. En efecto, los niños pequeños que
conseguían explicar su respuesta, decían que ‘no querían cambiar’ de piel, sin añadir ninguna
otra razón.
En otras tareas relacionadas con la constancia racial, como la adopción de un bebé negro
por padres blancos, los niños de 3 y 4 años no predijeron que el bebé mantendría sus rasgos
raciales cuando fuera mayor, ni que un bebé blanco que se traslada a vivir a un país donde la
mayoría son negros/orientales, seguiría siendo blanco de mayor. Por último, tampoco se guiaron
por claves raciales cuando se les pidió que imaginaran cómo sería un bebé cuyos padres son de
dos grupos étnicos (padre blanco y madre negra, por ejemplo).
En general, pues, hemos comprobado que los niños de 3 a 5 años no tienen ninguna
intuición propiamente biológica sobre la constancia de las características raciales ni sobre su
19
naturaleza hereditaria. Incluso los niños que emparejaban a madres e hijos por el color de piel lo
justificaban como una regularidad percibida en su entorno (‘siempre es así’) y no en términos
biológicos. De la misma manera, los preescolares españoles pueden negar que un papá y una
mamá tengan distinto color de piel ‘porque eso nunca es así, los padres tienen que ser iguales’ (en
referencia al color de piel). Probablemente, para los niños que nunca han tenido contacto con
familias multirraciales puede resultar tan necesario que marido y mujer sean del mismo color
como que lo sean madre e hijo.
A partir de los seis años la gran mayoría de los niños entiende ya que los rasgos asociados a
la ‘raza’ tienen una permanencia a lo largo de la vida, y aunque se den cambios transitorios
(como ponerse moreno por exposición al sol, etc.) éstos no implican un cambio ‘racial’. Ahora, a
diferencia de edades anteriores, los niños aplican estas ideas tanto cuando se les pregunta sobre
ellos mismos como en relación con otras personas. Además, algunos empiezan a expresar ciertas
intuiciones biológicas sobre el nacimiento y el papel de los padres (‘se nace así y no cambias’, ‘si
los padres son negros, el también será negro y no se va a volver blanco’).
Desde intereses próximos a los de la psicología social, en España se han realizado varios
estudios con adolescentes sobre prejuicios hacia el grupo minoritario de los gitanos. Como
señalamos antes, España es uno de los países europeos en los que ha existido y existe una notable
presencia de población gitana. Recordemos que la Comunidad Autónoma de Andalucía tiene una de
las mayores concentraciones de población de esta etnia en la Unión Europea (aproximadamente el
45 % sobre el total de la población gitana en España). Diversos estudios con adolescentes andaluces
se han interesado por explorar las actitudes prejuiciosas y los estereotipos que tienen hacia los
gitanos (Galeano, 2003; Gamella y Sánchez Muros, 1998; Gómez-Berrocal y Navas, 2000; Gómez-
Berrocal y Ruiz, 2001, entre otros).
20
decir, en su discurso se activan tanto mecanismos ideológicos como cognitivos que intentan
combinar el rechazo con una idea de sí mismos favorable acorde con valores basados en el
igualitarismo, la democracia y la solidaridad (pp. 45-46).
Otros estudios realizados en Andalucía y en otras regiones de España (Calvo Buezas, 1991)
han encontrado parecidos prejuicios hacia los gitanos en niños y adolescentes del grupo
mayoritario.
En una serie de estudios de nuestro grupo de trabajo (Gómez, 2005; Gómez et al., 2004;
González, 2005; González et al., 2004; Paradela, 2004, en prep.) se han investigado distintos
aspectos del conocimiento de estereotipos que niños y adolescentes tienen acerca de los gitanos
y de distintas minorías residentes en España (latinoamericanos, magrebí, sub-saharianos,
asiáticos, etc.). Uno de los hallazgos más llamativos ha sido comprobar el grado en que siguen
estando presentes los prejuicios negativos hacia los gitanos, tanto por parte de los niños
españoles del grupo mayoritario como por parte de niños latinoamericanos residentes en Madrid
(Enesco, Navarro, Guerrero y Paradela, 2005; Paradela, 2004). Junto a los gitanos, el otro grupo
peor valorado por los niños es el de los magrebí (en concreto, marroquíes) a quienes se
atribuyen rasgos negativos muy similares a los atribuidos a los gitanos (ladrones, poco fiables,
violentos, machistas). En suma, encontramos que tanto los niños y preadolescentes españoles
del grupo mayoritario como los latinoamericanos, mantienen una perspectiva bastante diferente
de los gitanos y los marroquíes, por un lado, y los grupos restantes (africanos subsaharianos,
asiáticos, etc.), por otro. Posiblemente, estos últimos no representan el mismo nivel de
amenaza (en el imaginario social) que los gitanos y marroquíes.
Pese a todo lo anterior, merece destacarse que durante la entrevista más de la mitad de
los preadolescentes insistieron en distintas ocasiones que ellos no eran racistas sino que
expresaban lo que otras personas suelen pensar acerca de esos grupos.
3. Evaluación de la exclusión
¿Por qué es ilegítimo excluir a una persona por el hecho de pertenecer a un grupo social
determinado? ¿Hay situaciones en las que tal exclusión puede considerarse legítima? ¿Cómo razona
la gente cuando debe tomar la decisión de excluir a alguien de una relación o de una institución?
Estas preguntas tienen un gran interés para los psicólogos del desarrollo puesto que es
21
precisamente durante la niñez cuando se desarrollan los valores, las creencias y las ‘teorías’
acerca del mundo social.
En los últimos años se han llevado a cabo algunos estudios en los EEUU sobre el razonamiento
de niños y adolescentes acerca de estos temas (Killen y Stangor, 2001, Killen, Lee-Kim,
McGlothlin y Stangor, 2002). Entre otras cosas, se plantean problemas como el siguiente: ¿Cómo
juzgan el que un compañero negro sea excluido de distintas actividades por el mero hecho de ser
negro? ¿Consideran igual de grave excluirlo de una relación de amistad que impedirle ir a la
escuela?
Como puede suponerse, los autores esperaban que los niños (de 9 a 16 años) juzgaran peor la
exclusión de la escuela que la de la amistad, y eso fue lo que encontraron. La gran mayoría emitió
juicios negativos de tipo moral basados en argumentos de justicia e igualdad, mientras que fueron
más tolerantes frente a la exclusión en contextos de relación interpersonal (‘cada uno tiene
derecho a elegir a sus amigos’)
Nuestros resultados fueron en una dirección diferente a lo esperado. Por una parte,
prácticamente todos los participantes españoles de todas las edades juzgaron tan negativamente
la exclusión de un gitano como la de un negro, basando sus juicios en argumentos morales de
justicia y equidad en el trato. Tan sólo hubo una diferencia en cuanto a la frecuencia de un tipo
de razonamiento llamado de ‘empatía’ (‘se va a sentir fatal si se da cuenta de que no le dejan
entrar en el club por ser negro’), que fue significativamente mayor al hablar de la exclusión del
negro que de la del gitano. Por otra parte, a diferencia de los estudiantes estadounidenses, los
españoles consideraron tan mal y tan injusta la exclusión de la escuela como la de amistad o la
de grupo de iguales. Aunque los adolescentes suelen afirmar su derecho a elegir a sus propios
amigos, algunos llegaron a limitar tal derecho en función de evitar la discriminación étnica.
22
Estos resultados han puesto de manifiesto diferencias muy interesantes en el modo en
que los niños estadounidenses y españoles conciben la exclusión étnica. Pese a que ambos grupos
juzgaron de modo igualmente negativo la exclusión en el contexto de la escuela, basando sus
argumentos en cuestiones de igualdad de derechos, los estadounidenses fueron algo más
tolerantes con la exclusión cuando ésta tenía lugar en un escenario puramente interpersonal
(amistad) o de grupo de iguales.
¿Cómo interpretar estas diferencias? ¿Son los niños y adolescentes españoles menos
prejuiciosos que los estadounidenses? ¿O, sencillamente, dan respuestas más deseables desde el
punto de vista social? Cuando se investiga este tipo de problemas, siempre existe la posibilidad
de que las respuestas estén guiadas por el deseo de responder de acuerdo con lo que la persona
cree que es ‘lo correcto’ y, por tanto, lo que se espera que conteste.
La primera hipótesis, es decir, la de que los españoles son menos prejuiciosos que los
americanos, parece poco plausible considerando los resultados discutidos antes. Hemos visto que
el rechazo por grupos ajenos (negros, asiáticos) está presente en niños de 5 años y llega a
polarizarse de forma aguda entre los 6 y 8 años. Se podría pensar que existe un descenso del
prejuicio en edades posteriores, como suele encontrarse en estudios diversos, hasta el punto de
desaparecer entre los preadolescentes y adolescentes españoles. Sin embargo, como se ha visto
en el anterior apartado, los prejuicios étnicos siguen estando presentes entre los
preadolescentes españoles, y de forma muy notoria en lo que se refiere a los gitanos.
En cuanto a la hipótesis de la deseabilidad social, creemos que ésta puede explicar una
parte de los hallazgos aunque no todos. Es cierto que las situaciones presentadas en nuestro
estudio consisten en historias que ocurren a personajes desconocidos y que no implican ningún
coste para el entrevistado. En otras palabras, se trata de situaciones de exclusión ‘en abstracto’
donde nadie de los que participan en la entrevista está involucrado. Es posible que si los
participantes tuvieran que elegir amigos o nuevos miembros para su grupo de música u ocio, el
gitano fuera el candidato menos elegido de todos los posibles. Sin embargo, el que los
preadolescentes y adolescentes españoles evalúen como injustas e ilegítimas situaciones de
exclusión en abstracto (‘el gitano tiene derecho a ser aceptado como amigo de…, a no ser
excluido por…’) no debe considerarse como un resultado menor. El joven que razona de este
modo revela haber tomado conciencia de los mensajes que circulan en nuestra sociedad acerca
de las diferencias habiendo elegido expresar unos por encima de otros. El tipo de discurso social
que se ha articulado en España durante los últimos lustros –y que ha penetrado muy
especialmente en las escuelas- gira en torno a los valores de la integración, tolerancia y respeto
a las diferencias. Es muy posible que los jóvenes españoles interpreten las situaciones que les
planteamos a la luz de esos valores, aplicándolos de forma estricta o incluso rígida sin
23
contemplar posibles ‘atenuantes’. Los estadounidenses, seguramente por las diferencias
históricas y culturales con España, experimentan la diversidad étnica de modo distinto. No
olvidemos que la cultura de los EEUU es heterogénea en muchos sentidos, además de que su
historia ha sido muy diferente a la de otros países en lo que se refiere al origen de su diversidad
étnica. En los EEUU, tal diversidad se caracterizó durante un largo período de tiempo en la
relación de esclavitud de los negros, un fenómeno ajeno a la cultura europea.
En España, los problemas de exclusión étnica han sido cualitativamente distintos pues,
como ya se ha dicho, pese a que la discriminación de la comunidad gitana es una experiencia de
siglos, la heterogeneidad de la sociedad española producto de la inmigración es un fenómeno
reciente. No estamos diciendo que no hayan existido ni existan problemas de exclusión y
conflictos intergrupales en España, sino que tales problemas han cobrado importancia (por
cierto, muy notable) en el discurso político y social sólo en los últimos años. En este sentido, se
puede decir que aunque la historia del prejuicio étnico en los EEUU no es más larga que la de
España, el problema como tal ha penetrado en la conciencia de los estadounidenses a lo largo
del último siglo.
Para terminar este apartado, hemos de preguntarnos en qué medida los niños y
adolescentes españoles que conviven en condiciones donde los conflictos interétnicos surgen
con frecuencia mantendrán su oposición a la exclusión social o, al contrario, tenderán a
justificarla.
24
que se veía cómo un niño o niña (según el sexo del entrevistado) era excluido para ser invitado a
una fiesta de cumpleaños de un compañero del colegio. En la escena, el niño o niña excluidos
tenían rasgos físicos parecidos a un latinoamericano. Entre otras cosas, se quería saber si los
niños reconocían la situación de exclusión y, en particular, si entendían que se trataba de una
exclusión étnica, así como los juicios que emitían en torno a esa situación. Se encontró que
prácticamente todos los niños reconocieron la situación de exclusión pero sólo a partir de los de
10-11 años identificaron en su mayoría que se trataba de un caso de exclusión étnica (los
adolescentes ya reconocen prácticamente todos la exclusión y hablan explícitamente de
racismo). Además, un resultado inesperado pero de gran relevancia fue que los niños de menor
edad se mostraron poco ‘solidarios’ con el excluido llegando incluso a culparle de su situación
(‘algo habrá hecho para que no lo inviten’). En otras palabras, los pequeños interpretaron la
situación como resultado de un conflicto meramente interpersonal entre iguales (‘se han
peleado antes’, ‘no la había invitado antes a su cumple, por eso ahora no la invita a ella’),
mientras que los mayores vieron en la situación un conflicto interétnico. Los juicios de estos
últimos fueron más severos y se basaron en su mayoría en argumentos de igualdad y, en algunos
casos, se explicitó la necesidad de combatir la discriminación étnica.
Conclusiones
España ha sido hasta hace pocos años un país relativamente homogéneo desde un punto de
vista étnico. A excepción de la comunidad gitana, que durante siglos ha sufrido discriminación y
marginación por parte del grupo mayoritario, la sociedad española estaba lejos de ser
multicultural. A diferencia de otros países europeos, como Gran Bretaña o Francia, la
experiencia con la inmigración es un fenómeno bastante reciente que en los últimos años ha
aumentado notablemente. Por otro lado, en pocos años los niños españoles han pasado de no
tener mucha idea acerca de otros pueblos y culturas a tener cada vez más información y
experiencia directa con gente de otros países cuya cultura, tradiciones, lengua y apariencia
física es diferente. Los medios de comunicación, además, no suelen ahorrar esfuerzos en hablar
de los conflictos que a menudo surgen entre distintas comunidades asentadas en España. Estas
circunstancias justifican el interés, tanto desde un punto de vista teórico como social, de
estudiar en profundidad la evolución de las actitudes y creencias respecto a los miembros de
otros pueblos y culturas, y hacerlo tanto con niños españoles del grupo mayoritario como con
niños inmigrantes que residen en España.
En conjunto, hemos encontrado algunas diferencias pero también similitudes entre nuestros
resultados y los que suelen obtenerse en sociedades tradicionalmente multiétnicas. En muchos
aspectos, el patrón de desarrollo de los niños españoles es similar al observado en otros países
aunque algunas habilidades relacionadas con la categorización de personas surgen con
25
posterioridad. Aproximadamente hasta los 5 años, los niños españoles del grupo mayoritario
prestan una atención limitada a las claves físicas raciales tanto a la hora de describir a las
personas, formar grupos o identificarse con uno de ellos. En cuanto a las actitudes básicas de
preferencias y rechazos, surgen algo más tardíamente que entre los niños estadounidenses,
canadienses o británicos (según las revisiones de Aboud, 1988; Aboud y Amato, 2002) pero siguen
una evolución semejante, alcanzando el nivel máximo de sesgos alrededor e los 7-8 años. La
diferencia más notable se encuentra en el porcentaje de niños que expresan favoritismo por el
endogrupo, que en el caso de los españoles es menor que en los de los países antes mencionados.
Terminamos con una breve reflexión sobre el proceso de construcción del conocimiento
social. Pese a ser un proceso lento y gradual, en muchos casos lleno de obstáculos cognitivos que
tardan en superarse, los niños muestran a menudo intuiciones bastante "acertadas" acerca del
mundo. El que, por ejemplo, un niño de 4 años, sin experiencia directa con personas de otras
etnias, infiera que una persona es negra a partir del dato de que es pobre no deja de ser una
intuición lamentablemente no disparatada. Lo que suele sorprender al adulto es que, al lado de
26
eso, el niño pueda manifestar dudas acerca de si esa persona, cuando era pequeña, tenía el mismo
color de piel.
Los psicólogos del desarrollo han acumulado una gran cantidad de datos de uno y otro tipo.
Por un lado, pruebas incontestables de las limitaciones del conocimiento infantil, y, por otro,
pruebas de que los niños saben bastantes más cosas del mundo de lo que se suponía y que ese
conocimiento, al menos en apariencia, no es tan diferente al de los adultos. En lo que se refiere a
las actitudes infantiles, ciertamente éstas pueden no ser muy distintas a las que encontramos en los
adultos. Generalmente, entre los 7 y 11 años los niños desarrollan un conocimiento de los
estereotipos y valores sociales que se aproxima prácticamente al de cualquier adulto medio. Por
ejemplo, en lo referente a las ideas sobre el prestigio y la jerarquía ocupacional, los niños de 10
años comparten la mayoría de las ideas que mantienen adultos de su comunidad. Lo mismo
observamos respecto al conocimiento de estereotipos asociados a grupos que tienen una presencia
significativa en su sociedad. Así, en uno de nuestros estudios con niños y preadolescentes
(españoles y latinoamericanos) pudimos constatar que sus ideas acerca de los estereotipos adscritos
a la comunidad gitana eran muy similares a las de los adultos. La diferencia con los adolescentes y
adultos no reside, por tanto, en este tipo de conocimiento (valores, estereotipos) sino en la
comprensión de por qué son así las cosas, qué procesos han conducido a esos resultados y, sobre
todo, en la capacidad de tomar conciencia de las propias creencias, estereotipos y prejuicios. La
toma de conciencia puede o no conducir al cambio, dependiendo de la motivación del individuo por
cambiar, pero es en todo caso la condición necesaria para ello.
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Paradela, I. (2004). Conocimiento de los estereotipos, preferencias y rechazos hacia diversos grupos
étnicos por parte de niños españoles y latinoamericanos que residen en Madrid. Trabajo
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presentado para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados. Universidad Autónoma de
Madrid.
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stereotypes in British children, British Journal of Social Psychology, 38, 55-70.
Solbes, I. (2004). Actitudes hacia la diversidad física humana. Un estudio evolutivo con niños
españoles y latinoamericanos. Trabajo presentado para la obtención del Diploma de Estudios
Avanzados. Universidad Complutense de Madrid.
Williams, J.E., Best, D.L. y Boswell, D.A. (1975). The measurement of children’s racial attitudes in
the early school years. Child Development, 46, 494-500.
Yee, M. D. y R.J. Brown (1988). Children and social comparisons, final Report to the ESCR,
University of Kent.
31
TEMA 4.
Desarrollo de la Personalidad
2
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 4
1. AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA...................................................................... 5
Referencias .......................................................................................................... 33
3
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
INTRODUCCIÓN
4
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
1. AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA
5
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
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Parcialmente
Parcialmente
Realmen te
Realmente
como yo
como yo
como yo
como yo
Algunos jóvenes se sienten tan SIN Otros no están tan seguros y se
inteligentes como la gente de su EMBARGO preguntan si son tan inteligentes como
edad la gente de su misma edad.
Algunos jóvenes encuentran difícil SIN Para otros jóvenes es bastante fácil
hacer nuevos amigo/as EMBARGO hacer nuevos amigo/as.
Algunos jóvenes son muy SIN Otros jóvenes creen que no son
bueno/as haciendo todo tipo de EMBARGO bueno/as cuando se trata de deporte.
deportes
1
Traducción al castellano de Atienza, Balaguer y Moreno (2002) del Perfil de Autopercepciones
para Niños –SPPC- creado por Harter (1985)
6
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
segunda infancia -entre los siete y los doce años- y, como puede intuirse, tiene mucho
en común con los rasgos incluidos y valorados en el autoconcepto (Harter, 1990).
Autoestima
"me gusta cómo soy"
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
1.1. AUTOCONCEPTO
8
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
comporto de una u otra manera, es lo normal”). Esta limitación cognitiva, que parece
alejar y proteger al adolescente de las posibles incongruencias de su carácter, cambia
drásticamente a medida que se avanza en la adolescencia.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
adolescentes y que la principal causa de muerte de los jóvenes sean los accidentes de
tráfico.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Desde el punto de vista del contenido, tras los rápidos cambios puberales, el
aspecto físico va a ocupar un lugar central en el contenido del autoconcepto. No es
de extrañar, ya que estos cambios físicos se van a convertir en una de las
preocupaciones centrales de los chicos, llegando a influir de forma importante en
la autoestima como veremos más adelante. Sin embargo, el paso del tiempo con el
aumento de la capacidad de abstracción que conlleva y las horas dedicadas a la
introspección va a permitir que a partir de la adolescencia media el autoconcepto
se imbuya de definiciones relativas al aspecto psicológico y menos visible de los
adolescentes: creencias, filosofía de vida, personalidad, etc.
1.2. LA AUTOESTIMA
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
moderadora que pondera la influencia de los distintos dominios en función de cuál sea
su relevancia para el sujeto. En consecuencia, una alta competencia en un área muy
valorada por el individuo (p.ej. la apariencia física) sería un alto predictor de su
autoestima global, mientras que el éxito en un campo poco valorado por él (p.ej. el
rendimiento escolar) tendría poco impacto en su autoestima global. A este respecto,
se ha comprobado que en el adolescente el aspecto físico y la aceptación del grupo son
los dos campos que más se valoran, superando a otros como el comportamiento o la
competencia escolar2.
Por otro lado, las aportaciones de Cooley o Mead, han incido, si cabe más
directamente, en el carácter social de la identidad. De manera general, sus modelos
sostienen que la representación del Yo refleja las actitudes y comportamientos que los
demás manifiestan hacia uno mismo. Mead también apuntó que existen unos Otros
Significativos cuya aceptación o rechazo puede tener un efecto especialmente
determinante en los juicios sobre el Yo. En base a estas aportaciones, muchos
instrumentos orientados a evaluar la autoestima global incluyen medidas sobre la
percepción que tienen las personas acerca de la valía que los otros significativos
(padres, profesores, compañeros, etc...) les atribuyen. En el caso de los adolescentes
(en contra de lo que se suele pensar), loes estudios revelan que el apoyo y
reconocimiento de sus padres continúa siendo un importante sustento para su
autoestima (ver figura 1). Si bien, a esta fuente se suman los comentarios y
2
El aspecto físico se ha destacado como principal predictor de la autoestima general también
en edades más avanzadas.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
31,0
30,5
30,0
Media autoestima
29,5
29,0
28,5
Género
28,0
chic o
27,5 chic a
Democrático Permis ivo Autorit ario Indiferente
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
hecho la variabilidad personal es muy acusada), los estudios refieren que la mayoría de
los adolescentes muestra una evolución parecida, tal y como se aprecia en la figura 3.
El inicio de la adolescencia suele coincidir con un descenso de la autoestima: la
proliferación de roles y experiencias que acompaña a los adolescentes en estos
primeros momentos (p.ej. primeras relaciones románticas, primeras
responsabilidades, acceso al instituto, etc.) no suele ir acompañada de un alto
desempeño, por lo que es frecuente que la autoestima en su conjunto descienda.
Igualmente los cambios físicos que se experimentan al inicio de la adolescencia pueden
aumentar la sensación de alejamiento de los cánones e ideales de belleza,
especialmente en las chichas (tema 1), lo que disminuye la autoestima general del
adolescente.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
34
mejor la autonomía si la
33 demanda un chico que si lo hace
32
31
una chica; los profesores
30 atribuyen la disminución de
29
28
rendimiento académico a falta
Preadolescencia Adolescencia Adolescencia de motivación en los chicos y a
inicial Media
falta de capacidad en las chicas
Chicos Chicas
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Cualidad
Etapa Descripción
Desarrollada
Si hay consistencia en los cuidados que el bebé
Confianza frente
recibe, adquirirá la expectativa de que aunque las Confianza
a Desconfianza cosas puedan ir mal durante un tiempo, luego
Básica (0-1 año) mejorarán. en los otros
Voluntad
Autonomía El niño realiza elecciones: retención de heces, comer libertad dentro
frente a solo, oposición a los padres, vestirse solo. Debe, sin
embargo, compatibilizar su deseo de autonomía con
de los límites
Vergüenza y
las normas sociales que los padres representan. impuestos por la
duda (2 – 3 años)
sociedad
Propósito
Iniciativa frente a El niño toma la iniciativa para intentar conseguir permite
objetivos personales. Pero no siempre lo conseguirá
Culpa porque chocará con los deseos o normas de otros.
perseguir
(3 – 6 años) Deberá aprender a procurar metas realizables. objetivos
significativos
Competencia
Diligencia frente El niño debe aprender a manejar herramientas capacidad para
a Inferioridad culturales mientras se compara con el grupo de utilizar las
(6/7 – 12 años) iguales, con los que debe aprender a trabajar y jugar. herramientas
culturales
Identidad frente El adolescente se enfrenta a cambios físicos y nuevas
demandas sociales que le harán dudar de su
a Confusión de Fidelidad,
identidad, de saber quién es él. Deberá
Roles comprometerse a nivel ideológico, profesional y lealtad
(adolescencia) personal.
Intimidad frente La persona debe arriesgar su identidad para lograr el
Capacidad de
a aislamiento vínculo de intimidad con otra persona, la fusión de
(adulto joven) identidades pero manteniendo la propia identidad. amar
Generatividad Más allá de la identidad y la intimidad, la persona
frente a debe comprometerse con los otros, con su trabajo, Productividad
Estancamiento con los hijos, consiguiendo productividad y
satisfacción elevadas. cuidado
(adulto medio)
Integridad del Yo La persona debe estar de acuerdo con las decisiones
Vs Desesperanza vitales adoptadas, considerando la propia vida como Sabiduría
(adulto viejo) un todo significativo.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Existe una secuencia habitual para pasar por estas etapas, sin que sea la que
necesariamente haya que seguir. Lo más frecuente es que al inicio de la adolescencia
el chico o la chica se sitúe en el estatus de difusión de la identidad, donde ni ha
adoptado compromisos ni está explorando las alternativas que se le plantean. El niño
tardío o adolescente inicial no tiene una identidad propia, ni interés o necesidad de
tenerla, por lo que tampoco la busca; Posteriormente se transita a la etapa de
moratoria, donde el adolescente busca, explora, prueba diferentes opciones o
alternativas sin llegar a tomar decisiones sobre cuál es la correcta para él, el chico o la
chica están en plena crisis de identidad, preguntándose con frecuencia ¿quién soy yo
exactamente? Durante etapa, que es la más característica de la adolescencia, chicos y
chicas adolescentes están perdidos, algo ofuscados, lo que repercute en su autoestima
e incluso en su comportamiento: es más fácil que adopten conductas de riesgo los
adolescentes que transitan por la moratoria; finalmente, se logrará la identidad
estatus en el que tras el proceso de búsqueda y prueba de diferentes opciones el
adolescente se compromete con aquellas alternativas que le hayan resultado mejores.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Chicos y chicas que han llegado a la identidad de logro tienen buena autoestima y
satisfacción vital, bajas conductas de riesgo, puntúan bajo en depresión y ansiedad.
Son, en definitiva, jóvenes adultos ajustados.
Sin embargo, existen otros posibles tránsitos por estas etapas. Así, alguien
puede no pasar la etapa de crisis o moratoria y adoptar compromisos personales
posiblemente sugeridos por otros adultos, esta persona tendría una identidad
hipotecada. Los chicos y chicas que tienen una identidad hipotecada puntúan también
alto en ajuste, pero menos que quienes tienen una identidad de logro.
CRISIS
SÍ NO
SÍ LOGRO IDENTIDAD IDENTIDAD HIPOTECADA
COMPROMISO
NO MORATORIA IDENTIDAD DIFUSA
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Así pues, en los inicios de la adolescencia, los chicos y las chicas tienen un
sentido de sí mismos que parece estar centrado en su cuerpo, en las relaciones
sociales y en sus comportamientos, pero carecen aún de una construcción interna que
puedan experimentar como su propio y verdadero yo, sobre el que puedan reflexionar
y que les genere experiencias emocionales propias.
Durante esos años, los adolescentes diferencian con bastante claridad entre lo
que son sus comportamientos o acciones externas que, en muchas ocasiones, suelen
ser adaptaciones obligadas a ciertas demandas sociales y, por lo tanto, son
superficiales y falsas; y lo que es su verdadero yo interno (que está constituido por
emociones, sentimientos y pensamientos que de manera “natural” se han ido
forjando, y que se experimentan vívidamente como lo esencial de uno mismo). En esa
distinción radica uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los adolescentes
en estas edades, que antes no se planteaban, el de ser consecuentes y sinceros en la
representación externa de su verdadero yo. La sinceridad o lealtad con uno mismo se
convierte en uno de los máximos valores a esta edad, pero a la vez el adolescente
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
quiere y necesita ser aceptado por su grupo lo que en numerosas ocasiones conlleva
sentimientos de traición hacia uno mismo. Otra de las características que se observan
en las formas de relación que tienen los chicos adolescentes consigo mismos, a estas
edades, es el malestar que les genera el descubrir que pueden experimentar
emociones negativas (envidia, odio…) en determinadas situaciones, y el rechazo o
repudio que sienten al reconocerlas como partes integrantes de su yo. En esta etapa,
el adolescente no puede, aún, manejar ese tipo de contradicciones respecto a su
propia identidad, para que eso ocurra será necesario llegar a un modo distinto de
relacionarse con uno mismo, el Modo de Manejo de la Identidad que caracteriza a los
últimos años de la adolescencia y a la vida adulta.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
España, por ejemplo, se dice que los jóvenes españoles “afirman que son más felices
que los adultos y cuando los comparamos con nuestros vecinos europeos indican
índices de felicidad superiores a la media” (p.483). En el cuadro 4 se presentan la
causas de la felicidad y, como puede apreciarse, lo que hace más felices a los jóvenes
son las relaciones personales.
Sin embargo, esos datos producen cierta disonancia cuando se comparan con
los aportados por Elzo (2005). En su estudio, las atribuciones negativas que hacen de
sí mismos los adolescentes españoles (consumistas, sólo importa el presente, egoístas,
poco sentido de la responsabilidad y del sacrificio...) superan a las positivas (maduros,
generosos, tolerantes, trabajadores, solidarios...). Para este autor, la explicación a la
discordancia entre los datos de los dos estudios se encuentra en la metodología
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
utilizada. En el primer caso se han empleado escalas muy elementales y primarias para
conocer las opiniones de los adolescentes, pues sencillamente se les preguntaba cómo
de contentos estaban con su vida, a lo que tenían que responder con las siguientes
categorías: muy, bastante, poco, nada contento. Mientras que en el segundo tipo de
estudios se les pedía que se valorasen cualitativamente en una escala que disponía del
mismo número de ítems positivos que negativos. Así pues, cuando se utilizan
instrumentos de medida sensibles lo que aparece respecto a la valoración que hacen
los propios adolescentes actuales de sí mismos es bastante descorazonador, pues se
valoran en términos muy negativos. Sin embargo, es posible una interpretación
alternativa: que no se trate de datos contradictorios o discordantes y que sea posible
que los adolescentes se autodefinan con conceptos negativos al mismo tiempo que
digan sentirse felices. Desde esa interpretación estaríamos ante datos preocupantes
puesto que parecería que los adolescentes se identifican con valores negativos
(consumistas, sin sentido de la responsabilidad, etc.) pero haciendo una valoración de
sí mismos positiva. ¿Cómo es esto posible? Como se ha señalado al inicio de este tema,
la autoestima es el componente evaluativo del autoconcepto, es la valoración que
hacemos de nosotros mismos al comparar las características que nos definen con
aquellas que desearíamos tener (cómo somos y cómo nos gustaría ser). Y
precisamente son los estándares sociales y culturales los que marcan lo que debería
ser deseable. Si los adolescentes se sienten felices a pesar de autodefinirse con rasgos
negativos, y no experimentan una autoestima baja podría pensarse que es porque se
ajustan a las expectativas que la sociedad actual tiene sobre ellos. Y esto debería
hacernos reflexionar. En palabras de Jose Antonio Marina ( 2005, p.106):
31
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
32
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
REFERENCIAS
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perspective of the self as subject. Developmental Review, 15; 403-433.
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Elzo, J. (2005). El grito de los adolescentes. En Libro de Ponencias del Congreso Ser
Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación
de Ayuda contra la Drogadicción.
Elzo, J. (2005). El grito de los adolescentes. En Libro de Ponencias del Congreso Ser
Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación
de Ayuda contra la Drogadicción.
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Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Erikson, E. (1968). Identity, youth and crisis. Nueva York: Norton (Ed. Castellano:
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opposing attributes in the adolescent self-portrait. Developmental Psychology,
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34
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Marina, J.A. (2005). La adolescencia como producto diseñado por el mundo adulto. En
Libro de Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.
Marina, J.A. (2005). La adolescencia como producto diseñado por el mundo adulto. En
Libro de Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.
Sánchez Queija, I (2001). Relaciones afectivas con los iguales y conformidad ante la
presión del grupo durante la adolescencia. Trabajo de investigación para la
obtención de la suficiencia investigadora. U. Sevilla.
35
TEMAS 2 y 3.
Aplicaciones al aula
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
2
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
2. Como buen profesor, usted está preocupado por preparar muy bien el tema
que le toca enseñar a sus alumnos, pero su efectividad pedagógica puede
reducirse a la mitad si olvida que el punto de partida del aprendizaje de sus
alumnos no es la explicación de esa nueva información que usted tan bien
domina. El punto de partida de cualquier aprendizaje es lo que el alumno ya
sabe sobre el tema (por poco que sea). Por lo tanto, todas las lecciones que
imparta deberán comenzar con actividades para que sus alumnos activen sus
conocimientos previos sobre el tema que van a estudiar. La mayoría de los
alumnos, incluidos los peores, han memorizado en cursos anteriores, en otras
asignaturas o incluso en la TV, alguna información relevante relacionada con el
tema que va a explicar, pero la mayoría de ellos no utilizan esa información de
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
4
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
8. Recuerde que, tan importante es enseñar estrategias a los alumnos como que
ellos las personalicen y se den cuenta de cuáles les resultan más efectivas,
cuáles son sus errores más frecuentes y cómo pueden solventarlos
(habilidades metacognitivas). De este modo los alumnos llegarán a
autorregular su aprendizaje. Indudablemente eso lleva tiempo pero el
aprendizaje de sus alumnos no será mejor si omite esta parte de la instrucción
5
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
para añadir más y más contenidos o más y más problemas para realizar.
Algunos trabajos recogen resultados positivos cuando se aplica lo que se ha
llamado Listas de supervisión. Se trata de una lista de preguntas que permiten a
los alumnos verificar si están supervisando su aprendizaje de forma adecuada
(Brunning, Scharw y Ronning, 2002). Por ejemplo: (1) ¿Cuál es mi objetivo al
aprender esta información?, (2) ¿Se algo del tema?, (3) ¿Conozco estrategias
que me ayudaran a aprender todo esto?, (4) ¿Voy comprendiendo a medida
que avanzo?, (5) ¿Cómo debo corregir los errores? Y (6) ¿He alcanzado el
objetivo que me he fijado? Las listas de supervisión pueden colgarse en clase
para que sirva de orientación para todos.
10. La motivación de los alumnos sobre el estudio de una materia está muy
determinada por los prejuicios que tienen sobre la misma y por las
expectativas que tienen de éxito o de fracaso. En el caso de las matemáticas y
la física, la mayoría de los chicos dan por hecho que son materias inaccesibles
para ellos. Seleccione las tareas para casa en orden de dificultad creciente y
adecúelas al nivel de sus alumnos (si hace falta, haga tres niveles de deberes).
Piense una cosa: “si hago 10 problemas y 7 los tengo mal, me sentiré frustrado
y habrá pocas probabilidades de que me esfuerce en terminar los del día
siguiente, sin embargo, si de los 10 problemas, controlo 7, querré seguir
esforzándome y el análisis a fondo de los tres restantes me ayudarán a
progresar”. Ideas del tipo “voy a suspenderle este trimestre para motivarlo
6
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
12. Cuando mande deberes póngase en la piel de sus alumnos. Está demostrado
que los profesores subestiman la duración de los deberes. No olvide que un
problema que usted haría en 10 minutos puede llevar una hora al chico más
despierto. Recuerde que el alumno aprende más realizando 10 problemas,
atendiendo a su contenido y descubriendo en dónde radican sus dificultades
que obligándole a realizar 100 de ellos sin apenas reflexión, corrigiéndolos a
toda prisa en clase sin tiempo para asimilarlos y sin tomar conciencia del por
qué de los fallos. Pocos deberes pero relevantes favorecerán la participación de
los alumnos (serán menos los que no los hagan), su control como profesor de la
práctica, del proceso y del resultado, y contribuirán a un mayor aprendizaje.
13. Recuerde que debe ayudar a sus alumnos a desarrollar sus habilidades
metacognitivas (tomar conciencia de lo que realmente saben y de las
estrategias que son eficaces). Cada vez que termine con un bloque temático,
dedique un tiempo para que sus alumnos reflexionen sobre los conocimientos
adquiridos, las dificultades que han superado, las estrategias que han
aprendido y los pasos para continuar con dicho aprendizaje. Algunos alumnos
son capaces de hacer estas reflexiones por sí mismos y se auto-motivan con
facilidad, pero otros deberán aprenderlo con usted.
Es posible que las observaciones anteriores le hagan reflexionar sobre una forma
de enseñar muy diferente a la que tenía en mente. No sólo se trata de dar a los
alumnos información nueva, se trata de realizar una instrucción metacognitiva que les
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
que los alumnos se familiaricen con su forma de dar clase y haya conseguido
motivarlos, todo será mucho más ágil y sencillo. Elija, por lo tanto, comenzar
por aquellos temas que considere que le va a dar más juego para hacer una
instrucción metacognitiva.
3. Una vez decidido su primer plan para organizar la asignatura (y decimos primer
plan porque no sería extraño que tuviera que hacer modificaciones una vez que
contacte con el grupo), deberá proceder a realizar un cronograma. Es decir,
ajustar los temas al número de sesiones de clase que tendrá en el trimestre. Le
aconsejamos que no sea ambicioso y que reserve algunas sesiones para
repasos o imprevistos (quizá haya una nevada o una epidemia de gripe haga
que su clase se quede mermada por unos días).
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
14. Realice alguna actividad que les permita visualizar que este nuevo modo de
aprender realmente funciona. Por ejemplo, diseñando alguna actividad que les
pueda servir de feedback de sus conocimientos. Utilice primero las actividades
más sencillas, como las de reconocimiento (por ejemplo, preguntas sencillas
tipo test) y, después, actividades que exijan recuerdo y organización de la
información verbal (preguntas de desarrollo). Poner actividades de
reconocimiento (preguntas tipo test, por ejemplo) pueden servir a los alumnos
para familiarizarse con un tema. Las actividades de recuerdo (por ejemplo:
“Defina X concepto” “Describa las fases de X”) supone un esfuerzo mayor y
permite a los alumnos integrar la información nueva, organizarla, etc.)
Referencias:
Luria, A.R. (1973), El pequeño libro de una gran memoria. Madrid: Taller de Ediciones.
Brunning, R.H., Schraw, G.J. y Ronning, R.R. (1999), Psicología cognitiva y de la
instrucción. Madrid: Alianza Editorial.
Sanjuán Najera, M. (1977), Diccionario ortográfico ideovisual. Zaragoza: Editorial Yalde.
12
Anotaciones complementarias al
artículo Cerdán y Gil (en prensa)
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
CONTENIDO
ANOTACIONES COMPLEMENTARIAS AL TEXTO DE CERDÁN Y GIL (EN PRENSA) .. 3
Estrategias para codificar la información simple y compleja............................ 3
Codificar información simple ........................................................................ 3
Atención y procesos automáticos ..................................................................... 6
Aclaraciones al concepto de Metacognición .................................................... 8
Enmarcando el periodo de las operaciones formales ..................................... 10
Pensamiento dialéctico y relativismo ............................................................. 12
Por tanto W es y no es una cosa al mismo tiempo. ........................................ 15
2
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
clasifican los seres vivos? o ¿En qué se diferencian los animales de las plantas? Puede,
además, incitar a sus alumnos a aventurarse a deducir el significado de palabras clave
del tema que van a estudiar, por ejemplo: ¿Qué creéis que puede querer decir la
palabra “invertebrados”?
6
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
una tarea son los que más fácilmente le prestarán atención y eso nos hace pensar que
si un chico o chica de aspecto inteligente no presta atención en clase, el único
problema es el de la falta de ganas o voluntad para hacerlo. Un chico con problemas
de atención en el aula puede no parecer un chico inatento cuando se dedica a tareas
que le gustan o para aquellas que se sabe bien dotado. Aunque en estas circunstancias
la mayoría de los profesores suelen atribuir a falta de voluntad o a “vaguería” el mal
rendimiento en determinadas materias, no siempre sucede de este modo. Un chico o
chica con problemas de atención y con pobre memoria de trabajo se fatiga mucho más
y se agota mucho antes que sus compañeros y esto sucede tanto en las tareas que no
le gustan como en aquellas ante las que se siente más motivado. La única diferencia
radica en que el esfuerzo que tiene que realizar el estudiante para reorientar
constantemente la atención hacia el objetivo, para inhibir estímulos distractores y para
mantenerse en la tarea y no dejarse llevar por el deseo de abandonar, puede
compensarle más en una tarea que le resulte agradable o accesible que en otra que
perciba más difícil. La mayoría de las materias que se estudian en Secundaria o
Bachillerato no son del agrado de los estudiantes por lo que es más fácil que el alumno
inatento abandone antes y obtenga un rendimiento peor. Podemos afirmar que en el
mal rendimiento de muchos chicos inatentos durante la adolescencia, se unen varios
factores. Por una parte, la fatiga y los errores derivados del déficit ejecutivo y, por otra,
la falta de tolerancia al esfuerzo y la insuficiente dedicación al estudio derivada, tras
muchas experiencias de fracaso, de la percepción de los sujetos de falta de control
sobre su propio rendimiento.
Una forma que tiene nuestro cerebro de ahorrar recursos cognitivos al realizar
una tarea es automatizar algunos de sus procesos. Esta es la explicación de que
podamos realizar varias tareas al mismo tiempo. Los procesos que han sido
automatizados requieren de escasa o nula atención, lo que permite dedicar esa
atención a la supervisión de procesos más complejos o novedosos. Ejemplos de
procesos automáticos son: los cambios de marcha en el conductor experto, el teclear
del ordenador de una secretaria o la pulsación de las teclas en un pianista experto.
Para conseguir la automatización de los procesos cognitivos se requiere una práctica
continuada. Practicar la lectura permite al buen lector realizar una decodificación de
las letras automática y centrar los recursos atencionales en la comprensión de la
información, en establecer relaciones entre las ideas que se exponen y/o en extraer la
idea principal. Algunos chicos o chicas llegan a Educación Secundaria sabiendo leer
pero con una velocidad lectora muy por debajo de lo que se espera para su edad. Por
alguna razón (falta de práctica suficiente o un trastorno en la adquisición de la lectura),
no han conseguido la automatización de los procesos de decodificación (de las letras y
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
su traducción a los sonidos correspondientes) que se exige para conseguir una lectura
veloz conservando la comprensión de lo que se lee. Estos chicos/as necesitan leer más
lentamente si quieren enterarse realmente de lo que dice el texto. Automatizar la
decodificación no es un proceso fácil. Para que nos hagamos una idea, se calcula que
hasta final de 3º de Educación Primaria, los niños no son capaces de percibir, como
una sola sílaba y de un golpe de vista, las sílabas trabadas como, por ejemplo, PLA o
PRA. Necesitan detenerse y procesarlas como dos sílabas antes de entender lo que
están leyendo. Como profesores encontraremos más de un alumno en nuestra clase
que escriba y lea muy lentamente. Antes de etiquetar de vagos a estos chicos,
deberíamos plantearnos la posibilidad de que padezca un trastorno de la lectura no
detectada hasta el momento. En estos casos, tendremos que realizar algunas
adaptaciones eficaces como: más tiempo en los exámenes, eximirles de copiar los
enunciados de los problemas de matemáticas o examinarles oralmente mientras se les
da tiempo para entrenarse en la realización de exámenes escritos (ordenando las ideas
y exponiendo la información de forma organizada). La práctica repetitiva mejora la
ejecución según reflejan muchas investigaciones, incluso tras cientos o miles de
ensayos.
8
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
operaciones formales. Este avance está explicado en el texto base del tema de Cerdán
y Gil.
Algunas de las pruebas que Piaget elaboró para evaluar el pensamiento operatorio
son:
Conservación del líquido
Conservación de la sustancia
Conservación del número
Conservación del volumen
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
podría enfadarse porque, realmente, María no pudo prever el accidente de tráfico. Sin
embargo, en nuestra vida cotidiana atendemos a cuestiones que no tienen que ver con
la lógica, y posiblemente María siempre haga esperar a Pedro que ya está cansado, o
Pedro sospecha que no ha habido accidente, o sencillamente, aunque María siempre
sea puntual y sí haya habido accidente, Pedro ha tenido un mal día y quería despejarse
viendo la película que tantas ganas tenía de ver. El pensamiento relativo permite la
contradicción, la incoherencia y la comprende. Permite que una persona muy
feminista, utilice sus “armas de mujer” para entrar en un evento para el que no tiene
entrada aprovechando que parece gustarle al portero, y no se sienta incómoda por
ello; permite que un aférrimo seguidor del Sevilla quiera que su equipo pierda el
partido contra el Osasuna para fastidiar al equipo rival, el Betis y que baje a segunda;
permite, en definitiva, que nos perdonemos todas las incoherencias y contradicciones
en las que caemos día a día y que no se podrían comprender utilizando la lógica pura y
el pensamiento hipotético deductivo.
Pero, además de que, en ocasiones, no utilicemos precisamente la lógica en
nuestro pensamiento, en otras ocasiones el pensamiento formal y la lógica no
permiten resolver de forma adecuada algunas tareas. Os pedimos que juguéis con
nosotros a resolver estas dos tareas.
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
2. Tarea. Intente seguir esta secuencia lógica y responda si “a” o “b” son ciertas.
1. Hay conjuntos que no pertenecen a sí mismos
2. Hay conjuntos que pertenecen a sí mismos
3. Imaginemos el conjunto W que es el conjunto de todos los conjuntos que no
pertenecen a sí mismos
4. Imaginemos el conjunto V que es el conjunto de todos los conjuntos que sí
pertenecen a sí mismos
5. El conjunto V pertenece a sí mismo, pero
6. ¿qué ocurre con el conjunto W?
a. ¿Pertenece a sí mismo?
b. ¿No pertenece a sí mismo?
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Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
El texto que aparece a continuación ha sido cedido por los autores para
uso exclusivo de los estudiantes de la asignatura Desarrollo Psicológico y
Aprendizaje. Los profesores de la asignatura, Isabel Orjales , Inmaculada
Sánchez, Gonzalo Sampascual, Begoña Delgado y M. Angeles Brioso
agradecen a las autoras su generosidad.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
Índice:
Objetivos .................................................................................................................................................. 3
Introducción ............................................................................................................................................ 3
Referencias ............................................................................................................................................ 30
2
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
O BJETIVOS
Conocer los cambios más significativos en el desarrollo de los procesos
cognitivos que se producen durante la adolescencia.
I NTRODUCCIÓN
En este capítulo vamos a presentar los logros más significativos en el desarrollo
cognitivo del adolescente y su impacto sobre los procesos de aprendizaje.
Entendemos por desarrollo cognitivo los cambios cuantitativos y cualitativos que se
producen en los procesos mentales que nos van a permitir memorizar, pensar,
supervisar nuestro aprendizaje y solucionar problemas cada vez más eficazmente.
Resulta indudable que un adolescente no aprende igual que un niño, y que sus
capacidades cognitivas presentan unas peculiaridades que le van a permitir aprender
contenidos y procedimientos cada vez más complejos. Conocer las particularidades del
desarrollo cognitivo durante la adolescencia, así como sus potencialidades,
limitaciones y fuentes de diferencias individuales, va a permitir a los futuros docentes
disponer de una visión más ajustada sobre las formas en que pueden pensar y
aprender los estudiantes de secundaria, adecuando así el proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Para ello, vamos a comenzar detallando el desarrollo de uno de los procesos
cognitivos básicos, que permitirá logros en procesos más complejos: la memoria.
Proseguiremos nuestra revisión refiriéndonos a los avances que muestran los
estudiantes de secundaria en el control de sus propios recursos cognitivos (desarrollo
de la metacognición) y así poder regular procesos cognitivos más complejos como los
implicados en el pensamiento formal y en la solución flexible de problemas.
Concluiremos revisando los logros cognitivos más significativos para el aprendizaje en
secundaria y haremos alusión al desarrollo progresivo de otras competencias
3
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
EL DESARROLLO DE LA M EMORIA
L O S A L MA C EN E S D E M E MO RI A
Conocer la estructura y funcionamiento de nuestra memoria nos ayudará a
entender mejor cómo y por qué somos capaces de procesar la información que nos
rodea. Imaginemos que un estudiante de secundaria está atendiendo a una
explicación del profesor de ciencias de la naturaleza sobre el conocido efecto
invernadero, ¿cómo es capaz este estudiante de procesar y comprender esta
información?, esto es, ¿cómo consigue aportar significado a los sonidos que emite el
profesor? Según el modelo multi-almacén de Atkinson y Shiffrin (1968) el
procesamiento de cualquier información, ya sea de naturaleza auditiva o visual, ocurre
de manera secuencial y a través de tres estructuras: a) el almacén sensorial, b) el
almacén a corto plazo, y c) el almacén a largo plazo. Veamos qué caracteriza a cada
uno de ellos.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
5
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
prueba estándar era pedir a personas que repitieran dígitos pronunciados a una
velocidad algo inferior a 1 segundo por dígito. La mayoría de las personas eran
capaces de repetir 7 dígitos como máximo. Ahora bien, ¿sería capaz el lector de
repetir sin problema esta serie de dígitos números que sobrepasa claramente la
cantidad de siete: 1-2-3-5-7-11-13-17-19-23-29? Si tiene cierta formación matemática,
no tendrá ningún problema. ¿Por qué? Porque para alguien con ciertos conocimientos
matemáticos solo hay dos unidades de información en la lista anterior: números
primos - menores de 30. Es decir, la limitación de la MCP se refiere a unidades de
información, pero aquello que constituye una unidad de información depende del
conocimiento previo del aprendiz. Lo que para un novato pueden ser 11 unidades de
información, para un experto pueden ser únicamente dos.
Si tenemos en cuenta las tareas cognitivas que se llevan a cabo en la MCP y la
observamos desde un punto de vista funcional, la MCP se asocia con el concepto de
memoria operativa (MO). La MO ha sido concebida como el sistema encargado de
mantener y manipular mentalmente la información que se necesita para realizar
cualquier tarea cognitiva compleja (Baddeley, 1986), de ahí la importancia que se le
atribuye en todo el proceso de aprendizaje, como el lector podrá comprobar más
detalladamente en el capítulo cuatro de este mismo manual. Se trata del “espacio
mental” de procesamiento, donde se manipula y se reúne la información necesaria
para pensar y razonar, para solucionar problemas, para comprender el lenguaje
escrito y hablado y, en general, para resolver todas las actividades cognitivas que
requieren atención y procesamiento controlado. De este modo, el concepto de
memoria operativa sustituye la idea que define al ACP como un simple sistema de
almacenamiento a corto plazo, por la idea de un sistema de carácter multifuncional en
el que tienen lugar tres fenómenos:(a) se procesa información nueva que entra a la
mente a través de canales sensoriales varios, (b) se recupera información almacenada
en la MLP, y (c) la información nueva se procesa, se opera, conjuntamente con la
información previamente almacenada.
Para mostrar la importancia que juega el concepto de Memoria
Operativa en el aprendizaje nos serviremos de un sencillo ejemplo. Imaginemos que
un profesor de ciencias de la naturaleza pide a sus alumnos que formulen hipótesis
acerca de por qué creen que las emisiones humanas de CO2 afectan al efecto
6
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
invernadero natural. Para llevar a cabo esta tarea, los estudiantes necesitarán
recuperar los conocimientos que han aprendido dentro y fuera de clase acerca de por
qué se produce el efecto invernadero natural y relacionar esta información con la
pregunta del profesor. Para ello, necesitarán elaborar una serie de inferencias que
relacionen la información nueva con la información previamente almacenada (p.ej. las
emisiones de CO2 incrementan el porcentaje de CO2 de la atmosfera, al
incrementarse el porcentaje de CO2 se retiene más calor en el interior de la tierra).
Todo ello, la recuperación de la información que ya conocían y la elaboración de la
información necesaria para formular sus hipótesis, requiere un “espacio mental” de
trabajo, este espacio es lo que hoy se conoce como memoria operativa.
En cuanto al desarrollo de la memoria operativa, los psicólogos
evolutivos parecen estar de acuerdo en que la capacidad estructural no aumenta una
vez alcanzada la maduración básica del sistema nervioso (5-6 años) sino que lo que
aumenta o mejora es la capacidad para regular y emplear un mayor número de
estrategias de memoria, y hacerlo con mayor eficacia y flexibilidad.
c) Almacén a largo plazo (ALP o MLP). Es una gran base de datos que
permite mantener la información de manera relativamente permanente, constituye lo
que frecuentemente se entiende por memoria. Aquí almacenamos toda la
información que vamos aprendiendo, es decir, toda la información que poseemos
sobre el mundo y sobre nosotros mismos. A diferencia de la Memoria a corto plazo
(MCP), su capacidad es prácticamente ilimitada y permite guardar la información
durante un tiempo indefinido. Para que la información que se manipula en la memoria
a corto plazo sea transferida a la memoria a largo plazo (MLP) las personas debemos
realizar un esfuerzo consciente a través de la repetición o elaboración de la
información.
La existencia de ambos tipos de memoria, Memoria a corto plazo (MCP) y la
Memoria a Largo Plazo (MLP), se ha demostrado a través de numerosos estudios
experimentales y efectos clásicos. Entre ellos, la curva de posición serial. Veamos en
qué consiste este efecto.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
1
. Z
0 o
n
a
. d
P Z
5 e
r 0 o
o n
r
b a
e
a
. c
b d
1 e
i 0 e
n n
l
1 c º
i º p
i
d r
Cuando hemos de recordar una serie de 2 estímulos (números, letras, a palabras,
a i
º
etc) tendemos a recordar mejor
d los primeros estímulos
m de la lista (efecto de primacía)
a N
y los últimos (efecto de recencia). Estos efectos han úsido interpretados como
d c
evidencia de la existencia ede la memoria a largo y a í corto mplazo, respectivamente. El
a e
efecto de primacía ocurre porque tendemos a repasar mentalmente
r los primeros
r
estímulos de la lista, de modo
e que quedan almacenados enola MLP. El recuerdo de los
c
últimos elementos, o efecto de recencia, ocurre porque éstos
d se mantienen activos en
u
la MCP gracias a su inmediatez,
e e accesibles a la hora de
lo que les permite estar
r
recordar la lista. O
d
o de memoria a largo plazor suele distinguirse entre
Dentro del almacén
d
diferentes tipos de memoria: la memoria declarativa e o explícita, referente a
información sobre hechos y la memoria procedimentaln o implícita, referente a
habilidades sensorio-motrices y estrategias aprendidas a través de la práctica. A su
vez, la memoria declarativa se divide en memoria episódica (memoria acerca de las
experiencias vividas con referentes espacio-temporales) y memoria semántica
(referente a la representación de significados y relaciones conceptuales). Si pensamos
de nuevo en uno de nuestros estudiantes de la clase de ciencias naturales, podemos
fácilmente encontrar ejemplos de los diferentes tipos de información que podrá
almacenar en su MLP durante la clase en la que se encuentra. Por ejemplo,
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
EL D E SA R R O L LO DE L AS ES T R AT E GI A S D E M E M O R I A
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
Chinsky, 1966) mostraron que el empleo espontáneo de esta estrategia aumenta con
la edad y que su empleo correlaciona con un mayor rendimiento en tareas de
recuerdo. Estudios posteriores han mostrado que conforme los niños crecen emplean
esta estrategia de forma más eficiente. Si se les pide a niños de 5 a 8 años que
recuerden una lista de palabras que son presentadas de manera sucesiva, por lo
general, lo harán repitiendo cada palabra de manera individual. Sin embargo, los niños
mayores de 12 años, repasarán las palabras por grupos, es decir, repetirán cada
palabra junto con las previamente presentadas, lo que se traduce en un mejor
rendimiento.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
del efecto invernadero, puede serle útil recordar cómo funciona un invernadero
tradicional y establecer relaciones entre éste y el fenómeno natural. Por ejemplo,
podrá recordar que en un invernadero los rayos de sol penetran a través de los
paneles de cristal, pero el flujo de calor es retenido en su salida. En el efecto
invernadero los gases actúan como el cristal formando un escudo térmico que reduce
la radiación de calor que emite la tierra. Al establecer este tipo de relaciones entre las
explicaciones del profesor y sus conocimientos previos, el estudiante está empleando
la estrategia de elaboración, lo que facilitará su recuerdo.
En cuanto al desarrollo evolutivo de esta estrategia, Siegler (1986)
muestra que la utilización espontánea de la misma no suele ocurrir antes de la
adolescencia y que el beneficio que se observa de ella depende de la calidad de las
elaboraciones, la cual aumenta con la edad y la experiencia. Así, los adolescentes,
conforme crecen, aprenden a hacer elaboraciones más significativas que se asocian a
un mejor aprendizaje. Por otro lado, se ha demostrado que la frecuencia de empleo y
calidad de esta estrategia no sólo aumenta con la edad sino que también lo hace, y
sustancialmente, con la instrucción explícita y la práctica de la misma.
Los cambios en el desarrollo estratégico de la memoria han sido
asociados a tres factores principales (Folds et. al., 1990). Primero, el aumento en el
conocimiento base (MLP), ya que sin éste no existirían las estrategias semánticas de
organización y elaboración. Segundo, la escolarización es, como el lector debe haber
adelantado, otro factor clave en el desarrollo estratégico de la memoria. Es en la
escuela donde las estrategias de memoria pueden aprenderse explícitamente.
Finalmente, el incremento en la capacidad para controlar y emplear eficazmente los
recursos disponibles y el conocimiento acerca de las estrategias y las tareas (i.e.
metacognición) han sido propuesto como factores clave para explicar el desarrollo
cognitivo que se produce de niños a adolescentes. En la siguiente sección
explicaremos en detalle esta capacidad creciente de los adolescentes para conocer y
controlar los recursos cognitivos de que disponen. 1 2
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2
2
2
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
EL DESARROLLO DE LA METACOGNICIÓ N
EL CO N O CI MI E N T O Y CO N T RO L ME T A CO GN I T I V O
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
LOS C A M BI O S EN LO S P R O C E SO S M ET A CO GN I T I V O S
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2
E L DESARROLLO DEL PEN
2 SAMIENTO FORMAL
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
autor propuso una teoría de etapas del desarrollo cognitivo que especifica las
competencias mentales que los niños y adolescentes van adquiriendo según la edad.
4
2
L AS C AR A CT ERÍ ST I C AS D EL P E N S A MI EN T O FO R M A L 2
2
2
Imagine el lector que le presentamos dos vasos de idéntica dimensión y con la
misma cantidad de agua. Si le preguntáramos si ambos contienen la misma cantidad
de agua, contestaría que indudablemente sí. Si a continuación vertiéramos el agua de
uno de los vasos a un vaso largo y estrecho y le preguntáramos si este nuevo vaso
contiene más o menos agua que el anterior, ¿qué contestaría en este caso?
Probablemente afirmaría que aunque la dimensión externa del recipiente ha
cambiado, el contenido interior se mantiene estable pues no lo hemos modificado. ¿Y
qué cree el lector que contestaría un niño menor de siete años?
Piaget (1970) realizó numerosos experimentos de este tipo para demostrar
cómo la mente del niño va cambiando a través de etapas caracterizadas por formas
específicas de pensamiento. Encontró que los niños menores de siete años tenían por
ejemplo serias dificultades para comprender la conservación de cantidades y ante el
experimento anterior respondían sistemáticamente que el contenido efectivamente
había variado porque el vaso era más grande. Esta limitación cognitiva era superada
cuando el niño era más mayor. Piaget analizó así como el niño, a medida que va
creciendo, va siendo capaz de resolver problemas cada vez más complejos. Sugirió que
desde la infancia hasta la adolescencia se dan con regularidad cambios significativos y
predecibles en el desarrollo cognitivo. Esto le llevó a plantear etapas o estadios de
desarrollo cognitivo que se suceden de modo universal e invariable y que suponen
formas cualitativamente diferentes de pensamiento.
De acuerdo con Piaget, lo que caracteriza al pensamiento de los adolescentes
frente al pensamiento infantil es la capacidad para razonar a partir de hipótesis no
vinculadas a la realidad concreta y poder así considerar diversas posibilidades sobre
un mismo fenómeno en el plano de lo mental. A este tipo de pensamiento lo
denominó “pensamiento formal”, frente al pensamiento concreto más característico
de los niños menores de 11 años, quienes sólo pueden razonar acerca de la realidad
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
partir de un número pequeño de objetos, mediante ensayo y error, pero lo hacen sin
seguir un método sistemático. Piaget e Inhelder afirman que, durante la etapa de las
operaciones formales, el adolescente adquiere la capacidad de usar procedimientos
sistemáticos para realizar inventarios de todas las permutaciones posibles, variaciones y
combinaciones de un conjunto dado de elementos, mostrando así su mayor capacidad
para manipular y organizar elementos en el plano de lo mental.
E L P E N S A MI EN T O HI P O T ÉT I C O - DE D U CT I V O Y E L
R A ZO N A MI EN T O P RO P O SI CI O N A L
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
pero también que, conociendo una meta, averigüe cuál es el mejor camino para
alcanzarla. A este segundo proceso, vinculado al primero, lo denominamos solución de
problemas y lo abordaremos en la siguiente sección, dada su relevancia para los
procesos de aprendizaje en la enseñanza secundaria.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
La tarea consiste en crear la pila en otra de las estacas, siguiendo las siguientes
reglas: 1) sólo se puede mover un disco cada vez; 2) un disco de mayor tamaño no
puede descansar sobre uno más pequeño que él mismo y 3) sólo es posible desplazar
el disco que se encuentre arriba en cada varilla. En la resolución de esta tarea, los
participantes emplean diferentes estrategias válidas que muestran su capacidad para
estimar la solución final a partir de un conjunto de pasos predeterminados que
inicialmente desconocían. Los procesos y componentes involucrados en la capacidad
para encontrar soluciones a problemas de este tipo fueron estudiados por autores
como Newell y Simon, como veremos a continuación.
LOS CO M P O N EN T E S Y P RO C E SO S EN L A SO L UCI Ó N D E
P R O BL E M AS
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
IDEAR: U N A E ST RA T E GI A G EN ER A L D E R E SO L U CI Ó N D E
P R O BL E M AS
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
Mayer (1982b) los estudiantes deberían practicar con frecuencia las siguientes
destrezas:
El reconocimiento y categorización de distintas clases de problemas.
La representación del problema a través de distintas modalidades (dibujos,
gráficos o palabras).
La selección de información relevante e irrelevante para los problemas.
Visualizar y trabajar a partir de ejemplos ya resueltos, especialmente cuando
los problemas sean poco familiares o difíciles.
E: Explorar las estrategias posibles. Los estudiantes, si disponen de un
esquema claro de solución para un determinado tipo de problema, aplicarán
algoritmos de resolución. Estos son prescripciones detalladas para llegar a una meta y
propios de cada área de conocimiento En caso de no disponer de un esquema claro de
solución los estudiantes podrán aplicar heurísticos o estrategias generales de
resolución que pueden conducir a la respuesta correcta. El más representativo de los
heurísticos es el análisis medios-fines. El objetivo del análisis medios-fines es reducir la
distancia con la meta final elaborando submetas que permitan dividir el problema en
componentes alcanzables. En nuestro ejemplo, los estudiantes podrían determinar
que un objetivo antes de cambiar el sistema de combustible de toda la flota de
camiones podría ser probar si el uso de combustibles alternativos durante un mes en
la mitad de la flota genera cambios significativos en las emisiones de CO2 vinculadas a
la empresa.
A: Anticipar los resultados y actuar. En todo proceso de resolución de
problemas es interesante anticipar el resultado que obtendríamos al aplicar una
estrategia u otra. El trabajo en grupo que hemos incluido en nuestro ejemplo puede
facilitar este proceso. Los estudiantes pueden plantear diversas actuaciones
alternativas, que antes de implementarlas o incluirlas definitivamente en su propuesta
deberían ser valoradas por sus beneficios y posibles perjuicios. Una vez seleccionadas
las acciones que previsiblemente resultaran más ventajosas, estas serían las que se
llevarían a cabo.
R: Retroceder y aprender. Finalmente, toda estrategia de resolución de
problemas debe incorporar un componente autorregulatorio que haga que el
estudiante valore si las acciones realizadas han permitido conseguir las metas de
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
A lo largo del capítulo hemos visto los diferentes cambios que se producen en
los procesos cognitivos y las estrategias de aprendizaje de la mayoría de adolescentes.
Estos cambios hacen posible que los estudiantes de secundaria sean cada vez más
capaces de resolver eficazmente tareas complejas, como las propuestas por el
profesor de ciencias de la naturaza, que hemos venido empleando como aplicación
práctica de varios de los conceptos abordados.
En lo referente al desarrollo de la memoria, vimos cómo los estudiantes de
secundaria comienzan a emplear estrategias de organización semántica para retener
una lista de conceptos relacionados y cómo se sirven de sus conocimientos previos
para memorizar nuevos conceptos de forma significativa mediante el empleo de
estrategias de elaboración. También observamos cómo el desarrollo del conocimiento
y control metacognitivo es especialmente pertinente para el aprendizaje en estas
edades. Es en la etapa secundaria cuando los adolescentes comienzan a ser más
conscientes de la naturaleza de sus capacidades cognitivas, de cómo y cuándo
conviene emplear las estrategias de aprendizaje que poseen para resolver tareas
cognitivas, así como de las características de la tarea que influyen su ejecución.
Comienzan además a ser capaces de planificar y regular el modo en que resuelven las
tareas y a tomar medidas correctivas para su correcta elaboración si lo juzgan
necesario. También sabemos que gracias al desarrollo del pensamiento formal los
estudiantes de secundaria se muestran capaces de razonar como jóvenes científicos.
Pueden porque son capaces de emplear reglas lógicas para resolver los consecuentes
de enunciados condicionales y porque comienzan a llevar a cabo secuencias de
acciones planificadas mentalmente a priori para resolver problemas.
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Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
Llegados a esto punto, parece probable que el lector se esté planteando si, con
los logros alcanzados durante la educación secundaria, nuestros adolescentes pueden
dar por completado su desarrollo cognitivo. O si por el contrario, las experiencias
cotidianas con las que se enfrentarán y las tareas cognitivas con las que deberán lidiar
en el mundo universitario y adulto harán necesario que, progresivamente, construyan
nuevos estilos de pensamiento. En este sentido, algunos teóricos del desarrollo han
contemplado la posible aparición de nuevas etapas posteriores al pensamiento
formal. Según estos autores, el pensamiento postformal permitiría ir más allá del
pensamiento objetivo y lógico mediante la incorporación progresiva de lo subjetivo y
lo personal.
Un elemento básico del pensamiento postformal es el relativismo. La
adquisición del relativismo nos permite asumir que nuestra respuesta es sólo una
entre muchas potencialmente válidas y que la mayoría de las respuestas que ideamos
son provisionales. Se relaciona directamente con otro de los elementos básicos del
razonamiento postformal, el pensamiento dialéctico. El pensamiento dialéctico
supone aceptar que cada idea o tesis tiene su idea opuesta o antítesis. Implica el
desarrollo de la capacidad de considerar puntos de vista opuestos de forma
simultánea, aceptando que es posible la existencia de contradicciones. Permite, por
ejemplo, atender simultáneamente a múltiples perspectivas, reflexionar sobre las
ventajas y desventajas de una situación e integrar nuestras creencias con las
contradicciones que nos presenta la vida. 5
2
29
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
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Newell, A. y Simon, H.A. (1972). Human problem solving. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall.
Osherson, D. y Markman, E. (1975). Language and the ability to evaluate contradictions and
tautologies. Cognition, 3, 213-226
30
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.
31
TEMA 1. La transición de la
infancia a la edad adulta: la
adolescencia
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
CONTENIDO
1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA ......................................................................... 4
1.1. Imagen social de la adolescencia ............................................................ 4
1.2. Origen del término adolescencia .............................................................. 7
1.3. duración de la adolescencia, ¿cuándo comienza y cuándo acaba? ........... 7
2. LOS CAMBIOS PSICOBIOLÓGICOS QUE MARCAN LA ADOLESCENCIA .............. 8
2.1. Los cambios biológicos ............................................................................... 8
2.1.1. cuando la maduración sexual se adelanta: la Tendencia Secular del
Crecimiento. ............................................................................................................. 9
2.2. La adolescencia: algo más que cambios biológicos ................................. 11
2.2.1. Reacciones ante los cambios puberales............................................ 13
2.2.2. Los cambios de humor en el adolescente ......................................... 16
3. TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA................................................................. 17
3.1. Los antecedentes: S. Hall ......................................................................... 17
3.2. Las aportaciones del psicoanálisis: A. Freud, P. Blos y E. Erikson ............ 18
3.3. las aportaciones de robert havighurst: las tareas evolutivas .................. 22
3.5. A modo de resumen final ......................................................................... 26
Referencias bibliográficas: .................................................................................. 28
2
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Noticias aparecidas en prensa sobre jóvenes y adolescentes (el
país-abc). Extraído de casco (2003)....................................................................... 5
Ilustración 2. Mecanismos hormonales implicados en la pubertad ..................... 8
Ilustración 3. Cambios físicos provocados por la pubertad. ................................. 9
Ilustración 4. Tendencia secular del crecimiento. edad media de menarquía en
diferentes países ................................................................................................. 10
Ilustración 5. fotografía de carolina restorn, modelo brasileña de 21 años
fallecida por anorexia .......................................................................................... 14
Ilustración 6. a la izquierda, Sigmund Freud, a la derecha, con su hija Anna
Freud ................................................................................................................... 18
Ilustración 7. Erik Erikson .................................................................................... 20
Ilustración 8 Teoría focal de Coleman (adaptado de Coleman, 1978) ............... 25
Ilustración 9. Cartel de la película “rebelde sin causa” ....................................... 26
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1. Adolescencia en sociedades tribales: Kenia ....................................... 11
Cuadro 2. Adolescencia en sociedades tribales: Ghana...................................... 12
Cuadro 3. Reacciones de las mujeres ante la menarquía ................................... 15
Cuadro 4. etapas del desarrollo psicosocial de erikson relacionadas con la
adolescencia ........................................................................................................ 21
Cuadro 5. tareas evolutivas de havighurst relacionadas con la adolescencia .... 22
3
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA
La cita que acaba de leer aparece con frecuencia encabezando muchos libros
sobre la adolescencia porque, a pesar de que el término adolescencia como tal no se
acuña hasta el siglo XV y que el primer estudio científico sobre esta etapa no aparece
hasta principios del siglo XX – Adolescence (Hall, 1904)-, éste es un periodo de la vida
con una historia científica corta pero con un dilatado pasado. Pero realmente ¿qué
entendemos cuando hablamos de adolescencia?
4
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
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de 9 cms por año en el caso de las chicas y de 10,3 cms al año en el de los chicos
(Marshall y Tanner, 1969; 1970). Este crecimiento no es parejo en todas las partes del
cuerpo, sino que comienza en las extremidades y acaba en el tronco, lo que explica el
porqué de que algunos adolescentes parezcan tener movimientos descoordinados o
desgarbados. Este pico de crecimiento es divergente entre chicas y chicos. Mientras
ellas dan el estirón antes de terminar todo el proceso de madurez sexual, y antes de la
menarquía, los chicos lo dan al final del periodo de maduración sexual. Este hecho
hace que durante años se haya considerado que los chicos maduraban entre un año, y
un año y medio después que las chicas, cuando en realidad el primer cambio en el
cuerpo masculino (crecimiento de testículos y aparición del vello púbico) ocurre tan
sólo unos meses después que el primer cambio en el cuerpo femenino (pronunciación
de los pechos). En cualquier caso, las chicas maduran antes que los chicos. Siguiendo a
Alsaker y Flammer (2006) hemos elaborado la ilustración 3 donde se resumen los
cambios externos producidos durante el desarrollo puberal.
ILUSTRACIÓN 3. CAMBIOS FÍSICOS PROVOCADOS POR LA PUBERTAD.
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KENIA
La obligatoriedad de la enseñanza escolar ha producido variaciones en la
cultura de la comunidad Kalenjin de Kenia. A pesar de todo, el rito de paso a la edad
adulta se sigue realizando. En la actualidad se organiza durante las vacaciones de
verano, para no perturbar el ritmo escolar. En el caso de los varones, ocurre así:
1. Los cambios en la voz y en la apariencia exterior señalan que un muchacho,
generalmente a los 14 o 15 años de edad, ya se halla listo para ser hombre.
2. El primer rito es la circuncisión. La realiza un especialista del poblado a varios
muchachos a la vez. La circuncisión marca el comienzo de un periodo
inolvidable para los Kalenjin.
3. Acto seguido, pasarán un mes aproximadamente viviendo en una cabaña,
alejada del poblado en medio del bosque bajo la instrucción y supervisión de
los varones adultos y expertos de la comunidad.
4. Durante este tiempo se inician en el arte de la supervivencia: lucha, caza,
refugio así como en las pautas del comportamiento adulto.
5. Finalizado el periodo de aprendizaje, el regreso de los muchachos es motivo de
fiesta generalizada: ya son hombres. Las madres exclaman: “mi hijo marchó
siendo niño y vuelve como un hombre”.
6. Por tanto, se lleva a cabo una ceremonia de “investidura” para la edad adulta.
Luego sigue una fiesta familiar independiente para cada cual.
7. A partir de ahí, todos consideran a estos jóvenes como miembros del grupo
adulto. De hecho, se van de casa para vivir independientemente con sus
hermanos mayores hasta el momento en que se casen.
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
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GHANA
Tradicionalmente, las muchachas akan, de Ghana, siguen un ritual muy
específico para su paso al rango de mujer. La aparición de la menstruación y el
crecimiento de los senos indican que es hora de considerar mujer a la joven. Los pasos
a seguir están bien establecidos:
1. La muchacha –en compañía de su madre- visita a la reina madre de la
comunidad. Esta examina su condición de virgen y el crecimiento de los seños.
Si todo está en orden, la familia tiene luz verde para hacer público el suceso.
2. Enseguida se improvisan sonidos metálicos con las herramientas disponibles y
se ofrecen palabras de alabanza al cielo.
3. La familia de la muchacha fija la fecha para llevar a cabo el Bragoro, la fiesta
especial para dar término a la niñez y comenzar la edad adulta.
4. El día del Bragoro, muy temprano, la muchacha acude –en compañía de su
madre y una tía paterna- a la ribera del río para ser lavada y acicalada para la
fiesta.
5. El resto del día lo pasa en el exterior, expuesta a la comunidad. Todos la
honran y dedican el día a celebrar el acontecimiento: danza, música, comida
especial y regalos para la muchacha.
6. A partir de ese momento, todo el mundo la tratará como mujer y ella se
sentirá como tal.
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
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chicos, el madurar antes que sus compañeros tiende a ser ventajoso, ya que se ven
más atractivos ante los iguales, se vuelven más populares y preparados. Sin embargo,
en el caso de las chicas la maduración temprana tiende a acarrear dificultades. En el
caso del timing puberal, se ha estudiado con mayor profusión y detalle su efecto en las
chicas, por lo que buena parte de la descripción que vendrá a continuación está
centrada en la población femenina.
Las chicas que muestran los cambios puberales antes son las primeras en
hacerlo de su grupo de iguales, ya que lo hacen antes que sus compañeras, y antes que
los chicos. Sin embargo, los chicos que maduran antes, tienen los cambios físicos
fuertes al mismo tiempo que las chicas que van en tiempo. Citando diferentes
estudios, Archivald et al (2003) indican que los correlatos de la maduración temprana
incluyen, cuando los estudios se realizan con las adolescentes, ánimo depresivo y
pobres estrategias de afrontamiento. En casos más extremos, cuando se pregunta a las
jóvenes, estos correlatos pueden incluir depresión, consumo de sustancias y
desórdenes de conducta. Las chicas que primero maduran muestran también mayores
trastornos de alimentación y se inician antes en las relaciones sexuales, incluso con
penetración. Sin embargo, estos datos pueden no ser universales, ya que estudios
realizados con chicas de diferentes razas en EEUU han mostrado que estos efectos se
producen en las jóvenes de raza blanca y clase media, pero no en las chicas de raza
negra o latinoamericanas. Esto redunda en la idea de la importancia de los
estereotipos culturales sobre la belleza y sobre los roles que deben adoptar las
personas en las diferentes etapas de su vida. Este hecho podría ser la clave para
explicar las inconsistencias en los trabajos, ya que no todos los estudios encuentran
estos correlatos.
El timing puberal también tiene efectos en los chicos, pero no son tan serios
como en el caso de las chicas y hacen referencia a la maduración tardía más que a la
temprana. Algunos estudios han encontrado que quienes maduran tarde pueden tener
problemas en el centro escolar, de tipo internalizante (ansiedad y depresión) o de
consumo de tabaco y alcohol. Estos chicos tendrán una apariencia aniñada cuando
todos sus compañeros (chicos y chicas tienen ya un aspecto adulto).
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
con cambios de humor más frecuentes en los adolescentes, que en los varones se
suelen dar en forma de enfado e irritabilidad y en las chicas en forma de enfado y
depresión (Nottelmann et al., 1990). Sin embargo, las asociaciones son demasiado
débiles como para afirmar que los cambios hormonales en los adolescentes sean los
que favorecen estos cambios de humor. Es más, algunas investigaciones parece reflejar
que los adolescentes informan de menos cambios de humor que los niños y que los
adultos cuando se les colocaba un busca y, cada cierto tiempo, se les pide que
informen de las actividades que estaban realizando, con quién estaban y cómo se
sentían (Larson y Lampman-Petraitis, 1989) . ¿Por qué entonces tenemos esa imagen
de los adolescentes? Los estudios parecen apuntar que los cambios de humor de los
adolescentes tienen un carácter más situacional. Los acontecimientos negativos
aumentan de forma constante desde la niñez a la adolescencia y, comparados con los
adultos, los adolescentes responden con más emoción y de forma menos estable a
dichos acontecimientos. Con frecuencia varían de un estado de ánimo más positivo
(cuando están con los amigos sobre todo) a un estado de ánimo más negativo y
normalmente asociado a ambientes más estructurados en convivencia con los adultos.
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
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filogenético, o lo que es lo mismo que las etapas por las que pasa la persona desde el
nacimiento hasta su total desarrollo como adulto son paralelas a las que ha
desarrollado la especie humana a lo largo de su evolución desde las especies
inferiores. La adolescencia -o etapa previa a la adultez- sería un periodo ontogenético
especialmente tumultuoso, de desequilibrios y desajustes emocionales resultado del
balance entre los impulsos infantiles y las exigencias de la sociedad, que recapitula el
momento filogenético en el que el mundo salvaje (la niñez) transitó al civilizado (la
adultez).
Sin embargo, su hija Anna Freud (1895-1982), estudió con más detalle esta
etapa evolutiva, aclarando que existen dos tipos de mecanismos de defensa específicos
de la adolescencia, el de intelectualización y el ascetismo. Entendiendo que los
mecanismos de defensa son reacciones que salvaguardan a la persona de la ansiedad
y sirven para enmascarar motivos no aceptados, el de Intelectualización o
racionalización hace referencia al hecho de minimizar la ansiedad no implicándose
personalmente ante las cuestiones que les conciernen: pensando y analizando en
profundidad las ideas, las causas de determinadas circunstancias o las cuestiones
éticas. De esta forma, los miedos e incertidumbres que tienen los adolescentes se
racionalizan descargándolos de ansiedad. El adolescente utiliza este mecanismo de
defensa para tomar distancia emocional del problema que le ocupa, hablando de él de
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Cualidad
Etapa Descripción
Desarrollada
Identidad frente El adolescente se enfrenta a cambios
a Confusión de físicos y nuevas demandas sociales que le Fidelidad, lealtad
Roles harán dudar de su identidad, de saber
quién es él. Deberá comprometerse a
(adolescencia)
nivel ideológico, profesional y personal.
Intimidad frente La persona debe arriesgar su identidad Capacidad de amar
a aislamiento para lograr el vínculo de intimidad con
(adulto joven) otra persona, la fusión de identidades
pero manteniendo la propia identidad.
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
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Algunas de las tareas evolutivas que propone Havirghurst son paralelas a las
que ya hemos descrito en autores anteriores, tales como la independencia emocional
de los padres o la formación de relaciones maduras con los iguales de ambos sexos,
ambos presentes en las formulaciones de Blos o la preparación para la vida
profesional, en pareja y familia que describiera Erikson en su formación de la
identidad.
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Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
internos positivos, ya que no es fácil que alguien que lo está pasando mal lo transmita
en una encuesta.
Rompiendo con los estereotipos, Coleman afirma que: es cierto que los
adolescentes tienen problemas con sus padres pero relativos a aspectos nimios y
cotidianos (no respecto a las cuestiones fundamentales de la vida en las que
coinciden); que algunos chicos y chicas se sienten infelices (aunque la mayor parte de
las veces sus padres y profesores no llegan a enterarse de eso); que muchos están
preocupados por su identidad (pero esta preocupación raras veces deriva en una
auténtica crisis). Para este autor sólo unos pocos adolescentes tienen problemas
serios, la mayor parte consigue hacer frente, a los cambios que ocurren en su cuerpo y
a las demandas sociales, con poco estrés asociado y son chicos y chicas que muestran
un buen ajuste. Más recientemente, se ha encontrado que sólo un 5% de los niños
ajustados acaban siendo adolescentes problemáticos. En la mayor parte de los casos,
existe continuidad y, si el adolescente es problemático, es porque de niño tuvo
problemas (Steinberg, 2001)
Coleman realizó un estudio empírico con chicos y chicas de 11, 13, 15 y 17 años
en el que se incluían cuestiones referidas a autoconcepto, relaciones con los padres,
soledad, relaciones heterosexuales, amistades y situaciones de grupo. En este estudio
ratificó que las actitudes ante las distintas cuestiones evolucionaban con la edad, pero
no todas al mismo tiempo. Así, por ejemplo, en varones el máximo de preocupación
sobre las relaciones heterosexuales se dio a los 11 años, a los 15 predominó el temor
de rechazo del grupo de compañeros y a los 17 años el conflicto con los padres. A
partir de esta investigación y de las evidencias empíricas acumuladas por distintos
investigadores en los 20 años anteriores a su estudio, elaboró la que denominó Teoría
Focal. La teoría focal podría considerarse una teoría que, como las de otros autores, se
conceptualiza en estadios, pero en este caso la noción de estadio no hace referencia a
unas etapas rígidas que se suceden en un determinado orden. Los estadios de Coleman
se flexibilizan al máximo, hablamos de unos estadios con unas características
especiales:
La resolución de una tarea no es requisito imprescindible para el paso al
siguiente estadio; es más, la mayoría de los individuos, estarán enfrentándose
al mismo tiempo a más de una cuestión.
No existen límites claros entre un estadio y el siguiente. No hay una edad ni
nivel de desarrollo preestablecido para deambular por uno de los estadios.
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Edad
Cada curva representa diferentes tareas o relaciones
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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(Eds). Handbook of Adolescent Development (1-10). East Sussex: Psychology
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Archivald, A.B., Graber, J.A., Brooks-Gunn, J. (2003). Puberal Processes and
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Blackwell Handbook of Adolescence. Oxford: Blackwell Publishing.
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Casco, F. J. y Oliva, A. (2005). Valores y expectativas sobre la adolescencia.
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Coleman, J.C. (1977). Current Contradictions in Adolescent Theory. Journal of Youth
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quitado la cita.
Del Castillo, G. (2001). Los adolescentes y sus problemas. Barañaín: EUNSA
Gilligan, C. (1982). In a Different Voice. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Goossens, L (2006). Adolescent development: Putting Europe on the map. En S.
Jackson y L. Goossens (Eds). Handbook of Adolescent Development (1-10). East
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Erikson, E. H. (1968). Identity: Youth and Crisis. Nueva York: Norton.
Hall, S. (1904). Adolescence: Its psychology and its relations to physiology,
anthropology, sociology, sex, crime, religion, and education (Vol. 1 y 2). New
York: Appleton.
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Temas 9 y 10. Programas para el
desarrollo de destrezas y aptitudes
individuales
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
CONTENIDO
1. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales ............... 3
1.1. Programas de desarrollo cognitivo ............................................................ 4
1.1.1 El proyecto de inteligencia “Harvard” ................................................. 4
1.2 Programas de prevención de las drogodependencias ................................ 5
1.2.1 A no fumar me apunto ......................................................................... 5
1.2.2 Prevención del consumo de drogas y conducta antisocial ................... 6
1.2.3 Déjame que te cuente algo sobre los porros ........................................ 7
1.2.4 Breves conclusiones ............................................................................. 8
1.3. Programas para el desarrollo emocional ................................................ 10
1.3.1 Desarrollo del autocontrol emocional ................................................ 10
1.4 Programas de Convivencia Escolar ........................................................... 11
1.4.1 El trabajo de M. José Díaz-Aguado ..................................................... 11
1.4.2 El centro INTER (UNED) ......................... ¡Error! Marcador no definido.
1.5. Programas de promoción de hábitos saludables ..................................... 14
Referencias .......................................................................................................... 15
Webgrafía ............................................................................................................ 15
Sitios de interés ................................................................................................... 16
Bibliografía complementaria ............................................................................... 17
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Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
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aportando una complejidad enorme que impide que, aún hoy, se conozcan cómo
funcionan e interaccionan entre sí estas diferentes fuentes de influencia. Por este
motivo, cada programa incide en un aspecto que se ha mostrado eficaz para reducir el
consumo: habilidades sociales, creencias erróneas, despliegue emocional… La idea es
aportar recursos positivos a aquellos chicos y chicas que no los tienen. De esta forma,
los adolescentes tentados por el consumo podrán apoyarse en los recursos personales
en los que han sido entrenados para poder afrontar la situación y alejarse del peligro.
¿Qué recurso es más eficaz? Realmente no se sabe aún, pero sí que cuando el barco se
hunde y alguien no sabe nadar, si encuentra a otro que le enseñe a flotar en el agua, o
que le dé algo a lo que asirse, tiene más posibilidades de sobrevivir. A veces no basta el
flotador, y acaba hundido, porque hubiese necesitado muchos más recursos, pero en
otras ocasiones ese recurso que se le ha aportado es suficiente para llegar a buen
puerto.
Durante años se han estado implementando programas basados en la
información al estudiante sobre las drogas. Sin embargo, estos programas no se
evaluaban. Cuando se ha comenzado a hacerlo, la fotografía resultante ha sido
descorazonadora: buena parte de los programas implementados, especialmente en los
centros educativos, no son efectivos. Calafat et al. (2004) resumen de la siguiente
forma los resultados de las evaluaciones de programas escolares:
a) en los programas de prevención de drogodependencias la información
es necesaria, pero en ningún caso suficiente, para el cambio de actitudes
y/o comportamientos. De hecho, la información llega al destinatario
dependiendo de su situación de consumidor/no consumidor. Los
consumidores, en muchas ocasiones, tienen más información que la que
poseen los no consumidores, aunque sólo se centran en aquella que no
pone en entredicho su comportamiento;
b) los únicos programas que muestran su eficacia son los interactivos,
prolongados en el tiempo, con sesiones de refuerzo y que implican a
diferentes instancias;
c) buena parte de los programas de intervención están basados en el
presupuesto erróneo de que el consumidor quiere dejar de serlo. En la
práctica, los programas de prevención destinados a reducir el consumo y
por tanto a la población consumidora acaban siendo útiles
exclusivamente a aquellos que no consumen o que lo hacen de forma
moderada.
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http://sites.google.com/site/pablo19502/mar%C3%ADajos%C3%A9d%C3%ADaz-
aguado se puede acceder a algunos de los materiales que han sido publicados por esta
Catedrática de la U. Complutense de Madrid, y en la bibliografía complementaria que
adjuntamos al final del documento, incluimos algún texto como Educación intercultural
y aprendizaje cooperativo en el que se describen, paso a paso, algunas intervenciones
llevadas a cabo por su grupo de trabajo.
file:///C:/Users/ISABEL/Downloads/Dialnet-
PorUnaCulturaDeLaConvivenciaDemocratica-249632.pdf
12
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REFERENCIAS
Calafat, A., Fernández, C., Juan, M., Becoña, E., Gil, E. (2004). La diversión sin drogas:
utopía o realidad. Madrid: Ministerio del Interior.
Elkind, D. (1967). Egocentrism in Adolescence. Child Development, 38, 1025-33.
WEBGRAFÍA
Ansa Ascunce, A., Begué Torres, C., Cabodevilla Eraso, I., Echauri Ozcoidi, M., Encaje
Iribarren, S., Montero Palomares, M.J., Pérez Jarauta, M.J., Segura Corretgé, M.,
Zubizarreta Marturet, B. Guía de salud y desarrollo personal para trabajar con
adolescentes. Pamplona: Gobierno de Navarra, reedición de la 1ª ed. (1995).
Disponible tanto en castellano como en euskera. Disponible en:
http://www.cfnavarra.es/isp/promocion/textos/EtapasyCrisisProf.html
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Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
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SITIOS DE INTERÉS
Página y/o Persona/institución que la desarrolla Tipo de recursos que encontramos
AVERROES (página de la Junta de Andalucía)
http://www.juntadeandalucia.es/educacion/portal
averroes
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Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Alzate Sáez de Heredia, R. (2000). Resolución del conflicto: Programa para Bachillerato
y Educación Secundaria (Tomo I y II). Bilbao: Ediciones Mensajero.
A través de actividades fácilmente abordables en el transcurso de una clase, se
persigue el fortalecimiento de actitudes tales como el respeto por la diversidad
cultural y la promoción de la tolerancia, la solidaridad, la cooperación, el
diálogo y la reconciliación.
17
Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
para personas con trastornos alimentarios. Es una obra que permite a los
diferentes agentes sociales comprender mejor la enfermedad.
Cerillo Martín, M.R. (2005). CORAL (Nivel ESO). Programa para enseñar a pensar:
Didáctica para desarrollar el potencial de aprendizaje. Madrid: CEPE.
El programa busca desarrollar en los alumnos la capacidad de Razonamiento
Lógico a partir de la mejora de las siguientes 11 destrezas: observar, analizar,
comparar, clasificar, seriar, representar, deducir, relacionar analógicamente,
resolver problemas lógicos e ingeniar.
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
López de Dicastillo, N., Iriarte, C. y González Torres, M.C. (2008). Competencia social y
educación cívica: concepto, evaluación y programas de intervención. Madrid:
Síntesis.
Se analiza la definición, componentes y variables (conductuales, cognitivas y
afectivas) del concepto de competencia social, así como el papel de los distintos
19
Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Luca de Tena, C., Rodríguez, R.I. y Sureda, I. (2001). Programa de habilidades sociales
en la Enseñanza Secundaria Obligatoria: ¿Cómo favorecer las habilidades
sociales de mis alumnos? Málaga: Aljibre.
Se analizan los diferentes tipos de conducta (pasiva, agresiva y asertiva), así
como las principales causas de falta de asertividad, y se aportan técnicas y
entrenamientos de las habilidades sociales, incluyendo su generalización y
transferencia. Además, el manual contiene un programa de intervención y un
glosario.
20
Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Soler Alberich, F., Ferrando Costa, P., Albiñana Soler, A. (2004). No es sólo decir ‘NO’.
Ensayando la toma de decisiones en la adolescencia. Una propuesta de
prevención de drogodependencias en la escuela. Revista española de
drogodependencias, 1-2, 37-52.
21
Temas 9 y 10. Programas para el desarrollo de destrezas y aptitudes individuales
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Yuste Herranz, C., Sánchez Quirós, J.M., Trallero, M., Díez Bugallo, D., Guarda, L.,
Millán, M.L., Galve Manzano, J.L. (1996). Colección Progresint: Programas para
la estimulación de las habilidades de la inteligencia. Madrid: CEPE.
Es un programa que pretende abordar la intervención en la mayoría de las
habilidades o aptitudes de la inteligencia integrando las aportaciones de la
psicometría, el cognitivismo, la psicología del aprendizaje y la psicología evolutiva.
Éstos son los números de la colección dirigidos a alumnos de Educación Secundaria:
Progresint 23: Razonamiento. Lógico Inductivo-Proposicional
Progresint 24: Comprensión del Lenguaje
Progresint 25: Estrategias de Cálculo y Resolución de Problemas I
Progresint 26: Estrategias de Cálculo y Resolución de Problemas II
Progresint 27: Atención Selectiva
Progresint 28: Pensamiento Creativo
Progresint 29: Velocidad y Comprensión Lectora
Progresint 30: Estrategias Cognitivas de Aprendizaje
Progresint 31: Estrategias de regulación y motivación para aprender
Yuste Herranz, C. y Franco Rodríguez, J. (2002). Colección APDI (Niveles 7 y 8): Aprendo
a pensar desarrollando mi inteligencia. Madrid: ICCE.
Programa de desarrollo cognitivo que, mediante la selección de tareas que
requieren algún esfuerzo de elaboración mental, pretende dotar al alumno de
pensamiento crítico, así como de estrategias para afrontar problemas y
situaciones desafiantes.
22
Tema 8.
El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 3
1. VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA LABOR DEL PROFESOR DE SECUNDARIA ..... 6
1.1 EL CENTRO EDUCATIVO ............................................................................... 7
1.2 LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR........................................................ 8
1.3 LAS METAS DE LA INSTRUCCIÓN ............................................................... 10
1.4 LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ALUMNOS................................................. 11
1.5 LAS INTERACCIONES ENTRE IGUALES EN LOS CONTEXTOS EDUCATIVOS:
LA TUTORÍA Y LA COOPERACIÓN .................................................................... 14
2. LA NECESIDAD DE VELAR POR LA SALUD LABORAL ........................................ 16
2.1 Respecto a la manifestación y detección .................................................. 17
2.2 Respecto a la prevención/intervención .................................................... 18
3. EL PROFESOR EN EL AULA: GUÍA DE ACTUACIÓN ........................................... 20
3.1 PLANIFICAR LA ACCIÓN EDUCATIVA ......................................................... 20
3.1.1 Respecto a la materia ......................................................................... 20
3.1.2 Respecto a los materiales................................................................... 21
3.1.3 Respecto a la metodología ................................................................. 22
3.1.4 Respecto a los alumnos ...................................................................... 25
3.2 ADAPTAR LA METODOLOGÍA AL GRUPO Y A LAS PROPIAS POSIBILIDADES:
REESTRUCTURAR EL PLAN INICIAL. ................................................................. 26
4. CÓMO AFRONTAR LAS SITUCIONES PROBLEMA ............................................. 27
2
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
INTRODUCCIÓN
Atendiendo a la información que se recoge en el cuadro 1 (y que ya figuraba en
el tema 6/7) en los Centros Educativos y, por lo tanto, en su práctica profesional como
futuro profesor de la ESO, tendrá que afrontar la formación de alumnos muy
diferentes:
Alumnos sin dificultades y con base académica suficiente para cursar la asignatura
que usted debe impartir.
Alumnos sin dificultades pero que carecen de base académica suficiente para cursar
la asignatura debido, por ejemplo, a que: la tienen pendiente del año anterior, la
aprobaron sin nivel suficiente o son alumnos recién llegados de otros países con
un buen rendimiento pero que no han cursado estos contenidos.
Alumnos con dificultades académicas todavía no diagnosticadas y que, por lo
tanto, no reciben la atención necesaria.
Alumnos con dictamen de Necesidades Educativas Especiales (NEE) que cursan la
asignatura con adaptaciones curriculares
CUADRO 1. ARTÍCULO 26 LOE. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA
(ESO)
1. Los centros elaborarán sus propuestas pedagógicas para esta etapa (secundaria)
desde la consideración de la atención a la diversidad y del acceso de todo el
alumnado a la educación común. Asimismo, arbitrarán métodos que tengan en
cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje de los alumnos, favorezcan la capacidad
de aprender por sí mismos y promueva el trabajo en equipo
4. Corresponde a las Administraciones educativas promover las medidas necesarias
para que la tutoría personal de los alumnos y la orientación educativa,
psicopedagógica y profesional, constituyan un elemento fundamental en la
ordenación de esta etapa.
5. Asimismo, corresponde a las Administraciones educativas regular soluciones
específicas para la atención de aquellos alumnos que manifiesten dificultades
especiales de aprendizaje o de integración en la actividad ordinaria de los centros, de
los alumnos de alta capacidad
LOE (Artículo 26)
3
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Por otra parte, en el mismo tema 6 y 7 incluíamos un cuadro más que recogía
los objetivos de la ESO. Quizá pasó muy por encima de esta información, pero
conviene que como futuro profesor de Secundaria recuerde que su labor docente, en
el marco de su asignatura y con tan amplio espectro de alumnos, no se limita
solamente a los contenidos académicos. En la medida de lo posible sus clases deberán
contribuir a:
a) Ayudar a los alumnos a asumir responsablemente sus deberes, practicar la
tolerancia y la solidadaridad entre las personas y grupos y ejercitarse en el diálogo.
b) Desarrollar y consolidar hábitos de disciplina, estudio y de trabajo (individual y en
equipo).
c) Valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades
entre ellos, rechazando los estereotipos.
d) Ayudarles a fortalecer sus capacidades afectivas, rechazar la violencia, los
prejuicios, y los comportamientos sexistas. Resolver pacíficamente los conflictos.
e) Ayudarles a desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de
información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos.
4
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Recuerde que con su actitud, sus comentarios y su modo de actuar podrá servir
de modelo y fomentar el desarrollo personal de sus alumnos haciendo que:
Trabajen en el conocimiento de sí mismos (autoconcepto académico, personal o
social )
Aumenten su sentido de la autoeficacia. Por ejemplo, ayudándoles a descubrir que
son capaces de afrontar retos académicos y personales que no pensaban y
fomentando el desarrollo de habilidades de afrontamiento adecuadas.
Aprendan a valorarse y aceptarse como son, aumentando su autoestima.
Se sientan más autónomos en el trabajo y más capaces de automotivarse
venciendo sus temores e inseguridades y desarrollando una actitud perseverante y
mejorando su tolerancia ante la frustración.
Dividiremos el capítulo en tres apartados. Una primera parte en la que
reflexionaremos sobre las variables que influyen la labor del profesor de secundaria,
una segunda parte, en la que se resaltará la necesidad de velar por la salud laboral en
el marco de nuestra profesión y, una tercera parte que pretenderá ser una primera
guía de actuación para afrontar nuestra labor los primeros años.
6
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
El centro escolar, junto con la familia y los iguales, tiene una influencia decisiva
en la vida de los chicos. No debemos olvidar que los escolares españoles entre los 3 y
los 16 años pasan más de 13.000 horas en los centros educativos. Pero la importancia
de este contexto no reside tanto en el tiempo que los chicos permanecen en él sino en
lo que allí ocurre. Además del marco de referencia para la enseñanza formal o el
aprendizaje de los contenidos curriculares, los centros educativos suponen un
importante contexto de socialización en el que los chicos van a realizar adquisiciones
de gran importancia para su desarrollo integral como personas. Este contexto les
brinda la oportunidad de aprender normas y valores que son propios de su cultura y a
relacionarse con figuras de autoridad diferentes a las que encuentran en sus familias,
de recibir un feedback sobre su saber hacer y comportarse, de interactuar con sus
iguales, de independizarse de la tutela familiar, etc. En definitiva, el colegio o el
instituto, al igual que la familia, es un escenario de aprendizaje, de conocimiento de
uno mismo y del mundo. Son variables vinculadas a este contexto, y por lo tanto a
tener en cuenta: las características del entorno (tipo de centro y población que atiende,
normas del centro, recursos de apoyo que tiene para los profesores…), del aula
concreta que nos ha tocado (un aula de diversificación, el peor grupo de todo 3º de la
ESO, etc.) y de la situación concreta con la que nos encontramos al llegar (un grupo
que tuvo un profesor que no supo controlarlo, un grupo que vivió una situación de
acoso escolar, un grupo al que le toca este año afrontar una prueba de nivel del
Ministerio, etc.). Al final de este documento, en los apartados 3 y 4, encontrará
algunas guías para hacer frente a estas variables.
7
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Los profesores son figuras muy importantes en la vida de los chicos pues, al
igual que los padres y otros familiares cercanos, son adultos de referencia y, por su
influencia, potentes agentes socializadores.
Los profesores, como los padres, han ido construyendo -a partir de sus
experiencias, de sus vivencias y de su formación- teorías, más o menos implícitas,
sobre cómo son los alumnos y sobre los procesos de enseñanza/aprendizaje, que son
las que guían sus prácticas educativas.
Con respecto a las características del profesor se han analizado diversos
aspectos, entre ellos:
Las atribuciones que hacen los profesores sobre el rendimiento de los alumnos.
Estas atribuciones pueden ser conscientes o inconscientes. En este sentido, se ha
observado que los profesores que atribuyen los bajos rendimientos de algunos de
sus alumnos a su falta de esfuerzo tienden, por su parte, a esforzarse e implicarse
menos con el proceso de la enseñanza de estos estudiantes que con aquellos que
consideran que el mal rendimiento es debido a dificultades específicas. Esto
adquiere especial relevancia en la enseñanza en Secundaria y en Bachillerato
porque, a diferencia de lo que sucede con alumnos más pequeños, los
adolescentes suelen preferir esconder sus dificultades tras una actitud de vaguería
y rebeldía, lo que hace más difícil al profesor conocer lo que verdaderamente hay
detrás de esa falta de colaboración.
El estilo educativo de los profesores. Al igual que los estilos educativos de los
padres correlacionan con mayor o menor grado de ajuste de sus hijos e hijas,
también el estilo educativo de los profesores se relaciona con el comportamiento
de sus estudiantes en clase y con su aprendizaje. No es extraño observar que un
mismo grupo de alumnos pueda mantener el silencio durante toda la hora junto a
un profesor, mientras tiran tizas y juegan con otro docente, e incluso, forman
grupos de discusión con otro distinto a los anteriores. Cada profesor debe
plantearse qué tipo de estudiantes desea tener y tratar de conducir a sus alumnos
en ese sentido. Un profesor autoritario y rígido, que impone normas, no escucha a
los estudiantes, ridiculiza las preguntas “poco interesantes” de los alumnos, no
responde a las iniciativas de los mismos, sanciona, castiga, intimida y reprocha
obtendrá alumnos quietos en sus aulas pero que aprenderán de forma limitada los
contenidos, probablemente se limiten a memorizar y reproducir los contenidos en
8
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
1
Bullying: conducta que provoca daño físico o sufrimiento psíquico, que se produce de forma
intencional y repetida, existiendo una situación de desigualdad.
10
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
influyen otros factores como el peso que tiene sobre la autoestima y el equilibrio
emocional del alumno el haber vivido años repetidos de fracaso o la actitud y
metodología utilizada en el aula. Por ejemplo, no es infrecuente observar que los
profesores más faltos de recursos para motivar y manejar a sus alumnos en el aula
sean los que recurran más a las notas para intentar controlar el comportamiento de
sus alumnos (con exámenes sorpresa o a la amenaza de puntos negativos o
suspensos). Este es el motivo de que asignaturas que deberían fundamentarse en la
práctica como el arte, el deporte o la educación para la ciudadanía, se conviertan en
asignaturas con exámenes teóricos difíciles de aprobar hasta para alumnos
especialmente dotados. Entramos, entonces, en un círculo negativo del que es muy
difícil salir. El alumno negado para las matemáticas no puede destacar en aquellas
asignaturas para las que sí tiene buenas habilidades lo que aumenta su sentimiento de
frustración, la percepción de que todo esfuerzo es inútil y fomenta directamente la
falta de perseverancia y esfuerzo.
11
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
autoestima del adolescente por lo que chicos y las chicas están demasiado
preocupados por descubrirse a sí mismos, modificar su autoconcepto y mantener a
flote su autoestima como para preocuparse por los asuntos “más triviales” de la
escuela. Por otra parte, y en este marco de desarrollo, el grupo de amigos cobra una
especial relevancia y el estatus que se ocupa dentro del mismo, comienza a vivirse
como esencial. Por norma general, al grupo le resultan más “interesantes” y
“divertidos” los chicos y chicas “malos” que los que están bien ajustados al contexto
escolar, por lo tanto es fácil que comportamientos como faltar a las clases, fumar o
beber y demostrar control sobre el profesor (desconcertándolo, burlándose o
retándolo directamente) se vean socialmente más reforzados que aquellos que
contribuyan a mantener la imagen de alumno conformista y adaptado (más asociado a
la infancia) o estudioso y responsable (más asociado al rol adulto).
Sin embargo, aunque algunos de estos factores pueden ser causa del desajuste
escolar en la adolescencia, el ser humano es especialmente complejo y las cosas no
siempre son lo que parecen. Nada es blanco o negro. Hablábamos, por ejemplo, de la
influencia del grupo y ésta es muy real, especialmente en la adolescencia, pero esta
influencia no siempre es negativa. En contra de lo que la mayoría pensaríamos, los
estudios revelan que, con mayor frecuencia, la presión del grupo de amigos se dirige
hacia conductas adaptadas que hacia conductas desadaptadas, y aunque “el guay” de
la clase suele ser un “chico malo”, los adolescentes tienen un desarrollo cognitivo y
social lo suficientemente maduro como para saber que “el chico malo” es divertido,
pero que no llegará muy lejos. Así, los estudios revelan en contra del clima de alarma
social reinante, que la mayor parte de los adolescentes beberán alcohol, se
emborracharán algunas veces, llegarán tarde a casa y se saltarán algunas clases (todo
ello acompañado por sus iguales) pero siempre dentro de un límite. La mayoría de
estos adolescentes, con ayuda de su propio autocontrol y la presión e influencia del
grupo de iguales y de los adultos que les aprecian, se convertirán en adultos ajustados.
Pero comprender la etapa adolescente no debe entenderse como dejar al azar
su desarrollo y educación. Deberíamos reflexionar sobre ello detenidamente: los
institutos son centros educativos pero ¿qué hacen los institutos para ayudar a sus
alumnos y alumnas a pasar por esta transición? Y nosostros, los profesores, somos
educadores pero ¿qué hacemos nosotros para ayudarles en este tránsito? ¿Realmente
entendemos los cambios que suponen para ellos?
En primer lugar, el paso de Educación Primaria a Secundaria supone para
muchos de nuestros chicos y chicas un cambio de centro educativo. Y esto se produce
en un momento en el que la amistad es uno de los valores más importantes de los
12
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
alcanzar y se siguen estándares ajenos al aula y al centro (ej. superar selectividad) que
poco o nada tienen en cuenta las características de los alumnos y las alumnas.
En cuarto lugar, el currículum en la secundaria está más estructurado y es más
exigente, dejando pocas posibilidades de elección a los estudiantes. En el momento en
el que chicos y chicas buscan más autonomía, la escuela se la recorta.
Todos estos factores que hemos enumerado pueden ser la causa de la brusca
caída de calificaciones que se produce en la secundaria, que NO va acompañada de un
descenso en las puntuaciones de desarrollo cognitivo o aptitudes, entrando en un
círculo vicioso de difícil salida: peores calificaciones llevan a un bajo sentimiento de
autoeficacia. El sentimiento de autoeficacia es imprescindible para ser capaz de
enfrentar y resolver con eficiencia las situaciones, así que un sentimiento bajo de
autoeficacia lleva a peores calificaciones.
Por lo tanto, podemos plantearnos como parte de nuestra labor ayudar a los
estudiantes en esta situación de cambio y transición. Por ejemplo, podemos ayudarles
a conocer el centro, sus normas, sus costumbres y, sobre todo, a sus compañeros.
Para ello existen multitud de técnicas de grupo que pueden ayudarnos. Establecer una
forma de trabajo colaborativo o cooperativo también nos ayudará a enfrentar este
objetivo al tiempo que permite un mejor aprendizaje de los estudiantes (recordad el
concepto de Zona de Desarrollo Potencial o Próximo) y ayuda a la integración de todos
los alumnos en el aula. Todos los profesores de secundaria tienen un grupo de tutoría.
Hablad con el orientador y utilizad esas horas para ayudar a los estudiantes en aquellas
cuestiones evolutivas por las que están pasando y que realmente les importan.
14
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
(1997, p.39-40) En ese sentido, una de las funciones del profesor es buscar y potenciar
los tipos de interacciones entre iguales que resulten más eficaces para alcanzar
objetivos concretos.
Una línea de investigación importante se ha centrado en estudiar la interacción
entre iguales en el contexto educativo en dos situaciones diferentes: las relaciones de
cooperación y las relaciones de tutoría.
Relaciones de tutoría entre alumnos. Nos referimos al tipo de instrucción que
se da en una díada en la que un chico más competente o “experto” en una
determinada habilidad instruye a otro más inexperto o novato. Se trata de una
relación que se basa en la asimetría en cuanto al grado de competencia. Este
tipo de relaciones tiene efectos positivos en los aprendizajes de ambos
estudiantes. En el caso del estudiante inexperto, que no puede resolver -en
solitario- problemas que con la ayuda de su compañero “experto” puede
solucionar, los efectos positivos de la relación de tutoría pueden explicarse
recurriendo al concepto vygotskiano de zona de desarrollo potencial o
próximo2. Es decir, las habilidades necesarias para la resolución de esos
problemas se encuentran en la zona de desarrollo potencial del chico que con la
ayuda necesaria, la de su compañero, pueden pasar a formar parte de su nivel
de desarrollo actual. Los beneficios que obtiene el compañero “experto” en sus
aprendizajes se pueden explicar, según Melero y Fernández (1995), porque el
alumno tiene que dedicar más tiempo y esfuerzo para dominar aquello que
tiene que enseñar al otro y eso contribuye a que organice mejor sus
conocimientos y a que piense sobre lo que sabe o no sabe. De esa manera, se
favorece el desarrollo de la metacognición (lo que uno sabe acerca de su propio
conocimiento, ver tema 2). En este sentido, saber no implica saber explicar,
saber ponerse en el lugar del otro, en los conocimientos del otro y tener
estrategias para resolver sus dudas.
Relaciones de cooperación entre alumnos. Nos referimos aquí a las relaciones
que pueden establecerse en grupos: (1) que son heterogéneos respecto al nivel
de conocimientos, al género y a los intereses; (2) en los que se distribuyen las
tareas entre los distintos miembros y (3) que obtienen incentivos no por los
logros individuales ni por el resultado final del grupo, sino en función de los
logros de sus miembros (recompensa interdependiente). Las investigaciones
2
Para una revisión de esos conceptos vygotskianos consultar el material complementario del
tema 1: Diversas explicaciones sobre cómo se produce el desarrollo psicológico. Brioso, 2006, p.40-47.
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
que se han realizado en los últimos años han puesto de manifiesto el gran
potencial de este tipo de relaciones entre iguales para favorecer el desarrollo
socioafectivo: mejoran las relaciones entre los compañeros, se observan
interacciones más positivas respecto a los menos capacitados, se desarrollan
estrategias para controlar y canalizar la agresividad y aumenta la autoestima de
todos los participantes.
Como profesores podemos tratar de consensuar algunos contenidos con los
estudiantes. Sabemos que el currículum está establecido y qué contenidos hay que
impartir, pero podemos hacer que los alumnos y alumnas participen en la elección
del orden de impartición, metodología a emplear e incluso evaluación. Sin duda os
sorprenderá la elección de evaluación que escogen. Numerosas investigaciones
muestran que las evaluaciones que proponen los estudiantes son más exigentes
que las que proponen los propios docentes.
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
considerar para los alumnos más aventajados. Después y partiendo de dichos niveles
podemos:
1. Plantearnos qué contenidos serían prerrequisitos para poder comprender y
alcanzar los contenidos mínimos del curso actual (de cara a preparar material y/o
buscar bibliografía para orientar la formación de aquellos alumnos que no los
adquirieron).
2. Determinar los contenidos que corresponden al nivel medio del grupo.
3. Seleccionar aquellos contenidos que podrían trabajar, de forma lo más autónoma
posible, aquellos alumnos más aventajados.
Una vez que tengamos claros los objetivos a alcanzar, el siguiente paso será
estudiar cuáles son los mejores materiales que se pueden utilizar. Como profesor que
se incorpora por primera vez a un centro educativo deberá conocer qué libro es el que
el centro eligió en su momento para su asignatura y valorar en qué medida tiene la
posibilidad de variar los materiales o de utilizarlos de forma flexible. Unos profesores
se encontrarán con total libertad para elegir sus propios materiales mientras que,
otros profesores tendrán que ceñirse más al material recomendado y coordinarse (en
el orden de los temas y en el ritmo a seguir) con los otros profesores que imparten la
misma materia en el mismo curso.
Dependiendo de cuál sea su situación concreta podrá buscar material
complementario (apuntes, videos, ejercicios, prácticas…) y plantearse la posibilidad de
reorganizar la presentación de los temas en función, no sólo de su nivel de dificultad y
en qué medida unos pueden resultar base obligada para los otros, sino también en
función de lo atractivos que resulten para los alumnos. De este modo si tiene que
enfrentarse, por ejemplo, a un grupo altamente desmotivado, con un índice elevado
de fracaso académico o con relaciones muy conflictivas, puede resultarle una
estrategia útil empezar por los temas más atractivos, ya sean por su contenido, porque
tiene la posibilidad de utilizar material complementario más atractivo o porque
permiten la realización de trabajos en grupo o de experimentos. De este modo, con
alumnos menos hostiles al aprendizaje, podrá dedicar mayor esfuerzo durante los
primeros meses a conocer al grupo y a qué éste se familiarice con las normas de
comportamiento y con la dinámica de trabajo de su asignatura.
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Una vez elegido el material para el grueso de su grupo de clase, aquel que se
supone alcanza el nivel básico para cursar su asignatura, será necesario que prevea
buscar material para aquellos alumnos con falta de base (buscando apuntes o
ejercicios que se puedan utilizar en paralelo durante el tiempo de clase o que sean
prácticos para los profesores de apoyo, los padres o profesores particulares en su
trabajo individual) y material para los más aventajados. También resulta de utilidad
seleccionar materiales “comodín”, es decir, materiales atractivos que los alumnos
puedan realizar motivados y sin excesiva supervisión en momentos puntuales (por
ejemplo, cuando el profesor falta por una baja) o a diario para aquellos alumnos que
hayan terminado más rápido que sus compañeros el trabajo obligatorio en clase
(independientemente de que estén trabajando con material del nivel bajo, medio o
avanzado). Puede tratarse de simples fotocopias de pasatiempos o retos relacionados
con la asignatura que estarán en la clase a disposición del que haya terminado su
trabajo.
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
pero pactando con los que tienen dificultades para que los padres puedan
ajustarlos a sus necesidades. Del mismo modo, el profesor tendrá que decidir qué
peso dará a los deberes en la evaluación final, si los considerará puntuables,
obligatorios pero no puntuables o de realización optativa. Y en el caso de incluirlos,
al programarlos, deberá estimar la duración de los deberes para ajustar la cantidad
y dificultad dentro de unos límites razonables. En este sentido puede resultarle de
utilidad recibir un feedback del tiempo que lleva su realización a una pequeña
muestra de chicos/as de la clase, por ejemplo, un chico de rendimiento medio, otro
sin dificultades pero lento, otro con dificultades y uno aventajado.
3. Tomar decisiones sobre la posibilidad de realizar prácticas o trabajos que, como
en el caso de los deberes, podrán ser obligatorios, voluntarios para subir nota o
para recuperar partes suspensas.
4. Determinar qué y cómo evaluar los conocimientos y procedimientos adquiridos
por los alumnos con respecto a la materia. Del mismo modo que sucede con la
organización de las clases, la metodología o los materiales, sus decisiones estarán
condicionadas por el sistema de evaluación que marque el centro educativo. No
obstante, contará siempre con cierto margen de maniobra por lo que conviene que
reflexione sobre algunas posibilidades. En el caso de que tenga libertad total podrá
decidir si evaluar a los alumnos utilizando exámenes, qué tipo de exámenes (de
desarrollo, tipo test o comentarios de texto, por ejemplo) y con qué frecuencia;
realizar una evaluación continua (teniendo en cuenta la nota del examen final pero
evaluando los conocimientos que ha demostrado tener el alumno a lo largo del
período evaluado); decidir si su evaluación continua se va a convertir en un
”examen perpetuo” al final de cada tema haciendo la media final; si va a utilizar
diferentes formas de evaluación (oral, mediante trabajos o exposiciones
individuales o en grupo, con puntos positivos o negativos que puedan influir en la
nota final, etc.); decidir la forma de recuperar a los que sacan malas notas y la
posibilidad de que suban nota los alumnos más motivados o aquellos que por sus
características tienen tendencia a un trabajo irregular que les perjudica, etc.
Muchas de estas decisiones pueden suponer romper con la actitud de la mayoría
de los profesores que se dejan llevar por la corriente general que castiga a los
alumnos que no son capaces de reflejar un rendimiento continuado y al ritmo que
exige el profesor durante toda la evaluación.
5. Reflexionar sobre el modo de informar a los alumnos y a los padres sobre su
evolución. Como en casos anteriores, el primer paso es familiarizarse tanto con el
sistema de trabajo del centro respecto a la comunicación durante la evaluación
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Todas las medidas anteriores deberán ser revisadas en el marco del grupo de
clase que le haya tocado, por lo tanto, resultará muy útil informarse cuanto antes de
las características del grupo:
1. Tratar de recabar información comenzando por: hacerse cuanto antes con la lista
de clase, revisar los informes escolares de años anteriores; hablar con los
profesores del curso pasado, con el orientador y los profesores de apoyo; citar a los
padres de aquellos más problemáticos o con mayor desfase académico e
interesarse por qué cosas creen que necesitan sus hijos para motivarse, trabajar,
recuperar base académica, además de organizar el modo de coordinarse en el
apoyo en casa y en el colegio, etc.
2. Utilizar esa información positivamente tratando de adelantarse a los problemas
con posibles soluciones, evitando expectativas negativas de futuro y trabajando de
forma coordinada con los profesionales que atiendan a los chicos/as con más
dificultades (orientador, profesores de apoyo, profesores particulares,…) Para ello
es necesario informarse de qué profesionales están implicados con qué alumnos y
conocer si existe algún profesional al que dirigirse si se detectan problemas con
algún alumno o alumna en concreto.
3. Informarse, en la medida de lo posible, de cómo es el entorno familiar de los
chicos (evitando caer en la tentación generalizada de considerar a los padres como
la causa y explicación última de los problemas de sus vástagos en el centro) y el
modo de proceder que tiene el centro respecto al contacto con las familias. Por
ejemplo, si hay posibilidad de citar a los padres o si es obligatorio hacerlo (p. ej.
una vez al trimestre), si el centro canaliza las citas únicamente a través del tutor (o
el orientador) o puede hacerlo el profesor directamente, etc.
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. El profesor ante la diversidad:
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Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Durante su práctica profesional sin duda tendrá que afrontar situaciones problema
muy diversas y en educación desgraciadamente “no hay recetas” que puedan ser
generalizables a todas ellas. No obstante quizá le sirvan de ayuda los siguientes pasos:
1. No prejuzgue, trate de averiguar las causas que han llevado a esa situación
problema. Sea prudente, recoja información objetiva y tómese tiempo para
asesorarse antes de plantearte qué hacer (no se deje llevar por los tópicos, 2+2
no siempre son 4). Si no conoce al alumno pregunte a quien lo conozca, antes
de poner una sanción, por ejemplo, deberá saber si ese comportamiento es
habitual o no, las circunstancias que rodean a la aparición del problema y qué
medidas además de sancionadoras, serían educativas.
27
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
28
Tema 8.
ATENCION A LA DIVERSIDAD: MARCO
LEGAL
I. Orjales
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Todo futuro profesor que cursa el Máster de Secundaria debe poder “visualizar” la
amplitud de su papel como profesional más allá del meramente instructivo: como docente y
educador. Con el fin de preparar lo mejor posible en la atención a la diversidad, se extraen
aquellos aspectos de la Orden EDU/849/2010 de 18 de marzo que directamente implican a
todos los docentes
5493 Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, por la que se regula la ordenación de la educación
del alumnado con necesidad de apoyo educativo y se regulan los servicios de orientación educativa
en el ámbito de gestión del Ministerio de Educación, en las ciudades de Ceuta y Melilla (Sec. I. Pág.
31332)
Cualquier profesor, sea cual sea la asignatura que imparta debe responsabilizarse de
la buena evolución de todos los alumnos de su clase, tanto de aquellos que aprenden de
forma ordinaria como los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
¿QUIENES SON LOS ALUMNOS CON “NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO
EDUCATIVO?
2
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Artículo 5. Escolarización.
1. “El alumnado con necesidad de apoyo educativo será escolarizado, con carácter general, en
los centros y programas ordinarios, según lo establecido en la normativa vigente que
regula el proceso de admisión de alumnos.
2. En el caso del alumnado que presenta necesidades educativas especiales, sólo cuando se
aprecie, de forma razonada, que sus requerimientos de apoyos y atenciones educativas
específicas derivadas de discapacidad intelectual severa o profunda, plurideficiencias o
trastornos generalizados del desarrollo no puedan ser atendidas en el marco de las
medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios, se propondrá su
escolarización en centros de educación especial o unidades sustitutorias de los mismos.
3. La escolarización del alumnado con necesidad de apoyo educativo comenzará y finalizará
en las edades establecidas por la Ley con carácter general para las diferentes etapas, con
las flexibilizaciones y salvedades contenidas en la misma.
4. No obstante lo anterior, el Ministerio de Educación promoverá la escolarización
preobligatoria de este alumnado con el fin de favorecer su éxito escolar en términos de
eficiencia y equidad, así como para facilitar su socialización y el desarrollo de competencias
que les prepare para los aprendizajes posteriores.
5. Los centros, al finalizar cada etapa educativa, o cuando estos alumnos cambien de centro,
aplicarán los mecanismos de coordinación y de transmisión de información individualizada
establecidos para todo el alumnado. El tutor realizará los informes correspondientes en
coordinación con el profesorado que los atiende y con los servicios de orientación
educativa”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31336)
3
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
4
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Articulo 4 (cont.)
3. La atención educativa a este alumnado se iniciará desde el momento en que, sea cual
fuere su edad, se produzca la detección de la necesidad específica de apoyo y tendrá por objeto
prevenir y evitar la aparición de secuelas, corregir las mismas en lo posible, y, en general, apoyar y
estimular su proceso de desarrollo y aprendizaje en un contexto de inclusión.
4. La atención educativa, particularmente la que se lleve a cabo en edades anteriores a la
escolarización obligatoria, propiciará, de manera especial, la colaboración de los padres o tutores,
los cuales recibirán el asesoramiento de los servicios correspondientes.
5. La identificación de las necesidades específicas de apoyo educativo del alumnado
5
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
escolarizado, así como la determinación de los recursos y de las medidas complementarias que se
requieran para su atención, se realizarán de modo colegiado por el conjunto de profesores que
atienden al alumno, coordinados por el tutor y con el asesoramiento de los servicios de orientación
educativa, que realizarán la evaluación psicopedagógica cuando se estime necesario y, en todo
caso, en lo previsto en esta Orden.
En el caso de que el alumno no haya estado escolarizado o lo haya estado en otro centro, se
recabará información de los profesionales que, en su caso, lo hayan atendido.
Las decisiones adoptadas se revisarán periódicamente, tomando las medidas pertinentes
para su mejora, que estarán dirigidas a que el alumnado desarrolle la actividad educativa en el
régimen de mayor inclusión posible”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)
Articulo 4 (cont.)
6. “El alumnado con necesidad de apoyo educativo será atendido, con carácter general, en
su grupo de referencia, junto con el resto del alumnado, de acuerdo con las medidas organizativas
y curriculares y los recursos previstos en el plan de atención a la diversidad. Previa información a
los padres o tutores legales, con carácter excepcional y con informe favorable de la inspección
educativa, salvo en los casos expresamente establecidos en esta Orden, se podrán adoptar medidas
que permitan, durante periodos reducidos de tiempo, la atención específica de determinados
alumnos en grupos reducidos para proporcionarles una respuesta educativa adaptada a sus
necesidades.
Esta atención estará dirigida, fundamentalmente, a la adquisición de las competencias
básicas necesarias para desarrollar los aprendizajes y los hábitos de trabajo básicos, técnicas de
estudio, estrategias de aprendizaje y al uso de materiales que faciliten continuar el aprendizaje y
acceder al currículo establecido para su grupo de referencia”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)
Articulo 4 (cont.):
10. “Corresponde a cada profesor, en el ámbito de las áreas de conocimiento o materias
que imparta y en colaboración con el tutor, la orientación, la dirección del aprendizaje y del apoyo
al proceso educativo del alumno, así como la atención individualizada, con el asesoramiento de los
servicios de orientación educativa y con la colaboración de las familias”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)
6
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Articulo 4 (cont.):
7. “El profesorado facilitará que el alumnado con necesidad de apoyo educativo desarrolle
el mismo currículo de su grupo de referencia, coordinando todas las medidas adoptadas y la
colaboración, en su caso, de profesionales externos u otros miembros de la comunidad educativa.
8. Para la atención educativa al alumnado con necesidad de apoyo educativo se crearán
ambientes escolares flexibles y funcionales que favorezcan el logro de objetivos compartidos por el
conjunto de la comunidad educativa, la comunicación, la participación y la vivencia de experiencias
vinculadas a la realidad, que contribuyan a generar un aprendizaje significativo, autónomo,
individualizado, colaborativo y cooperativo, así como a adquirir el compromiso con las tareas y
habilidades y destrezas como la adaptabilidad, la flexibilidad, la comprensión u otras”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)
Como profesor también debo pensar que en algún momento tendré que
desempeñar labores, no sólo como profesor, también podrá tocarme ser TUTOR de un
grupo de alumnos.
Articulo 4 (cont.):
9. “Corresponde al tutor la coordinación de la planificación, del desarrollo y la evaluación
de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los alumnos adscritos a su grupo de clase,
coordinando, asimismo, y mediando en la relación entre los alumnos, el equipo de profesores
vinculados con su grupo y las familias”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)
En algún momento podremos tener que trabajar con un grupo de clase completo o con
algunos alumnos con ADAPTACIONES CURRICULARES. En el cuadro siguiente se resumen lo
que recoge la Ley Orgánica 2/2006 al respecto:
ADAPTACIONES CURRICULARES
“Conforme a lo establecido en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y en la
normativa que la desarrolla, en el marco de la atención a la diversidad del alumnado, podrán
llevarse a cabo adaptaciones en todos o algunos de los elementos del currículo, de acuerdo con
la naturaleza de las necesidades del alumno”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, Articulo 7, pág. 31338)
Se entiende por adaptación curricular “la medida de modificación de
los elementos del currículo a fin de dar respuesta a las necesidades del
DEFINICIÓN
alumnado. En todo caso, la adaptación tendrá como referente los
objetivos y las competencias básicas del currículo que corresponda”
7
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Individuales
CÓMO PUEDEN SER
Grupales
8
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
ADAPTACIONES SIGNIFICATIVAS
(Tomado de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, Sec. I, Articulo 7, pág. 31338-40)
¿Cuándo se Cuando “la modificación de los elementos del currículo afecte al grado de consecución
habla de de los objetivos, los contenidos y los aprendizajes imprescindibles que determinan
adaptación las competencias básicas en la etapa, ciclo, grado, curso o nivel correspondiente”
curricular
SIGNIFICATIVA?
Adaptaciones “Se podrán realizar en la educación básica e irán dirigidas al alumnado que
significativas en presenta necesidades educativas especiales que las necesiten. Requerirán una
la ENSEÑANZA evaluación psicopedagógica previa realizada por los servicios de orientación
BÁSICA educativa, con la colaboración del profesorado que atiende al alumnado”.
Cómo se evalúa “La evaluación de las áreas o materias será responsabilidad compartida del
a un alumno con profesorado que las imparte y, si fuera el caso, en colaboración con el profesorado
adaptación de apoyo”.
significativa “la evaluación se realizará tomando como referente los objetivos y los
criterios de evaluación fijados en las citadas adaptaciones y será realizada por el
equipo docente, oídos los servicios de orientación educativa. De igual manera se
procederá en relación con las decisiones sobre la promoción y titulación del
alumnado”
“El caso del alumnado con integración tardía en el sistema educativo
procedente de otros países o que presente graves carencias de competencia en
la lengua castellana, la evaluación se realizará, con carácter transitorio, a través de
procedimientos e instrumentos que permitan detectar sus capacidades para
acceder en el futuro al currículo que se desarrolla en su grupo de referencia,
independientemente del nivel de competencia curricular en el sistema educativo
de acogida. En el momento en que se incorporen de forma permanente al
referido currículo, será evaluado de acuerdo con lo especificado en el punto 1 de
este apartado”
9
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Artículo 8:
…..
3. “Se adjuntará al expediente académico del alumno un documento individual, en el que se incluirán
los datos de identificación del mismo, las propuestas de adaptación significativa del currículo y las
que se hayan realizado para facilitar el acceso a éste, las medidas de apoyo, la colaboración con la
familia, los criterios de evaluación y promoción, los acuerdos tomados al realizar el seguimiento y
los profesionales implicados.
4. El proceso de elaboración, desarrollo y seguimiento de las adaptaciones curriculares significativas
se llevará a cabo teniendo en cuenta las orientaciones contenidas en el Anexo II.
5. La evaluación de las áreas o materias será responsabilidad compartida del profesorado que las
imparte y, si fuera el caso, en colaboración con el profesorado de apoyo”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31338-9)
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Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Como tutor tendré que ponerme al día sobre la vía más adecuada para informar
a los padres sobre el progreso de sus hijos.
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Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Aunque se contempla a los alumnos con dificultades del aprendizaje y TDAH dentro de
este grupo de alumnos con “necesidades específicas de apoyo educativo” no se ha descrito en
la LOMCE pautas específicas de actuación (lo que por el momento recae en cada comunidad
autónoma)
Sí se ha regulado la atención a los siguientes grupos:
con necesidades educativas especiales
con altas capacidades
de integración tardía en el sistema educativo español,
con carencias en el uso de lengua castellana
aquellos que no pueden asistir de forma regular a los centros docentes
(normalmente por enfermedad)
que se encuentran en desventaja socioeducativa
12
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Otros estudios que pueden cursar alumnos con “necesidades educativas especiales”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31342-48)
Enseñanzas de “Artículo 19:
Formación ….
Profesional 4. “En el ámbito de la formación profesional, las acciones formativas para el
alumnado que presenta necesidades educativas especiales derivadas de
discapacidad se desarrollarán de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto
1538/2006, de 15 de diciembre, por el que se establece la ordenación general de
la formación profesional del sistema educativo y cuantas otras se establezcan, en
centros con espacios accesibles y
una oferta formativa adaptada. Asimismo, las enseñanzas y la evaluación se
realizarán
con una metodología que favorezca la accesibilidad. Estos centros se dotarán con
medidas e instrumentos de apoyo y refuerzo para facilitar la información,
orientación y asesoramiento al alumnado y reservarán un porcentaje de las plazas
ofertadas, no inferior al 5%, para alumnado con discapacidad.
3. De acuerdo con lo previsto en el artículo 15.4 del citado Real Decreto
1538/2006, con carácter excepcional, el Ministerio de Educación podrá establecer
convocatorias extraordinarias de evaluación de cada módulo profesional para el
alumnado que presente necesidades educativas especiales y que haya agotado las
cuatro convocatorias establecidas con carácter general”.
4. Los servicios de orientación educativa asesorarán a la comisión de coordinación
13
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
14
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Para aquellos alumnos que pasen a los centros de Educación Secundaria que corresponda
dado el centro de Primaria de procedencia se tomarán las siguientes medidas (Orden
EDU/849/2010, de 18 de marzo, págs. 31332-80)
15
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
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Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
y niveles en los que se organizan las enseñanzas del sistema educativo anteriores
a la universitaria, o reduciendo su duración, previa autorización, mediante
resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial. Esta
flexibilización se adoptará conforme a los criterios establecidos,
respectivamente, en los artículos 7 y 9 del Real Decreto 943/2003, de 18 de julio,
por el que se regulan las condiciones para flexibilizar la duración de los diversos
niveles y etapas del sistema educativo para los alumnos superdotados
intelectualmente, y según el procedimiento establecido al respecto en el artículo
31 de la presente Orden”.
Se adoptará esta medida cuando: “la evaluación psicopedagógica,
acreditadas las altas capacidades intelectuales del alumno, se valore que éste tiene
adquiridos globalmente los objetivos del curso, ciclo, grado, etapa o nivel que le
corresponde cursar por su edad y se prevea que dicha medida es adecuada para el
desarrollo de su equilibrio personal y de su socialización. La adopción de la medida
de flexibilización irá acompañada de un plan de actuación que contemple medidas
específicas para la atención a las necesidades del alumno en el centro o, en su caso,
en colaboración con otras entidades públicas o privadas”
Por otra parte se propone “el tratamiento globalizado e interdisciplinar de
las distintas áreas o materias del currículo agrupamientos con alumnos de cursos
superiores al de su grupo de referencia para el desarrollo de una o varias áreas o
materias del currículo, sean optativas o no, cuando se considere que su rendimiento
en ellas es alto y continuado y, en las mismas, tiene adquiridos los objetivos del curso
en el que está escolarizado”
Qué se ”Se prestarán especial atención a los intereses, motivaciones y expectativas, así
deberá tener en como al desarrollo de la creatividad en este alumnado, atendiendo a sus iniciativas e
cuenta para la incorporándolas al plan de atención a la diversidad, la propuesta curricular y la
adopción de adaptación curricular.”
estas medidas
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Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
La orden regula a los alumnos que proceden de medios sociales desfavorecidos y que
acumula retraso por falta de oportunidades de educación, formación, absentismo y pobre o
nulas expectativas educativas por parte de su entorno y también de ellos mismos
18
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Esta orden también regula la educación de aquellos alumnos con carencias importantes en
lengua castellana.
¿A 1. “El alumnado cuya lengua materna no sea la lengua castellana, que presente
quién se carencias en el uso de ésta última y no se encuentre en la situación descrita en el Artículo
refiere? 35 de la presente Orden, recibirá una atención educativa específica que le permita
adquirir la competencia lingüística necesaria en la lengua castellana que precise para su
desarrollo personal, el desenvolvimiento social y la participación normalizada en el
aprendizaje con
su grupo de referencia. Esta atención se prolongará durante el periodo de tiempo que
sea necesario y se realizará de acuerdo con la metodología propia del aprendizaje y la
enseñanza de una segunda lengua”
¿Quién se “El profesorado desarrollará estrategias de organización de la actividad en el aula y
encargará recursos metodológicos que favorezcan que el alumnado adquiera las competencias
del apoyo? básicas y los contenidos del currículo, teniendo en cuenta que su lengua materna es
diferente a la lengua vehicular del proceso de enseñanza”.
“En alumnos con desdoble en pequeños grupos “los profesores que impartan las
áreas o materias y los que realicen esta atención específica se coordinarán para
preparar la participación del alumno en el aprendizaje del área o materia
19
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
“El alumnado que por prescripción facultativa deba permanecer, durante un periodo prolongado
de tiempo, en su domicilio o se halle hospitalizado mantendrá su escolarización en el centro en el que
esté matriculado y recibirá una atención educativa que garantice la continuidad del proceso
educativo y favorezca su reincorporación a su grupo de referencia en el centro”.
Excepcionalmente, si no puede asistir a clase y no puede recibir apoyo en el domicilio podrá
matricularse en la modalidad a distancia
“El profesorado que atienda al citado alumnado, en coordinación con el tutor del grupo del
centro en el que está escolarizado, elaborará un plan de actuación en el que se determinarán, al
menos, los aspectos básicos del currículo de las distintas áreas o materias, las medidas adoptadas y las
actividades a realizar para facilitar su aprendizaje y su desarrollo personal y social”.
Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31356
20
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
Nunca debo olvidar que los datos de mis alumnos son confidenciales.
21
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
“El equipo de profesores que detecte que un alumno encuentra dificultades importantes para
participar y progresar en el proceso de enseñanza y aprendizaje y considere que puede necesitar
adaptación curricular significativa solicitará, a través del profesor tutor, que se realice la evaluación
psicopedagógica correspondiente.
Los servicios de orientación educativa realizarán o, en su caso, actualizarán la evaluación
psicopedagógica del alumno, con la participación de todos los profesionales implicados en la atención
al alumno y de la familia.
En el caso de que se detecte que el alumno evaluado presenta necesidades educativas especiales,
todos los profesionales que lo atiendan, coordinados por el tutor, elaborarán y desarrollarán el plan
de actuación individualizado que facilitará al alumno el máximo desarrollo posible de sus
capacidades y la adquisición de las competencias básicas. Dicho plan se recogerá por escrito en el
Documento Individual de Adaptación Curricular (D.I.A.C.),
Para elaborar el D.I.A.C. se realizarán las siguientes actuaciones:
a) El tutor trasladará la información relativa a los datos personales y familiares del alumno,
contenida en el informe psicopedagógico, al D.I.A.C.
b) El equipo de profesionales, asesorado por los servicios de orientación educativa y coordinado
por el tutor, analizará la información contenida en el informe psicopedagógico, completará los
apartados correspondientes del D.I.A.C. y realizará una previsión de recursos para atender a
las necesidades del alumno (ayudas, recursos materiales de acceso, recursos de apoyo y
refuerzo, modificaciones del entorno, etc.).
c) El tutor y el profesional que corresponda de los servicios de orientación educativa definirán las
líneas generales del plan de actuación que elaborará y desarrollará todo el equipo de
profesionales que atiende al alumno.
d) El tutor coordinará la elaboración del plan de actuación siguiendo este proceso:
Análisis del nivel de desarrollo de las competencias y de las capacidades que servirán de
apoyo para realizar los nuevos aprendizajes.
Definición de objetivos, competencias, contenidos y criterios de evaluación que se utilizarán
como referencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje de todas las áreas de
conocimiento o materias.
Selección de recursos y estrategias metodológicas para desarrollar el plan de actuación:
22
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria
intervención.
Cada profesor desarrollará la adaptación curricular correspondiente al área o materia que imparta
o al ámbito de desarrollo que le corresponda en colaboración con otros profesionales que prestan
atención al alumno.
El desarrollo de las adaptaciones curriculares conllevará la realización de un seguimiento
continuado, de acuerdo con el plan establecido, que realizará:
a) Cada profesor, para adaptar las condiciones de enseñanza y aprendizaje a las necesidades
que va detectando a través de la observación de la interacción del alumno con el contenido de las áreas
o materias y los materiales curriculares.
b) El equipo de profesionales, al menos una vez al trimestre, para valorar globalmente la adecuación
de los objetivos y el desarrollo de las capacidades. Dicho equipo, además, realizará una evaluación
previa a la sesión de evaluación del grupo ordinario, en la que se analizarán los siguientes aspectos:
En el caso de que, como resultado del seguimiento realizado, se detecte que el alumno encuentra
dificultades de aprendizaje en las condiciones de enseñanza y aprendizaje que se proponen en la
adaptación, se realizará la revisión y las modificaciones oportunas del documento para garantizar
que dicho alumno puede participar y desarrollar al máximo sus capacidades.
En todo caso, al finalizar cada curso, se valorará el desarrollo de la adaptación curricular con el fin de
que las conclusiones obtenidas sirvan de referente para elaborar la adaptación del curso siguiente”
23
Oliva, A. (2008). Problemas psicosociales durante la adolescencia. En B. Delgado (Ed.). Psicología del desarrollo: Desde la
infancia a la vejez (pp. 137-164). Madrid: McGraw-Hill.
Esquema Resumen
Los síndromes y trastornos depresivos, que son más frecuentes entre las
chicas, suelen aumentar con la llegada de la pubertad, probablemente porque hay
cambios hormonales y un incremento de situaciones estresantes (por ejemplo, inicio de
relaciones de pareja, comienzo de la educación secundaria). Hay diversos factores de
riesgo relacionados con la depresión, algunos son individuales, como los estilos
cognitivos muy negativos y pesimistas, y otros son contextuales, como algunos
acontecimientos estresantes que pueden ocurrir en la familia o en la escuela.
Las conductas suicidas están muy relacionadas con los trastornos depresivos, y
también tienden a aumentar con la llegada de la adolescencia. Pueden diferenciarse
entre tres tipos de conductas suicidas, las ideas suicidas, las tentativas de suicidio y el
suicidio consumado. El hecho de que estas conductas hayan aumentado durante las
últimas décadas pone de manifiesto el papel que desempeñan los factores sociales.
Otros factores de riesgo son la depresión, los estilos de pensamiento rígido y obsesivo, o
las relaciones familiares conflictivas, y poco afectuosas.
1
El consumo de sustancias es una de las conductas de asunción de riesgos más
frecuentes entre los adolescentes, y suele iniciarse a una edad muy temprana. El alcohol,
el tabaco y el cannabis son las sustancias más consumidas en la sociedad occidental, sin
que se aprecien diferencias de género significativas en su consumo. Tampoco hay datos
que permitan afirmar que su consumo haya aumentado en las últimas décadas. El
consumo abusivo puede ocasionar graves daños para la salud y, además, está
relacionado con el fracaso escolar, los problemas depresivos, la conducta antisocial y
los accidentes de tráfico.
Objetivos.
2
1. Introducción.
Hoy día no podemos afirmar que esa imagen negativa haya desaparecido pues
sigue estando presente entre la gente de la calle, en gran parte por la influencia de los
medios de comunicación que tienden a presentar una visión muy sensacionalista del
comportamiento de jóvenes y adolescentes.
3
el control de las emociones y la conducta, tales como accidentes de tráfico, suicidios,
homicidios, depresión, consumo de sustancias y trastornos de la conducta alimentaria.
Este desajuste que se produce en los años que siguen a la pubertad puede
entenderse si tenemos en cuenta que durante este periodo de transición tienen lugar
muchos cambios físicos, psicológicos y sociales, que exigen a chicos y chicas muchos
recursos y una gran capacidad adaptativa. Así, por ejemplo, los cambios hormonales
pueden acentuar las tendencias depresivas o agresivas de algunos adolescentes. Las
modificaciones de la apariencia física son también acusadas y pueden exacerbar la
timidez o la susceptibilidad a la anorexia de ciertos jóvenes. Por otra parte, estos
cambios suelen tener lugar en un momento en los que tiene lugar un relativo alejamiento
de los padres, por lo que pueden ser menores el apoyo y la supervisión parental que
habían estado presentes durante la infancia, y, por tanto, mayor la vulnerabilidad del
adolescente. Cuando los cambios son muy acentuados y escasos los recursos
disponibles para hacerles frente, es probable que surjan algunas dificultades. No
obstante, conviene destacar que a pesar de que muchos adolescentes pueden
experimentar dificultades y trastornos más o menos importantes, no se trata de algo
generalizado, ya que la mayoría de chicos y chicas transitan por esta etapa con total
normalidad sin mostrar desajustes o desequilibrios especiales.
● Los problemas del adolescente suelen estar causados por múltiples factores, y
aunque tenemos la tendencia a buscar una causa concreta como explicación del
surgimiento de cualquier trastorno, no suele haber respuestas sencillas y basadas en un
único factor. Así, explicar la anorexia a partir de la presión cultural para que las chicas
estén delgadas es una explicación incompleta, y serán necesarios otros factores
adicionales; lo mismo podríamos decir del efecto de un temperamento irascible sobre el
desarrollo de comportamientos antisociales. Muy al contrario, la mayoría de los
problemas que describiremos en este capítulo son el resultado de la combinación de una
serie de factores individuales y contextuales. Como apuntan el modelo sistémico
biopsicosocial, existe una red de influencias que se combinan para dar como resultado
una alteración emocional o conductual. Algunas de estas influencias se sitúan en el
sujeto, y pueden abarcar desde factores genéticos a otros relativos a sus emociones y
pensamientos. Otras están en el contexto del adolescente: la familia, la escuela, el grupo
de iguales e, incluso, el marco cultural de una determinada sociedad pueden contribuir
de forma combinada.
● Los mismos factores no afectan de la misma forma a todos los sujetos. Así,
mientras que un adolescente puede desarrollar síntomas depresivos como resultado de
una combinación de influencias estresantes, otro saldrá más o menos indemne de esa
situación. Determinados factores biológicos presentes en el primer caso y ausentes en el
segundo pueden marcar los diferentes resultados sobre el ajuste emocional del
4
adolescente. Factores contextuales, como el apoyo social, también pueden proteger al
adolescente de los efectos emocionales del estrés.
5
Para empezar en conveniente aclarar qué se entiende por depresión, ya que bajo
esa etiqueta pueden englobarse situaciones muy diferentes, desde la tristeza y los
cambios de humor, hasta los síntomas intensos depresión o irritabilidad que llegan a
interferir con actividades cotidianas como las tareas escolares o las relaciones con los
iguales, y que pueden indicar un problema psicopatológico serio.
6
(Alsaker y Dick-Niederhauser, 2006). No obstante, y a pesar de las diferencias,
podríamos afirmar que mientras que los trastornos depresivos mayores afectan a un
porcentaje de adolescentes en torno al 5%, los síntomas depresivos alcanzan una
incidencia que ronda el 40%.
Co-morbilidad
7
Factores de riesgo de los trastornos depresivos.
El debate acerca de las influencias genéticas sobre los trastornos depresivos continúa
abierto, ya que aunque los hijos de padres depresivos tienen tres veces más
probabilidades de desarrollar un trastorno depresivo, y los estudios realizados en el
campo de la genética de la conducta han encontrado cierta heredabilidad en la
depresión, esta es más bien moderada, especialmente en el caso de los trastornos
depresivos mayores, aunque algo mayor cuando se trata de trastornos menos severos
(Rende, Plomin, Reiss y Hetherington, 1993). Jacobson y Rowe (1999) encontraron una
mayor influencia genética sobre la depresión entre chicas que entre chicos, lo que puede
sugerir que las diferencias hormonales entre sexos llevan a una mayor expresión
conductual de los genes relevantes entre las mujeres.
Algunos individuos presentan una mayor activación límbica, que les lleva a
mostrar una reacción más intensa ante el estrés, y aunque esa hiperactivación puede
tener una predisposición genética, también puede ser consecuencia de determinadas
experiencias precoces. Así, algunos estudios recientes con humanos y con animales han
demostrado que las experiencias de privación afectiva en la infancia, como puede
ocurrir en hijos de madres depresivas, pueden alterar el desarrollo normal del sistema
límbico, dejando al menor en una situación de vulnerabilidad ante los estresores propios
de la adolescencia que favorecerá el surgimiento de síntomas de ansiedad y depresión
(Boccia y Pedersen, 2001).
Factores cognitivos
8
Al mismo tiempo, las personas con síntomas depresivos se sienten con muy poco
control sobre las cosas que les ocurren, atribuyendo los sucesos negativos a
características personales y difíciles de cambiar, y los positivos a factores inestables y
externos, como la suerte o el azar. No obstante, como hay evidencia tanto a favor de la
influencia de los factores cognitivos sobre la depresión como a favor la influencia
contraria, no es fácil determinar el sentido causa-efecto de esta relación.
Factores estresantes
9
adolescentes afrontar situaciones estresantes, el apoyo a padres de adolescentes, o la
detección precoz para intervenir antes de que los síntomas vayan a más.
4. Suicidio adolescente.
Muy relacionados con los trastornos depresivos se encuentran las conductas suicidas,
que son aquellos actos mediante los que un sujeto persigue el objetivo de procurarse la
muerte. No obstante, en bastantes ocasiones el adolescente no busca realmente morir, y
el intento de suicidio es un acto de desesperación, ira, o búsqueda desesperada de ayuda.
La mayoría de autores establecen tres categorías dentro de la conducta suicida:
Las ideas suicidas, que son pensamientos frecuentes y recurrentes acerca de la
inutilidad de la vida, y del suicidio como una forma de huir de una situación de
sufrimiento considerada insoportable.
Las tentativas de suicidio son aquellas acciones mediante las que el adolescente
intenta acabar con su vida pero que no tienen éxito. Algunos autores diferencian entre
las tentativas reales de suicidio y el gesto suicida, que aunque puede causar algún daño
tiene poca probabilidad de provocar la muerte, y más bien se trata de un intento por
parte del adolescente de llamar la atención sobre su situación.
El suicidio consumado, se refiere a toda muerte que es causada de forma
intencional y con pleno conocimiento por el sujeto. La asociación entre ideas, tentativas
y suicidio consumado no está clara, aunque algunos autores sugieren que se trata de
conductas situadas en un continuo y diferenciadas sólo por el grado de intensidad.
10
las chicas, que duplican o triplican los intentos de los chicos. Aunque no están claras las
causas de estas diferencias, tal vez los diferentes métodos empleados pueden aportar
alguna explicación, ya que mientras que ellas optan por métodos más pasivos como el
envenenamiento o la ingesta de píldoras, ellos utilizan métodos más violentos y letales
como el ahorcamiento, arrojarse al vacío, o las armas de fuego, este último sobre todo
en Estados Unidos.
11
Sin duda, y al igual que ocurría con la depresión, los factores familiares
despempeñan un papel fundamental en el desencadenamiento de las conductas suicidas,
pues son numerosos los estudios que encuentran que los suicidas tienen familias
caracterizadas por los conflictos, la falta de afecto y apoyo, los estilos parentales muy
autoritarios y la carencia de comunicación. Las situaciones de negligencia, malos tratos
físicos o abusos sexuales suelen estar presentes en muchas familias, y pueden impulsar
al menor al buscar una salida desesperada a la situación. En ocasiones la falta o pérdida
de un progenitor puede acrecentar la vulnerabilidad del adolescente ante otros
estresores. Más controversia existe acerca de la influencia que el suicidio de familiares
puede tener sobre los intentos de suicidio. Aunque algunos estudios han encontrado un
contagio conductual o imitación tras el suicidio no sólo de familiares o amigos sino
incluso de personales famosos, otros estudios hallan un aumento de la ansiedad y los
síntomas depresivos pero no de las conductas suicidas (Pfeffer et al. 1997).
La importancia de los factores sociales de riesgo se apoya en el hecho de que la
tasa de suicidios haya aumentado espectacularmente durante las últimas décadas en la
mayoría de países occidentales – triplicándose en Estados Unidos y Australia y
duplicándose en Cánada (Stewart, Manion yDavidson, 2002). Así, algunas
explicaciones que se han ofrecido sobre este incremento tienen que ver con el aumento
de las rupturas matrimoniales, la exposición crónica a la violencia, la disminución de la
cohesión social, el escaso empoderamiento o la incertidumbre sobre el futuro. La mayor
competitividad entre jóvenes, tanto a nivel académico como en cuanto al acceso al
mundo laboral, aparece relacionada con la incidencia de conductas suicidas, así en
algunas universidades fuertemente competitivas las tasas de suicidio son muy elevadas.
Algo que también ocurre en sociedades más individualistas y que ponen mucho énfasis
en el éxito personal, como la norteamericana o la japonesa. La falta de apoyo o el
aislamiento social durante los años de la adolescencia pueden dejar al chico o chica en
una situación de mayor vulnerabilidad ante el estrés generado por algunos
acontecimientos vitales o situaciones de riesgo.
Las actitudes homofóbicas de rechazo de la homosexualidad, aún presentes en
nuestra sociedad, pueden explicar que algunos estudios hayan encontrado una
incidencia de suicidios consumados 2 ó 3 veces mayor entre adolescentes
homosexuales, probablemente por el sufrimiento que experimentan estos chicos y
chicas ante el rechazo de quienes les rodean (Remafredi, 1999).
Las estrategias dirigidas a la prevención del suicidio son variadas, algunas son
de carácter general, mientras que otras se centran en aquellos adolescentes que se
encuentran en una situación de mucho riesgo. Entre las primeras cabe destacar los
esfuerzos educativos encaminados a que los adolescentes sean capaces de identificar en
ellos mismos o en sus compañeros ideas suicidas, advertirles de su peligrosidad y
animarles a buscar ayuda. También se han llevado a cabo programas para formar a
aquellos adultos que están en un contacto más estrecho con adolescentes, como padres,
educadores o monitores deportivos y culturales, para que sean capaces detectar
adolescentes en situación de riesgo e intervenir de forma adecuada. Los programas
dirigidos a formar a padres y madres, de forma que pueden ofrecer a sus hijos un estilo
más afectuoso y comunicativo, son una alternativa para reducir los factores familiares
de riesgo y aumentar el apoyo al adolescente vulnerable Las líneas telefónicas en las
12
que los adolescentes con ideas suicidas puedan solicitar orientación y ayuda también
han sido utilizadas, aunque su eficacia es más bien reducida (Mann, et al., 2005;
Speaker y Petersen, 2000).
La intervención con adolescentes que han realizado alguna tentativa se suicidio
es importante si tenemos en cuenta que hay una alta probabilidad de que los intentos se
repitan. Las estrategias utilizadas van desde la psicoterapia hasta la hospitalización en
los casos de mayor riesgo. Los tratamientos psicoterapéuticos en combinación con
antidepresivos pueden ser eficaces para reducir las ideas y tentativas de suicidios. Estos
tratamientos tratan de modificar los estilos cognitivos, mejorar la visión que los
adolescentes tienen de sí mismo y de su futuro, identificar y reducir los elementos que
están causando el dolor y mejorar las relaciones familiares. En algunos casos en los que
las tendencias suicidas son muy intensas y se desconfía de la capacidad de la familia
para monitorizar al chicos o chica, la hospitalización puede ser una opción necesaria
(Stewart et al., 2002).
13
5. Trastornos de la conducta alimentaria.
Tal vez los trastornos de la conducta alimentaria sean menos frecuentes que la
mayoría de los problemas tratados en este capítulo, sin embargo la gravedad de sus
consecuencias, junto al incremento de su prevalencia, han generado una enorme
preocupación social al respecto. Los trastornos alimentarios más frecuentes son la
anorexia y la bulimia.
No puede decirse que estos trastornos sean un problema reciente ya que las
primeras descripciones se casos clínicos se remontan varios siglos atrás, no obstante las
cifras de prevalencia en la mayoría de los países del mundo occidental han
experimentado un notable aumento en las últimas décadas, especialmente entre las
chicas de menos de 20 años. En el caso de la anorexia la prevalencia se sitúa algo por
14
debajo del 1%, mientras que la bulimia oscila entre el 1 y 3% (Peláez, Labrador y
Raich, 2005). Hay una proporción más elevada de chicas que de chicos que sufren estos
trastornos, de forma que por cada chico con anorexia hay 10 chicas con ese problema;
en el caso de la bulimia la proporción es de 5 a 1. Teniendo en cuenta esos datos, se
puede afirmar que los trastornos de la conducta alimentaria constituyen hoy día la
tercera enfermedad crónica entre la población femenina adolescente y juvenil en países
occidentales.
15
por parte de padres que quieren tener hijos e hijas físicamente atractivos o que se
muestran preocupados por su propio peso (Attie y Brooks-Gunn, 1989). Muchos chicas
anoréxicas provienen de familias de nivel económico y educativo alto que valoran
mucho el esfuerzo, la competitividad y los logros. Estas chicas suelen ser
perfeccionistas y fijarse unos objetivos muy elevados, y se muestran muy estresadas
cuando no son capaces de alcanzarlos. A veces la presión para estar delgada o seguir
una dieta viene del grupo de iguales, cuando estos otorgan mucho valor al aspecto físico
y rechazan a los chicos y chicas con sobrepeso.
16
Cuadro 4: Señales de alerta para la detección de la anorexia nerviosa
1) Preocupación excesiva por el peso y la imagen.
2) Mirarse al espejo y negar que se está delgada
3) Perder mucho peso en muy poco tiempo
4) Tener miedo a engordar
5) Si es chica, no aparece o le falta la regla durante varios meses (amenorrea)
6) Evitar las situaciones sociales en las que tiene que comer
7) Realizar ejercicio físico de forma muy intensa.
17
asumen más riesgos, por lo que la presión del grupo de iguales va a ejercer en muchos
casos una influencia decisiva.
Los modelos explicativos basados en los déficits cognitivos del adolescente, han
sido complementados recientemente por algunos estudios realizados el campo de las
neurociencias (Steinberg, 2007). Las investigaciones realizadas en este área durante los
últimos años han relevado que el córtex prefrontal, que tiene un papel destacado en la
planificación de acciones, la toma de decisiones y la autorregulación del
comportamiento se encuentra aún inmaduro al comienzo de la adolescencia, ya que
hasta final de esa etapa o la adultez temprana no alcanzará su madurez definitiva. Sin
embargo, esa inmadurez es aún mayor en años anteriores a la pubertad, cuando las
conductas de riesgo muestran una menor incidencia. Por lo tanto, es preciso buscar un
elemento adicional que justifique el brusco incremento de las conductas de asunción de
riesgos tras la pubertad. El candidato mejor situado es el sistema mesolímbico
relacionado con la motivación y la recompensa, que se activa como consecuencia de la
implicación del sujeto en actividades recompensantes, como el sexo, y motiva al sujeto
a la repetición de dichas actividades. Este sistema muestra una hiper-excitabilidad como
consecuencia de los cambios hormonales propios de la pubertad, lo que supone que en
la adolescencia, especialmente en sus primeros años, existe un claro desequilibrio entre
el sistema mesolímbico de recompensa muy propenso a actuar en situaciones que
puedan deparar una recompensa inmediata y un sistema prefrontal autoregulatorio que
aún no ha alcanzado todo su potencial, y que tendrá muchas dificultades para imponer
su control inhibitorio sobre la conducta impulsiva. En aquellos casos de adolescentes
que experimentan la pubertad muy precozmente, los riesgos pueden ser aún mayores
puesto que la excitación mesolímbica consecuente a los cambios puberales coincidirá
con una menor maduración del sistema cognitivo, ya que el desarrollo del córtex
prefrontal es independiente del timing puberal y sólo depende de la edad o de algunas
experiencias intelectualmente estimulantes (Oliva, 2007).
Por lo general, los hombres se implican en conductas de riesgo más que las
mujeres a todas las edades, aunque las diferencias son menores en la adolescencia
temprana que en la tardía (Byrnes, Miller y Schafer, 1999). Algunos autores han
señalado como causa de estas diferencias el hecho de que en condiciones normales las
mujeres tienen niveles más altos de activación fisiológica, por lo que cualquier añadido
puede resultar incómodo, y esta activación extra sería percibida más como ansiedad que
como excitación. En cambio, en el caso de los varones, sus niveles más bajos de
activación les llevarían a buscar experiencias arriesgadas que son vividas de forma
positiva (Zuckerman, 1990). Por otra parte, los factores culturales también ejercerán su
influencia sobre estas diferencias de género, ya que la socialización ejerce presiones
diferentes sobre chicos y chicas: de ellos se espera que sean atrevidos y arriesgados, y
de ellas prudentes y cautas.
18
Las ventajas evolutivas de las conductas de asunción de riesgos.
Si tenemos en cuenta que algunos de los factores relacionados con las conductas
de riesgo tienen que ver con las características del pensamiento adolescente, es
importante hacer conscientes a chicos y chicas de sus procesos de pensamiento y de
cómo esos procesos pueden conducirlos a una serie de consecuencias negativas a largo
plazo. Por ejemplo, puede ser muy eficaz ayudarlos a analizar algunas de las estrategias
publicitarias utilizadas para promover el uso del alcohol o del tabaco. Muchos anuncios
dirigidos a los jóvenes contrarrestan el anuncio que las cajetillas deben incluir sobre las
consecuencias negativas que el tabaco conlleva para la salud, con una apelación a los
beneficios inmediatos de este hábito —prestigio social, excitación derivada de la
implicación en una conducta de riesgo—, y una infravaloración del peligro a largo
plazo, lo que encaja bien con las características cognitivas de los adolescentes.
Otra estrategia diferente para reducir estas conductas consiste en dar a los
adolescentes algunas alternativas más saludables para lograr los mismos objetivos que
pueden obtener mediante las conductas temerarias. Así, es posible asumir riesgos de
forma menos peligrosa a través de actividades como, por ejemplo, participar en
competiciones deportivas, en cursos de escalada o de esquí. Estas actividades deportivas
o de ocio, no sólo proporcionan excitación y activación fisiológicas, sino que permiten
al adolescente sentirse competente y fomentar su identidad y autonomía.
19
7. Consumo de sustancias.
20
Figura 1. Porcentaje de chicos y chicas que han consumido alguna vez cada una de las
siguientes sustancias - Fuente: Estudio HBSC-2006 (Moreno et al., en prensa).
100
80
58,3 56,9
60
37,5 Chicos
40 31,9
28,8 28,9 Chicas
20
4,3 3,4 2,5 1,9
0
Alcohol Tabaco Cannabis Cocaína Drogas
diseño
21
consecuencias muy negativas a largo plazo. Sin embargo, no coinciden todos los estudios en
considerar al grupo de iniciación precoz como el de más riesgo, ya que en algunos casos,
son los adolescentes que comienzan algo más tarde, pero cuyo consumo sigue una clara
trayectoria ascendente, quienes muestran en la adultez temprana los niveles más altos de
abuso y desajuste psicológico. También suele aparecer un grupo de chicos y chicas que
muestran un consumo muy bajo o nulo a lo largo de toda la adolescencia (Hill, White,
Chung, Hawkins y Catalano, 2000; Oliva, Parra, y Sánchez-Queija, 2008).
Los investigadores también han mostrado interés por la secuencia que sigue el
consumo de distintas drogas, que generalmente comienza con el consumo de cerveza,
seguido del consumo de alcohol de más alta graduación, tabaco y cannabis. En algunos
casos, después se entrará en contacto con drogas como la cocaína o el éxtasis. Aunque esa
suele ser las secuencia más común de consumo, ello no quiere decir que el alcohol lleve
inevitablemente al cannabis, y después a la cocaína, ya que la gran mayoría de adolescentes
no irá más allá del alcohol o la experimentación ocasional con el cannabis. No obstante, es
altamente improbable que quien no haya consumido alcohol o cannabis se convierta en
consumidor habitual de otras drogas (Chen y Kandel, 1995).
Si las consecuencias físicas parecen claras, menos consenso existe en relación con
las consecuencias psicológicas y comportamentales del consumo de sustancias. Los efectos
a corto plazo son evidentes y están relacionados con las intoxicaciones agudas y con la
distorsión que ocasionan en los juicios de evaluación de situaciones de riesgo, que pueden
llevar a la conducción temeraria o a las conductas sexuales de riesgo (Apter, 1992). Sin
embargo, las consecuencias a largo plazo están menos claras, y es necesario diferenciar
entre el consumo experimental u ocasional y el consumo abusivo, ya que muchos estudios
encuentran que los adolescentes que experimentan moderadamente con algunas sustancias
se convierten en adultos con un ajuste psicológico igual o superior al de quienes se
abstienen por completo (Shedler y Block, 1990; Oliva, et al., 2008). Aunque este mejor
ajuste puede parecer sorprendente, como ya hemos tenido ocasión de comentar, las
conductas de experimentación y asunción de riesgos pueden ayudar al adolescente a
aumentar su autoestima y a lograr su identidad. Por otra parte, es posible que los
adolescentes más ajustados y con más competencia social participen más que los
desajustados en actividades sociales en las que el consumo de alcohol y otras sustancias
suele ser habitual, por lo que sería la competencia la que llevaría a una vida social más
intensa y a un mayor consumo.
22
En cuanto al consumo abusivo, muchos estudios encuentran que está relacionado
con fracaso o abandono escolar, problemas conductuales y actividades delictivas, síntomas
depresivos, implicación en conductas sexuales de riesgo y consumo abusivo de alcohol en
la adultez temprana (Chassin et al., 2004; Johnson et al., 2000). Además, el alcohol y otras
drogas suelen estar asociados con los accidentes de tráfico, que representan la principal
causa de mortalidad durante estos años. El hecho de que la mayoría de estudios que
encuentran relación entre abuso de sustancias y desajuste psicológico sean transversales
hace que sea difícil saber si se trata de consecuencias o de precursores del consumo.
Los adolescentes con relaciones familiares distantes, hostiles o conflictivas son más
propensos al consumo abusivo que quienes viven en familias cariñosas. Los estilos
parentales negligentes o permisivos también aparecen asociados al consumo excesivo, al
igual que el consumo por parte de algún familiar, especialmente cuando este consumo
interfiere con la relaciones familiares aumentando el estrés en casa y disminuyendo la
monitorización parental (Chassin et al., 2004).
Los adolescentes que consumen sustancias suelen tener amigos que también
consumen, aunque esta relación se debe tanto al hecho de que chicos y chicas tienden a
imitar el comportamiento del grupo de iguales, como a que seleccionan a sus amistades de
acuerdo con ciertas similitudes en valores y comportamientos, lo que tiende a crear un
círculo vicioso que perpetúa el consumo abusivo (Sánchez-Queija, Moreno, Muñoz y Pérez,
2007). La relación con el nivel socio-económico del vecindario no parece clara ya que los
resultados son contradictorios y algunos estudios han encontrado un mayor consumo entre
adolescentes residentes en barrios de mayor nivel económico (Leventhal y Brooks-Gunn,
2000). Por último, otros factores sociales y culturales son muy relevantes, como por
ejemplo vivir en un contexto social en el que se tiene un fácil acceso a las drogas, o en que
se promueve su consumo a través de los medios de comunicación.
23
Las estrategias dirigidas al contexto social y cultural del adolescente parecen
mostrarse más eficaces (Reyna y Farley, 2006), y suelen incluir medidas legislativas como
aumentar las penas relacionadas con el tráfico de drogas ilegales, prohibir la publicidad y el
consumo en determinados espacios públicos de tabaco y alcohol, subir la edad para su
consumo legal, o aumentar mediante impuestos su precio.
8. Conducta antisocial.
24
procedentes de detenciones policiales o de registros judiciales. Pero, además de esas
cifras referidas a la delincuencia oficial, algunos estudios se llevan a cabo preguntando a
la población general sobre su experiencia como víctimas de delitos, o aplicando
cuestionarios anónimos a la población adolescente en los que se recoge información
acerca de su implicación en la comisión de delitos. En estos últimos casos estaríamos
hablando de delincuencia sumergida o no detectada, ya que la mayoría de los
adolescentes que reconocen haber cometido algún delito, no ha entrado en contacto con
los sistemas policial o judicial.
Las diferencias de género son una constante en todos los países, ya que las
estadísticas indican una mayor prevalencia de delitos y comportamientos antisociales en
varones, diferencias que son menores al inicio de la adolescencia y que van aumentando
con la edad. Además, como señalan Rutter et al. (1998), existen diferencias entre el tipo
de delitos cometidos por chicos y chicas, ya que los primeros se implican en delitos más
graves y con uso de violencia y suelen reincidir más. No obstante, las diferencias de
género son menores si analizamos los datos de delincuencia sumergida. Las diferencias
entre las cifras referidas a delincuencia sumergida y delincuencia oficial no se refieren
exclusivamente al género, ya que también aparecen en las cifras oficiales más
adolescentes procedentes de minorías étnicas y clases más desfavorecidas. Estas
discrepancias reflejan un claro sesgo en las estadísticas oficiales, y se deben tanto a la
mayor gravedad de los delitos cometidos por varones y por jóvenes de grupos sociales
desfavorecidos, como al hecho de que estos adolescentes reciben un trato
discriminatorio y más duro por parte de la policía y el sistema judicial (Poe-Yamagata y
Jones, 2000).
25
de poca importancia, con la llegada de la adolescencia disminuyen esos
comportamientos para dar paso a conductas antisociales de mayor gravedad, que
seguirán aumentando hasta tocar techo al final de la adolescencia y descender de forma
acusada durante la adultez temprana. No obstante, algunos estudios longitudinales han
diferenciado entre dos tipos de trayectorias evolutivas, una de mayor gravedad, aunque
mucho menos frecuente, que comienza en la infancia y se extiende a lo largo de todo el
ciclo vital, y otra que se limita a la adolescencia, tendiendo a desaparecer en la medida
en que el sujeto empieza a asumir las responsabilidades propias de la adultez (Moffitt,
1993; Farrington, 2004). Este segundo tipo es el más habitual.
26
Las variables familiares han sido consideradas como claves para el desarrollo de
la conducta antisocial severa, ya que según muestran numerosos estudios estos
adolescentes provienen de familias muy desorganizadas y conflictivas, con padres que
se muestran hostiles o negligentes, y que fracasan a la hora de ofrecer a sus hijos
modelos comportamentales apropiados (Patterson et al., 2000). Por otra parte, también
es frecuente por parte de estos padres el empleo de estrategias disciplinarias muy
coercitivas con la aplicación castigos físicos que en algunos casos se pueden considerar
situaciones de maltrato. De hecho el comportamiento antisocial es una de las
consecuencias más frecuentes del maltrato infantil y adolescente, probablemente porque
el abuso severo, al igual que otras experiencias infantiles traumáticas provoca
modificaciones en la estructura y funcionamiento cerebral (Oliva, 2002; 2007). Los
factores familiares y los genéticos pueden interactuar de cara a generar un
comportamiento desajustado; como se ha puesto de manifiesto en un estudio
longitudinal llevado a cabo en Nueva Zelanda por Caspi et al. (2002), aquellos niños
que habían experimentado malos tratos se convirtieron en adolescentes y adultos
violentos sólo cuando tenían una versión de baja actividad del llamado gen de la Mono
Amino Oxidasa A, pero no cuando tenían la versión activa del gen.
Los programas llevados a cabo en los centros educativos para evitar el maltrato y
la victimización entre iguales se muestran también eficaces a nivel preventivo, y tratan
de formar a los educadores para que puedan detectar e intervenir en situaciones de
riesgo. Otros programas también realizados en escuelas persiguen el objetivo de enseñar
a niños y adolescentes a resistir la presión de los iguales para implicarse en
comportamientos antisociales o delictivos (Farrington, 2004).
27
trata de técnicas que intentan modificar el pensamiento egocéntrico e impulsivo de los
chicos y chicas antisociales, enseñarles a pensar antes de actuar, a buscar alternativas
para solucionar problemas interpersonales, o a considerar el impacto de su
comportamiento sobre otras personas (Ross y Ross, 1995).
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33
Actividades.
34
2. Las tres categorías de conducta suicida son : Las ideas suicidas, o pensamientos
frecuentes acerca del suicidio como una forma de huir de una situación de sufrimiento
considerada insoportable; las tentativas de suicidio, que son aquellas acciones mediante
las que el adolescente intenta acabar con su vida pero que no tienen éxito, y el suicidio
consumado, que se refiere a toda muerte que es causada de forma intencional y con
pleno conocimiento por el propio sujeto.
4. Aunque estas conductas suponen un riesgo evidente para la salud, algunos estudios
encuentran que aquellos adolescentes que se implican en más conductas de asunción de
riesgos pueden tener una mayor autoestima, una identidad más lograda y una mayor
madurez social y emocional, probablemente porque la experimentación representa un
aprendizaje útil y una especie de transición a la adultez.
35